- El ojo humano
- Músculos extrínsecos del
ojo - Movimiento del
ojo - Enfoque del
ojo - Funcionamiento del
ojo - Lentes de contacto
- Lente convexa
- Lente
cóncava - Daltonismo
- Lentes
1. Ojo
Órgano de la visión en los seres humanos y en
los animales. Los
ojos de las diferentes especies varían desde las estructuras
más simples, capaces de diferenciar sólo entre la
luz y la
oscuridad, hasta los órganos complejos que presentan los
seres humanos y otros mamíferos, que pueden distinguir
variaciones muy pequeñas de forma, color,
luminosidad y distancia. En realidad, el órgano que
efectúa el proceso de la
visión es el cerebro; la
función
del ojo es traducir las vibraciones electromagnéticas de
la luz en un determinado tipo de impulsos nerviosos que se
transmiten al cerebro.
2. Estructura del
ojo
Derecha: La cantidad de luz que entra en el ojo se controla
por la pupila, que se dilata y se contrae con este fin. La
córnea y el cristalino, cuya configuración
está ajustada por el cuerpo ciliar, enfoca la luz sobre la
retina, donde unos receptores la convierten en señales
nerviosas que pasan al cerebro. Una malla de capilares
sanguíneos, el coroides, proporciona a la retina oxígeno
y azúcares. Izquierda: Las glándulas lagrimales
secretan lágrimas que limpian la parte externa del ojo de
partículas y que evitan que la córnea se seque. El
parpadeo comprime y libera el saco lagrimal; con ello crea una
succión que arrastra el exceso de humedad de la superficie
ocular.
El ojo en su conjunto, llamado globo ocular, es una estructura
esférica de aproximadamente 2,5 cm de diámetro con
un marcado abombamiento sobre su superficie delantera. La parte
exterior, o la cubierta, se compone de tres capas de tejido: la
capa más externa o esclerótica tiene una
función protectora, cubre unos cinco sextos de la
superficie ocular y se prolonga en la parte anterior con la
córnea transparente; la capa media o úvea tiene a
su vez tres partes diferenciadas: la coroides —muy
vascularizada, reviste las tres quintas partes posteriores del
globo ocular— continúa con el cuerpo ciliar, formado
por los procesos
ciliares, y a continuación el iris, que se extiende por la
parte frontal del ojo. La capa más interna es la retina,
sensible a la luz.
La córnea es una membrana resistente, compuesta por
cinco capas, a través de la cual la luz penetra en el
interior del ojo. Por detrás, hay una cámara llena
de un fluido claro y húmedo (el humor acuoso) que separa
la córnea de la lente del cristalino. En sí misma,
la lente es una esfera aplanada constituida por un gran
número de fibras transparentes dispuestas en capas.
Está conectada con el músculo ciliar, que tiene
forma de anillo y la rodea mediante unos ligamentos. El
músculo ciliar y los tejidos
circundantes forman el cuerpo ciliar y esta estructura aplana o
redondea la lente, cambiando su longitud focal.
El iris es una estructura pigmentada suspendida entre la
córnea y el cristalino y tiene una abertura circular en el
centro, la pupila. El tamaño de la pupila depende de un
músculo que rodea sus bordes, aumentando o disminuyendo
cuando se contrae o se relaja, controlando la cantidad de luz que
entra en el ojo.
Por detrás de la lente, el cuerpo principal del ojo
está lleno de una sustancia transparente y gelatinosa (el
humor vítreo) encerrado en un saco delgado que recibe el
nombre de membrana hialoidea. La presión
del humor vítreo mantiene distendido el globo ocular.
La retina es una capa compleja compuesta sobre todo por
células
nerviosas. Las células receptoras sensibles a la luz se
encuentran en su superficie exterior detrás de una capa de
tejido pigmentado. Estas células tienen la forma de conos
y bastones y están ordenadas como los fósforos de
una caja. Situada detrás de la pupila, la retina tiene una
pequeña mancha de color amarillo, llamada mácula
lútea; en su centro se encuentra la fóvea central,
la zona del ojo con mayor agudeza visual. La capa sensorial de la
fóvea se compone sólo de células con forma
de conos, mientras que en torno a ella
también se encuentran células con forma de
bastones. Según nos alejamos del área sensible, las
células con forma de cono se vuelven más escasas y
en los bordes exteriores de la retina sólo existen las
células con forma de bastones.
El nervio óptico entra en el globo ocular por debajo y
algo inclinado hacia el lado interno de la fóvea central,
originando en la retina una pequeña mancha redondeada
llamada disco óptico. Esta estructura forma el punto ciego
del ojo, ya que carece de células sensibles a la luz.
4. Músculos extrínsecos del ojo
Vista lateral del ojo, donde se puede observar los
músculos extrínsecos unidos directamente al globo
ocular que permiten el movimiento del
ojo. Los cuatro rectos están alineados con sus puntos de
origen, mientras que los dos oblicuos se insertan en la
superficie ocular formando un ángulo.
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