- Resumen
- Ciencia y
tecnología - Ciencia,
tecnología y sociedad - Ciencia,
tecnología y sociedad: el movimiento armónico de
la historia - Las
cátedras de ciencia, tecnología y
sociedad - El riesgo
de la ciencia y la tecnología - Bibliografía
RESUMEN
Un trabajo
esencialmente dedicado a analizar la historia de la ciencia y
la tecnología a través de sus diversas
etapas y su relación con las estructuras
sociales, mediante un enfoque epistemológico. La cualidad
que lo parametriza es la pregunta: ¿es totalmente
verosímil el conocimiento
científico? Se examina la interacción de la ciencia y
tecnología; de la ciencia y la tecnología con la
sociedad; el
papel de las Cátedras de Ciencia, Tecnología y
Sociedad (CTS) en las universidades; y el riesgo que pueden
presentar la ciencia y la tecnología y la manera de
modelarlo. Empleando la relación entre las
categorías de lo histórico y lo lógico, se
muestra
cómo la universalidad del movimiento
armónico no se reduce al mundo físico ni al mundo
de las ideas sino también al movimiento de la historia de
la humanidad.
1.
INTRODUCCIÓN
El devenir de las relaciones entre la ciencia, la
tecnología y la sociedad es un asunto de primordial
importancia para los historiadores y para la discusión
contemporánea sobre epistemología. El hecho real de los
riesgos
enormes que introduce en el ambiente y en
la especie humana las energías gigantescas involucradas en
los procesos
tecnológicos de hoy día han hecho dudar a muchos de
la confianza que el Positivismo
depositó en la ciencia. Por otro lado la naturaleza
social de la ciencia promueve sospechas sobre la eticidad de las
comunidades científicas. Ello conduce a la
aparición de una filosofía de la ciencia y la
tecnología que analiza crudamente el enfoque
humanístico de los científicos y tecnólogos.
Se debate
la inevitabilidad de la tecnología y el papel de
esta en el desarrollo de
la historia y de la cultura
humanas. Y el debate se extiende a algo aún más
importante: ¿refleja verdaderamente la ciencia la
realidad, o sus conceptos son el resultado de convenciones
sociales más o menos ventajosas para determinados grupos de
poder? Estos
primerísimos temas de la historia por construir en el
siglo XXI serán analizados en los párrafos que
siguen.
2. CIENCIA Y
TECNOLOGÍA
La ciencia es un cuerpo de teorías. Las teorías
científicas establecen redes conceptuales cuyos
nudos son los conceptos teóricos (átomo,
evolución biológica, afinidad
química).
Las cuerdas que unen estos nudos son los principios
(conservación de la energía, incertidumbre, etc.) y
toda la red, como en
un circo de trapecistas, va fijada al suelo de la
experiencia que tenemos del mundo. La metáfora de la
ciencia como una red de trapecistas fue
condicionada por Feigl (1970) al señalar que el anclaje al
suelo de la experiencia procedía mediante "reglas
semánticas" que contienen tanto conceptos teóricos
como observacionales mediados por instrumentos de laboratorio,
con lo cual se conectan al mundo de la experiencia de un modo
parcial e indirecto. No aclaró por qué esta
razón indirecta produce resultados que explican
racionalmente los fenómenos del mundo ni por qué
siendo la conexión parcial, los conceptos teóricos
de la ciencia sirven para aplicarlos a la confección de
máquinas que producen los bienes que a
su vez reproducen constantemente la vida.
La tecnología es el proceso por
razón del cual los humanos engendran ciertos resultados
que les permite generar herramientas,
máquinas, destrezas, pero cuya actividad se lleva a cabo
mediante determinados patrones organizativos y
éticos. Roszak (1968) duda que "las necesidades
vitales del hombre son
(…) de naturaleza técnica", por cuanto ellas
competerían entonces "a algún tipo de análisis formal que puede ser realizado por
especialistas poseedores de ciertas habilidades
impenetrables".
La ciencia conforma un sistema,
construido históricamente, de conocimientos ordenados cuya
veracidad se comprueba firmemente en el curso de la
práctica social. Y por las necesidades de la
tecnología se determina el desarrollo de la ciencia. Estas
afirmaciones requieren aclaración.
Se ha descubierto que conforme más primitiva es
una lengua, es
más concreta. "Los lapones tienen veinte nombres para el
hielo, once para el frío, cuarenta y uno para la nieve,
veintiséis para las heladas y el deshielo" (Zubov, 1964).
Y ello es natural, pues las diversas variantes de enfriamiento
del medio en que viven es vital para los lapones. En todas las
lenguas primitivas se observa el mismo fenómeno. El ser
primitivo requiere una memoria visual
extraordinaria para reconocer y orientarse en su ambiente de
vida. En el ser primitivo el pensamiento
concreto
predomina sobre el abstracto. "…los bacairis de América
del Sur emplean distintos nombres para designar las variedades de
papagayos pero carecen del nombre genérico
papagayo".(Ibid.).
El proceso del conocimiento
humano obviamente debe seguir las reglas de evolución del
lenguaje y por
ello se entiende como un inicial ascenso de lo concreto a lo
abstracto, un posterior ascenso a lo concreto, y así
continúan de este modo los ciclos. El roce de dos maderos
produjo los primeros chispazos, el golpear de dos pedernales
produjo los primeros petaloides pero los conceptos "fuego" y
"petaloides" no aparecieron en ese momento. La acumulación
de hechos concretos: diferentes formas de producir la chispa que
enciende la yesca, diferentes maneras de pulir los petaloides,
provocan descubrimientos de regularidades a las
cuales entonces se nombran (fuego, petaloides) porque orientan al
hombre a un resultado social diferente: el fuego permite cierta
seguridad para
vivir y los petaloides, alimentarse también con
determinada seguridad. Pero esta seguridad es relativa. Si la
sociedad crece ya el fuego abierto no es suficiente ni tampoco lo
son los petaloides. Aquellas regularidades abstractas ahora son
concreciones que se necesita investigar para descubrir nuevas
propiedades desconocidas que permitan más seguridad en la
vida y la alimentación. El descubrimiento de estas
propiedades logra un nuevo ascenso pero ahora de las concreciones
investigadas a abstracciones aún más complejas.
Estos ciclos de pensamiento son acompañados de sucesivos
análisis y síntesis.
Una de las propiedades del fuego es ablandar las carnes.
¿Ablandará la piedra? Se encuentran piedras
brillantes de cobre que se
ablandan con el fuego. Una de las propiedades de los petaloides
es la profundidad del corte. Y de repente se produce una inducción genial. El cerebro humano
conecta ambas propiedades y aparecen las hachas de cobre, las
herramientas de cobre. Este entrelazamiento de pensamiento
concreto y abstracto, de análisis y síntesis, es el
entrelazamiento de ciencia y
tecnología que podemos seguir hasta hoy, cuando la
humanidad descubre las partículas elementales e inventa
aplicaciones para la energía
nuclear derivada de ellas. Por supuesto, hay riesgos, la
actividad laboral no es
absolutamente segura ni cuando un ser primitivo cuece al fuego la
carne ni cuando se obtiene energía de una central nuclear.
Latour y Woolgar (1979/1986) argumentan que el riesgo lo genera
el chambón trabajo en los laboratorios y nada más.
No hay complejidades por el momento insalvables, no existe el
error no culposo, el pecado es irredimible. Se abordará
esto más adelante en este artículo.
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