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lingüísticas - Las
funciones del lenguaje - El texto:
un producto de la actividad comunicativa
lingüística - Estructura
del texto - Producción
de un texto escrito - Las
oraciones según la actitud del
hablante - ¿y las
oraciones? - El
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del resumen - Tipos
de texto - El
discurso expositivo - La
reseña - El texto
instructivo - El texto
argumentativo - El
informe - El
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CONCEPTO E IMPORTANCIA: El ser humano es un ser
enteramente social, es parte de una realidad, pertenece a un
Grupo social,
donde establece una serie de relaciones y está en
constante interacción con los demás, con la
naturaleza,
con su realidad, con todo su contexto, pues de esta
interacción nacen sus percepciones y sus vivencias,
así como sus preocupaciones, sus temores y sus
sueños.
Desde que nacemos iniciamos ese contacto con los
demás, a través de formas elementales o complejas
de relaciones comunicativas. Esta capacidad de comunicación con los demás y con
todo lo que nos rodea es una característica humana, aunque
otros seres vivos de la naturaleza también cuentan con
sistemas de
comunicación.
Gracias a la capacidad de comunicación que
tenemos, podemos expresamos, entrar en contacto con los
demás y con las cosas para dialogar y vivir en sociedad;
podemos explicar nuestras ideas, deseos; comprender la naturaleza
y los seres que nos rodean y adquirir experiencias, construyendo
cosas en común, pensar e inventar, desarrollar nuevas
formas de convivencia, organizar instituciones,
etc., dejar huella de la capacidad de comunicación y
creación. Mediante el proceso de
la
comunicación, damos testimonio de nuestra existencia y
buscamos contactos y respuestas del exterior.
La palabra comunicar significa "poner en común",
es decir, compartir con los demás. Cuando nos comunicamos
compartimos información de todo tipo: emociones, ideas,
conceptos, advertencias, necesidades, órdenes,
etcétera.
La comunicación está presente en todos los
seres vivos. Las abejas, por ejemplo, informan a sus
compañeras de la existencia de flores, a través de
bailes y movimientos corporales que indican la distancia y
dirección de la flor. Animales
superiores, como los mamíferos, tienen formas más
complejas y variadas de comunicación. Si observamos a
nuestro perro con detenimiento, nos daremos cuenta que emite
diferentes sonidos para expresar temor, rabia y dolor. Al mismo
tiempo, que su
cuerpo también le sirve para comunicarse: se contornea
para demostrar alegría, esconde la cola entre las piernas
traseras en señal de sumisión, exhibe los dientes
para manifestar agresión.
COMUNICACIÓN Y LENGUAJE: Un
contacto humano: Indudablemente, dentro del reino animal, el
ser humano es quien ha desarrollado las formas más
elaboradas de comunicación. Desde los tiempos más
primitivos, el hombre ha
ideado formas de intercambiar mensajes (señales
de humo, sonido de
tambores, mímica, lenguaje oral, etc). Si miramos a
nuestro alrededor o escuchamos los sonidos de nuestro entorno,
descubriremos que el mundo en que vivimos está lleno de
mensajes que permanentemente entregan información. De esta
manera encontramos:
- Símbolos universales: como la calavera
en productos
venenosos, las llamas en sustancias inflamables, la imagen de una
mujer a la
entrada de un baño, las señales del
tránsito, los semáforos,
etcétera. - Mensajes publicitarios: afiches, avisos
luminosos, spots televisivos, propaganda
radial, volantes, letreros. - Información noticiosa: prensa escrita,
revistas, noticieros televisivos, radiales, computacionales
(internet). - Mensajes gestuales o mímicos: poner el
Índice sobre los labios para solicitar silencio;
guiñar el ojo en señal de complicidad; sacar la
lengua en
son de burla, entre otros. - Manifestaciones artísticas: cuadros,
esculturas, obras musicales, novelas,
teatro,
poesía, danza,
ópera.
El acelerado avance de la ciencia y
la técnica ha permitido al hombre
contemporáneo, desarrollar medios cada
vez más sofisticados para comunicarse: telefonía
celular, redes satelitales que llevan
los mensajes de un extremo a otro de la tierra en
fracciones de segundo, y que hacen posible, que veamos en
nuestros televisores, en vivo y en directo, un partido de
fútbol, un recital o una guerra, que
están ocurriendo a miles de kilómetros distancia o
nos conectemos, vía internet, con museos, bibliotecas,
grandes tiendas u otros usuarios de todo el planeta.
Para nosotros, ciudadanos del siglo XXI, es muy natural
encender el televisor y ver a Rivaldo jugando en España;
disfrutar de un partido de basquetbol en
Estados
Unidos, observar las Olimpíadas, jugar con un dibujo animado
digitando los números de un aparato telefónico o
conectarnos con un canal de vídeo juegos. Sin
embargo, estas posibilidades son muy recientes. Nuestros abuelos
contaban sólo con la radio y, antes
de eso, el único modo de enterarse de lo que
ocurría en el mundo eran los periódicos, y cuando
éstos no existían y no se había inventado
siquiera el telégrafo, las noticias
viajaban muy lentamente de un lado a otro, a través de la
transmisión oral.
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