Resumen
Nuestras actitudes,
creencias, costumbres y vicios, nos han detenido, en el avance de
la
educación educativa a nivel superior.
El sistema
tradicional ha sido ejemplo del mismo, de tal suerte que hemos
avanzado muy lento, y ahora en este pleno siglo XXI, nos ha
dejado atrás la tecnología y la
globalización, y los avances médicos, modelos
pedagógicos, nos piden más que una cátedra
memorística, simplista e incomprensible.
Introducción
Dice Génesis .3:15.
Y pondré enemistad entre ti y la
mujer.
Y entre tu simiente y la simiente suya;
Ésta te herirá en la cabeza
Y tú le herirás en el
calcañar.
Con estos refranes, voy, a hacer analogías, en la
práctica médica, docente y estudiante.
E inicio con nuestro micro mundo y macro mundo, con la
naturaleza, y
el ser humano, con el día y la noche, con la simplicidad y
la complejidad.
Con la visibilidad e invisibilidad, con la causa y
efecto, con el médico y el paciente, con el profesor y el
estudiante, con el sol y la luna y con la pereza y la actividad
con la pereza y la actividad.
Ahora bien, como médico-docente y estudiante que
soy, voy, a describir lo importante que es ser médico
prudente, un docente creativo y un estudiante activo.
En este momento viene a mi mente Sócrates,
que alguna vez dijo que su madre fue partera, y esto me hace
recordar que la profesión médica debe de ser, para
aquellos que tenemos madera de
estudiar, de comprender, y tener poquita paciencia.
Ya que el ser humano vive a través de procesos,
sueños e ilusiones, y de estímulos.
Entonces hay que tener compasión por los
pacientes, amor hacia
ellos, ser mansos y humildes, tener sabiduría y conocimiento,
para poder llevar
una metodología sistemática, y poder
entender el ciclo vital de la bacteria, del hongo y del virus, intra
orgánicamente y celular, para poder nosotros actuar con
diligencia y discernimiento en cada paciente que esté ante
nosotros , sin olvidar de los problemas
cotidianos que nos ha tocado vivir, día con día, en
el transitar diario de este siglo XXI, que nos ha tocado
vivir.
Y por consecuencia hemos sido arrastrados por el
estrés,
Me asombro, que, hasta en los niños
pre-primaria cursan con alteraci9ones emocionales, desnutridos, y
hasta obesos, y estos trastornos los lleva o nos lleva a
problemas psicosomáticos, por ejemplo vitíligo,
etcétera, etcétera.
Por ejemplo nosotros los médicos nos hemos
olvidado de mirar al paciente, de dialogar con el o ella, de
escucharle, de tomar los signos
vitales, bueno hasta lo más simple, y a la vez profundo,
el famoso saludo.
De darle confianza, y para el colmo, nos hemos olvidado
hasta de inyectar con mucha atención en la zona indicada, y es por ello
que hemos aplicado alguna vez, en la zona equivocada, y por
desgracia, hemos inyectado al nervio ciático, y su
consecuencia, no se deja esperar.
El traumatismo paralizado del miembro inferior, puede el
izquierdo o el derecho.
Nos hemos robotizado, insensibles e insensatos, y para
el colmo, nos jactamos de nuestra ignorancia.
¡Qué tristeza!, ¡Qué pena!,
¡es horripilante!, pero es la verdad.
Me pregunto. ¿Qué nos ha pasado a nosotros
los médicos? Y me contesto, Somos unos necios, insensatos
y por ende unos médicos inútiles.
Para poder rescatar al médico, al docente y al
estudiante de la verborrea, de la insensatez, de la flojera, de
la resistencia, de
la memorización a corto plazo.
Hay que ir al pasado, donde los médicos, docentes y
alumnos eran aquellos, que se interesaban, lo que hacían,
le echaban muchas ganas.
Me voy a desviar un poco del tema, en este momento estoy
escribiendo en el consultorio de la tienda la Soriana Iglesias de
Ciudad Juárez, Chih, Méx., siendo las 6:30 pm.
Aproximadamente, nos avisaron (a mí, y al subgerente) que
había una urgencia en la entrada de la tienda, y
¿que creen? Cuando llegamos estaba un hombre tirado,
a un lado estaban los milpeadazos de vidrios, y una pistola que
estaba a un costado del hombre, él, iba a robar, ala
tienda Soriana, y por el golpe tan fuerte, se desmayo, es cuando
los guardias se lanzaron sobre el, lo tenían boca
abajo.
Lo que me llamo la atención es que tuvo que pasar
aproximadamente cuarenta y cinco minutos para que llegara la
Judicial y el canal 44, fueron para nosotros minutos de angustia,
de asombro, de dolor, coraje e impotencia, y me dije a mi mismo,
¡Nuestras vidas están en un hilo!, en cualquier
momento, nos pueden matar.
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