1.
Reseña
histórica
2. ¿Quién transmite el Mal de
Chagas-Mazza? ¿Cómo lo
transmite?
4. ¿Se puede curar el Mal de
Chagas-Mazza?
5. ¿Cómo luchar contra la
vinchuca?
6. Repercusión social del Mal de
Chagas-Mazza
7. Conclusión
En ocasión de estar estudiando las enfermedades
palúdicas en la zona de Lassance (estado de
Minas Gerais, Brasil), el Dr.
Carlos Chagas encontró una cantidad de enfermos que
presentaban una sintomatología distinta de la que
tenían cualquiera de las afecciones conocidas en ese
entonces. Cuidadosas observaciones le permitieron concluir que se
hallaba ante una dolencia que tenía características propias y que
constituía una enfermedad. Más tarde se la
llamó "enfermedad de Chagas". La descripción
exhaustiva de sus diversos aspectos clínicos, como
así también los efectos que ocasiona sobre los
distintos órganos de los individuos, son el punto de
partida del conocimiento
científico de esta enfermedad. Posteriormente, el Dr.
Chagas descubrió el agente causal de la afección:
un parásito unicelular microscópico al que
denominó "Trypanosoma Cruzi", que se encuentra en el
intestino de un insecto conocido comúnmente como vinchuca.
Lo pudo estudiar a través de su ciclo evolutivo y valoró
el papel que
desempeña la vinchuca como agente transmisor.
Aunque ya desde el siglo XVI se tenían
referencias sobre la peligrosidad de la vinchuca, solo durante el
primer cuarto de este siglo se pudo apreciar su
participación en la enfermedad. La genialidad de Chagas le
permitió realizar un triple descubrimiento, a partir de
esta información:
- una enfermedad
- su agente causal
- su transmisor.
Más tarde, en la Argentina, el Dr.
Salvador Mazza realizó el estudio de la enfermedad en un
gran número de pacientes. Sus observaciones fueron de
tanta trascendencia que a esta enfermedad se la denomina "Mal De
Chagas-Mazza".
Casi siempre la enfermedad tiene carácter
más grave en los lactantes sobre todo de corta edad, a los
que le puede ocasionar la muerte. En
las zonas endémicas, donde la enfermedad es muy frecuente,
el mal de Chagas es importante factor de mortalidad
infantil.
Los doctores Carlos Chagas y Salvador Mazza
2. ¿Quién
transmite el Mal de Chagas-Mazza? ¿Cómo lo
transmite?
En la cadena de transmisión del mal de
Chagas-Mazza hay un intermediario que es el eslabón
obligatorio: el insecto vector.
En América
se conocen varias especies capaces de transmitir la
infección a través de sus deyecciones; en la
Argentina, la única importancia epidemiológica es
la de la vinchuca.
Descripción de la vinchuca:
Como todo insecto, es ovíparo. La hembra pone
hasta 200 huevos de forma elíptica, de color claro, de
alrededor de 1mm de largo, que tiene una tapita llamada
opérculo. Estos huevos son depositados en la tierra, en
las grietas de las paredes hechas de adobe, en los techos de
paja, o en otros lugares más o menos ocultos. El
período de incubación depende de la temperatura
ambiente, pero
oscila entre 10 y 40 días. A medida que el embrión
se desarrolla, los huevos adquieren una coloración rosada
y es posible ver, por transparencia, los ojos de la futura
vinchuca. Luego de nacer y hasta alcanzar el estado
adulto, el animal experimenta una serie de transformaciones,
proceso que se
denomina "metamorfosis", y que tiene una duración variable
en relación con la temperatura, la humedad y la alimentación.
Inicialmente, el insecto tiene unos 3 mm de largo; es muy
parecido al adulto pero carece de alas. Durante esta fase de su
metamorfosis recibe el nombre de "chiche pila". Una semana
después muda de piel, la ninfa
aumenta de tamaño, pero carece aún de alas. Estas
mudas se repiten en un número de cuatro; y cada una de
ellas da origen a una ninfa más grande. Con la quinta muda
aparece la ninfa mayor, con alas. Aquí el insecto adquiere
su aspecto definitivo.
Todo este proceso dura alrededor de siete meses en
condiciones óptimas; la vida del adulto es de unos 15
meses. Importa señalar que, desde su primera
transformación, la vinchuca se alimenta de vertebrados de
sangre
caliente, como gallinas, palomas, caballos, etc.; es un insecto
hematófago (aima=sangre y fhagein=comer).
Trypanosoma Cruzi
La distribución que, en la Argentina, tiene la
vinchuca, es sumamente amplia: abarca casi todo el territorio.
Las zonas más afectadas son las provincias de clima
cálido o templado y seco, pero su presencia cubre tantos
lugares que determinan un panorama extenso y
desolador.
En relación con el grado de adaptación a
la domesticación humana, las especies de vinchucas son de
tres clases:
- Domésticas
- Semidomésticas
- Silvestres
Hoy se aceptan que las vinchucas, que antes eran de
hábitos silvestres, se fueron adaptando gradualmente a la
domesticidad humana. Por consiguiente, los lugares donde las
vinchucas viven pueden estimarse de la siguiente manera:
viviendas humanas, viviendas domésticas y naturales de
animales
(gallineros, palomares, conejeras).
Si consideramos la vivienda del hombre, vemos
que no cualquiera es elegida por la vinchuca. Elige las que
tengan características especiales, favorecedoras de sus
hábitos: el insecto se refugia principalmente en las
grietas de los pisos y paredes, detrás de muebles u
objetos nunca cambiados de lugar, zonas que no son
periódicamente limpiadas, debajo de la cubierta de techos
o paredes que ofrezcan resquicios, especialmente entre el
"empajado" de quinchos y ranchos y en las soluciones de
continuidad de paredes de adobe mal embarradas o sin revocar. Los
depósitos poco removidos, donde se guardan baúles,
cajones, etc., gozan también de su predilección.
Durante las mudanzas o cambios se favorece la dispersión
de la vinchuca, que llega así a nuevas casas que se
suponen relativamente aisladas.
En las viviendas, la presencia de la vinchuca es
relativamente fácil de descubrir: numerosas deyecciones de
color blanco amarillento y negro salpican las paredes.
Para vivir, la vinchuca se alimenta, desde que nace
hasta que muere, exclusivamente con sangre humana o de animales
de sangre caliente. Para obtener su ración alimenticia,
llega hasta su presa, que generalmente está inmóvil
por el sueño. Despliega su trompa e inserta los estiletes
bucales en la piel de la víctima. Como la picadura es
indolora, el insecto dispone de tranquilidad para chupar durante
todo el tiempo que le sea
necesario la cantidad de sangre hasta hartarse (es de alrededor
de 0,5 cm3 cada vez). Como absorbe hasta estar
repleta, es incapaz de volar; por eso regresa caminando lenta y
torpemente hasta su refugio habitual. Es impresionante calcular
la cantidad de sangre humana o animal que hace falta para
alimentar diariamente a las millones de vinchucas que infestan el
país. La ingestión de estos insectos tiene una
particularidad: se efectúa únicamente de noche.
Esto se debe a que rehuyen a la luz. De
día nunca salen de sus escondites. Por eso es frecuente
que siempre haya luz en las viviendas rurales para ahuyentar a
las vinchucas.
Casa de abobe, lugar de hábitat y
proliferación de las vinchucas (Huaco, pcia. de San
Juan).
El Mal de Chagas-Mazza no es contagiosa entre las
personas directamente (puede transmitirse de madre a hijo durante
el embarazo).
Solamente se transmite mediante la intervención de la
vinchuca. Cuando uno de estos insectos que pica a una persona enferma,
junto con la sangre que chupa absorbe los parásitos;
éstos se multiplican en el intestino del insecto, para
salir al exterior con las materias fecales que se han tornado
así en vehículo de infección. La vinchuca no
nace infectada. Cuando una vinchuca infectada, en su diaria
búsqueda de alimentos, pica a
una persona sana, inicia el mecanismo de contagio de la siguiente
manera: al atiborrarse la sangre, defeca; esta deyección
que deposita sobre la piel está repleta de tripanosomas
que se introducen en el organismo a través de soluciones
de continuidad de la piel (heridas, escoriaciones al rascarse, la
misma picadura) o por perforación de las mucosas (ocular,
nasal, bucal). Una vez en la sangre, los tripanosomas
continúan su crecimiento y al poco tiempo comienzan a
reproducirse en forma extraordinaria y veloz.
Vinchuca Evolución de la vinchuca
Un resumen de todo esto es:
- Cuando la vinchuca se alimenta con sangre de un
organismo enfermo con el Mal de Chagas-Mazza, ingiere
también una gran cantidad de tripanosomas. - Estos tripanosomas se multiplican rápida y
abruptamente en el intestino del insecto. - La vinchuca infectada, pero no enferma, se convierte
así en un potencial y permanente agente transmisor de
tripanosomas. - Siempre que la vinchuca chupa la sangre de una
persona o animal efectúa deposiciones sobre la piel;
estas deyecciones contienen millares de tripanosomas con
capacidad de causar enfermedad. - El leve escozor producido por la picadura, induce al
individuo a rascarse la zona molesta. La acción de las
uñas provoca insignificantes soluciones de continuidad
en la piel. Rota así esta barrera de defensa, se abren
las puertas para que los tripanosomas se introduzcan en el
organismo a través de los vasos sanguíneos. A los
fines de una mayor claridad de los contenidos, es conveniente
recalcar: al nacer la vinchuca no está infectada con el
tripanosoma cruzi. Las vinchucas se infectan al alimentarse con
sangre de personas o animales que padecen el mal. Aparte del
hombre, los tripanosomas pueden encontrarse en algunos
mamíferos silvestres (como mulitas o peludos) o
domésticos (perros o
gatos). El hombre y
los animales se enferman por contaminación de las deyecciones de
vinchucas que contienen tripanosomas. La vinchuca
doméstica, principal factor de transmisión de los
tripanosomas, habita exclusivamente en la casa del hombre y sus
dependencias.
3. Evolución del Mal de
Chagas-Mazza
Esta enfermedad tiene una evolución en tres
períodos:
- Agudo o de comienzo
- Intermedio o de latencia
- Crónico
Período agudo: éste dura alrededor de 20 a
30 días. El período de incubación (lapso que
media entre la introducción del tripanosoma en el
organismo y la aparición de los primeros síntomas)
es de duración variable, con un término medio de
una semana. El comienzo de las molestias es súbito,
presentando el enfermo fiebre, escalofríos, dolor de
cabeza y de los músculos del cuerpo, malestar general e
inapetencia. Muchas veces hay signos en el organismo que delatan
la puerta de entrada de la infección: son el complejo
oftalmoganglionar y los habones de inoculación.
El complejo oftalmoganglionar, o signo de eje, o signo
de Romaña,
representa una manifestación de gran valor diagnóstico y ha proporcionado el
reconocimiento de gran número de casos de infección
aguda en las zonas donde el mal de Chagas es endémico.
Lamentablemente, se ve sólo en no más del 4% del
total de formas agudas.
Se caracteriza por: comienzo habitualmente repentino,
hinchazón elástica e indolora de los
párpados superior e inferior de un solo ojo, que toman
color morado (como un "ojo en compota"); conjuntivas rojas;
hinchazón moderada del lado facial correspondiente al ojo
afectado. Esta inflamación ocular desaparece lentamente
con el curso de la fase aguda de la afección.
Los habones de inoculación consisten en zonas de
endurecimiento cutáneo que pueden aparecer en cualquier
lugar del cuerpo, especialmente en las partes descubiertas. Estas
zonas generalmente tienen un color rojo y alta temperatura local;
surgen como si brotaran del interior de la piel. Son poco
dolorosos. El habón de inoculación tiende a
desaparecer espontáneamente al cabo de 2 ó 3 meses;
queda en ese sitio una pigmentación
característica.
La elevación de la temperatura, de observación constante en la fase aguda,
tiene niveles moderador (37,5° a 39°), pero puede
alcanzar a grados más elevados, especialmente en los
niños de corta edad. Sin embargo, el grado de
elevación térmica no guarda relación con la
gravedad de la infección. Como parte del cuadro
clínico en la fase aguda de la infección, suele
aparecer agrandamiento indoloro de los ganglios. El corazón
suele presentar alteraciones variables de
leves a graves y repercusión clínica o no, que
generalmente desaparecen casi por completo. Durante este
período es posible ver si se examina una gota de sangre
mediante el microscopio a los
tripanosomas moviéndose en ella.
Complejo oftalmoganglionar
Período de latencia: pasado el primer mes, el
enfermo entra en un segundo período, el de latencia.
Éste puede durar años y durante ese tiempo no hay
ningún síntoma; solamente se puede poner en
evidencia la enfermedad por medio del análisis de sangre en el que se comprueba
las alteraciones provocadas, o también viendo a los
tripanosmas (esto último es más difícil). La
mayor parte de las personas permanece en este período todo
el resto de sus vidas.
Período crónico: por lo general es una
manifestación tardía de la infección. Se la
encuentra en casi un 15% de quienes han padecido el contagio y
sus manifestaciones están en relación directa con
las alteraciones del corazón. Sus síntomas
más comunes son: palpitaciones, disnea (sed de aire), dolores
referidos al área cardíaca, dolor en la zona
hepática y, sobre todo, manifestaciones típicas que
se observan en el electrocardiograma, aunque no haya
síntomas clínicos. La mayor parte de los
síntomas son indicación de daño en el
corazón, que cuando es importante lleva a grados variables
de insuficiencia cardíaca. La gravedad del proceso
varía, pero lo que le da la característica
alarmante es la frecuencia con que el daño cardíaco
se produce. Si tenemos en cuenta que hay regiones en Argentina en
las cuales la mayor parte de la población está infectada con
tripanosoma cruzi, el porcentaje que resulta con lesión
cardíaca da una cifra que justifica todo esfuerzo para
combatir el mal de Chagas. Otro dato a tener en cuenta es que la
cardiopatía chagásica se produce en personas que
son jóvenes, es decir que, teniendo un organismo
relativamente sano, presentan invalidez para la vida normal
debido a la lesión del corazón.
El propósito de la cardiopatía
chagásica es variable y depende principalmente del grado
de aumento del corazón, del tipo de trastorno del ritmo
cardíaco, del grado de insuficiencia cardíaca y de
la tendencia evolutiva de la infección.
Otra manifestación clínica es la
constipación crónica. Hay enfermos que van de
cuerpo cada 15 ó 20 días, algunos cada tres
meses.
¿Es una enfermedad mortal?
Sí. La muerte puede
sobrevenir súbitamente o bien luego de un tiempo de
padecimiento inimputable a falla del corazón.
El enfermo puede morir tanto en la etapa aguda como en
la crónica.
4. ¿Se puede curar
el Mal de Chagas-Mazza?
A pesar del portentoso avance de las ciencias
médicas, todavía no se ha encontrado el remedio
ideal para curar la enfermedad. El problema es grave ya que una
vez instaladas las lesiones en el organismo (lesiones que son
destructivas), ya nunca más se puede alcanzar la
restitución integral de la zona afectada. A lo
máximo que se llega muchas veces es a aminorar los
síntomas determinados por dicha lesión, que
persistirán durante toda la vida de la persona
enferma.
De todas maneras, en los últimos años se
han experimentado y aplicado medicamentos cuya acción
eficaz en un alto número de casos agudos permite
vislumbrar un panorama no tan sombrío para el
futuro.
5. ¿Cómo
luchar contra la vinchuca?
En primer lugar vamos a citar las palabras del Dr.
Chagas: "es necesario ante todo, alejar toda posibilidad de
procreación de los insectos en la vivienda del hombre,
cuyas paredes deben ser revocadas y libres de hendiduras y cuyo
revestimiento debe ser cuidado en función de dicho
objetivo. En
las zonas de infección crónica, las casas de
paredes de barro no perfectamente lisas y cubiertas de musgo son
absolutamente condenables, dado que las vinchucas encuentran
allí las condiciones más propicias para su
existencia".
Si habíamos dicho que la vinchuca es sobre todo
un animal doméstico, las principales medidas
estarán orientadas a impedir su posibilidad de desarrollo
allí donde habitualmente lo hace.
Recordando los hábitos de vida de la vinchuca es
como se tomarán las mejores medidas de lucha.
Podemos citar tres modos de impedir que se alberguen
vinchucas dentro de las viviendas:
- Mediante la mejora de la calidad de
las paredes, techos y pisos de las casas, que deberán
ser de material que no se agriete, de superficies lisas que
no permitan formar hendijas y huecos donde puedan refugiarse
los insectos. Para ello deben emplearse siempre cal y arena
en los revoques de paredes y techos. En pocas palabras, debe
eliminarse el rancho criollo, pintoresco para quien contempla
un cuadro o un paisaje, pero que es la negación de la
vivienda sana e higiénica a que tiene derecho
cualquier persona. - Mediante una constante limpieza de la casa, de sus
muebles, cuadros y enseres, su remoción periódica
y su ventilación, asoleado de las prendas de vestir,
reparación de roturas y blanqueado de paredes y techos.
Lo mismo se debe hacer en los depósitos, donde es
corriente la permanencia durante mucho tiempo de innumerable
cantidad de objetos de todo tipo, que no se cambian de lugar y
mucho menos se limpian. - Mediante modernos insecticidas, cuya acción es
mortal tanto para la vinchuca que ya se encuentra allí
como para la que eventualmente podría llegar. Es
importante que este insecticida penetre lo más
profundamente posible en todos los rincones de las viviendas
para lo cual es necesario que no haya objetos que se
interpongan entre el insecto y las paredes. Como en general la
aplicación de este insecticida es mediante la
utilización de aparatos rociadores, uno de los conceptos
a transmitir (y lograr) es conseguir que los moradores de las
viviendas colaboren en la tarea, permitiendo la remoción
del lugar.
Vinchuca en pared de abobe (Resistencia,
pcia. de Chaco).
6. Repercusión
social del Mal de Chagas-Mazza
La enfermedad de Chagas-Mazza es actualmente la
endémica de principal importancia sanitaria en la
Argentina. Esta situación surge:
- Del extenso ámbito correspondiente a su
influencia. - Del gran número de infectados.
- De su incidencia en la mortalidad infantil y en los
adultos jóvenes. - Del cuantioso agravio económico y social que
provoca por las enormes pérdidas en jornales de productividad y
el alto costo de la
asistencia médica requerida.
Todo esto motiva la constante preocupación de
todos quienes tienen algo que ver con la salud, desde los
responsables de programas
sanitarios hasta el poblador más pobre de las zonas
más alejadas del país.
Por todo lo que se manifiesta en esta monografía, resumimos, para combatir el Mal
del Chagas-Mazza, lo siguiente:
- Conocer a la vinchuca, identificándola y
diferenciándola de otros insectos. - Mantener una vivienda higiénica, esto es con
paredes y techos bien revocados y blanqueados y siempre limpia.
Debe asegurarse la eliminación de rendijas y rincones
que posibiliten el refugio de las vinchucas, la limpieza
periódica de depósitos, baúles, muebles,
gallineros y cualquier otro lugar que pueda resultar propicio
al insecto. - Denunciar la existencia de vinchucas a la autoridad
sanitaria correspondiente. - Facilitar la tarea de los rociadores, colaborando con
ellos en todo cuanto sea necesario. - Informar a los vecinos de la necesidad de cumplir con
las medidas de higiene y de
protección indicadas, vigilando que así sea en
todo cuanto sea posible. - Si ha sido picado por vinchucas, consulte de
inmediato al médico. Recordar que al principio de la
enfermedad prácticamente no existen síntomas y
que sólo al cabo de varios años aparecen las
complicaciones cardíacas y de otros órganos. Ello
puede hacer creer erróneamente innecesario tomar
precauciones en un primer período, cuando, por el
contrario, un buen control
médico puede evitar la aparición de
complicaciones. - Si el especialista diagnostica Mal de Chagas, seguir
fielmente sus indicaciones. - Ante cualquier duda consultar al médico y
hacerlo cuantas veces lo estime conveniente. Él
podrá asesorarle en la lucha contra la vinchuca y
controlar periódicamente su estado de salud.
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