2. Vida
3. Obra:
3-1: primero diálogos;
3-2: diálogos de transición, madurez y
vejez.
4. Teorías de las ideas: 4-1:
teoría del conocimiento; 4-2: naturaleza de las
ideas.
5. Teoría
política
6. Etica
7. Arte
8. Influencia
9.
Bibliografías
1.Introducción
Platón (c. 428-c. 347 a.C.),
filósofo griego, uno de los pensadores más
originales e influyentes en toda la historia de la
filosofía occidental.La figura de Platón
resulta indispensable para la comprensión de la historia del pensamiento
occidental. El objetivo de la
filosofía, así como la propia esencia del
filósofo en el sistema
platónico, son los temas que aborda Emile Bréhier
en el siguiente texto.
Lo que constituye la unidad de todas estas formas, lo
que, de algún modo, las necesita, es el deseo de
determinar el puesto del filósofo en la ciudad y su
misión
moral y
social. En la Grecia de
aquel entonces, el filósofo no se definió
jamás por comparación con los demás tipos de
especulación, científicos o religiosos, sino
más bien por su relación y sus diferencias con el
orador, el sofista y el político. La filosofía es
el descubrimiento de una nueva forma de vida intelectual que, por
lo demás, no puede separarse de la vida social. Los
diálogos nos describen esa vida y, con ella, los dramas y
comedias que de ella han surgido. En ciertos aspectos, esa
filosofía chocaba con las costumbres sólidamente
implantadas en la Grecia de la
época, y era inevitable que se produjesen conflictos,
cuya consecuencia trágica fue la muerte de
Sócrates.
¿Que es el filósofo? Platón
ofrece muchas descripciones. En el Fedón (64 e ss.) es
el hombre que
se ha purificado de las taras del cuerpo, que no vive más
que para el alma y no teme a la muerte, puesto
que, ya en esta vida, su alma está separada del cuerpo. En
el Teeteto (172 c-177 c) es el hombre torpe y
poco diestro en sus relaciones con los hombres, que no
encontrará nunca su puesto en la sociedad humana y
carecerá de influencia en la ciudad. En la
República, es el jefe de la ciudad y es precisamente
él quien, en las Leyes (X, 909 a),
se convierte en esa especie de inquisidor que, deseando «la
salvación del alma» de los ciudadanos, impone a los
habitantes de la ciudad la creencia en los dioses de la misma
bajo la amenaza de prisión perpetua. Es, por fin, el
entusiasta e inspirado del Fedro (224 a ss.) y del Banquete (210
a). En esas descripciones sucesivas hay dos rasgos dominantes que
parecen contradecirse; por una parte, el filósofo debe
«huir de aquí», purificarse, vivir en contacto
con realidades que el sofista o el político ignoran; por
otra parte, debe construir la ciudad justa, cuyas relaciones
sociales reflejen las relaciones exactas y rigurosas que
constituyen el objeto de la ciencia. El
filósofo es, por una parte, el sabio retirado del mundo y,
por otra, el sabio y justo, el verdadero político que da
leyes a la
ciudad. El propio Platón ¿no fue, a la vez,
fundador de la Academia, amigo de los matemáticos y
astrónomos y, por otra parte, consejero de Dión y
de Dionisio, el tirano? Además, si como filósofo
fue el inventor o promotor de una lógica
rigurosa, también fue el inspirado cuyo espíritu
permanecería estéril sin el impulso de Eros, y que
no podría engendrar sino en lo bello; la discusión
razonada se desdobla en una dialéctica del amor que se
traduce en efusiones líricas y contemplaciones
místicas. Sabio y místico, filósofo y
político, son rasgos generalmente separados y que no
volveremos a encontrar unidos, a través de esta historia,
sino en algunos grandes reformadores del siglo XIX. Por eso es
importantísimo comprender bien lo que constituye su
vínculo de unión.
2. Vida
Originalmente llamado Aristocles, Platón (apodo que
recibió por el significado de este término en
griego, ‘el de anchas espaldas’) nació en el
seno de una familia
aristocrática en Atenas. Su padre, Aristón, era, al
parecer, descendiente de los primeros reyes de Atenas, mientras
que su madre, Perictione, descendía de Dropides,
perteneciente a la familia del
legislador del siglo VI a.C. Solón. Su padre
falleció cuando él era aún un niño y
su madre se volvió a casar con Pirilampes, colaborador del
estadista Pericles. De joven, Platón tuvo ambiciones
políticas pero se desilusionó con
los gobernantes de Atenas. Más tarde fue discípulo
de Sócrates,
aceptó su filosofía y su forma dialéctica de
debate: la
obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y
más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy
discutido, que algunos estudiosos consideran una metáfora
literaria sobre el poder,
Platón fue testigo de la muerte de
Sócrates durante el régimen democrático
ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez por su
vida, abandonó Atenas algún tiempo y
viajó a Megara y Siracusa.
En el 387 a.C. Platón fundó en Atenas
la Academia, institución a menudo considerada como la
primera universidad
europea. Ofrecía un amplio plan de estudios,
que incluía materias como Astronomía, Biología, Matemáticas, Teoría
Política y
Filosofía. Aristóteles fue su alumno más
destacado.
Con la intención de conjugar la filosofía
y la posibilidad de aplicar reformas políticas
viajó a Sicilia en el año 367 a.C., para
convertirse en tutor del nuevo tirano de Siracusa, Dionisio II el
Joven. El experimento fracasó. Platón
todavía realizó un tercer viaje a Siracusa en el
361 a.C., pero una vez más su participación en
los acontecimientos sicilianos tuvo poco éxito.
Pasó los últimos años de su vida impartiendo
conferencias en la Academia y escribiendo. Falleció en
Atenas a una edad próxima a los 80 años,
posiblemente en el año 348 o 347 a.C.
3.Obra
Los escritos de Platón adoptaban la forma de
diálogos, a través de las cuales se
exponían, se discutían y se criticaban ideas
filosóficas en el contexto de una conversación o un
debate en el
que participaban dos o más interlocutores. El primer
grupo de
escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13
cartas. Se ha
cuestionado la autenticidad de algunos diálogos y de la
mayoría de las cartas.
3.1 .Primeros diálogos Los diálogos
platónicos pueden ser divididos en cuatro etapas de
composición. La primera representa el intento de
Platón de comunicar la filosofía y el estilo
dialéctico de Sócrates. Algunos de esos
diálogos tienen el mismo argumento. Sócrates se
encuentra con alguien que dice saber mucho, él manifiesta
ser ignorante y pide ayuda al que afirma saber. Sin embargo,
conforme Sócrates empieza a hacer preguntas, se hace
patente que quien se dice sabio realmente no sabe lo que afirma
saber y que Sócrates aparece como el más sabio de
los dos personajes porque, por lo menos, él sabe que no
sabe nada. Ese conocimiento,
por supuesto, es el principio de la sabiduría. Dentro de
este grupo de
diálogos se encuentran Eutifrón (una
consideración sobre la naturaleza de la
piedad y la religión), Laques
(una búsqueda del significado del valor),
Cármides (un intento por definir la templanza), la
Apología de Sócrates (donde narra la defensa que de
sí mismo ejerció Sócrates en el juicio que
le condujo a la muerte) y
Protágoras (una defensa de la tesis de que
la virtud es conocimiento y
que es posible aprenderla).
3.2. Diálogos de transición, madurez y
vejez
Los diálogos de los periodos intermedio y
último de la vida de Platón reflejan su propia
evolución filosófica. Las ideas de
esas obras se atribuyen al propio Platón, aunque
Sócrates sigue siendo el personaje principal en muchas de
ellas. Los escritos del periodo de transición abarcan,
entre otros diálogos, Gorgias (una reflexión sobre
distintas cuestiones éticas), Menón (una
discusión sobre la naturaleza del
conocimiento), Lisis (una discusión sobre la amistad) y el
libro I de La
República (una discusión sobre la justicia).
Entre sus diálogos de madurez cabe citar El
Banquete (destacada realización dramática de
Platón que contiene varios discursos
sobre la belleza y el amor),
Crátilo (sobre el lenguaje),
Fedón (escena de la muerte de Sócrates, en la que
discute sobre la teoría
de las ideas, la naturaleza del alma y la cuestión de la
inmortalidad), Fedro (sobre la belleza y el amor) y los
libros II al X
de La República (que constituyen una detallada
discusión sobre la naturaleza de la justicia).
Entre los trabajos del periodo de vejez se
encuentran Teeteto (una negación de que el
conocimiento tiene que ser identificado con el sentido de
percepción), Parménides (una
evaluación crítica de la
teoría de las ideas), El Sofista (una reflexión
posterior sobre las ideas o las formas), Filebo (discusión
sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo (ideas
de Platón sobre las ciencias
naturales y la cosmología) y Las Leyes (un análisis más práctico de las
cuestiones políticas y sociales).
4.Teoría de las
ideas
El centro de la filosofía de Platón lo constituye
su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su
idea del conocimiento, su teoría ética, su
psicología, su concepto del
Estado y su
concepción del arte deben ser
entendidos a partir de dicha perspectiva.
4.1. Teoría del conocimiento La
teoría de las ideas de Platón y su teoría
del conocimiento están tan interrelacionadas que deben ser
tratadas de forma conjunta. Influido por Sócrates,
Platón estaba persuadido de que el
conocimiento se puede alcanzar. También estaba
convencido de dos características esenciales del
conocimiento. Primera, el conocimiento debe ser certero e
infalible. Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo que
es en verdad real, en contraste con lo que lo es sólo en
apariencia. Ya que para Platón lo que es real tiene que
ser fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con
la esfera ideal de la existencia en oposición al mundo
físico del devenir. Una consecuencia de este planteamiento
fue su rechazo del empirismo, la
afirmación de que todo conocimiento se deriva de la
experiencia. Pensaba que las proposiciones derivadas de la
experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No
son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son
fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto
los objetos de la experiencia no son objetos propios del
conocimiento.
La teoría del conocimiento de Platón
quedó expuesta principalmente en La República, en
concreto en su
discusión sobre la imagen de la
línea divisible y el mito de la
caverna. En la primera, Platón distingue entre dos niveles
de saber: opinión y conocimiento. Las declaraciones o
afirmaciones sobre el mundo físico o visible, incluyendo
las observaciones y proposiciones de la ciencia, son
sólo opinión. Algunas de estas opiniones
están bien fundamentadas y otras no, pero ninguna de ellas
debe ser entendida como conocimiento verdadero. El punto
más alto del saber es el conocimiento, porque concierne a
la razón en vez de a la experiencia. La razón,
utilizada de la forma debida, conduce a ideas que son ciertas y
los objetos de esas ideas racionales son los universales
verdaderos, las formas eternas o sustancias que constituyen el
mundo real.
El mito de la
caverna describe a personas encadenadas en la parte más
profunda de una caverna. Atados de cara a la pared, su
visión está limitada y por lo tanto no pueden
distinguir a nadie. Lo único que se ve es la pared de la
caverna sobre la que se reflejan modelos o
estatuas de animales y
objetos que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente.
Uno de los individuos huye y sale a la luz del
día. Con la ayuda del Sol, esta persona ve por
primera vez el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las
únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y
apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si
quieren liberarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la
caverna simboliza para Platón el mundo físico de
las apariencias. La escapada al mundo soleado que se encuentra en
el exterior de la caverna simboliza la transición hacia el
mundo real, el universo de la
existencia plena y perfecta, que es el objeto propio del
conocimiento.
4.2. Naturaleza de las ideas La
teoría de las ideas se puede entender mejor en
términos de entidades matemáticas. Un círculo, por
ejemplo, se define como una figura plana compuesta por una serie
de puntos, todos equidistantes de un mismo lugar. Sin embargo,
nadie ha visto en realidad esa figura.
Lo que la gente ha visto son figuras trazadas que
resultan aproximaciones más o menos acertadas del
círculo ideal. De hecho, cuando los matemáticos
definen un círculo, los puntos mencionados no son
espaciales, sino lógicos. No ocupan espacio. No obstante,
aunque la forma de un círculo no se ha visto nunca
—y no se podrá ver jamás— los
matemáticos y otros sí saben lo que es. Para
Platón, por lo tanto, la forma de círculo existe,
pero no en el mundo físico del espacio y del tiempo. Existe
como un objeto inmutable en el ámbito de las ideas, que
sólo puede ser conocido mediante la razón. Las
ideas tienen mayor entidad que los objetos en el mundo
físico tanto por su perfección y estabilidad como
por el hecho de ser modelos,
semejanzas que dan a los objetos físicos comunes lo que
tienen de realidad. Las formas circular, cuadrada y triangular
son excelentes ejemplos de lo que Platón entiende por
idea. Un objeto que existe en el mundo físico puede ser
llamado círculo, cuadrado o triángulo porque se
parece ("participa de" en palabras de Platón) a la idea de
círculo, cuadrado o triángulo.
Platón hizo extensiva su teoría más
allá del campo de las matemáticas. En realidad,
estaba más interesado en su aplicación en la esfera
de la ética
social. La teoría era su forma de explicar cómo el
mismo término universal puede referirse a muchas cosas o
acontecimientos particulares. La palabra justicia, por ejemplo,
puede aplicarse a centenares de acciones
concretas porque esos actos tienen algo en común, se
parecen a, participan de, la idea de justicia. Una persona es humana
porque se parece a, o participa de, la idea de humanidad. Si
humanidad se define en términos de ser un animal racional,
entonces una persona es humana porque es racional. Un acto
particular puede considerarse valeroso o cobarde porque participa
de esa idea. Un objeto es bonito porque participa de la idea, o
forma, de belleza. Por lo tanto, cada cosa en el mundo del
espacio y el tiempo es lo que es en virtud de su parecido con su
idea universal. La habilidad para definir el término
universal es la prueba de que se ha conseguido dominar la idea a
la que ese universal hace referencia.
Platón concibió las ideas de manera
jerárquica: la idea suprema es la de Dios que, como
el Sol en el
mito de la caverna, ilumina todas las demás ideas. La idea
de Dios representa el paso de Platón en la dirección de un principio último de
explicación. En el fondo, la teoría de las ideas
está destinada a explicar el camino por el que uno alcanza
el conocimiento y también cómo las cosas han
llegado a ser lo que son. En lenguaje
filosófico, la teoría de las ideas de Platón
es tanto una tesis
epistemológica (teoría del conocimiento) como una
tesis ontológica (teoría del ser).
5.Teoría política
La República, la mayor obra política de
Platón, trata de la cuestión de la justicia y por
lo tanto de las preguntas ¿qué es un Estado justo?
y ¿quién es un individuo justo?
El Estado ideal, según Platón, se compone
de tres clases. La estructura
económica del Estado reposa en la clase de los
comerciantes. La seguridad, en los
militares, y el liderazgo
político es asumido por los reyes-filósofos. La clase de una persona viene
determinada por un proceso
educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta
que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible
con sus intereses y habilidades. Los que completan todo el
proceso
educacional se convierten en reyes-filósofos. Son aquellos cuyas mentes se han
desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por
lo tanto, toman las decisiones más sabias. En realidad, el
sistema
educacional ideal de Platón está, ante todo,
estructurado para producir reyes-filósofos.
Asoció las virtudes tradicionales griegas con la
estructura de
clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de
la clase artesana, el valor es la
virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a
los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la
sociedad en su
conjunto. El Estado
justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia
función sin entrar en las actividades de las demás
clases.
Platón aplicó al análisis del alma humana un esquema
semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona
justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad,
controla los apetitos. Existe una evidente analogía con la
estructura del Estado anterior, en la que los
reyes-filósofos, ayudados por los soldados, gobiernan al
resto de la sociedad.
6.Ética
La teoría ética de Platón descansa en la
suposición de que la virtud es conocimiento y que
éste puede ser aprendido. Dicha doctrina debe entenderse
en el conjunto de su teoría de las ideas. Como ya se ha
dicho, la idea última para Platón es la idea de
Dios, y el conocimiento de esa idea es la guía en el
trance de adoptar una decisión moral.
Mantenía que conocer a Dios es hacer el bien. La
consecuencia de esto es que aquel que se comporta de forma
inmoral lo hace desde la ignorancia. Esta conclusión se
deriva de su certidumbre de que una persona virtuosa es realmente
feliz y como los individuos siempre desean su propia felicidad,
siempre ansían hacer aquello que es moral.
7.Arte
Platón tenía una idea antagónica del
arte y del
artista aunque aprobara algunos tipos de arte religioso y
moralista. Su enfoque tiene que ver una vez más con su
teoría de las ideas. Una flor bonita, por ejemplo, es una
copia o imitación de las ideas universales de flor y
belleza. La flor física es una
reproducción de la realidad, es decir, de las ideas. Un
cuadro de la flor es, por lo tanto, una reproducción
secundaria de la realidad. Esto también significa que el
artista es una reproducción de segundo orden del
conocimiento y, en realidad, la crítica frecuente de
Platón hacia los artistas era que carecían de un
conocimiento verdadero de lo que estaban haciendo. La
creación artística, observó, parecía
tener sus raíces en una inspirada locura.
8.Influencia
La influencia de Platón a través de la historia de
la filosofía ha sido inmensa. Su Academia existió
hasta el año 529, en que fue cerrada por orden del
emperador bizantino Justiniano I, que se oponía a la
difusión de sus enseñanzas paganas. El impacto de
Platón en el pensamiento
judío es obvio en la obra del filósofo alejandrino
del siglo I Filón de Alejandría. El neoplatonismo,
fundado en el siglo III por el filósofo Plotino, supuso un
importante desarrollo
posterior de las ideas de Platón. Los teólogos
Clemente de Alejandría, Orígenes y san
Agustín de Hipona fueron los primeros exponentes
cristianos de una perspectiva platónica. Las ideas
platónicas tuvieron un papel crucial
en el desarrollo del
cristianismo y
también en el pensamiento islámico
medieval.
Durante el renacimiento,
el primer centro de influencia platónica fue la Academia
Florentina, fundada en el siglo XV cerca de Florencia. Bajo la
dirección de Marsilio Ficino, sus miembros
estudiaron a Platón en griego antiguo. En Inglaterra, el
platonismo fue recuperado en el siglo XVII por Ralph Cudworth y
otros que se dieron a conocer como la Escuela de
Cambridge. La influencia de Platón ha llegado hasta el
siglo XX de la mano de pensadores como Alfred North Whitehead,
que una vez le rindió tributo al describir la
filosofía como una simple "serie de anotaciones de
Platón".
Adicionales: período, clasificación y
obras
|
|
|
|
| PERIODO | CLASIFICACIÓN Y OBRAS |
|
| 399-390 | Obras de juventud. Diálogos |
|
|
| Hipias menor |
|
|
| Eutifrón |
|
|
| Ion |
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| Laques |
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|
| Cármides |
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|
| Apología de Sócrates |
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| Critón |
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| Protágoras |
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| 390-385 | Obras de transición |
|
|
| Gorgias |
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|
| Menón |
|
|
| Hipias mayor |
|
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| Eutidemo |
|
|
| Lisis |
|
|
| Menexeno |
|
|
| La República I |
|
| 385-370 | Diálogos de madurez |
|
|
| El Banquete |
|
|
| Crátilo |
|
|
| Fedón |
|
|
| La República II-X |
|
|
| Fedro |
|
| 370-347 | Obras de vejez. Diálogos |
|
|
| Teeteto |
|
|
| Parménides |
|
|
| El Sofista |
|
|
| El Político |
|
|
| Timeo |
|
|
| Critias |
|
|
| Filebo |
|
|
| Las Leyes I-XII |
|
|
| Cartas VII y VIII |
|
|
| Diálogos apócrifos o de origen |
|
|
| Alcibíades I |
|
|
| Mino |
|
|
| Epinomis |
|
|
| Cartas |
|
|
| Alcibíades II |
|
|
| Hiparco |
|
|
| Los rivales |
|
|
| Teages |
|
|
| Cleitofón |
|
|
| Sísifo |
|
|
| Alcíone |
|
|
| Sobre lo justo |
|
|
| Sobre la virtud |
|
|
| Definiciones |
|
Cornford, F. M. La teoría platónica del
conocimiento. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica, 1982.
Útil análisis de la teoría de las ideas de
Platón, con especial atención a su epistemología.
Eggers, Conrado. Introducción histórica
al estudio de Platón. Buenos Aires:
EUDEBA, 1974. Introducción general al estudio de
Platón.
Friedländer, Paul. Platón, verdad del ser
y realidad de la vida. Madrid: Editorial Tecnos, 1989.
Importante obra clásica que estudia el conjunto de la
obra de Platón.
Grube, G. M. A. El pensamiento de Platón.
Madrid: Editorial Gredos, 1973. Obra clásica que analiza
algunos temas esenciales del pensamiento
platónico.
Nuño, Juan A. El pensamiento de Platón.
Caracas: Universidad
Central de Venezuela,
1963. Presentación rigurosa de los temas fundamentales
de la filosofía de Platón, con referencia a los
diálogos más importantes.
Vallejo Campos, Álvaro. Platón, el
filósofo de Atenas. Barcelona: Montesinos Editor, 1996.
Presentación de la figura de Platón y su
pensamiento en relación con su entorno
histórico..
Gracias por su lectura/ la
conclusión la dejo a criterio de cada uno de los lectores,
ante cualquier sugerencia y/o correcciones, tenga la amabilidad
de enviármelo por mi correo electrónico
"decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar
las palabras con la vida"
Fragmento de Historia de la filosofía.
De Emile Bréhier.
Volumen I:
primera parte, capítulo III, 3.
Fuente: Bréhier, Emile. Historia de la filosofía (2
vols.). Traducción de Juan Antonio Pérez
Millán y Mª Dolores Morán. Madrid. Editorial
Tecnos, 1988.Área de publicación:
Filosofía
Autor:
José Luis Dell'Ordine
Bs. As.