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La economía de enclave en la Costa Atlántica de Nicaragua (página 2)



Partes: 1, 2

Concesiones
otorgadas

La historia de Nicaragua ofrece
numerosos casos de esta política de entrega
de las clases dominantes. La concesión Emery ( 1892)
otorgo a esta empresa
norteamericana el derecho de explotar los bosques de la
región de la Costa Atlántica en una superficie
equivalente a 10% del territorio.

Asimismo estipulo que los vapores y demás
embarcaciones de la compañía estaban libres de todo
impuesto
marítimo y derecho de puerto (pilotaje, anclaje, y otros)
en los ríos y puertos de la costa Atlántica, y
libres de derechos aduaneros los
víveres, materiales,
etc.

Introducidos por la compañía. Es
interesante señalar que esta concesión, otorgada
por el gobierno
conservador, fue ratificada por el gobierno del presidente Zelaya
un año después que su gobierno llevo a cabo la
"reincorporación" de la Costa Atlántica. Es
evidente que para la burguesía liberal, la
afirmación de la soberanía nacional no era incompatible con
el otorgamiento de una concesión de esta
magnitud.

Las compañías mineras, por su parte,
contaron con la libre importación de la maquinaria y libre
exportación de sus productos, y
con la exención de impuestos de
gobierno y municipales.

La explotación de metales
carecía de control
gubernamental. Nunca se instalo un laboratorio
para verificar los porcentajes de minerales en los
concretados exportados, aduciéndose su alto costo. Las
delegaciones aduaneras tenían un papel meramente
decorativo, limitándose a remitir a Managua los informes
elaborados por las empresas
extranjeras ( Williamson 1979: 72).

Los impuestos que debían pagarse por la producción eran irrisorios. En el caso del
oro el
impuesto era de 1.5% sobre el valor
exportado; 17 dólares por kilo cuando la onza andaba en
mas de 30 dólares (ibid.77).

En las demás actividades del enclave el panorama
era similar. En la década de 1920 la exportación de
bananos no estaba gravada por ningún impuesto, y la
madera
debía pagar impuestos insignificantes (Ruiz 1927:
144-145). La Bragman ′s Bluff co. No llevaba libros de
contabilidad
ni inventario. El
gobierno carecía de toda capacidad de supervisión sobre las constancias de los
inspectores ( ibid.110).

El otorgamiento de estas magnánimas concesiones,
o la promesa de ellas, pavimento el camino hacia el poder
político; los intentos de reglamentar la actividad del
enclave o de limitar su expansión llevaron al
derrocamiento de los gobiernos respectivos a través de la
intervención directa de la infantería de marina
norteamericana.

Cuando no contó con grupos locales
aliados para desempeñar la ficción de un gobierno
local, el enclave y el gobierno norteamericano apelaron a las
ambiciones personales de algunos de sus amanuenses.

Un empleado del enclave minero, Adolfo Díaz,
llego de este modo a la presidencia de Nicaragua.

Anastasio Somoza García accedió a la
jefatura de la Guardia Nacional creada por la infantería
de marina y de ahí se apodero del gobierno del
país, merced a sus excelentes servicios a
los intereses económicos y políticos de los
Estados
Unidos: en primer lugar, la represión del Ejercito
Defensor de la Soberanía Nacional del general Sandino y el
asesinato de este- la pacificación del país para un
mejor desenvolvimiento de las inversiones
extranjeras.

El enclave como
poder económico y político

Gracias al contraste mercado entre el
capital
monopolista extranjero y el atraso relativo de la sociedad
local, y el apoyo brindado por el gobierno de los Estados Unidos,
interesado en crear en la región una zona de indisputada
influencia geopolítica, los intereses
económicos del enclave nombraban y deponían
presidentes, manejaban las finanzas del
estado
y,de echo convirtieron a las empresas extranjeras en una
potencia
político-administrativa y no solo económica. Ellas
fueron el poder real.

Control
territorial

El terreno adjudicado a las compañías se
convirtió en un ámbito espacial de competencia
exclusiva de estas. A través de una delegación
formal de atribuciones, se dio en la práctica un
cercenamiento de los atributos del carácter soberano del estado, en beneficio
de las empresas.

La Bragman ′s Bluff, por ejemplo, cobraba
impuestos de muellaje y pagaba la policía de Puerto
Cabezas y de los campamentos; esta ultima era una modalidad
generalizada en toda la costa y definía una dependencia
estrecha de la policía respecto de las
compañías ( Ruiz 57). Las empresas mineras
conservaron esta costumbre hasta 1979; cuando el gobierno
revolucionario decidió la nacionalización y ocupo
los campos mineros y la contabilidad de las empresas, se
encontraron gruesos talonarios de cheques con
las constancias de pagos a los comandantes de la guardia y
oficiales menores. En algunos casos esto era, simplemente,
práctica de soborno; pero en otras se trataba de un
verdadero complemento salarial que a veces excedía el
monto del salario
"oficial". Se definió así una estrecha
relación entre las compañías y las
autoridades locales. Aquellas eran la principal autoridad en
el lugar, respaldadas por la comandancia militar. Además,
las empresas tenían sus propios cuerpos de vigilancia que
eran, en los hechos verdaderas fuerzas policiales.

En el caso de las mineras el control territorial llego a
ser casi total. Toda la comunidad de
Siuna estaba en terrenos de propiedad de
la compañía. Cada propietario de inmueble, incluida
la iglesia,
debía pagar una renta a la
empresa.

Si esta decidía excavar en un lugar ocupado por
algún edificio, podía hacerlo, recurriendo a la
fuerza si era
necesario para desalojar al ocupante. Los poblados que se
levantaron en torno a los
yacimientos –Siuna, Rosita, Bonanza- eran verdadera
company tows, ciudades de las compañías,
cuya vida estaba totalmente en dependencia de la actividad de las
mineras (Adams 1981).

Dentro de su territorio las compañías
impusieron una férrea segregación espacial que
reproducía y fortalecía la jerarquía
étnico- ocupacional. Los gerentes, ingenieros y
demás personal alto de
la Atchemco, vivían en un lugar conocido como el staff o
"la zona", con buenas casas y piscina, ubicado a más de un
kilómetro del lugar donde vivían lo obreros, en su
mayoría indígenas. La Bragman ′s tenia
vivienda de diferentes clases para cada tipo de trabajador, y
cobraba por ellas. Las casas de los funcionarios extranjeros
eran, por su puesto, las mejores, y estaban alejadas de las de
los trabajadores, y en lugares de mejor clima. En la mina
la luz
existían, claramente diferenciada, la zona latina y la
zona americana: la primera para los capataces, técnicos y
obreros especializados nicaragüenses, la segunda para los
funcionarios norteamericanos; no podían entrar a la zona
norteamericana.

Manejo de la
fuerza de trabajo

La economía de enclave
impulsó un vasto proceso de
proletarización de la fuerza de trabajo
costeña. No hubo en el Pacífico hasta la
década de 1950 una actividad económica que nucleara
un volumen tan alto
de mano de obra asalariada. Las compañías bananeras
y forestales llegaron a emplear, en la década de 1920,
entre 3,000 y 5,000 hombres. En Puerto Cabezas se concentraban
alrededor de 5,000 trabajadores en esos años. Según
un observador, en la Costa Atlántica en esa época
"…no hay otra clase de
trabajo que el de las empresas extranjeras y obreros
nicaragüenses: se desconocen los pequeños
propietarios, los productores en pequeño a nombre propio
con carácter de dueño" (Ruiz 170-171). En la
década de 1940 la Rubber Reserve corp.

(Cauchera) empleaba a alrededor de 5,000 hombres, y en
esos mismos años la mina Neptuno a unos 1,200 y la luz a
casi 1,300.

El poder de las empresas sobre los trabajadores era casi
absoluto. No existían sindicatos, y
los cuerpos policiales reprimían cualquier intento de
protesta o reclamación, respaldados por la guardia
nacional.

Los
salarios

Aunque legalmente los salarios
debían pagarse en efectivo, las empresas crearon de hecho
un sistema monetario
paralelo constituido por cheques, vales, y cupones, que
circulaban ampliamente en su territorio como si fuera dinero legal.
Esta modalidad de pago en moneda paralela se articulaba con el
sistema de comisariatos, para consolidar la dependencia del
trabajador respecto de la empresa e incrementar los beneficios de
esta. Sobre esto volveremos mas adelante.

Un mecanismo utilizando por las empresas para reducir
los costos laborales
consistía en mantener a una porción de los
trabajadores con contratos
temporales. Esto permitía pagar el salario mínimo y
evadir las contribuciones al seguro social.
Otras veces el trabajador era despedido al vencer el contrato
temporal, y recontratado en una categoría laboral inferior,
o bien como aprendiz. En general el salario mínimo era
violado con los recién contratados, ya que la
compañía alegaba que venia a aprender el
oficio.

Poco antes del triunfo revolucionario el salario
mínimo en las mineras era de C$2.20 la hora, es decir 50
centavos menos que el mínimo legal para la minería en
el departamento de Zelaya ( Williamson 81).

Los
comisariatos

La Bragman ′s introdujo el sistema, con
comisariatos en Logtow, Puerto Cabezas, San Carlos (en el
río coco). Los negocios
estaban bien surtidos de productos importados desde Estados
Unidos, incluido licor. Los comisarios eran un elemento de
atracción para la fuerza de trabajo indígena,
tradicionalmente acostumbrada al consumo de
bienes
importados.

Comprar en el comisariato "era una especie de privilegio
reservado solamente a los trabajadores de la
compañía". (Banco Central de
Nicaragua 40-41). El mayor comisariato de la Bragman ′s
estaba en San Carlos; sus ventas
mensuales llegaron a sumar entre 30 mil y 40 mil dólares.
Es evidente que, por este medio, la mayor parte de dinero pagado
a los trabajadores regresaban a la
compañía.

El sistema de pago en vales o cupones hacia juego con la
red de
comisariatos. En la stan-dard Fruit por ejemplo el pago a los
trabajadores se efectivizaban en cheques que se cambiaban en
dinero o en mercaderías en el comisariato. En Atchemco el
pago era semanal; los trabajadores podían retirar su
provisión un día a la semana, con bonos que eran
deducidos del salario. En ocasiones se emitían cupones
como anticipo de jornales, solo canjeables en la bodega de la
compañía ( Kepner y soothill 113).

El nivel bajo de los salarios y el sistema general de
empleo
determinaban que con frecuencia el trabajador se quedara sin
dinero antes del vencimiento de la semana o quincena; en estos
casos la empresa le adelantaba sumas mediante vales o cupones
canjeables en el comisariato.

Usualmente, al cumplirse la quincena, o la semana, las
deudas del trabajador igualaban el monto del salario.

El legado de la
economía de enclave

Una de las características mas notables del
enclave fue la brevedad del ciclo extractivo de cada rubro
– madera-, banano, minería, etc. Como resultado del
carácter irracional y predatorio de las actividades. La
Bragman s, por ejemplo, duro menos de una
década.

La NIPCO un poco mas. La vida de las minas ha sido una
sucesión de pequeños auges y recesos.

Esto dio a la vida económica costeña una
gran inestabilidad general, y al mismo tiempo
reforzó el papel de las comunidades, en la medida en que
estas eran el refugio de los trabajadores en tiempos de
recesión.

Las ganancias enormes que las empresas obtuvieron se
basaron en la intensa explotación de los trabajadores y en
la destrucción de los recursos
naturales. Las condiciones inicuas de trabajo, la
elevadísima incidencia de accidentes
laborales, intoxicaciones, y similares, se conjugaron con la
depredación de los bosques, la despreocupación por
la conservación de los recursos,
la
contaminación de los ríos, la
degradación del medio
ambiente. No fue la superioridad técnica, o criterios
mas avanzados de administración empresarial, sino el saqueo
del patrimonio
humano y material del país, el "secreto" de la
acumulación en el enclave.

Los efectos de esto sienten todavía hoy. Las
inversiones necesarias para reconstituir los recursos depredados
son enormes y exceden en mucho la capacidad financiera y
operativa del estado nacional.

La orientación total de la economía de
enclave hacia el exterior y, en particular, su elevado
coeficiente de importaciones,
conspiro contra una integración mayor de la economía y
el territorio del país. No hubo difusión de
tecnología, ni capacidad de la fuerza de
trabaja local.

Por este motivo, por ejemplo, cuando el estado
revolucionario nacionalizo las minas, casi no quedaron
técnicos para hacerse cargo de las operaciones. La
mayoría de estos eran extranjeros y se fueron poco antes
del triunfo, o bien como respuesta a la nacionalización.
Lo mismo pasó en otras empresas, como Atchemco y
Wrigley′s, que fueron abandonadas por los propietarios y
técnicos extranjeros.

El enclave
bananero en el municipio de Puerto Cabezas

Alfonso Navarrete Centeno
(compilador)

Descripción de Bilwi – Puerto Cabezas en
el año 1925

Imágenes CIDCA (Wany-5)

"Puerto cabezas es un puerto de la Republica de
Nicaragua, abierto por decreto del Ejecutivo en el año
1924. El puerto tiene un muelle de madera de unos novecientos
metros de longitud que corre de oriente a poniente dentro del
mar, en cuyo extremo cala unos veinte pies de agua, pues el
fondo de la costa es de muy poca gradiente, por la que debe
alargarse mas para que entren los buques de alto bordo. Cuenta
además con una planta eléctrica que desarrolla
ciento cincuenta kilovatios que se aprovechan para la luz y para
una pequeña fabrica de hielo que produce seis quintales
diarios; esa fuerza extrae también el agua potable
de una laguna que esta al poniente a una distancia de dos mil
quinientos metros, misma que tiene una capacidad de doscientos
millones de litros.

"Al norte de las edificaciones y en una faja de unos
trescientos metros de ancho a lo largo de la costa se ha
levantado recientemente el caserío de Bilue, separado de
los edificios de la Bragman’s Bluff por un cerco de alambre
que corre de oriente a poniente; había un portón
que cerraba la entrada que hoy ha desaparecido. Ese
caserío tiene unas cincuenta casas, muchas de madera con
techos de zinc, otras de caña y hojas de palmera; ninguna
de ellas tiene valor de un mil córdobas; presenta un
aspecto de ranchería por la pobreza de la
edificación y por carecer de calles, ya que estas se han
construido sin sujeción a plan ninguno de
urbanización. El caserío vive del comercio de
pulpería, abarrotes, algunas tiendas de telas, casas de
comidas y especialmente la venta de licores.
Además, hay dos sastres, dos zapateros, dos albañiles, dos carpinteros y un medico
recién llegado. Los consumidores son los trabajadores de
la Bragman’s Bluff.

"El terreno donde están las edificaciones de la
Bragman’s Bluff y el caserío de Bilue es parte de
una gran llanura de pinares que arranca desde la costa del mar
hasta mas de cincuenta kilómetros tierra adentro
y a lo largo de la costa, también por bastantes
kilómetros en dirección norte. Hace tres años,
cuando comenzó sus trabajos el señor L.T.Miles, no
existía en lo que hoy es Puerto Cabezas (incluyendo Bilue)
mas que un solo rancho del indio miskitu Noha Columbus, que dista
del muelle unos dos mil metros en dirección norte; con el
desarrollo de
la compañía Bragman’s Bluff en estos tres
años, se ha edificado el caserío de Bilue, cuyos
habitantes han llegado de diversos lugares: hay 3 casas de
ingleses, 2 de alemanes, 3 de chinos, 5 de jamaiquinos, 26 de
hispano-nicaragüenses y 12 de indios miskitus; el total de
habitantes es de unos 350, en su mayoría
"españoles" como llaman allí a los
nicaragüenses del interior de la Republica

( desde luego no están incluido los habitantes
que viven en las casas de la compañía contiguo a
Bilue). Entre los habitantes del caserío de Bilue y los
que viven en las casas de la compañía
Bragman’s Bluff, suman unos mil quinientos habitantes, todo
lo cual constituye hoy Puerto Cabezas.

"Al pretender la compañía extender sus
viviendas hacia el norte, pasando el cerco de alambre que
había construido, tropezó con el hecho de haberse
ya levantado un caserío que comienza al otro lado de las
cercas; los vecinos se opusieron al avance de la
compañía y esta alego derechos de arrendamiento a
favor de ella por los indios de Barata. A la llegada de la
comisión del ejecutivo persistía la orden del
comandante del puerto, donde Eduardo Doña hijo, de no
consentir nuevas edificaciones de Bilue y de no continuar las
empezadas. A continuación los miskitus Noha Columbus,
Philemon Jackson y Lino Abarca (síndicos respectivamente
de las comunidades miskitus de Bilue, Krukira y Sinsin)
presentaron un memorial de quejas; también leyó otra
exposición el señor Mariano
Bolaños. El señor Absalon Dixon (miskitu)
sirvió de intérprete como conocedor del español,
del ingles y el miskitu.

"De lo expuesto se colige que Puerto Cabezas será
la puerta principal por donde entren y salgan los
artículos necesarios para tan grandes empresas y que
necesariamente será considerable el numero de sus
habitantes (todos los días afluye gente a ese puerto y es
perentoria la necesidad de viviendas). Hoy suple en parte la
compañía con sus edificios de madera, pero la
libertad con
que el operario debe vivir exige que se le den facilidades de
buscar habitación de su agrado. El caserío de Bilue
viene levantándose rápidamente, pero en forma
desordenada, sin ningún plan de edificación. El
gobierno de la Republica solo esta allí representado por
un Agente de Policía que a la vez tiene que ser Juez
local, comandante de Puerto, Registrador del Estado civil de
personas. No existe ningún régimen local, solamente
vive allí un sindico de los indios de Bilué, sin
súbditos, puesto que hay allí de todo menos indios
miskitus. Es menester crear urgentemente un municipio, con
terreno para edificar el pueblo y con terreno jurisdiccional. La
jurisdicción municipal de Puerto Cabezas debe abarcar, por
el sur terreno comprendido desde la margen izquierda del
rió Wawa a contar desde la barra del rió, hasta
llegar rió arriba a los catorce grados y medio de latitud
norte; por el norte, desde el encuentro del rió Wawa con
esa línea, siguiendo todo ese paralelo hasta tocar con
limite sur del pueblo de Sandy Bay que termina en el mar; por el
este, la costa del mar".

Política Gubernamental hacia la
Inversión
Extranjera en los años 1920s*

"La historia política y económica de
Puerto Cabezas esta íntimamente relacionada con las
inversiones extranjeras norteamericanas, y muy
específicamente con las compañías Standard
Fruit Company y la Bragman `s Bluff Fruit. Puerto Cabezas recoge
el que hacer de estas empresas extranjeras, y la incluye como
parte de su vida histórica. El 14 de Noviembre de 1921,
tres miembros de la familia
Salmen, mas un tal Homer Fritchie y Leroy Miles, quiere
habían obtenido la original concesión del gobierno
de Nicaragua

( el de Adolfo Díaz), se reunieron en New Fruits
y fundaron la compañía Maderera de Bragman’s
Bluff. La compañía Bragman’s Bluff Fruit,
como remanente de la Standard Fruit company, iba a quedar como
subsidiaria principal en Nicaragua durante los subsiguientes 20
años. El primer énfasis quedo en el mercado de
madera, pero desde el principio los planes incluyeron la
posibilidad de usar la línea férrea y los muelle de
la operación maderera en el transporte del
banano.

"El nuevo contrato con el gobierno de Nicaragua
obtenidos por los Salmens con fecha 23 de Febrero de 1922, le
permitió a la compañía la compra de 50,000
acres del dominio nacional
en la región ubicada detrás de Puerto Cabezas.
Otras estipulaciones importantes del convenio permitieron que la
compañía arrendara 125 hectáreas cerca del
farallón a un precio de 12.5
centavos por hectáreas al año; además la
libre importación de maquinaria para el uso exclusivo de
la compañía, un pequeño impuesto sobre la
madera exportada a Blufields, y el compromiso de parte de la
misma de construir un puente a través del Río Wawa.
Mientras tanto una duda surgió en relación con el
contrato gubernamental; cuando el auditor de la Bragman’s
Bluff renuncio en los primeros meses de 1924, el escribió
al tesorero de la compañía. Que en su
opinión la concesión original a L.T Miles no fue
legal. Como si eso fuera poco, los indígenas miskitus
empezaron a quejarse de que el gobierno había arrendado
sus tierras a la Standard. Pero los trabajos
comenzaron.

"Ningún código
general de trabajo fue decretado en el país, sino hasta el
año 1945, y cuando esto ocurrió no se estaba ante
un código en el sentido jurídico del termino, sino
ante una declamación de propósitos. Como resultado
de ello la Standard y otras compañías extranjeras
podían dejar de cumplir sus obligaciones
sin responsabilidad alguna de su parte. La actitud del
gobierno de Nicaragua fue todo el tiempo crucial para la
actividad de los inversionistas del banano, y los términos
mismos en que estaba redactada la concesión así lo
pueden determinar.

"Emiliano Chamorro y las compañías
norteamericanas rápidamente se identificaron. Elimino el
impuesto de exportación al banano, dio a los hermanos
Vaccaro algunos derechos para hacer la exploración del
petróleo en Nicaragua y aparentemente anulo
una concesión otorgada por el Congreso por unas 25,000
acres de tierra a favor de un tal Segundo Chamorro. El precio por
estos beneficios parece haber sido un préstamo a corto
plazo que la Bragman ‘s Bluff

(o sea la Standard) por medio del Marine Back de New
Fruits; el acuerdo de ese préstamo preveía al
gobierno de Nicaragua de una suma de 50,000 dólares ( o en
córdobas que en esos tiempos la moneda nacional era
equivalente al dólar). Con la cláusula de que si
Chamorro no restituía el dinero para
el 15 de Agosto de 1926, dicho monto se abonaría
compensatoriamente en beneficio de la compañía con
cargo al impuesto forestal por un periodo que abarcaría
los próximos veinticinco años. Chamorro
rápidamente incumplió la promesa y la
compañía Bragman’s Bluff considero que no
debía pagar nada por compra y venta de la madera de
Nicaragua, mas que el 10% de impuestos de exportación
hasta Agosto de 1951.

"El congreso nicaragüense escogió a Adolfo
Díaz como presidente provisional de Nicaragua y los
Estados Unidos inmediatamente le extendieron el reconocimiento;
la elección de Díaz le dio ahora a la Standard
Fruit la oportunidad de una intervención mas directa en
los asuntos internos de la convulsa Nicaragua. En 1929, siendo
presidente de la Republica, José Maria Moncada estaba poco
dispuesto a mantener el compromiso con las compromiso con las
compañías y amenazo con cancelar la
concesión entera la Bragman’s si los impuestos
forestales no eran pagados. Pero la Standard Fruit no quedo
indefensa, todavía era dueña de los muelles en
Puerto Cabezas, a pesar de la creciente demanda
nicaragüense por nacionalizar o comprar esas
instalaciones.

"En 1930, una nueva concesión tuvo lugar, con
cláusulas tomadas de la anterior y que hemos descrito
antes, pero en lo esencial de la misma, el general Moncada dicto
su ultima voluntad. El acuerdo de Chamorro fue anulado, el
gobierno se negó a pagar el préstamo de $
50,000.00. La cuestión de los reclamos no fue un asunto
ventilado. Los daños a la compañía que
resultaron de la guerra civil
en 1926 quedaron sin pagarse en 1933, porque el gobierno de
Nicaragua sostuvo que los infantes de marina norteamericanos
ocuparon en ese tiempo Puerto Cabezas y, por tanto ellos, no la
Republica, deberían asumir la responsabilidad de los
daños inferidos.

"Otro asunto de mayor importancia, la tasa del impuesto
de exportación, no fue especificada en el contrato de
1930, aun que la tasa anual en los años 20 y 30 era de dos
centavos por racimo de nueve manos de banano, mas o menos
representativa de lo que en tal concepto se
pagaba por esos días en otros países; los racimos
mas pequeños recibían un equivalente impositivo
menor. La duración de la nueva privilegiada
concesión seria de 40 años. Los contratos y
concesiones usualmente no hacia claridad meridiana sobre la tasa
de estos impuestos, y en 1926 estos fueron una fuente de
discusión entre el gobierno de Nicaragua y los
exportadores de banana, oriundos de los Estados Unidos, y quienes
ya virtualmente controlaban la industria
bananera."

La Economía de Puerto Cabezas
en los años 1920*

"En los años veinte, acontecimientos de
orden político y económico hicieron que la Costa
Atlántica estuviese frecuentemente en el centro de la
opinión publica nacional. Una de las razones fue la
importancia económica que adquirió en esa
época. Después de su reincorporación a la
nación
nicaragüense en 1894, la Costa Atlántica
producía una parte considerable de las exportaciones
nacionales y, por lo tanto, generaba un porcentaje significativo
de los ingresos fiscales
nacionales.

"En los años 1923-1929, la región entro en
una fase de expansión económica importante, en la
que fueron determinantes las inversiones bananeras de la Standard
Lumber Company en Puerto Cabezas y sus alrededores, y las
inversiones madereras de la Bragman’s Bluff Lumber que
llego a producir diario 55,000 pies tablares de madera; es decir,
mas de 18 kilómetros de tablas de madera por día. A
partir de 1921, el auge económico de la costa se desplaza
de la parte sur (área de Blufields) a la región
Noreste, en donde había un enorme potencial de recursos
madereros y de plantaciones de banano.

La Bragman’s Bluff Lumber Company, que
inicialmente se llamo The Bilwi Timber and Banana
Company.

"Cuando se afirma que a mediados de los años
veinte la Costa Atlántica era mas norteamericana que
nicaragüense, no se exagera . Las compañías
bananeras, madereras y mineras eran principales empresas
existentes en Nicaragua. El empleo y los altos patrones de
consumo que introdujeron las empresas norteamericanas no llegaron
a trastocar fundamentalmente la economía de los miskitus,
la cual seguía basándose en la caza, la pesca y en la
economía de subsistencia. La bonanza se quedo en la esfera
de la circulación, estimulando el intercambio y el
comercio en las ciudades.

"La población porteña vivió el
surgimiento de la economía capitalista, aunque los
miskitus conservaron los mecanismos de identificación
cultural, las relaciones de parentesco, la solidaridad y la
reciprocidad comunitaria. Paralelamente, se produjo una
concentración de trabajadores asalariados alrededor de los
campamentos madereros, bananeros y en la ciudad de Puerto
Cabezas. Para 1926 y 1927, la guerra civil comienza a amenazar la
estabilidad económica de la región y de las
empresas norteamericanas que se encontraban en la región
Nororiental del país como dueñas absolutas de sus
riquezas naturales.

"Todo lo anterior nos indica que el eje principal de la
acumulación y de la actividad económica se
circunscribía a los llamados "enclaves económicos"
que tenían poca repercusión en el mercado interno.
La mayoría de las inversiones bananeras se hicieron en la
zona costera, lo que facilitaba su exportación al mercado
norteamericano."

Aspectos
Tecnológicos del Enclave Bananero*

"Factores de producción"

Tenencia de tierra: Es difícil determinar
la cantidad exacta de las tierras cultivadas de banano, porque se
carece de datos de las
plantaciones de los particulares. Parece ser que quien mas
contaba con tierras era la UFCO, seguida por la Bragman`s Bluff
que se decía hacia 1923 que cultivaría por lo menos
18,000 hectáreas. Además, contaba con 600
hectáreas alrededor de Puerto Cabezas para el
emplazamiento de edificios y contracciones. No se tienen datos de
la cantidad de tierras obtenidas para la explotación
maderera y minera.

Tecnología Productiva: Como toda
economía de enclave, disponían de la mejor
tecnología en su época. Eran las más
adelantadas que existían en el país. Contaban con
ferrocarriles que acarreaban la fruta dentro de las plantaciones,
maquinaria excavadora para preparar el terreno para la
instalación de los rieles, plantas
eléctricas, radios, teléfonos, lanchones
remolcados, etcétera.

Imágenes CIDCA (Wani-5)

Mano de obra: La población existente a la
llegada de las inversiones extranjeras estaba compuesta de
zambos, miskitus, ramas, y sumos. Posteriormente, son
traídos negros, sobretodo de Jamaica y algunos del Sur
Estados Unidos para la explotación maderera, bananera y
minera; además, por presión
demográfica del interior llegan los mestizos
nicaragüenses. La zona siempre se ha caracterizado por una
baja densidad
poblacional.

La Bragman’s Bluff en Puerto Cabezas contaba con
alrededor de 1,500 operarios. En lo general, se puede decir que
por el año 1925 había unos 5,000 trabajadores y
entre ellos unos 2,000 entre negros, miskitus y sumos en toda la
Costa Atlántica.

El comercio y sus problemas

Infraestructura y comunicaciones: En la Costa Atlántica
el medio de comunicación lo constituían los
grandes ríos que surcan la costa y que son navegables en
grandes trechos, entre ellos los ríos Prinzapolka, Wawa y
coco (Wangki-Segovia).

La Belanger Incorporated hacia servicio de
pasajeros en la ruta Barra del Colorado. San Juan del Norte
(Greytown)- El Bluff- Puerto Cabezas- Cabo Gracias a
Dios.

A excepción de unos pocos ferrocarriles
utilizados, sobretodo para el transporte del banano en las
plantaciones de El Gallo en el Grande de Matagalpa, y de las 35
millas que poseía la Bragman`s Bluff en los alrededores de
Puerto Cabezas, y el de unas 15 millas que se construyo en los
alrededores de Laguna de Perlas, las comunicaciones terrestres
eran prácticamente inexistentes.

Lo que si tenía la zona del Atlántico es
con una serie de puertos, entre ellos el de Puerto Cabezas, que
fue abierto por decreto ejecutivo en 1924. Con la
habilitación de este puerto, a partir de 1924 Puerto
Cabezas juega un papel importante para la zona Noreste de la
Costa Atlántica. Sin embargo, tenia un inconveniente, ya
que era un puerto propiedad de la Bragman’s Bluff, solo
podían descargar aquellas embarcaciones que contaban con
la autorización de la empresa. Esta circunstancia priva a
la gente de los alrededores de poder hacer uso del
mismo.

El comercio exportador- importador: Las
exportaciones principales de la zona (bananos, madera y
minerales) tenían como destino los Estados Unidos. La
Costa Atlántica, como todo enclave, importaba casi todos
los artículos necesarios para el mantenimiento
de la vida, y casi todos los instrumentos de producción.
La actividad bananera, aunque fue importante para el país,
fue muy baja si se le compara con el resto de los países
centroamericanos.

Una línea de ferrocarril que tenía unas
100 millas de extensión. Además se construyeron
varios puentes, entre ellos uno de mayores dimensiones, sobre el
rió Wawa. El ferrocarril fue utilizado tanto para las
operaciones madereras como para las bananeras a cargo de la
Standard fruit co. La que era dueña de la Bragman`s Bluff
(Jen-kins, pp. 39-40). Para 1926 la Bragman’s era el
empleador mas grande de Nicaragua, con 3,000 obreros
asalariados.

Fue la Bragman’s la que estableció el
sistema de comisariatos que luego fue adoptado por casi todas las
compañías. El acceso al comisariato era un elemento
de fuerte atracción para la fuerza de trabajo
indígena. Además, aseguraba que la mayor parte del
dinero pagado en salarios retornara a las empresas, y
mantenía a los trabajadores en una situación de
permanente endeudamiento, obligándolos a continuar como
trabajadores de misma compañía.

La Bragman`s cerro sus operaciones en 1931, debido a la
crisis
económica y a los continuos ataques del Ejercito Defensor
de la soberanía Nacional (EDSN).

La explotación del pino se reinicio en 1945 con
la entrada de la Nicaragua Long Leaf Pinelumber Company
(NIPCO).

Ya para 1955 la producción de la NIPCO
representaba el 54% de la producción total de madera de
Nicaragua.

La producción de pino empezó a descender
en 1960 como resultado del agotamiento del recurso, y en 1963 la
compañía tuvo que cerrar. Entre 1945 u 1964 se
exportaron 370 millones de PT de pino de la Costa
Atlántica, mucho más que las exportaciones de
madera preciosa (ERAFNN, citado en Jenkins).

Banano

Ya se menciono que la United Fruit company empezó
en 1889. Esta decayó en los primeros años del
siglo. Luego en 1925 la Standard Fruit company inicio
exportaciones desde Puerto Cabezas, el que llego a ser el nuevo
centro del enclave. Esta actividad llego a su clímax en
1929 cuando se exportaron 4 millones de racimos, lo que
representaba el 27% del valor total de las exportaciones del
país.

Existieron también otras compañías
menores que operaron en este periodo.

La suerte de la industria cambio en los
años 30. En 1931-32 se da la depresión
económica, ataques de las fuerzas sandinistas, y una
epidemia del mal de Panamá en
el Río Wawa. Luego el huracán de 193.5 causo gran
daño.
Finalmente, ataco la sigatoca, la que no se pudo contrarrestar
efectivamente. La Standard cerró sus operaciones en los
años 40.

En los años 50 todavía existían
cultivadores independientes del Río coco, Río
Escondido, y Rió San Juan que vendían a
exportadores. (Jen-Kins).

Minas

Las minas de Zelaya Norte fueron descubiertas por
recolectores de caucho en
1889-90. Para 1921 habían 2,500 personas en el área
de las minas, viviendo de actividades relacionadas directa o
indirectamente con las minas. Los trabajadores de las minas eran
mismitos y mestizos principalmente.

La administración contaba con algunos
creoles.

La actividad minera de esas primeras décadas no
era muy lucrativa.

Por ejemplo, para 1921, a pesar de que se había
exportado de las minas entre $16 y 19 millones de dólares
en metal en barras, los gastos totales
hasta esa fecha eran iguales o mayores del valor obtenido.
Además de esos problemas
organizativos, al inicio de los años 30 los principales
centros mineros (La Luz y Bonanza) fueron atacados por fuerzas
sandinistas.

En 1940 se introdujeron cambios
técnicos.

Estos, en conjunto con la desocupación de miles de obreros de las
actividades bananeras y madereras de la zona de Puerto Cabezas y
Río coco, incrementaron la explotación
minera.

Una descripción publicada en 1955 demuestra la
naturaleza y
la escala de la
actividad minera en la Costa Atlántica:

Ambas compañías (La Luz y la Neptuno)
tienen contratos con la subsidiaria La NICA, que opera una flota
de aviones de carga DC-3 entre las minas y la costa. Cemento y
arena para presas, turbinas, excavadoras, camiones,
bulldozers… y la mayor parte de la comida y bebida para
una población de 10,000 habitantes se mueve por
avión… recientemente cada compañía ha
estado transportando entre 2,500 y 3,500 toneladas descarga al
año por avión a las minas.

Esto ha requerido un total de casi 2,500 vuelos ida y
vuelta por año…Hay un servicio regular por barco a
vapor ( a Puerto Cabezas) desde New Orleáns y
Tampa.

… Arroz, frijoles (solo Bonanza consume mas de
200 toneladas al año), y carne de res son trasladados por
avión del Río coco; gaseosas, jabón,
azúcar,
huevos, queso blanco, café, y
ron llegan de Managua, mientras que alimentos
enlatados, son desembarcados y transportados vía Puerto
Cabezas. Además de estos vuelos de carga hay un servicio
diario de pasajeros entre Managua, Puerto Cabezas, Bluefields y
las minas. (Parsons).

En 1975 las actividades mineras todavía empleaban
a unas 2,110 personas.

Bibliografía

Wani

CIDCA

 

 

 

Autor:

Carlos M. Vilas

Enviado Por

Modesto Muller

Partes: 1, 2
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