- Resumen
- Reforma
- Clamor
por la Reforma - Factores
que promovieron la Reforma - El
avivamiento católico romano - Guerra
de los treinta años - Conclusión
- Bibliografía
Reforma y Contrarreforma.
Insurrección en Europa
RESUMEN
Movimiento religioso surgido en el siglo XVI en el
ámbito de la Iglesia
cristiana, que supuso el fin de la hegemonía de la Iglesia
Católica y la instauración de distintas iglesias
ligadas al protestantismo. La Reforma, precedida por la cultura del
renacimiento y,
de alguna forma, seguida por la Revolución
Francesa, alteró por completo el modo de vida de
Europa occidental e inició la edad moderna.
Aunque se inició a principios del
siglo XVI, cuando Martín Lutero desafió la autoridad
papal, las circunstancias que condujeron a esa situación
se remontan a fechas anteriores y conjugan complejos elementos
doctrinales, políticos, económicos y
culturales.
El término Reforma y su valoración
histórica considerándola como sólo un suceso
religioso es inapropiado. La realidad es que más que una
reforma fue un cisma de disensión eclesiástica e
ideológica. Evaluarla sólo como un evento
eclesiástico tampoco es certero; la historia propone que
más bien fue un movimiento
cuyas causas y circunstancias provenían de situaciones
políticas, sociales e ideológicas
que posibilitaron que sólo en ese momento, y no antes como
se había intentado, se comenzara a limitar el absolutismo y
la mano de hierro con que
la Iglesia Romana azotaba al viejo continente.
Con el Renacimiento,
los ojos de los hombres tanto tiempo
enfocados en los cielos, comenzaron a volverse hacia el mundo
circundante y bajo ellos. Los mismos fundamentos de la autoridad
católica romana fueron socavados por las nuevas formas de
pensamiento
humanista.
La Reforma católica si bien tuvo su momento de
apogeo en el siglo XVI, puede afirmarse que en el terreno
ideológico comenzó con el Renacimiento y la
doctrina humanista de principios del siglo XIV; movimientos que
fueron potenciados por algún traspié de la Iglesia
Romana como la Cautividad Babilónica y el Gran Cisma de
Occidente, que cuestionaban la moral
eclesiástica romana y sus propósitos.
La Reforma destruyó el monopolio de
la fe y de la
organización eclesiástica de los pueblos
Cristianos de Europa, separó a muchos millones de la
Iglesia Romana.
Es probable que si la situación no hubiese sido
tan propicia un proceso de
cambio similar
se daría varios siglos después, o por el contrario,
otros proponen que los sucesos de este período pueden ser
que hayan salvado a la Iglesia Católica Romana de la
completa decadencia interna y del provincialismo, en un tiempo en
que el mundo estaba en rápida expansión.
Ciertamente, sin el estímulo y la redefinición que
surgieron del conflicto con
los reformadores, la Iglesia Romana hubiera estado mal
preparada para enfrentar lo que le esperaba en un mundo nuevo y
más grande. Sin la Reforma, a la corrompida Iglesia Romana
tal vez le hubiese tocado la misma suerte que siguió el
Imperio que varios siglos antes la alojó.
Nadie puede afirmar que podría haber pasado, pero
lo que sí es seguro es que la
Reforma marcó a fuego a Europa y dictó el desarrollo de
los siguientes siglos.
La historiografía tradicional francesa
considera que la edad moderna transcurre entre los siglos XVI
y XVIII, situando sus comienzos en torno a la
caída de Constantinopla en 1453, al descubrimiento de
América en 1492 y al fenómeno
cultural del renacimiento, en tanto que emplaza su final en
el derrumbamiento de la vieja monarquía y el proceso revolucionario
iniciado en 1789 (Revolución Francesa), con el que se
iniciaba la contemporaneidad. En cambio, en la
historiografía anglosajona el término
‘moderno’ hace referencia a un periodo más
prolongado y móvil. En consecuencia, la
duración de los tiempos modernos tradicionalmente se
ha situado tras el renacimiento, hacia el año 1600, y
su final tiende a prolongarse en el tiempo hasta el siglo XX.
Esto nos habla de la magnitud de la Reforma, que puede llegar
a ser considerada como el inicio de la edad moderna; cuando
el hombre
deja de fijar sus ojos en el firmamento, comienza un
replanteo que modificaría sus creencias y llega a
cuestionar la autoridad de la Iglesia Católica
Romana.El término Reforma y su valoración
histórica considerándola como sólo un
suceso religioso es erróneo. La realidad es que
más que una reforma fue una revolución, y en
vez de limitarse al ámbito eclesiástico
llegó a penetrar en todas las castas sociales de la
Europa occidental y central. Hablar de la reforma como un
evento eclesiástico no es certero; la historia propone
que más bien fue un movimiento cuyas causas y
circunstancias provenían de situaciones
políticas, económicas, sociales e
ideológicas que posibilitaron que sólo en ese
momento, y no antes como se había intentado, se
comenzara a limitar el absolutismo y la mano de hierro con
que dominaba la Iglesia Romana al viejo
continente.La Reforma católica si bien tuvo su momento
de apogeo en el siglo XVI, puede afirmarse que en el terreno
ideológico comenzó con el Renacimiento y la
doctrina humanista de principios del siglo XIV; movimientos
que fueron potenciados por algún traspié de la
Iglesia Romana como la Cautividad Babilónica y el Gran
Cisma de Occidente, que cuestionaban sobre la moral
eclesiástica y sus propósitos.Más de un siglo de matanzas y persecuciones
siguieron a los reformistas, propiciados por la Iglesia
Romana en un intento por reprimir a los disidentes. Pero el
esfuerzo de la Iglesia por mantener su "cesaropapismo" fue
vano, se vio obligada a relegar gran parte de su influencia,
y los estados del norte de Europa dejaron de responder al
órgano eclesiástico.INTRODUCCIÓN
1.
REFORMAMovimiento religioso surgido
en el siglo XVI en el ámbito de la Iglesia cristiana,
que supuso el fin de la hegemonía de la Iglesia
católica y la instauración de distintas
iglesias ligadas al protestantismo. La Reforma, precedida por
la cultura del renacimiento y, de alguna forma, seguida por
la Revolución Francesa, alteró por completo el
modo de vida de Europa occidental e inició la edad
moderna. Aunque se inició a principios del siglo XVI,
cuando Martín Lutero desafió la autoridad
papal, las circunstancias que condujeron a esa
situación se remontan a fechas anteriores y conjugan
complejos elementos doctrinales, políticos,
económicos y culturales.
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