Indice
1.
¿Qué quiere decir Obrar
Bien?
2.
Fundamentos de la
Ética
4.
Conciencia Moral
5. Ley
Moral
6.
Fundamentos filosóficos del Obrar
Bien
7.
Valores defendibles desde el punto de vista
moral
8. Bibliografía
1. ¿Qué
quiere decir Obrar Bien?
Cuando decimos que alguien obró bien generalmente
queremos decir que cumplió con su deber, aunque no siempre
cumplir con nuestro deber nos conduce a la felicidad.
Surge la ética
dentro de la Filosofía para responder a preguntas tales
como: ¿En que consisten el Deber y la Felicidad?,
¿Existen pautas para guiar la conducta
humana?
La ética es la parte de la filosofía que
se ocupa del obrar del hombre, de sus
acciones. Este
obrar humano se puede entender en forma individual o en forma
social. Para Aristóteles, existían tres niveles
en el obrar, el obrar del individuo, el obrar de la familia y
el obrar de la sociedad.
La ética discute y juzga las normas morales y
jurídicas, siendo las primeras las que regulan lo que la
sociedad aprueba o desaprueba, y las segundas las que regulan las
prohibiciones, castigando el incumplimiento de las mismas.
También en ella se realiza por una parte la crítica
y el análisis de la moralidad y por otra propone
normas, escala de
valores o
ideales que van a primar sobre otros.
La discusión ética se realiza en el plano
del "debe ser" y no meramente "del ser".
Cada uno de nosotros consideramos nuestros actos y
comportamiento
como buenos o malos, pero en general nos exigimos el obrar bien
como un deber, una obligación.
La palabra "moral" vincula directamente la conducta y los
actos humanos por su valor, es decir como buenos o malos. Solo
reconocemos como sujeto moral al hombre, ya que solo este es
capaz de reflexionar sobre sí mismo, sobre el mundo y la
manera de transformarlo, solo él posee el
conocimiento intelectual que le permite conocer el valor
moral, y la libertad que
es el poder de
autodeterminarse con respecto a ese valor moral.
El hombre es responsable de sus actos y debe responder
ante sí mismo y ante la sociedad e incluso de admitir su
existencia ante Dios por ellos.
El concepto de
responsabilidad es quizás el más
profundo de la ética, porque nos da la dimensión
moral del hombre, sentirse responsable de uno mismo y de los
demás nos dice que es mejor que quien intenta evadir o
excusar sus responsabilidades, pero existen circunstancias y
factores que alteran y condicionan la responsabilidad en los
actos morales, dichos factores se pueden dividir en
Psicológicos y Sociológicos.
A)De carácter individual e interiores al sujeto
los factores psicológicos que se destacan son:
- los biopsíquicos que se refieren a
fenómenos fisiológicos tales como presión
arterial, integridad de los centros nerviosos, etc. - los psíquicos que se refieren a
factores afectivos tales como sentimientos, emociones,
pasiones, etc. - los que obstaculizan la libertad entre los que
se destacan la ignorancia, la violencia,
el miedo, etc.
B) Los condicionamientos Sociológicos proceden
del marco social en el que vive el hombre, y
entre ellos se destacan, la educación que
transmite valores
morales, la estructura
básica del individuo o personalidad,
el rol social, la clase social, y la cultura.
Un acto moralmente bueno se califica como un
mérito, mientras que un acto moralmente malo comporta un
demérito. La sanción es la recompensa de los actos
morales, sancionamos un mérito con un premio, y un
demérito con un castigo.
La finalidad de la sanción es conservar el orden
moral, y se las califica como:
Naturales (por las consecuencias
físicas)
Interiores (porque producen satisfacción o
remordimiento)
Legales (porque las aplican según las normas de
los códigos vigentes)
Sociales (porque dependen de la estimación o el
desprecio de la sociedad)
4. Conciencia
Moral
Todo ser humano tiene conciencia de que hay algo que
está bien o mal moralmente hablando, pues posee lo que
llamamos sentido moral, por otro lado también existe la
conciencia moral, que es la valoración sobre la moralidad
de un acto concreto.
Si tomamos el término bueno, bien, en el sentido
práctico, es aquello que mueve a la voluntad por medio de
las representaciones de la razón, no a partir de causas
subjetivas sino de modo objetivo, por
razones válidas para todo ser racional como
tal.
Para que un acto sea bueno deben ser buenos los tres
factores fundamentales que los motivan, esos tres factores
son:
1) Objeto- contenido (lo que se hace, la materia del
acto)
2) Circunstancias- (factores o aspectos que determinan y
precisan el objeto, el quien, el cuándo,
el cómo, etc.).
3) Fin- (Intensión o motivo del acto, aquello
para lo que se hace).
Basta con que uno de esos factores sea malo, para que
todo el acto sea malo, ya que para los moralistas el fin bueno no
justifica los medios
malos.
La conciencia moral está integrada por un
elemento intelectual, un elemento afectivo y un elemento
volitivo, el intelecto o razón juzga, aprueba o desaprueba
el acto, el elemento afectivo nos da respuesta sobre los
sentimientos hacia ese acto, y el volitivo que tiene una
tendencia natural al bien y que lo hace querer el bien moral.
Según Kant si el hombre
fuera solo sensibilidad, sus acciones estarían
determinadas por impulsos sensibles, si fuera únicamente
racionalidad, serían determinadas por la razón.
Pero el hombre es al mismo tiempo
sensibilidad y razón, y en esta posibilidad de
elección consiste la libertad que hace de él un ser
moral.
Podemos clasificar la conciencia moral como verdadera o
errónea, en cierta, probable, dudosa, perpleja, justa,
etc.
Hablamos de conciencia verdadera cuando puede dictaminar
objetivamente lo que es bueno o malo y es errónea cuando
no puede hacerlo, de conciencia cierta cuando el juicio moral es
firme y seguro, de
probable cuando existen otras alternativas, dudoso cuando el
juicio moral se suspende ante la duda, perplejo cuando existen
colisión de deberes y justo cuando se juzga de manera
adecuada el acto moral.
¿Pero cómo se forman esas
conciencias?
El hombre procura obrar con conciencia recta, ello
supone autoreflección y consulta a los demás, para
ir adquiriendo una conciencia formada y madura.
El problema se plantea cuando estamos en conciencia
perpleja o en conciencia dudosa, como ya dijimos la conciencia
perpleja supone un conflicto de
deberes y tenemos que inclinarnos por el que nos parece
más fuerte o imperioso, mientras que en la conciencia
dudosa debemos descartar para salir de dudas y luego formar una
conciencia moralmente cierta.
La conciencia como norma subjetiva, se apoya en los
principios
morales o en el sentido moral. Los principios morales son
expresiones de la ley moral
natural.
¿Pero qué es una ley?
Desde el punto de vista de un legislador, es una norma
dictada por quienes tienen a su cuidado la comunidad, para
su ordenación racional y hacia el bien
común.
Santo Tomas destacaba que la ley no es un mandato o
voluntad del legislador, sino un mandato racional y bueno para el
bien común, pues solo una ley emanada de una voluntad
racional y buena es auténtica y puede obligar a la
comunidad a cumplir con ella.
Las leyes morales se
distinguen de las leyes positivas porque las primeras surgen en
el hombre de forma natural e interna, mientras que las otras son
promulgadas por el hombre en forma externa y
pública.
Dentro de las leyes positivas se destacan:
- Leyes positivo-divinas (dictadas por Dios a los
hombres Ej. : los diez mandamientos) - leyes positivo-humanas (dictadas por los hombres
entre las que se distinguen las
a) leyes civiles; del estado y b)
leyes eclesiásticas; de la iglesia).
Pero por encima de todas estas leyes, incluidas las
leyes físico-naturales, hay quienes hablan de la ley
eterna, del plan que Dios
posee en su inteligencia y
en su voluntad y que da un modo de ser y obrar propios a todos
los seres de la naturaleza.
Quienes defienden la existencia de una ley moral
natural, también sostienen que posee dos propiedades
fundamentales que son la Universalidad y la
Inmutabilidad.
La universalidad de la ley radica en que el hombre posee
la misma naturaleza esencial, que es capaz de un pleno y
armónico bien común, por lo que se opone al
racismo y al
nacionalismo.
La inmutabilidad radica en que la naturaleza esencial
del hombre permanece invariable a través del tiempo y el
espacio, que su conocimiento
de los principios fundamentales de la ley moral es lo que
verdaderamente es inmutable, y sometidos a un progreso moral del
individuo y la sociedad extienden y profundizan su contenido en
la evolución histórica, para ser
más claros los principios existían y no se les
aplicaban por Ej.: La esclavitud, la
tortura, la dignidad de la mujer,
etc.
La ley positivo-humana es una prolongación o
concreción de la ley moral. El hombre se vale y se apoya
en ella para dotar de obligatoriedad la vida social. Las características fundamentales de la ley
positiva son:
- Origen humano ( las formula, establece y aplican los
hombres) - Historicidad (lleva una fecha precisa)
- Vigencia limitada (rigen en un lugar y tiempo
determinado - Caducidad (con el paso del tiempo pierden vigencia y
se obliga a modificarlas o cambiarlas adecuándolas a la
realidad social del momento)
6. Fundamentos
filosóficos del Obrar Bien
Se puede afirmar que las leyes positivas surgen de la
ley moral, del sentirse obligado a obrar bien, el problema es
determinar ese bien.
Dentro de la filosofía se reconocen dos grandes
grupos: Uno en
el que los filósofos no admiten más fundamento
de la moralidad que la propia conciencia. Y otro que sin
contradecir ni desautorizar a los primeros consideran que las
exigencias imperativas del hombre conducen al individuo a
alcanzar la plena realización, el bien natural en todas
sus posibilidades.
Dentro del primer grupo se
destacan filósofos como Kant, Levy-Bruhl, Durkheim y
Sartre.
Kant afirmaba que obrar por razones exteriores a
la propia conciencia del deber o sea obrar por placer, por poder,
por fama, etc., supone obrar con segundas intenciones; es decir
un obrar que es más que inmoral, es amoral, impropio de la
persona
humana.
El obrar recto, propiamente moral es el que se realiza
exclusivamente por respeto a la ley
misma, siendo el respeto el único sentimiento moral.
Mientras la ley moral como echo de razón no necesita
fundamento que la justifique, nos demuestra que la libertad es no
solo posible, sino real en los seres que reconocen la ley misma
como obligatoria, (tú debes, luego tú puedes)
La moral
auténticamente digna es una moral autónoma, en ella
lo que cuenta no es lo que se hace sino como se hace, lo que
cuenta es la intención de obrar bien. Kant afirmaba que en
el mundo nada hay de bueno o malo más que la buena o mala
voluntad y resume todas las máximas morales en
ésta:
"Obrar de tal forma que la máxima que rija tu
acto pueda valer como un principio de legislación
universal y necesario"
Aunque la ley moral brota de uno mismo, según
Kant no significa que brote del yo empírico, individual y
propenso al egoísmo, sino que brota de una zona más
honda del yo, de lo que llamó la conciencia
trascendental.
Por otro lado Levy-Bruhl y Durkheim sostienen que
las leyes morales son meras convenciones establecidas por cada
sociedad, no existe una moral única,universal e inmutable,
porque según ellos no existe una naturaleza humana
idéntica en todos los hombres.
Para ellos carece de sentido la crítica de
cualquier moral, porque todas pueden ser relativamente verdaderas
en la medida que sirven en la vida del grupo social en el que
rigen; la reducen a una ciencia de las
costumbres en la que no hay que buscar ningún fundamento
metafísico.
El neopositivismo considera que los juicios o
proposiciones morales que pretenden valorar la conducta humana
carecen de sentido científico, enunciando solamente
sentimientos, actitudes,
emociones, deseos, etc., de los individuos que las
formulan.
Sartre afirmaba que Dios no existe, y elabora la
única moral que a su juicio es coherente con el
ateísmo.
El hombre es lanzado al mundo sin ninguna esencia o
naturaleza que lo caracterice desde el principio, con la pesada
carga de hacerse libremente sin tener una ayuda orientadora. Cada
cual debe trazar su camino estableciendo para ello unas normas
válidas solo para él y comprometiéndose a
seguirlas responsablemente. El tratar de imponer nuestro criterio
como el único acertado o bueno es según Sartre una
actitud
ridícula e hipócrita.
Dentro del segundo grupo encontramos múltiples
morales que dependen de las diferentes concepciones
antropológicas en que descansan, según sea la idea
que los filósofos se forjen de la realidad humana
(naturaleza, esencia o condición), así será
la normativa moral que defenderán
consecuentemente.
Para Aristóteles la felicidad no se
identifica con el placer sino con el estado de
perfección y reposo que acompaña al logro de
nuestras tendencias naturales.
Admite en el hombre tendencias superiores a las del
resto de los animales y pone
el bien o fin supremo natural del hombre en el ser
autosuficiente, omniperfecto que goza autocontemplandose. Para
él la culminación de las virtudes morales estaba en
el orden que debe existir en esas tendencias naturales tanto en
el plano individual como en el social.
Para Santo Tomas de Aquino la concepción
Aristotélica del bien supremo se identifica con el Dios
cristiano.
Obrar bien es seguir la propia conciencia cierta, que en
último termino siendo ésta creada por Dios, debe
obedecer la ley eterna o plan concebido por El.
Epicúreo partió de la evidencia de
que todo animal se mueve por placer, y el hombre no escapa a
aquella evidencia práctica, identificando el placer con el
bien moral. Según él, el hombre debe buscar el
placer y la mejor técnica para conseguirlo. Esto le
llevó a elaborar su receta de la felicidad: eliminar los
caprichos, los miedos infundados, limitarse a los deseos
naturales o estrictamente fundamentales como los
orgánicos, los anímicos y la amistad. Saber
renunciar al placer del momento para evitar consecuencias
nefastas, aliviar los dolores recordando placeres del pasado o
imaginando los futuros.
Con ésta técnica moral, el hombre
conseguiría el máximo placer posible, un estado de
sosiego interior que nadie podría arrebatarle.
Para Bentham identificar el bien moral con el
placer es algo superficial, porque el bienestar exige muchas
veces sacrificios y para él la norma ética suprema
será conseguir la máxima felicidad para el mayor
numero de personas.
Para J.Stuart Mill lo que importa es la calidad del
placer y la felicidad de los demás valorada en si misma y
no en la repercusión que tendrá sobre el individuo
en particular.
Nietche nos habla de una moral nueva, más
allá del bien y del mal. Rompe con la tradición
igualitaria, ensalza la voluntad del poder y la legitima y
avasalladora vitalidad de los señores, aduciendo que los
mejores o más fuertes tienen más derechos, se cree llamado a
desenmascarar el engaño de la igualdad
humana. Al realizarse según él esta inversión de los valores,
se facilitará el camino para que surja el super hombre,
eliminando toda esperanza en un Dios que según él
no existe.
Para Marx, el hombre es un ser que surgido de la
naturaleza se ha ido constituyendo a sí mismo mediante la
acción siempre realizada en comunidad.
El aboga por una moral revolucionaria cuyo objetivo sea
la abolición de situaciones degradantes y la
desaparición de las luchas sociales.
La moral Marxista propugna la toma de conciencia de la
igualdad del hombre, de su capacidad para crear un mundo justo y
feliz, él no cree que la religión que
según su opinión es el opio del pueblo, pueda con
sus super-estructuras
darles ese más allá feliz.
El liberalismo político sostiene que deben
reducir la competencia del
poder a las funciones de
administración de justicia,
defensa del territorio, educación, salud, etc., como una forma
de promover el mejor estado de las
cosas en la sociedad.
7. Valores defendibles desde el punto de vista
moral
Todos los sistemas
éticos tratados en este
trabajo han estado sujetos a la crítica en distintas
épocas, pero en todos ellos se reconoce un punto positivo
idéntico y es que nuestro obrar parte de una norma y un
fundamento que es nuestra conciencia personal. El
hombre por naturaleza aspira a obrar bien, y entre los valores
morales que deben defenderse se destacan los derechos
individuales, el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad
privada, derechos que a su vez tienen fijados sus límites
en los derechos de los demás.
Lógica y Filosofía Guillermo A.
Obiols.
Introducción a la filosofía Luis
Cuéllar Bassols J.M. Rovira Martinez
Apuntes sobre Ética Autónoma
Kant
de "Cimentación para la metafísica de las
costumbres"
Apuntes de Kant …. Etica….. Razón
Práctica
Apuntes de Kant…..Critica a la Razón
Pura
Autor:
Mabel Diaz
6º de Ingeniería