- Antecedentes, causas y
contexto - Inicios de la Reforma
Protestante - Tipos de
reforma - Anexos
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Durante el siglo XVI, varios religiosos, pensadores y
políticos intentaron provocar un cambio
profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia
cristiana en la Europa
Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones papales
de dominio sobre
toda la cristiandad. Más específicamente,
rechazaron con determinación la validez de la venta de
indulgencias propiciada por el Papa romano, a través de la
cual la Iglesia de Roma
"vendía" la salvación al mejor postor. A este
movimiento
religioso se le llamará posteriormente Reforma
Protestante, por ser un intento de reformar la Iglesia buscando
la revitalización del cristianismo
primitivo y que fue apoyado políticamente por un
importante grupo de
príncipes y monarcas que "protestaron" contra una
decisión de su emperador. Este movimiento hundía
sus raíces en elementos de la tradición
católica medieval, como el movimiento de la
Devoción moderna en Alemania y los
Países Bajos, que era una piedad laica
antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la
segunda generación del humanismo la
siguió en gran medida. Comenzó con la
predicación del sacerdote agustino Martín Lutero,
que revisó las doctrinas medievales según el
criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En
particular, rechazó el complejo sistema
sacramental de la Iglesia medieval, que permitía y
justificaba exageraciones como la "venta de indulgencias",
según Lutero, un verdadero secuestro del
Evangelio, el cual debía ser predicado libremente, y no
vendido.
La Reforma Protestante dependió del apoyo de
algunas autoridades civiles para poder reformar
iglesias de ámbito estatal (posteriormente iglesias
nacionales). Los grandes exponentes de la reforma fueron
Martín Lutero y Juan Calvino. El Protestantismo ha llegado
a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con una
feligresía que actualmente supera los quinientos millones
y que se expande rápidamente en América
Latina, Asia y
África.
Capítulo I
ANTECEDENTES, CAUSAS Y CONTEXTO.
Las causas de la gran revuelta religiosa del siglo XVI,
deben ser buscadas desde el siglo XIV. La doctrina de la Iglesia
era pura; santos eran frecuentes en Europa. Las condiciones
desafortunadas que existieran fueron influencias civiles. La vida
eclesiástica y religiosa mostró educación y caridad;
el arte religioso,
misioneros, eran muchos; sin embargo gradualmente crecieron
condiciones políticas
y sociales que pusieron trabas a la reformación en la
Iglesia.
El papado era el poderoso centro de la familia
Cristiana de las naciones, y como lo había hecho por los
siglos, en unión con el episcopado y el clero,
realizó una actividad de las más benéficas.
Pero poco a poco los objetivos
cambiaron convirtiéndose el poder político,
posesiones materiales,
privilegiada posición en la vida pública, la
defensa de derechos históricos
antiguos, intereses terrenales de diversos tipos eran muy
frecuentes. El propósito religioso y eclesiástico,
fue relegado a un segundo plano.
Ejemplo de lo anterior, la lujuria prevalecía y
la práctica del celibato no era muy seguida. Esfuerzos
para restaurar la iglesia fueron hechos, tales esfuerzos, no
obstante, no tuvieron éxito
en cumplirlas permanentemente.
La autoridad de
la Santa Sede también había sido dañada, el
Papado quedó obscurecido en las mentes de los Cristianos.
Había serios abusos administrativos en el papado. La
centralización de la
administración había originado que los recursos se
quedaran en Roma
Príncipes y gobernadores se formaron una conciencia hostil
a la Iglesia; lo que condujo a frecuentes colisiones entre
Iglesia y Estado y para
fortalecer su autoridad, los papas del siglo XV hicieron en
varias ocasiones ciertas concesiones a las autoridades civiles,
tanto que éstas ya se metían en los asuntos
eclesiásticos. En lo futuro, la Iglesia estaría
subordinada al poder civil,
Durante el Renacimiento
el ideal religioso del Cristianismo estaba perdido de vista para
mucha gente, un materialismo
apareció entre todas las clases caracterizado por amor al
placer, un deseo de adquisición poder; el método
teológico tradicional se había degenerado, los
Humanistas cultivaron nuevos métodos y
basaron la Teología en la Biblia y en el estudio de los
Padres de la Iglesia, un movimiento esencialmente bueno; pero se
llegó al fanatismo que se descartó; sin embargo,
había ganado la simpatía del mundo por ello la
reforma no solo fue en la teología sino también en
el dogma.
El camino estaba preparado para la reforma, muchos
fueron los avisos, todos la esperaban; pero una renovación
general empezando por Roma no fue asumida, por lo que se
llegó al grado de una revolución, que habría separar de la
unidad de la Iglesia.
Capítulo II
En el siglo XVI se produjo una gran crisis
en la Iglesia cristiana de la Europa Occidental por los
numerosos problemas de corrupción eclesiástica y
falta de piedad cristiana. La gota que derramó el
vaso fue la venta de indulgencias para financiar la
construcción de la Basílica de
San Pedro en Roma, que provocó finalmente que la
cristiandad occidental se dividiese prácticamente en
dos mitades, una liderada por la Iglesia Católica
Romana, que tras el Concilio de Trento se reivindicó
a sí misma como la única heredera
válida de la cristiandad occidental expulsando
cualquier disidencia y sujetándose por completo al
dominio del Papa romano y otra mitad que fundó
varias iglesias propias, generalmente de carácter nacional para, en su
mayoría, rechazar la herencia
cristiana medieval y buscar la restauración de un
cristianismo primitivo idealizado. Esto dio lugar a que
Europa quedara dividida entre una serie de países
que reconocían al Papa de Roma, como supremo y
único jefe de la Iglesia, y los países que
rechazaban las pretensiones de Roma y que recibieron el
nombre de protestantes. Dicha división
fomentó toda clase de
odios y de guerras
religiosas en Europa.La Reforma protestante se inició en
Alemania y se explica en gran parte por las condiciones
económicas y sociales que tenía el Sacro
Imperio
Romano Germánico. Numerosas ciudades eran muy
ricas gracias al comercio, ademas los burgueses eran
partidarios del humanismo y de reformar la corrupta
Iglesia. Pero el grupo más importante en Alemania
era la alta nobleza; los grandes nobles eran casi
independientes y señores de numerosas tierras y
vasallos campesinos, siempre estaban conspirando contra la
autoridad del emperador, que apenas tenía poder
sobre ellos. Pero junto a la alta nobleza existía
una pequeña nobleza formada por los nobles
más pobres y los segundones de las grandes casas
nobiliarias. A principios
del siglo XVI, esta pequeña nobleza estaba
completamente arruinada y para recuperar sus ingresos,
los pequeños nobles buscaban una oportunidad para
apoderarse de los bienes y
las improductivas tierras de la Iglesia. La pequeña
nobleza aprovechó las ideas de los humanistas, que
criticaban las excesivas riquezas, pompas y boatos de la
Iglesia, para proclamar que el clero no tenía
necesidad de propiedades e intentar quedarse con sus
cuantiosas riquezas. Por esta razón, la
pequeña nobleza será la primera en apoyar y
aprovechar las convulsiones reformadoras.El fundador de la Reforma protestante fue el monje
agustino alemán Martín Lutero, quien era un
hombre
profundamente religioso preocupado por la salvación
de su alma y,
por este motivo, ingresa en 1507 en la orden religiosa de
los agustinos buscando la paz espiritual.En el convento, Lutero prosiguió sus
estudios y se convirtió en un experto en la Biblia y
en los autores cristianos medievales; llegó a ser un
doctor universitario y se le contrató para dar
clases en la nueva universidad de Wittenberg, que entonces era
la capital
del ducado de Sajonia. A partir de la revitalización
que vivió el Sacro Imperio Romano Germánico
desde que Otón I el Grande se convirtiera en
emperador en el 962, los papas y emperadores se vieron
involucrados en una continua contienda por la
supremacía en losasuntos temporales y terrenales. Este conflicto concluyó, a grandes rasgos,
con la victoria del Papado, pero creó profundos
antagonismos entre Roma y el Imperio, que aumentaron
durante los siglos XIV y XV. La animosidad provocada por
los impuestos
papales y por la sumisión a los delegados
pontificios se extendió a otras zonas de Europa. En
Inglaterra, el principio del movimiento para
lograr una independencia absoluta de la
jurisdicción papal empezó con la
promulgación de los estatutos de Mortmain (1279),
Provisors (1351) y Praemunire (1393), que redujeron, en
gran medida, el poder de la Iglesia en el control
del gobierno
civil sobre las tierras, en el nombramiento de cargos
eclesiásticos y en el ejercicio de la autoridad
judicial.Inicios de
la Reforma Protestante
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