- 1.
Introducción - 2. Factores de
riesgo - 3. Objetivos.
- 4. En lo
social - 5. Lo que hace resilientes a las
personas - 6. Proyectos para vivir
genuinamente - 7. Desde
pequeño - 8. La
familia - 9. Factores
protectores - 10.
Conclusión - 11.
Bibliografía
1. Introducción
Cada persona brilla
con luz propia entre
todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay
gente de fuego sereno, que ni se entera del viento y gente de
fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos no alumbran ni queman, pero otros
arden con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y
quien se acerca se enciende.
En este relato de GALEANO, se resumen las dos aristas
filosóficas de la teoría
de la resiliencia la primera se relaciona con la idea de la
luminosidad. La resiliencia se edifica desde la zona luminosa del
ser humano, desde sus fortalezas, asumiendo la potencialidad de
cada individuo para desarrollarse. L a segunda arista consiste en
la idea de la diversidad, de la diferencia. La teoría
de la resiliencia cobra significado a partir de las diferencias
en la reacción ante circunstancias adversas, generadoras
de stress. Mientras
algunas personas sucumben a dichas circunstancias, evidenciando
desequilibrio y trastornos a diversos niveles. Otras se
desarrollan exitosamente a pesar de la adversidad.
Precisamente las preguntas principales formuladas por
los investigadores sociales en los últimos años en
esta área se relacionan con el problema de la
determinación del enfrentamiento exitoso al stress y a la
adversidad.
Es justo en este espacio de incertidumbre que abre la
diferencia en la reacción ante la adversidad donde se
inscribe el concepto de
resiliencia, definido como la capacidad de un individuo de
reaccionar y recuperarse ante adversidades, que implica un
conjunto de cualidades que fomentan un proceso de
adaptación exitosa y transformación a pesar de los
riesgos y la
adversidad.
Estos deben ser vistos como un resultado de la estrecha
interacción individuo- ambiente donde
cada una de estas dos partes juega un papel activo.
Es decir, el individuo no debe considerarse un receptor pasivo de
los diferentes estímulos, por el contrario se encuentra
constantemente modulando la incidencia a estos con su conducta, sus
efectos en la determinación del carácter de
riesgo. En
este proceso de
modulación se mezclan componentes genéticos,
psicológicos, sociales y situacionales.
Esto supone además, el carácter
específico de los mecanismos implicados en la
determinación del riesgo: en cada
individuo tendrán una dinámica propia, única, que
dependerá de la articulación de los componentes
referidos con anterioridad
La resiliencia es en términos de ingeniería la capacidad de un material para
recobrar su forma original, después de someterse a una
presión deformadora. En este trabajo, sin embargo,
retomamos la más reciente acepción de esta palabra,
que designa la capacidad de una persona para
superar bien condiciones adversas de la vida.
Por lo general la resiliencia ha sido estudiada en lo
referente a la manera sorprendente de muchos niños y
niñas maltratados de distintas formas para sobreponerse y
mantener su vitalidad y esperanza.
Como seres humanos, pese a vivir en diferentes
condiciones cada ser, por lo menos en algún momento de la
vida los problemas nos
han hecho tocar fondo. De hecho, a veces se ha dicho que hay que
tocar fondo para poder tomar
conciencia y
levantarse. Puesto que si nos dejáramos arrollar por ese
tipo de situación, nuestras vidas perderían toda
conducción y sentido.
Pese a todo el potencial social constructivo que
implica, no se ha pensado en la posibilidad de plantear la
resiliencia como un ejemplo para todos y todas, en nuestro
crítico contexto de vida.
El objetivo
principal de este trabajo es mostrar que si partimos de la
existencia de ciertos factores de resiliencia individuales y
sociales, existe la posibilidad de salir adelante sin necesidad
de ampararnos bajo vicios como el paternalismo,el clientelismo,
la drogadicción y otros tipos de dependencia,
que no hacen sino sumarse a los problemas ya
existentes.
4. En lo social
Actualmente al contrario de lo que se proponía en
el proyecto
político del estado
nacional, se da la fragmentación de las identidades y
redefinición de valores.
Además se acentúa la explotación, la
discriminación y el
individualismo.
A la par cobran expresión nuevas propuestas desde
aquellas nuevas identidades que se manifiestan mediante el
espacio de la cultura. Por
lo tanto dichas identidades(etnia, género, edad, clase
social, ideas políticas,
religión),
que no son excluyentes unas de otras, sino muchas veces
transversales, reclaman el lugar que muchas veces la historia les
negó.
5. Lo que hace resilientes
a las personas
Existen factores internos como la autoestima, el
optimismo, la fe, la confianza en sí mismo, la responsabilidad, la capacidad de elegir o de
cambio de las
competencias
cognoscitivas.
Una vez fortalecidos estos aspectos, que se conjugan en
lo que llamamos espíritu. Además se refuerzan las
posibilidades del grupo de
apoyar a las personas como ser humano integro, seguro y capaz de
salir adelante.
Por ello es importante, además de desarrollar
factores internos, afianzar los apoyos externos. Sin embargo, si
la autoestima es
baja o no se conjuga bien con las destrezas sociales, o si la
esperanza en uno mismo no fluye no se canaliza de la mejor manera
y si se le quita al individuo el apoyo externo vuelven a
derrumbarse.
A continuación detallamos diez puntos que
fortalecen internamente el poder personal:
Trato estable con al menos uno de los padres u otra
persona de referencia.
- Apoyo social desde dentro y fuera de la
familia - Clima educativo emocionalmente positivo, abierto,
orientador y regido por normas. - Modelos sociales que estimulen un conductismo
constructivo. - Balance de responsabilidades sociales y exigencia de
resultados. - Competencias cognoscitivas.
- Rasgos conductistas que favorecen a una actitud
eficaz. - Experiencia de autoeficacia, confianza en uno mismo y
concepto
positivo de uno mismo. - Actuación positiva frente a los inductores del
stress. - Ejercicio de sentido, estructura y
significado en el propio crecimiento.
Son condicionantes externos los de carácter
social, económico, familiar, institucional, espiritual,
recreativo y religioso, los cuales son promovidos o facilitados
por el ambiente, las
personas, las instituciones
y las familias que intervienen en la atención, el trato y
el tratamiento de los grupos e
individuos que están en situación de riesgo y
vulnerabilidad.
Al margen de los ya mencionados, caben otros
ámbitos y claves que la resiliencia genera no pocos
insisten en la necesidad de contar con buenos modelos de rol
en la vida diaria especialmente cuando se trata de niños,
personas de las cuales los individuos u otros niños pueden
aprender. En la actualidad algunos educadores han desarrollado
estas técnicas con experiencias realizadas en el campo con
bosques, flores y demás.
También constan entre los factores externos los
factores de riesgo que pueden ser muchos, los cuales
vulnerabilizan la integridad psíquica, moral,
espiritual y social.
No basta con compartir su cotidianidad y diluirse en
ella, ni reflexionar su problemática identificando los
factores de riesgo que los llevó a tomar esta
opción, pues sería vulnerabilizar aún mas
sus condiciones de vida, sobre todo se fomenta una doble
estigmatización, marcándoles con una etiqueta como
de callejero, drogadicto, etc.
En estos casos para Freire, un investigador
Guatemalteco, es la luz interior la
que en determinados casos sirve para determinar una
decisión y tomar una oportunidad privilegiada que se
presenta en el momento justo. Esto representa fortalecer los
factores de protección que promueve la resiliencia,
revalorizando el potencial interno y externo de cada persona para
reconstruir su proyecto de vida
personal y
comunitaria.
Se puede considerar que las principales actitudes que
fortalecen en los factores protectores o resilientes en los
humanos son:
- Demostraciones físicas y verbales de afecto y
cariño en los primeros cuatro años de
vida. - Reconocimiento y atención a sus éxitos
y habilidades. - Oportunidades de desarrollo
de destrezas. - Actitud de cultivo, cuidado y amor por
parte de todos sus semejantes y especialmente de los encargados
de su cuidado y protección. - Apoyo de un marco de referencia ético,
moral y
espiritual.
6. Proyectos para
vivir genuinamente
Estos proyectos son
posibles hoy en día, apenas a dos años del nuevo
milenio, sin necesidad de acudir a sectas o a voces
mesiánicas para la solución a los grandes
interrogantes de la vida.
Primero tenemos que reconocernos como seres humanos con
valores y
potencialidades y en ese espejo mirar también a los otros
con una visión holística que apunta al crecimiento,
al fortalecimiento interior y al cultivo de la
autoestima.
Así como la aspirina se utilizó mucho
tiempo con
éxito y no se comprendía exactamente como
funcionaba en la vida cotidiana decidimos y construimos sobre la
base de conocimientos que allí están. Lo mismo
ocurre con la resiliencia, se ha trabajado con ella y se la ha
aplicado sin tener un nombre específico y sin
conocimientos sistemáticos sobre su
aplicación.
Para hablar de resiliencia, basta con remitirnos a
cualquier cantidad de información de los medios para
referirse a niños, mujeres, ancianos y seres marginales en
situación de riesgo.
Cada caso es más sensacionalista que otro suena
más o vende más, sin embargo el observador sagaz se
da cuenta que mucho hay de negativo en el sistema y en el
tejido social que destaca solo lo que impacta.
Es así cuando entra el factor de la resiliencia
como contraparte; por cada tanda de noticias trágicas
debería igualmente desplegarse otras a manera de semillas
constructivas que permitan el cambio hacia
un nivel de vida más llevadero, hacia un recorrer senderos
diferentes de los ya transitados, en los cuales las opciones de
crecer y desarrollar las potencialidades internas y la
autoestima.
Hay que dar un salto cualitativo de la pobreza en
todos sus niveles a la no- pobreza que es
algo distinto al término riqueza.
Es un factor preponderante en la formación de
personas sanas física y
psíquicamente en la formación de los niños y
adolescentes,
pero este modelo de
familia es el
clásico y las condiciones en que se desenvuelve la
sociedad no
las apropiadas para que esto sea un bien común.
Si un niño tiene sus necesidades básicas
llenas, tiene más opciones de éxito en el futuro,
si a esto le añadimos el contacto físico, las
caricias y el respeto de sus
padres o familiares, su desarrollo en
todos los aspectos será armónico.
Pero en el caso de la resiliencia ella busca restituir
corazones heridos y darles la posibilidad de emprender un proceso
de rehumanización a los niños de la calle, a los
refugiados, a las mujeres mal tratadas, a los grupos que han
sufrido la crueldad institucionalizada para la formación
de familias recilientes impulsadas por promotores sociales, de
salud,
voluntarios, expertos en educación y en
desarrollo.
Estos son considerados ese algo que opera para
mitigar los efectos del riesgo. Se consideran fuerzas internas y
externas que contribuyen a que el niño resista o aminore
los efectos del riesgo, por tanto, reducen la posibilidad de
disfunción y problemas en estas circunstancias, como los
factores de riesgo los factores protectores involucran
también variables
genéticas, disposiciones personales, factores
psicológicos, situacionales y sociales.
Dentro de los personales se incluyen características temperamentales que
provocan respuestas positivas en los padres y cuidadores y
autonomía combinada con la capacidad de pedir ayuda. E n
la niñez más tardía así como en la
adolescencia:
habilidades comunicativas y de resolución de problemas,
competencia
escolar, sentido del humor, autoestima elevada, creatividad,
autonomía, tolerancia a las
frustraciones entre otras.
Al interior de la familia se
han definido factores como presencia de apoyo incondicional por
al menos una persona competente y emocionalmente estable,
creencias religiosas que promuevan la unidad familiar y la
búsqueda de significados en los tiempos
difíciles.
Dentro del ámbito comunitario se han considerado
los siguientes: presencia de pares y personas mayores en la
comunidad que
brinden la posibilidad de transiciones positivas en la vida como
programas de
educación
comunitaria a padres, participación activa en una comunidad
religiosa.
Los diferentes factores protectores, al igual que los de
riesgo no actúan aisladamente en el niño, sino
ejerciendo un efecto de conjunto donde se establecen complejas
relaciones funcionales que en definitiva traen como resultado la
atenuación de los efectos de las circunstancias adversas y
eventos
estresantes. Este proceso es denominado moderación del
stress. El
conocimiento de este proceso es imprescindible para
comprender los mecanismos que subyacen a los factores protectores
y a la resiliencia en general.
A partir de todo lo expuesto sobre los factores de
riesgo y protectores así como los mecanismos que los
subyacen, se puede concluir que la combinación de
múltiples factores de origen genético,
psicológico, social y situacional pueden determinar un
estado de
riesgo o de resiliencia en el niño.
Después de informarnos un poco acerca de este
tema que es muy nuevo e innovador en lo que respecta a la forma
en que las personas son capaces de superar la adversidad, creemos
con absoluta convicción que resultan fundamentales ciertos
factores formativos en el desarrollo de cada individuo; como una
buena estimulación intelectual, social y afectiva, ya que
esto podría conformar un pilar sólido al momento de
enfrentarse a situaciones adversas. La resiliencia
fundamentalmente esta siendo encaminada a la promoción de factores protectores a nivel
personal con el objetivo de
desarrollar estilos de enfrentamientos a los momentos
difíciles.
Es importante estimular factores de resiliencia internos
de las personas como la autoestima, la creatividad,
así como también los factores externos como el
sistema social de
apoyo, que involucran estimulación de la
socialización secundaria que resulta muy importante en la
formación de la
personalidad de un individuo.
- Artículos extraídos de
internet - "Revista
latinoamericana de psicología", Fraser
1997.
Autor:
Gino Raffo A.
Carla Rammsy
Universidad del
desarrollo
Escuela de
psicología
" La Resiliencia "
Categoría: Psicología
gr.eros[arroba]entelchile.net