2. Clases de
conciencia
3.
La conducta obligatoria
4. El deber moral
5. Conciencia
Moral
6.
Conciencia Psicológica
7.
Diferenciaciones
8. El juicio moral
9. El objeto, la situación y el
fin
10. La
virtud en el pensamiento humano
11. Perfil
profesional
12.
La educación y la moral.
13. Deberes del abogado con el
adversario.
14.
Etica profesional del servicio social
15. Principios de las naciones
unidas.
16.
Pricipios de la federación internacional de asistente
sociales.
17.
La dignidad de la persona humana.
"La obligación Moral tiene su
origen en la vida misma y echa allí sus raíces
mucho más profundamente que en el pensamiento
consciente. Proviene de los
más oscuros e inconscientes fondos del hombre"
J:M: GUYAU
La conciencia
moral
consciente en el
conocimiento que tenemos o debemos tener las normas o reglas
morales; es la facultad que nos permite darnos cuenta si nuestra
conducta moral es
o no es valiosa. Existen dos posiciones fundamentales que
explican la naturaleza de la
conciencia moral: la innatista y la empírica.
La posición innatista afirma que la conciencia
nace con el individuo, es una capacidad propia de la naturaleza del
humana. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo
bueno y lo malo de una conducta es un
don divino, o, es un producto
propio de la razón humana, la misma que descubre a priori
el sentido del bien y del mal.
La posición empírica sostiene que la
conciencia moral es resultado de la experiencia, es decir, de las
exigencias o mandatos de la familia, de
la educación
o del medio sociocultural en general, por lo que, las ideas
morales son de naturaleza social, están determinadas por
las condiciones materiales de
existencia.
La conciencia sociológica abarca la totalidad de
nuestro "yo", la misma que nos permite darnos cuenta de nuestra
propia existencia, como entidades individuales y de existencia de
las otras personas y del mundo material que nos rodea, como algo
fuera de nuestro" yo".
En cambio la
conciencia moral es consciente de los valores
éticos, es decir conocimiento
de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer, y en esta
forma poder
diferenciar lo bueno y lo malo.
La conducta moral es una conducta obligatoria conforme
al deber, es decir, el individuo se haya obligado a comportarse
de acuerdo a una regla o norma de acción y a evitar los
actos prohibidos por ella. La obligatoriedad moral impone deberes
al sujeto. Toda norma establece un deber.
El carácter social de la obligación moral,
viene dado por las siguientes razones: en primer lugar, existe
obligatoriedad moral para un individuo cuando sus decisiones y
sus actos afectan a los demás, o a la sociedad entera;
en segundo lugar, lo obligatorio de un acto no es algo que el
individuo establece, sino que lo encuentra ya establecido, en una
sociedad dada
u en tercer lugar, las normas morales,
no son modificadas por cada individuo, sino que cambian de una
sociedad a otra; por tanto el individuo decide y actúa en
el marco de una obligatoriedad dada socialmente.
El deber es la obligación moral que la afecta a
cada persona y que se
fundamenta en obrar según los principios de
la moral, la
justicia o su
propia conciencia. En ética, el
deber es comúnmente asociado con conciencia, razón,
rectitud, ley moral y
virtud.
En el deber se compendian aquellas exigencias de tipo
moral que la sociedad va planteando al individuo conforme a su
etapa de desarrollo.
Quienes fundamentan los deberes en la ley natural
suelen dividirlos en deberes negativos o prohibitivos, que
impiden las acciones malas
y deberes positivos o afirmativos, que mandan la
realización del bien. Los deberes negativos de la ley
natural se imponen absolutamente en todas las circunstancia; los
positivos son susceptibles de apreciaciones interpretativas
según su objeto.
Las diferentes clases del deber son productos del
sistema de las
relaciones sociales, por el hecho de entrar en determinadas
relaciones, el hombre toma
sobre sí obligaciones.
En la sociedad dividida en clases antagónicas, el deber se
encuentra estrechamente vinculado a los interese de clases; por
lo tanto, existirán deberes que defienden los intereses de
la clase dominante y deberes que defienden los intereses de la
clase explotada.
De acuerdo a la moral
general pueden haber las siguientes clases de deber: deberes del
individuo para con la nación, deberes militares, deberes
del trabajador o empleado, deberes familiares, deberes humanos
etc.
De acuerdo a la moral especial pueden considerarse los
siguientes: los deberes para con Dios, los deberes del hombre para
consigo mismo y los deberes para con el
prójimo.
En la actividad intelectual del individuo, en el uso de
su inteligencia,
se presentan dos tipos de conciencia. Una es la conciencia
Psicológica y otra la conciencia MORAL, que tienen
características diferentes, pero que ambas
son como una reflexión del intelecto sobre hechos y
realidades.
La conciencia psicológica es un darse cuenta de
la presencia de sí mismo; de las cosas y los hechos que se
encuentran fuera del yo, y de la reflexión resultante de
los propios actos y de las realidades existentes en el mundo que
le rodea. De este aspecto psicológico resulta la
Concientización.
Mediante procesos de
enseñanza o de sensibilización, las personas se dan
cuenta de lo que acontece en el mundo natural y social.
Así se puede hablar de concientización
turística" o "concientización
ecológica".
La conciencia moral tiene una definición muy
antigua y que es usada en forma muy general. "Es el juicio
inmediato y práctico sobre el carácter moral de
nuestras acciones".
Este hecho de ser un juicio inmediato de la experiencia es lo que
constituye la médula de la Etica.
A fin de entender con mayor claridad estos dos aspectos
de la conciencia, se puede establecer el siguiente paralelismo
entre la conciencia psicológica y la conciencia
moral:
Conciencia conciencia
Psicológica Moral
Conocimiento
Juicio de valor
Observa Aprecia
Constata obliga
¿Qué soy? ¿Qué debo
hacer?
La conciencia moral es resultado de un raciocinio del
tipo deductivo y que se encuentra apoyado en todos los principios
generales de comportamiento
que se han designado como ~sindéresis~, además de
aquellos que hemos sentado durante el proceso de
socialización y que corresponden a nuestra cultura.
La conciencia moral se desarrolla en el niño en
una forma natural por la acción educadora que va
realizando la sociavilización. Lo que al parecer es
innato, de hecho llega al individuo por una experiencia sensible
sobre lo que está bien y lo que está mal, El obrar
bien tiene premio y el obrar mal tiene castigo. sabe que si obra
bien y a pesar de ello se le castigue, le llega en forma
inmediata un sentido de justicia e
injusticia y un concepto de
autonidad que impone premios y castigos.
Bajo estos principios es comprensible que la conciencia
moral puede ser formada dentro de los procesos
educativos, y de esta manera hacerla clara, recta, independiente
y delicada
La conciencia moral, corno juez de nuestros actos,
sólo puede darse cuando éstos son actos humanos
voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la
libertad de
acción. No puede haber un juicio de conciencia cuando los
actos efectuados han sido obligados por una autoridad o
por una acción coercitiva de agentes extraños a
nosotros mismos. Se podría poner con ejemplo la
acción de un soldado en tiempo de
guerra En la
actividad profesional a veces se toman decisiones por
obligación o por seguir esquemas o sistemas
preestablecidos, que muy poca libertad de
acción dejan al sujeto, en estos casos la conciencia moral
quedara un tanto suprimida.
Ahora bien, como resultado del juicio de valor que
efectúa la conciencia moral sobre los actos del propio
individuo, se conduce lo siguiente:
A un sentimiento de culpa
A un remordimiento
A un arrepentimiento.
Esto puede llevar a un castigo, un auto castigo, o a una
acción interna
En este campo intervienen una serie de elementos a los
cuales se les ha dado en llamar PUENTES DE LA MORALIDAD, que
constituyen la conformidad o disconformidad con la recta
razón que dirige al acto humano.
Al analizar concretamente un determinado acto humano ya
sea realizado por uno mismo o por otra persona, hay tres
elementos para juzgarlo
9. El objeto, la
situación y el fin
El objeto es hacia dónde Se dirige el acto libre
y voluntario; qué es lo que quiere; es el contenido de la
acción.
La situación o circunstancias: Situado en un
lugar, por una persona, en un tiempo,
quién lo hace y qué condiciones acompañan al
acto
La intención o fin: El motivo por el cual se
efectúa el acto; la razón por la cual se
actúa
Estos elementos, Según se presenten, harán
que el juicio de conciencia se haga en consecuencia, ya que
muchas veces las personas se ven precisadas a actuar en contra de
una norma moral. Un ejemplo se da el matar a una persona para
salvar la propia vida o la de un ser querido que está
desprotegido.
La aplicación de estos elementos es algo muy
complejo y se puede referir a los tipos de conciencia que se han
expresado anteriormente
Independientemente de los elementos que intervienen en
el acto voluntario, el individuo obra en función de un
fin, lo que quiere decir que sus actos están determinados
en cierta forma por ese fin último natural que es la
felicidad, Pero todo ello dentro de una recta razón que
como cualidad de la inteligencia,
está dentro de la naturaleza del hombre.
En el curso de su desarrollo, la
persona humana adquiere hábitos que son pautas de comportamiento
estables que disponen al sujeto para bien o para mal,
según su forma de ser los cuales Son difíciles
tanto de adquirir como de remover.
En el campo de la moral, los hábitos se
manifiestan como virtudes o vicios de comportamiento.
En algún momento Aristóteles afirmó que el hombre es
virtuoso es feliz, de lo que se puede seguir que para acercar al
hombre hacia su fin, la virtud orientará rectamente sus
actos, y San Agustín define la virtud como 'una buena
cualidad del Alma, por la cual se vive rectamente, y de la cual
nadie hace mal uso"
10. La virtud en el
pensamiento
humano
Virtud proviene de VIR; valor, fuerte,
poderoso.
Las virtudes pueden dividirse en morales e
intelectuales. Las virtudes morales que también se
denominan como Cardinales son cuatro; la Prudencia, la justicia,
la Fortaleza y la Templanza.
Prudencia. Utilizar la recta razón en el obrar;
compromete al sujeto; es la virtud más importante y puede
regir a las otras
Justicia: comúnmente se entiende como dar a cada
quien lo que le corresponde.
Fortaleza es vencer las dificultades y superar los
obstáculos.
Templanza es la moderación en los
placeres.
Las virtudes intelectuales son múltiples y de
diversa índole, pero se pueden señalar algunas como
la sabiduría, la valentía y el ahorro.
Los vicios son lo opuestos a las virtudes y por tanto
comportamientos negativos que alejan al hombre de su
realización y que pueden tener serios efectos.
La formación profesional es distinta para cada
área y nivel de desempeño, y dependiendo de esto
mismo, la formación puede ser larga y pesada o corta y
ligera e incluso puede realizarse mientras se desempeña un
trabajo ya sea similar o distinto, aunque de menor nivel por lo
general. La formación profesional también puede ser
muy teórica o muy práctica. Sin embargo, excepto
algunas profesiones eminentemente especulativas como la de
filósofo, todas deben contener una cierta dosis tanto de
teoría
como de práctica o sea la auténtica "praxis",
entendida ésta como la aplicación de un
Conocimiento o de una teoría
que a su vez fue extraída de experiencias
concretas,
Hablando ya en un sentido menos amplio, y como se
entiende por lo general, las profesiones son el resultado de un
proceso de
formación a nivel superior de calidad
universitaria, ya que ésta es la forma en que se puede
garantizar a la sociedad que un individuo que ostenta la
certificación de sus estudios mediante un título,
sabe y puede hacer algo dentro de un marco ético-social y
que su actividad es productiva y beneficiosa para la misma
sociedad.
Larroyo señala lo siguiente: 'En virtud de la
profesión el hombre se articula a la vida económica
y asegura así su existencia fortaleciendo y haciendo
progresar la economía de la
sociedad entera. El desempeño del trabajo profesional, al
constituir un valor para la sociedad, supone la eficiencia en el
desempeño y su contribución al bien común.
Esto descarta totalmente la improvisación profesional que
causa tantos estragos en las sociedades
subdesarrolladas, donde individuos de dudosa moralidad medran
ostentando conocimientos y habilidades de las cuales
carecen.
Ahora bien, como ya se explicó, el hombre dedica
la mayor parte de su tiempo a la actividad profesional
(preparación, preocupación), tanto para obtener los
satisfactores básicos como los de nivel más elevado
consistentes en deseos, ambiciones y temores. El elemento
compensatorio de toda esta actividad es el dinero,
representado por sueldo, emolumento u honorarios, además
de otros beneficios que, aunque no expresados en metálico,
si contienen satisfactores que pueden ser convertibles o
equivalentes.
Dice Scherecker que "el profesional adquiere por su
actividad el derecho a un sueldo que cambia la distribución del dinero, o de
otros bienes, en el
mundo, y normalmente su actividad cumple ciertas obligaciones
estipuladas".
El cumplir con las condiciones dentro de las cuales
el trabajo
profesional ha sido contratado, y el percibir un sueldo por el
mismo, se pone al servicio de
otros el "saber hacer", pero de ninguna manera la dignidad
humana, El sueldo o salario no compra
al hombre, solamente compra las habilidades del hombre. La
persona no está obligada a desempeñar funciones que no
estén de conformidad con la escala de
valores
morales que respalden su condición de profesional
digno. Es algo así como comprometer lo que antiguamente se
conocía como el honor.
Los deberes profesionales no comienzan al recibir el
Diploma o el Título. Desde el mismo momento en que se
decide la actividad profesional que se va a ejercen el individuo
adquiere una responsabilidad moral muy especial. el estudiante
de una determinada profesión no puede sustraerse a los
deberes que correspondan a la misma, alegando que aún no
la ejerce, ya que en cl momento en que empieza a estudiar, se
obliga a los deberes que la misma profesión ha
establecido.
El objetivo
fundamental de la educación consiste en la
formación de la conciencia moral del hombre, para que este
intuya los valores
éticos fundamentales tales como:
- El amor a la
verdad - El apego a la sobriedad y a la lealtad
- La dedicación y la responsabilidad al trabajo
- El interés
a la justicia y al bien común - La aversión hacia la venganza, el odio, la
hipocresía, la avaricia, el egoísmo y la
cobardía
La educación ha de procurar conducir a los
jóvenes hacia la reflexión científica sobre
los grandes problemas y
misterios de las cosas, de la vida y del cosmos, a fin de
proporcionar vivencias más profundas. Esto llevará
hacia una formación de una cultura
general que lleve a la comprensión de nuestra cultura
nacional, así como también a la comprensión
de otras culturas distintas a la nuestra.
Esta cultura general hará que el individuo se
sienta, "ciudadano del mundo", mediante la comprensión que
obtiene de las formas de vida y manifestaciones culturales de
otros pueblos. De este modo, contribuirá a que haya mayor
tolerancia
para con otros pueblos, otras costumbres y otros valores.
Etica profesional de la abogacía
Se ha cuestionado la posibilidad de señalar
principios éticos y normas morales para el ejercicio de
una profesión que es realizada por un hombre adulto, ya
formado, que tiene su propia concepción de la vida, de la
sociedad y por tanto de la profesión. Pero lo que se
pretende es formular pautas específicas
que regulen el correcto desempeño de cualquier
profesión. En lo que se relaciona con la profesión
de abogado se establecen tres clases de deberes: con el cliente, con la
autoridad y
con el adversario.
Deberes del abogado con el cliente.
Los deberes del abogado con el cliente pueden
sintetizarse así: lealtad e independencia.
La lealtad obliga al abogado el cumplimiento de los
siguientes deberes: decirle la verdad, hacerle conocer el alcance
del problema mantenerlo informado sobre el avance del proceso,
demostrar interés
por la causa, actuar con agilidad, instruir al cliente sobre lo
que debe hacer o decir, presentar toda la prueba posible, no
transigir ni renunciar derechos sin el expreso
consentimiento del cliente, etc.
La independencia
del abogado le obliga a no ser partícipe de los intereses
en conflicto y
por eso no es conveniente el pacto de cuota- litis así
como la aceptación del mandato, porque el primero
convierte al abogado interesado en la cuota-litis, y, el segundo
le hace también litigante, haciendo proclive a que el
proceso se revista de
pasión y encono.
Deberes del abogado con la autoridad.
Los deberes del abogado con la Autoridad los resumimos
así:
- Respeto a la magistratura. La Autoridad, el juez o
tribunal son dignos de todo respeto por
la investidura y función que ejerce independientemente
de la persona. - Verdad para la justicia y fe en la justicia. El
abogado debe hacer del proceso una síntesis de la verdad
descubierta con la investigación a fin de que el Juez pueda
tener seguridad de
"administrar justicia". El abogado tiene que demostrar su fe en
la justicia y en el ejercicio de la profesión frente a
la autoridad.
C) Independencia. La independencia del abogado en el
ejercicio del derecho le permite actuar con responsabilidad, con
sensibilidad, con sentimiento altruista, con desinterés,
con delicadeza y con modestia.
13. Deberes del abogado con el
adversario.
Los deberes del abogado con el adversario se refieren a
la lealtad en la contienda, a la independencia, al respeto y
solidaridad
profesional. La lealtad en la contienda significa la defensa
honesta de la causa, utilizando el lenguaje
forense que no debe confundirse con el lenguaje
vulgar. El respeto solidaridad
obliga al abogado a mantener con el colega adversario relaciones
de cordialidad, sin que eso signifique abdicación de la
independencia.
14. Etica profesional del
servicio
social
Los aspectos éticos que encierra el ejercicio de
la actividad profesional del Servicio Social tiene una seria
proyección sobre la sociedad en que actúa. Las
repercusiones directas en la vida social son, en el caso de esta
profesión, mayores y más profundas que las que
pueden tener otras ocupaciones. Se trata de una actuación
directa sobre la vida social, y las conductas negativas pueden
crear imprevisibles problemas
psico-sociales y culturales.
Partimos de la siguiente pregunta: ¿Cuál
es el fundamento filosófico de la ética
profesional del Servicio Social? Fundamentalmente, los
principios filosóficos surgen sobre la base de los valores
generalmente aceptados: justicia, solidaridad, verdad, bondad,
dignidad, etc. ; en este sentido, pueden exponerse los siguientes
principios filosóficos inherentes a esta
profesión:
- confianza en los valores esenciales del
individuo - respeto a los derechos
individuales - compresión amplia de la sociedad y de sus
potencialidades - concepción positiva de la unidad y el progreso
sociales - Reconocimiento de deberes y responsabilidades hacia
la comunidad.
A continuación seleccionaremos los principios
fundamentales sobre la ética
profesional del Servicio Social formulados por las Naciones Unidas y
por la Federación Internacional.
15. Principios de
las naciones
unidas.
- Reconocer el valor del ser humano como individuo,
cualesquiera sean su circunstancia, condición, raza
religión, opinión política, o
conducta; y hacer lo posible por fomentar en el individuo un
sentido de dignidad y de respeto propio. - Fomentar el propio esfuerzo como medio de desarrollar
en el individuo el sentimiento de confianza en sí mismo
y su capacidad para afrontar responsabilidades. - Promover oportunidades para una vida más
satisfactoria en las circunstancias particulares en que se
encuentran los individuos, os grupos y las
comunidades - Respetar las diferencias entre los individuos,
grupos y
comunidades, tratando al mismo tiempo de conciliarlas en el
bienestar común.
16. Pricipios de la
federación internacional de asistente
sociales.
- Todo ser humano posee un valor único, con
independencia de su origen, edad, creencias, etnicidad,
condición socioeconómica, o de su
contribución a la sociedad.
b) Todo individuo tiene derecho a realizar su potencial,
siempre que
no perjudique los derechos de los
demás.
- Toda sociedad, cualquiera que sea, debe funcionar con
miras a proporcionar el máximo beneficio a la totalidad
de sus miembros. - El trabajador Social Profesional tiene la
responsabilidad de encausar sus conocimientos y capacidades
hacia la ayuda de individuo, grupos, comunidades y sociedades,
el desarrollo de sus posibilidades y la resolución de
conflictos
humanos sociales y sus consecuencias. - El trabajador social profesional tiene como
obligación suprema el servicio de los demás, lo
cual debe primar, sobre cualquier otro interés o
ideología particular.
17. La dignidad
de la persona humana.
Toda persona es digna de respeto y consideración,
por ser persona humana, no sólo por sus títulos o
posesión de fama y bienes; por
eso toda persona es digna de respeto, porque este es un deber y
una obligación cívica y social. Quien no sabe
respetar los valores y la dignidad de los demás, no es
persona digna de vivir en sociedad, porque esto exige hacerse
consciente de sus deberes y responsabilidades frente a sí
mismo, a los demás y a la naturaleza.
Para hacer digno el hombre, tiene que ser responsable
frente así mismo lo cual implica valorizarse y
personalizarse. Personalizarse quiere decir, que se toma como
persona consciente y responsable; que está en capacidad de
cumplir los deberes que le exige su propia vida y la sociedad;
que tiene una voluntad capaz de controlar y dirigir sus instintos
para no perjudicar a nadie con ellos, en sí, que es una
persona capaz de valorar y dirigir su actuación en forma
responsable.
El hombre frente a los demás, también
tiene deberes y responsabilidades, lo cual consiste en valorar y
respetar a los demás como a sí mismo, reconociendo
que hay que respetar su libertad, sus bienes y sus costumbres.
Para tener este comportamiento con los demás, es necesario
valorarse como persona humana, y ser persona humana consiste en
ser justo, tanto consigo mismo, como con los demás, pero,
claro está, cuando la persona se valora bien a sí
misma también sabe valorar a los demás. Esto es lo
que significa socializarse. Y socializarse es adaptarse a la
comunidad en
que vive, contribuyendo a su proceso y desarrollo, es hacerse
consciente de la comunitariedad.
Una tercera condición se refiere al hombre contra
al mundo, esto es, frente a su medio circundante. Este medio
también exige del individuo, adaptación y
responsabilidades, lo cual impone los siguientes deberes en
cumplir:
Responsabilidad en su trabajo y estudio
Responsabilidad ante la Patria y sus Leyes
Autor:
Lcdo.Víctor Valverde Aragundi
Psicólogo Educativo – Periodísta
Guayaquil-Ecuador