- Una amistad
trágica - La
doctrina del fascismo - Las
raíces del fascismo italiano - La marcha
sobre Roma - El
fascismo en el poder - La
gestión de gobierno
Nació el 29 de julio de 1883 en Dovia di
Predappio (Italia). Hijo de
un herrero anarquista revolucionario llamado Alessandro Mussolini
y de Rosa Maltoni una maestra de escuela. Aunque
se convertiría en uno de los grandes oradores del siglo
XX, empezó muy tarde a hablar, por lo que sus padres
llegaron a pensar que sería mudo. Niño conflictivo,
que constantemente se metía en problemas con
los demás compañeros, a los once años fue
expulsado del internado donde estudiaba, por cortar con una
navaja a un compañero de curso.
Ejerció como docente en las escuelas medias de
Gualtieri hasta que escapa a Suiza, huyendo del servicio
militar. Allí trabajó como obrero, aprendió
alemán e inglés
y se integró en un sindicato de
militantes socialistas hasta que fue arrestado y expulsado del
país.
En Italia se decretó una amnistía contra
los desertores y le evitó una condena pero finalmente
realizó el servicio militar en Verona. En 1910 se
casó con Rachele Guidi y fruto de esta unión
nacieron cinco hijos. Fue arrestado y encarcelado por su
oposición a la guerra entre
Italia y Libia (1911-1912). Algún tiempo
después fue director del periódico
oficial del Partido Socialista, Avanti!. En 1914 estalló
la I Guerra Mundial y
en un primer momento denunció el carácter imperialista del conflicto
desde una posición neutralista, pero prontó
cambió de opinión y reclamó la
intervención de Italia en apoyo de los aliados.
Fue expulsado del Partido Socialista y en octubre de
1914 creó su propio diario en Milán, Il Popolo
d'Italia. En marzo de 1919, fundó en Milán los
Fascios Italianos de Combate, movimiento de
carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista.
Tomó su nombre de las fasces, un antiguo símbolo de
la disciplina
romana. Llegó por todas las zonas rurales, donde sus
milicias de Camisas negras conseguían el respaldo de los
terratenientes mientras atacaban a las ligas de campesinos y a
las asociaciones socialistas.
El fascismo
dejó su talante republicano para ganarse la confianza del
Ejército y de la monarquía. Un día después de
que los fascistas llevaran a cabo la 'marcha sobre Roma', el rey
Víctor Manuel III invitó a Mussolini a formar
gobierno. En 1926
ya había cambiado el país a un régimen
unipartidista y totalitario basado en el poder del Gran
Consejo Fascista, órgano de nueva creación, y
respaldado por las milicias de seguridad
nacional. Tras la eliminación del Parlamento, fundó
la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones, con un
mero carácter consultivo.
Dentro del nuevo 'Estado
corporativo', los empresarios y los trabajadores se organizaban
en grupos
controlados por el partido que representaban a los distintos
sectores de la economía. Se mantuvo
el sistema
capitalista y se incrementaron los servicios
sociales, pero se abolieron los sindicatos
independientes y el derecho a la huelga.
En 1929 se firmaron los Pactos de Letrán con el
Vaticano, que acabaron con el conflicto que había
enfrentado a la Iglesia y
el Estado
italiano desde 1870. En política exterior,
contravino las recomendaciones de la Sociedad de
Naciones e inició la conquista de Etiopía
(Abisinia, 1935-1936), haciéndose de esta manera con la
aclamación de casi todos los sectores de la sociedad
italiana. Su popularidad se vio reducida cuando envió
tropas para apoyar al general Francisco Franco durante la Guerra
Civil española (1936-1939), por la alianza con la Alemania
gobernada por el nacionalsocialismo (partido nazi) mediante la
formación del Eje Roma-Berlín (1936), que
culminó con el denominado Pacto de Acero entre ambos
estados (1939), por la promulgación de leyes contra los
judíos
y la invasión de Albania (1939). Al estallar la II Guerra
Mundial, decidió mantenerse al margen pero cambió
cuando los alemanes invadieron Francia en
junio de 1940. Italia luchó contra los británicos
en África, invadió Grecia y se
unió a los alemanes en el reparto de Yugoslavia, la
invasión de la Unión Soviética y la
declaración de guerra a Estados
Unidos.
Tras las múltiples derrotas, el Gran Consejo
Fascista destituyó a Mussolini el 25 de julio de 1943, le
detuvo al día siguiente y firmó en el mes de
septiembre un armisticio con los aliados, que habían
invadido el sur de Italia. A pesar de todo, los alemanes lo
rescataron en septiembre de ese mismo año y
proclamó la República Social Italiana, fugaz
régimen radicado en Salò y que sólo
subsistió por la protección alemana. Intentó
escapar a Suiza con su amante, Clara Petacci, durante los
últimos días de la guerra, pero fueron capturados y
fusilados por miembros de la Resistencia
italiana, el 28 de abril de 1945, siendo sus cuerpos expuestos
públicamente en las calles de Milán.
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