Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Cocina y filosofía: la cocina peruana y el error de Platón




Enviado por Carlos Del Pozo



Partes: 1, 2, 3

    1. Sumilla
    2. Indiferencia filosófica
      hacia la culinaria
    3. El gusto y
      la lingüística
    4. La cocina
      peruana corrige a Platón
    5. La
      cultura prehispánica moche es el origen del sibaritismo
      peruano
    6. Bibliografía

    SUMILLA

    Tradicionalmente la filosofía ha desestimado a la
    cocina al considerarla una actividad sin mayor relevancia
    conceptual. Este punto de vista fue iniciado por Platón,
    reafirmado por Aristóteles y mantenido durante siglos sin
    ninguna crítica
    hasta el siglo XX cuando el pensamiento
    postmoderno vuelve su vista sobre el cuerpo y lo corpóreo.
    Este ensayo
    pretende mostrar el error de Platón al
    pensar que la cocina es un arte ajeno a los
    conceptos y al conocimiento,
    y propone el caso de la cocina peruana como ejemplo de que sin
    conceptos no puede existir ninguna gran cocina.

    I.-
    INTRODUCCIÓN

    Si de clichés se trata es fácil imaginar a
    un cocinero en sus fogones y a un filósofo entre libros y
    anotaciones, ¿pero cómo imaginaríamos a un
    cocinero-filósofo? Pasaría algo como lo que me
    sucede a mí: soy un cocinero que podría quedarse
    ensimismado en sus pensamientos hasta que se le queme el arroz.
    Pero para no llegar a estos extremos, en esta ocasión
    permítanme ser más filósofo que cocinero, y
    concédanme divagar entre conceptos culinarios de rama en
    rama. Como decía un antiguo profesor de
    filosofía, no hay nada de malo en irse por las ramas,
    mientras uno no se salga del árbol
    . Y este es el paseo
    conceptual que les propongo: uno que se vaya por las
    ramas.

    Conocí Caracas hace pocas semanas, gracias a una
    invitación para hacer una exhibición de cocina
    peruana en el Salón Internacional de Gastronomía. La experiencia no pudo ser
    más gratificante; la ciudad resultó ser compleja e
    interesante y su gente muy hospitalaria. Conocí la Colonia
    Tovar, un precioso enclave tirolés en medio del Caribe, y
    también el Hatillo, una pequeña ciudad con aires de
    antigua historia.
    Probé arepas de queso de mano, hayacas caseras, pepitos en
    una calle que le dicen calle del hambre. Buenos recuerdos
    guardaré de la capital
    venezolana. "Ya me fui por una rama" –pienso-, así
    que vuelvo al camino original.

    Semanas antes del evento dicho, desde Caracas me
    hicieron una entrevista
    telefónica que cambió el enfoque que le
    había dado a mi ponencia. Me preguntaron de todo:
    "dónde", "desde cuándo", "quién", pero
    también preguntaron "por qué". En ese momento, un
    flashback filosófico me tomó por sorpresa y
    desplazó por un momento al cocinero que también
    habita en mí. "¿Por qué la comida peruana es
    tan buena?" fue la pregunta exactamente. Y cuando a un
    filósofo le preguntan por un por qué, no le
    están haciendo una pregunta sencilla, sino que le
    están regalando algunas noches de insomnio.

    Y mientras combatía el insomnio buscando
    respuestas, reconocí que a lo largo de la historia, la
    cocina ha sido fuente de inspiración conceptual para
    muchos grandes pensadores y artistas. Poesía,
    novela,
    pintura y
    hasta cine se han
    nutrido de esta pródiga musa. Sin embargo y
    extrañamente, no ha sucedido lo mismo con la
    filosofía. Tan lamentable es esta constatación, que
    la famosa poetisa mexicana sor Juana Inés de la Cruz,
    además gran amante de la cocina barroca, sin poder
    comprender el porqué de este divorcio entre
    cocina y filosofía dice que "bien se puede filosofar y
    aderezar la cena
    ". Peor aún, ante el desdén
    filosófico por la inspiración proveniente de los
    fogones ella solía decir irónicamente "viendo
    estas cosillas: si Aristóteles hubiera guisado, mucho
    más hubiera escrito
    ". 1

    II.- INDIFERENCIA
    FILOSÓFICA HACIA LA CULINARIA

    Este menosprecio filosófico por la culinaria
    viene desde la época dorada de la filosofía
    clásica, desde Platón. Dice el discípulo de
    Sócrates,
    partiendo de la dualidad alma-cuerpo,
    que la justicia es
    para el alma, lo mismo que la medicina para
    el cuerpo. Y continúa, "la retórica sería
    a la justicia lo que la culinaria es a la
    medicina"
    2, con lo que está insinuando que
    la culinaria es un tipo de engaño bien disfrazado. Y
    claro, su razonamiento se asienta en el carácter adulatorio de la cocina, por
    preocuparse ésta del agrado y del placer. Pero el error
    platónico, con el que inaugura más de dos milenios
    de indiferencia filosófica hacia la cocina, radica en
    pensar que la cocina es sólo adulación y placer,
    sin una verdad ni un saber en el trasfondo. En este
    artículo nos ocuparemos de corregir este error, pero lo
    haremos más adelante.

    Partes: 1, 2, 3

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter