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El Perú en el siglo XIX (página 2)



Partes: 1, 2

CAPÍTULO I

ASPECTO ADMINISTRATIVO Y
ECONÓMICO DEL VIRREINATO DEL PERÚ SU SITUACIÓN
DESPUÉS DE LA GUERRA DE
INDEPENDENCIA

  1. En América el Estado (aunque
    teóricamente era el reflejo del imperio metropolitano)
    para los efectos prácticos del régimen
    administrativo y social, funcionó a través de
    diversas áreas que podrían ser llamadas
    "Comunidades Intermedias" ubicadas entre la metrópoli
    y la vida local. Dichas Comunidades Intermedias
    ensambláronse en las regiones de más alta
    tradición indígena –México y Perú-
    dentro de los virreinatos; y en las Capitanías
    generales. Así se fueron desarrollando en el seno
    mismo de esas áreas de organización
    colonial difusos gérmenes de entidades estatales con
    proyecciones diversas sobre la población de sus
    áreas. Su elemento aglutinante estuvo en la
    demarcación trazada en América por el Imperio
    español, dentro de
    la heterogénea nacionalidad
    hispanoamericana-indígena-mestiza-negroide.

    La República del Perú fue la heredera
    del Virreinato del Perú.

  2. LAS COMUNIDADES INTERMEDIAS ENTRE LA
    METRÓPOLI ESPAÑOLA Y EL IMPERIO
    ULTRAMARINO

    1. ASPECTO ADMINISTRATIVO
  3. VIRREINATO DEL PERÚ
    1. REY: Autocrático, teocrático y
      despótico.
  1. EN ESPAÑA

b) EL CONSEJO DE INDIAS

Organismo creado especialmente para el gobierno de las colonias:
en orden legislativo; proponía las leyes, Reales Cédulas y
Reales Órdenes para el gobierno de las colonias; en
el orden ejecutivo;
proponía el rey todas las
autoridades de la colonia; en el orden judicial; era
el máximo organismo de administración de
justicia del virreinato.
Finalmente se encargaba de la organización y
dotación militar para la colonia.

  1. LA CASA DE CONTRATACIÓN DE
    SEVILLA

Organismo creado específicamente para la administración
económica del virreinato, especialmente en:

  • el control del monopolio
    comercial.
  • El control y traslado de los cargamentos de
    oro y plata entre la
    colonia y España.
  • La administración del
    sistema de
    tributación de la colonia.
  • La formación de marinos y mercantes para el
    comercio con la
    colonia.

B. EN AMÉRICA

a) EL VIRREY:

El representante del rey en la colonia; tenía
los máximos poderes, político, administrativo,
militar, religioso, etc. Al final de su gobierno era
sometido a una investigación con
el llamado "Juicio de Residencia".

b) LA REAL AUDIENCIA

Máximo organismo de administración de
justicia presidida por el Virrey. Estuvo compuesta por ocho
oidores y un vocal.

c) LA ENCOMIENDA

Era la administración de determinada
área geográfica y número de indios a favor
de los conquistadores españoles. Formalmente era para
dar educación y religión a los indios;
realmente les permitió a los encomenderos el control
de los indios, el pago de los impuestos y la
organización del trabajo
gratuito.

d) EL CORREGIMIENTO

Pretendió corregir los abusos del
encomendero, sin embargo se transformó en su peor
explotado y exterminado, por lo que fue la causa principal
del movimiento
emancipador.

e) LAS INTENDENCIAS

Creadas en reemplazo de los corregimientos
después de Túpac Amaru II. El virreinato peruano
estuvo constituido por ocho intendencias:

  • Tarma
  • Trujillo
  • Lima
  • Huamanga
  • Huancavelica
  • Cuzco
  • Puno
  • Arequipa

d) LOS CABILDOS

O gobierno de las ciudades; se encargaron de su
abastecimiento, su ornato, su planificación, etc.
Compuesta por regidores. De sus asambleas públicas o
cabildos abiertos se van ha originar los primeros movimientos
libertarios.

  1. ASPECTO ECONÓMICO

Fue una economía dominante, colonial, en
donde todos los beneficios fueron par ala corona española
y la nobleza. Le dieron el carácter "exclusivista"
al establecer el monopolio comercial, es decir, la
obligación de los habitantes de la colonia de sólo
comercializar con España.

Este monopolio comercial fracasó rápidamente
por dos motivos:

  • Que España no se preocupó de su
    artesanía e industria lo que
    significó que España tuvo que vender a sus colonias
    productos ingleses,
    holandeses, franceses, etc. beneficiando a estas otras
    naciones europeas.
  • La aparición del comercio ilícito o
    contrabando, el cual se
    filtró a través de las extensas fronteras del
    virreinato. Pese a que España autorizó el
    navío de Registro, el Navío de
    Permiso, finalmente tuvo que ceder declarando el Libre Comercio.

La otra gran preocupación económica es la
ejecución del mercantilismo, por lo que
trataron de organizar y asegurar el traslado del oro y la plata
a España mediante los convoyes o galeones. Igualmente, la
poca preocupación marítima y la mala
administración española, permitieron que los ladrones
de mar (corsarios, al servicio de otras coronas
europeas, y piratas, por cuenta propia) puedan asaltarlos en
altamar y llevarse la mayor cantidad de oro y plata. La
más beneficiada en el trabajo de los bucaneros
fue Inglaterra.

En conclusión, España, que se propuso y pudo
constituirse en la nación más
poderosa por la explotación de sus colonias, resultó
en la práctica la más empobrecida por los motivos
explicados. El estado español con la
finalidad de afianzar su poder y de asegurar el
manejo económico impuso adicionalmente una serie de
tributos a los habitantes de
sus colonias.

    1. INTRODUCCIÓN: LOS ESTADOS UNIDOS DEL
      NORTE Y LOS ESTADOS DESUNIDOS DEL SUR
  1. SITUACIÓN DEL PERÚ DESPUÉS DE LA
    "INDEPENDENCIA"

"Las colonias inglesas de América, dirigidas por
protestantes, enemigos de la jerarquía eclesiástica y
secular, fueron, al emanciparse, a la unidad política, o sea a los Estados Unidos.
En cambio, las colonias
españolas de América, gobernadas directamente por la
monarquía e imbuidas
durante siglos en los principios
político-religiosos de ella, se sumieron en la
dispersión, o sea formaron los Estados
desunidos".

Y es que esta misma forma de gobierno hizo que se
formen bastos núcleos de población, con hondos
intereses y poderosas fuerzas colectivas en el gran territorio
colonial.

Este aislamiento, entre sí, de las colonias
españolas-americanas se debió a factores
como:

  • La misma amplitud y extensión de las
    colonias.
  • Las altas cordilleras, los esparcidos desiertos y
    la inmensa selva como barreras y obstáculos que
    dificultan las comunicaciones.
  • Las colonias española-americanas, en el siglo
    XIX, casi no comerciaron entre sí, cada uno de ellos
    exportó sus materias primas y dependió del
    extranjero para obtener capitales y artículos
    manufacturados. Ellos fue, sin duda, otro factor favorable a
    su aislamiento.
  1. La República, que empezó en el Perú
    como reacción contra el monarquismo de un argentino,
    San Martín, hubo de estar en manos de un colombiano,
    Bolívar, al
    finalizar la guerra.

    El Perú que había sido el país
    más prominente de América del Sur antes de la
    llegada de los españoles tuvo en el siglo XIX, el
    más infortunado de su maravillosa historia. El precio de la
    intervención colombiana en la guerra de la
    independencia fue la separación del Alto Perú, la
    pérdida de Guayaquil, la guerra de 1829 que, a su vez,
    significó el primer contraste militar y amenaza sobre
    Tumbes, Jaén y Maynas. Como consecuencia de ello, el
    Perú entró en constantes rozamientos con el Alto
    Perú, convertido en Bolivia. Sólo
    después de 1842, se liberó la secuela de
    dificultades derivadas de la guerra
    emancipadora.

    Con esto no se pretende negar u opacar, el
    valor o la importancia
    de todos los que prominentes o humildes, en el campo o en
    la ciudad, en salones, cuarteles, aulas, plazas o
    mazmorras, lucharon por la independencia peruana desde el
    siglo XVIII. Lista heroica que ya en 1780 y en 1805, varios
    años antes que otras partes de América, es
    escrita con sangre.

    Se trata únicamente de señalar el rumbo
    general de los acontecimientos, muchas veces impermeable a
    la acción de los
    individuos.

  2. LA INICIACIÓN DE LA REPÚBLICA

    El país se caracterizó por una
    organización administrativa formalista, en la que los
    ropajes republicanos cubrían a veces la realidad de la
    tradición colonial. En la vida burocrática
    había insipiencia. En 1828 el Presidente de la
    República tuvo cuatro edecanes y dos capellanes. Los
    Ministerios eras tres:
    Gobierno y Relaciones Exteriores, con once empleados;
    Guerra y Marina con trece y Hacienda con doce.

    El Perú había enviado entonces
    representación diplomática a Colombia, Chile,
    Brasil y Argentina, un
    agente de negocios ante Inglaterra
    y un Cónsul a Panamá. Había,
    en cambio, ministro chileno; encargado de negocios y
    vicecónsul de Estados Unidos, más sendos
    cónsules de ese país en Islay y Anca y
    vicecónsul en La Libertad; cónsul
    inglés en Lima y
    vicecónsul en Arequipa, y en la capital cónsules de
    los Países Bajos, Francia y
    Argentina.

    El congreso contaba con ocho empleados. La Corte
    Suprema se componía del Presidente, ocho vocales, dos
    fiscales y el relator con trece empleados. El gobierno
    interior del departamento de Lima, estaba constituido por
    la Prefectura, la Intendencia de Policía, los
    inspectores de cuarteles, los comisarios conservadores del
    orden en los valles de la circunferencia de la capital y un
    escuadrón de Dragones de Policía con tres
    compañías, dos a caballo, cada una con cien
    hombres y una infantería con ochenta.

    Las dependencias de carácter fiscal incluían la
    Contaduría General de Contribuciones, la
    Contaduría General de Valores, la Junta de
    Liquidación, la Tesorería general, la Casa de la
    Moneda, la Aduana y la Caja de
    Administración.

    La Universidad de San
    Marcos no funcionaba pero tenía Rector, Cancelario,
    Vice-Rector, Conciliario Mayor, Conciliarios Menores y
    catedráticos de distintas materias, aparte de las que
    correspondían a las órdenes religiosas. Las pocas
    cátedras del Convictorio de San Carlos, no más de
    seis, servían a ochenta colegiales. En el colegio de
    la Independencia de Arequipa había doce
    cátedras.

    El clero reconocía como autoridad máxima al
    Deán Vicario Capitular de la Iglesia Metropolitana.
    Funcionaban el Cabildo Eclesiástico, la Curia
    Eclesiástica, los curatos, las capellanías de
    monasterios y beaterios, el Seminario. Los conventos,
    monasterios, beaterios sufrían las consecuencias de
    las guerras, las leyes y
    decretos regalistas y de las circunstancias económicas
    y sociales. Habían cinco Obispados: Cuzco, Arequipa,
    La Libertad, Ayacucho y Maynas.

    Dentro del escalafón militar figuraban cinco
    grandes mariscales, 8 generales de división y 20 de
    brigada. Los juzgados militares entendían los asuntos
    propios de su desarrollado fuero. El ejército estaba
    dividido en las divisiones del sur y del norte. Los cuerpos
    de infantería, nominalmente con mil doscientas plazas
    cada uno, eran: Ayacucho 1 y 2, Pichincha 3 y 4, Callao 5 y
    6, Zepita 7, 8 y 9. La caballería se componía de
    los Húsares de Junín, los Lanceros del Callao
    (antes Dragones del Callao) los Lanceros del Cuzco, los
    Dragones de Arequipa y los Dragones de Policía. A
    parte de estas fuerzas estaban los cuerpos
    cívicos.

    Gobernaban la Armada, un Vicealmirante (Guise), la
    Comandancia General de Marina, la Comisaría General.
    Había arsenal, capitanías de puerto y escuela central. La
    lista de los buques de guerra se reducía a los
    siguientes: la fragata Presidente con 52 cañones, la
    corbeta Libertad con 22 cañones, el bergantín
    Congreso con 20, la goleta Arequipeña 16 y la goleta
    Peruviana con 1. Para el trasporte estaba la fragata
    Monteagudo. Desarmada aparecía la corbeta de guerra
    Limeña con 20 cañones. La infantería de
    Marina constaba de dos compañías con doscientas
    plazas.

  3. ESTRUCTURA ADMINISTRATIVA
  4. LA DESARTICULADA ESTRUCTURA
    ECONÓMICA

El Virreinato del Perú se empobreció
notablemente durante la guerra de la independencia. La lucha a
la que estuvo obligado primero en Chile, el Alto Perú, el
norte de Argentina y Quito le arrancó
dinero, hombres, materiales. Las donaciones,
cupos y otras cargas trajeron consigo múltiples
exacciones. El desembarco de la expedición libertadora de
San Martín dio lugar a que el comercio exterior quedara
anulado; y en el interior, los reclutamiento de soldados,
los empréstitos, forzados o no, las depredaciones y la
inseguridad arruinaron a la
agricultura, la minería y las industrias. La guerra
duró cuatro largos años. Lima fue ocupada y
desocupada varias veces por los ejércitos enemigos. En el
norte, para preparar la campaña final, se tomó hasta
las joyas de las iglesias; el hierro de las ventanas de
rejas y los clavos de las casa particulares. Los españoles
convirtieron el sur en su bastión, en su almacén y en su
granero.

Uno de los testimonios más elocuentes y menos
conocidos acerca de esta situación, fue el del marino
norteamericano Hiram Paulding, que estuvo en el Callao en la
fragata United States en mayo de 1824 y viajó hasta Huaraz
con despachos para Bolívar. Paulding en su opúsculo
Bolívar in his camp (Nueva Cork 1834) recuerda lo que era
Lima cuando visitó esta ciudad antes y lo que vio en 1824:
"el invariable clima del Perú había
dado paso a la impetuosa furia de un tornado, desolando toda la
faz de la naturaleza en su
indómita carrera; las lindas ciudades y bellos campos del
valle del Rímac no habían presentado tal estado
ruinoso hasta la llegada de la revolución.. Ocupada
alternativamente por realistas y patriotas, todo lo que
escapaba de manos de uno pasaba a manos de otro. Los moradores
que no habían huido por temor, eran sacados por la
violencia de sus casas y
consignados en prisión. Sus caballos, su ganado y el fruto
de sus tierras eran, sin excepción, botín de guerra.
Las ciudades y haciendas ocupadas por la soldadesca, mostraban,
a menudo escenas del más desesperado saqueo entre los
partidos litigantes, de tal manera que en dos o tres años,
la ruina y devastación usurparon el lugar donde
anteriormente podía encontrarse todo lo necesario para
atender la comodidad y el lujo de sus malhadados habitantes.
Con el peculiar desenfreno producido por la amarga hostilidad
inspirada en la guerra civil, los más escogidos productos
y las mejores obras de arte eran implacablemente
arrebatados a sus dueños. Cuando la ciudad de Roma fue conquistada, saqueada
y esclavizada, no presentó huellas tan brutales de
ignorancia y crueldad".

Lima pasó por una tremenda prueba, pero en
mejores circunstancias que el resto del país, no obstante
que en el curso de los sucesos fuera víctima de una
cantidad de calamidades. La sociedad fue arrasada hasta
sus cimientos. El destierro, el decomiso de bienes y los
empréstitos forzados, convirtieron a los adinerados en
pobres familias. La vajilla, el mobiliario y realmente todo lo
aprovechable, fue sacrificado en aras de la subsistencia; y,
muchas veces, sus espléndidas casas eran ocupadas por los
mismos soldados. Toda clase de renta fue cortada.
Lo que quedó del comercio estaba en manos de extranjeros
quienes, algo protegidos por su neutralidad, sacaban partido de
los desmanes de la época. Tal era, realmente, el estado de
las cosas y casi ningún cambo podía realizarse para
mejorar la situación.

Unanue, en su memoria cómo Ministro de
Hacienda en1825, pudo hablar de que si no hay Tesorero
Público sin ingresos, ellos "de necesidad
deben faltar en un país en el que ha desaparecido la
agricultura y en donde la minería, principal fondo de
él, está derrumbada y el comercio de la capital sin
puerto y sin numerario". Y José de Morales y Ugalde
presentaba el siguiente cuadro de su memoria, como ministro de
hacienda en 1827: "Millares de hombres arrancados de sus
hogares e incorporados a las filas de la opresión
hacían falta en los campos, en la marina, en los talleres
y en las labores de nuestras productivas montañas. Los
ahorros que en la economía de tres siglos y en medio de
zozobras habían reservado los peruanos los perdieron a
fuerza de exacciones y
contribuciones las más violentas. Este era el estado de
los pueblos que aún lloraban su esclavitud a fines del año
24: el de los que entonaban cánticos a la libertad no era
menos triste y aun me atrevo a asegurar, era el más
lastimoso".

La situación existente entonces queda evidenciada
en hechos incontrovertibles. Tres veces los españoles, en
el curso de la contienda, arruinaron las máquinas y lleváronse
los instrumentos de la Casa de la Moneda. El asiento principal
de la minería, la de Pasco, fue hasta cuatro veces asolado
entre 1821 y 1824, destrozándose las máquinas de
desagüe.

El orden y la seguridad que la
agricultura, la minería y el comercio reclaman para
florecer, faltaron a partir de 1820. El desgobierno, las
campañas llevadas de uno a otro confín del
territorio, los motines, las montoneras y los bandidos crearon
condiciones adversas para el fomento material y social. No se
ha hecho el cálculo de la riqueza que
fue entonces destruida y que incluía vidas humanas,
ganados, viviendas, herramientas e
instalaciones. Se rompió el espíritu de trabajo y de
orden y floreció la holgazanería en el campo y en la
guerra y la supresión de las mitas, hicieron sentir sus
efectos en el atraso de la técnica y la falta de
herramientas.

A pesar de todas la dificultades, la condición
orgánicamente saludable del país, por debajo de las
huellas de la guerra y no obstante las angustias de la
agricultura y la minería, pudo ser comprobada cuando todas
las necesidades de la administración
pública, incluso los gastos de largo asedio del
Callao y otros extraordinarios, vinieron a llenarse en la
época del Consejo de Gobierno en 1826, con sólo las
entradas naturales de los departamentos de Lima, La Libertad, y
Junín, sin haber acudido a empréstitos o
contribuciones y, antes bien, habiendo disminuido las ya
existentes.

CAPÍTULO II

LA ERA DEL GUANO, ÉPOCA DE
LA FALAZ PROSPERIDAD

  1. Como ya hemos afirmado, luego de la independencia
    desde 1825 a1840 la economía mostraba signos de un evidente
    estancamiento y los peruanos vivían en medio de una
    subsistencia mediocre. No era posible la formación de
    capital ni había ahorro bancario; tampoco
    existía el crédito interno –
    solo el préstamo usurero de algunos comerciantes – y
    el externo estaba bloqueado al no contar el país con
    garantías para solicitarlo. En medio de este oscuro
    panorama, aparece el guano de las islas como un recurso
    exportable a Europa y
    Norteamérica que sufrían las consecuencias de la
    explosión demográfica en pleno siglo de revolución
    industrial. Era preciso en el Viejo mundo incrementar
    la producción
    agrícola para una población que ya llegaba en
    1850 a los 266 millones de habitantes. A partir de 1879, el
    Perú exportó entre 11 y 12 millones de toneladas
    de guano que generaron una ganancia de 750 millones de
    pesos de ellos el estado recibió como propietario del
    recurso el 60% es decir una masa de dinero considerable
    como para convertirse a través de inversiones productivas
    en el principal agente de desarrollo nacional . De
    otro lado para medir la importancia del guano en la
    economía peruana debemos decir que cuando Ramón Castilla
    estableció el primer presupuesto para el
    bienio (1846-1847) , la venta del abono
    representaba el 5% de los ingresos nacionales ; años
    mas tarde entre 1869-1875 el guano contribuía en un
    80% al presupuesto nacional. El estado podía entonces
    recuperar el crédito externo con la garantía del
    guano y profundizar sus inversiones. No es complicado
    deducir pues que la historia política social y
    económica del Peru giraba, hasta 1879
    en lo que podía rendir el guano.

    De otro lado, para la economía del siglo XIX,
    recientes investigaciones
    demuestran la existencia de tres lógicas regionales
    que se distinguían por su alto grado de autonomía
    y que descansaban en la explotación de distintos
    productos que las vinculaban con mercados
    extrarregionales ; Lima y la costa centra (articuladas a
    partir de la explotación del guano y el desarrollo de
    la agricultura de exportación
    principalmente azúcar y algodón ) la sierra
    central (plata, ganadería,
    altoandina y luego subsidiariamente el agua ardiente de
    caña en los valles selváticos contiguos); y el
    sur andino ( las lanas y las fibras de los camélidos
    andinos). Y como las investigaciones sobre la región
    norteña (Piura, Tumbes y Cajamarca) son aun muy
    escasas no es posible intentar por ahora la
    elaboración de una visión de conjunto movimiento
    de la economía peruana a lo largo del siglo
    XIX.

  2. INTRODUCCIÓN

    Durante mucho tiempo hasta más o
    menos el año 750 a.c. la lluvia debió lavar el
    guano y la costa peruana ofreció características
    tropicales. Después de esa fecha aproximada, la
    colonización de islas de Chincha y de otras por las
    aves debe haberse
    iniciado entre los siglos VII y VI a.c. Ya no borrado de
    las rocas sino adherido a
    ellas. Los iniciadores de esta obra debieron ser los
    alcatraces que toleraron con más facilidad que sus
    colegas el clima tropicalizado. Los guanajes anidaron en la
    pampa encima de la roca viva, después de que piqueros,
    pingüinos y patoyuncos taladraron las galerías en
    este material firme pero blando. El aumento de su
    número fue explosivo pero vinieron los contratistas y
    los obreros en el laboreo del abono olvidaron todo respecto
    a al necesidad de no perturbar a los guanajes durante la
    anidación y la cría de polluelos y pichones, en
    violación del decreto que será dictado
    después.

    Según cálculos que hizo el
    arqueólogo norteamericano George Kubler en 1948 con
    unos artefactos hallados en las islas de Chincha en 1853,
    debe haber tenido la primera capa de guano encima de la
    roca viva entonces la edad de 2235 años había
    sido depositada pues durante los siglos V-IV a. c. En otro
    experimento con una muestra del fertilizante
    que apareció sepultado debajo de una capa de arena de
    poco más de menos un metro de espesor el isótopo
    C-14 señalo una edad de mas de 1.900 años o sea
    el comienzo de la era cristiana.

    Otro arqueólogo norteamericano Julios Bird
    hallos guano debajo de una capa gruesa de basurales dejados
    por una civilización pre-cerámica en
    Pichales la zona de Piragua, con una antigüedad de mas
    de 3.200 años a. c.

    Gracilazo narra al mencionar los islotes
    despoblados que ello "de lejos parecen los montones de
    estiércol puntas de alguna Sierra Nevada" y que los
    incas vigilaban a las
    aves hasta el extremo de que "al tiempo de la cría a
    nadie era licito entrar en las islas, so pena de la vida
    porque no los asombrasen y echaran de sus nidos. Tampoco
    era licito matarlos en ningún tiempo dentro ni fuera
    de las islas, so la misma pena ". Dice a continuación:
    "cada isla estaba por orden del Inca señalada para tal
    o cual provincia. Ponianles mojones para que los de una
    isla no se entrasen en el distrito de la otra y
    repartiéndose más; en particular daban con el
    mismo limite a cada pueblo su parte y cada vecino la suya
    tanteando la cantidad de estiércol que había
    menester y so pena de muerte no
    podía el vecino de un pueblo tomar estiércol del
    termino ajeno porque era hurto ni de su mismo termino
    podía sacar la misma cantidad que le estaba tasada
    conforme a sus tierras que le era bastante y la
    demasía la castigaban por el desacato. Ahora en estos
    tiempos se gasta de otra manera. Es aquel estiércol de
    los pájaros de mucha fertilidad". Hasta
    Garcilazo.

    Considerando el abono entre los bienes comunes los
    propietarios de tierras sacaron de las islas sin gravamen
    que los gastos de extracción la cantidad que
    necesitaban para el cultivo. Después de que se
    inició la exportación a Europa no perdió
    aquel su calidad de bien
    común en todo aquello que pareciera necesario para la
    agricultura del país. Fue clasificado como uno de los
    bienes nacionales ya que donde se le encontrara debía
    ser propiedad del Estado.
    Los descubiertos y la Ordenanza de Minería no eran
    aplicable a estos casos (Decreto de 22 de Febrero y 30 de
    abril de 1842)

  3. LA HISTORIA ANTERIOR DEL GUANO

    El clima templado y la ausencia de lluvias en el
    litoral hicieron posible que el excremento depositado
    durante siglos por las aves marinas quedara acumulado en
    los diversos islotes de la costa. Prácticamente se
    trataba de montañas de guano que comenzaron a ser
    reconocidas y utilizadas en los sombríos costeños
    desde la época prehispánica así lo reconocen
    cronistas como José de Acosta, Pedro Cieza de
    León y Agustín de Zarate. También la
    arqueología ha registrado su utilización por lo
    menos desde intermedio Temprano (200-600 d. C.). Durante
    los años coloniales el recurso también fue
    extraído para abonar las plantaciones de las haciendas
    principalmente en la costa central. En ningún momento
    se pensó en el guano como un recurso capaz de ser
    comercializado internacionalmente hasta que Alexander von Humboldt
    envió muestras de guano a los laboratorios alemanes en
    1802. También llegaron muestras a Estados Unidos
    (1824) y Francia (1832) y en 1840 Justus von Liebig
    –padre de la química
    agrícola-reconoció el alto valor del guano como
    fertilizante al comprobar su gran contenido en nitratos y
    fosfatos un químico francés en Tarapacá,
    Alejandro Cochet, encontró que el guano poseía
    amoníaco, acido úrico y subcarbonato de sodio. El
    británico Tomas Way, consultor de la Real Sociedad de
    Agricultura de Londres, lo recomendó como abono y
    calculo su precio en 32 libras por tonelada.

    De esta manera el Viejo Mundo se intereso por su
    compra y el guano de las islas fue reemplazado lentamente
    en algunas zonas al estiércol de ganado que era
    atizado desde la época medieval. En 1841 en el buque
    Bonanza, se envió el primer embarque hacia Gran
    Bretaña y poco después fue necesario despachar 22
    barcos más con el mismo destino y hacia Francia,
    Alemania y Bélgica
    con más de 6 mil toneladas de registro. Hasta 1849 el
    precio por el guano en el mercado de Londres
    oscilo entre 25 y 28 libras por tonelada. Un
    paréntesis se vivió en 1842 cuando el precio
    cayó a 12 libras por tonelada debido a la competencia ofrecida por
    el guano africano. A partir de 1850 el precio promedio fue
    de 18 libras, hasta producirse su descenso durante la
    década de 1860, cuando se inició la comercialización
    del fertilizante artificial recientemente
    descubierto.

    Inicialmente el guano se extraía en las islas
    de Chincha-el principal yacimiento-en forma gratuita;
    disposiciones legales de 1830 así lo establecían.
    Sin embargo cuando hacia 1840 el Estado se dio cuenta de lo
    rentable que podía ser su venta en Europa tomo
    posesión del recurso y empezó a reglamentar su
    extracción. Entre 1841 y 1849 los contratistas del
    guano con la colaboración del Estado consiguieron
    penados y desertores del Ejército para el laboreo en
    las islas estos se complementaron con unos pocos esclavos y
    con peones peruanos a sueldo, así como con cierto
    número de obreros chilenos más acostumbrados que
    la mayoría de los peruanos al duro trabajo manual en el clima de la
    costa.

    En Octubre de 1849 el Estado otorgó, hasta
    1855, las labores de extracción y embarque (el
    "carguío del guano" como se le llamaba entonces) al
    comerciante Domingo Elías quien inició la
    introducción de
    mano de obra China. A partir de ese
    momento la producción y comercialización dejaron
    de ser una sola empresa. Un informe rendido en 1853
    señalaba que la gente de Elías estaba conformada
    por 600 chinos, 50 esclavos y unos 200 chilenos o peruanos
    gran parte de estos últimos penados o desertores de
    Ejercito. A cada peón se le asignaba una cuota de 4
    toneladas diarias de guano para entregar al borde de las
    escolledas y por esa cantidad recibían los convictos y
    chinos 3 reales al día (ocho reales eran un peso). De
    ese jornal se retenían 2 reales por comida a los
    peones libres se les abonaba 6 reales. El abono que
    entregaban en exceso se pagaba por igual a todos los
    trabajadores.

    El informe describe los frecuentes azotes a os
    chinos y declara que no había día que no se
    produjera un intento de suicidio. Posteriormente
    cada trabajador estuvo obligado a entregar un promedio de 3
    toneladas diarias a cambio de un ingreso mensual de 32
    chelines para los chinos, además de su comida y 37
    chelines para los peones libres. El capital fijo para el
    laboreo en aquellos años se componía de pico
    palas y 30 botes para el embarque, también se tuvo que
    construir diversas instalaciones como almacenes para el
    instrumental, viviendas para los trabajadores y servicios de embarque.
    Como vemos el sector guanero era aparentemente primitivo,
    pero como por ejemplo en 1869 había en las islas
    Chincha 160 barcos con 4 mil tripulantes esperando recibir
    guano y transportándolo a Europa y Norteamérica;
    esto a pesar de que para ese año ya se habían
    explotado los mejores yacimientos y las islas eran "mas
    pobres".

  4. EL GUANO Y SU EXTRACCIÓN

    Durante ese periodo la venta del fertilizante tuvo
    lugar bajo tres modalidades distintas en orden
    cronológico; la venta directa, las consignaciones y el
    monopolio. Durante la primera de ellas (1841-1847) el
    Estado firmó siete contratos de venta directa
    con dos acaudalados comerciantes (Francisco Quiroz y Pedro
    Gonzáles Candamo) y algunas casas mercantiles
    extranjeras (Aquiles Allier, Montane, Paumaroux y Puimirol,
    Gibbs). A pesar en estas negociaciones de las 295 mil
    toneladas exportadas pudo captar el 33% del valor del
    retorno lo que significó aproximadamente poco más
    de 5 millones de pesos de ingreso por año. Es cierto
    que las cifras no son muy confiables sin embargo esto
    permitió al gobierno de Castilla encontrar un
    crédito externo a trabes de la conversión de las
    deudas anteriores en una nueva.

    La deuda nomina era de 1.816.000 libras esterlinas
    y los intereses ascendían a 2.564.532. El enviado
    peruano José Joaquín de Osma firmó en
    Londres un convenio con el Comité de Tenedores de
    Bonos en el cual quedó
    estipulada que la mitad del ingreso neto del guano
    exportado a Gran Bretaña sería para el pago de
    los bonos y dividendo a los acreedores británicos;
    además la firma contratista debía ser
    preferentemente inglesa. Por ello en 1849 se firmó el
    convenio con la Casa Gibbs dando inicio al sistema de las
    consignaciones. Como consecuencia de estas operaciones el valor de los
    títulos peruanos en el mercado de Londres subió
    de 54 en 1849 a 103 en 1852, ascenso que reflejaba el
    restablecimiento del crédito externo del Estado
    peruano.

    El régimen de las consignaciones (1849-1869)
    lo inició como anotamos más arriba, la Casa Gibbs
    que se convirtió no sólo en el mayor agente en
    Inglaterra sino en uno de los más grandes proveedores de fondos
    para el tesoro público del Perú. Este sistema
    consistía en que el Estado conservaba la propiedad
    sobre el recursos el
    consignatario aportaba su capital para la explotación
    y venta; los contratos eran firmados por el Estado y
    podían ser prorrogables. Entre 1850y 1861, Gibbs
    había exportado cerca de 2.100.000 toneladas de guano
    cuya venta le produjo un beneficio declarado cerca de 800
    mil libras esterlinas. Gibbs entregó puntualmente al
    tesoro público beneficios sin embargo en 1857, el
    Estado peruano encargó a Mariano Basagoitia y a Felipe
    Barriga la revisión de los libros de dicha
    compañía. Otra comisión que actuó en
    Francia a cargo de Tomas de Vivero canceló el contrato con la
    compañía Montane, distribuidora del guano en
    aquel país entregando por orden del gobierno el
    negocio a la Casa Gibbs. A fines de 1862 Gibbs no pudo
    obtener la renovación de su contrato pues el segundo
    gobierno de Castilla entregó la consignación a un
    grupo de peruanos
    asociados bajo el nombre de "Compañía y Asociados
    Nacionales". A partir de ese momento lo que aducían de
    ser "hijos del país" (Clemente Ruiz de Villate, Felipe
    Santiago Gordillo, José F. Canevaro, Manuel Pardo,
    Carlos Delgado Moreno, Felipe Barreda) pasaron a tener el
    control de la venta del guano en el mercado
    inglés.

    El saldo de esta etapa con los consignatarios
    nacionales no pudo ser más desalentador para el
    Estado. Según fuentes disponibles,
    parece que la venta del guano en Europa ya no era muy
    rentable -el precio por tonelada había bajado
    considerablemente- y los nuevos contratistas no estaban en
    capacidad de cumplir sus obligaciones de esta
    forma el Estado tuvo que recurrir al crédito externo
    para cubrir sus brechas presupuestales. En 1865 se
    gestionó un empréstito con Inglaterra que
    ascendía a 50 millones de pesos, aunque al final el
    Estado solo pudo conseguir 7 millones de libras esterlinas;
    parte de ese dinero sirvió para la adquisición de
    los blindados "Huáscar" e "Independencia", parte
    medular de la escuadra que participó en la guerra del
    Pacífico 14 años más tarde. La
    situación se agravó con los gastos que se
    efectuaron durante la guerra con España y el aumento
    de los intereses por deuda interna y externa. Un resumen de
    los principales consignatarios de guano se muestra en el
    cuadro de página siguiente.

    Todo ello explica la audaz medida aplicada en 1869
    por el joven ministro de Hacienda, Nicolás de
    Piérola, para la firma del contrato Dreyfus. Antes, el
    presidente Balta le había encomendado la difícil
    tarea de reformular la política
    económica del país. Piérola
    entendió que para saldar el déficit fiscal-unos
    17 millones de soles- había que quitar el negocio a
    los consignatarios y organizar un monopolio de la
    extracción y comercialización del guano. El
    acuerdo con Dreyfus se firmó el 5 de Julio de 1869 y
    este se comprometió a comprar al Perú 2 millones
    de toneladas de guano, adelantando 2 millones de soles en
    dos mensualidades. Asumió además el compromiso de
    entregar cada mes, hasta marzo de 1871 la suma de 700 mil
    soles. Dreyfus se haría cargo de todo el negocio del
    guano a medida que el plazo de vencimiento de lo contratos
    firmados con los consignatarios fuese llegando a su fin.
    También se comprometió a pagar la deuda externa haciendo
    uso de las ganancias obtenidas por la venta del
    fertilizante.

    Como vemos los términos del contrato eran
    ventajosos para el Peru, pues recibiría mensualidades
    fijas y podría programar sus gastos. Como es
    lógico los consignatarios levantaron su voz de
    protesta y la prensa diaria se
    convirtió en una tribuna contra ataques de Pierola y
    Dreyfus; el asunto pronto llegó hasta los tribunales.
    De este modo renegociada la deuda el régimen de Balta
    estuvo en capacidad de obtener nuevos préstamos
    (1870-1872) para implementar su política
    ferrocarrilera y de construcción de
    otras obras publicas. Pero la exigua rentabilidad de estas
    obras impidió la cancelación de los compromisos
    adquiridos el propio Dreyfus dejó de entregar las
    mensualidades porque el Estado no le cancelaba algunos
    adelantos adquiridos.

  5. VENTA DEL GUANO

    Un estudio elaborado por el economista
    norteamericano Shane Hunt (1973) demuestra el destino de
    los ingresos por la venta del guano en la economía
    peruana durante la denominada "prosperidad
    falaz".

    7%

    Para la supresión de las contribuciones
    de los indios y la manumisión de los
    esclavos

    29%

    Para los gastos de la burocracia
    civil

    24.5%

    Par los gastos militares

    8%

    Para el pago de la deuda externa

    11%

    Para el pago de la deuda interna

    20%

    Para la construcción de
    ferrocarriles

    Las estimaciones anteriores nos demuestran el
    carácter improductivo de la mayor parte de los gastos-
    con la excepción de lo ferrocarriles- y la
    transferencia vía la "consolidación de la deuda
    interna"- de un capital importante al mercado interno para
    elevar la demanda o inducir la
    inversión privada.
    Detengámonos un momento en el problema de la deuda
    interna. El 16 de marzo de 1850 el gobierno de Castilla
    aprobaba la ley de
    consolidación de la deuda interna que implicaba una
    vasta operación financiera consistente en el pago de
    las deudas acumuladas contra el Estado peruano desde las
    guerras de independencia y los inicios de la República
    a favor de los prestatarios nacionales.

    La medida reconocía como créditos contra el
    Estado todos los prestamos otorgados voluntariamente o
    compulsivamente en especies o dinero efectuados por
    cualquier autoridad gubernamental desde 1820. La
    operación significaba el final de tanto tiempo de
    frustración de reclamar dinero a un Estado
    prácticamente sin tesoro hasta la década de 1840.
    Quedaban entonces dos posibilidades: pagar a la mas amplia
    variedad de acreedores incluso buscando favorecer
    directamente a quienes tenían menos recursos o pagar a
    una minoría valiéndose de los mecanismos
    estatales. Se optó por la segunda y comenzaron a
    formarse rápidamente verdaderas fortunas a costa del
    erario público. En suma el pago de la deuda interna no
    pudo ser el instrumento para incrementar la
    circulación monetaria y para democratizar el
    crédito y tampoco permitió que al algunos
    personajes accedieran a la clase alta o que cuando menos se
    ampliaran los sectores medios.

    El escándalo empezó a desatarse cuando
    al finalizar el primer mandato de Castilla en 1851 la deuda
    consolidada alcanzaba los 4.879.607 pesos según el
    propio Castilla el monto total de la deuda no podía
    sobrepasar los 6 0 7 millones de pesos . Pero el siguiente
    gobierno, el general Echenique reconoció mas de 23
    millones de pesos en vales una comisión investigadora
    señalo en 1853 que los créditos reconocidos por
    el gobierno de Echenique llegaban más de 19 millones
    de pesos en bonos de las cuales 12 millones eran
    fraudulentos. Precisamente uno de lo efectos sociales de
    estos malos manejos fuel el alzamiento popular de 1854
    capitalizando por Castilla para derrocar a Echenique en la
    batalla de la Palma. Lo interesante es que ha quedado una
    gran variedad de documentos que revelan
    la profunda crisis moral de la
    administración pública y la gran
    "imaginación" de los acreedores para por ejemplo
    alterar el monto inicial de su deuda falsificando
    documentos. Incluso se llegó tal grado de abusos
    –como lo confeso el propio Echenique en sus Memorias- que se
    falsificaron las firmas de San Martín y Bolívar
    para cobrar supuestos préstamos levantados entre 1821
    y 1826.

    Si se revisa la lista de los consolidados se
    advierte que fueron grandes comerciantes y el 36%
    funcionarios públicos entre civiles y militares. De
    otro lado fueron pocas las familias vinculadas a la
    aristocracia colonial que se beneficiaron fue
    básicamente una minoría que no excedió las
    50 personas y entre ellas no figuraban precisamente las de
    escasos recursos. También se ve con la facilidad que
    detrás de todo esto se jugaban intereses de grupos vinculados por
    relaciones de clientelaje establecidas anticipadamente con
    los distintos regimenes de la época. Lo demuestra en
    el caso de Castilla en 1854 al parecer el Mariscal se
    sublevo contra Echenique por los manejos turbios de la
    consolidación pero una vez en el poder efectuó
    procedimientos similares
    con las personas que lo apoyaron. De ese modo la imagen de Castilla tantas
    veces mitificaba queda a un tanto devaluada. De otro lado
    ¿Qué hicieron estos personajes con el dinero
    recibido? Unos lo invirtieron en agricultura otros
    presionaron al Estado para beneficiarse con el negocio del
    guano convirtiéndose en "consignatarios nacionales" y
    los demás lo derrocharon sin invertir en industria
    imitando el estilo de vida de la
    burguesía europea.

    En síntesis la
    consolidación de la deuda interna no contribuyó a
    impulsar el capitalismo o la
    modernización del país, sino por el contrario
    acentuó la desigualdad económica y social. Aun
    mas produjo una grave ruptura entre el Estado y sus
    ciudadanos. En efecto los sectores medios y populares no se
    limitaron a espectar pasivamente el "festín" de los
    bonos sino que apareció toda una literatura contestataria
    muy agresiva con ciertas analogías a las revoluciones
    europeas de 1848 (como los alzamientos de Lima y Arequipa)
    Un ejemplo claro fue la comedia de Manuel A. Segura llamada
    El resignado, donde recuerda el saqueo de una residencia
    limeña a los gritos de ¡Mueran los consolidados!
    ¡Viva la libertad! (citado por Flores Galindo
    1988).

    Las medidas populistas de Castilla al eximir del
    tributo o contribución a los indios y declarar la
    abolición de la esclavitud tuvieron sus repercusiones
    en los gastos del Estado. La manumisión de casi 26 mil
    esclavos en 1854 se hizo mediante el pago de 300 pesos por
    cada esclavo liberto a sus propietario. El costo de esta
    filantrópica medida ascendió a casi 8 millones de
    pesos y su financiamiento fue
    posible gracias a las capitales generados por el guano. Lo
    importante es señalar que esta medida también
    puso en manos de la clase propietaria una apreciable suma
    de dinero para ser reinvertido en la agricultura parte del
    mismo se utilizo en contratar la llegada de trabajadores
    chinos -los coolíes- dentro de un sistema de
    esclavitud disfrazada. Entre 1849y 1874 llegaron
    aproximadamente 87 mil de Macao. Por su lado la
    eliminación del tributo indígena era una medida
    fácil ya que para 1850 este rubro representaba menos
    de 900 mil pesos al año debido al empobrecimiento
    creciente de la población andina recordemos que la
    imposición del tributo indígena estuvo ligada
    históricamente a la propiedad y renta de la tierra.

    Una última pregunta queda luego de este
    análisis ¿era
    posible la industrialización en el Perú del XIX?
    Paúl Gootemberg (1982) cuestionó la supuesta
    carencia de una demanda interna tal como lo sostuvo Bonilla
    (1974) Reconoce que existía un mercado a la espera de
    una industria que sin embargo no surgió. Desde 1845
    varios hacendados y comerciantes incursionaron en algunos
    proyectos industriales y
    estuvieron interesados en políticas
    proteccionistas algunos obtuvieron del Estado el monopolio
    para implementar industrias y compraron maquinarias
    contrataron técnicos extranjeros para adiestrar a los
    nacionales y reforzaron las presiones proteccionistas. El
    mercado existente era muy grande para la capacidad
    instalada y las "fabricas" apenas cubrían el 20% del
    potencial mercado interno. El gobierno de Castilla
    aprobó algunos proyectos e incluso adjudicó
    subsidios directos en forma de guano. Todas las condiciones
    estaban dadas para el capital, mercado interno y mano de
    obra. Lamentablemente los proyectos industriales fracasaron
    por la incapacidad de exigir con más insistencia una
    política proteccionista y por falta de
    producción. La baja utilización de la capacidad
    instalada hizo aumentar los precios de los productos
    nacionales favoreciendo a las importaciones. Como
    consecuencia los comerciantes industriales orientaron
    rápidamente sus inversiones actividades menos
    riesgosas como el comercio, agricultura y banca.

    En efecto, el sistema bancario peruano tiene sus
    orígenes en los tiempos del guano. La fundación
    de los primeros bancos se asocio a la
    canalización de capitales orientados al negocio
    guanero y a la agricultura así como a la
    concesión de algunos créditos o fuga de capitales
    al extranjero por parte de los consignatarios nacionales.
    No es casualidad que entre los miembros del directorio de
    los bancos por esos años encontremos sus nombres. En
    1862 se creó el Banco de la Providencia
    con un capital de un millón de pesos el segundo que
    apareció fue el Banco del Perú en 1863 que
    llegó a tener un capital de 2 millones de pesos dos
    años más tarde también en 1863 se abrió
    en Lima una sucursal del Banco de Londres y en 1866
    surgió el Banco de Crédito Hipotecario la Cajas
    de Ahorros de la Beneficencia Pública hizo su
    aparición en1868 y al año siguiente se fundó
    el Banco de Lima con un capital bastante fuerte de
    3.200.000 soles por estos años también iniciaron
    sus operaciones el Banco Nacional del Perú,
    Garantizador Mercantil del Perú, la Patronal, Banco de
    Comercio del Perú, e incluso en 1873 el Banco de
    Ascope en la Libertady del Callao en 1877.

    Todo este auge bancario entró en crisis antes
    de la guerra del Pacifico la mayoría quebró y
    desapareció. Los bancos que quedaron en mejores
    condiciones fueron el de Londres y el del Callao. Es justo
    mencionar que también se desarrollaron las
    compañías Sudamericana de Seguros. En 1867
    apareció la primera, la compañía la
    Paternal, luego aparecieron La Confianza (contra incendios) la
    compañía Sudamericana de Seguros (contra
    incendios y riesgos marítimos)
    Life Insurance, Scotish Imperial (contra incendios y sobre
    la vida) Compañía de Seguros Lima, Seguros
    Marítimos, Standard y London and Southwark y Sum FIRE
    Office (contra
    incendios).

    CONSIGNACIONES ENTRE 1849 Y
    1868

    AÑO

    CONSIGNACIONES

    MERCADO

    TIEMPO

    %

    TONS

    1849

    Gibbs

    Europa

    1 año

    12

    1.484,222

    1850

    Barreda y R. Zaracondegui

    EE.UU.

    5 años

    6.5

    354,297

    1851

    Montane y Cia

    Francia

    5 años

    4

    215,389

    1852

    Murrieta & Cia

    España

    5 años

    6-5.5

    159,927

    1852

    E. Kendall

    Mauricio

    4 años

    4-6

    85,725

    1853

    José Sevilla

    Asia

    9 años

    6-7.5

    237,486

    1855

    Medina e hijos

    Costa Rica

    4 años

    5

    389

    1855

    Conroy y Cia

       

    1,313

    1856

    J. Fernández

    China

      

    600

    1857

    Zaracondegui, Ugarte, Oyague

    EE.UU.

    4 años

    3-5

    268,590

    1858

    Gibas

    Londres

    4 años

    3-5

    116,000

    1858

    T. Lachambre

    Mauricio

    4 años

    3-5

    60,578

    1859

    J. M. Urmeneta

    Chile

      

    100

    1859

    Zaracondegui

    Cuba y Puerto Rico

      

    2,000

    1859

    Valdeavellano

    Guatemala y C. América

      

    10,000

    1859

    Zaracondegui

    España

    6 años

    3-4.5

    78,545

    1862

    Zaracondegui y Cia

    Inglaterra, Irlanda y EE. UU.

    4 años

    2.5-4

    Se rescindió

    1862

    T. Lachambre

    Francia y Mauricio

    4 años

    2.5-4

     

    1862

    Sescau y Cia

    Bélgica

    4 años

    2.5-4

     

    1862

    With y Shutte

    Alemania

    4 años

    2.5-4

     

    1862

    Canevaro, Pardo y Barron

    Holanda

    4 años

    2.5-4

     

    1862

    Patrone y Cia

    Italia

    4 años

    2.5-4

     

    1862

    C. de Villate, F. S. Gordillo, Jose
    Canevaro, Pardo, Delgado, F. Barreda

    Inglaterra

    8 años

    3-5

     

    1865

    Cia. Consignataria del guano en EE.
    UU.

    EE.UU.

    4 años

      

    1865

    Oyague, Ugarte, y Sescau,
    Valdeavellano

    España

    6 años

      

    1865

    Amunátegui, Ugarte y
    Graña

    China y Japón

       

    1865

    Stuber y Blecher

    Portugal y Mar Negro

    4 años

      

    1867

    A. D. More

    Is. Sandwich

       

    1868

    F. García

    Is. Sandwich

       
  6. EL DESTINO DE LOS INGRESOS POR EL GUANO

    Manuel Pardo afirmó que era desconsoladora la
    historia de los 150 millones que el guano había
    producido durante quince años jamás invertidos
    ellos en caminos que unieran a nuestros departamentos o en
    riego para nuestro suelo. Dio la voz de alarma
    sobre un gravísimo peligro en el que estaba el
    país: el crecimiento de los gastos no tenía
    relación con el aumento de la productividad nacional.
    "El Perú ,decía Pardo, gracias al guano puede
    consumir y consume hoy del extranjero tres veces mas de lo
    que naturalmente produce y el Gobierno del Perú puede
    hoy gastar y gastar cuatro veces mas de sus entradas
    naturales".

    En 1845 se había producido y exportado por un
    valor de siete millones anuales más o menos
    consumiéndose entonces poco más según Pardo
    en 1860 se recibía 21 millones de mercaderías
    extranjeras pagadas mas o menos con los mismos 7 millones
    del guano. Los peruanos trabajaban como 1 y se daban el
    lujo de consumir como 3. Era eso muy cómodo por el
    momento pero aterrador ante el porvenir.

    De 1847 a 1853 no hacia aumentado la cifra de las
    exportaciones distintas
    del guano, decía Pardo, lejos de eso ella presentaba
    una tendencia a la disminución. En 1847 los productos
    naturales eran 7 millones y los consumos alcanzaban a 21
    millones. El guano pagaba la diferencia.

    Pero ¿Qué pasaría cuando el guano
    se agotara? Pardo no creía que bruscamente se pudiera
    entonces lograr una reducción de los consumos a 7 u 8
    millones en vez de 25 o 28 que en esa época
    serian.

    "Es necesario crear producción crear riqueza
    para poder hacer frente con ella más tarde a los
    gastos del Estado" " El aumento de la producción
    natural del Perú es el remedio el único remedio
    para preservarnos de ese cataclismo que indudablemente
    tiene que sobrevenir algún día y que no esta
    quizás muy lejos " afirmaba proféticamente Pardo
    en 1860.

    Las reflexiones anteriores no implicaban la
    "crítica más
    contundente al sistema de las consignaciones" como se
    afirma. Pardo se limitaba a decir que el guano se
    había administrado mal por los extranjeros que
    tuvieron a su cargo este negocio hasta la fecha en que
    redactó sus colaboraciones a la Revista de Lima o sea
    1860. Lo cierto es que encabezó el grupo de nacionales
    que poco después obtuvo la consignación mas
    importante o sea la de Inglaterra.

    La opinión de Manuel Pardo y de sus secuaces
    de que la construcción de ferrocarriles era el arma
    estratégica con la finalidad de preparar el desarrollo
    económico del Perú aparece anunciada por
    algunos como un instrumento para afirmar los privilegios de
    su clase. Sin embargo, respondió a la seducción
    de un mito ampliamente
    difundido en el mundo de entonces. Se ha dicho
    también: "El recurso a los capitales extranjeros, con
    la sólida garantía de la hipoteca del guano,
    debía construir el medio para realizar este proyecto". Pardo no
    aludió a nada de eso en su trabajo sobre Jauja. Al
    ocuparse concretamente del ferrocarril a esa provincia
    expresó que se podía atraer "capitales europeos
    por medio de una garantía sólida y tentadora
    hacia nuestro país". Ese era, según
    manifestó, el caso del gobierno de Suiza y de la
    Compañía de las Indias. Pero en relación con
    el camino de fierro antedicho, juzgó más
    practicable y expedito y aun más conveniente la
    construcción por cuenta del Estado.

  7. EL PROBLEMA DE LA PRODUCTIVIDAD DEL
    GUANO
  8. UN ESQUEMA UNILINEAR

Ha sido trazado un esquema unilinear que se descompone
en las siguientes fases:

  1. Clase mercantil terrateniente se apodera en 1860 de
    las consignaciones del guano.
  2. Dicha clase representada por Manuel Pardo busca el
    desarrollo económico del Perú mediante lo
    ferrocarriles y el aporte capital extranjero.
  3. El órgano que difunde las ideas de la
    plutocracia es La Revista de Lima entre 1860 y
    1863.
  4. Este plan se ejecuta a partir de
    1869 con las obras arriesgadas que emprendió Enrique
    Meiggs.

El punto a) es exacto. Los consignatarios peruanos
desplazaron a los extranjeros que por lo demás nada
habían hecho nada en beneficio del país. Se pierde
lastimosamente la oportunidad de liquidar el funesto sistema
para el expendio del guano e intentar un nuevo y mejor, tal
como se había indicado por el Congreso en 1849, por
José Gálvez y otros miembros de la Convención
Nacional de 1855-57 y por José Casimiro Ulloa en su
opúsculo editado en 1859 y reproducido en lo que
atañe a este punto de vista, en la Revista de Lima de
1860. Surgen así las raíces más sólidas de
la plutocracia republicana

Es difícil señalar lo que hubo de acuerdo o
coincidencia de grupo en las ideas que Pardo dio a la publicidad en dicho periódico. Si se cree lo
que dijo al iniciar su "Estudio sobre la provincia de Jauja"
estaba casi decidido a "encerrar sus apuntes en un cajón
de su escritorio y a conservarlos allí como meros
recuerdos de un viaje".

En realidad como hemos señalado ya la
ilusión por las locomotoras se respiraba en el aire de aquella época no
sólo en el Perú sino en todo el mundo. Pero en el
pensamiento de Pardo no se
unían ellas sino en tanto y en cuanto se tratara de un
plan nacional o general a un llamamiento al capital extranjero
como lo hemos definitivamente probado. Al ocuparse de la
línea que debía unir Lima a Jauja señaló
específicamente las ventajas de que ella crearía
relaciones todavía inexistentes entre lugares que
hallábanse incomunicados de que facilitaría el
tráfico y el comercio de que fomentaría la industria
de que daría mayor valor a la propiedad. En relación
a con este último tópico señaló que de
acuerdo con las cuentas de la Tesorería
de Junín más recientes por él obtenidas, o sea
las de 1849, la contribución predial tanto urbana como
rústica no llegaba en dicha provincia a la modesta suma de
diez mil pesos. Mas todavía creyó que el acercamiento
ente la capital de la República y el departamento de
Junín seria ventajoso desde el punto de vista
higiénico para la educación de la
débil y macilenta juventud de
Lima".

He aquí en suma cualesquiera que sean sus errores
omisiones o intereses privados un esquema para el desarrollo
del país entendido como entidad soberana e
independiente.

Si en los presuntos polémicos ya comentados hay
una mezcla de exactitud y de alteración de la verdad
cuando se estudia lo que hemos llamado el pumo d) el choque es
total. El desprecio por la historia política y el
maniqueísmo de la ideología mas poderosa
que lo que realmente ocurrió (para hablar con la frase tan
bien conocida de Ranke sobre el investigador de pasado de
buscar) llevan a olvidar que en 1868 llega al Perú el
inescrupuloso y osado aventurero norteamericano Enrique Meiggs,
traído por Juan Manuel Polar, secretario de Vicepresidente
Pedro Diez Canseco con la finalidad de que construyera la
línea férrea de Arequipa a la costa. Acontecimiento
ajeno a Manuel Pardo y a sus amigos. Y Meiggs no fue un
meticuloso y obediente ejecutor de las ideas de Pardo y de su
grupo sino un infatigable aventurero que a base de derroches y
sin plan orgánico alguno buscó la rápida
ejecución de los objetivos que estimó
más útiles. Pardo tuvo en la oposición este
régimen.

  1. La supresión de estancos, aduanas interiores y
    otros arbitrios de la sociedad colonial coincidió,
    como ya se ha visto, en el aumento de los gastos derivados
    del establecimiento del Estado Nacional, incluyendo los del
    Poder Legislativo y los
    que se derivaban de las oficinas y funcionaros de nueva
    creación. La guerra de la independencia demandó
    grandes sacrificios y la necesidad e formar ejércitos
    hizo aumentar los egresos; y, a la vez, disminuyó el
    número de indígenas contribuyentes.

    Coincidieron así, al iniciarse el periodo que
    siguió a la Emancipación, el empobrecimiento del
    Tesoro y la angustia para buscarle recursos extraordinarios
    con que atender las urgencias inmediatas. La paz
    pública hubiera ayudado a ordenar las cosas; pero, por
    el contrario, los bandos políticos, sucesivamente
    victoriosos, fueron dañinos para el erario.

    Se sucedieron empréstitos voluntarios o
    forzosos, ventas de propiedad del
    estado, expropiaciones, emisión de vales y billetes de
    crédito público y otras medidas análogas.
    Creció así la deuda pública; hubo
    dificultades para atender mensualmente a los empleados; el
    ejército, de número crecido, necesitó ser
    pagado de preferencia; las listas pasivas aumentaron en
    exceso; se pidió dinero prestado muchas veces en
    condiciones usurarias. No hubo tiempo ni calma ni personal preparado para
    revisar, modernizar o dar eficacia y justicia al
    régimen tributario y a los sistemas de
    recaudación y de contabilidad.

    De pronto vino el guano a sacar de apuros a la
    Hacienda Pública y fue recibido como presente,
    ignorado durante siglos del Perú virreinal, que la
    providencia hacía al Perú republicano. Se
    echó mano a este recurso para gastos ordinarios e
    inmediatos; no se procuró la mejora de los impuestos o
    la creación de otros nuevos y hasta se eliminó,
    sin buscarle reemplazo, en alarde liberal, las
    contribución de castas y luego en 1854, el tributo de
    los indígenas. Así el país vivió en una
    situación única atendiendo sus gastos normales y
    permanentes primordialmente con una renta extraordinaria y
    que tenia que ser pasajera, y con ella se creó la
    telaraña cada vez más y enmarañada de
    compromisos y obligaciones. "Pueblo que no trabaja y come
    guano" escribió en una poesía Felipe Pardo
    y Aliaga.

    El arreglo de la deuda exterior, el de la deuda
    interna, el de la manumisión y el de los gastos que el
    conflicto con
    España y otros problemas
    internacionales originaron, fueron hechos con las entradas
    del fertilizante; así como, más tarde, el ensayo de vastas
    obras públicas y, sobre todo, la construcción de
    grandes ferrocarriles. La tremenda crisis proveniente del
    desnivel entre las deudas acumuladas con los
    consignatarios, las posibilidades reales de pagarlas y de
    atender, por otra parte, simultáneamente a los gastos
    ordinarios se diseñó ya hacia 1867, y vino un
    periodo agónico hasta la guerra con Chile.

    El guano, por lo demás, fertilizó y
    fecundó la tierra en muchas zonas
    del mundo; y no, en gran escala, las del
    Perú. La mentalidad que dominó en los hombre públicos en
    esta República fue la de heredero que súbitamente
    se encuentra dueño de un tesoro y que, manirroto, lo
    despilfarra sin meditar en el futuro.

  2. EL EMPOBRECIMIENTO FISCAL EN LA INICIACION DE LA
    REPÚBLICA Y EL SIGNIFICADO DEL GUANO DURANTE SU APOGEO Y
    LA BANCARROTA
  3. EL GUANO EN LA HISTORIA SOCIAL DEL
    PERÚ

Desde el punto de vista de la historia social del
Perú la significación del guano estuvo,
principalmente:

  1. en la acentuación del carácter costeño
    de la vida republicana;
  2. en la gestación de la fatídica bancarrota
    fiscal, después de una rápida y falaz bonanza dentro
    de la cual surgió uno de los más extraordinarios
    casos de dilapidación y prodigalidad que hayan existido en
    país alguno; y
  3. en el encubrimiento, después de 1860, de una
    nueva clase social basada en la Hacienda Pública y la
    especulación y que llegó a enlazarse con parte de la
    antigua nobleza genealógica.

CAPÍTULO III

LA FORMACIÓN DE LA
BURGUESÍA EN EL PERÚ

  1. Los conquistadores comenzaron a dar al Perú
    en el siglo XVI ciertas características que, por una
    parte fueron de tipo feudal, acentuadas a través de la
    institución de la encomienda, tal como fue
    inicialmente concebida. Y, de otro lado, ostentaron
    tendencias municipalistas por la importancia que tuvieron
    hasta la época del Virrey Toledo, más o menos las
    ciudades y sus cabildos. La consolidación del
    cambió esta estructura. Al lado de la religión,
    la fuerza más vigorosa en la vida social estuvo desde
    entonces constituida por el sistema burocrático que
    representaba el Estado, por encima de los
    fragmentaríamos geográficos y raciales y la
    desigual difusión de la cultura hispánica y
    del idioma que vastas muchedumbres no oyeron o no
    hablaron.

    Dentro de este aparato burocrático actuaron
    los funcionarios venidos de la metrópoli, algunos de
    los cuales se quedaron en el Perú para integrar la
    alta clase social si tenían títulos y recursos
    económicos. Dicha clase quedó conformada,
    además, por los descendientes de los conquistadores,
    por los que provenían de familias nobles de
    España, y, sobre todo en el siglo XVIII, por quienes
    compraron sus blasones después de haber prosperado en
    la vida comercial.

    La nobleza durante la colonia careció, en
    principio, del poder político. Algunos de sus
    personeros pudieron actuar como consejeros individuales de
    los virreyes, al lado de algunos sacerdotes y funcionarios,
    sin que ello tuviera estado legal reconocido. Los estudios
    recientes evidencian, sin embargo, que las audiencias y en
    otras entidades oficiales, la aristocracia gobernó
    durante el siglo XVIII. Los cabildos, muy mermados en sus
    atribuciones en relación con su situación
    originaria, cumplieron más bien funciones honoríficas.
    El gobierno provincial estuvo en manos de los corregidores
    primero, y de los intendentes más tarde, cuyo
    nombramiento fue de carácter
    administrativo.

    Debajo del andamiaje oficial existió una
    economía a le que, en parte, cabe dar el nombre de
    semifeudal, y en algunos casos comparables a la feudalidad,
    en los países vastos como era el nuestro. La tierra
    entonces era, no sólo una fuente de riqueza, sino un
    instrumento de dominación, el destino de gran
    número de campesinos fue estar adscrito a
    ella.

    Sólo a fines del siglo XVIII comenzaron a
    observase los síntomas de la aparición de una
    incipiente burguesía en la ciudades y una eventual
    alternativa de tipo capitalista.

    La dificultad que hallaron los dirigentes de la
    Revolución para lograr la estabilidad en el gobierno a
    base de las instituciones
    representativas tomados de Francia o Estados Unidos, la
    aparición de los caudillos y el desigual avance en el
    esfuerzo hacia el cumplimiento pleno de la vida
    democrática no dejaron de tener relación con el
    estado de cosas social y económico que acaba de ser
    descrito someramente.

  2. LA GÉNESIS DE LA ARISTOCRACIA
    COLONIAL

    José de la Riva-Agüero y Osma ha
    sostenido, con razón, que el siglo XVII fue el apogeo
    de la aristocracia limeña y que el siglo XVIII trajo
    su decadencia. A ella contribuyeron factores
    múltiples, entre los cuales estuvieron la
    supresión del monopolio y la implantación del
    sistema de libre comercio en la época de los Borbones.
    Roto el predominio del eje Lima-Sevilla-Cádiz,
    apreció, si no la ruina, por lo menos la decadencia en
    el poder económica de propietarios agrícolas y
    mineros centralizados en la capital peruana, y al
    establecerse los virreinatos de Río de la Plata y
    Nueva Granada en coincidencia con las nuevas orientaciones
    en el tráfico mercantil, el significado que tuvieron
    diversos productos de exportación-importación, el
    enlace directo de diversos puertos, la apertura de la
    vía de Cabo de Hornos para las relaciones entre Europa
    y América del Sur y otros factores, creció la
    importancia de las ciudades como Buenos Aires, Caracas,
    Valparaíso, Cartagena, etc. En las zonas
    periféricas de este continente, pudo así madurar
    una burguesía comercial menos trabada que la alta
    clase limeña por respeto a los blasones y
    al abolengo, favorecida por la mayor expansión en la
    producción y fortalecimiento de los mercados y de las
    áreas vecinas.

  3. LA DECADENCIA DE LA ARISTOCRACIA PERUANA EN EL
    SIGLO XVIII Y LA MADURACIÓN DE BURGUESÍAS
    COMERCIALES EN ZONAS PERIFÉRICAS DE AMÉRICA DEL
    SUR

    La estructura social en el
    Perú fue en 1827, al concluir el gobierno de
    Bolívar, no obstante los destrozos de la guerra tan
    cruenta como la de 1820-24, fundamentalmente la misma del
    período anterior a la independencia. Pero sobre es
    fondo intacto, a pesar de las transformaciones
    políticas y económicas, existía un hecho de
    gran importancia: la antigua burocracia virreinal y un
    sector de los comerciantes y de la nobleza se habían
    alejado del país. Otra parte se esos grupos vivía
    integrando el nuevo y fluido orden de cosas republicano.
    Entre los aristócratas nacidos en el Perú que se
    radicaron en España, no faltaron los que alcanzaron
    renombre y lucimiento en la antigua metrópoli, en las
    armas, en la
    política, la diplomacia o las letras. La aristocracia
    que no emigró quedó grandemente empobrecida por
    los cupos y los destrozos hechos por la guerra en capos y
    ciudades; y desde el punto de vista político, al caer
    sucesivamente Riva-Agüero y Tagle, había perdido
    el comando del país, que se hallaba en manos de
    militares y elementos de las profesiones liberales. Sin
    embargo, seguía gozando de prestigio y de influencia
    sociales. Bolívar se convenció de que buena parte
    de esa clase dirigente, apenas en el nombre, estaba imbuida
    por los prejuicios y los vicios de los recientes amos
    españoles y seguía su ejemplo al oprimir a la
    gente de abajo.

  4. LA ÉLITE LIMEÑA AL TERMINAR LA GUERRA DE
    LA INDEPENDENCIA

    ¿Cuál era la situación de las
    naciones latinoamericanas en el siglo XIX? Cuando comienza
    la emancipación de América (1810), las naciones
    de Europa ya eran poderosas, en cambio a las
    latinoamericanas recién empezaban a estructurar sus
    nacionalidad, problema
    que aun no ha concluido. Mas aun estas naciones a poco de
    emanciparse caen bajo el dominio de una potencia, Inglaterra;
    así su capitalismo se va a desarrollar bajo dominio
    inglés, como un capitalismo dependiente. Hay, pues,
    diferencia histórica, económica y política
    notoria frente al proceso
    europeo.

    Por otro lado, las burguesías que se
    desarrollan en Latinoamérica se
    van ligando cada vez más al país dominante, de
    tal manera que estas débiles burguesías en vez de
    desarrollarse independientemente, como lo hicieron las
    europeas, y al servicio de los intereses nacionales, se
    irán desenvolviendo con las burguesías sometidas,
    dependientes, entregadas en cuerpo y alma a las potencias
    imperialistas en la medida en que creen hasta convertirse
    en pudientes y desarrolladas burguesías
    intermediarias, como lo muestra la historia de este
    siglo.

    Como ya dijimos, la riqueza de los particulares
    quedó desecha por las exacciones cometidas a lo largo
    de la guerra de la Independencia y las sublevaciones que
    llegaron después de ella. Cupos y empréstitos
    hechos por los españoles y también por los
    patriotas trajeron consigo la merma o la evaporación
    de capitales. Fenómenos similares ocurrieron en el
    Consulado y también en el Estanco de Tabaco y en
    Minería. Los españoles de fortuna que se
    expatriaron lleváronse consigo su patrimonio. Así fue
    como no obtuvieron impulso ni produjeron en gran escala
    fundos rústicos: y en cuanto a las propiedades
    urbanas, sufrieron deterioro, a veces, la ruina o la
    inminencia de ella.

    El país no tuvo capitalistas propios durante
    algunos años, salvo los que especulaban con la usura
    de un 2 y 3 % mensuales. El primer impulso dado por la
    formación de un capitalismo nacional moderno a base de
    entradas del guano, surgió cuando se produjo la
    conversión de la deuda interna en la época de
    Echenique. "Fue entonces –decía Echenique en sus
    memorias- que empezaron a impulsarse y rehacerse los fundo
    rústicos y entrar en reparación las propiedades
    urbanas; fue entonces que se vio engrandecer el comercio y
    dar la vida a la industria; fue entonces que salieron de la
    miseria mil familias empobrecidas por la
    guerra…".

    El segundo impulso que recibió directamente
    el inicio del capitalismo peruano se derivó en 1855
    del monto y la prodigalidad en los vales de manumisión
    de esclavos.

    La llegada de peones chinos contribuyó a
    suministrar la mano de obra para el florecimiento de la
    agricultura orientada hacia los cultivos de
    exportación: el azúcar y el algodón. Se
    formó entonces, lentamente, ya al avanzar la segunda
    parte del siglo una clase social plutocrática de
    raíces agrarias que se unió a la plutocracia del
    guano y del predominio de los bienes inmobiliarios
    urbanos.

    Especial referencia merece el capitalismo nacional
    adueñado, a partir de 1860, del negocio de la
    consignación del guano en el más importante de
    sus mercados, el de Inglaterra, que dio, con el apoyo del
    Estado, una de las bases más importantes a la gran
    burguesía republicana.

    Ganar dinero se hizo una especia de religión
    difundida al extenderse las operaciones directa o
    indirectamente vinculadas con el guano. Siempre habían
    existido ricos en el Perú después de la Conquista
    española; pero, en este caso, se trataba de la
    preocupación por la riqueza no sólo importante o
    cuantiosa sino activa e impulsada por el afán de
    negocios. A partir de 1860 se fue diseñando,
    repetimos, la formación de una burguesía
    costeña.

    Su fortuna no tuvo un origen industrial ni provino
    tampoco de los negocios de la banca que no existieron en el
    Perú sino desde 1863. No se produjo, pues, la
    división entre la aristocracia territorial y la gran
    burguesía urbana, ni afloró el fenómeno del
    capitalismo pleno como sistema económico nuevo y
    total.

  5. FORMACIÓN DE LA BURGUESÍA
    PERUANA

    La idea de la burguesía es que, con ésta
    aplicándose en el país, podía conducir el
    proceso de transformación, para la solución de
    los diversos problemas de desarrollo del país. El
    sociólogo e historiador Julio Cotler sostiene que "la
    burguesía peruana perdió la posibilidad de
    dirigir la transformación capitalista del Perú y
    la oportunidad de afirmarse como clase hegemónica y
    nacional". Afirma que su única alternativa, entonces
    como ahora, "fue asimilarse a la dinámica impuesta
    por el capital extranjero como productores enfeudados a
    él". Y, en relación con el aparato del Estado,
    dice que esta burguesía "ha demostrado su incapacidad
    para construir un Estado efectivamente centralizado para
    lograr el desarrollo capitalista del Perú".

    Esta burguesía "peruana", a finales del siglo
    XIX y comienzos del siglo XX, recién aparecida con el
    segundo civilismo, nació del capital externo. Se
    entroncó con el capital imperialista norteamericano
    que controlaba el comercio, las finanzas y las
    exportaciones agrícolas y mineras en el Perú.
    Mariátegui dijo que esta burguesía era una
    "mediocre metamorfosis de la antigua
    aristocracia".

    Cotler concluye que esta burguesía "en
    ningún momento de la historia peruana ha sido siquiera
    capaz de aglutinarse ella misma y convertirse en una fuerza
    social capaz de convocar y movilizar a la sociedad, de
    organizar y dirigir la transformación del Perú y,
    en consecuencia, de arrogarse el derecho de representar los
    intereses colectivos. No ha podido crear un sistema de
    gobierno estable y ordenado y siempre se ha movido bajo
    relaciones de clientela. Esta clase propietaria nunca tuvo
    la capacidad para afrontar el desarrollo de una sociedad y
    una política democrática y liberal". El mismo
    Víctor Andrés Belaúnde, comparándola
    con la burguesía chilena afirmaba que "Nuestra
    plutocracia no ha sido la tradicional y sana
    oligarquía de Chile; la base de su influencia
    económica no ha sido tampoco de un modo principal el
    trabajo; ha sido la obra graciosa del mismo
    Estado…Además, ha tenido el defecto de no arraigarse
    profundamente en la tierra, de no solidarizarse
    intensamente con el país, de vivir siempre con la
    nostalgia de otros mundos y con el deseo intenso de
    marcharse".

  6. LA PROBLEMÁTICA DE LA BURGUESÍA EN EL
    PERÚ
  7. LA BURGUESÍA EN LA
    ACTUALIDAD

Algunos consideran que tenemos la peor burguesía
de América Latina, la
más inculta, que desprecia a gran parte del país, que
desconoce sus tradiciones.

No estemos tan seguros de eso. La burguesía
peruana no ha sabido nacionalizarse, ha sido bastante
extranjerizante, no ha sabido asumir este territorio como suyo
y a la población como próxima y sin diferencias.
Tampoco convertir el pasado, el presente y el futuro como algo
común a todos los peruanos. Se ha comportado como los
políticos actuales: enriquecerse a como dé lugar, sin
importar si las promesas se cumplen o si los proyectos se
llevan a cabo. Algo nuevo en la nación peruana es la
reconciliación con sus raíces
prehispánicas.

CONCLUSIONES

La mala administración de las riquezas de la
colonia, la infructuosa política económica, la
mediocridad de gobernantes, y hasta la vastedad del territorio
colonial, fueron sin duda, algunas de las causas del derrumbe del
sistema colonial; el cual dejó como herencia una aguda crisis
económica (maximizada en el Perú), Estados desunidos
por la diferencia de intereses. El clima político luego de
la Independencia estaba nublado por los distintas ideas de los
gobernantes que llegaron a litigar entre ellos, desencadenando
guerras civiles, pocos años después de la guerra de
Independencia. La crisis económica se agravó peor aun
en aquella etapa de la República recién
nacida.

Bien, el Perú se encontraba en aguda crisis
política, económica y administrativa. Llegó la Era
del Guano con la cual se tuvo la oportunidad de poner fin a los
distintos problemas que aquejaban a la nación en aquel
entonces; pero la mala administración, los intereses
particulares, la ineficiente política económica (todos
estos, quizás, heredad del virreinato), desaprovecharon la
más grande oportunidad de cambiar el rumbo del país. En
esta Era, se le conoce como la época de "Falaz prosperidad"
porque, aparentemente, fue el auge de la economía del
Perú, donde todos se beneficiaron. Pero ya sabemos que no
fue así.

La burguesía en un estado supone un gobierno donde
el cual la gran mayoría de los capitales son nacionales, ya
sea del estado o de las personas nacidas en él, y estos
capitales con invertidos en ese mismo estado donde se benefician
la mayoría de la población. Esta burguesía nace a
raíz del esfuerzo y del trabajo, y en base a esto, cumple el
papel de conducir a un país.

En el Perú no se dio así. La burguesía no
nació del trabajo, sino por la manumisión de esclavos,
por la consolidación de la deuda interna, y por lo barato
que significó la mano de obra china. Es pues, por esto, que
la burguesía, desde un principio, no se sintió
identificado con el País y por tal razón, no tomó
(ni lo toma ahora) conciencia del papel que
cumplía en el desarrollo económico de todo un
país.

BIBLIOGRAFÍA

BASADRE GROHMANN, Jorge; "Historia de la República
del Perú 1822-1833"

BIBLIOGRAFÍA WEB


http://64.233.169.104/search?q=cache:WWIzsooOUQsJ:peru.indymedia.org/mail.php%3Fid%3D18670+la+burgues%C3%ADa+peruana+en+el+siglo+XIX&hl=es&ct=clnk&cd=6&gl=pe


http://64.233.169.104/search?q=cache:UryccxjCF78J:www.bolpress.com/temas.php%3FCod%3D2006040520+la+burgues%C3%ADa+peruana+en+el+siglo+XIX&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=pe

DATOS DEL AUTOR

J. Daniel Choque Oviedo, 1986 Chimbote-Perú.
Actualmente radico en la ciudad de Tacna al sur del Perú,
tengo 21 años cumplidos. Dos años de estudios
universitarios en Biología-Microbiología, y
actualmente soy estudiante de Contablidad en el Instituto
Superior Tecnológico UNITEK-IDAT.

 

J. Daniel Choque Oviedo

Este trabajo se concluyó en el lugar y fecha abajo
indicadas

Tacna-Perú 05 de marzo de 2008

Partes: 1, 2
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