- Bacilos
grampositivos - Especies del género
bacillus - Especies del
género clostridium - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Los bacilos grampositivos son cosmopolitas ya que
forman esporas, tenemos a las especies bacillus como
también esta Bacillus Anthracis, Bacillus
cereus.
Los géneros, Bacillus y
Clostridium, la mayoría no causan enfermedad y no
se han estudiado en la microbiología médica.
Especies del genero
Clostridium como también tenemos los clostridium
botulinum, tetani, clostridios que producen infecciones
invasoras y clostridium difficile, enfermedad
diarreica.
1. Bacilos
grampositivos formadores de esporas:
Bacillus y Clostridium
Los bacilos grampositivos formadores de esporas son las
especies de los géneros Bacillus y
Clostridium. Estos bacilos son cosmopolitas y debido a que
forman esporas, pueden sobrevivir en el ambiente por
muchos años. El género
Bacillus es aerobio, en tanto que los clostridios son
anaerobios obligados.
De las numerosas especies de ambos géneros,
Bacillus y Clostridium, la mayor parte no causan
enfermedad y no se han estudiado en la microbiología
médica. Sin embargo, varias especies. Causan enfermedades importantes en
el hombre. El
ántrax padecimiento prototipo en la historia de la
microbiología, es causado por Bacillus anthracis.
El ántrax sigue siendo una enfermedad importante de los
animales. y en
ocasiones del hombre y B.
anthracis podría ser un agente principal de guerra
biológica. Bacillus cereus causa envenenamiento por
alimentos y a
veces infecciones oculares y otras localizadas. Los clostridios
causan varias enfermedades graves mediadas por toxinas:
Clostridium tetani, tétanos; Clostridium
bofulinum, botulismo; Clostridium perfringens,
gangrena gaseosa; y Clostridium difficile, colitis
seudomembranosa. En infecciones mixtas por anaerobios en el
hombre. También se han encontrado otros
clostridios
Los microorganismos del género Bacillus
son bacilos grampositivos, aerobios, grandes, que se agrupan
formando cadenas. La mayor parte de los miembros de este
género son microorganismos saprófitos como B.
cereus y B. subti/is que prevalecen en el suelo, el agua, el
aire y sobre
vegetales diversos. Algunos son patógenos para los
insectos. B. cereus puede proliferar en aumentos y
producir una enterotoxina o una toxina emética y causar
envenenamiento por alimentos. Tales microorganismos pueden en
ocasiones, producir enfermedades en personas con alteraciones
inmunitarias (por ejemplo, meningitis, endocarditis,
endoftalmitis, conjuntivitis o gastroenteritis aguda). B.
anlthracis el cual causa el ántrax, es el principal
patógeno del género.
Morfología e identificación
A. Microorganismos típicos
Las células
típicas miden l x 3 a 4 !lm, tienen terminaciones
cuadradas y están dispuestas en cadenas largas; las
esporas se encuentran en el centro de estos bacilos
inmóviles.
B. Cultivo
Las colonias de B. anthracis son redondas y
tienen apariencia de "vidrio despulido"
a ]a luz transmitida.
La hemóJisis es poco común con el bacilo del
ántrax. Pero frecuente entre los bacilos
saprófitos; licuan la gelatina y el crecimiento en
gelatina sembrada por picadura tiene la apariencia de "pino
invertido".
C. Características del
crecimiento
Los bacilos saprófitos utilizan fuentes de
nitrógeno y de carbono
sencillas, tanto para obtener energía como para el
crecimiento. Las esporas son resistentes a los cambios del
ambiente, soportando el calor seco y
desinfectantes químicos durante periodos moderados;
persisten durante años en la tierra
seca. Los productos
animales contaminados con esporas de este microorganismo
(por ejemplo, pieles, cerdas, pelo , hueso) pueden ser
sintetizados en autoclave.
1.1.1. BACILLUS ANTHRACIS
Estructura antigénica
Las sustancias capsular de B. anthracis
constituida por un polipéptido de peso molecular elevado,
compuesto de acido D-glutámico, es un hapteno. Las
células bacterianas contienen proteína y un
polisacárido somático, los cuales son
antigénicos.
Patogenia
En animales sensibles, los microorganismos proliferan en
el sitio de entrada. Las cápsulas permanecen intactas y
los microorganismos son rodeados por una gran cantidad de
líquido proteináceo, que contiene muy pocos
leucocitos; a partir de ahí, el germen se disemina con
rapidez y llega a la sangre.
En los animales resistentes, el microorganismo prolifera
durante unas cuantas horas, tiempo al
final del cual se presenta una acumulación masiva de
leucocitos. Las cápsulas se desintegran gradualmente y
desaparecen. Los microorganismos permanecen
localizados.
Patología
En animales sensibles, los microorganismos proliferan en
el sitio de entrada. Las capsulas permanecen intactas y los
microorganismos son rodeados por una gran cantidad de liquido
proteinaceo, que contiene muy pocos leucocitos; a partir de
ahí, el germen se disemina con rapidez y llega a la
sangre
En los animales resistentes, el microorganismo prolifera
durante unas cuantas horas, tiempo al final del cual se presenta
una acumulación masiva de leucocitos. Las capsulas se
desintegran gradualmente y desaparecen. Los Microorganismos
permanecen localizados.
Datos clínicos
En el hombre, el ántrax da lugar a una
infección de la piel
(pústula maligna). Se presenta primero una pápula
dentro de I<).s 12 a 36 horas siguientes a la entrada del
microorganismo o de sus esporas a través de un
rasguño. Esta pápula rápidamente se
transforma en vesícula, después en pústula
y, finalmente, en una úlcera necrótica a partir de
la cual la infección puede propagarse, dando lugar a una
septicemia.
En el ántrax pulmonar, las primeras
manifestaciones pueden ser mediastinitis, septicemia, meningitis
o edema pulmonar
hemorrágico. La neumonía hemorrágica con choque es
una de las últimas manifestaciones.
Mientras que los animales a menudo adquieren el
ántrax por medio de la ingestión de esporas y la
propagación de los microorganismos en las vías
intestinales, éste es sumamente raro en el hombre.
Así pues, el dolor abdominal. El vómito y la
diarrea
sanguinolenta son signos
clínicos raros.
Pruebas diagnósticas de laboratorio
A. Muestras
Muestras de pus y líquidos de la lesión
local; sangre, esputo.
B. Frotis teñidos
De la lesión local o de la sangre de animales
muertos; frecuentemente se observan cadenas de bacilos
grampositivos grandes. El ántrax puede identificarse en
frotis secos mediante técnicas
de inmunofluorescencia.
C. Cultivo
Cuando se cultivan en placas de gelosa sangre, estos
microorganismos producen colonias grises no hemolíticas
con morfología
microscópica característica. La fermentación de carbohidratos
carece de utilidad. En
medios
semisólidos el bacilo del ántrax se muestra siempre
inmóvil, en tanto que los microorganismos no
patógenos relacionados con él (por ejemplo, B.
cereus) exhiben movilidad por "enjambre". Los cultivos
virulentos de carbunco matan a los ratones y a los cobayos por la
inyección intraperitoneal.
D. Pruebas
serológicas
Anticuerpos precipitantes o hemaglutinantes pueden
demostrarse en el suero de individuos o animales vacunados o
infectados.
Resistencia e inmunidad
Algunos animales son altamente sensibles (cobayo), en
tanto que otros son muy resistentes (rata) a la infección
por ántrax. Este hecho ha sido atribuido a diversos
mecanismos de defensa: actividad de los leucocitos, temperatura
del cuerpo y acción
bactericida del plasma sanguíneo. A partir de tejidos animales,
se han aislado algunos polipéptidos básicos que
matan al bacilo del ántrax. Una polilisina
sintética tiene acción similar.
La inmunidad activa contra el carbunco puede lograrse en
los animales, con suspensiones de esporas, o bien con antígenos protectores aislados de los
exudados (véase antes): en ocasiones se inyecta a los
animales suero inmune con bacilos vivos. La inmunización
contra el ántrax se basa en las clásicas
experiencias de Louis Pasteur. Quien en 1881 probó.
Mediante un experimento con ganados lanar y bovino, que cultivos
que han crecido en caldo a temperaturas de 42 a 52°C durante
varios meses, pierden mucha de su virulencia y pueden ser
inyectados vivos a los animales sin provocar la enfermedad;
después de ello, se comprobó que estos animales
habían quedado inmunizados. Existen grandes variaciones en
la eficacia de las
diversas vacunas.
Tratamiento
Muchos antibióticos son eficaces contra el
ántrax en el hombre, pero el tratamiento debe iniciarse lo
más pronto posible. La penicilina es eficaz en el
tratamiento, excepto en el ántrax pulmonar en que la
mortalidad es alta. Algunos otros bacilos grampositivos pueden
ser resistentes a la penicilina debido a la producción de beta lactamasa.
Tetraciclinas, eritromicina o clindamicina pueden ser
útiles.
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