Verdad, Justicia y Memoria a 30 años del Golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976
- Ubicación
histórica (caída de perón 1955 –
1976) - Acciones del
terrorismo de Estado - Lista y
descripción de algunos de los centros clandestinos de
detención - La
acción femenina - ¿Y los
niños donde están? - ¿Qué
pasó con la economía durante de la
dictadura? - Conclusión
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Treinta años después de lo que
ocurrió en Argentina, es difícil hablar cuando las
emociones, los
recuerdos y la impotencia se mezclan.
Cerca de 1983, en mi mejor época de estudiante
universitaria, se reabrían los Ateneos Políticos,
mi "interés" o
curiosidad me llevaron a una Reunión en la que se hablaba
de la Dictadura y el
Golpe de 1976, yo escuchaba atentamente, porque muchas cosas que
allí se decían no me resultaban claras.
Estaba convencida de que el Golpe fue pedido por la
sociedad de
esos años, es más para el Mundial del 78,
también creía que en Argentina éramos
DERECHOS Y
HUMANOS, y colaboré ingenuamente enviando postales a
diferentes partes del mundo.
Más tarde el engaño de Malvinas y el
hecho de pertenecer a la clase 1962 me
volvió a golpear. Tantos hechos históricos que me
tocaron vivir y que hoy quiero retomar desde una perspectiva
más crítica.
Entre tanta lectura,
testimonios y vivencias este trabajo
pretende encontrar algún hilo conductor que justifique el
uso de la violencia y la
falta de respeto a los
DERECHOS
HUMANOS, desde cualquier ideología
De hecho, este presente trabajo se estructuran a partir
de:
- Ubicación histórica (caída de
Perón
1955 – 1976) - La acción de la Triple A
- El Proceso y la
Represión - La acción de las madres
- Los niños
y su identidad - Los efectos económicos
- Conclusión
UBICACIÓN HISTÓRICA (CAÍDA DE
PERÓN 1955 – 1976)
El 16 de Junio de 1955 estalló la
insurrección, era una consecuencia lógica,
una vez que fue destruida la convivencia pacífica,
promovida desde el Gobierno, a
través de la persecución religiosa, el materialismo de
vida y la apostasía colectiva.
El 31 de Agosto, tras una parodia de renuncia,
Perón decía a una concurrencia exigua en la Plaza
de Mayo:
"…Aquel que en cualquier lugar intente
alterar el orden en contra de las autoridades… puede ser
muerto por cualquier argentino. Esta conducta que
ha de seguir todo peronista no solamente va dirigida contra los
que ejecutan sino contra los conspiren o inciten…y
cuando uno de los nuestro caiga caerán cinco de
ellos…que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de
terminar hasta que no los hallamos aniquilado y
aplastado…Nuestra Nación necesita paz y tranquilidad…y
eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no, a
palos…veremos si con esta demostración nuestros
adversarios y enemigos comprenden. Si no lo hacen,
¡pobres de ellos!…yo pido al pueblo que sea él
también un custodio del orden."
Al respecto me permito transcribir el Nº 48 de la
Encíclica de Juan XXIII Pacen in Terris, que
señala:"La autoridad que
se funda tan sólo o principalmente en amenazas o en el
temor de las personas o en la promesa de premios, no mueve
eficazmente al hombre a la
realización del bien común; y, aún cuando lo
hiciere no sería ello conforme a la dignidad de
los hombres, que son seres libre y racionales. La autoridad es,
sobre todo una fuerza
moral; por eso
los gobernantes deben apelar; en primer lugar, a la conciencia, o
sea, al deber que cada uno tiene de aportar voluntariamente su
contribución al bien de todos. Pero como, por dignidad
natural, todos los hombres son iguales, ninguno de ellos puede
obligar interiormente a los demás. Solamente lo puede
Dios, el único que ve y juzga las actitudes que
se adoptan en lo secreto del propio espíritu."
A la propuesta de Perón un sector de dirigentes
de la CGT comenzó a presionar para armar milicias
populares, el planteo obrero amenazaba con desatar una revolución, aventura que Perón supo
evitar.
La conspiración militar bajo la dirección del general Eduardo Lonardi
estalló en Córdoba el 16 de septiembre. La amenaza
de la marina de bombardear la Capital,
enfrió a los adictos a Perón, pocos días
después el presidente entrego su renuncia al general
Lonardi. De la obra que emprendió para asegurar "la
justicia
social" solo quedó un recuerdo de los aumentos anuales de
los salarios, una
inflación en crecimiento y el recuerdo de los contratos
petroleros leoninos con los monopolios internacionales. Y
además quedaron masas populares resentidas que
tenían fuerza como grupo
social.
El peronismo fue
proscrito. A principios de
1963 se normalizó la CGT y los accionistas peronistas
asumieron su conducción; el peronismo sin Perón
creció en algunas provincias tradicionales y en el sector
sindical, sus dirigentes descubrieron que los intereses de las
poderosas instituciones
que manejaban no coincidían con los del jefe en el exilio;
esto provocó una división en el seno del peronismo,
favoreciendo el triunfo de los adversarios en 1965, aún
cuando Perón venció a los insurgentes y
aseguró su hegemonía.
Un nuevo golpe de estado
contra el gobierno del doctor Arturo Illia puso en 1966 al
general Juan Carlos Onganía en el poder; un
ESTATUTO de la REVOLUCIÓN condicionó la vigencia de
la Constitución, se suspendieron las
actividades políticas,
se controlaban periódicos y libros y
mediante un acto policial se acabó con la autonomía
de las universidades, se buscaba destruir la fecunda experiencia
universitaria iniciada en 1955. Los sindicalistas fueron
invitados a "participar ", aprobando o haciéndose cargo de
las consecuencias.
A lo largo de 1969 la paz militar se fue acabando
surgiendo la acción de grupos armados
clandestinos que ingresaron a la política argentina,
así el llamado Cordobaza de mayo de 1969 expresó
las tensiones de la sociedad. El estallido social en
Córdoba abrió un camino, algo nuevo era posible en
el país.
La fuerza impulsora de los grupos que tomaron las
armas entre
1966 y 1973 más que un conjunto de ideales, una
utopía, era el producto de
una cultura de
rebelión arraigada en el contexto político y social
de ese momento.
El ala combativa el peronismo fue en un principio muy
heterogénea, antes de la fusión de
otros grupos con los Montoneros (1972-1973); un sector de origen
marxista con su cosmovisión, los grupos nacionalistas
buscaban su ideología; se podía ver una
vertiente que ligaba la cuestión nacional con la
redención popular; otros a los que la Teología de
la Liberación les ofrecía una sociedad basada en la
Justicia Social. De modo que las formaciones especiales, brazo
armado de la juventud
peronista, tenían claro a que se oponían, pero no
que defendían.
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