1.
Concepto
3. Cuenta saldo ¨reserva monetaria
internacional
4. Superávit y
déficit
5. Los pagos
internacionales
6. La balanza de pagos y los flujos
de capital.
7. Análisis de la balanza de pagos del
ecuador
8. Reformas
Estructurales
9. Evolución de la Balanza de Pagos y Del
Endeudamiento Externo.
1. Concepto
La relación entre la cantidad de dinero que un
país gasta en el extranjero y la cantidad que ingresa de
otras naciones. El concepto de
balanza de pagos
no sólo incluye el comercio de
bienes y
servicios,
sino también el movimiento de
otros capitales, como la ayuda al desarrollo,
las inversiones
extranjeras, los gastos militares
y la amortización de la deuda pública.
Las naciones tienen que equilibrar sus ingresos y
gastos a largo
plazo con el fin de mantener una economía estable,
pues, al igual que los individuos, un país no puede estar
eternamente en deuda. Una forma de corregir un déficit de
balanza de pagos
es mediante el aumento de las exportaciones y
la disminución de las importaciones, y
para lograr este objetivo suele
ser necesario el control
gubernamental. Por ejemplo, un gobierno puede
devaluar su moneda para lograr que los bienes
nacionales sean más baratos fuera y de este modo hacer que
las importaciones se
encarezcan
El término balanza de pagos puede también
aludir al registro contable
de todas las transacciones económicas internacionales
realizadas por un país en un periodo de tiempo
determinado (normalmente un año)
2. Composición
balanza de pagos
- Cuenta corriente
- Balanza Comercial
- Balanza de Servicios
- Balanza de Transferencias
- Cuenta capitales
- Inversión Extranjera directa
- Inversión Extranjera Indirecta
3.Cuenta saldo
¨reserva monetaria internacional
Cuentas balanza de pagos
La balanza de pagos es el registro de las
transacciones de los residentes de un país con el resto
del mundo. Hay dos cuentas
principales en la balanza de pagos: la cuenta corriente y la
cuenta capital.
La cuenta corriente registra el intercambio de
bienes y servicio,
así como las transferencias. Los servicios son
los fletes, los pagos de royalties y los pagos de intereses. Las
transferencias consisten en las remesas, las donaciones y las
ayudas. Hablamos de superávit por cuenta corriente si las
exportaciones son
mayores que las importaciones más las transferencias netas
a los extranjeros, es decir, si los ingresos
procedentes del comercio de
bienes y servicios y de las transferencias son mayores que los
pagos por estos conceptos.
La balanza comercial registra simplemente el
comercio de bienes. Si se añade el comercio de servicios y
las transferencias, llegamos a la balanza por cuenta
corriente.
La cuenta de capital registra las compras y
ventas de
activos, como las
acciones, los
bonos y
la tierra. Hay
un superávit por cuenta de capital, o una
entrada neta de capitales, cuando nuestros ingresos procedentes
de la venta de acciones,
bonos,
tierra,
depósitos bancarios y otros activos, son
mayores que nuestros pagos debidos a nuestras compras de
activos extranjeros.
La regla básica para la elaboración de las
cuentas de la
balanza de pagos es que cualquier transacción que
dé lugar a un pago por parte de los residentes de un
país es una rúbrica de déficit. Así
pues, las importaciones de automóviles, la
utilización de barcos extranjeros, los regalos a
extranjeros o los depósitos en un banco en Suiza,
son todas rúbricas de déficit. Serían
rúbricas de superávit, por el contrario, las
ventas de
aviones americanos al extranjero, los pagos hechos por
extranjeros para adquirir licencias de los EEUU con objeto de
utilizar tecnología americana,
las pensiones procedentes del exterior recibidas por los
residentes de un país.
La balanza de pagos global es la suma de las cuentas
corriente y de capital. Si tanto la cuenta corriente como la de
capital tiene un déficit, entonces la balanza de pagos
global también lo tiene. Cuando una cuenta tiene un
superávit y la otra tiene un déficit de exactamente
la misma cuantía, el saldo de la balanza de pagos global
es cero, es decir, no hay ni superávit ni déficit.
Recogemos estas relaciones en la Ecuación:
Superávit de la balanza de pagos =
Superávit por cuenta corriente + superávit por
cuenta de capital.
Cualquier transacción que origine un pago hecho
por residentes de un país a residentes en el exterior es
una rúbrica de déficit. Un déficit global de
la balanza de pagos – la suma de las cuantas corriente y
capital- significa, que los pagos hechos por los residentes de
dicho país a los extranjeros son mayores que los
residentes reciben de los extranjeros.
Puesto que los extranjeros quieren que se les pague en
sus propias monedas, se plantea la cuestión de la forma en
que se deben hacer esos pagos.
Cuando la balanza de pagos tiene un déficit
– cuando la suma de la cuantas corriente y de capital es
negativa’ los residentes tienen que pagar a los extranjeros
una cantidad de moneda extranjera mayor que la reciben, Los
bancos
centrales extranjeros proporcionan la moneda extranjera necesaria
para hacer pagos al exterior, la cantidad neta ofrecida es las
transacciones oficiales de reservas.
Cuando la balanza de pagos de un país tiene un
superávit, los extranjeros tienen que conseguir los
dólares con los que pagarán el exceso de sus pagos
a dicho país sobre sus ingresos procedentes de las ventas
al país. El dinero es
proporcionado por los bancos
centrales.
6. La balanza de pagos
y los flujos de capital.
Introduciendo el papel
desempeñando por los flujos de capital en un contexto en
que suponemos que nuestro país se enfrenta a unos precios
establecidos de las importaciones y a una demanda de las
exportaciones. Suponemos que el tipo de interés
mundial está dado y que entra capital en el país a
una tasa que es mayor cuanto mayor es el tipo de interés
interior. Es decir, los inversores extranjeros compran un
cantidad de nuestros activos que será mayor cuanto
más elevado sea el tipo de interés que nuestros
activos pagan en relación con el tipo de interés
mundial. La tasa de entrada de capital o superávit de la
cuanta de capital, es una función creciente del tipo de
interés. Cuando el tipo de interés es igual al
mundial, i = i, ni hay flujos de capital. Si es más
elevado, habrá una entrada de capital e, inversamente, si
es más bajo, habrá una salida.
Un incremento de la renta empeora la balanza
comercial, y un incremento del tipo de interés aumenta
las entradas de capital y mejora, de esta forma, la cuenta de
capital. De ello se deduce que cuando aumenta la renta, un
incremento de los tipos de interés podría mantener
la balanza de pagos global en equilibrio. El
déficit comercial se financiaría con una entrada de
capitales.
Esta idea es extraordinariamente importante. Los
países se enfrentan frecuentemente al siguiente dilema: la
producción interior es baja y quieren
aumentarla, pero la balanza de pagos tiene dificultades y no
creen estar en condiciones de soportar un déficit
aún mayor. Si aumenta el nivel de renta, las exportaciones
netas disminuirán a medida que se eleva la demanda
interior, teniendo así a empeorar la balanza de pagos
‘ que es algo que el país quiere evitar. La
existencia de flujos de capital sensibles al tipo de
interés sugiere que podemos llevar a cabo una política
económica interior expansiva sin incurrir
necesariamente en problemas de
balanza de pagos.
Un país puede soportar un incremento de la renta
interior y del gasto en importaciones siempre que lo
acompañemos de un incremento de los tipos de
interés, capaz de provocar una entrada de capital,
¿Pero cómo podemos conseguir una expansión
de la renta interior al mismo tiempo que se
incrementan los tipos de interés. Utilizando la política
fiscal para incrementar la demanda agregada
hasta el nivel de pleno empleo y la
política
monetaria para conseguir la cantidad adecuada de flujos de
capital
7. Análisis de la balanza de pagos del
ecuador
El Ecuador
está atravesando una de las más severas crisis
económicas de las últimas décadas. Varios
factores golpearon la economía a partir de
1995, incluyendo el conflicto con
Perú, el Fenómeno de El Niño en 1997-1998,
la caída de los precios de las
principales exportaciones y la crisis
internacional. A esto se sumó un período de
inestabilidad institucional y el bloqueo político a
iniciativas para reordenar las finanzas
públicas, sanear la banca y emprender
reformas estructurales.
Como resultado de estos eventos, los
indicadores
económicos se deterioraron. El crecimiento del producto interno
bruto (PIB) se redujo
a 0,4% en 1998 y cayó -7,3% en 1999. El desempleo se
incrementó de 11,8% en 1998 a 15,1% en 1999. El
déficit fiscal
subió de 2,6% del PIB en 1997 a
5,7% en 1998 y 6,2% en 1999. En relación con el sector
externo, el déficit en cuenta corriente aumentó a
11% del PIB en 1998 y en 1999 habría un superávit
de 5,4% debido a la recesión económica que ha
causado una caída del 50% en las importaciones.
La crisis internacional redujo y encareció el
flujo de recursos
externos. La salida de capitales exacerbó la menor
disponibilidad de financiamiento
externo. Las reservas internacionales se redujeron de US$ 1.698
millones en 1998 a US$ 1.276 millones en 1999.
La situación del sistema
financiero se agudizó en 1999 con la
paralización del aparato productivo y la salida de
capitales. Se produjo una contracción del crédito, un deterioro en la calidad de los
portafolios y un proceso de
desmonetización que fue agravada por la
introducción del impuesto de 1% a
las transacciones financieras. En marzo, ante la inminente crisis
de uno de los mayores bancos, el Gobierno
congeló por un año los depósitos. En junio
se realizó una auditoría de todo el sistema, tras la
cual se liquidó un banco, se
fusionaron tres y recapitalizaron otros cuatro. Actualmente, la
crisis bancaria es general, la cartera vencida llegó a
48,9% en 1999 y el 59% de los activos de la banca
están bajo el control del
Estado.
La crisis financiera ha trastornado el manejo monetario
del Banco Central que se ha visto obligado a inyectar liquidez
para asistir a los bancos en problemas.
Esto ha significado una pérdida del control de los
agregados monetarios, en particular la emisión monetaria
que viene creciendo a tasas superiores al 100% desde marzo de
1999.
Estos desequilibrios macroeconómicos desataron
presiones inflacionarias, cambiarias e inestabilidad en las tasas
de interés. La inflación subió de 43,4% en
1998 a 60,7% en 1999. El sucre se depreció 196,6% durante
1999, reflejando la salida de capitales, la escasez de divisas y
la situación de incertidumbre.
Debido al crítico estado de las
finanzas
públicas y del sector externo, el Ecuador
decidió declarar una moratoria de sus obligaciones
en bonos Brady y eurobonos, y reestructuró la deuda
interna de tenedores privados. Esta decisión
exacerbó el limitado acceso a recursos
externos, tanto al sector público como al
privado.
Para enfrentar esta situación, las autoridades
han intentado aprobar un programa de
estabilización que fortalezca la situación del
sector fiscal,
externo y financiero, y que cuente con el apoyo de los organismos
internacionales. En enero de este año se anunció la
decisión de entrar en un sistema de
dolarización. Luego del cambio de
Gobierno y la designación a la Presidencia del
Vicepresidente Gustavo Noboa, las nuevas autoridades han
manifestado su confianza de alcanzar los acuerdos internos para
llevar adelante el proceso de
dolarización, y continuarán los esfuerzos para
concretar el acuerdo con el FMI.
Luego de la desaceleración experimentada en el
crecimiento
económico en 1998, en 1999 se dio una fuerte
contracción del producto, pues
según las últimas cifras el PIB cayó un
7,3%.
En el transcurso de 1999 el nivel de desempleo en las
tres principales ciudades del país ha ido aumentando
vertiginosamente, llegando a 15,1% en diciembre, comparado con
niveles de 11,8% al cierre de 1998 y 9,3% en 1997. Otro indicador
muy importante, la tasa de subocupación (proporción
de la población que trabaja menos de 40 horas
semanales ó gana menos del salario
mínimo vital) muestra un nivel
promedio de 52,3% en 1999, comparado con 46,6% en 1998. Lo
anterior es consecuencia de la caída generalizada de la
actividad productiva en casi todos los sectores de la
economía.
En relación con la deuda externa, en
agosto de 1999 el Gobierno anunció que se acogía a
la mora técnica prevista en los contratos de la
deuda Brady para diferir el pago de intereses por 30 días,
y en septiembre se anunció el pago parcial de esta deuda:
no se canceló los intereses de los bonos colateralizados,
a fin de que los acreedores hagan uso de la garantía
prevista para los intereses de éstos y así el
Ecuador no entre en moratoria hasta lograr un acuerdo en la
reestructuración. Sin embargo, los acreedores optaron por
declarar la deuda vencida por incumplimiento y demandaron el pago
de la totalidad de la misma. Posteriormente el Gobierno
extendió la moratoria a los demás bonos Brady y
eurobonos, y paralelamente reestructuró la deuda interna
en poder del
sector privado. Las autoridades tendrán que avanzar en la
renegociación de la deuda los primeros meses de este
año, una vez que se concreten la dolarización y las
reformas encaminadas a estabilizar la economía, requisitos
que permitirán hacer una propuesta creíble a los
acreedores.
Actualmente el Ecuador mantiene él más
alto índice de endeudamiento de América
Latina pues la deuda externa
representa el 119% del PIB. El saldo total de la deuda externa en
1999 llegó a US$ 16.282 millones, compuestos por US$ 2.530
millones de deuda privada y US$ 13.752 millones de deuda
pública. A ello habría que agregar US$ 2,755
millones de deuda interna pública, de los cuales US$ 1.245
millones están en manos del sector privado. El país
está catalogado como una economía de ingresos per
cápita medios y por
este motivo no ha podido aplicar a los mecanismos de
reducción de deuda contemplados para países pobres
altamente endeudados.
Con el deterioro de la situación
económica, exacerbada por la crisis bancaria, en 1999 se
ha dado un descenso importante en la producción de casi todos los sectores. La
congelación de depósitos tuvo un alto costo para el
lado real de la economía, pues la producción se vio
afectada ante la drástica reducción de la demanda
interna. El sector manufacturero muestra una
caída de 7,1%, petróleo y
minas cae 4,6%, comercio cae 12,1% y servicios financieros,
dentro del sector servicios, cae 13,9% en el mismo
período. El único sector que crece en 1999 es
agricultura
(1,8%) una vez superados los efectos de El
Niño.
La evolución del crecimiento del PIB
trimestral con respecto al mismo período de un año
antes, permite ver que la economía se estanca a partir del
segundo trimestre de 1998 y a partir de 1999 entra en franca
recesión, cayendo 7,1% en el tercer trimestre según
las cifras oficiales, y 11% en el cuarto trimestre según
una estimación basada en la previsión de la
caída de 7,3% del PIB anual.
Asimismo, los datos muestran en
1999 una caída de la demanda interna del 17,5% y una
fuerte contracción de las importaciones
(-38,4%) por el lado de la oferta, ambos
signos de la recesión económica que está
viviendo el Ecuador. Particularmente preocupante dentro de los
componentes de la demanda interna es la caída del 34,7% en
la formación bruta de capital, lo que reduce a futuro el
potencial de recuperación de la economía pues la
capacidad de producción se está
contrayendo.
El año 1999 se inició con mucha
incertidumbre sobre el tema fiscal por la frágil
situación que se venía arrastrando desde el
año anterior, debido a la caída de los ingresos
petroleros, aumento de gastos no presupuestados y la
postergación de medidas correctivas imprescindibles, que
duplicaron el déficit fiscal a niveles del 5,7% del PIB en
1998. Pese a una recuperación importante en el precio del
petróleo,
la situación del fisco continuó
deteriorándose en 1999, pues el gasto corriente
subió debido a un importante incremento en el rubro de
intereses, derivado en parte del endeudamiento interno para hacer
frente a la crisis bancaria. En este contexto, los resultados de
1999 muestran un déficit fiscal de 6,2% del PIB, ingresos
fiscales por 23% del PIB y gastos que se ubican en 29,2% del
PIB.
Si analizamos los ingresos, éstos han subido de
20,3% del PIB en 1998 a 23% en 1999, debido principalmente a
mayores ingresos petroleros (7,1% del PIB comparado con 4,6% en
1998).
Los gastos también aumentaron, pero en mayor
proporción que los ingresos al ubicarse en 29,2% del PIB
comparado con 26,1% un año antes. El mayor incremento se
da en gastos corrientes, cuya partida de intereses se incrementa
de 5% del PIB a 9,5%, aunque por otro lado se destaca la
reducción en la partida de remuneraciones
que baja de 8,5% del PIB a 7%. Los gastos de capital aumentan de
5,9% del PIB a 6,5% entre 1998 y 1999.
Algunos indicadores
resaltan los resultados anteriores: la participación de
las remuneraciones en
el total de gastos ha disminuido de 33% en 1998 a 24% en 1999,
mientras que la participación de los intereses en el gasto
ha aumentado de 19% a 33% en el mismo período.
Nótese que la economía medida en
dólares se ha contraído de manera importante debido
a la fuerte devaluación experimentada en 1999, y por tanto
los rubros antes descritos, medidos en dólares, han
caído dramáticamente en relación con 1998,
aunque medidos en términos de porcentaje del PIB se
observa los incrementos antes descritos.
Con respecto a los precios, 1999 se inició con
una tendencia a la baja en relación con 1998, pues los
meses de enero y febrero culminaron con una inflación
mensual inferior a la registrada los mismos meses de 1998. Sin
embargo, en marzo la inflación mensual se disparó a
13,5% a raíz de la crisis bancaria que desató la
escalada en el tipo de cambio
afectando los precios de bienes importados y manufacturas
nacionales que tienen un alto componente de insumo importado.
Siguieron algunos meses con inflación relativamente baja
debido a la fuerte contracción en la demanda interna
derivada de la congelación de fondos y la recesión
económica. No obstante, la elevación temporal en
los precios de los combustibles en julio y la devaluación
en los últimos meses del año provocaron nuevos
picos.
La inflación cerró en 60,7% en 1999, nivel
relativamente bajo sí se considera el fuerte crecimiento
de los agregados monetarios como resultado de la emisión
de dinero
destinada al sistema
financiero. La congelación de los fondos y el
represamiento de los precios de los combustibles y servicios
públicos explican en parte este resultado. Por otro lado,
la inflación medida por el índice de precios al
productor fue mucho mayor, cerrando el año en
186,9%.
En relación con la política
cambiaria, en febrero de 1999 se sustituyó el
sistema de bandas por el sistema de flotación a fin de
reducir la pérdida de reservas internacionales. Sin
embargo, la crisis bancaria, la recesión y la falta de
medidas correctivas por la confrontación con el Congreso,
mantuvieron un ambiente de
desconfianza en la economía, generando mucha volatilidad
en el tipo de
cambio. El año cerró con un dólar de S/.
20.283, lo que significó una devaluación anual de
196,6%. Por otro lado, el tipo de cambio real
promedio varió 39% en relación con 1998, pues a
pesar de la elevada inflación, la devaluación
nominal ha sido mayor, es decir hubo una devaluación real
del 39% en los términos de intercambio con los principales
socios comerciales comparado con una apreciación real
promedio de 0,8% en 1998.
A principios de
este año las autoridades anunciaron la decisión de
entrar en un sistema de dolarización de la
economía, para lo cual el tipo de cambio se fijó en
S/.25.000 y se irá sustituyendo progresivamente el
circulante en sucres por la divisa ya que se establecerán
precios, salarios y la
contabilidad
pública y privada en dólares. Una porción
reducida de sucres permanecerá como moneda fraccionaria y
será siempre convertible al tipo de cambio antes anotado.
Para sustentar la dolarización el ejecutivo envió
al Congreso un paquete de medidas que contempla modificaciones a
las leyes del sector
financiero, sector laboral y Banco
Central entre otros, para hacer viable esta transformación
importante en el sistema cambiario y monetario del
Ecuador.
En relación con las tasas de interés, el
Banco Central las incrementó de manera coyuntural a fin de
controlar el tipo de cambio, lo que ha contribuido a la
recesión económica y ha sumado presiones sobre el
sector bancario. En 1999 las tasas activa e interbancaria
cerraron en 70,8% y 151%, mientras que en 1998 se ubicaron en
59,8% y 48,5% respectivamente. Con el esquema de
dolarización las tasas de interés en sucres
desaparecen y las tasas en dólares tenderían a
ubicarse a niveles similares a las internacionales,
situación que ya ha empezado a suceder pues las tasas
bajaron a 23% la activa y 11% la pasiva en el mes de febrero del
2000.
Con respecto a los agregados monetarios, se observa una
descomposición del sistema reflejada en el abrupto
crecimiento nominal de base monetaria (135,7%) y emisión
monetaria (152%) debido a la fuerte inyección de recursos
para los bancos con problemas de liquidez y el pago al
público de depósitos garantizados por la AGD. Por
otro lado, M2 registra un crecimiento de 90%, pero gran parte de
esta variación se debe a la devaluación que
afectó a la porción en dólares de este
agregado.
El comportamiento
del sistema financiero reflejó el deterioro de la
actividad económica. Durante los primeros meses de 1999
los síntomas de iliquidez se fueron extendiendo en todo el
sistema financiero y varios bancos no pudieron cumplir con el
requerimiento de encaje con el Banco Central. En marzo de 1999,
con la inminente crisis de la mayor institución bancaria
por depósitos del público, el Gobierno
decidió declarar feriado bancario por una semana y el
posterior congelamiento por un año de los depósitos
bancarios; igualmente reprogramó por un año la
cancelación de los créditos bancarios.
Posteriormente, flexibilizó la medida, redujo el plazo de
congelamiento para algunas operaciones e
introdujo algunas excepciones.
El Gobierno inició un proceso de
auditorías internacionales de las instituciones
financieras que concluyó con la decisión de
liquidar un banco, fusionar tres bancos y recapitalizar cuatro
bancos con la asistencia del Estado. Actualmente, la crisis del
sistema financiero es general. La cartera vencida llegó a
48,9% en diciembre y el 59% de los activos de la banca
está directa o indirectamente bajo el control del
Estado.
En resumen, la crisis financiera ha sido grave: los
indicadores agregados del sector muestran el deterioro, pues
tanto los activos como el patrimonio se
han reducido por efectos de la devaluación y las
pérdidas. Los activos totales expresados en dólares
se contraen de US$ 8.944 millones en 1998 a US$ 4.585 millones en
1999; el coeficiente patrimonio
promedio/activo promedio pasa de 0,14 en 1998 a 0,09 en 1999 y el
coeficiente utilidad
neta/patrimonio promedio pasa de 0,07 en 1998 a -0,61 en
1999.
La grave crisis económica ha dado lugar a que el
avance en las reformas estructurales sea lento debido a la
urgencia de resolver problemas emergentes prioritarios con el fin
de evitar un mayor deterioro y lograr la estabilización de
la economía.
Sin embargo, la coyuntura ha obligado a efectuar algunas
reformas importantes en el sistema financiero encaminadas a
sanear este sector, lo que ha resultado en el cierre o
intervención de una serie de instituciones.
Se creó la Agencia de Garantía de Depósitos,
y se encuentran en marcha varios programas para el
fortalecimiento del sistema financiero.
La dolarización por otro lado, obliga a que se
lleven adelante una serie de reformas importantes en el
área fiscal y laboral, para lo
cual el ejecutivo ha enviado al Congreso una serie de leyes que
contemplan además modificaciones a las regulaciones en los
sectores telecomunicaciones, electricidad y
petróleo a fin de impulsar las privatizaciones y
concesiones en estas áreas de la
economía.
Ecuador: Balanza de
Pagos
1996 | 1997 | 1998 | 1999 (p) | 2000(e) | |
Exportaciones FOB (en MM. US$) | 4900 | 5264 | 4203 | 4162 | 4601 |
Tradicionales | 3788 | 4122 | 3100 | 3124 | 3440 |
Petroleras | 1776 | 1557 | 923 | 1361 | 1660 |
No Petroleras | 2012 | 2565 | 2177 | 1763 | 1780 |
No Tradicionales | 1112 | 1142 | 1103 | 1038 | 1161 |
Importaciones FOB (en MM. US$) | 3680 | 4666 | 5198 | 2596 | 3188 |
Consumo | 888 | 1094 | 1168 | 536 | 706 |
Materia Primas | 1708 | 2175 | 2264 | 1298 | 1622 |
Bienes de Capital | 1083 | 1396 | 1766 | 716 | 860 |
Otros | 1 | 1 | 0 | 46 | 0 |
Balanza Comercial | 1220 | 598 | -995 | 1566 | 1413 |
Servicios Prestados (en MM.US$) | 931 | 928 | 890 | 806 | 830 |
Factoriales | 83 | 106 | 88 | 68 | 60 |
No Factoriales | 848 | 822 | 802 | 738 | 770 |
d/c Turismo | 281 | 290 | 291 | 263 | 270 |
Servicios Recibidos (en MM. US$) | 2330 | 2631 | 2840 | 2505 | 2734 |
Factoriales | 1462 | 1521 | 1669 | 1808 | 1878 |
d/c Intereses | 916 | 968 | 1063 | 1152 | 1233 |
d/c Utilidades y Dividendos | 195 | 200 | 217 | 235 | 231 |
No Factoriales | 868 | 1110 | 1171 | 697 | 856 |
Balanza de Servicios | -1399 | -1703 | -1950 | -1700 | -1904 |
Transferencias | 290 | 391 | 776 | 871 | 989 |
Balanza en Cuenta Corriente | 111 | -714 | -2169 | 737 | 498 |
Inversión Extranjera Directa | 491 | 695 | 831 | 656 | 559 |
Deuda Externa Mediano y L/Plazo | 971 | 858 | 1275 | 3 | -139 |
Capitales a Corto Plazo | -1201 | -527 | -422 | -1818 | -814 |
Balanza en Cuenta Capital | 261 | 1026 | 1684 | -1159 | -394 |
Errores y Omisiones | -98 | -50 | 90 | 0 | 0 |
Resultado Global | 274 | 262 | -395 | -422 | 104 |
Cambio en Reservas Internacionales | -274 | -262 | 395 | 422 | -104 |
Fuentes: Banco Central del Ecuador,
Estimaciones CAF
9. Evolución de la Balanza de Pagos y Del
Endeudamiento Externo.
En 1999 se dio un excedente en la balanza
comercial por US$ 1.566 millones, muy superior al resultado
del mismo periodo de 1998 cuando la balanza fue negativa en US$
995 millones. Sin embargo, esta situación no se debe a una
recuperación del sector exportador, sino más bien a
una fuerte contracción de las importaciones como
consecuencia de la depresión
económica.
Las cifras de crecimiento del comercio ilustran
claramente esta situación, pues las importaciones cayeron
un 50% en el año, mientras que las exportaciones se han
estancado (-0,9%): caen las exportaciones tradicionales no
petroleras, entre las que se cuentan banano (-11%) y
camarón (-34%), pero se compensa con mayores exportaciones
petroleras (47%).
Las importaciones anualizadas (doce meses atrás
para cada período) muestran una marcada tendencia
decreciente a partir de enero de 1999, pues cerraron 1998 con un
nivel de US$5.198 millones, y caen sostenidamente en todos los
meses de 1999 hasta ubicarse en US$2.596 millones en diciembre.
Las mayores contracciones se dan en las importaciones de bienes
de consumo
(-54%) y bienes de capital (-59%). Las importaciones de
materia prima
también registran una fuerte caída (-43%), por lo
que es claro que el aparato productivo sufrió una grave
recesión, mientras que las menores importaciones de bienes
de capital tendrán efectos en el mediano plazo limitando
la capacidad de producción de la economía. Los
factores detrás de la contracción en las
importaciones incluyen la menor demanda interna y la
reducción en las líneas de crédito
externas para comercio.
Los datos
provisionales de la cuenta corriente arrojan un superávit
de US$737 millones, debido al resultado positivo en la balanza
comercial ya discutido. La balanza de servicios se
ubicaría en el entorno de los US$ 1.700 millones
deficitarios y las transferencias en US$ 871 millones
positivos.
Por otro lado, la cuenta de capitales muestra una salida
neta de US$ 1.159 millones como resultado de una menor inversión extranjera, ingreso neto nulo de
deuda externa y salida de capitales de corto plazo. La inversión extranjera directa alcanzó
US$ 656 millones, inferior a los US$ 831 millones en 1998. El
movimiento de
deuda externa muestra un flujo neto de apenas US$ 3 millones
debido al pago de deuda externa privada por US$530 millones, que
opaca el ingreso de US$533 millones de deuda pública. La
cuenta de otros capitales (incluye capitales de corto plazo,
refinanciamiento y atrasos de deuda externa) muestra salidas por
US$ 1.818 millones.
La salida de capitales tuvo repercusión directa
en las reservas internacionales dándose una
reducción de US$ 422, para cerrar el año en un
nivel de US$ 1.276 millones. Además de las presiones del
mercado, el
Gobierno y el sector financiero tuvieron que demandar divisas
para cumplir con sus obligaciones
externas afectando el nivel de reservas.
Autores:
Cueva, Cristian;
Estrella, Diego;
Vargas Daniel
Autor:
Cristian Cueva
Pontificia Universidad
Catolica Del Ecuador
Facultad de Ciencias
Administrativas y Contables
Macroeconomia
171564115-3
cscueva[arroba]hotmail.com