1.
4. Efectos
físicos y psicológicos del alcohol y otras
drogas
5.
¿Cómo y por qué se empiezan a consumir
drogas?
6. Cuatro
etapas básicas del uso de alcohol y otras
drogas
7. Cómo
saber si alguien está consumiendo
drogas
El uso de drogas no es
un fenómeno nuevo; el
conocimiento y el uso de las drogas, son
probablemente, tan antiguo como el hombre
mismo. El hombre
primitivo en busca de alimentos en
praderas y bosques, descubrió ciertas plantas que
parecían poseer misteriosos poderes, capaces de alterar su
percepción o su estado de
animo.
Diversas drogas
vegetales que alteraban la mente o el animo fueron identificadas
e incorporadas a la estructura de
la vida humana. En verdad, ciertas plantas
adquirieron la categoría de sacramentos importantes en los
rituales y ceremonias de las actividades más
significativas del hombre.
A pesar la larga historia de las drogas, el
uso de drogas en estos días se ha convertido en un
problema de nuevas dimensiones en muchas partes del
mundo.
Una droga puede
definirse, en general, como toda sustancia que al ser introducida
al cuerpo produce un cambio
temporal o permanente en las funciones
fisiológicas, en los sentimientos o en la conducta. La
droga se ha
convertido en el amo, antes que en el servidor. Es
decir, que el consumo de
drogas ya no está bajo el control del
usuario.
En todo el mundo las personas están preocupadas
como nunca por los peligros que representa el uso de alcohol y
otras drogas. Las encuestas de
opinión pública han señalado repetidamente
la intolerancia general al uso de alcohol por
parte de los menores y al uso de drogas ilegales por parte de
cualquier persona. Los
indicadores
muestran que la mayoría de personas están
preparadas a adoptar una firme posición frente al uso
ilegal de alcohol y otras drogas.
El uso del alcohol y de drogas ilegales han destruido
familias y han infiltrado nuestras calles, vecindarios y
escuelas. Estos problemas
también han invadido los lugares de trabajo y las
carreteras. El público finalmente ha dicho "basta" y
está uniéndose para hacer frente al uso de
drogas.
Existen muchas drogas que afectan la mente o el comportamiento, y pueden ser legales e ilegales.
Las drogas legales son aquellas cuya venta ha sido
aprobada mediante recetas o directamente en el mostrador. El
alcohol, que puede consumirse legalmente en las bebidas excepto
por los menores de cierta edad, es una droga. Las drogas ilegales
son aquellas cuya fabricación, venta, compra con
fines de venta o posesión están prohibidas por las
leyes. Se
incluyen en esta categoría drogas como la marihuana, la
cocaína, el PCP y la heroína, o aquellas aprobadas
pero que se han obtenido por medios
ilícitos o usadas para propósitos
ilícitos.
Las drogas que se expenden con receta son aquellas que
se ha determinado que son inocuas, eficaces y legales sólo
cuando se administran bajo la dirección de un médico licenciado.
La fabricación y el expendio de estas drogas están
reglamentados por leyes cuya
aplicación está controlada por la Administración de Alimentos y
Drogas (Food and Drug Administration), la Administración de Aplicación de las
Normas sobre
Drogas (Drug Enforcement Administration) y los gobiernos
estatales. Si se consumen en forma inapropiada, algunas personas
pueden volverse físicamente dependientes del uso de
ciertas drogas que se expenden con receta (por ejemplo, la
morfina y el Valium).
Las drogas ilegales se venden y se usan en
contravención de las leyes. Pueden perjudicar a quienes
las usan, no sólo en términos del daño
físico y emocional directo que originan, sino en
términos de las consecuencias criminales y financieras que
ocasionan. Muchas drogas ilegales se fabrican en laboratorios
ilegales clandestinos en los Estados
Unidos.
Opiáceos
La primera droga perteneciente a este grupo es la
morfina, que es el principal ingrediente del opio, de donde
proviene la denominación de opiáceos para estas
sustancias. El opio contiene, además de morfina, otras
sustancias que alteran las percepción
y la conciencia, entre
ellas la codeína, muy utilizada como antidoloroso y
antitusivo. Todas estas sustancias pueden aliviar el dolor,
producir agradables estados de indiferencia y
sueño.
Depresivos
En este grupo figuran
el alcohol, una gran variedad de sedantes e inductores de
sueños, entre otras sustancias. Todas estas sustancias
producen cierta somnolencia, con acción sedante y
relajación agradable, pero también pueden producir
inhibición y perdida del control como
resultado de sus efectos en el cerebro.
Estimulantes
La cocaína es una de las principales drogas
pertenecientes a este grupo. Produce un estado de
exaltación y sensación de hambre y hace desaparecer
la fatiga. Este producto causa
una grave dependencia en muchos de sus usuarios, es decir, que
muchas de las personas que la utilizan en cierto momento pueden
depender de esta sustancia.
La cocaína, las anfetaminas y otros productos
sintéticos pueden causar una gran excitación y
trastornos. Las anfetaminas se han puesto a la venta con
centenares de nombre comerciales distintos y se han utilizado con
fines dietéticos. La anfetamina se fabrica ahora
ilegalmente a gran escala.
Millones de personas en todo el mundo toman café
y te, que contienen cafeína. Se trata de estimulantes que
alivian la fatiga ligera, pero su mecanismo de acción en
el organismo es muy distinto del de la cocaína y las
anfetaminas.
Otra sustancia similar es el khat, de consumo
frecuente en países como Etiopía, Somalia, etc. El
Khat es un arbusto cuyas hojas se mascan para tragar el jugo que
sueltan. Son estimulantes cerebrales, facilitan la
interacción social y relajan las tensiones emocionales.
Sus efectos secundarios son la somnolencia, el
estreñimiento y la gastritis.
Alucinógenos
En este grupo están sustancias como el LSD, la
mezcalina, el peyote y otras sustancias sintéticas o
derivadas de
plantas. Esos productos
pueden inducir estados psicológicos muy complejos,
entonación, alucinaciones y otros efectos.
Otras sustancias
Algunas otras drogas muy utilizadas pero que no encajan
en ninguna de las cuatro categorías principales, ya
citadas. Entre estas se encuentran el Cannabis, las hojas secas
de esta planta se denomina marijuana, y la resina se conoce como
hashis. La Cannabis parece actuar en cierto modo como depresivo
pero también se le atribuyen efectos
alucinógenos.
Existen dudas sobre el lugar que corresponde a los
inhalantes volátiles, es decir, los gases que
expira la pintura, el
cemento, etc.
Esas sustancias tienen ciertos efectos depresivos y
anestésicos pero también parecen ocasionar
intoxicación, entre otras cosas. Esta inhalación
puede convertirse en habito.
A esta clasificación también pertenecen
algunas drogas como el kava, la nuez de betel, la feniclidina,
entre otras.
4.Efectos
físicos y psicológicos del alcohol y otras
drogas
El alcohol, sustancia natural derivada de la fermentación que se produce cuando el
azúcar reacciona con la levadura, es el principal
ingrediente activo del vino, la cerveza y las
bebidas destiladas. Si bien existen muchos tipos de alcohol, el
que se encuentra en las bebidas alcohólicas es el alcohol
etílico. Ya sea que se ingiera una lata de 12 onzas de
cerveza o un vaso
de cinco onzas de vino, la cantidad de alcohol puro que se bebe
es la misma: media onza. El alcohol etílico puede producir
una sensación de bienestar, tener un efecto sedante, de
intoxicación o de inconsciencia, dependiendo de la
cantidad y la forma en que se ingiera.
El alcohol es una droga "psicoactiva," o sea que altera
las facultades mentales, como la heroína y los
tranquilizantes. Puede alterar el estado de
ánimo, originar cambios corporales y crear hábito.
El alcohol es una droga "depresiva" porque deprime el sistema nervioso
central. Por ello, el consumo exagerado de alcohol ocasiona
reacciones lentas, dificulta el habla y a veces produce
inconsciencia (perdida de conocimiento).
El alcohol actúa sobre la pare del cerebro que
controla las inhibiciones.
No es preciso que una persona sea
alcohólica para experimentar problemas con
el alcohol. Todos los años, muchos jóvenes pierden
la vida en accidentes
relacionados con el alcohol; por ejemplo, accidentes
automovilísticos, mueren ahogados o por suicidios. Pueden
ocurrir – y de hecho ocurren – muchos problemas de salud antes de que los
bebedores alcancen el estado de
adicción o uso crónico.
Según algunos estudios, más de un 25 por
ciento de las admisiones en los hospitales están
relacionadas con el uso del alcohol. Algunas de las enfermedades graves
asociadas al consumo crónico de alcohol incluyen el
alcoholismo y
el cáncer de hígado, estómago, colon,
laringe, esófago y pecho. El abuso de alcohol
también puede ocasionar graves problemas físicos
como:
- Afecciones al cerebro, el páncreas y los
riñones - Presión arterial, ataques cardíacos y
derrames - Hepatitis alcohólica y cirrosis
- Úlceras al estómago y el duodeno,
colitis e irritación del colon - Impotencia e infecundidad;
- Defectos de nacimiento y el síndrome
alcohólico fetal, cuyos efectos incluyen atraso mental,
bajo peso al nacer, y anormalidades en las
extremidades; - Envejecimiento prematuro
- Una cantidad de otros desórdenes, como una
inducida inmunidad a las enfermedades, dificultad
para dormir, dolores musculares y edema.
(Para ver los gráficos faltantes haga click
en el menú superior "Bajar Trabajo")
Marihuana
Contrariamente a la creencia de muchos jóvenes,
la marihuana es
una droga perjudicial, especialmente desde que la potencia de la
marihuana que ahora puede consumirse ha aumentado más de
un 275 por ciento en la última década. Para los que
ahora fuman marihuana, el peligro es mucho mayor que en la
década de 1960.
Los estudios preliminares han demostrado la existencia
de enfermedad crónica de los pulmones en los usuarios de
la marihuana. La marihuana contiene más agentes conocidos
productores de cáncer que el cigarrillo. De hecho, como
los fumadores de marihuana procuran mantener lo más
posible el humo en sus pulmones, un cigarrillo de marihuana puede
resultar tan perjudicial para los pulmones como cuatro
cigarrillos de tabaco.
Aún en pequeñas dosis, la marihuana puede
afectar la función de la memoria,
distorsionar la capacidad de percepción, obstaculizar el
juicio y reducir la capacidad motora. Sus efectos sobre la
salud
también incluyen la aceleración de los latidos del
corazón, y en algunas personas, el aumento
de la presión arterial. Estos cambios constituyen un
riesgo para la
salud de cualquier persona, pero particularmente para quienes
padecen de condiciones cardíacas y circulatorias
anormales, como alta presión arterial y el endurecimiento
de las arterias.
Más importante aún es la creciente
preocupación acerca de la forma en que la marihuana
utilizada por niños y adolescentes
puede afectar su desarrollo a
corto y largo plazo. El primer uso de la marihuana produce
cambios en el estado de ánimo. Las observaciones
realizadas en clínicas han señalado una mayor
apatía, pérdida de ambición, pérdida
de eficacia, menor
capacidad para llevar a cabo planes a largo plazo, dificultad de
concentración y una reducción en el rendimiento en
la escuela y
el trabajo.
Muchos adolescentes
que terminan en programas de
tratamiento de drogas comenzaron a consumir marihuana a temprana
edad.
Conducir un automóvil bajo la influencia de la
marihuana resulta especialmente peligroso. La marihuana afecta la
capacidad de conducción por un período de por lo
menos cuatro a seis horas después de haber fumado un solo
cigarrillo. Cuando se la consume junto con alcohol, afecta
aún más la capacidad para conducir.
Cocaína
La cocaína es una de las drogas más
adictivas, y es una droga que puede conducir a la muerte.
Nadie puede predecir si se convertirá en adicto o si la
próxima dosis de cocaína resultará mortal.
La cocaína puede aspirarse por la nariz, fumarse o
inyectarse. La inyección de cocaína – como la de
cualquier otra droga – presenta el peligro adicional de
infectarse con el virus de
inmunodeficiencia humana (HIV), que produce el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA), si el
usuario comparte la aguja con una persona que ya está
infectada por el virus.
La cocaína es un poderoso estimulante del
sistema
nervioso, incluso el cerebro. La droga acelera el ritmo
cardíaco y al mismo tiempo estrecha
los vasos sanguíneos, que procuran absorber el flujo
adicional de sangre. Las
pupilas se dilatan y aumenta la temperatura y
la presión arterial. Estos cambios físicos pueden
estar acompañados de convulsiones, paro cardíaco,
paro respiratorio o derrames.
El empleo de la
cocaína produce problemas nasales, incluso
congestión y mucosidad, y su uso prolongado puede provocar
la desintegración de la membrana mucosa de la nariz. El
fuerte consumo de cocaína puede producir suficiente
daño al tabique nasal como para ocasionar que se
desintegre.
Las investigaciones
han demostrado que la cocaína actúa directamente
sobre los llamados "centros de placer" del cerebro. Estos centros
de placer son estructuras
cerebrales que al estimularse, producen un intenso deseo de
experimentar el efecto placentero una y otra vez. Ello origina
cambios en la actividad cerebral, y al permitir que esta
sustancia química del cerebro
llamada dopamina permanezca activa por un período mayor
que el normal, estimula un fuerte deseo de consumir más
droga.
Con frecuencia los usuarios experimentan una
sensación de inquietud, irritabilidad y ansiedad, y la
cocaína puede producir paranoia. Los usuarios
también experimentan depresión
cuando no consumen la droga y en muchos casos vuelven a usarla
para aliviar una mayor depresión.
Además, encuentran que necesitan mayores cantidades con
mayor frecuencia para generar el mismo nivel de estímulo.
Por lo tanto, su uso puede conducir a la
adicción.
La "freebase" es una forma de cocaína que se
fuma. Es producida mediante un proceso
químico a través del cual la "cocaína de la
calle" (hidrocloruro de cocaína) se purifica
extrayéndole la sal y algunos de los agentes "de mezcla."
El producto final
es insoluble en agua, y la
única forma de introducirlo en el sistema es
fumándolo.
El uso vía la "freebase" es extremadamente
peligroso. La cocaína llega al cerebro en segundos,
produciendo una rápida e intensa excitación. Sin
embargo, la euforia desaparece rápidamente, dejando al
usuario con un enorme deseo de consumirla una y otra vez. Para
satisfacer este deseo, el usuario incrementa la dosis y la
frecuencia, lo que produce adicción y debilitamiento
físico.
"Crack" es el nombre popular que se da a un tipo de
cocaína "freebase" que tiene la forma de pequeños
terrones o viruta. El término "Crack" (crepitación)
proviene del sonido que
produce la mezcla al fumarse (calentarse). El consumo de "crack"
es sumamente peligroso, ya que produce los mismos efectos
debilitantes que la "freebase." El "crack" se ha convertido en un
importante problema en muchas ciudades de América, ya que no es muy costoso – su
precio es de
$5 a $10 dólares por una o dos dosis – y es
fácilmente transportable. Se vende en pequeñas
ampollas o en bolsas de papel o de
estaño.
PCP
El PCP es un alucinógeno; es decir, una droga que
altera las sensaciones, el estado de ánimo y la conciencia y
distorsiona los sentidos del
oído, el tacto, el olfato o el gusto, así como las
sensaciones visuales. Se emplea legítimamente como
anestésico para los animales. Cuando
es consumido por los seres humanos, el PCP produce un profundo
alejamiento de la realidad, que hace que el usuario tenga un
comportamiento
extraño y una fuerte desorientación. Estos efectos
pueden producir graves heridas o muerte al
usuario que se halla bajo la influencia de la droga.
En algunas personas, el PCP produce una sensación
de depresión mental. Su consumo regular con frecuencia
perturba la memoria, la
capacidad de percepción, concentración y el juicio.
Utilizado en forma crónica, puede producir cambios
permanentes en la capacidad cognoscitiva (pensamiento),
la memoria y
las funciones
motoras.
Las madres que consumen PCP durante el embarazo con
frecuencia tienen niños que padecen de perturbaciones
visuales, auditivas y motoras. Los niños también
muestran episodios de agitación y otros cambios de
percepción similares a las reacciones que sufren los
adultos intoxicados con PCP.
Heroína
La heroína es una droga opiácea ilegal.
Sus propiedades adictivas se manifiestan en la necesidad de un
uso persistente y repetido de la droga (ansia) y por el hecho de
que los intentos de dejar de consumirla producen marcados y
dolorosos síntomas físicos de retiro de la droga.
El consumo de heroína provoca problemas físicos y
psicológicos como falta de aliento, náusea,
pánico, insomnio y la necesidad de dosis cada vez mayores
de la droga para producir los mismos efectos.
La heroína ejerce su primer efecto adictivo
mediante la activación de muchas regiones del cerebro, en
las que se producen las sensaciones de placer y de dependencia
física. La
acción conjunta de estas consecuencias produce
pérdida de control y hábito.
La heroína es una droga que principalmente se
inyecta directamente en la vena con una aguja. Esta forma de uso
se denomina inyección intravenosa (conocida
comúnmente como IV). Ello significa que la
aplicación de la droga puede tener graves
consecuencias.
El intercambio de jeringas por parte de los usuarios
está convirtiéndose rápidamente en una de
las principales causas de nuevos casos de SIDA. El virus
del SIDA se transmite a través de la sangre
contaminada que queda en la aguja, la jeringa u otros
instrumentos relacionados con la droga que se inyectan a otro
usuario que utiliza esos equipos para inyectarse heroína u
otras drogas. El SIDA no tiene
cura y no existe una vacuna conocida para prevenirlo.
El uso de heroína durante el embarazo
está relacionado con abortos y partos de fetos muertos.
Los niños que nacen adictos a la heroína deben
someterse al retiro de la droga después de nacer, y
presentan diversos problemas de desarrollo.
Los signos y síntomas del uso de heroína
incluyen euforia, somnolencia, depresión respiratoria (que
puede incrementarse hasta que se detiene la respiración), contracción de las
pupilas y náusea. Los síntomas del retiro de la
droga incluyen lagrimeo, mucosidad en la nariz, bostezos,
pérdida de apetito, temblores, pánico,
escalofríos, sudores, náusea, calambres musculares
e insomnio. A medida que avanza el proceso de
retiro se produce aumento de la presión arterial, las
pulsaciones, el ritmo respiratorio y la temperatura.
Los síntomas de la sobredosis de heroína
incluyen falta de aliento, pupilas del tamaño de un punto,
viscosidad de
la piel y
convulsiones.
Drogas Análogas
Mediante la modificación de la estructura
química de
ciertas drogas para producir drogas análogas, los
químicos clandestinos han logrado crear las que a veces se
llaman "drogas modificadas," una calificación que
incorrectamente les proporciona cierto atractivo. Estas drogas
son sustancias químicas estructuralmente similares a las
drogas medicinales o ilegales, pero que han sufrido alteraciones
que las convierten en compuestos diferentes y que figuran en la
lista de sustancias controladas de la drug Enforcement
Administration (DEA). Originalmente, las drogas análogas
se fabricaron para circunferir la Ley de Sustancias
Controladas, pero en 1984 y 1986 se agregaron esas denominadas
"drogas modificadas" a la lista de sustancias
controladas.
Ejemplos de este tipo de drogas son una droga
análoga de la metanfetamina (llamada comúnmente
"ecstasy") y un análogo del fentanil (un
narcótico). Estas drogas se producen en laboratorios
clandestinos en los que no se observan los cuidados necesarios de
limpieza y calidad. Por lo
tanto, pueden ser mucho más potentes que las sustancias
originales y en consecuencia tener efectos muchos más
tóxicos.
Metanfetamina
La metanfetamina es un poderoso estimulante. La
versión común de esta droga se fabrica ilegalmente
en laboratorios clandestinos. También se la conoce como
"speed" o "crystal" cuando se ingiere o se inhala; como "crank"
cuando se inyecta; y como "ice" cuando se fuma. En todas sus
formas, es extremadamente peligrosa y produce efectos
debilitantes de larga duración.
Los efectos secundarios de la metanfetamina incluyen
irritabilidad, nerviosidad, insomnio, náusea, accesos
repentinos de calor,
sequedad en la boca, sudores, palpitaciones e
hipertensión. Las dosis excesivas pueden producir
confusión mental, ansiedad severa, y paranoia. Su uso
moderado o crónico puede producir dependencia física e incluso
la
muerte.
5.¿Cómo y por qué se empiezan a
consumir drogas?
Cómo y por qué las personas comienzan a
consumir alcohol y otras drogas? No existe una sola respuesta a
esta pregunta. Sin duda, en el caso de muchos jóvenes, el
consumo de alcohol y otras drogas se inicia como reacción
a la presión de los compañeros. Es natural que los
jóvenes deseen "encajar," es decir, ser aceptados por sus
amigos o sus compañeros de clase. Cualesquiera que sean
las razones, el primer uso de drogas puede ser peligroso. Las
investigaciones demuestran que una vez que se ha
comenzado a consumir alcohol u otras drogas, muy frecuentemente
se sigue una secuencia predecible que conduce a problemas
derivados de su uso.
El abuso de drogas comienza con frecuencia con el uso
ilícito de drogas legales y con el consumo de alcohol (que
es ilegal para los menores) y el tabaco; en muchos
casos los usuarios pasan de esas sustancias a la marihuana.
Algunos usuarios, incluso más de la mitad de los
adolescentes que consumen estas sustancias, con el tiempo pasan a
consumir otras drogas ilícitas o combinaciones de drogas.
Por esta razón, el alcohol, el tabaco y la marihuana han
sido denominadas con frecuencia drogas "de paso." El uso de
drogas como la cocaína y la heroína es raro en
personas que no han consumido previamente alcohol, tabaco o
marihuana.
Las drogas en la República
Dominicana
Uno de los grandes problemas que afronta la sociedad
dominicana es el consumo de drogas ilícitas y
fármacos fuera de control de las autoridades y
profesionales responsables de su
administración.
En la República Dominicana hasta el 1975, de
acuerdo a los datos
estadísticos publicados para esa fecha, contábamos
con una cantidad aproximada entre 20,000 a 30,000 usuarios de
drogas, predominantemente la marihuana y los fármacos. En
la actualidad, esta cantidad de usuarios se ha multiplicado casi
por 10, estaríamos hablando de unos 200,000 a 300,000
usuarios.
Es necesario, considerando la magnitud y la peligrosidad
que envuelven el tráfico y consumo de drogas existentes en
el país, emprender de inmediato la realización de
un trabajo serio y responsable que involucre a todos, (gobierno,
instituciones
publicas y privadas, escuelas, maestros, padres de familia, etc.)
para aplicar acciones
preventivas que surtan los efectos deseados.
No podemos continuar viviendo por más tiempo
dando la espalda a una dolorosa per ineludible realidad,
utilizando verdades a medias, pretendiendo que con medidas
represivas y sin la utilización de recursos podremos
ganar la batalla. Con esto sólo lograremos una
generación castrada, inutilizada por el consumo de drogas,
las que de manera publica y ante la vista de todo el mundo, se
venden por todos los rincones del país.
6.Cuatro
etapas básicas del uso de alcohol y otras
drogas
Etapa 1 Muchos jóvenes y adultos creen que
el primer uso de alcohol u otras drogas no es peligroso.
Desgraciadamente, los jóvenes consideran que es normal el
consumo de drogas como el tabaco y el alcohol. Sin embargo,
debido a que el cuerpo de los jóvenes es particularmente
susceptible al alcohol y otras drogas y sus efectos, para los
jóvenes nunca es "seguro" el uso de
ninguna droga que altere las facultades mentales. En esta primera
etapa, sin embargo, es posible que no se presenten cambios
visibles de comportamiento ocasionados por las drogas.
Etapa 2 La segunda etapa involucra el uso
más frecuente del alcohol u otras drogas, en la medida en
que la persona busca activamente los efectos de euforia que
producen las drogas que alteran las facultades mentales. En este
punto, el usuario generalmente establece una fuente confiable, y
puede extender el anterior hábito de consumirla en
reuniones durante los fines de semana, haciéndolo durante
la semana. Entre los adolescentes en esta etapa constituyen
indicaciones significativas el cambio de
amigos, el deterioro en el rendimiento en la escuela y
posiblemente una falta general de motivación.
Etapa 3 En esta etapa existe una intensa
preocupación por el deseo de experimentar el efecto de
euforia. Son comunes el consumo diario de las drogas que alteran
las facultades mentales, la depresión y la idea del
suicidio.
Aumentan los problemas familiares y el adolescente puede tener
problemas con la ley.
Etapa 4 En la cuarta etapa se necesitan niveles
crecientes de la droga para sentirse bien. Son comunes los
síntomas físicos como la tos, la frecuente
irritación de la garganta, la pérdida de peso y la
fatiga, que ya pueden haber comenzado a aparecer antes.
También son más comunes las perdidas del recuerdo y
las sobredosis, la vida familiar se convierte en un desastre, y
la persona puede dedicarse a actividades delictuosas con el fin
de obtener el dinero para
comprar la droga.
7.Cómo
saber si alguien está consumiendo drogas
Aparte de los efectos físicos de las drogas que
se analizan en la sección precedente, existen ciertas
señales de advertencia que pueden indicar que un amigo o
miembro de la familia
está bebiendo demasiado alcohol o consumiendo otras
drogas. Si bien estas señales no son totalmente seguras,
cada una de ellas o la combinación de varias a
través del tiempo pueden ser causa de
preocupación.
He aquí algunas de las señales
relacionadas con el alcohol:
- Bebe hasta que se intoxica
- Existen antecedentes de que haya faltado al trabajo
como consecuencia de la bebida o se ha observado un mal
disimulado olor a alcohol en el aliento aunque la asistencia al
trabajo haya sido regular - Conduce mientras está intoxica
- Su vida privada se ha vuelto intolerable debido a la
bebida o a las discusiones relacionadas con la
bebida - Enfrenta todas las celebraciones sociales y las
tensiones con alcohol
(Para ver el gráfico faltante haga click en
el menú superior "Bajar Trabajo")
Estos son síntomas que caracterizan a una persona
que tiene un problema de alcohol. Es importante señalar,
sin embargo, que cualquier consumo de alcohol por parte de
menores constituye abuso y debe ser causa de
preocupación.
Cuando se presentan estas señales, significa que
el hábito de una persona, si no está ya fuera de
control, se halla en camino de estarlo. No es preciso que una
persona sea alcohólica para que tenga problemas con el
alcohol.
Hay señales que indican el uso ilegal de drogas.
Por ejemplo, si una persona lleva drogas o las esconde en la
casa, existe una fuerte posibilidad de que las use. Obviamente,
la posesión de los elementos para ingerir drogas es una
señal de su posible uso.
Las indicaciones del mal uso de drogas que se expenden
con receta varían de acuerdo con el tipo de droga de que
se trate. El uso indebido de medicamentos puede llevar a la
dependencia y los síntomas de retiro pueden ser graves si
se suspende repentinamente el uso de la droga.
El consumo de alcohol y oras drogas puede también
estar acompañado de ciertas características adicionales de
comportamiento. Las indicaciones pueden observarse en todas las
personas que abusan del alcohol o ingieren otras drogas
independientemente de su edad. Los siguientes son algunos
ejemplos:
- Modificación repentina del estado de
ánimo o las actitudes - Repentina y continua disminución de asistencia
escolar y bajo rendimiento - Repentina y continua resistencia a
la disciplina
en el hogar o en la escuela - Dificultades en las relaciones con familiares o
amigos - Accesos de mal humor sin razón o
inesperados - Frecuentes pedidos de préstamos a familiares y
amigos, por cantidades cada vez mayores - Robos en la casa, la escuela o el trabajo
- Mayor secreto acerca de las acciones o
posesiones - Relaciones con nuevos grupos de
amigos, especialmente personas que usan drogas
Autor:
Alberto Polanco
fco.polanco[arroba]codetel.net.do