La insurrección del 24 de abril de 1965, República Dominicana: Lo que se quería, lo que pasó y lo que podrá pasar
- Testimonios y
acontecimientos - Una
interrogante: ¿Por qué esos militares y esa
reflexión? - Reforma militar
y propuesta política - Acontecimiento,
incertidumbres y la función de lo inesperado en las
calles - Conclusiones
- Citas
y notas bibliográficas
Al escoger la temática que me propuse
entendí que podía ser más relevante
centrarme en un abordamiento del proceso de
construcción de algunos componentes o
factores que permitieron la maduración de las
condiciones para una insurrección militar y popular. Y
como, esa insurrección popular y militar,
aportó a la memoria
histórica una cierta identidad
rebelde que para esclarecerla seria importante el auscultar
algunos elementos de ella para poder
valorar como se articulan intenciones, planes,
espontaneidades, "chepas", encuentros inéditos, viejos
y nuevos liderazgos.En ese sentido tengo intenciones políticas analíticas claras, que
establecen ciertos limites o limitaciones, por lo que les
solicito que no esperen que pueda abordarlo todo, ya que me
centrare en una cierta búsqueda de algunos hilos
conductores "underground", sutiles, por abajo, a los que
debemos ponerle o darle ciertas importancias
sustantivas.Transitando por esas intenciones entendí
interesante esta opinión de Carlos Marx:
"…condiciones… tanto aquellas que se
han encontrado como las engendradas por su propia
acción".(1)
Este punto de vista aporta la relación muy discutida
entre situación y acontecimiento; es decir, como algo
que se produce en un contexto o situación agrega,
inmediatamente, nuevas condiciones que hacen un poco
más compleja la situación.El mismo Marx agrega
en otro texto:
"Pero la aceleración o la lentitud del desarrollo
dependen en grado considerable de estas causalidades, entre
las que figura el carácter de los hombres que encabezan
el movimiento
al iniciarse
este".(2)
Además de las nuevas condiciones que aporta el
acontecimiento (puede ser desobediencia, resistencia, alzamiento, autodefensa, entre
otros), es importante el valorar los sujetos involucrados,
sobre todo los que desatan, provocan o incentivan el
acontecimiento, en términos de sus acciones,
mentalidades, respuestas tácticas o
estratégicas, porque el componente subjetivo
contribuirá a explicar con mayor profundidad el
acontecimiento.Por ello es interesante esta otra opinión de
Federico Engels: "En la guerra,
sobre todo la guerra revolucionaria, la rapidez de la
acción, en tanto no se alcance
algún éxito decisivo, es una regla
fundamental… En nuestros días todo el
mundo sabe que dondequiera hay una conmoción
revolucionaria tiene que estar motivada por alguna demanda
social que las instituciones caducas impiden
satisfacer".(3)En este texto hay dos acercamientos interesantes
para los fines de mi abordamiento: rapidez de la
acción y contexto de conmoción revolucionaria,
lo que puede ayudar a determinar éxitos iniciales y
debilidades posteriores, en términos de
extensión de la conmoción y respuestas para su
control,
manejo, derrota o aplastamiento.Veamos, al abordar esta temática con ese
contexto analítico intencional, que nos va aportando
en su trama íntima de construcción
insurreccional.INTRODUCCIÓN
El entonces Coronel Miguel Ángel Hernando
Ramírez nos aporta lo siguiente sobre
el día 24 de Abril de 1965:"…éramos
demócratas… Así fue, cuando se
hizo presos a varios oficiales en la Jefatura de Estado
Mayor del Ejército fui avisado por el oficial
Peña Taveras y decidí hacer preso al Jefe de
Estado Mayor y nos comunicamos con todos los recintos en que
teníamos compañeros… Así
empezó todo, eran las 12:35 PM… El
plan no
contemplaba en absoluto la participación de civiles
armados… eso nunca estuvo en nuestros
planes… lo que esperábamos era el apoyo
moral del
pueblo, pero no su participación activa en los
acontecimientos armados."(4)Este dirigente militar constitucionalista,
además de definir su vocación inicial como
democrática, describe como se desata el
acontecimiento a partir de un intento de represión
al interior de la oficialidad de la Jefatura del
Ejército, acontecimiento que no era parte de un plan
previamente establecido, como no lo era lo que sucedió
posteriormente: el armamento del movimiento social y
político popular: "¡Armas para el
Pueblo!".Se desata el acontecimiento el 24 de Abril, pero ese
acontecimiento se da en el contexto de una situación,
de un proceso, que había ido aportando elementos,
factores, componentes, que van armando un curso o camino que
conformaría posteriormente el "Movimiento
Constitucionalista Enriquillo."Es interesante el testimonio de Manuel García
Germán, militar constitucionalista, quien relata el
proceso de construcción de una cierta conciencia
militar democrática y sus expresiones políticas
y organizativas. García Germán lo dice de la
siguiente manera: "… en el momento que Trujillo
desaparece todo el mundo comienza a hacer conciencia y no
solo éramos algunos militares subalternos, sino que
había algunos coroneles que se
manifestaban… Cuando se produjo la huelga
general de Enero de 1962, que fue la que culmino con la
salida de Balaguer del país, eso llevó a la
mayoría de los militares a convencerse…
Duramos más de un mes acuartelados y ello nos hizo
reflexionar sobre la vida tan difícil que
estábamos llevando, presentándose la
coyuntura para organizar un movimiento entre los
militares, que no era del 14 de Junio, precisamente, sino
de un grupo de
militares que íbamos a hacer un pronunciamiento y
a conseguir el apoyo del pueblo y del 14 de Junio… El
1J4 era el pueblo, como quien dice… Ahí nos
identificamos muchos militares… y llegamos a
comprometernos, a salir a la calle y tomar la
ciudad… cuando el golpe de Enero de 1962
falló, se presentó
una oportunidad para elegir los comandos por
vía democrática… A Viñas
Román… lo elegimos nosotros… Pero al
margen de ahí estaba todo el equipo… Yo
diría que ahí comienzan los principios de
una evolución democrática en el
Ejército"(5)Esta primera parte del testimonio de García
Germán es sumamente relevante: acontecimientos que
aceleran reflexiones (ajusticiamiento de Trujillo, huelga
general y golpe Enero 1962), necesidad de crear
acontecimientos de democratización militar eligiendo
liderazgos militares participativamente, formas organizativas
y de decisión colectivas, decisión de operar y
actuar en la ciudad cercanos a demandas del pueblo (tomar la
ciudad y hacerla segura para un resultado
político).Ese balance entre el 1960, 1961 y 1962 se vio
profundizado según nos relata García
Germán ampliando su reflexión: "Vino la masacre
del Catorce de Junio (1J4), nos golpeó mucho pero
nos reorganizamos… algunos comenzaron a venderse,
otros a recibir prebendas… comienza la corrupción… nos ayuda
muchísimo porque comienza a crear malestar entre los
militares y cataliza el movimiento real… El
movimiento lo comienzan los constitucionalistas… lo
dirige Rafael Fernández y el Coronel Hernando
Ramírez… inclusive llegó a incluir a
Lachapelle, quien jugó un papel importante en la
revolución… nos
ayudábamos mutuamente… era como una
cooperativa… Luego se incorporaron los
reformistas, el grupo balaguerista. Nosotros íbamos
más allá… contacté al Catorce
de Junio… yo era catorcista… La
revolución estalló y no había una
consigna clara y no había un acuerdo claro…
¿y por qué estalla así?… porque
nosotros teníamos un acuerdo claro con los
militares de que si se tocaba a uno solo de nosotros dentro o
fuera, íbamos a actuar de inmediato… Y
así se da el golpe de
estado, sin haber tenido un solo
acuerdo".(6)Este testimonio es muy interesante porque describe
un proceso difícil, tortuoso, exigente de
definiciones: se reorganizan luego de derrotas, valoran
elementos de canalización, asumen decisiones en
grupos o
colectivos, deciden ir más allá de lo
conservador tradicional y adoptar alguna decisión de
acciones en caso de represión o agresión a uno
de los integrantes de la "cooperativa militar". Desatar algo en caso
necesario aun todo no estuviera bien claro, definido o
perfilado. Los acontecimientos se inician muchas veces de esa
manera y retan a la continuidad del camino abierto sin que
necesariamente sepamos donde conduce.Por ello es importante prestar atención a otro testimonio, en este
caso, del oficial constitucionalista Héctor Lachapelle
que reflexiona aportando datos e
informaciones, así como valoraciones muy interesantes.
Lachapelle nos dice: "… en la mentalidad de la
oficialidad joven de aquel entonces, una oficialidad no
revolucionaria pero si conciente de su rol, de su papel como
oficiales de las Fuerzas Armadas de que se respetara lo
que hoy se conoce como voluntad popular y que en aquellos
tiempos no se le decía así… Es entonces
cuando el Coronel Fernández Domínguez comienza
a estructurar este movimiento… De su escritorio, en la
academia, saca lo que los militares llamamos escalafón
(un listado de los oficiales de cada rama, que van del mayor
al menor rango); saca ese escalafón y me dice:
¿A quien de estos oficiales podemos hablarles para
que estructuremos un movimiento para evitar el golpe de
estado?… el movimiento empieza a tener
ramificaciones… oficiales de infantería, de
tanques, pilotos, hasta la marina de guerra…
comandante de la compañía antiguerrilas…
Nunca planificamos para enfrentarnos al ejército
norteamericano… Esa fue una eventualidad que no
contemplamos… previmos resistencia, pero
principalmente del CEFA".(7)El aporte de esta reflexión introduce algunos
nuevos elementos o factores: la cuestión generacional
y la mentalidad que está en desarrollo como una
construcción especifica de demandas democratizadoras
en relación al estado y los gobiernos, en una estrategia
que por diferentes razones no asumía la geopolítica del imperialismo yanki. Se organiza el movimiento
político militar, se ramifica y extiende, se produce
el acontecimiento insurreccional del 24 de Abril y sus
consecuencias inmediatas incluyendo la intervención
militar imperialista, evento no contemplado como eventualidad
y que nos aporta una lección para el análisis, la estrategia y las
acciones.TESTIMONIOS
Y ACONTECIMIENTOS
Página siguiente |