DE CÓMO LA CONSTRUCCIÓN
DEL "YO ÍNTIMO" GENERA UN VERDADERO SENTIDO
DE IDENTIDAD EN
LA MUJER
ASUNTO ESPECIFICO: CONSTRUCCIÓN DE
IDENTIDAD
GRUPO SOCIAL: MUJERES
ÁREA GEOGRÁFICA: SAN JUAN DE PASTO
(COLOMBIA)
"La humanidad posee dos alas: una es
la mujer, la otra
es el
hombre.
Hasta que las dos alas no
estén igualmente desarrolladas, la humanidad no
podrá volar.
Necesitamos una nueva humanidad,
necesitamos volar.
Ahora mas que nunca la causa de la
mujer es la causa
de toda la humanidad"
B. Boutros Ghali
Muchas veces se olvida que el mayor triunfo y éxito
de la mujer, es el ser esencialmente mujer, sin rechazar su
naturaleza, la
mujer sin el afán de encabezar un falso protagonismo, es
sin duda pieza clave en la sociedad y en
la humanidad misma, es ella quien proporciona la vida al ser
humano, participa de la creación, conjuntamente con el
hombre, con la
maravilla de ser madre, conjuntamente con el hombre, quien es
colaborador esencial en esta co-creación, la cultura a lo
largo de la historia ha desfavorecido a
la mujer en ocasiones o se las ha creído inferiores al
sexo opuesto,
ahora la mujer debe encontrar el camino que la lleve a su
verdadera identidad, que está lejos de encajar en las
categorías sociales.
Se exigía y se exige demostrar que ambos sexos
tienen la misma dignidad por
el hecho de ser personas, ambos tienen el mismo significado de
seres espirituales, racionales, con inteligencia,
voluntad y libertad. La
diferencia está en la parte externa, en el cuerpo, el cual
no hace a uno mejor que el otro, simplemente esta diferencia los
hace complementarios. Y al decir que hombre y mujer se
complementan se quiere también decir que ambos aportan
cosas diferentes a la vida pero las dos igualmente importantes.
Es absurdo pretender hacer de la mujer una copia del hombre. Es
absurda la lucha por buscar la igualdad de la
mujer en un sentido estrictamente cultural sin tomar en cuenta su
naturaleza y el fin para la que ésta fue creada. Todo
aquello que se deriva de la lucha de cierto feminismo
está muy lejos de dar a la mujer y de reconocer en ella su
dignidad y su papel humanizador dentro de la sociedad;
está muy lejos de darle a la mujer una verdadera
satisfacción. El ser mujer no está peleado con el
hecho de ser profesionalmente grande o exitosa. La mujer ha
dejado que su identidad se vea afectada por aspectos
socioculturales que han estancado su progreso en la sociedad, y
que han limitado su papel a una figura pasiva, es necesario tomar
una nueva visión que rompa con los estereotipos sociales,
para que las mujeres dejen de construir su autonconcepto a la
luz de las
teorías
sociales, estereotipos o exigencias de la familia,
sino en base a su propio potencial humano. Es por eso que se ve
como necesario un replanteamiento de su identidad, partiendo del
"yo intimo"; de todos esos aspectos personales, motivaciones,
deseos, sentimientos que potencializen los recursos internos
y produzcan la afirmación de la mujer como sujeto social
con papeles protagónicos en la historia y en los procesos
sociales de construcción.
Es necesario entender que hoy la crisis de la
identidad de la mujer ha implicado la crisis de la familia. La
institución familiar está sometida en las sociedades a
una profunda transformación. Se espera que en ésta
prevalezca la importancia de la familia natural como base de la
sociedad, que la mujer sea reconocida, fortalecida y enaltecida
por las empresas y
el Estado para
que otorguen su aceptación con sus características
y necesidades específicas y no como burda imitación
del varón. Solo se resolverá satisfactoriamente la
crisis cuando la mujer recupere su propia identidad, por ello la
identidad en la mujer no es solo de mujeres, sino un asunto que
involucra toda la sociedad.
"La Mujer ya no está dispuesta a ser ciudadana
de segundo rango, una vez que decide luchar por una nueva
identidad individual y colectiva" (Ana Sojo).
La mujer a través de los tiempos ha construido
ella misma su concepto en una
simbiosis que ha traspasado sociedades y culturas.La mujer ha
sido símbolo de lo que se ha entendido por ser mujer, por
lo femenino; aquellas que han transcendido estos limites han sido
consideradas como el prototipo de lo que las "buenas mujeres" no
deben ser ni hacer.
Las mujeres se han sostenido al través del
tiempo;
teniendo que ser lo que el tiempo les ha marcado. No pueden
desligarse de su condición de lo femenino, y en si
¿que es lo femenino? no podemos dar una sola
definición porque podemos mirar de diferentes visiones:
desde el hombre machista, desde la mujer feminista, desde la
religión,
desde la ley y la política, desde la
historia, la antropología, desde la psicología, desde las
estadísticas, desde los valores y
la moral,
desde la hermenéutica análoga neobarroca,
desde lo estético, desde la indolencia; como podemos ver
hay muchas maneras de entender lo femenino.
Por eso, se sostiene que lo femenino no lo podemos
encerrar en una sola posibilidad de interpretación, si lo hiciéramos
correríamos el peligro de mutilar las otras posibilidades
de análisis. Lo femenino es cuestión de
cada tiempo y cultura, más allá de las
ideologías, aunque no por ello se deja de reconocer que
hay algunas constantes que se repitan en una y otras sociedades.
Estas constantes son propias de la mujer o les han sido impuestas
por los hombres que las han mantenido en sujeción. Y para
mirar si son propias, tendríamos que definir el por que
les son propias, que queremos decir o significar con ello, en
este sentido observamos como ha sido el desarrollo de
la mujer. No hay mujer, sino mujeres reales y concretas que
existen en si, para si y para las demás desde su
posición de seres sometidas pero que pueden y deben dejar
de serlo. Entonces, no podríamos generalizar sobre el
sometimiento de todas las mujeres de igual manera y en las mismas
condiciones, pues también ha habido mujeres que han
sometido a miles de hombres, pongamos por caso a las reinas o a
las amantes de los hombres poderosos que haciendo uso de esta
posición impusieron su voluntad y sus caprichos. Pero,
aún así, aunque las mujeres tuvieran una
posición privilegiada con respecto a otros seres humanos,
vivían bajo el sometimiento de la fuerza de la
costumbre y la cultura. Es decir, no es fácil escapar a su
tiempo y las consecuencias que éste trae consigo. Las
reinas tenían poder, pero
vivían de acuerdo a los conceptos que las mantenían
a raya, es decir, hacían lo que les era «propio de
su sexo», excepto claro, el gobernar.
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