Indice
1.
Introducción
2.
Antecedentes de la
industrialización
3.
La revolucion industrial
4. Industra y
economia
5. La
industrialización
6.
Modelos de
industrialización
7.
Estado latino y la
industrialización
8.
Clasificacion de las
industrias
10. Evolucion socio-economica del
desarrollo
industrial.
11. Politicas en el proceso de
industrialización
12.
Situacion actual
13. La confederacion Venezolana
de industrias
14.
Anexos
15.
Bibliografía
El hombre ha ido
buscando la manera de facilitar el proceso de su
evolución. A medida que pasa el tiempo, inventa
mecanismos cada vez más sofisticados para satisfacer sus
necesidades primordiales y a la vez los perfecciona. Al mismo
tiempo que
el hombre
evoluciona, aumentan sus necesidades y su ambición de
mejorar su nivel de vida. De la manufactura
artesanal, sencilla, dirigida a un público minoritario,
pasa a la manufactura
industrial, sofisticada, impregnada de ciencia y
tecnología, que satisface las necesidades de un
mercado
más amplia, en este caso un país.
El desarrollo o
subdesarrollo
de una nación se mide en gran parte por su avance
industrial. El objetivo de
este trabajo pretende mostrar que en Venezuela, el
desarrollo
industrial está en un proceso
inicial de desarrollo. Para la sustentación de este tema,
lo hemos dividido en dos grandes capítulos:
El primero se refiere a los antecedentes de la
industrialización, hacemos una breve reseña
histórica de la Revolución
Industrial, hecho fundamental que da nacimiento a la industria
moderna. Luego conceptualizamos acerca de la industria y la
economía;
posteriormente presentamos modelos de
industrialización y la clasificación de las
industrias.
En el segundo capítulo, explicamos la evolución socio-económica del
desarrollo industrial en Venezuela,
dividiéndola en una economía tradicional
(basada en la agricultura y
artesanía) y en el impacto petrolero; finalmente exponemos
las medidas tomadas por los presidentes, a partir de
Rómulo Betancourt y como ha afectado a las industrias
venezolanas actuales.
2. Antecedentes de la
industrialización
Hace cerca de doscientos años, las gentes
utilizaban herramientas
rudimentarias para proveerse de alimentos,
construir sus habitaciones y confeccionar sus vestidos. La
aparición de la maquina es inmediata, resultado de
importantes descubrimientos científicos y de los adelantos
de la física, la
química y
la mecánica que ha permitido realizar grandes
avances en el campo de la industria. Es así como se inicia
en Inglaterra la
Revolución
Industrial en el siglo XVIII, y podría definirse como la
sustitución progresiva de la fuerza y de
las herramientas
manuales por
la maquina.
El Maquinismo en la industria textil.
Ciertos inventos
contribuyeron a la Revolución
Industrial, El movimiento se
inicia en Inglaterra,
cuando James Hargraves inventa en 1764, la maquina conocida con
el nombre de Spinning Jenny ( Juanita la Hiladora), cuya
capacidad de producción era superior a la de 36
hiladoras de rueda. Dicha máquina inicia un proceso de
perfeccionamiento que se va realizando al correr los años.
Edmundo Cartwright, en 1784 inventó el telar
mecánico operado con fuerza
hidráulica que acelero considerablemente la
fabricación de tela, le corresponde al norteamericano Ely
Withney la invención en 1793. De la desmotadora de
algodón que hizo posible utilizar mas adecuadamente la
fibra.
Inglaterra, celosa de tan importantes descubrimientos, y
con el propósito de mantener la supremacía en la
Industria Textil, prohibió la exportación de los telares
mecánicos. Pero no consiguió su propósito
porque los trabajadores que los manejaban conocían las
especificaciones y los detalles de construcción de esas mecánicas y
pudieron fabricarlas en otros países. Fue así como
Samuel Slater, construyó en los Estados Unidos,
en 1790, el primer telar mecánico. Este le permitió
fundar la primera fábrica de telas en este
país.
Sin embargo el desarrollo de industria textil no pudo
lograse en los Estados Unidos el
establecimiento de fuertes derechos de
importación para las telas y manufactura originarias de
Inglaterra.
La fuerza en la industria.
La fuerza humana completada por los primeros utensilios
ejerció una influencia trascendental en el campo del
trabajo. Más tarde, el hombre
utilizó el poder de los
animales, como
el caballo, el buey, el camello, el elefante, etc. La
aparición de la rueda significa el paso del sistema de
tracción al de rotación; mediante ella se
acrecienta la capacidad de transporte de
los animales. Viene
luego la fuerza hidráulica que se aplica a la naciente
industria textil. En 1765, inventa Jacobo Watts la maquina de
Vapor, y en siglo XX aparece el motor de combustión interna que utiliza la gasolina.
Pero el mayor medio de producción de energía, y el
más difundido en el siglo XX, es la electricidad. La
corriente eléctrica se genera por fuerza hidráulica
o por la maquina de vapor y es elemento básico para el
desarrollo industrial.
El hombre y la
maquina
Un serio problema social surgió a raíz de
la invención de la hiladora de Hargreaves. Los
trabajadores pensaron que la nueva maquina los desplazaría
y procedieron a destruirla, obligando al inventor a huir para
poner a salvo su vida y la de su familia.
Cada vez que se han puesto al servicio de la
industria máquinas que aceleran el trabajo y
reemplazan siempre con ventaja, a ciertos trabajadores, se han
creado problemas en
los sectores laborales; pero la fuerza del progreso es
incontenible y hoy no se concibe la actividad industrial ni la
vida social sin el empleo de
equipos mecánicos cada día más eficaces y
simplificados.
La influencia del maquinismo en la vida
contemporánea le ha suministrado el hombre de nuestros
días comodidades y servicios que
nunca habría conquistado si todavía la actividad
laboral
continuara dependiendo del esfuerzo físico.
La máquina automática es la
manifestación más avanzada del maquinismo porque
reemplaza el hombre de la actividad intelectual. Con todo, el
factor humano tiene una posición preponderante en la ciencia y
la industria. La máquina es un auxiliar y frente a ella
está siempre el experto y la dirige. El maquinismo no ha
creado un exceso de trabajadores porque la producción en
masa determina una baja de precios y cada
día abren nuevos mercados a la
industria.
4. Industria y economía
La economía ha otorgado a la industria, desde el origen de
esta ciencia, un
papel clave en
el desarrollo de las naciones; de hecho, se emplea el
término ‘país industrializado’ como
sinónimo de ‘desarrollado’. Tampoco puede
considerarse casual que la ciencia
económica naciera como tal en el mismo momento
histórico y país que la revolución
industrial: la Inglaterra del último cuarto del siglo
XVIII.
Se suele considerar a la industria como el segundo de
los tres sectores básicos en los que se divide la
actividad económica. El sector puede ser subdividido en
muchos tipos. La primera clasificación la realizó
el economista francés Jean-Baptiste Say (1767-1832), que
distinguía entre industrias extractivas, manufactureras y
comerciales; las primeras transformaban recursos
naturales en productos
utilizables por el resto de la industria, las segundas
convertían estos productos en
bienes de
consumo o
inversión y las terceras los
distribuían a los consumidores. En la actualidad, para la
clasificación se emplean diversos sistemas
codificados y normalizados a nivel internacional, como los
empleados por las Naciones Unidas,
el Banco Mundial
o la Unión
Europea.
Durante mucho tiempo los economistas consideraron que
sólo la industria y la agricultura,
al implicar una transformación material, podían
generar valor. Esta
idea, planteada por Adam Smith
(1723-1790), fue rechazada a finales del siglo XIX, pero
cristalizó en la obra de Karl Marx
(1818-1883) y el pensamiento
que le continuó.
La industria se ha organizado de diversos modos desde
sus orígenes. Hasta el siglo XVIII predominaban dos
formas: el taller artesanal, durante muchos siglos organizado en
gremios, y la industria domiciliaria, micro-talleres controlados
por comerciantes que suministraban materiales a
trabajadores agrícolas, que así obtenían un
complemento de renta.
Tras la Revolución Industrial se generaliza la
fábrica, lugar en el que se persigue aumentar la
producción para ganar economías de escala aplicando
grandes cantidades de capital,
trabajo y tecnología. El
sistema fabril
permitió la generalización de la división
del trabajo. Las sucesivas mejoras organizativas permitieron la
especialización de funciones, la
estandarización de procedimientos
(taylorismo) y la producción en cadena (fordismo). Durante
más de 150 años, estas mejoras se han traducido en
una reducción tal del coste por unidad producida que
aumentaron los salarios reales,
se redujeron los precios de los
bienes,
aumentó el consumo de la
sociedad y el
número de trabajadores empleados.
Desde la década de 1970 la industria entró
en crisis. Los
cambios en la demanda y las
innovaciones tecnológicas están forzando
transformaciones radicales en su organización. Por una parte, se demandan
productos diferentes y personalizados; por otra, las nuevas
tecnologías informáticas y la robótica
permiten la sustitución casi completa del factor trabajo;
por último, estos dos fenómenos fuerzan la adopción
de sistemas
productivos en tiempo real (just-in-time), que reducen la
necesidad de almacenamiento
pero incrementan el consumo de transportes.
Esto está dando lugar a nuevos procedimientos de
articulación de la actividad que dejan atrás los
grandes trusts para dar paso a redes interconectadas de
pequeñas y medianas empresas en
distritos industriales, con una mayor capacidad de
adaptación a cambios bruscos de la demanda. Las
grandes corporaciones asumen estos cambios introduciendo
tecnologías flexibles que permiten rentabilizar las series
cortas con sistemas de
producción conjunta, cediendo a las pequeñas
empresas la
producción de ciertos componentes o partes determinadas
del proceso productivo.
Las consecuencias sociales de estos cambios se
están observando ahora al ver cómo las altas tasas
de desempleo son
estructurales y las perspectivas no apuntan a su
reducción, a pesar de las tasas de crecimiento de la
economía. Además, es ahora cuando se comienza a
valorar el serio deterioro ambiental que la industria ha
generado, por contaminación de la atmósfera, de las
aguas o del suelo.
La Industria, es un conjunto de operaciones
materiales
ejecutadas para la obtención, transformación o
transporte de
uno o varios productos naturales. Por extensión, el
conjunto de las actividades en un territorio o
país.
La Industrialización, en economía,
etapas de crecimiento o decrecimiento del peso del sector
industrial. El proceso de industrialización describe el
periodo transitorio de una sociedad
agrícola a una industrial. Por el contrario, la
desindustrialización puede definirse como la etapa de
crecimiento
económico caracterizada por una disminución del
peso relativo del sector industrial en términos de
producción y empleo.
El proceso de industrialización comprende la
transición desde una sociedad agrícola a una
industrial, acompañada de un crecimiento de la renta per
cápita y de la productividad.
Para que esto pueda ocurrir, la oferta de
productos agrícolas tiene que satisfacer la demanda. Se ha
demostrado que, en los primeros estadios de desarrollo de una
economía, la demanda de productos agrícolas es
elástica (cuando aumentan los ingresos aumenta
la demanda de los mismos). Para que el proceso de
industrialización sea sostenido y viable es necesario que
la creciente petición de productos agrícolas se
satisfaga, bien mediante importaciones,
bien mediante aumentos en la productividad
agrícola nacional. En las primeras etapas del proceso de
industrialización, la capacidad para satisfacer la demanda
de productos agrícolas mediante un aumento de las importaciones es
limitada debido a los efectos que tendría sobre los
precios internacionales relativos. Si la demanda de alimentos de
importación es elevada, la relación real de
intercambio podría cambiar y afectaría de modo
negativo al país que está iniciando su proceso de
industrialización, hasta el punto que se podría
llegar a lo que se conoce como 'crecimiento empobrecedor', una
situación en la que la renta real per cápita
disminuye porque todos los aumentos de productividad se utilizan
en financiar la demanda de productos importados. Por ello, un
proceso de industrialización efectivo requiere que aumente
la productividad agrícola nacional siendo una
condición necesaria para que el crecimiento de la
industria moderna sea viable. Aunque se suele admitir que la
revolución industrial suele estar precedida por un periodo
de protoindustrialización, se considera que los modernos
procesos de
industrialización se iniciaron durante la experiencia
británica del siglo XVIII.
6. Modelos de
industrialización
La Teoría
Del Despegue (Take-Off) De Rostow
Walt Whitman Rostow defendía que para que el
proceso de industrialización tuviera éxito
había que cumplir una serie de requisitos previos: una
alta productividad agrícola, la existencia de mercados y cierta
estabilidad política que
permitiera establecer una legislación favorable. Si estos
tres requisitos se cumplían, el proceso se
iniciaría con un periodo de despegue (take-off), una etapa
de 20 a 30 años en la que se lograría la
industrialización acelerada y progresiva del país.
Puesto que los países cumplen estos requisitos en
distintos momentos históricos, la industrialización
de cada uno de ellos se produjo en épocas
distintas.
La Teoría
Del Atraso Relativo De Gerschenkron
Alexander Gerschenkron rechazaba el historicismo del
modelo de
take-off de Rostow debido a su debilidad teórica y
empírica. Para suplir estas deficiencias creó el
concepto de
atraso relativo, afirmando que el proceso de desarrollo de un
país de industrialización tardía
diferirá, debido a su atraso, del experimentado por el
país más desarrollado; en este sentido, la historia desempeña un
papel
importante a la hora de determinar el patrón de
industrialización.
Modelos De Recuperación O Catching-Up
Gerschenkron en primer lugar, existe una fuerte
tendencia a converger entre las economías más
desarrolladas (agrupados en la OCDE). En segundo lugar, si se
analizan los países más pobres la hipótesis es falsa, pues muchos no han
logrado recuperar el atraso histórico y converger con los
países ricos; la recuperación del atraso no es un
proceso de evolución histórica que afecte a todo el
mundo.
7. El estado
latinoamericano y la industrialización.
El Estado
representa la relación fundamental de dominación de
la sociedad capitalista. Tal posición le permite reflejar
el sentido de las correlaciones de fuerzas sociales principales y
hegemónicas e imponer al conjunto de la sociedad la
primacía de los intereses que representa. El Estado es,
entonces, la expresión, por una parte, de un patrón
de acumulación, que alude a las características de un modo de
producción determinado por la forma de
participación del Estado en la
economía; y, por la otra, de un patrón de
hegemonía, que apunta a la relación entre sociedad civil y
Estado, la cual caracteriza las formas de dominación
política y
de legitimidad.
Considerar al Estado como el centro de las
decisiones políticas
y administrativas permite suponer una gran capacidad de
mediación, de autonomía relativa decisional y de
instrumentación, características que se modifican en sus
niveles y magnitud, de acuerdo con las condiciones
históricas.
A partir de la década de los cuarenta, en
los países latinoamericanos comienza un proceso de
cambio en las
relaciones entre política y economía, que modifica
contenidos de la ortodoxia liberal en lo referente al papel del
Estado en la economía. Cambios que se van adoptando, en
forma y temporalidad, de acuerdo con las características
sociales, económicas e históricas particulares de
cada espacio nacional latinoamericano.
La implantación progresiva del proceso de
industrialización sustitutiva fue imponiendo la necesidad
de proyectos
nacionales que propusiesen modelos de desarrollo
económico de largo alcance, en los cuales el Estado
fuera el eje central de inversión y decisión, ya que
aquellos dependerían de recursos
públicos y de medidas proteccionistas. Por esta vía
se facilitaba la transferencia de recursos
públicos a manos privadas, convirtiéndose esta
característica en el factor principal de la
acumulación privada. Tal situación queda definida
en lo que Portantiero (1981) denomina Estado Prebendalista y
Capitalismo
Asistido. Siendo así, el desarrollo
económico se concreta en un proyecto
político, en el cual el Estado ocupa la dirección central y el punto de
concentración de los conflictos de
las fuerzas sociales y de las aspiraciones de los sectores
hegemónicos. Al respecto Graciarena, sostiene:
8. Clasificacion de las
industrias
El proceso histórico de valorización del
capital y de
su acumulación ha dado como resultado la
combinación de ramas y sectores de producción que
constituyen el sistema productivo. Una división
según tipos de actividad es, por tanto, universalmente
aceptada, estando articulado el concepto
"sector", al de medios de
producción.
- LIGERAS O LIVIANAS: son aquellas que producen
bienes o productos de consumo directo.
Ejemplo: Textiles, alimentos, calzados.
- INDUSTRIAS INTERMEDIAS O DE EQUIPAMIENTO: son
aquellas que producen bienes que serán utilizados a su
vez como materias primas para otras industrias. Es decir
pueden ser. Manufactureras (papel, productos
químicos), como derivados del petróleo.
Ejemplos: la industria química produce
productos para la industria farmacéutica.
Manufactureras: papel y sus derivados, productos
químicos.
Derivados del Petróleo:
administradas por el sector privado mayormente
.
- INDUSTRIAS PESADAS: son aquellas que producen los
bienes semielaboradas para la fabricación a su vez de
instrumentos de producción.
En cuanto al número de empresas por actividades
económicas, el mayor número corresponde a las
consideradas, industrias tradicionales; y dentro de éstas
las alimenticias, de vestuarios, muebles y accesorios. Otro
sector es el petrolero y producción de productos
metálicos.
Distribución Por Industrias
Existe en la actualidad una tendencia hacia la
disminución relativa de las industrias tradicionales a
favor de un aumento de sectores más estratégicos
desde el punto de vista de una política
subtitutiva.
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