- Lo sagrado y lo profano en el
espacio macondino - Aproximaciones a
informe sobre ciegos de Ernesto
Sábato - Aspectos
míticos en canto general
EL REINO DE ESTE MUNDO, PEDRO PÁRAMO, CIEN
AÑOS DE SOLEDAD, rompen con los postulados de una
narrativa facilista y descriptiva, para sumergirnos de golpe en
un mundo que va mucho más allá de las tesis del
surrealismo
que propugnaba André Bretón o del realismo
mágico de Franz Roth. Este rompimiento se da por la
irrupción de lo real maravilloso (que difiere del realismo
mágico) en las letras hispanoamericanas; los escritores
transcribieron el mundo circundante, el mundo americano que nunca
ha dejado de maravillar a los europeos: "Lo real maravilloso
nuestro, es el que encontramos en estado bruto,
omnipresente en todo lo latinoamericano. Aquí lo
insólito es cotidiano, siempre fue cotidiano". Esta
irrupción tuvo como consecuencia directa el lanzamiento
publicitario del boom, e hizo que la crítica
literaria se revaluara, labor que exigía de los
críticos nuevas disciplinas y nuevos enfoques que
permitieran un acertado análisis y comprensión de la obra.
Dentro de las nuevas disciplinas se encontraba el estudio del
mito que
permitiría una reivindicación y un acercamiento a
las ricas tradiciones orales del continente, dando así una
visión más amplia y más real al
análisis del discurso
literario. Las concepciones del espacio sagrado y espacio
profano, de tiempo lineal
y tiempo circular como la explicación de la labor de un
chaman o de un medicine-man van a ser ampliamente desarrolladas,
lo que significa que la Literatura, la Antropología, la Historia de las Religiones, la Sociología y la Etnología van a
unirse con el fin de lograr una acertada interpretación del texto. Por
otra parte, no hay que olvidar que Juan Rulfo y
José María Arguedas se entregaron de lleno al
estudio de la Antropología. En el presente ensayo se
analizarán los aspectos míticos en tres obras
fundamentales de la literatura latinomaericana del siclo XX,
asaber: Cien Años
de Soledad, Sobre Héroes y Tumbas, en cuanto a la
narrativa se refiere, y en poesía
Alturas de Macchu-Picchu.
LO
SAGRADO Y LO PROFANO EN EL ESPACIO MACONDINO
La búsqueda de un territorio, instalarse en
él, fundar una ciudad o un pueblo, construir la vivienda
-según Mircea Eliade-, presupone una decisión vital
del fundador y de la comunidad a la
que pertenece, puesto que fundar significa "crear el cosmos",
sacralizar el espacio escogido para habitar. En CIEN AÑOS
DE SOLEDAD somos partícipes de la búsqueda de ese
territorio, José Arcadio Buendía parte al exilio
acompañado de algunos seguidores hacia una tierra nueva.
La causa de su exilio es el castigo por dos transgresiones
sagradas: el incesto y el asesinato de Prudencio Aguilar,
asesinato comparable al fratricidio cometido por Caín; ya
que en las sociedades
naturales los miembros de una comunidad se consideran entre
sí hermanos, de ahí que la mayoría de ellas
sean sociedades exogámicas. Por otra parte si se considera
desde el punto de vista cristiano todos los hombres son hermanos
y el asesinato de uno de ellos sería la
reconstrucción del asesinato primordial anteriormente
referido:
"-Está bien Prudencio -le dijo-. Nos iremos de
este pueblo, lo más lejos que podamos, y no regresaremos
jamás. Ahora vete tranquilo. Fue así como
emprendieron la travesía de la sierra. Varios amigos de
José Arcadio Buendía, jóvenes como
él, embullados con la aventura desmantelaron sus casa y
cargaron con sus mujeres y sus hijos hacia la tierra que
nadie les había prometido".
José Arcadio Buendía debe abandonar la
tierra de sus antepasados y buscar una nueva que le permita
expiar y borrar la culpa cometida. Es así como comienza el
éxodo por entre el pantano, las llanuras, la selva,
teniendo que soportar las condiciones de un clima inclemente.
El viaje significa la travesía obligatoria del espacio
profano, del caos.
Revelación del espacio sagrado: Cuando un objeto,
un territorio o un animal se nos manifiestan como elementos
sagrados se habla de la aparición de una
hierofanía. Todo el cosmos es susceptible de devenir una
hierofanía: un árbol, una piedra, un lago, una
montaña, una estrella. La revelación puede ser
provocada por el hombre o puede
producirse bien sea mediante un trance chamánico o por un
sueño tenido por el patriarca o jefe de la
comunidad:
"(cuando) acamparon junto al río… José
Arcadio Buendía soñó esa noche que en aquel
lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de
espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le
contestaron con un nombre que nunca había oído, que
no tenía significado alguno, pero que tuvo en el
sueño una resonancia sobrenatural: Macondo".
Este sueño no sólo recoge la
tradición judeo-cristiana del sueño de las
escalinatas de Jacob, sino que nos sumerge en el mundo africano
reinante en el Caribe. Macondo es una palabra yoruba que
significa banano. La palabra es sagrada, pero su significado es
profano. Sagrada, porque protege a Macondo de los males
exteriores mientras que éste se encuentre aislada del
resto del país, y profana, por la explotación
lucrativa de la fruta, lo que acarreará el comienzo de su
desaparición. Este es uno de los más graves
signos de
decadencia y descomposición social que azota el
pueblo.
Etnocentrismo: Los griegos denominaban a todo aquel que
no había nacido en territorio helénico con el
apelativo de "to xeno" (el extranjero). Luego extranjero se
convirtió en "bárbaro", denominación
apropiada más tarde por los romanos, sirviéndoles
de baluarte en la campaña de extensión de su
Imperio. Posteriormente Occidente la remplazaría por el
término de "salvaje", siendo este último el
utilizado en nuestros días. En los dos casos se niega la
existencia de una cultura
diferente a la del pueblo que se autodenomina como "civilizado".
En la mayoría de los grupos
étnicos -considerados por Occidente como salvajes- la
humanidad se restringe a su tribu o las tribus que conforman su
grupo
lingüístico, hasta el punto que muchas de ellas
tienen una palabra especial que los designa como seres humanos
mientras que a los demás grupos se les asigna una palabra
que carece del significado esencial de hombre. Esto es lo que
comúnmente se conoce como etnocentrismo, lo que ha dado
como resultado la persecución, el avasallamiento y la
aniquilación de innumerables grupos
étnicos.
El etnocentrismo está íntimamente ligado a
las tradiciones míticas de todos los pueblos. Es por ello
que para cada comunidad el espacio que ocupa no sólo es
sagrado sino que lo considera el centro del mundo. Cuzco
significa en quechua "el ombligo del mundo", pero también
es el centro el Monte Meru de la India, el
Monte Sinaí, la Sierra Nevada de Santa Marta, y en el
mapamundi ideado en el siglo XVIII, y aún utilizado en
nuestras escuelas, Europa aparece en
el centro de la tierra, lo que difiere bastante de la realidad.
Macondo no puede escapar a esta concepción etnocentrista.
Es así que José Arcadio Buendía se atormenta
con la idea de "un Macondo peninsular", y mientras esta idea
subsiste sus habitantes viven en perfecta armonía: "Era en
verdad una aldea felií, donde nadie era mayor de treinta
años y donde nadie había muerto". Es sólo
con la llegada de los forasteros que trae Úrsula de su
primer viaje, que esa armonía comienza a ser quebrantada,
y Macondo comienza progresivamente a degradarse, pasando de ser
un espacio sacro a un espacio profano.
Axis-Mundi: La revelación de una
hierofanía ocasiona una escisión en el espacio y
una abertura hacia el cielo (el mundo de los dioses) y hacia
abajo (el mundo de los muertos), abertura que permite la comunicación de los tres niveles
cósmicos: cielo-tierra- infierno. Para que la
comunicación se produzca es necesario una columna
universal o Axis-Mundi, ésta se encuentra enclavada en las
entrañas de la tierra y a su vez sostiene el cielo. El
Axis-Mundi, es en realidad un eje cósmico y a su alrededor
se extiende el mundo. El Axis-Mundi, como todo eje, se encuentra
en el centro, en este caso en el centro de la tierra; puede ser
representado por una montaña, una escalinata, una
cúpula o un árbol.
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