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Sensación y percepción (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Con respecto al fenómeno de la naturaleza de
los estímulos que pueden afectar a nuestros sentidos
diremos lo siguiente: para todo tipo de sentido la verdadera
excitación de las células sensibles es de
naturaleza mecánica o química. Por lo que
sabemos, no hay ser viviente con receptores sensibles a los rayos
cósmicos o a las ondas de radio. Los
receptores cutáneos al tacto y a la presión
sienten el esfuerzo mecánico transmitido por las
cápsulas vecinas; los propioceptores (receptores
cenestésicos) responden a la presión mecánica ejercida sobre ellos por la
extensión o compresión de músculos y tendones, en tanto las
células sensitivas del órgano del oído y del
equilibrio se
excitan por pequeñas ondas de los líquidos que los
bañan. Por el contrario, las células olfatorias de
la nariz y las papilas gustativas de la lengua se
excitan químicamente por las moléculas que se ponen
en su contacto. El estímulo de los receptores al dolor
probablemente depende de la acción
de substancias químicas puestas en libertad por
las células lesionadas, pues responden a fuertes
estímulos de cualquier clase. Los
receptores del frío y los del calor
responden a las alteraciones químicas inducidas en ellos
por los cambios de temperatura.
Por último, las células de la retina responden a
las reacciones químicas puestas en marcha al ser heridas
por la luz.

 

 

1.2 Los umbrales sensoriales

Hemos señalado que la energía que llega a un
receptor debe ser lo suficientemente intensa o "fuerte" para que
produzca un efecto, Se llama umbral absoluto a la
mínima intensidad de energía necesaria para
producir una sensación en cualquier persona. En
términos prácticos esto es responderá a
¿Qué tan luminosa debe ser una señal en la
pista para que nos percatemos de que existe? O ¿Qué
tan fuerte tiene que ser un temblor para que nos demos cuenta que
sucedió? Reflexionando sobre este concepto nosotras
nos dimos cuenta que existen diferencias entre el umbral absoluto
de una persona a otra, por que algunos tiene sentidos mas agudos
y se percatan de movimientos o sonidos que el resto no, por lo
tanto los umbrales se determinan como aproximados.

Se han determinado los umbrales absolutos para los seres
humanos en:

  • Gusto: 1g. de sal en 500 Litros
  • Olfato: Una gota de perfume que propaga su aroma por un
    departamento de tres habitaciones.
  • Tacto: El ala de una abeja que cae sobre la mejilla, desde
    una altura de 1cm
  • Oído: El tic tac de
    un reloj, a 6 m. de distancia en condiciones muy
    silenciosas
  • Visión: La llama de una vela a 50 m de distancia en
    una noche oscura y despejada.

Debemos tomar en cuenta que estos valores se
aplican únicamente en circunstancias especiales: muy
silenciosas para la audición, sin otros sabores en el caso
del gusto, etc. En la realidad estos valore varían ya que
se debe considerar que constantemente estamos siendo bombardeados
por diversos estímulos de diferentes intensidades,
nuestros sentidos deben adaptarse cambiando sus umbrales, por
ejemplo si nos encontramos en un día soleado y entramos en
una habitación sin ventanas, nos parecerá muy
oscura, sin embargo conforme pasan los segundos nos adaptaremos a
ese nivel de luminosidad y nuestro umbral absoluto será
menor. Esto es por que cuando existe una gran cantidad de
estimulación nuestros sentidos se vuelven menos sensible
de esta manera se evita una "sobrecarga".

Existe otro concepto que no podemos dejar de lado es el de
umbral diferencial o diferencia apenas perceptible que es
el cambio
más pequeño de estimulación que se puede
detectar. En 1830 Ernest Weber concluyo
que el umbral diferencial es una proporción constante del
estimulo a determinar. A esta teoría
se le conoce como la ley de Weber.
Para ejemplificar esta teoría imaginemos que se le agrega
1 vela a 3 podremos notar que hay mas luz, esto nos
llevaría a pensar que nuestro umbral diferencial en la
visión es menor a la luz producida por una vela, pero si
le aumentamos 1 vela a 100 no notaremos la diferencia, entonces
diríamos que nuestro umbral diferencial es mayo a la luz
de una vela, esto se explica con la ley de Weber.

CAPÍTULO II

LOS
SENTIDOS

2.1 La visión

Probablemente para los humanos el sentido más
importante sea la visión, así como en los perros lo es el
olfato o en los murciélagos la audición, nosotros
dependemos en gran medida de la visión. Para empezar a
comprender la visión necesitamos primero conocer las
partes del sistema visual,
empezando con la estructura del
ojo y su funcionamiento.

En la visión la luz entra al ojo a través de la
córnea, la cubierta protectora transparente ubicada en la
parte frontal del mismo. La luz pasa a través de la
pupila, la abertura en el centro del iris, que es la parte
coloreada del ojo. Ante una luz muy brillante, los músculos del iris se contraen para
empequeñecer la pupila y así proteger al ojo del
daño.
Esta contracción también ayuda a ver mejor en medio
de la luz brillante. En la luz débil, los músculos
se expanden para ampliar la pupila y permitir que entre tanta luz
como sea posible.

Dentro de la pupila, la luz pasa a través del
cristalino, el cual se enfoca en la retina, el revestimiento
interior, sensible a la luz, situado en la parte posterior del
globo ocular. El cristalino cambia de forma para enfocar los
objetos que están más cercanos más lejanos.
Normalmente, el cristalino se enfoca a una distancia media, en un
punto ni muy lejano ni muy cercano. Para enfocarse en un objeto
que está muy cercano a los ojos, los pequeños
músculos que están alrededor del cristalino se
contraen, haciendo que el cristalino se curve. Para enfocar un
objeto que está distante, los músculos trabajan
para hacer que el cristalino se aplane.

Sobre la tetina y directamente detrás del cristalino
hay un sitio con una depresión,
llamado fóvea que ocupa el centro del campo visual. Las
imágenes que pasan a través del
cristalino son enfocadas de manera más nítida.
Así, por ejemplo, las palabras que está usted
leyendo en este momento están golpeando en la
fóvea, mientras que el resto de lo que ve (un escritorio,
las paredes o lo que sea) está haciendo contacto con otras
áreas de la retina.

Con respecto a las células
receptoras, existen dos tipos los bastoncillos y los conos, la
retina de cada ojo contiene alrededor de 120 millones de
bastoncillos y 8 millones de conos. Los bastoncillos llamados
así por su forma son responsables de visión
nocturna y la percepción
de brillantes. Mientras que los conos son las células
receptoras responsables de visión del color. Son estas
células las que generan la información que llegar al cerebro

Hasta ahora nos hemos centrado en el ojo pero para que ocurra
la visión los mensajes deben llegar al cerebro, luego de
su despolarización para formar el impulso nervioso este
pasa al nervio óptico que lleva los mensajes de cada ojo
al cerebro.

Estructura del ojo

2.2 La audición

Los sonidos o ruidos son experiencias psicológicas
creadas por el cerebro en respuesta a la estimulación. Con
respecto a este sentido primero veremos que clase de
estimulo provoca que escuchemos sonidos y luego que como estos se
transforman en señales
nerviosas.

Los estimulos físicos de la audición son las
ondas sonoras. La
frecuencia de ondas se miden en ciclos por segundo expresados en
una unidad llamada Herís (SS).

La audición inicia cuando las ondas sonoras chocan
contra el tímpano, y lo hacen vibrar. El temblor del
tímpano provoca que se golpeen secuencial mente tres
minúsculos huesos del
oído medio
(el martillo, el yunque y el estribo) y que envíen las
vibraciones al oído interno. El último de estos
tres huesos, el estribo, está pegado a una membrana
llamada ventana oval. Debajo de la ventana oval, hay otra
membrana, la ventana circular, la cual se encarga de igualar la
presión
en el oído medio cuando el estribo golpea contra la
ventana oval.

Las ondas de aire se
amplifican durante su viaje por el oído medio. Así,
cuando la ventana oval empieza a vibrar al toque del estribo, se
presenta un efecto poderoso sobre el oído interno.
Ahí, las vibraciones se transmiten al fluido que se
encuentra dentro de una estructura con forma de caracol, llamada
cóclea. Esta está dividida a lo largo por la
membrana basilar. La membrana basilar es rígida cerca de
las ventanas oval y circular, y gradualmente se va haciendo
más flexible hacia su extremo. Cuando se empieza a mover
el fluido en la cóclea, la membrana basilar es empujada
hacia arriba y abajo, ondulándose en respuesta a los
movimientos del fluido coclear.

El órgano de Corta descansa sobre la membrana basilar y
se mueve junto con ella. Aquí es donde, finalmente, los
mensajes de las ondas sonoras alcanzan a las células
receptoras del sentido de la audición: cientos de
minúsculas células ciliadas que se encuentran
enclavadas en el órgano de Corti (Spoendlin y Schrott,
1989). como puede ver en la figura, cada célula
ciliada finaliza en un haz de fibras. Esas fibras se flexionan y
estiran por las vibraciones de la membrana basilar. Si las fibras
se doblan unas cien trillonésimas de metro, la célula
envía una señal que se transmite al cerebro por
medio del nervio auditivo. El cerebro reúne la
información proveniente de cientos de estas células
para crear los sonidos. Los científicos, en la

Con respecto al órgano sensorial, el oído,
mostramos su estructura mas adelante

El oído

2.3 Sentidos químicos, el olfato y el gusto

Las sensaciones gustativas y olfativas se manifiestan como
consecuencia del estímulo de células
quimiorreceptores (situadas en la lengua y
mucosa de la nariz) por substancias químicas
específicas. Dispuestos en la mucosa de la lengua y del
paladar blando se hallan unos órganos sensoriales
específicos conocidos por papilas gustativas, las cuales
constan de unas células sensitivas conectadas a neuronas y
rodeadas de células de sostén. En otros vertebrados
los órganos del gusto no están limitados a la boca;
los peces, por
ejemplo, presentan quimiorreceptores en toda la parte externa de
su piel. En
el hombre las
papilas gustativas tienen poros que se abren en la superficie de
la lengua. Se producen cuatro sensaciones básicas del
gusto; agrio, amargo, dulce y salado, cada una relacionada a un
tipo especial de papila, las que están distribuidas
irregularmente, de modo que algunas regiones linguales son
especialmente sensibles a lo dulce, otras a lo amargo y
así sucesivamente. Las papilas gustativas pueden
estimularse eléctricamente, de modo que al paso de la
corriente se despiertan sensaciones características. Por
otra parte, el sabor de una sustancia sólo depende en
parte de los órganos del gusto; el resto se debe al
sentido del olfato. Resulta que muchos alimentos
envían emanaciones a través de las coanas hasta la
cavidad nasal, donde estimulan los receptores de la
pituitaria.

Los órganos sensoriales del olfato están
incluidos en el epitelio que reviste la porción superior
de la cavidad nasal, la cual no está en general ventilada
por el aire respirado; las partículas que penetran en esta
cavidad les llegan por difusión y sucesiva
disolución en el moco que cubre las células
sensibles. Los elementos olfatorios están aislados; se
distinguen de las células epiteliales ordinarias por los
pe los que se proyectan en la capa

Al contrario de lo que ocurre con las sensaciones del gusto,
los distintos olores percibidos no pueden clasificarse en tipos
precisos, pues cada sustancia tiene su olor que le es propio. Lo
más notable es que los órganos olfatorios responden
a cantidades ínfimas de la sustancia olorosa; el
equivalente sintético del olor de violetas, la ionona.
Puede apreciarse por muchos sujetos al estar en el aire en la
proporción de uno por treinta mil millones. El sentido del
olfato se fatiga rápidamente, de manera que un ambiente
cargado de intensos estímulos olfatorios puede parecer
inodoro después de pocos minutos. Esta fatiga es
específica para un determinado estímulo; los
receptores insensibles a un olor reaccionan ante otro con toda
normalidad. Esto sugiere que debe de haber varias clases de
células sensoriales, cada una específica para un
compuesto químico particular. Algunas personas
están por completo privadas del sentido del olfato, en
tanto otras pueden percibir sólo ciertos olores.

La lengua

La nariz

 

CAPÍTULO III

OTROS
SENTIDOS

3.1 Los sentidos
cenestésicos y vestibulares

Los sentidos cenestésicos nos indican la
velocidad y
dirección de nuestros movimientos
así como nuestra posición en el espacio. Los
sentidos cenestésicos proporcionan específica sobre
el movimiento
muscular, los cambios de postura y de tensión sobre
nuestros músculos y articulaciones,
las terminaciones nerviosas especializadas están pegadas
al músculo y los órganos tendinosos a los tendones
que unen el músculo con el hueso, estos dos receptores
especializadas proporcionan información constante de los
cambios musculares.

Los sentidos vestibulares controlan el equilibrio y
la conciencia de la
posición corporal en el espacio. Las aves y los
peces cuentan con estos sentidos para determinar qué
camino es correcto y la dirección a seguir cuando no
pueden ver bien, Como la audición, los sentidos
vestibulares provienen del oído interno, y los
órganos sensitivos son células ciliadas que
envían sus señales por el nervio auditivo.
Realmente, existen dos clases de sensación vestibular. La
primera es la sensación de rotación del cuerpo, que
proviene de los tres canales semicirculares del oído
interno. Al igual que la cóclea, cada canal contiene un
fluido que se mueve cuando la cabeza se vuelve en cualquier
dirección. El movimiento del fluido dobla los haces
ciliados, lo que a su vez estimula las células ciliadas,
que envían un mensaje al cerebro acerca de la velocidad y
dirección de la rotación corporal. El segundo
sentido vestibular es el de gravitación y movimiento hacia
atrás y hacia adelante, arriba y abajo. Este sentido
proviene de los dos sacos vestibulares que están situados
entre los canales semicirculares y la cóclea. Ambos sacos
contienen un fluido gelatinoso que posee millones de diminutos
cristales.

Cuando el cuerpo se mueve horizontal o verticalmente, los
cristales doblan los haces ciliados e inician el mensaje
sensorial. Pero incluso cuando su cabeza está
inmóvil, los cristales doblan algunos haces ciliados,
debido a la gravedad. Esto le informa sobre la posición de
la cabeza en todo momento.

Los impulsos nerviosos de varios órganos vestibulares
viajan al cerebro por el nervio auditivo, pero se desconocen sus
destinos finales en el cerebro. Algunos mensajes del sistema
vestibular se dirigen al cerebelo, que controla muchos de los
reflejos que participan en el movimiento coordinado. Otros van a
las áreas que envían mensajes a los órganos
internos del cuerpo y algunos van al lóbulo parietal de la
corteza cerebral, para su análisis y respuesta.

3.2 Los sentidos cutáneos

La piel es un órgano sensorial con números
receptores nerviosos, distribuidos a lo largo de su superficie.
Todos estos receptores viajan al cerebro por dos vías.
Cierta información va a la medula y al tálamo, y de
ahí a la corteza sensorial en el lóbulo parietal
del cerebro, de la que presumiblemente surgen nuestras
experiencias de tacto y presión. Otra información
va a través del tálamo y después a la
formación reticular, que, como vimos en el capítulo
anterior, es la responsable de activar o desactivar al sistema
nervioso.

Los distintos receptores cutáneos dan origen a las
sensaciones cutáneas de presión, temperatura y
dolor. Pero la relación entre los receptores y nuestras
experiencias sensoriales no es sencilla. Alguna vez los
investigadores creyeron que cada sensación cutánea
diferente estaba relacionada con un tipo específico de
receptor. Pero los estudios fracasaron en revelar una
conexión simple entre los distintos tipos de receptores y
las sensaciones por separado. Ahora, parece más probable
que nuestro cerebro utilice información compleja sobre los
patrones de actividad de muy distintos receptores para detectar y
discriminar sensaciones cutáneas. Por ejemplo, existen
fibras para el frío que aceleran su tasa de disparo cuando
la piel se enfría y reducen su descarga cuando la piel se
calienta. Al contrario, existen fibras para el calor que
aceleran su tasa de descarga cuando la piel se calienta y la
reducen cuando se enfría. El cerebro emplea esa
combinación de información para determinar la
temperatura corporal. Si ambos conjuntos de
fibras se activan de manera simultánea, el cerebro puede
leer el patrón combinado de descargas como "caliente". De
esta manera, podría pensar que toca algo caliente cuando
realmente toca algo caliente y algo frío al mismo tiempo. Este
fenómeno se conoce como calor paradójico

El sentido cutáneo es muy sensible. Por ejemplo, un
desplazamiento de la piel de 0.000101 centímetros puede
originar una sensación de presión. Por otra parte,
las distintas partes del cuerpo difieren mucho en su sensibilidad
a la presión el rostro y las puntas de sus dedos son muy
sensibles, mientras que sus piernas, pies y espalda son mucho
menos sensibles una manera de demostrar esas diferencias en
sensibilidad es aplicar un aparato de medición con dos puntas, a diferentes
partes del cuerpo. ¿A qué distancia deben estar las
puntas antes de que las perciban como dos puntas en lugar de una?
En la espalda, tendrían que estar 34 veces más
distantes que en las puntas de los dedos. No resulta
extraño, pues, que, cuando examinamos cosas con las manos,
lo hagamos con la punta de los dedo. Esta marcada sensibilidad en
la punta de los dedos hace posible la lectura del
alfabeto Braille, la cual requiere identificar los patrones de
minúsculos puntos resaltados sobre un área muy
pequeña.

Al igual que el resto de los sentidos, los sentidos
cutáneos tienen cierta clase de adaptación
sensorial. Meternos en un baño caliente podría
resultar intolerable, pero en unos minutos nos
adaptaríamos al calor, como se adaptan nuestros ojosa la
oscuridad. De manera similar, cuando nos ponemos una prenda de
vestir ligeramente apretada, al principio podemos sentirnos
incómodos, pero después ya no la notamos.
Qué tan rápido ocurre esta adaptación, si
efectivamente ocurre parece depender del área de nuestra
piel que está siendo estimulada y de la intensidad de la
presión: mientras mayor sea el área y más
intensa la presión más tiempo nos tomará
adaptarnos.

3.3 El dolor

Por lo que hemos podido investigar la sensación de
dolor es un acontecimiento sensorial sumamente complejo Por
ejemplo, sería razonable esperar que el daño
corporal provocara dolor, aunque en muchos casos la lesión
física
real no se acompaña de dolor. Y de manera inversa en
muchos casos las personas experimentan un dolor muy claro aunque
no hayas sufrido ningún daño corporal. Es razonable
suponer que el dolor se origina cuando se estimula algún
receptor al dolor. Pero no existe una relación sencilla
entre los receptores al dolor y la experiencia de dolor. De
hecho, los científicos tienen mucha dificultades
aún en localizar los receptores al dolor. El candidato
más probable de receptor libres de receptores del tacto y
la presión en receptores al dolor.

El dolor difiere de los otros sentidos en la manera en que las
personas reaccionan a él. Las personas tienen reacciones
tan distintas al dolor, que algunos psicólogos se
cuestionan si el dolor debería seguir
considerándose como un sentido básico. Por ejemplo,
algunas personas parecen ser totalmente insensibles al dolor. En
un famoso caso, una joven canadiense no sintió nada
cuando, inadvertidamente, se mordió parte de la lengua, ni
cuando sufrió quemaduras de tercer grado por arrodillarse
junto a un radiador caliente (Baxter y Olszewski, 1960). Por otra
parte, las personas difieren mucho en cuanto a la manera en la
que perciben y reaccionan al dolor. Si se quema usted la mano,
quizá tranquilamente podría dejar correr agua
fría sobre la quemadura; otra persona podría
gritar. Hasta nuestras ideas acerca del dolor pueden influir en
cómo lo percibimos.

La cultura y los
sistemas de
creencias también afectan mucho la respuesta a lo que
parecería un doloroso daño corporal. Esto se
muestra en las
representaciones de los danzante de tijera y los faquires. Dada
la gran cantidad de maneras en que las personas perciben el
dolor, resulta difícil medir los valores
característicos al dolor y estudiar los medios por los
que distintos individuos se adaptan a él.

¿Cómo se explican los psicólogos nuestras
diferentes sensibilidades al dolor? Una explicación
comúnmente aceptada es la teoría del control de
entrada
(Melzack, 1980). Según esta teoría, una
"entrada neurológica" en la médula espinal controla
la transmisión de impulsos de dolor al cerebro. Si la
entrada está abierta, experimentamos más dolor que
si se encuentra cerrada. Que la entrada se abra o se cierre
depende de una complicada competencia entre
dos tipos distintos de fibras nerviosas sensoriales. Por una
parte, existen largas fibras que envían el mensaje "cierra
la entrada" cuando son estimuladas, con lo que evitan que los
impulsos de dolor alcancen el cerebro. Pero también
existen fibras cortas que "abren la entrada" cuando son
estimuladas, lo que permite que los mensajes de dolor lleguen al
cerebro. Además, ciertas áreas del cerebro pueden
cerrar la entrada desde arriba, por así decirlo, al enviar
señales a las fibras de la médula espinal que
cierran la entrada. Finalmente, si no prestamos atención al dolor, podemos experimentar una
disminución del mismo. Todos estos mecanismos contribuyen
a que, en las mismas circunstancias, una persona experimente un
dolor agudísimo mientras que otra no lo sienta en
absoluto. En realidad, no sabemos por qué algunos
individuos experimentan el dolor tan diferentemente que otros.
Desde la perspectiva de la teoría del control de entrada,
esas diferencias se deben a la cantidad de fibras cortas o largas
que las personas poseen, o quizá a los distintos niveles
de control que pueden ejercerse sobre el mecanismo de entrada
desde las áreas cerebrales superiores. O tal vez resulte
que algunas personas tengan defectos en sus entradas.

CAPÍTULO IV

LA
PERCEPCIÓN

El término percepción hace referencia a la
manera de interpretar la información que recibimos a
través de los órganos de los sentidos de nuestro
organismo. La información que éstos captan de forma
directa recibe el nombre de sensación, y lo que
vivimos como experiencia son las impresiones sensoriales reales.
Pero, a estas impresiones sensoriales hay que darles
sentido, tienen que ser algo más que un conjunto de
colores, sonidos
u olores, necesitamos interpretarlas. En la
percepción visual (la visión es el sentido que los
psicólogos han estudiado con más profundidad)
necesitamos poder
distinguir los objetos del fondo en que están situados;
decir si un objeto está más alejado que otro;
reconocer patrones familiares en las caras, así
sucesivamente. El estudio psicológico de la
percepción implica averiguar cómo la generamos y
las teorías
que los psicólogos han desarrollado para explicarla.
Debemos aclara que atención no es lo mismo que
percepción, pero ambas están muy relacionadas.

4.1 Organización perseptual

A principios de
siglo, un grupo de
psicólogos alemanes, a los que se denomina
"psicólogos de la Gestalt",
emprendieron la tarea de descubrir los principios mediante los
cuales interpretamos la información sensorial. La palabra
alemana gestalt no tiene un equivalente exacto en español,
pero esencialmente significa "totalidad", "forma" o
"patrón". Los psicólogos de la Gestalt creyeron que
el cerebro crea una experiencia perceptual coherente que es
más que la simple suma de la información sensorial
disponible, y que lo hace de manera regular y predecible.

Una parte importante del proceso
perceptual implica que somos capaces de distinguir las figuras
del fondo
sobre el que aparecen. Una silla tapizada
coloridamente se destaca de las lisas paredes de una
habitación. Una estatua de mármol se percibe como
figura completa que resalta de la pared de ladrillo rojo que se
encuentra detrás de ella. En todos los casos, percibimos
ciertos objetos como "figuras" y determinado tipo de
información sensorial sólo como "fondo".

La distinción entre figura y fondo concierne a todos
nuestros sentidos, no únicamente a la visión.
Podemos distinguir un solo de violín contra el fondo de
una orquesta sinfónica, una voz en medio de una ruidosa
fiesta de cóctel y el aroma de las rosas en una
florería. En todos estos ejemplos, percibimos una figura
separada del fondo que la rodea.

Sin embargo, a veces no existen suficientes señales en
un patrón que nos permitan distinguir con facilidad una
figura de su fondo. A veces, una figura con contornos definidos
puede percibirse de dos maneras diferentes porque no es claro
qué parte del estímulo pertenece a la figura y
cuál al fondo. Mas adelante se muestran figuras que
ejemplifican las dificultades de separar la figura del fondo.

Percepción de figura y fondo

4.2 Las leyes de
Gestalt

Durante los años treinta, los psicólogos de la
Gestalt investigaron la manera en que percibimos los objetos y
las figuras. Identificaron un conjunto de principios de la
percepción
, a los que se refirieron como las leyes
Pragnanz
. La palabra Pragnanz tiene el mismo origen
lingüístico que nuestro término "pregnancia",
y significa "cargado de significado’ Las leyes de la
Gestalt demuestran cómo atribuimos un significado de
algún tipo incluso a la mayoría de simples
colecciones de estímulos visuales. En conjunto existen
cuatro principios:

El primero es el principio de la semejanza. De acuerdo
con este principio, si miramos un conjunto de estímulos, y
si no se aplica ninguna de las otras leyes de la Gestalt,
automáticamente agruparemos los estímulos
similares. Los vemos como si se "pertenecieran" unos a otros.

El segundo principio: el principio de proximidad. De
acuerdo con este principio, los estímulos cercanos a otros
se perciben como parte integrante de un grupo, incluso sino son
demasiado similares.

El tercero, y quizá el más remarcable de los
principios de la percepción de la Gestalt, se conoce como
el principio de cierre. En general, significa que tendemos
a preferir las figuras cerradas sobre las líneas
fragmentadas o no conectadas. Este principio es tan importante
que supera a los demás.

La cuarta de las leyes de la Gestalt es el principio de la
buena Gestalt o del contexto. Este afecta nuestra
percepción de manera que preferimos figuras que parezcan
redondeadas o simétricas a las que aparecen fragmentadas o
desordenadas. Aunque podemos aprender a apreciar estas ultimas,
como en algún movimiento artístico determinado,
como regla general las personas identifican las figuras con una
"buena Gestalt" con mucha mayor rapidez que las figuras menos
estructuradas o más complejas.

Las leyes de Gestalt

Principio de semejanza

 

Principio de proximidad

 

Principio de cierre

Principio de buena Gestalt

4.3 Constancias Preceptúales

Se refiere a la tendencia de percibir los objetos como
relativamente estables o inmutables a pesar de la
información sensorial cambiante sin esta capacidad el
mundo resultaría muy confuso. Una vez que nos hemos
formado la percepción estable de un objeto lo podemos
identificar desde cualquier posición a casi cualquier
distancia.

Una casa blanca se percibe como una casa blanca, de día
de noche y desde cualquier Angulo, la iluminación o el cambio de perspectiva,
puede cambiar, pero el objeto se percibe como constante.

Tendemos a percibir los objetos en su tamaño real,
independientemente del tamaño de la imagen que
envían o proyectan sobre la retina, entre más lejos
se encuentre un objeto del cristalino del ojo, más
pequeña será la imagen retiniana. Por ejemplo, un
hombre de 1.80
metros de estatura, parado a 6 metros de distancia, envía
una imagen retiniana que es solamente el 50 por ciento del
tamaño de la imagen retiniana que emitiría a una
distancia de 3 metros. Pero no se percibe como si midiera 90
centímetros.

La memoria y la
experiencia son partes importantes en la constancia perceptual.
También la constancia de tamaño depende
parcialmente de la experiencia (la información sobre los
tamaños relativos de los objetos se almacena en la memoria), y
depende asimismo de las señales de distancia. Cuando no
existen señales de distancia, la constancia de
tamaño cuenta únicamente con lo aprendido de
nuestra experiencia con un objeto.

Obviamente, ocurren muchos errores cuando no hay indicios de
distancia, pero son menos de los que esperaríamos en vista
de los cambios importantes en el tamaño de la imagen
retiniana. A cierta distancia, podríamos suponer que una
mujer mide 1.65
metros cuando realmente mide 1.69, pero difícil mente
alguien la percibirá con una estatura de 1.45 metros, sin
importar a qué distancia esté. La experiencia nos
indica que los adultos rara vez son tan pequeños.

También tendemos a ver los objetos conocidos con una
forma constante, aunque las imágenes retinianas que
arrojan cambien cuando se ven desde distintos ángulos. Un
plato se percibe como un círculo aunque esté
inclinado y la imagen retiniana sea oval. Una puerta rectangular
proyectará una imagen rectangular sobre la retina,
únicamente cuando se vea directamente de frente. Desde
cualquier otro ángulo, proyectará una imagen
trapezoidal sobre la retina, pero no se percibirá como si
de pronto se hubiese convertido en una puerta trapezoidal

Otras dos constancias importantes son la constancia de
brillantez y la constancia de color. El primer principio
significa que aunque la cantidad de luz a disposición de
los ojos varíe mucho, la brillantez percibida de los
objetos conocidos difícilmente cambiará. Percibimos
una hoja de papel blanco como más iluminada que un pedazo
de carbón cuando vemos esos objetos a la luz de una vela o
bajo brillante luz de día. Esto parece obvio, pero tenga
en mente que el carbón a la luz del sol refleja más
luz que la hoja blanca a la luz de una vela, pero siempre
percibimos al papel blanco como más brillante. La
explicación de la constancia de brillantez es que un
objeto blanco o negro o gris reflejará el mismo porcentaje
de luz que incida sobre él, aunque sea la luz de una vela,
de una lámpara fluorescente o del sol. Lo que importa no
es la cantidad de luz que refleja el objeto, sino cómo se
compara la reflexión relativa a los objetos
circundantes.

De manera similar, tendemos a percibir que los objetos
conocidos conservan sus colores, independientemente de la
información que alcanza al ojo. Si tiene un
automóvil rojo, lo verá como rojo, aunque
esté en una calle brillantemente iluminada o en una
cochera oscura, en donde la pequeña cantidad de luz
podría mandar un mensaje a su ojo de que el color se
acerca más al café o
al negro que al rojo. Pero la constancia de color no siempre
funciona. Cuando los objetos son desconocidos no hay
señales de color comunes, la constancia de color se
distorsiona como cuando compramos un par de pantalones en una
tienda brillantemente iluminada, solamente para descubrir que a
la luz del día no son del tono que pensamos que eran.

A lo largo de la presentación de estos principios, el
tema común es que, con frecuencia, nuestras experiencias
preceptúales van más allá de la
información sensorial que recibimos. De hecho, nuestras
experiencias preceptúales rara vez corresponden de manera
exacta con la información que recibimos de nuestros
sentidos.

Resumiendo podemos mencionar tipos de constancia
perseptual:

  • Constancia de tamaño Percepción de un
    objeto como del mismo tamaño, independientemente de la
    distancia a la que lo vemos.
  • Constancia de la forma Tendencia a ver un objeto
    como de la misma forma, sin importar el ángulo desde el
    que se le vea.
  • Constancia de brillantez Percepción de que la
    brillantez es la misma a pesar de que varíe la cantidad
    de luz que incide sobre la retina.
  • Constancia de color Tendencia a percibir los objetos
    familiares como si mantuvieran su color, a pesar de cambios en
    la información sensorial.

Ejemplo Constancia de forma

CAPÍTULO IV

CURIOSIDADES DE LA PERCEPCIÓN
VISUAL

El triangulo imposible

¿Qué percibes?

¿Son sólo manchas?

Apliquemos el principio de cierre

CONCLUSIONES:

  1. En todos los procesos
    sensoriales existe debe existir un estimulo lo suficientemente
    fuerte para generar una reacción en las células
    sensitivas, estas a su vez generan un impulso nervioso que
    viaja al cerebro para su descodificación.
  2. Los umbrales se refieren a la mínima cantidad
    necesaria para generar una reacción (absoluto) y a la
    mínima variación en el estimulo que puede ser
    captada(diferencial)
  3. Para los seres humanos el sentido del que más
    dependemos es la visión, además es uno de los
    sentidos más estudiados y por ende del que se tiene
    más información.
  4. Los sentidos y ruidos que escuchamos son experiencias
    psicológicas creadas pro el cerebro en respuesta a la
    estimulación.
  5. El olfato y el gusto son sentidos químicos y forman
    de forma muy similar
  6. Sin los procesos perceptivos seria imposible comprender los
    eventos
    internos o externos.
  7. Los fenómenos preceptúales son flexibles ante
    la realidad pero aun así pueden llevarnos a
    errores.

ANEXOS

ANEXO 1

Prueba del daltonismo

Esta imagen forma parte de la prueba estandarizada para el
daltonismo. Los individuos con una visión normal del color
ven el número 57, mientras que aquéllos con
deficiencias para el rojo y el verde ven el número
35. El daltonismo, una incapacidad para
distinguir entre el verde y el rojo y,
algunas veces, entre el azul y el amarillo, está causado
por un defecto en uno de las células sensibles al color de
la retina. El daltonismo afecta aproximadamente a una de cada
treinta personas.

ANEXO 2

TEST DE PERCEPCIÓN DE DIFERENCIAS

MANUAL

El uso y la evaluación
de este test no requiere
de formación profesional en psicología o
psicometría dentro de las siguientes líneas se
incluye los aspectos técnicos como la normativa general
para la administración y corrección de las
pruebas.

Materiales: esta compuesto por una hoja de 60 celdas, las que
contiene 3 "caritas" la misma que funsiona como hoja de
respuesta.

Aplicación: Se debe entregar la hoja de respuesta,
precedida de las indicaciones. (marca la carita
diferente en cada celda)

Perfil de puntuación: Aplicar una regla de tres simple,
siendo 60 equivalente a 100% y el número de marcas correctas
a el porcentaje percepción diferencial.

Calificación: percepción de diferencias

PUNTAJE

CATEGORIA

BAJA

-45%

PROMEDIO

De 45% a 55%

ALTA

+55

BIBLIOGRAFÍA

  1. Sensación y Percepción
  2. COREN, Stanley (2001)

    SANTIAGO DE TORRES, Julio (1999)

  3. Procesos Psicológicos Básicos

    DEMBER, William (1990)

  4. Psicología de la percepción

    PAIN, Sara

  5. Psicometría General
  6. Introducción a la psicolingüística

Nicky Hayes

 

Felix Fernando La Rosa Alvarez

FACULTAD DE ESTOMATOLOGÍA

DOCTORA: ROSARIO ZARATE CARDENAS

2007

 

Partes: 1, 2, 3
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