Monografias.com > Arte y Cultura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Vincent Van Gogh y Paúl Cézanne: Su quiebre con el Impresionismo




Enviado por brleteli





    2. Problema
    3.
    Impresionismo

    4. Vincent Van
    Gogh

    5.
    Paul Cézanne

    6.
    Postimpresionismo

    7. Solución del
    Problema

    8. Receptores Contemporáneos y Receptores
    Ideales

    9.
    Conclusión

    10.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    Ya es conocida la fama artística como pintores
    que poseen Vincent Van Gogh y Paúl Cézanne.
    También se sabe del tremendo aporte que ellos hicieron a
    lo movimientos pictóricos establecidos en su época
    y a los nuevos estilos vanguardistas que serían, a la
    larga, la base del las tendencias artísticas
    actuales.

    A causa de esta especie de evolución que se generó en las
    paletas de cada uno de estos pintores, la historia del
    arte considera que hubo un quiebre entre ellos y el impresionismo,
    considerado como un importante movimiento que
    ganó mucha fama y se hizo se acreedor de muchos seguidores
    en su época.

    El siguiente trabajo pretende explicar las causas
    originaron esté cambio de
    actitud para
    con el impresionismo en
    el caso de Van Gogh y Cézanne. Además de dar sendas
    y breves biografías, mostrar
    las consecuencias que genera esta revolución
    en la estética pictórica de la segunda mitad del
    siglo XIX.

    A petición del ramo de Teoría
    de la
    Comunicación, se darán a conocer las características, desde distintos puntos de
    vista, de los receptores críticos contemporáneos a
    la creación de las obras de estos pintores. Además
    mostrará cuales podrían ser los receptores ideales,
    para que los cuadros recibieran una crítica
    positiva.

    2.
    Problema

    Posición frente al Impresionismo

    Ambos pintores tuvieron un pick en su trabajo y estuvo
    entre la década de 1880 y 1890. Esto se aprecia al ver la
    critica objetiva que reciben las obras realizadas durante este
    periodo, resultando ser positiva.

    También es en este momento cuando empiezan a
    trazar líneas nuevas, a quebrar, en cierto modo, con lo
    que estaba establecido por los pintores que seguían el
    estilo que estaba de moda: El
    impresionismo.

    Es por esto que, cada uno por su parte, se va ganando
    una desaprobación por el público y critica
    especializada, Aún así, hubieron quienes los
    apoyaron e impulsaron a seguir adelante.

    Más adelante se encontrará respuesta a la
    incógnita de por qué Van Gogh y Cézanne
    rompen con la corriente impresionista.

    3.
    Impresionismo

    En 1874, un grupo de
    artistas organizo en Paris una exposición independiente de
    cuadros, en un intento deliberado de conseguir para sus obras una
    salida al margen del salón oficial. Uno de los
    participantes, Claude Monet, expuso un cuadro que llevaba por
    titulo Impresión: Amanecer; varias reseñas de la
    exposición escogieron este titulo por considerar que
    reflejaba la característica predominante de las obras
    allí expuestas, y un critico, Louis Lorey, titulo su
    reseña "La exposición de los impresionistas". Si
    bien ninguno de los artistas empleaba de buen grado el nombre -se
    empleaba para describir cuadros de tipos muy diversos-, la
    denominación hizo fortuna, y lo que había nacido
    como una ocurrencia de la critica se transformó en el
    nombre de uno de los movimientos artísticos más
    significativos de las postrimerías del siglo
    XIX.

    Después de exponer "Impresión, amanecer" ,
    Monet, fue el blanco de los críticos y el líder
    teórico del grupo que,
    como él, se preocupaba por transmitir su impresión.
    Definió las reglas de la nueva corriente.

    Resulta imposible encontrar una definición para
    abarcar la gama de cuadros que suelen describirse con el termino
    "impresionismo"; sin embargo, el paisaje impresionista por
    excelencia tiene ciertas características identificables:
    es de tamaño relativamente pequeño e irregular en
    cuanto a la composición, y por lo general en su mayor
    parte se realizaba al aire libre; sus
    colores son casi
    siempre brillantes y contrastantes, la pincelada libre e
    intuitiva. La discusión de estos factores, unida a una
    consideración del impresionismo dentro de sus contexto
    histórico y sobre el fondo del ambiente
    intelectual y social, nos puede llevar a definir la naturaleza y al
    alcance genuinos de este movimiento.

    El impresionismo se presenta como una
    prolongación del realismo. Nace
    bajo su influencia y adopta, como él, los temas de la vida
    cotidiana. Se sitúa en la cumbre de los estudios
    pictóricos sobre la luz, que se
    vienen llevando a cabo desde el renacimiento,
    y propone cuadros luminosos en antítesis con los
    sepias consagrados por la tradición.

    Los impresionistas pocas veces mostraban aspectos serios
    de la sociedad, aunque
    cuando lo hacían, eran maestros. Por el contrario,
    preferían enfocar los momentos gratos de la vida como son
    los placeres: jardines, fiestas, restaurantes, paseos,
    baños…

    La luz, alegre y a
    veces agobiante, dominaba sus cuadros gracias al culto a los
    reflejos (agua,
    espejos), a la abundancia de colores claros y
    brillantes y a la casi ausencia de negros. Trabajan afuera cuando
    el tema lo requería, y pintaban las sombras a todo
    color. Para
    los impresionistas lo mas importante en la pintura era
    capturar "el momento".

    Estimulados por la ciencia,
    escogían no mezclar los colores en la paleta dejando
    el trabajo de
    fusión
    al ojo del espectador: usan colores puros que aplicaban uno al
    lado del otro en pequeñas pinceladas, creando un efecto de
    color. El
    resultado afectaba la definición de las formas.
    Éstas tendían a una desintegración que la
    clase burguesa de la época creando algo así como un
    ataque a sus valores
    más importantes.

    La cercanía de la cámara
    fotográfica, por otro lado, justificaba el esfuerzo de los
    impresionistas para salirse del estrecho marco de la
    representación que a la vez les abre nuevas perspectivas,
    por esta razón los pintores impresionistas buscaban
    ángulos nuevos para capturar la vida, especialmente el
    espectáculo de la ciudad.

    En conclusión, el impresionismo solo
    pretendía transmitir la impresión del pintor. Es
    ,por lo tanto, subjetivo a la hora de diferenciarlo con otros
    estilos pictóricos.

    Contemporáneo de descubrimientos sobre el color y
    la visión, cambia los paradigmas
    tradicionales de la pintura
    respecto a ellos. También de la época de las
    primeras fotografías, cuestionaba la importancia de la
    representación, las poses y la composición
    tradicional. Además, estaba profundamente marcado por la
    difusión de las estampas japonesas y por la economía que
    éstas manejaban en su tratamiento de la figura.

    Los pintores impresionistas son numerosos y prolijos.
    Aunque París sea la capital
    artística del fin de siglo, brillan también nombres
    extranjeros entre los que innovaron y esto permite la exportación del movimiento. Otro aspecto
    importante era que la fuerza de la
    corriente no lograba ahogar el individualismo de los
    artistas.

    Se consideran generalmente como iniciadores Manet y
    Monet. Los siguen, entre otros Renoir, Degas y Toulouse
    Lautrec.

    Eslabones hacía el futuro, vienen finalmente
    Seurat y Sisley, los puntillistas, y Cezanne, Gauguin y Van
    Gogh.

    4. Vincent Van
    Gogh

    Nació en Zundert (Holanda). Su padre era pastor
    evangelista y entre sus tíos había marchantes de
    arte,
    almirantes y libreros. Empezó a trabajar en 1869, a los
    dieciséis años de edad, en la galería de
    arte que su
    familia
    poseía en La Haya; la galería se había
    asociado con una compañía francesa y era conocida
    como Goupil et Cie. A Vincent le gustaba el trabajo en
    ella, pues se sentía absorbido por el arte.

    Su primer contacto con el arte se produjo desde la
    óptica
    del marchante y crítico aficionado, y su juicio era agudo
    y certero. Estudio en la Escuela de La
    Haya entre 1869 a 1873, donde conoció a varios pintotes
    impresionistas. Tenia cierto gusto y admiración artistas
    de generaciones anteriores que no cambió en toda su
    vida.

    Van Gogh trabajó para Goupil et Cie. en Londres
    (1873-75) y París (1875-76), pero sufrió una
    depresión tras una desafortunada
    experiencia con la hija de su patrona londinense, y en abril de
    1876 acabó siendo despedido de la compañía.
    Entonces se hizo cada vez más religioso y se dedicó
    a leer la Biblia con asiduidad. En 1877 trabajó durante
    varios meses para un librero de Dordrecht. Su amor por la
    literatura se
    traducía en sus variadas lecturas y en sus amplios gustos.
    Posteriorrnente introdujo sus libros
    preferidos en sus cuadros.

    A finales de los años 70, la religiosidad de Van
    Gogh se fue agudizando. Pasó nueve meses en Inglaterra
    colaborando con los metodistas, y llegó a escribir y
    pronunciar un largo sermón. A mediados de 1877
    decidió seguir los pasos de su padre e ingresar en la
    Iglesia
    evangélica. Con este fin estudió en Amsterdam y
    Bruselas, y en el mes de noviembre de ese mismo año fue de
    prueba como evangelizador a una región minera de
    Bélgica asolada por la miseria, el Borinage. Fue una
    época trascendental para Van Gogh, que vivió la
    práctica del Evangelio, dedicándose por entero a
    los mineros, cuidándoles cuando resultaban heridos en una
    explosión en una mina, despreocupado de la ropa, la comida
    y otros asuntos terrenales. Pero su voluntad de llevar a la
    práctica al pie de la letra los mandatos del Evangelio
    chocó con las altas jerarquías
    eclesiásticas. Su comportamiento
    contradecía las convenciones aceptadas en su clase y
    actividad, y fue expulsado del estamento religioso. Van Gogh
    renegó de la hipocresía del alto clero y de las
    llamadas "personas respetables". Pronto sería rechazado de
    nuevo por vivir demasiado de acuerdo con sus ideas religiosas: en
    efecto, en La Haya muchos artistas le dieron la espalda por dar
    cobijo a una mujer abandonada
    y desamparada, que tenía fama de prostituta.

    A los veintiséis años, Van Gogh
    había realizado ya varios trabajos y en todos había
    fracasado. Vagó entonces por el Borinage totalmente
    desesperado, como cuenta a Theo en una carta emocionante
    escrita en el mes de julio de 1880. Todo lo que le interesaba se
    fue concentrando entonces en una sola actividad: el arte. Se
    centró en el arte que conocía (Rembrandt,
    Delacroix, Millet) y en los libros de
    Dickens, Victor Hugo y Michelet. Escribió por entonces:
    "Hay algo de Rembrandt en Shakespeare… de
    Delacroix en Victor Hugo; y hay algo de Rembrandt en los
    Evangelios, o algo de los Evangelios en Rembrandt".

    Durante sus paseos por el Borinage, Van Gogh
    había intentado llegar hasta Courriéres para
    visitar a un artista al que admiraba, Jules Breton. Veamos
    cómo describe el momento en que tomó la
    decisión: "Pues bien, incluso sintiéndome
    profundamente miserable, recuperé algo de la
    energía perdida y me dije: a pesar de todo, volveré
    a trabajar, a coger el pincel, que he abandonado por el gran
    desaliento que noto en mí, y seguiré dibujando. A
    partir de ese momento tenía la sensación de que
    todo había cambiado". Van Gogh había dibujado antes
    de 1880. En su juventud
    había realizado dignos dibujos,
    fundamentalmente copias de grabados. También había
    hecho pequeños apuntes y caricaturas para una niña
    de La Haya en 1872 y 73. Nos ha dejado imágenes
    de la mayor parte de las casas en que vivió. Al volver a
    coger el pincel, tenía las ideas más claras sobre
    lo que quería hacer: deseaba realizar dibujos de
    gente trabajando en un estilo crudo, adecuado al tema de las
    obras, que expresara sus sentimientos sobre "la gente". A partir
    de este momento su carrera se divide en períodos dominados
    por los lugares en que vivió: Etten en 1880, La Haya en
    1881 a 1883, Drenthe en 1883, Nuenen en 1883 a 1885, Amberes de
    1885 a 1886, París de 1886 a 1888, Aries en 1888, St. Remy
    en 1889 y 90, y Auvers en 1890. Durante la primera mitad de su
    carrera artística vivió en Holanda, donde
    desarrolló un estilo personal dentro
    de la línea de la Escuela de La
    Haya. Sería un error olvidar las primeras obras de su
    corta carrera. Los colores sombríos, las espesas capas de
    pintura y el gusto por la representación de campesinos en
    sus cabañas o trabajando en los campos recuerdan las
    pinturas de Josef Israels (1824-1911) y Anton Mauve (1838-88),
    éste último resultó ser su único
    maestro en el sentido estricto de la palabra. En esa época
    se sintió atraído por la pintura de figuras, ya que
    pensaba que la manifestación más alta del arte
    modemo era la representación de los campesinos en
    acción. Algunos de sus mejores dibujos están
    inspirados en los hombres y mujeres de Nuenen captados en sus
    faenas agrícolas. Sin embargo, los cuadros de Van Gogh
    carecen, de todo sentimentalismo, carácter
    anecdótico o comentario social evidente. Era consciente de
    que su forma de vida iba siendo minada por la
    industrialización, que acababa con la existencia sencilla
    que hasta entonces el hombre
    había llevado en contacto directo con la naturaleza.

    Van Gogh se sentía, sin embargo, aislado en el
    campo, lejos de otros artistas, y por eso se matriculó en
    una academia de dibujo de
    Amberes. Pero, repentinamente, decidió trasladarse a
    París, y envió a Theo esta nota: "Querido Theo, no
    te enfades conmigo por actuar tan precipitadamente…
    Estaré en el Louvre a partir del mediodía o antes,
    si así lo deseas".2 En París
    estaban surgiendo nuevas ideas y movimientos, y esto excitaba la
    imaginación de cualquier artista joven. Van Gogh pudo ver
    la exposición de los impresionistas, los Salones anuales,
    la exposición del nuevo Salón Nacional, una
    retrospectiva de su artista preferido, Millet, exposiciones de
    Monet y Renoir en la galería Petit y obras simbolistas de
    Gustave Moreau y Odilon Redon. Frecuentó el estudio del
    renombrado pintor Ferdinand Cormon, y allí conoció
    a Henri de Toulouse-Lautrec. Los colores de las obras eran
    brillantes y alegres; el tema, libre, aunque predominaran las
    vistas de París y los paisajes. Vincent se puso a
    experimentar en seguida en la práctica las ideas de los
    postimpresionistas, que había conocido a través de
    Paul Signac. Puntos de color quebrado empezaron a verse en sus
    lienzos, y pinceladas nerviosas, como si se hubieran aplicado con
    prisa. Esta tendencia fue aumentando. Van Gogh llegó a
    París en un momento en que los artistas jóvenes
    estaban desarrollando una serie de ideas que iban más
    allá del impresionismo, y en que los artistas ya
    consagrados empezaban a explorar estas nuevas ideas. Vincent se
    interesó por ellas, pero prefirió seguir una
    línea más personal,
    influido por los grabados japoneses entonces de moda en
    París. El cubrimiento de amplias zonas del lienzo con un
    color puro y la elección de temas populares hicieron que
    el artista considerara estos grabados como obras no puramente
    decorativas, sino susceptibles de un análisis más profundo: eran un
    edén de luz y color.

    Las tensiones y luchas existentes en la vida
    artística parisina de la época entre las distintas
    tendencias disgustaron a Van Gogh, que decidió marchar al
    sur de Francia a
    buscar su propio Japón de luz y color. Allí
    esperaba encontrar una comunidad de
    artistas que colaboraran entre sí, como la Escuela de
    Barbizon, la de La Haya y los talleres de grabadores japoneses.
    Al pintor le atraía el sur, y sentía que
    había encontrado su Japón: pero también le
    recordó a su Holanda natal. Escribió a su hermana
    que lo que había aprendido en París no le
    servía, y en sus cartas a Theo
    decía que la campiña de Provenza le recordaba las
    obras de Ruisdael y Hobbema. En los paisajes pintados por Van
    Gogh en esta época aparecen las mismas llanuras inmensas
    que en los dos pintores holandeses del siglo XVII; además,
    se repite el motivo holandés de los puentes levadizos, que
    habían sido construidos en Provenza por ingenieros venidos
    de los Países Bajos.

    En 1888 Vincent convenció a Paul Gauguin de que
    se reuniera con él en Aries con el fin de fundar una
    sociedad de
    artistas que llevaría el nombre de "Estudio de los
    trópicos". Pero los dos artistas tenían distintos
    puntos de vista sobre pintura, y esto se tradujo en violentas
    discusiones que Van Gogh calificó de "eléctricas".
    El pintor holandés había dedicado su carrera al
    estudio naturalista de la realidad que le rodeaba, y esto chocaba
    con la concepción de Gauguin. Luego de cortarse la oreja
    por una discusión con Gaughin, fue encarcelado y liberado,
    pero más tarde volvería a ser aprisionado a
    petición del pueblo de Aries, y finalmente ingresó
    voluntariamente en el hospital psiquiátrico de St. Paul,
    en St. Remy. La enfermedad de Van Gogh se caracterizaba por
    frecuentes ataques, seguidos de períodos de letargo e
    inactividad, a su vez seguidos de una completa lucidez y una
    sorprendente actividad. Se ha dicho que era esquizofrenia,
    epilepsia o una tara familiar hereditaria. El escaso desarrollo de
    la psiquiatría en esa época dificulta el
    conocimiento de su enfermedad, pero es probable que Van Gogh
    padeciera un tipo de epilepsia temporal cuyos síntomas a
    menudo recuerdan los de la esquizofrenia. Es
    posible que su "locura" no afectara directamente a su arte; pero
    esta experiencia y el miedo a futuros ataques, con la
    consiguiente depresión,
    inevitablemente tuvieron que desequilibrarle.

    Van Gogh pintó en St. Remy y se observa un
    cambio en su
    estilo: los tonos se hacen más sombríos y las
    formas están agitadas, como si tuvieran energía
    propia y escaparan al control del
    artista. Pidió a Theo que le enviara dibujos antiguos y
    volvió a pintar campesinos, cabañas y paisajes,
    reunidos bajo el título de "Recuerdos del Norte".
    También dibujó de memoria una
    versión de "Los comedores de patatas". Una de sus obras
    más importantes de este período es la copia del
    aguafuerte de Rembrandt La resurrección de Lázaro.
    En él, Rembrandt se servía de un rayo de luz para
    simbolizar el poder que
    emana de Cristo. Van Gogh elimina la figura de Cristo,
    sustituyéndola por un gran sol amarillo, cuya luz,
    representada por un dorado que inunda la pintura, simboliza la
    fuerza de la
    vida. Así, transforma a Rembrandt a través del sol;
    el norte y el sur se juntan; la religión, el arte y
    la naturaleza forman una unidad.

    Van Gogh volvió al norte en mayo de 1890.
    Pasó por París, vio algunas exposiciones antes de
    marchar a Auvers. En este pueblecito de las afueras de
    París fue tratado por su amigo, el Dr. Gachet, que era
    médico, pintor y amigo de los impresionistas. Van Gogh
    trabajó mucho en este período, realizando dibujos y
    pinturas a un ritmo de uno a dos por día. A Vincent le
    preocupaba su hermano Theo, que había sido su único
    apoyo financiero durante los últimos diez años. La
    angustia de la dependencia económica, la sensación
    de fracaso ( en su vida no vendió ni un solo cuadro), el
    miedo al futuro y a posibles nuevas crisis, con el
    consiguiente riesgo de no
    poder seguir
    trabajando, debieron de pesar mucho, comprensiblemente, en su
    ánimo. En una de sus últimas cartas, Van Gogh
    se muestra
    preocupado por la vulnerabilidad de los artistas frente al
    mercado
    artístico. Ciertamente algunas de sus pinturas de esta
    época expresan desolación y
    vacío:

    "Yo no tengo la culpa de que mis cuadros no se
    vendan.
    Pero llegará el día en que la gente se dará
    cuenta de que tienen más valor de lo
    que cuestan las pinturas."3

    El 27 de julio de 1890 Vicent intentó suicidarse
    con una pistola: murió resultado de las heridas dos
    días después, en brazos de Theo, a los treinta y
    siete años. La tragedia de su muerte ha
    oscurecido su vida, y su obra a menudo parece acompañada
    de una etiqueta invisible que dice: "Esto fue pintado por un
    hombre que
    estaba loco y se suicidó".

    5. Paul
    Cézanne

    Paul Cézanne nació en Aix-en-Provence en
    1839. Hijo de un rico banquero, se crió en un ambiente de
    severidad propio de la burguesía provinciana francesa.
    Recibió una educación esmerada y
    una sólida instrucción humanista. En sus estudios
    conoció a Emile Zolá quien, hasta 1886, fue uno de
    sus mejores amigos. Después comenzó los estudios de
    Derecho , pero los dejó para dedicarse a la pintura. En
    1861 su padre lo inscribe en la Acedemie Suisse, donde
    conoció Pisarro que, junto con Zolá, lo
    introducirían en el cenáculo de los futuros
    impresionistas. Su primeras telas, fantasías
    románticas, basadas en su admiración por Rubens y
    Delacroix, eran tosas y rudas. Sin embargo, desde la primera fase
    de su pintura se podían notar efectos dramáticos,
    propensos a temas de acción y violencia. A
    través de la Academie Suisse de Paris conoció a las
    impresionistas, especialmente a Pisarro, que le estimuló a
    pintar naturalezas. Durante este periodo adoptó las
    técnicas del impresionismo, pero no se alejó de las
    preocupaciones por captar el aspecto de las cosas cambiantes.
    Expuso con los impresionistas, pero continuó estando
    aislado, en parte a causa de su personalidad y
    en parte porque su análisis estructural era algo ajeno al
    impresionismo. Su primera exposición tuvo lugar en 1895,
    hasta entonces este artista no era conocido entre los entendidos
    en las cosas del arte. Aun así, creó un gran
    interés
    entre los artistas jóvenes, que llegaron, incluso a
    visitarlo para pedir su consejo.

    Cézanne quería hacer del impresionismo
    algo sólido y duradero, como el arte de los museos. Esto
    indica su interés
    por la estructura
    subyacente y permanente de la naturaleza y señala el
    camino hacia su estilo de madurez, en que conserva su disciplina
    estructural. Inspirado en sus primeras obras por Delacorix,
    Coubert y Manet, Cézanne comenzó con imitarlos, a
    menudo sin mucho éxito.

    "Le Compotier" es su obra que se considera como la que
    más representa los deseos, por parte de su autor, de
    asimilarse los hallazgos del impresionismos. Mas, justo en este
    momento, tratará de acomodar a sus intenciones aquella
    técnica aprendida; así, en la evolución que en él se
    insinúa por esos años, la pincelada pierde espesor
    y el colorido, en cambio, gana en pureza.

    A Cézanne le resultaba incomoda la insistencia de
    los impresionistas por captar los efectos constantemente
    cambiantes de la luz y del color en la naturaleza; él
    necesitaba estructura y
    tiempo para
    poner pintura sobre un lienzo. Cézanne desarrolló
    lenta y metódicamente un estilo basado en la observación de la naturaleza, y sus
    preocupaciones eran la utilización de la pintura como
    material, la aplicación del color y la propia pincelada.
    Cézanne quería composiciones bien ordenadas y
    armónicas imitando con precisión las
    interrelaciones tonales y formales que veía en la
    naturaleza, y aplicó este principio tanto al paisaje como
    al retrato y la naturaleza muerta. Más tarde, ya desligado
    por completo del impresionismo, la práctica de la acuarela
    (a la que se dedicará desde 1880) introducirá en su
    manera de pintar sus típicas pinceladas breves, finas y
    nerviosas.

    Este artista hace notables y solitarios esfuerzos por
    llegar a "realizar" y materializar sus sensaciones ante la
    naturaleza, captándola en términos de color y
    organizándola según la lógica
    de la mente.

    El impresionismo no fue, para Cézanne, más
    que un ejercicio, una práctica. Era una pintura que, para
    su temperamento, se fundaba demasiado en la sensación dada
    en sentido de superficialidad, y él ambicionaba otras
    cosas. Su pintura, que iba en contra de lo que se seguía
    en general entre los pintores de la época, tiene algunas
    características contribuyen a imprimir un sello
    poéticamente intelectual a aquel estilo.

    Hacia 1885 es cuando pinta cuadros que más tarde
    representarían la concentración, más
    claramente, de su concepción rigurosamente arquitectural
    de la composición. El mismo rigor arquitectónico es
    discernible en los lienzos paisajísticos de este gran
    periodo de su arte. Sentado frente al paisaje, antes de trasladar
    el "motivo" al lienzo, se ponía a estudiarlo
    cuidadosamente, atendiendo los valores
    plásticos
    y escalonados de los planos sucesivos, cuya situación
    exacta subrayaba matizando con un colorido de tonos finos,
    aplicados mediante apretadas series de pinceladas paralelas a
    modo de los sombreados hechos con la punta de un
    lápiz.

    Durante el otoño de 1906, mientras pintaba al
    aire libre, un
    chaparrón imprevisto lo dejó calado, lo que le
    provoco una congestión. Se le condujo rápidamente a
    su casa donde moriría pocos días
    después.

    La obra de Cézanne aspiró a devolver a la
    pintura valores
    esenciales que desde largo tiempo estaban
    olvidados. Respondía a una visión lucida, y si no
    consiguió en todos sus aspectos los altos fines
    propuestos, esto no fue su culpa, que puso todo el empeño
    posible en lo que quería.

    Sus cuadros se convirtieron en fuente de
    inspiración para nuevas generaciones. Algunas veces se
    valoró
    el uso que él hacía del color; otras, sus aspectos
    estructurales, pero sobre todo, el mayor énfasis puesto en
    la superficie pictórica. El estilo de madurez de
    Cézzane constituyó un puente con el arte moderno,
    especialmente con el cubismo.

    6.
    Postimpresionismo

    Desde fines de la década del 70, el impresionismo
    empezó a tener pequeños problemas.
    Poco después del 1880, el movimiento impresionista
    experimentó su primera gran crisis. El
    grupo formado por los cultivadores de aquella tendencia y sus
    fieles amigos solo habían sufrido hasta entonces una
    deserción, si es que así cabe considerar la
    deserción de Paul Cézanne, nunca identificado por
    completo con aquel ambiente. Pero ahora aquel grupo
    empezaría a dispersarse. Sin duda, Monet y Sisley, entre
    los más grandes representantes de la pintura
    impresionista, así como Guillaumin y Caillebotte, entre
    las figuras de segunda fila, proseguirían pintando hasta
    el fin según los principios de la
    tendencia básicamente debido al éxito personal.
    Aquellos años fueron finalmente, tanto para Monet como
    para Renoir, los de la llegada del encumbramiento definitivo.
    Pero el mismo Renoir, uno de los más reconocidos
    impresionistas desde sus inicios, flaqueaba ya en su
    adhesión a la técnica del estilo establecido. Cabe
    destacar que algunos de los que entonces empezaban a dedicarse
    por entero a la pintura, como Gauguin, aún se manifestaban
    como impresionistas, más bien pocos jóvenes
    imitaban su ejemplo.

    De entre estos pintores, estaban los que conocían
    y apreciaban desde hace tiempo las obras de los impresionistas;
    otros, como Seurat, los habían descubierto hacía
    muy poco. La aceptación de Seurat en una exposición
    impresionista de 1886 fue, precisamente, lo que vino a provocar
    una especie de discordia en el grupo de los veteranos maestros,
    hasta entonces relativamente unidos, lo que motivó la
    cesación de aquellas manifestaciones colectivas; Monet,
    Renoir y Sisley no quisieron tomar parte en la exposición
    como protesta, y Degas exigió que la palabra
    "impresionismo" fuera borrada de los anuncios.

    De aquí en adelante la generación que en
    París había, entraba entonces en terreno llano,
    además era una línea inclinada al análisis,
    ansiosa de afirmarse de una actitud de
    radicalismo. La componían jóvenes que eran
    completamente desconocidos para los impresionistas (excepto para
    Pisarro, que ya había tratado a algunos). Era
    comprensible, por tanto, que los componentes del grupo
    impresionista mirasen con recelo Van Gogh y
    Cézanne.

    El "postimpresionismo" nunca existió como
    movimiento definido. A diferencia de los distintos grupos y
    movimientos que puntúan la historia del arte del siglo
    XX, el postimpresionismo fue una elaboración a
    posteriori.

    Esta denominación fue acuñada por el
    pintor y critico británico Roger Fry en 1910 con motivo de
    una exposición de pintura francesa moderna organizada en
    Londres bajo el tìtulo de "Manet y los
    postimpresionistas". En esta exposición Cézanne,
    Gauguin y Van Gogh eran las figuras más destacadas, y por
    entonces, los tres ya habían muerto. El propio Roger Fry
    reconoció la vaguedad del término, ya que no se
    trataba de pintores que tuvieran mucho en común. Con
    él apreciaba solo una actitud de superación del
    impresionismo y una preocupación por nuevas formas de
    expresión. Sin embargo, el término empezó a
    ser utilizado porque permitía designar un periodo complejo
    en el que el impresionismo había entrado en
    crisis.

    Una serie de grandes pintores que habían pasado
    por esta transición del movimiento, tomaban distintas
    direcciones que tenían gran incidencia en las generaciones
    más jóvenes.

    La historia del
    arte demuestra hasta la saciedad que tan bruscos suelen ser
    los contrastes que marcan los cambios de una generación a
    la siguiente. Esos traspasos de una generación a otra
    jamás han sido favorables a la perpetuación de las
    antiguas normas o la
    preservación de los prestigios. Generalmente, los que
    vienen detrás reniegan de lo que se daba ya por
    establecido y cuando pueden aniquilan también los
    prestigios personales.

    7. Solución del
    Problema

    Como ya se sabe desde un principio de este trabajo, Paul
    Cézanne y Vincent Van Gogh, a pesar de ser parte
    importante dentro del impresionismo, se terminaron separando de
    éste, pero, en general, por distintas razones. Para
    comprobar esto se establecerán las diferencias gruesas que
    hay entre los trabajos que hicieron siguiendo el estilo
    impresionista y los que hicieron al final de sus carreras, que
    son los que estarían mas lejos de esta
    tendencia.

    En el caso de Van Gogh, sus cuadros son difíciles
    de calificar, debido a que era una persona de un
    carácter muy cambiante, por lo tanto lo que quería
    expresar, también lo era. Aún así, hay
    ciertas características que se pueden diferenciar entre un
    Van Gogh de 1880 y uno realizado hacia al final de su carrera.
    Desde el principio y hasta el final de su trabajo se caracterizo
    por tener un cariño especial hacia las cosas comunes y
    corrientes, incluso las despreciadas por otros pintores. Al
    comenzar con la pintura utilizaba colores sombríos,
    espesas capas de pintura y mostraba un gusto por la
    representación de campesinos en sus cabañas o
    trabajando en los campos. Sus cuadros carecían de todo
    sentimentalismo, carácter anecdótico o comentario
    social evidente.

    En su búsqueda por la verdad, sus obras llegaron
    a ganar un gran detalle expresivo, lo que no solo nutre la
    apariencia de la realidad mostrada, si no que también da
    expresión su contenido.

    Finalmente, llegando al final de su carrera, alcanza un
    colorido en sus obras que estaba destinado a poner de manifiesto
    sus sentimientos, cosa que ya no formaba parte de la corriente
    impresionista, ya que esta sólo trata el momento.
    Así fue como llegó a establecer un código de
    colores que representaba sus propios sentimientos respecto dela
    realidad. Un ejemplo: para Van Gogh el color amarillo
    representaba el optimismo y el amor,
    mientras que el rojo y el verde las terribles pasiones
    humanas.

    El estilo de este pintor generó que las
    líneas futuras de pintores llegaran a establecer
    corrientes nuevas: el fauvismo y el expresionismo.

    En el caso de Paul Cézanne la situación
    fue muy distinta, quizas debido a la diferencia de sus
    personalidades, ya que este era una persona muy
    analítica y metódica que trataba de hacer su
    trabajo de una manera lo más minuciosa posible.

    Al principio de su carrera artística sus trabajos
    tenían características vacilantes y, a veces, sin
    forma y de tonalidades oscuras. Técnicamente hizo gran uso
    de la espátula, cosa que cambiaría radicalmente
    años más tarde, al introducirse de lleno en el
    impresionismo, que fue una técnica y estética a la
    que trató de acomodarse. Para Cézanne, esto no fue
    nada más que una ejercicio pictórico. Así se
    puede apreciar también en sus propias palabras al decir:
    "He querido hacer del impresionismo algo que fuese sólido
    y durable, como el Arte de los Museos".4

    Después de esto se nota en sus pinturas que las
    pinceladas pierden espesor, pero que, en cambio, el colorido gana
    pureza. Se denota esa trabajosa penetración, propia de su
    escrupulosa exigencia, al apreciar el rigor arquitectónico
    en los paisajes que lo empezaba distanciar más del
    impresionismo. Su amor por
    la lectura
    también le hacen darle un toque poético a sus
    obras, lo que molestaba a otros pintores tradicionalmente
    impresionistas.

    El trabajo de Paul Cézanne fue el antecesor de
    estilo que más tarde se considerarían modernos,
    como lo son el cubismo y
    otros movimientos constructivistas que le dan gran importancia a
    la estructura de la forma.

    Estos dos pintores, a pesar de sus diferencias, tuvieron
    una razón en común para desligarse del
    impresionismo propiamente tal y llegar a formar parte de la
    ambigua corriente llamada postimpresionismo. Ésta es ambos
    pensaba que el hecho de ser pintor no era una función
    social, sino que era una operación del espíritu que
    exige de este el empleo de
    todos los recursos y lo
    arrastra a una ilimitada libertad de
    invención, cosa que no se consigue estando bajo el alero
    de un estilo, como lo era el impresionismo.

    8. Receptores
    Contemporáneos y Receptores Ideales

    En la segunda mitad del siglo XIX, después de la
    revolución
    industrial, había una cantidad importante en la
    población europea que se puede considerar
    parte de la burguesía, producto del
    nuevo sistema que
    imponía la ya mensionada revolución.

    Conocido lo anterior, se puede ver que hay una sociedad
    fría, que tenia preocupaciones muy distintas a las
    artísticas, pero esto no impedía que las "modas"
    ganaran un lugar importante en la pintura dentro de la
    sociedad.

    Socioeconomicamente hablando ni Van Gogh ni
    Cézanne dieron importancia al receptor, ya que este es un
    periodo en el que la pintura era algo meramente personal e
    individual. Aún así los receptores eran, casi
    siempre gente de la clase burguesa o clase aristocrática
    que tenía un interés "modista" para con la pintura
    y otras expresiones artísticas. Respecto a la cultura, los
    receptores no estaban preparados para recibir de buena manera el
    trabajo de estos pintores que estaban introduciendo un nuevo
    concepto a la
    pintura, ya que el público y los críticos estaban
    acostumbrados a ver y apreciar cuadros que tuvieran un motivo
    histórico, lo que contradecía claramente la
    sencillez en los motivos del impresionismo y
    postimpresionismo.

    Los críticos de la época utilizaban,
    generalmente los sarcasmos para burlarse de las nuevas
    tendencias, lo que demuestra un claro disgusto respecto de
    éstas.

    El desprecio que había con los pintores
    vanguardistas para esa época se debía a una especie
    de sicología artística general y estaba fundada en
    la nostalgia y el escepticismo.

    El critico de la época llamado George Lieberman,
    explicando el desprecio hacia las nuevas tendencias, dice que
    éstas deben enfrentarse a dos generaciones: la
    contemporánea, que tiene y quiere mantener sus ideas; y
    las anterior, que casi siempre resulta en exceso
    conservadora.

    Los hombres que se consideraban de ciencia no se
    interesaron mucho por lo que sucedía artísticamente
    debido a una gran cantidad de descubrimientos que los
    mantenía en su campo. Cabe destacar que si ellos hubieran
    intervenido entre el publico y los artistas no hubiera existido
    el desprecio que hubo, ya que podrían haber expuesto
    honestamente las razones del orden físico y óptico
    que llevo a los artistas a su modesta
    subversión.

    Los receptores ideales hubieran sido gente que
    culturalmente fuera abierta y fuera poseedora de un gran vagaje
    idealista, para que pudiese apreciar y entender abiertamente el
    significado y valor de los sentimientos que estos pintores
    quisieron expresar en su momento.

    Los demás aspectos de los receptores no importan
    mucho mientras tengan las posibilidades de entender y pensar
    sobre el contenido de su obra, y que principalmente sienta un
    gusto por la pintura, para así poder generar una
    opinión y critica positiva y constructiva.

    9.
    Conclusión

    Van Gogh y Cézanne fueron artistas que pecaron en
    su época por querer innovar, pero que después
    fueron valorados en amplitud gracias a la meditación que
    se hizo sobre sus obras y luego sobre sus
    personalidades.

    Cada uno empezó como impresionista para
    después seguir su propio camino desde el punto de vista
    mas personal, por lo que no solo se distanciaron de los
    demás pintores si no que se alejaron artísticamente
    (personalmente nunca estuvieron cerca) entre si, dando paso a
    nuevas tendencia muy distintas entre si.

    Actualmente puede que existan casos como estos, en los
    que el publico no valora las obras, pero una vez muertos los
    autores de ellas, con la mente más abierta, se dan cuenta
    que son grandes e importantes pues miran hacia el
    futuro.

    Quizás éste sea el consejo que pretende
    dejar el destino al mostrar las vidas de estos artistas, aprender
    a ver lo que hacen los demás, sin dejar de pensar en la
    evolución que este pueda tener y la repercusión que
    ésta pueda tener en los receptores de esta
    evolución.

    10.
    Bibliografía

    • "Enciclopedia Autodidáctica Océano",
      Tomo VII, Editorial Océano, Barcelona, España
    • "Historia
      Universal del Arte", Tomo 6 y 10, Editorial Sarpe, Madrid,
      España, 1984
    • Colección "Los impresionistas", Tomos 1, 2, 3,
      4, 5, 6, 13, 14, 15, 16, 17, 18, Editorial Viscontea, Buenos Aires,
      1971.
    • Jean Laymarie, "Van Gogh" El libro de
      Arte del Bolsillo, Editorial Timun Mas S.A., Barcelona,
      España, 1957.
    • Carlos Gispert, "Grandes Biografías", Tomo III, Editorial
      Océano, Barcelona, España, 1997.
    • Jose Milicua, "Historia
      Universal del Arte" Tomo IX, Editorial Planeta, Barcelona,
      España, 1990.
    • "Historia del Arte Salvat",
      Tomo X, Editorial Salvat, España, 1976.
    • René Huyghe, "El Arte y el Hombre",
      Tomo III, Editorial Planeta, Barcelona, España,
      1972.
    • Donald Martín Reynolds, "Introducción a
      la Historia del Arte" Editorial Gustavo Gili S. A., Barcelona,
      España, 1985
    • John Reward, "El Postimpresionismo, de Van Gogh a
      Gauguin", Editorial Alianza, Madrid, España,
      1982
    • José Pijoan, "Historia General del Arte Summa
      Artis", Editorial Espasa-Calpe, Madrid, España,
      1967
    • www.monografias.com

    Resumen:
    El siguiente trabajo
    pretende explicar las causas originaron esté cambio de
    actitud para con el impresionismo en el caso de Van Gogh y
    Cézanne. Además de dar sendas y breves
    biografías, mostrar las consecuencias que genera esta
    revolución en la estética pictórica de la
    segunda mitad del siglo XIX.

    Trabajo realizado y enviado por:
    Jose Mateluna Muñoz,
    mateluna[arroba]tutopia.com
    Estudiante en curso de la carrera de Fotografía
    Instituto Profesional ARCOS
    Santiago de Chile, con
    fecha Julio 2000.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter