- Introducción
- Los espíritus de la
naturaleza o elementales - Formas
pensamiento - Contacto con
las salamandras - Las
ondinas - Los
elementales sílfides - Señores
de la tormenta - Una
versión sobre hadas - En la
floresta de una montaña - Mistificadores
– obsesores - La
madre del ganado - Los fuegos
fatuos - Acción
de los espíritus en los fenómenos de la
naturaleza - Los
espíritus de la naturaleza - Una
experiencia más - El
alma de los animales en la codificación
kardeciana - El
plano de los elementales - Aves y animales
del astral inferior - Juvrus y
Orco - Las esferas
espirituales - La
evolución biológica - El
espíritu grupal - Expansiones
del espíritu - Nuestros
aborígenes - Carnivorismo
- Un
interesante tema sobre vampirismo - Romance de
una reina - Epílogo
PRÓLOGO
Gran parte del contenido de la presente obra, es un
aporte al tema de los Elementales y/o Espíritus de la
naturaleza,
asunto sobre el cual se han ocupado varios escritores y
espiritualistas. Desdichadamente, Algunos en sus aportes no han
sido los más acertados, causando desinformación y
confusión entre los interesados por conocer estos
fenómenos.
Nuestro propósito es facilitar a quienes tienen
interés
o deseos por introducirse en el mundo de los elementales y otros
fenómenos paranormales; una información parcial, porque sobre este
aspecto muchas cosas importantes restan por descubrirse.
Llegará el tiempo; cuando
las condiciones mentales e intelectuales
del hombre le sean
propicias, nuevos conocimientos se nos develarán, para
conocer mejor sobre el origen y la existencia de los
Espíritus de la Naturaleza y otros fenómenos de
esta y de la otra dimensión espiritual.
Daremos a conocer experiencias sobre los contactos
habidos con estas entidades de diversos órdenes,
además, los resultados de nuestras demoradas observaciones
y de los análisis hechos a los textos dedicados al
estudio de estos fenómenos por las diferentes corrientes
Espiritualistas o filosóficas. Se incluirán
fragmentos de libros y
revistas Espíritas, que hacen alusión al
propósito de la siguiente obra. Esto, nos
fundamentó sólidamente para evaluar con buen
criterio y rigor nuestras experiencias consignadas en el presente
texto.
Con la confianza puesta en lo aprendido, procuramos ser
lo más realistas, evitando la filtración de
ciencia—ficción, o supersticiosas
conjeturas de orden mitológico, para por el contrario,
ofrecer esclarecimientos que posibiliten despejar dudas e
incógnitas.
Esta es la segunda edición, en la que suprimimos algunos temas
que fueron remplazados por otros más idóneos e
interesantes mejorando y ampliando más el
texto.
Por consiguiente, que esta modesta y sencilla
contribución se constituya en un aporte que permita colmar
las expectativas al lector inquieto, inteligente y ávido
de conocimiento
espiritual; por lo tanto, para transmitir nuestros conceptos
hacemos uso de palabras sencillas, por lo que esperamos contar
con la bondad, la tolerancia y la
aceptación de quienes lo lean, por las posibles fallas
gramaticales y literarias
Realmente, uno de los objetivos es
el de clasificar a los elementales en ficticios y naturales,
hacer referencia de lo que hasta ahora se conoce sobre la
razón de la existencia y función de
los elementales artificiales o ficticios y de la importancia que
tiene el elemental natural. Para ello, fue necesario plantear en
las primeras páginas del libro, el
origen del Espíritu, la conformación del mismo, su
trayectoria y su futuro.
Esta es la razón por la cual se insiste por el
respeto y
el amor que se
ha de tener por la flora, la fauna y toda la
naturaleza que vienen formado parte de nuestro ser y de nuestro
entorno, siendo esta, la máxima expresión creadora
de la Divinidad.
Mi profundo agradecimiento para quienes cooperaron de
cualquier manera, que creyeron en este proyecto haciendo
posible su cristalización.
LIBARTM.
INTRODUCCIÓN
la Doctrina Espírita, codificada por el sabio y
científico francés ALLAN KARDEC, es completa en
cuanto a conocimiento sobre asuntos de la espiritualidad.
Partiremos del capítulo I que habla sobre el origen y
naturaleza de los espíritus, comenzando con la pregunta
76, de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.
"Dios creó a los espíritus simples e
ignorantes". Y dentro del mismo capítulo los
clasificó en tres órdenes y diez clases.
La décima clase se
refiere a los más primarios. No hace referencia a los
espíritus de los animales dentro
de esa clasificación. Sin embargo, en la pregunta No.
76 ¿Qué definición puede darse de los
espíritus? Puede decirse que los espíritus son
los seres inteligentes de la creación que pueblan el universo fuera
del mundo material.
Pregunta No. 79 "Puesto que dos elementos afirmar que
los Espíritus están formados del elemento
inteligente, así como los cuerpos inertes se hallan
integrados por el elemento material?
Respuesta: "Evidentemente: Los Espíritus
son la individualización del principio inteligente, del
modo que los cuerpos constituyen la individualización del
principio material; lo que desconocemos es la época y la
manera de esa formación".
Partamos de que nuestro psiquismo inició su
crecimiento acompañado de la chispa divina que en todas
sus estancias haciendo parte del espíritu grupal, pudo
iniciarse dentro del reino animal. Por esta razón que el
Espiritismo y otras doctrinas filosóficas afirman que Dios
mora en nosotros y que a través de la meditación
encontramos al Dios interno. Además, está presente
en todos los reinos de la
naturaleza.
El principio divino contribuye a desarrollar el
psiquismo en los seres vivos hasta llegar al hombre, para hacerlo
co-creador y cooperador en la obra de la Creación: duerme
en el mineral, despierta en el vegetal, siente en el animal y
piensa en el
hombre.
El Mundo Espiritual Superior, en su momento, nos
dará a conocer nuevas revelaciones, en las que conoceremos
cosas que la Codificación kardeciana no reveló
por considerarlo inoportuno, y no prudente para una humanidad no
preparada e inmadura para recibir tan complejos y prematuros
conocimientos.
Por otro lado, Allán Kardec, afirmó que
sus continuadores recibirían otras revelaciones.
Más luego el hombre alcanzará mayor raciocinio,
inteligencia,
sensibilidad e interés por conocer con profundidad lo
Divino.
Se comprende que Dios además de ser el Creador,
es el Administrador
perfecto del universo y su
organigrama es
demasiado complejo para nosotros descifrarlo. Pero, muchos
aspectos de su maravillosa obra alcanzan a ser comprendidos por
el aporte de los Ingenieros Siderales de muchas
jerarquías, o como dicen en la Teología: Ángeles,
Arcángeles y Serafines, llamados también Regentes,
Logos o Devas en otras filosofías
espiritualistas.
Estos espíritus superiores cumplen tareas de
acuerdo con su evolución, cooperando en los reinos de la
naturaleza y en los componentes de los mismos, como agua, aire fuego, flora
y tierra. Para
que ello sea posible, es necesario la creación de
artefactos robots, llamados elementales ficticios o artificiales
como: sílfides del aire, ondinas de las
aguas, salamandras del fuego, hadas de las flores y
gnomos de la tierra los
hadas de las flores como otros elementales de la floresta
presentan características muy polifacéticas de
acuerdo con el ambiente
psicológico y lugares geográficos del planeta,
así lo describen C.W. Leadbeater y Franz Hartman en la
obra LOS ELEMENTALES.
Los ocultistas tienen como representante más
expresivo a la teosofía, movimiento
fundado en 1875 por la rusa Helena P Blavatski Sus
fuentes de
información fueron las escrituras de ORIENTE "tomadas
de relatos de clarividentes."Las teorías
teosóficas generalmente son abstractas y complicadas,
exigiendo de los estudiosos exhaustivos esfuerzos para adquirir
la llave que descodifica su vocablo, y la hermética
filosofia.
La teosofía es concordante con algunos puntos del
espiritismo, empero también hay muchas
divergencias.
En el libro de los espíritus la
pregunta respecto a los espíritus de la naturaleza es
analizada desde la 536 a la540 en ellas Kardec confirma la
existencia y la participación de entidades en los
fenómenos naturales, empero deja en claro que estos no
hacen parte de alguna categoría especial en el mundo de
los espíritus propiamente dicho. O sea, espíritus
libres en el proceso
renncarnatorio. En este caso, estaría solamente haciendo
referencia a los elementales ficticios.
Estos elementales, llamados ficticios o artificiales son
incipientes, carentes de espíritu y por lo tanto mortales
en el sentido de la palabra, son los que trabajan incesantemente
en el laboratorio de
la naturaleza. Obedecen a sus creadores y conductores, como a
otras mentes vigorosas que los manipulan. No olvidemos que el
hombre alcanza niveles psíquicos que lo tornan cocreador,
y en la medida en que crece espiritualmente, mayor responsabilidad y deseo de trabajar se despierta
en el espíritu..
Refiriéndonos a los ángeles, estos no son
como la Teología los describe, o como Miguel Ángel
y Vernini los pintara; en un ambiente lírico y
místico, mostrándolos en un edén
fantástico y contemplativo, en estado de
beatitud perniciosa, en expresión de criaturas piadosas
privilegiadas por Dios. Si en esos tiempos los hubiera esculpido
Botero, su obesidad
tendría plena correspondencia a la vida sedentaria y
placentera como estos se muestran. La Teología dice que
fueron creados bellos y sabios para que vivan en permanente gozo,
sin haber pasado por el trasegar de las múltiples
reencarnaciones en el mundo de las formas. ¿Será
que Dios fue injusto o se equivocó, dándole a
estos, este privilegio, mientras el resto de sus criaturas
creadas necesitan de millones de años ajustados a la
ley de la
palenginesia, y (reencarnación) para un día
alcanzar la Angelitud? Miremos en el libro de los
espíritus las preguntas 128 a la 130 y en el capitulo lll
del cielo y el infierno.
LOS
ESPÍRITUS DE LA NATURALEZA O
ELEMENTALES
Como decíamos anteriormente, muchos han escrito
acerca de los elementales interpretando mal los fenómenos
en su origen, los describen como criaturas en una
evolución aparte de la humana, con poderes mágicos
y sentimientos caprichosos.
Retomamos la obra MEDIUMNIDAD, de Edgar
Armond con el siguiente texto: "llamamos elementales
naturales a aquellos que se inician en los reinos mineral,
vegetal y animal hasta llegar al reino hominal". Las almas de los
vegetales y los animales son elementales naturales. Este proceso
lo explica muy bien André Luiz, en la obra
EVOLUCIÓN EN DOS MUNDOS psicografiada por el
médium brasileño Chico Xavier. Igualmente, el
señor Rino Curti en su obra ESPIRITISMO Y
EVOLUCIÓN.
André Luiz y otros instructores espirituales,
enseñan que el hombre es creador de formas pensamiento
con caracteres tan extraños que su aspecto y
función depende del propósito y la calidad del
pensamiento. La entidad espiritual Atanagildo en la obra
LA VIDA MÁS ALLÁ DE LA SEPULTURA,
psicoagrafiada por el médium Hercilio Maes, del Brasil, toca de
manera muy interesante este tema.
Las formas pensamiento que también son
elementales ficticios no tienen vida propia, ni son de
duración permanente. Los creamos con nuestros actos y
pensamientos.
Los espíritus Superiores, encargados de trabajar
en el laboratorio de la naturaleza crean entidades artificiales
con características específicas para que cumplan
misiones importantes.
. En la obra LOS ESPIRITUS DE LA NATURALEZA de
CW. Leadbeter y Franz Hartman dice que los elementales ficticios
que trabajan en la naturaleza monitoreados por mentores
espirituales, llegan a aficionarse tanto por los seres humanos, o
por su conductor, que se reencarnan en el reino hominal para
lograr la inmortalidad, burlando todo proceso
evolutivo.
Afirman, además, que tales elementales suelen
comunicarse en los Centros Espíritas, en las sesiones
mediúmnicas, para producir fraudes y mistificación.
En esto coincide otro autor, el Señor M. En su libro
DIOSES ATOMICOS quien además les atribuye poderes
divinos y satánicos, afirmando además que los
dioses atómicos o elementales pueden hacer involucionar al
hombre.
De manera enérgica queremos decir, que nada de
esto es posible, que los elementales ficticios ni los naturales,
pueden comunicasen a través de los Médiumns
Espiritas o de cualquier otra doctrina o movimiento
filosófico, por una sencilla razón:
No hay correspondencia vibratoria entre la psiquis del
animal y el hombre y mucho menos entre el elemental artificial,
que no es poseedor de psiquismo alguno, pues es una
máquina .que aunque muy compleja, no tiene voluntad ni
pensamiento propio.
No dudamos de la existencia de animales con una psiquis
bastante desarrollada, en la que ya hay muestras de sentimientos
e inteligencia, como observamos en algunos cetáceos,
perros,
caballos, monos, y hasta algunas aves etc. sin
embargo, muy lejos de estar al nivel del psiquismo
humano
Manifestamos total desacuerdo y rechazo a tan absurdas
teorías.
Consideramos a los elementales ficticios o artificiales
como equipos robots fabricados de manera extraordinaria e
ingeniosa, pero como dijimos anteriormente, sus mecanismos no
razonan y sus frecuencias no tienen correspondencia con cualquier
psíquico, lo que hace imposible que pueda ocurrir
intercambio.
Estamos sujetos a leyes de peso
específico; de esto no cabe duda.
Los elementales artificiales no tienen conciencia de lo
que hacen, razón por la cual encontramos a seres humanos
malvados que los utilizan para hacer el mal, como se ha
comprobado en algunas secciones mediúmnicas.
Los botánicos en las tribus aborígenes
tienen un gran respeto. por los elementales de todo orden, en la
tarea de recolección de plantas
medicinales y espirituosas llevan a cabo previamente una
especie de rito en el que piden permiso al elemental, para luego
hacerle la solicitud de ayuda o colaboración para con los
enfermos que van a tomar el compuesto de tales plantas.
Cuando se invoca al elemental de una planta, lo que
ocurre como respuesta positiva manifestando sus bondades, es el
espíritu grupal de la especie; ese psiquismo que, aunque
considerado muy incipiente, tiene el aval divino, para desdoblar
su química en
vibración de bondad y servicio hacia
su invocador.
Decíamos que el psiquismo inicia su
evolución acompañado de la chispa divina. Esta
establece el instinto en los seres vivos, desde aquellos con
cuerpo muy rudimentario, los cuales una vez por la
evolución lleguen al reino hominal, de ahí en
adelante, se va tornando menos instintivo y más intuitivo
llevándolo más rápidamente al progreso
moral.
CHARLES DARWIN, con la
teoría
de la evolución, realizó un gran aporte a la
humanidad en su época. Hoy la ciencia
descubre aspectos más complejos de la cadena evolutiva. Y
cuando esta acepte que paralelamente con la forma, evoluciona el
espíritu, se puede entender mejor el comportamiento
de los seres vivos y la complejidad de la psiquis.
Se afirma y especula que existen seres afines o
espíritus gemelos (almas gemelas) muy semejantes en sus
caracteres físicos La disparidad siempre existirá
por cuanto que los senderos trasegados por los Espíritus
en la vida evolutiva no son exactamente los mismos; y aunque
parecidos corporalmente, diferentes en sus valores
espirituales. En los reinos vegetal y animal, el espíritu
incursiona por diferentes atajos, no es obligado a seguir una
línea u orden riguroso en todas las especies, variedades,
tipos, clases, familias o razas. En el futuro, en razón
del despertar y mayor conciencia del ser humano, la
personalidad con sus arquetipos adquiridos, la fisiología y la morfología
variarán de perfil, por cuanto nuestro progreso por el
sendero de la evolución, se hará en mundos
más adelantados de acuerdo con nuestro progreso moral,
como lo enseña EL LIBRO DE LOS
ESPIRITUS.
En los reinos vegetal y animal, hay tantas y aparentes
excentricidades, que aún nos es difícil llevar a
cabo una minuciosa secuencia sobre la evolución de los
seres vivientes. Tantos especimenes raros y de aspecto
aparentemente chocante; por repulsivos que nos parezcan, cumplen
tareas específicas dentro del ecosistema de
los diferentes mundos, tanto materiales
como paralelos. Todas las especies están predestinadas a
avanzar a través de las formas; y espiritualmente, para
alcanzar el reino humano, y más luego el Angelical. Todo
en el Universo es dinámico, nada hay estático, todo
cambia y todo marcha hacia la perfección; aunque esta
verdad nos cueste a los seres humanos comprender. En consecuencia
se dice: "Dios escribe derecho, con letras
torcidas".
No existe razón alguna que justifique
menospreciar y detestar a los seres que se nos presentan raros o
repulsivos y hasta peligrosos, que posiblemente lo son en
apariencia; mientras no se les perturbe en su medio natural. Es
siempre el hombre que, carente de principios y
amor por la
Creación, invade, altera el hábitat
y la tranquilidad de los animales.
El ser humano será siempre el más terrible
depredador; además de ser un bárbaro destructor de
todo cuanto existe en el planeta. Solamente, cuando éste
alcance niveles elevados de conciencia, se tornará
respetuoso y vivirá en armonía con las demás
criaturas vivientes. Comprenderá, entonces, que estas
criaturas son nuestros hermanos menores, merecedores de nuestra
mayor consideración. Recordemos, que en cada ser viviente
mora una fracción de Dios, esto llevó a decir al
maestro Jesús: "vosotros también sois dioses": una
pequeña obra de metáforas nos dice que nuestro
cuerpo humano
es un microcosmos y nuestro espíritu un micro-
Dios.
Esa porción de la Divinidad haciendo parte del
hombre integral, no nos conduce al panteísmo. Por el
contrario, espiritualmente nos inmortaliza, fortaleciendo nuestro
Yo, para conservar la individualidad eternamente. Esto se
conquista, en
todas nuestras luchas reencarnatorias, en la vida física y en los
diferentes mundos paralelos, convirtiéndose todas las
vivencias, en patrimonio
eterno del espíritu.
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