- Resumen
- Reducción
del método científico a técnicas de
investigación - Contrastación
valorativa entre la teoría y la
práctica - Abandono
del sentido epistemológico, político y
ético del marco teórico - Enajenación
ideológica y cultural
RESUMEN
Se ha confundido el conocimiento
científico con la información. Se asume que el
conocimiento está dado y que sólo es
significativo el que ayuda a tomar decisiones, lo cual no implica
la necesidad de la ciencia,
sino principalmente, un dato eficiente. Se ha reducido el
método
científico a técnicas
de investigación. El método es
principalmente un proceso
racional y lógico, creativo y específico que
ingresa a nuevos problemas del
conocimiento.
Se ha contrastado valorativamente la teoría
con la práctica, donde se optó por la
jerarquía de la práctica, habiendo convertido a la
teoría en subsidiaria o funcional a la práctica
debido a una ideología pragmática de la sociedad
neoliberal dominante. Se ha abandonado del marco
teórico su función
epistemológica, política y ética.
Existe entre los intelectuales
y profesionales locales, una enajenación ideológica y cultural,
que los hace dependientes de enfoques y modelos ajenos
e inauténticos de investigación, así como
desconocer la realidad nacional como objeto de
investigación y abandonar la posibilidad de producción científica
nacional.
INTRODUCCIÓN
l trabajo
académico y profesional de investigación tiene
profundos cuestionamientos en varios sentidos. Se afirma que es
poco útil para la realidad y que es redundante y
teorético; se lamenta que no existen modelos definidos
para investigar; que no existen los recursos
necesarios para realizar investigaciones
importantes y que no se enseña suficiente ni oportunamente
a investigar, entre otras muchas críticas. Pero, por otro
lado, para algunas instituciones
y autoridades, la investigación que producen localmente es
valiosa pues suele ser reconocida con premios y publicaciones, lo
cual sería signo de su importancia y la
justificación de algún financiamiento.
Los problemas en la investigación se expresan
también en la resistencia a
hacer las llamadas tesis para la
graduación, la escasa producción científica
de los profesionales y la dudosa calidad de los
productos
tangibles. Además, otro signo de este problema es la
realización de un inmenso número de trabajos
llamados de investigación para fines académicos,
pero se habría llegado al límite de no
distinguirlos de una clasificación mecánica de datos,
técnicas masivas de diagnóstico o tratamiento, revisiones
bibliográficas o confundirlos con proyectos de
intervención y cambios técnicos.
Hemos observado en los estudiantes gran dificultad para
iniciar una investigación, pues los cursos, textos o
manuales no
poseen la capacidad de organizar la lógica
adecuada para plantear un problema de investigación y
darle solución; obligan a una conducta
intuitiva, arbitraria, o a seguir una estructura
formal administrativa. Suele decirse que "no hay mucho para
investigar", "todo está investigado" o que "no tenemos los
recursos de otros países". Una justificación
frecuente es investigar algo porque "no hay datos locales" o
"para confirmar resultados de otras investigaciones". Otras
salidas comunes son las investigaciones que aplican algún
instrumento, técnicas o equipos nuevos recientemente
adquiridos para observar su eficiencia en el
diagnóstico o en su eficacia para
resolver problemas prácticos.
En la práctica académica se percibe una
infinidad de estilos en cada Escuela o en cada
docente. Cuando se ha formalizado algún esquema o protocolo
sólo se consigna la estructura del contenido y algunas
recomendaciones generales, pero no se ha encontrado el fundamento
o sustentación de estos esquemas, cuyo uso se hace
obligatorio indiscutiblemente.
Muchos docentes que
enseñan investigación, otros que ocupan cargos
administrativos en las unidades de investigación o los que
hacen de jurados de tesis, no suelen tener formación en
investigación y lo que es más crítico, no
pueden exhibir investigaciones propias. Sus dictámenes
suelen ser profundamente subjetivos, con orientación hacia
sus predilecciones, sin sustento conceptual de sus opiniones ni
actitud a la
discusión. No se observa alguna metodología o criterio para la evaluación
conceptual y metodológica de la investigación, lo
que lleva a decisiones arbitrarias y subjetivas.
Con relación a qué no es un problema de
investigación, se discute cada vez menos. Muchos procedimientos
técnicos, como los diagnósticos en general y las
clasificaciones de datos, suelen ser consideradas
investigaciones; otros se refugian en la legitimidad de hacer
investigaciones "descriptivas" o etnográficas, pues son
consideradas aceptables, dadas las limitaciones materiales de
los investigadores.
El problema de investigación siempre está
planteado en el terreno de la teoría como "algo que no se
sabe", pero muchos autores justifican su investigación por
sus probables implicancias prácticas. El argumento
convincente en última instancia suele ser la utilidad
potencial que tendrían los resultados.
Por otro lado, se ha querido encontrar jerarquía
entre técnicas de investigación e incluso entre
diseños. Así, se ha dicho, que un estudio
longitudinal es superior por naturaleza a
uno transversal; que el estudio tipo cohortes es más
complejo que el de casos – controles; que las encuestas son
inferiores al experimento. Algunos reglamentos de
investigación exigen que la metodología busque la
causa o los factores causales de algún fenómeno,
pues esta sería la finalidad de la ciencia. Los
formatos para presentar proyectos de
investigación suelen exigir la redacción de objetivos
generales y específicos, así como de hipótesis y objetivos,
simultáneamente, además de la obligatoriedad de
hacer análisis estadístico, todo ello sin
ninguna justificación explícita.
Se asume que los conceptos de ciencia y método
están ya establecidos de manera firme, que el
método de investigación es único y que el
esfuerzo debe dirigirse a aplicarlo rigurosamente, aspirando a
alcanzar modelos matemáticos o estadísticos. Se
tiene por dado que las cualidades y principios de la
ciencia son la objetividad, la exactitud, la verdad y la
causalidad, entre otros.
Se suele opinar que la calidad de la
investigación se asocia a la disponibilidad de recursos
económicos y que, por lo tanto, la cima de la
investigación se encontraría en países
desarrollados. Existe una resistencia a, o tergiversación
de, la discusión epistemológica, política y
ética de la investigación.
Resumiendo, podemos decir que en nuestro medio se
realizan grandes esfuerzos por hacer los llamados trabajos de
investigación, cuyos fundamentos y resultados se suelen
discutir y valorar de manera contradictoria e insuficiente, pero
no se han constituido los espacios intelectuales ni
institucionales para hacer un balance consistente sobre la
investigación local.
La posición e integración de las tesis que planteamos y
hemos desarrollado en los capítulos respectivos, tienen
una relación esquemática en el gráfico
siguiente. Se propone que el núcleo o base de las
tergiversaciones en la investigación científica se
encuentra en un trasfondo ideológico y cultural. Los otros
niveles incluyen el conceptual, el metodológico, el social
y el de intermediación entre el investigador y la
realidad.
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