La Medicina y las
carreras médicas — el curandero
Ahora trataremos de entender el sistema de
conocimientos humanos de la mayor importancia e impacto para toda
sociedad o
grupo.
La palabra medicina deriva del latín
medicus, que significa doctor o curandero. Es la ciencia y
el arte de
diagnosticar, prevenir y tratar dolencias y enfermedades. Sus metas son
las de ayudar la gente a vivir vidas más sanas, longevas,
más activas y con menos discapacidades y
sufrimientos.
Para esos objetivos la
medicina ha hecho progresos espectaculares en los últimos
mil años.
Ser médico constituye aquella rama de las
humanidades que incorpora los conocimientos más
significativos acerca de la naturaleza
física y
del componente psicológico de todo miembro de nuestra
especie.
Como carrera requiere una investidura total en su
ejercicio y una dedicación a vivir una vida de aspectos y
de comportamientos impecables, donde el sacrificio propio es, a
menudo, esencial para mitigar el dolor que aflige a quienes
sufren.
Como profesión, la medicina es la más
prolongada en su aprendizaje, y su
ejercicio requiere la mayor dedicación al estudio, ya que
para mantenerse al día en los avances que de modo continuo
se hacen a todo nivel y en todas sus ramas, se requiere
curiosidad infinita y estudio constante.
En otras palabras, la medicina no es para todos; como
tampoco lo son el matrimonio o el
sacerdocio. (Véase mi ponencia:
¡Médico!).
El sacerdocio y el
curandero
En el pasado estas inclinaciones se confundían,
por ser tan cercanas y por sus atributos comparables.
Lo que fue materia
femenina, ser oráculo o sacerdotisa, los hombres,
incapaces de igualar a la mujer,
decidirían adoptar desplazándolas a
ellas.
Togas, tiaras, vestimentas brillantes, artilugios esos
que son en esencia femeninos, fueron adoptadas sin resquemores
por los hombres, para ser más como son las mujeres. El
cardenal dominicano con sus vestiduras vistosas y
estrambóticas, no se compara con la dignidad de
una mujer
serena.
Pero es así…
Los
oráculos
Los oráculos, eran la esencia del sacerdocio de
otrora. El oráculo es un vaticinio o respuesta ofrecida
por una deidad, o fuerza
sobrenatural, a un adorador o suplicante. También se
considera como oráculo, el lugar donde se venera la deidad
en cuestión.
Los oráculos han existido en toda cultura por
tiempos inmemorables. Notable entre éstos es el
Oráculo de Delfi, cuyas ruinas aún se
preservan.
Ruinas de Delfi
Entre los muchos gobernantes modernos y figuras
exaltadas que acostumbraban a consultar oráculos se
reconocieron especialmente, Ronald y Nancy Reagan, la Princesa
Diana, Stalin y, asimismo, todos quienes acostumbran a leer las
páginas astrológicas de los muchos
periódicos que, por doquier, las ofrecen a sus
lectores.
Una
exégesis preparatoria
Antes de concluir con esta lección, es necesario
que exploremos las cualidades humanas que son esenciales para que
quienes escojan una carrera lo hagan educadamente y con chances
de ser exitosos en lo que eligen.
Todos somos familiares con el hecho, a veces
sorprendente, de que dos jefes de cocina, siguiendo la misma
receta, obtienen resultados disímiles. Que dos
médicos no curan iguales, usando las mismas medicinas. Que
dos pintores no pintan con los mismos resultados. Porque existe
un elemento o factor intrínseco en cada individuo que
un arte o profesión ejerce.
Ese factor intrínseco se llama genio, talento o
inspiración. Llamándolo como se nos antoje, el
hecho persiste, de que no todos gozan de esta dote del mismo modo
ni en la misma proporción.
No todos los seres que gozan de idoneidad son exitosos
de la misma manera, y no todos son apasionados o gregarios en la
misma medida. Algunos, por su modo de ser, se consideran
excéntricos. Leonardo, el más destacado entre
ellos. Howard Hughes, un ejemplo más reciente.
Pero, entonces, preguntémonos, ¿en
qué consiste ese ingrediente intrínseco del que
aquí hablamos?
Hablemos de la psicología humana y
del estudio de la mente
La psicología es el estudio científico del
comportamiento
y de la mente. Esta definición en sí contiene tres
elementos. El primero siendo que la psicología es un
método
científico de observación y de experimentación que
obtiene conocimientos por medio de técnicas
rigurosas de investigación y de comprobación. El
segundo es que la psicología estudia y analiza
comportamientos, lo que significa que cualquier acción
o reacción que puede observarse o medirse es de interés
para quien la practica. El tercero es que la psicología
estudia la mente consciente e inconsciente — estados
éstos que no pueden observarse directamente, y que
únicamente pueden ser inferidos.
Muchos piensan que los psiquiatras que conocen a fondo
las teorías
del comportamiento
humano, son profesionales que dispensan consejos, analizan
las personalidades, y asisten a aquéllos que están
confusos o que son enfermos mentales. No, lo que el profesional
sofisticado hace, es entender los misterios de la mente y de la
naturaleza
humana — el por qué la gente piensa, siente y
actúa como lo hacen. Muchos estudian, para lograr mejor
entendimiento de sus pacientes, el mismo comportamiento animal,
desde donde extrapolan conocimientos adicionales.
Con su amplio ámbito de alcance, las ciencias de la
conducta humana
investigan una variedad enorme de fenómenos: cogniciones y
memorias,
sensación y percepción, motivación
y emoción, pensamiento y
lenguaje,
personalidad y
comportamiento social, inteligencia,
infancia y
desarrollo
infantil, enfermedades mentales, y mucho más. Lo que es
más, los psiquiatras así entrenados, analizan
dichos tópicos usando una variedad extensa de perspectivas
adicionales. Algunos conducen estudios biológicos,
minuciosos del cerebro, otros
exploran la manera como procesamos información; otros analizan el rol de la
evolución, mientras que otros estudian la
influencia de la cultura sobre la sociedad.
Existen cinco áreas de investigación que
son importantes al conocimiento
profundo del ser humano y para ser aplicadas a la solución
de todos los problemas que
lo confrontan. Estas son: biopsicología,
psiquiatría clínica, psicología cognitiva,
psicología del desarrollo y psicología
social — todas estas forman parte del campo mayor de la
neurociencia.
Las ciencias del comportamiento forman las bases de toda
profesión y carrera, ya que el ser humano depende de sus
transacciones interpersonales para ser exitoso.
Aplicaciones prácticas de las ciencias del
comportamiento humano, no son limitadas al tratamiento y a la
terapia de los pacientes, sino que se usan para resolver todos
los aspectos de los problemas humanos. Cuatro áreas de la
mayor importancia constituyen, el área de la salud, la educación, los
negocios y las
economías, y la ley.
Pero las aplicaciones de estos conocimientos son
ilimitados, ya que existen ramas de los conocimientos del
comportamiento humano que se extienden a todos los campos del
saber, incluyendo el medio
ambiente, la higiene
pública, los comportamientos políticos, las
economías, la religión, la sexualidad
humana, las tendencias de los negocios y del mercadeo y el
comportamiento de los militares, entre muchos.
En
resumen
Escoger una carrera es asunto de la mayor gravedad y
seriedad. Para hacerlo bien, uno debe de familiarizarse con las
profesiones tradicionales y aplicar sus características
particulares al tipo de vida que uno desea, a inquietudes
curiosidades intelectuales
de uno goza y a las ambiciones personales que uno se
traza.
Para lograr este objetivo, la
asistencia de expertos calificados puede ser de valor
singular.
Fin de la Lección
El
Buzón Universitario
Los estudios genéticos en las ciencias del
comportamiento
Las ciencias del comportamiento en todos sus aspectos
nos han señalado el camino hacia el entendimiento final de
nuestro destino y de los enigmas asociados con nuestras
existencias.
El estudio de niños
gemelos criados aparte nos ha dado beneficios de orden singular,
ya que nos ayudan a entender los rasgos personales que son
heredados y los que son derivados de las influencias del medio en
que crece el niño. Muchos estudios han resultado en darnos
razón para pensar que el comportamiento humano, aunque sea
modificado por el entorno, tiene bases biológicas en su
esencia íntima.
Gemelos reunidos
Estos gemelos idénticos, separados al nacer,
fueron reunidos a la edad de 31 años. Aunque fueron
criados aparte, tenían mucho en común. Ambos se
hicieron bomberos, ostentaban bigotes, eran calvos, tenían
miopía, disfrutaban de la caza y de la pesca, y
bebían la misma marca de cerveza. Ambos
casaron mujeres de complexión bronceada y de origen
italiano. Ambas esposas se llamaban Martha y Marta
respectivamente. Ambos tuvieron tres hijos: Hembra, varón
y hembra en orden idéntico de nacimiento.
El estudio y el entendimiento del comportamiento es la
base de toda actividad humana, ya que la mente influye y penetra
todo en nuestras vidas, desde nuestras habilidades intelectuales,
hasta la función
del sistema inmune, con obvias consecuencias.
Temas
actualizados
Asuntos de salud en breve…
Como de costumbre, en esta sección se resumen
artículos de origen internacional y que creemos que
serán de interés a los alumnos de la
UD.
ENFERMEDADES VENÉREAS
Las
prácticas sexuales en EEUU aumentan los problemas de
salud
El comportamiento sexual de los norteamericanos tiene un efecto
cada vez mayor sobre la salud de la población. Según un estudio, los
problemas acarreados por las enfermedades de
transmisión sexual son el triple que los del resto de
los países industrializados.
El cálculo de
las minusvalías, muertes y deterioro de la calidad de
vida como consecuencia de una enfermedad es difícil de
calcular. Influye de forma importante la edad media de
la población afectada, algo que en el caso de las
enfermedades de transmisión sexual es
determinante.
El Centro de Control de
Enfermedades de EEUU ha realizado un estudio que se publica en
'Sexually Trasmitted Infections' que revela cómo
las enfermedades de transmisión sexual (procesos en su
mayoría de fácil tratamiento) originan graves
problemas de salud en la población joven americana. En
concreto,
el sida es la
primera causa de muerte (30,000
anuales), en términos de años perdidos de vida, en
ese país.
En lo referente a problemas menos graves, 45 millones de
personas padecen herpes genital
en EEUU y al menos 20 millones son portadores del virus del
papiloma humano que lo produce. Si bien esta enfermedad no es
mortal, sí lo es el cáncer
de cuello de útero, un tumor maligno que genera más
muertes que el sida entre la
población de más edad y que esta influido por el
virus herpético.
El gran número de efectos adversos derivados del
comportamiento sexual de los norteamericanos debe empujar a un
mayor énfasis sobre los programas de
educación
en este campo y otras iniciativas más directas como la
ampliación de la vacuna de la hepatitis
B.
La gran mayoría de estos problemas son
prevenibles. Por este motivo, los autores del estudio aconsejan
varias intervenciones:
? Retrasar la edad del
primer contacto sexual entre los jóvenes
? Realizar el test de
Papanicolau
? Llevar a cabo una
detección sistemática de las enfermedades de
transmisión sexual
? Fomentar la
educación sobre el uso adecuado y sostenido del
condón.
Los problemas de los jóvenes
ingleses
En el mismo sentido, una investigación
Británica ha evidenciado como la uretritis no
gonocócica, enfermedad producida por la Clamydia
trachomatis, campa a sus anchas entre los jóvenes varones
británicos.
El estudio, que se publica en la misma revista, ha
sido realizado entre enfermeras de medicina primaria de Gales. En
contra de lo que sería deseable, la mayoría de
ellas (90,9%) no examinaba de forma rutinaria los genitales de
sus pacientes masculinos ni consideraba esta práctica su
obligación.
La consecuencia es desastrosa ya que cualquiera que
consulte con síntomas de infección debe ser
evaluado respecto a la presencia de clamydia, la enfermedad de
transmisión sexual más frecuente en los
países industrializados. Esta infección cursa a
veces sin síntomas lo que facilita su propagación y
sin embargo es causante de infertilidad en el
varón.
Por eso, dentro del manejo de esta enfermedad es
imprescindible evaluar también a los contactos sexuales
del paciente para evitar el contagio sucesivo de otras posibles
parejas. También para esta tarea se declaraban incapaces
las enfermeras británicas, no tenían tiempo ni se
consideraban suficientemente pagadas o formadas.
El trabajo viene
a concluir que la mayoría de los varones que forman pareja
con una mujer infectada están asintomáticos y sin
tratar: son los trasmisores perfectos de una enfermedad que tiene
importantes repercusiones económicas y
sanitarias.
Los resultados de estos dos estudios son un ejemplo de
las consecuencias sobre la salud que tienen algunos
comportamientos negligentes respecto a las costumbres sexuales de
la población. También el sistema sanitario, en
ocasiones deficitario como en EEUU, debe hacerse responsable del
panorama actual.
Una guía para dolor de
cabeza
Sólo en nuestro país, cada año
se estima que se pierden cientos de miles de jornadas laborales
por dolores de cabeza. Muchos pacientes acuden por este motivo al
servicio de
urgencias o a su médico de cabecera (de hecho, de entre
los problemas neurológicos, son el más frecuente en
la consulta de atención primaria). Para poner al
día los conocimientos del galeno, acaba de editarse una
nueva guía sobre el trastorno.
Se trata de "un manual sencillo
para que los médicos de atención primaria,
urgencias y neurología tengan las guías de
referencia tanto para una aproximación diagnóstica
y para cómo deben ser tratadas las cefaleas", comenta
Valentín Mateos, coordinador del Grupo de Estudio de
Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología,
comité que ha elaborado la guía.
Es la tercera actualización de este manual, desde
comenzara el proyecto en 1997.
Sin embargo, en las dos ediciones anteriores no había
habido tantas novedades como en el nuevo manual, como en esta.
Estas son algunas de las nuevas claves para tratar con éxito
las cefaleas:
DIAGNÓSTICO
Fácil, pero necesita tiempo
A pesar de que es un frecuente temor del paciente que
acude a la consulta, es raro que tras el dolor de cabeza 'haya'
un tumor cerebral o alguna otra enfermedad grave. En el 90% de
los casos, se trata de cefaleas tensionales o migrañas
(menos frecuentes, pero mucho más
debilitantes).
Pese a que no se trata de trastornos graves, resulta
clave diagnosticarlos adecuadamente, puesto que un remedio
inadecuado no hará sino agravar el problema
(desencadenando, incluso, cefaleas por abuso de fármacos).
Ahí es fundamental el médico de cabecera. "Es el
principal eslabón de la cadena asistencial de los
pacientes que consultan por dolor de cabeza, pues realiza los
primeros diagnósticos, informa sobre el tipo de cefalea
que padecen, instaura los primeros tratamientos y les remite si
es necesario al a consulta especializada", comenta la
guía.
Por eso, es necesario desterrar el mito de que es
difícil identificar el trastorno. "El migrañoso
estándar es muy fácil de diagnosticar, pero para
ello hay que escuchar al paciente", comenta Mateos. Basta con un
realizar un buen historial del paciente (de la frecuencia e
intensidad de sus crisis, de
otros síntomas que padece…) y un examen físico.
"Es la descripción del paciente, y no pruebas, las
que nos dan el diagnóstico. Con prisas es posible que este
no sea certero", agrega.
TRATAMIENTOS
La revolución
de los triptanes
"Es fundamental insistir en la idea de que la ausencia
de un tratamiento curativo de la cefalea no debe conducir a una
actitud de
abandono o control del paciente", insiste la guía. De
hecho, las perspectivas del paciente se han modificado
radicalmente en los últimos años gracias a los
modernos antimigrañosos.
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"Los triptanes se han consolidado como el tratamiento de
primera elección", explica Expeleta. Cuando la jaqueca
causa una discapacidad
leve, basta con analgésicos simples (como paracetamol) o
antiinflamatorios no esteroides, pero estos modernos, cuando la
crisis ocasiona una discapacidad moderada o aguda, el paciente
puede recurrir a los triptanes.
Eso sí, siempre y cuando no padezca
cardiopatía isquémica, alergia, ciertos tipos de
migrañas o una hipertensión mal controlada. "En la
práctica hay muy pocos pacientes a los que no se les pueda
recetar un triptan", comenta el neurólogo Samuel
Díaz Insa, uno de los coordinadores de la
guía.
Ahora que los triptanes se consolidan como el
tratamiento óptimo en la mayoría de las crisis, lo
que queda por aclarar es cuándo tomarlo. Cuando se
introdujeron estos fármacos, se aconsejaba esperar a la
aparición de la crisis. "Posiblemente es preciso empezar a
tratarlos en fases más precoces de las que ahora hemos
recomendado", matiza Mateos. En cuanto a la cefalea tensional, el
tratamiento se basa en analgésicos simples o
antiinflamatorios.
PREVENCIÓN
La asignatura pendiente
El tratamiento preventivo se recomienda en pacientes que
tengan al menos una crisis importante a la semana durante un
mínimo de dos meses o bien en personas en las que el
tratamiento sintomático no logre controlar los episodios.
También la profilaxis de las cefaleas se ha modificado en
los últimos tiempos.
Ciertos antiepilépticos se han erigido como un
tratamiento preventivo idóneo de la migraña, para
disminuir tanto la frecuencia como la intensidad de las crisis.
Sin embargo, a la par que novedad son una asignatura pendiente en
nuestro país, según lamentan los autores de esta
guía. "Es la 'pata' de la que más cojea el
tratamiento de la migraña. Se usa muy poco, y eso que no
sólo el tratamiento agudo de las crisis es importante. La
prevención mejora mucho la calidad de vida
del paciente", lamenta Díaz Insa.
Otras opciones para la profilaxis de la migraña
son los betabloqueantes, flunaricina (un tradicional
fármaco para la migraña) o los antidepresivos
tricíclicos. Estos últimos también son
eficaces en la prevención de las cefaleas
tensionales.
EDUCAR AL PACIENTE
Fuera mitos y
cuidado con el abuso de fármacos
¿Evitar chocolate, ciertos quesos o el café?
Puede que no. "Hoy en día huimos de las listas de comidas
prohibidas", explica Díaz Insa. Y es que "muy pocos"
pacientes tienen en ciertos alimentos
desencadenantes de sus jaquecas: "el mito del chocolate y su
asociación con la migraña debe desaparecer. El
migrañoso puede comer de todo, salvo que el propio
paciente identifique un desencadenante", matiza.
Así que la educación del paciente 'va'
otro camino, en especial por evitar que se exceda con los
medicamentos. "El abuso de fármacos es un importante
motivo de que la cefalea se haga crónica", matiza
Díaz Insa. "Es un círculo vicioso del que resulta
muy difícil salir, porque cuesta cambiar el concepto de que
el fármaco es el que está agravando las
cefaleas".
Finalmente, cerramos la cátedra de hoy
presentando en su esencia la anatomía y fisiología de la reproducción, que nuestros estudiantes
habían solicitado hace ya algunos meses.
INTRODUCCIÓN
LA REPRODUCCIÓN HUMANA
- Los gametos
- Las Gónadas y Los Órganos Sexuales
Secundarios
APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
- Genitales externos
- Genitales internos
APARATO
REPRODUCTOR MASCULINO
FISIOLOGÍA REPRODUCTIVA DE LA
MUJER
- La ovulación
- Ciclo endometrial
- Menstruación
FISIOLOGÍA REPRODUCTIVA DEL
HOMBRE
- Caracteres sexuales masculinos
secundarios - Semen y eyaculación
- La erección
- Funciones endocrinas de los
testículos
EL EMBARAZO
INTRODUCCIÓN
No existe ninguna definición sencilla de la vida.
No es un concepto abstracto, puesto que no existe vida sino seres
vivos. Para diferenciarlos de los objetos inanimados se debe
recurrir a un conjunto de características que le son
particulares, como presentar metabolismo,
responder a estímulos, tener movimiento,
reproducirse, crecer y desarrollarse, adaptarse y evolucionar.
Además, los seres vivos se distinguen porque sus
componentes están organizados simultáneamente en
los niveles molecular, celular, organísmico y
poblacional.
Los seres vivos presentan una gran variedad de
funciones que
les permiten asegurar las condiciones propicias para perpetuarse.
La habilidad para tomar la materia y la energía del medio
para transformarlas y satisfacer sus necesidades, el movimiento,
la capacidad de respuesta frente a los estímulos, el
crecimiento, la reproducción y la adaptación, son
funciones comunes a todos los seres vivos.
Una característica notable de los seres
vivos es la producción de nuevas generaciones en virtud
de su reproducción. Desde el punto de vista del individuo
y de las células
que lo forman, la supervivencia es lo más importante en su
vida. Sin embargo, desde el punto de vista de las especies, la
supervivencia del individuo no es importante a menos que este se
reproduzca. Aun cuando los individuos de una especie vivieran
durante siglos, la especie se extinguiría si no se
reprodujeran algunos de sus individuos.
LA REPRODUCCIÓN HUMANA
La reproducción es la capacidad que los seres
vivos tienen para perpetuarse y dar lugar a otros individuos
semejantes a ellos y constituye una función básica
de todo organismo.
En el ser humano la capacidad de reproducción es
sexual. Esta es una de las características
biológicas que más ha incidido en el desempeño de la especie humana. Los
aparatos reproductores masculino y femenino se especializan en
producir descendencia con diversidad genética a
través de la reproducción sexual, en la cual los
genes de dos individuos de sexos opuestos se combinan al azar con
cada nueva generación. La diversidad genética es la
base de la selección
natural; conforme las condiciones del medio se transforman por la
evolución, los rasgos genéticos sobrevivientes de
los individuos dentro de una población se
propagarán.
Los gametos
El proceso
reproductivo se inicia con la producción de las
células que participan en la reproducción o
gametos. Genéticamente, los gametos son células
germinales o células sexuales, son células
reproductoras funcionales. Los gametos de la mujer son los huevos
y en los hombres son los espermatozoides. Los gametos son
células haploides, cada una con un medio complemento (23
cromosomas
individuales) del material genético. La
fertilización de la célula
del huevo el óvulo por la célula del
semen un espermatozoide, produce una célula diploide
normal, el cigoto, en el cual los cromosomas del óvulo se
aparejan con aquéllos del espermatozoide, de esta manera,
se realiza la diversidad genética.
El proceso por el cual las células de las
gónadas u órganos reproductores primarios (ovarios
y testículos) se transforman en gametos (óvulos o
espermatozoides) se denomina genéricamente como gameto
génesis. Esta se subdivide en dos tipos: la
espermatogénesis es el proceso por el cual las
células del semen se producen en los testículos del
hombre. La
oogénesis es el proceso por el cual se producen
óvulos en los ovarios de la mujer. Ambos procesos incluyen
un tipo especial de división celular llamada meiosis.
En la oogénesis se forman los óvulos
maduros a partir de la oogonia o célula primitiva. Por su
parte la espermatogénesis da lugar a la producción
de espermatozoides a partir de las espermátides o gametos
primitivos. En el hombre la
gametogénesis tarda alrededor de 70 días y en la
mujer 28.
En la meiosis cada cromosoma se duplica como en la
mitosis, a
diferencia de lo que ocurre en la mitosis, los cromosomas
homólogos se adhieren uno con otro y se sitúan lado
a lado en pares, produciendo una tétrada de cuatro
cromátides. Se requiere de dos divisiones de
maduración para separar la tétrada en cuatro
células hijas, cada una con la mitad del número
original de cromosomas. Los aspectos nucleares de la meiosis son
similares en hombres y mujeres. Sin embargo, existe una
diferencia marcada en los aspectos citoplásmicos dando en
el hombre lugar a cuatro espermatozoides y en la mujer
sólo un óvulo.
El aparato reproductor se caracteriza por el desarrollo
latente; es decir, sólo llega a ser funcional cuando se
logra un cierto grado de crecimiento físico. El
crecimiento corporal y el estímulo de la maduración
reproductiva se regulan de manera hormonal. Aunque se forman
durante la etapa prenatal, los órganos reproductores de
ambos sexos se hallan desarrollados de manera incompleta y se
mantienen así hasta la pubertad,
durante la adolescencia
temprana. La adolescencia es el periodo de crecimiento y
desarrollo entre la niñez y la etapa adulta; comienza
alrededor de los 10 años de edad en las mujeres y de los
12 en los varones. La mayoría de las personas alcanza su
altura adulta y son físicamente maduros a los 20
años de edad.
La fertilización consiste en la fusión del
material genético aportado por los gametos. La fecundación natural se inicia durante la
cópula o coito, el acto o relación sexual, que es
cuando el hombre deposita en la vagina el semen. El coito
mantiene viable el espermatozoide eyaculado, es decir, la
capacidad de fertilizar un óvulo. Cuando se expone al
aire, el semen
eyaculado se diseca y muere en pocos minutos; su descarga
mediante el órgano copulatorio (el pene) en la vagina,
durante el coito, mantienen el espermatozoide vivo hasta por 5
días.
Más adelante luego de describir los
órganos sexuales de ambos sexos detallaremos el proceso de
la fecundación, y los acontecimientos que subsiguen como
el embarazo,
el aborto, el
parto, la
lactancia y la
contracepción.
Las Gónadas y Los Órganos Sexuales
Secundarios
Las gónadas o los órganos sexuales
primarios, son los testículos en el varón y los
ovarios en la mujer. Las gónadas funcionan como
glándulas mixtas en la medida en que producen ambas
hormonas y
gametos. Los órganos sexuales secundarios o accesorios son
aquellas estructuras
que maduran en la pubertad y que son esenciales en el cuidado y
transporte de
gametos. Las características sexuales secundarias son
rasgos que se consideran de atracción sexual.
La pubertad es el periodo de desarrollo cuando los
órganos logran ser funcionales debido al aumento de la
liberación de hormonas sexuales, en el varón la
testosterona y en la mujer el estradiol y otros
estrógenos.
APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
Para su estudio, los órganos femeninos de la
reproducción se clasifican en externos e internos. Los
externos desempeñan su función durante el acto
sexual, coito o cópula, en cambio los
órganos internos se alojan en la pelvis; entre ellos
están las gónadas donde se produce la gameto
génesis, y otros órganos que ejercen sus funciones
durante la fertilización, el desarrollo
embrionario y la expulsión del feto.
Los órganos sexuales femeninos primarios o
gónadas son los ovarios; los secundarios se desarrollan en
la etapa prenatal como resultado de la ausencia de
testículos y andrógenos. Durante la pubertad, los
órganos sexuales secundarios maduran y comienzan su
funcionamiento bajo la influencia de estrógenos secretados
por los ovarios.
Genitales externos
Los órganos genitales externos incluyen las
estructuras visibles desde el exterior, cuyo conjunto se puede
denominar vulva. Se pueden diferenciar el monte de Venus, los
labios mayores, los labios menores, el clítoris y el
vestíbulo vaginal; adicionalmente están presentes
algunas estructuras glandulares propias del
vestíbulo.
El monte de Venus es la almohadilla grasa
subcutánea que descansa sobre la cara anterior del pubis;
se halla cubierto de vello distribuido en forma triangular. Desde
esta prominencia parten los labios mayores, dos pliegues de
tejido cutáneo graso cubiertos de piel, que se
extienden hacia abajo hasta el perineo; estos están
separados longitudinalmente por la hendidura pudenda y encierran
y protegen otros órganos reproductores
externos.
Los labios menores son dos pliegues de tejido
cutáneo planos muy irrigados, que se juntan en el extremo
superior de la vulva; estos son longitudinales y en
posición medial a los labios mayores, son visibles al
separar los labios mayores y no presentan vello. Los labios
menores limitan el vestíbulo protegiendo las aberturas de
la vagina y la uretra. Cada uno se divide en dos laminillas: las
superiores se unen y forman el frenillo del clítoris y las
inferiores se desvanecen en el prepucio femenino, un pliegue de
tejido conectivo, que recubre el clítoris.
El clítoris es una estructura
eréctil, pequeña y cilíndrica, situada en el
extremo superior de la vulva. Es homologa del pene, del que se
diferencia porque carece de cuerpo esponjoso y uretra. El cuerpo
del clítoris está formado por dos columnas de
tejido esponjoso (similares a los cuerpos cavernosos del pene)
que se llenan de sangre bajo
condiciones de excitación sexual y permite la
erección. Su extremo libre o glande, tiene numerosas
terminaciones nerviosas sensoriales, por lo que se considera una
zona erógena de importancia para las mujeres que
proporciona placer durante la estimulación
sexual.
El vestíbulo es un área con forma
alargada, que limita externamente con los labios menores, y se
extiende desde el clítoris hasta la horquilla o comisura
posterior de la vulva. Al vestíbulo concurren cuatro
orificios: la uretra, la vagina y dos conductos situados a ambos
lados del orificio vaginal. Éstos últimos segregan
las glándulas de Bartholin, glándulas exocrinas
epiteliales que producen una secreción mucosa lubricante
durante la excitación previa al coito. El orificio uretral
externo o meato urinario, es el extremo terminal del sistema
urinario; está situado en la línea media del
vestíbulo, por debajo del arco púbico y por encima
del orificio vaginal.
El orificio vaginal ocupa la porción
inferior del vestíbulo. Su tamaño y formas son
variables; en
algunas mujeres vírgenes se encuentra rodeado por el
himen, una membrana de tejido conjuntivo, rica en fibras
elásticas y colágenas, que cierra casi por completo
el orificio vaginal. El himen presenta una abertura cuyo
diámetro puede ser tan pequeño como la punta de un
alfiler como tan grande que permita el paso de dos dedos. El
himen puede tener forma de media luna, ser circular o presentar
algunos orificios. Cuando se rasga el himen, debido al coito o a
un traumatismo, se presenta una leve hemorragia cuya
manifestación es variable.
Genitales internos
Los órganos genitales internos son los ovarios,
las trompas uterinas, el útero y la vagina, con sus
correspondientes estructuras de soporte o ligamentos que los
suspenden en la pared abdominal, dentro de la cavidad
pélvica.
La vagina es un conducto fibromuscular, recubierto
por una membrana mucosa resistente, que se extiende desde la
vulva hacia el útero. En la cavidad abdominal ocupa el
espacio que hay entre la vejiga urinaria y el recto. Es el
órgano femenino del coito, pues recibe el pene erecto y el
semen durante el coito. También sirve de conducto que
evacua los restos de la mucosa uterina durante la
menstruación. Su epitelio varía de manera leve como
respuesta al estimulo estrogénico. Además es el
canal a través del cual progresa el feto en el
parto.
El útero es un órgano con una
abundante capa muscular llamada miometrio; en su parte externa
está recubierto por el peritoneo; encierra una cavidad
interna recubierta por el endometrio, un tejido epitelial
profusamente vascularizado. Durante el embarazo el útero
recibe, retiene y nutre la mórula, fase avanzada del
cigoto que proviene de la Trompa de Falopio del mismo lado; una
vez implantado en el endometrio, el feto aumenta su
tamaño, diferencia sus tejidos y
finalmente, al cabo del periodo de gestación, es expulsado
durante el parto. El útero asemeja una pera invertida y
aplanada; la parte superior de forma triangular, constituye el
cuerpo. La parte inferior es el cuello o cérvix, un tubo
alargado que conecta la cavidad del útero con la
vagina.
El endometrio uterino sufre una serie de
modificaciones funcionales y morfológicas muy radicales,
que se agrupan en tres fases sucesivas: fase proliferante, fase
secretora y fase menstrual. Estos cambios están
sincronizados con los que le suceden al ovario y con los niveles
fluctuantes de las hormonas que regulan el ciclo
menstrual.
A cada lado del cuerpo del útero, se
desprenden las trompas de Falopio, oviductos o salpinges. Son
conductos tubulares de doce centímetros de longitud, que
comunican el útero con los ovarios y permiten al
óvulo alcanzar la cavidad uterina. Un extremo del oviducto
está junto al ovario, y se abre a la cavidad abdominal, y
el otro hace contacto con el útero. Los oviductos
están recubiertos externamente por el peritoneo. Una capa
mucosa con pliegues longitudinales tapiza el interior. Posee
células ciliadas, cuyo movimiento impulsa al huevo en
dirección del útero, y
células secretoras que liberan nutrientes para el huevo.
Cada trompa uterina comprende los segmentos intersticiales, el
istmo, la ampolla y el infundíbulo. El borde libre del
infundíbulo sobre la cavidad abdominal presenta la
fimbrias, prolongaciones a manera de escobilla, que alcanzan el
ovario, que recuperan y dirigen el óvulo hacia el
siguiente segmento tubárico donde ocurre la
fertilización.
Los ovarios son dos órganos con forma de
almendra, de 4 a 5 centímetros de diámetro,
situados en la parte superior de la cavidad pélvica, en
una depresión
de la pared lateral del abdomen, sostenidos por varios
ligamentos. En la región externa de cada ovario hay masas
diminutas de células llamadas folículos primarios;
cada uno de éstos contiene un huevo inmaduro. No menos de
20 folículos comienzan a desarrollarse al principio del
ciclo ovárico de 28 días; sin embargo, por lo
general sólo un folículo alcanza su desarrollo
completo y los demás se degeneran. Alrededor de la mitad
del ciclo, el folículo ovárico maduro de Graaf que
contiene un óvulo (huevo) casi formado en su totalidad se
alza de la superficie del ovario y libera el huevo, en el proceso
conocido como ovulación. Después de ésta,
las células foliculares se someten a un cambio estructural
(luteinización) para formar el cuerpo lúteo. La
principal función de los ovarios es pues la
ovogénesis o desarrollo y desprendimiento de un
óvulo o gameto femenino haploide. Además, los
ovarios elaboran varias hormonas esteroides en diferentes
estadios del ciclo menstrual: los estrógenos y la
progesterona.
Las glándulas mamarias dentro de las mamas
son órganos reproductores accesorios que se especializan
en producir leche
después del embarazo. Las glándulas mamarias son
glándulas especializadas sudoríparas. En el inicio
de la pubertad, las hormonas ováricas estimulan el
desarrollo de las glándulas mamarias y conductos
lactíferos. Durante el embarazo, el desarrollo glandular y
dúctil posterior se lleva a cabo bajo la influencia de la
progesterona y estrógenos, respectivamente. Algunas otras
hormonas son necesarias en la preparación de las
glándulas mamarias para la producción de
leche.
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
El aparato genital masculino está integrado por
los testículos -gónadas con función
exócrina y endocrina-, un sistema de vías
espermáticas que evacua los espermatozoides
(túbulos intratesticulares, conductos deferentes,
conductos eyaculadores), las glándulas exocrinas anexas
(próstata, vesículas seminales y glándulas
bulbo uretrales) que facilitan la supervivencia de los
espermatozoides y un órgano copulador o pene.
Fisiológicamente, el sistema genital masculino sirve a la
cópula o coito, la reproducción por tanto, la
producción de hormonas, indirectamente, a la
excreción de orina, pues comparte algunas estructuras
anatómicas con el aparato urinario.
Los órganos sexuales masculinos se forman
durante la etapa prenatal bajo la influencia de la testosterona
secretada por las gónadas (testículos). Durante la
pubertad los órganos sexuales secundarios maduran y llegan
a ser funcionales.
El escroto es la parte de la piel que se ha adaptado
para albergar los testículos, forma una bolsa de piel
posterior al pene, los epidídimos y los cordones
espermáticos. Está constituido por varias capas de
tejidos superpuestas y vascularizadas, que contribuyen con la
regulación de la temperatura
local. Esto es un factor vital para que los espermatozoides se
puedan diferenciar adecuadamente. La función principal del
escroto es encerrar y proteger a los
testículos.
Los testículos son dos estructuras ovaladas que
se hallan suspendidas dentro del escroto mediante los cordones
espermáticos. Estos son las gónadas masculinas y
producen los espermatozoides (espermatogénesis) y el
líquido testicular; como función endocrina, liberan
varias hormonas esteroides masculinas, como la testosterona. Cada
testículo es un órgano ovalado blanquecino que mide
alrededor de 4 cm. de longitud y 2.5 de diámetro. Dos
capas de tejidos o túnicas, cubren a los
testículos. La túnica vaginal externa es un saco
delgado que se deriva del peritoneo durante el descenso prenatal
de los testículos al escroto. La túnica
albugínea es una membrana fibrosa resistente que cubre los
testículos y que con sus prolongaciones internas los
divide en 250 a 300 lobulillos en forma de cuñas. En esta
túnica se encierra la sustancia testicular o estroma,
responsable de las principales funciones. El tabique del escroto
separa cada testículo en sus propios compartimientos. Los
testículos producen espermatozoides andrógenos;
estos últimos regulan la espermatogénesis y el
desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales
secundarios.
El descenso de los testículos hacia el escroto
comienza durante la semana 28 del desarrollo prenatal y
normalmente se completa en la semana 29. Cuando durante el
nacimiento uno o ambos testículos no se encuentran en el
escroto, criptorquidia, el descenso podría inducirse con
la
administración de ciertas hormonas. En caso de falla
de este procedimiento, es
necesario realizar cirugía, por lo general antes de los
cinco años de edad. El fracaso en la corrección de
este trastorno puede dar lugar a la esterilidad,
testículos con tumores o ambos.
La estructura interna del testículo es comparable
con el corte transversal de una naranja, ya que la túnica
albugínea envía tabiques al interior del estroma,
dividiéndole en 200 a 300 lobulillos de forma piramidal.
Cada lobulillo contiene uno a cuatro túbulos
seminíferos de curso tortuoso, estructuras recubiertas
internamente por un epitelio seminífero del cual se
diferencian los espermatozoides (espermatogénesis) a
partir de las células proliferantes conocidas como
espermátides. Entre las sinuosidades de los túbulos
discurren vasos capilares y linfáticos y se hallan ciertas
células secretoras conocidas como células
intersticiales de Leydig, que se encargan de sintetizar la
testosterona y otras hormonas esteroides masculinas.
Las vías espermáticas se inician en el
nivel del estroma de los testículos. Los túbulos
rectos son la porción final de los túbulos
seminíferos que no posee un epitelio con células
espermatogénicas, originan un laberinto de conductos con
células ciliadas que finaliza en 12 a 20 conductos
llamados conductos deferentes. Éstos perforan la
túnica albugínea y convergen para formar un
conducto único, el epidídimo. Éste
constituye la parte del conducto excretor del esperma que se
localiza dentro del testículo y posee una delgada capa de
músculo liso cuya contracción hace progresar los
espermatozoides por el conducto. Se suele dividir las porciones
del epidídimo en cabeza, cuerpo y cola, bastante
enrollados entre sí y con una longitud de siete metros.
Durante su paso por el epidídimo los espermatozoides
maduran y sufren cambios en su membrana celular, además de
que adquieren una movilidad muy amplia. En la cola se almacenan
temporalmente los espermatozoides los cuales se ven proyectados
hacia los siguientes elementos tubáricos, por fuertes
contracciones del músculo liso, en la eyaculación.
Este estímulo está gobernado por el sistema nervioso
simpático. El conducto deferente es la prolongación
del epidídimo que atraviesa la cavidad pélvica y
termina en la próstata. Allí se une con el conducto
excretor de la vesícula seminal y juntos forman el
conducto eyaculador que desemboca en la uretra. El conducto de la
eyaculación es corto, estrecho y está localizado
dentro de la próstata. La uretra peniana es el segmento
que comparte los aparatos reproductores masculinos y
urinarios.
El espermatozoide maduro, gameto masculino o
célula de semen es una célula en forma de renacuajo
microscópico, con alrededor de 60um de longitud, que
consta de cabeza ovalada, un cuerpo cilíndrico y una cola
alargada.
La próstata es una glándula exocrina que
rodea el cuello de la vejiga y la porción proximal de la
uretra del hombre. Su funcionamiento está bajo el control
de las hormonas sexuales masculinas. Produce un líquido
incoloro rico en ácido cítrico, fosfatasa alcalina
y fibrolisina, que constituyen un vehículo de transporte
fluido para los espermatozoides y dan volumen al
eyaculado; además es indispensable para la erección
normal del pene. El tamaño de la próstata puede
aumentar bastante después de los 50 años,
produciendo compresión sobre la uretra y haciendo
difícil el paso de la orina. Con frecuencia este
crecimiento es de carácter cancerígeno, por lo cual debe ser removida
por medios
quirúrgicos (prostatectomía).
Las vesículas seminales son dos estructuras
tubulares situadas entre la vejiga urinaria y el recto. Se unen
con los conductos eyaculadores mediante conductos que desembocan
en la porción de la uretra que atraviesa la
próstata. Funcionan como reservorio del semen y producen
una secreción amarillenta y viscosa, rica en fructuosa,
que sirve de vehículo para los espermatozoides. Su
actividad está regulada por loa
andrógenos.
Las glándulas bulbo uretrales o de Cooper, son
dos pequeños órganos secretorios que producen una
secreción mucoide y transparente que lubrica el pene
durante la excitación sexual pre-coito y apoya la
eyaculación. Están situadas en la porción
proximal del pene donde drenan mediante conductos la
uretra.
El pene tiene la doble función de albergar la
uretra masculina y servir como órgano para la
cópula. Está constituido por los cuerpos cavernosos
situados dorso lateralmente, y por el cuerpo esponjoso que rodea
la uretra y termina en una posición distal agrandada que
es el glande. La piel que lo cubre es laxa lo que le confiere
elasticidad,
excepto en el glande, donde está firmemente adherida. La
erección se produce por el acceso de la sangre a los
espacios de los cuerpos cavernosos, desde capilares de la
trabéculas y de arteriolas, que se abren directamente en
las cavernas. El mecanismo de la erección obedece a un
conjunto complejo de estímulos de orden
psíquico-ambiental y nervioso-automático. El pene
está inervado por los nervios raquídeos,
simpáticos y parasimpáticos. Hay una gran cantidad
de terminaciones sensoriales aferentes. La inervación
motora llega hasta las trabéculas y los pequeños
vasos sanguíneos. La doble inervación asegura el
mantenimiento
de la erección y la presentación de la
eyaculación y el orgasmo
FISIOLOGÍA REPRODUCTIVA DE LA MUJER
La mujer sexualmente madura, despliega su función
reproductiva como consecuencia de la interacción de cuatro procesos
concurrentes: al ciclo endometrial y la
menstruación.
Durante los primeros años de su vida, los ovarios
de las niñas mantienen una actividad mínima; los
mayores cambios se relacionan con el crecimiento de la masa
ovárica mediante mitosis. El inicio de la fase
reproductiva fértil depende de la neutralización de
un mecanismo de inhibición neurológico sobre el
factor de liberación hipotalámico de gonadotropinas
(GnRF) que no permite la liberación de las gonadotropinas
FSH y LH en la niñez. No se conoce la naturaleza de los
estímulos que levantan esta restricción en la
adolescencia. Estímulos graduales del hipotálamo
sobre la hipófisis dan lugar a la liberación de la
hormona folículo estimulante (FSH) la cual pone en marcha
al ovario. Las adolescentes
entre los 9 y los 14 años, experimentan algunos eventos sucesivos
de desarrollo del sistema reproductivo: la telarquía, que
consiste en el desarrollo de las mamas, la pubarquía o la
aparición de vello en las axilas y el pubis y, finalmente,
la menarquia que trae la primera menstruación.
Los primeros ciclos no muestran una ovulación
consistente, de manera que no son fértiles. Posteriormente
se regulariza la aparición de los ciclos menstruales cada
28 a 30 días. En los humanos, el ciclo que permite la
liberación cíclica de un óvulo
aproximadamente cada 28 días, se conoce como ciclo
menstrual.
Cada ciclo representa una serie de cambios que preparan
a la mujer para que desarrolle una gestación con
éxito; de no ocurrir la gestación estos cambios han
de repetirse. La preparación para cada ciclo menstrual
comienza en el hipotálamo -donde un grupo pequeño
de neuronas detecta los niveles de estrógenos circulantes-
y termina en un órgano efector, en este caso los ovarios.
Entre los 45 y 55 años, los ovarios dejan de responder a
las gonadotropinas, su función endocrina declina y los
ciclos regulares desaparecen; en última instancia, el
período de la menopausia o climaterio se debe al
agotamiento de la reserva de folículos primordiales en los
ovarios. Al no verse sometidos a la estimulación
cíclica, los demás órganos reproductivos se
atrofian.
Ciclo ovárico
La ovulación es el proceso culminante de una
serie de cambios que experimentan los gametos femeninos u
óvulos dentro del ovario. Al nacer la niña cuenta
en sus dos ovarios con aproximadamente medio millón de
óvulos, dispuestos en estructuras denominadas
folículos. En esta fase precoz se denominan
folículos primordiales. En la pubertad los
folículos se han reducido a aproximadamente 200,000; en la
menopausia este número llega a unos 8,300.
Durante la vida fértil de la mujer, sólo
unos 400 folículos maduran lo suficiente para convertirse
en folículos maduros, aptos para ser fecundados o
folículos de De Graaf. El folículo de De Graaf es
una estructura pluricelular de unos 10 milímetros que
encierra un óvulo. Se caracteriza por tener una cavidad
central o antro llena de líquido y una capa granulosa
formada por varias hileras de células esféricas o
cúbicas que hace contacto con la célula germinal se
denomina corona radiada. La zona refringente que se observa entre
la corona y la célula germinal se denomina membrana
pelúcida.
Por acción de las gonadotropinas, se induce la
maduración simultánea de varios folículos,
los cuales crecen y se desarrollan, aunque sólo uno
alcanza el estado de
folículo de De Graaf (eventualmente pueden madurar dos).
Allí, el óvulo se encuentra rodeado por un
líquido que contiene estradiol, hormona esteroide que
prepara anticipadamente al útero para acoger un
óvulo fertilizado. El proceso de maduración tarda
en promedio 14 días, al cabo de los cuales el
folículo maduro se rompe dejando en libertad al
óvulo. El folículo roto remanente se transforma en
una estructura como cuerpo lúteo. El ciclo ovárico
se repite durante la vida reproductiva de la mujer con una
periodicidad de 28 días. La maduración de los
óvulos u ovogénesis implica una primera
división meiótica de carácter reduccionista
(cada célula hija queda con una dotación
cromosómica haploide, es decir, con sólo la mitad
de los cromosomas) que ocurre solamente hasta la emergencia del
folículo maduro sobre la superficie
ovárico.
La ovulación
La ovulación se refiere a la ruptura del
folículo de De Graaf, con la consecuente liberación
del óvulo. Este evento se conoce también por el
nombre de dehiscencia. Tiene lugar hacia la mitad del ciclo
ovárico (día 14). Los estrógenos producidos
por el folículo durante su maduración, inducen
indirectamente la producción de la hormona leutinizante
(LH) por parte de la adenohipófisis. La ovulación
ocurre cuando las hormonas LH y FSH llegan a su mayor nivel de
concentración en la sangre, condición conocida como
pico ovulatorio. El óvulo expulsado sale rodeado por
células de la capa del tejido folicular.
Morfológicamente, el huevo liberado aparece como una
célula rica en citoplasma con un núcleo central
esférico.
Después de la ovulación, el
folículo de De Graaf se colapsa y se inicia la
formación de una glándula endocrina conocida como
cuerpo lúteo o amarillo, que produce -por
estimulación de la FSH y la LH-, una hormona llamada
progesterona. Ésta ayuda a mantener la gestación en
caso de que tenga éxito la implantación del
embrión. En las mujeres el comportamiento habitual sufre
modificaciones destinadas a mantener condiciones adecuadas de
gestación. La progesterona también induce cambios
en el útero. El cuerpo lúteo sigue en proceso de
evolución que dura en promedio 14 días, momento en
que alcanza un estado de
madurez. Si el óvulo ha sido fecundado en las trompas de
Falopio, y hay un embarazo en progreso, el cuerpo lúteo
prolonga su actividad, adopta el nombre de cuerpo lúteo
grávido y mantiene la síntesis
de progesterona hasta el final del embarazo. En caso contrario,
el miometrio recibirá un óvulo en proceso de
degeneración, lo cual induce la liberación de la
prostaglandina en la teca del ovario; así se destruye el
cuerpo lúteo y cesa la producción de progesterona.
Su desaparición afecta el funcionamiento del útero
e incide en el hipotálamo, cuyas neuronas
reconocerán que no se dio una gestación y
comenzarán un nuevo ciclo menstrual.
Ciclo endometrial
La mayoría de los cambios que se suscitan por
acción de la progesterona, actúan sobre la capa
más interna del útero conocida como endometrio.
Este epitelio crece, se llena de vasos sanguíneos y
produce sustancias nutritivas que suministran un ambiente
propicio para el desarrollo del embrión en la
gestación. La mucosa que recubre la cavidad uterina o
endometrio, sufre cambios cíclicos relacionados con el
ciclo ovárico. Durante el crecimiento del óvulo el
útero entra en una fase inicial o proliferativa en la que
se desarrolla el tejido y aumenta su vascularización; esta
fase alcanza su máxima actividad en la ovulación.
El endometrio permanece en la condición anterior hasta el
final del desarrollo del cuerpo lúteo, en una fase que se
denomina secretora, porque se secretan nutrientes destinados al
embrión. Si hay fecundación, éste se
implanta en el endometrio, el cual sirve de sustrato para el
desarrollo del feto. Si no hay embarazo, el endometrio entra en
una tercera fase denominada hemorrágica, durante la cual
el endometrio se desprende parcialmente, dando origen a la
menstruación. El ciclo endometrial transcurre
paralelamente al ciclo ovárico y, por lo tanto tiene la
misma duración promedio de 28 días.
Menstruación
La hemorragia producida como consecuencia de la
desintegración y descamación de la capa funcional
del endometrio, cuando no hay embarazo, se denomina
menstruación. Su evacuación hacia el exterior lo
hace el útero a través del cérvix y la
vagina. Tras la menstruación, la capa basal del endometrio
queda intacta, lo que le permite sustentar la regeneración
de la mucosa endometrial. Durante la menstruación
desciende radicalmente la producción de estrógenos
y de progesterona.
FISIOLOGÍA REPRODUCTIVA DEL HOMBRE
El funcionamiento del aparato
reproductor masculino se inicia con la aparición en la
adolescencia de los caracteres sexuales secundarios
típicos del hombre; estos anuncian la activación
definitiva de los procesos de formación de espermatozoides
y la secreción endocrina de los andrógenos,
especialmente de la testosterona, por los testículos. La
activación mencionada se debe al estímulo ejercido
por la gonadotropinas de la pituitaria anterior que inducen la
maduración del tejido testicular, por ponerlo en
condiciones de aportar espermatozoides
fértiles.
Caracteres sexuales masculinos secundarios
Hay cambios notables en la configuración del
cuerpo y en la conducta de
aquellos niños que han ingresado en su adolescencia. Los
chicos se tornan más agresivos y dispuestos hacia la
acción, y su interés por el sexo femenino
se desarrolla. El pene crece en longitud y grosor y el escroto se
pigmenta y se vuelve rugoso. Todas las glándulas anexas
aumentan su tamaño y empiezan a secretar; los
testículos se tornan muy activos: las
células de Leydig liberan de manera creciente
testosterona, hormona que mantiene la permanencia de los
caracteres sexuales secundarios, fomenta la
espermatogénesis y hace crecer el cuerpo del muchacho. Los
hombros y el tórax se ensanchan pues la musculatura
aumenta. La voz se engruesa y adquiere un timbre más grave
porque la laringe se agranda y las cuerdas locales aumentan en
longitud y grosor. Aparece la barba y el vello púbico en
las axilas, tórax, y alrededor del ano y la línea
que delimita la cara del cabello retrocede antero lateralmente
descubriendo más la frente.
Semen y eyaculación
El semen es el líquido expulsado durante el
orgasmo masculino, es una mezcla de espermatozoides y secreciones
diversas, provenientes de glándulas anexas. El volumen del
semen fluctúa entre2.5 y 6 centímetros
cúbicos en la eyaculación después de unos
días de abstinencia sexual. El 95% de este volumen lo
aportan las glándulas anexas, la densidad de los
espermatozoides es de unos 100 millones por centímetro
cúbico y el recuento fluctúa entre 20 a 250
millones. Los hombres que sus cuentas son
menores de 40 millones se consideran estériles.
La eyaculación es consecuencia del
establecimiento de un arco reflejo, cuyo resultado es el
movimiento desde el epidídimo hasta la uretra y su
propulsión hacia el exterior. Las neuronas sensoriales
aferentes provienen del glande y penetran a la médula
espinal por los nervios pudendos.
Unos pocos cientos de espermatozoides logran llegar a la
trompa uterina, si ha concurrido y hay un óvulo viable
sólo un espermatozoide penetrará la membrana
celular del óvulo para fertilizarlo.
La erección
Durante el coito el pene debe permanecer turgente para
facilitar la transferencia apropiada de los espermatozoides al
canal cervical de la mujer, aproximándolos a su objetivo.
La erección se inicia con la dilatación de las
arteriolas del pene, lo que lleva a los espacios o cavernas del
cuerpo carnoso el aumento de volumen, bloquea las venas e impide
el retorno de la sangre, prolongando la rigidez. Hay dos clases
de estímulos complementarios que dan lugar a una
erección: por un lado los estímulos eróticos
psíquicos se integran en la corteza cerebral con recuerdos
previos y patrones instintivos para emitir una respuesta que
desciende por haces de la médula hasta los segmentos
lumbares. Allí también incurren los impulsos
aferentes preganglionares que proceden de los órganos
genitales que viajan por los nervios pélvicos erectos e
inducen la vasodilatación de las arteriolas.
Funciones endocrina de los
testículos
La testosterona, principal esteroide sexual masculino la
sintetizan grupos de
células ubicadas en el estroma testicular que se denominan
células Leydig que es una hormona que promueve la
espermatogénesis y tiene el efecto de facilitar la
deposición de calcio en los huesos y la
formación de los músculos, por lo tanto tiene un
efecto anabólico. Su secreción está regulada
por el eje hipotálamo-hipófisis-testículo de
la siguiente manera. El hipotálamo segrega el factor de
liberación para las gonadotropinas GRF el cual estimula la
adenohipófisis para que libere la hormona luteinizante LH.
Además la prolactina y la hormona folículo
estimulante FSH. Las células intersticiales de Leydig se
ven estimuladas por la ICSH en menor grano por la prolactina,
para secretar los andrógenos especialmente de la
testosterona.
También produce la proteína ligadora de
andrógenos que actúa en los túbulos
seminíferos ligándose a la testosterona para
mantener la concentración adecuada del andrógeno
que permita la espermatogénesis.
EL EMBARAZO
Luego de la fertilización, el cigoto sufre una
mitosis durante su descenso de casi tres días desde la
trompa hasta la cavidad uterina. El blastocisto en desarrollo
permanece ahí durante otros tres días antes de su
implantación en el endometrio.
Un embarazo ectópico ocurre cuando el blastocisto
se implanta en un lugar distinto de la cavidad uterina, el sitio
ectópico es la trompa uterina; entones se puede denominar
embarazo tubular. Otros sitios ectópicos son el cuello
uterino, y los revestimientos de las vísceras abdominales.
El embarazo ectópico constituye un riesgo grave para
la salud de la mejor y cuando no ocurre un aborto natural
normalmente se realiza un aborto terapéutico.
El trabajo de parto y el parto constituyen la
culminación de la gestación este trabajo incluye
una secuencia de acontecimientos físicos y
psicológicos. Su inicio está marcado por
contracciones rítmicas y forzadas del miometrio uterino.
En el trabajo de
parto verdadero los dolores por contracciones uterinos se
presentan en intervalos regulares y se intensifican y acortan en
tiempo entre cada contracción. Esto se acompaña de
la dilatación cervical así como de exudado de moco
con sangre por el canal cervical y fuera de la vagina.
En las glándulas mamarias la prolactina se inhibe
durante el embarazo por las concentraciones altas de progesterona
y estrógenos, sin embargo después del parto los
estrógenos y la progesterona disminuyen y se desbloquea la
secreción de prolactina, estimulando la producción
de leche. Amamantar estimula el pezón y la areola enviando
un impulso sensorial a través de la médula espinal
al hipotálamo, lo cual libera oxitocina; ésta, a su
vez, estimula la contracción de las células
mioepiteliales, lo cual causa la expulsión o descenso de
leche.
En resumen
En esta lección presentamos a nuestros lectores
un vademécum de información de mucha importancia
práctica. Con la que nos retiramos de nuestra
posición de Director de la UD, la que
fundáramos hace cuatro años.
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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