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El SIDA y la discriminación




Enviado por brunovecchi



    • Presentación de la hipótesis
    • Información básica acerca del SIDA
    • Datos cuantitativos
    • El SIDA en la
      Argentina
    • Desarrollo del tema
    • La tercera epidemia
    • Los grupos de
      riesgo
    • Neoliberalismo y SIDA
    • La posición de la Iglesia
      frente al SIDA y la discriminación
    • Aspectos legales
    • Formas de comportamiento ante personas con
      SIDA
    • Recortes periodísticos
    • Apreciación personal
    • Bibliografía

    PRESENTACIÓN DE LA
    HIPÓTESIS

    SIDA: ¿Sinónimo de discriminación?

    Bien sabemos sobre las características generales de la enfermedad
    del SIDA: qué es, formas generales de prevención,
    su letalidad, etc. Pero, ¿Sabemos lo suficiente acerca de
    las consecuencias sociales que esta enfermedad acarrea?
    ¿Somos concientes de lo que viven los enfermos,
    cómo se sienten frente a un mundo lleno de prejuicios y
    discriminación? ¿Estamos seguros de
    cómo tratar a alguien que posee esta enfermedad?
    ¿Sabemos cómo enfrentar la situación?
    ¿Qué dicen los especialistas? ¿Qué
    dice la Iglesia?

    El objetivo de
    esta monografía
    es esclarecer todas las dudas acerca de la discriminación
    que conlleva el SIDA.
    Informarnos, hacernos saber de lo que ocurre en el mundo
    más allá de las cifras y los números,
    tratando de comprender los sentimientos de los que padecen esta
    enfermedad.

    INFORMACIÓN BÁSICA
    ACERCA DEL SIDA

    Esta monografía
    trata sobre el aspecto social del SIDA, la discriminación
    que produce entre los afectados. Los grupos de
    riesgo. SIDA y
    política.
    La posición de la Iglesia frente al SIDA. Aspectos
    legales. Formas de comportamiento
    debidas frente a personas con SIDA. Recortes
    periodísticos.

    ¿Qué es el SIDA?

    El SIDA es una etapa avanzada de la infección por
    el virus de
    inmunodeficiencia humana (VIH) -en inglés
    la sigla es HIV-. Lo correcto entonces es hablar de la
    infección VIH/SIDA sabiendo que es un proceso. Este
    virus deja sin
    defensas al organismo. Concretamente mata a un tipo de células
    -los linfocitos CD4- que integran el sistema
    inmunológico, encargado de defender de los agentes que
    producen las enfermedades. También
    se aloja en órganos y glándulas. Puede afectar a
    cualquier persona que no
    adopte medidas preventivas y, por el momentol, es
    incurable.

    Se ha demostrado científicamente que los
    contactos de la vida cotidiana no transmiten el VIH: no se
    transmite por abrazar, besar, compartir vasos y tampoco por
    compartir el lugar de trabajo o salón de clase, utilizar
    el mismo baño o pileta que ella, lavarla o dormir en su
    misma cama. Los insectos no lo transmiten; el sudor, o las
    lágrimas de quienes padecen esta infección tampoco.
    En una palabra, querer y apoyar a una persona infectada
    no trae riesgos; al
    contrario; tiene efectos positivos en su salud y en quienes lo
    rodean.

    Diferencias entre VIH y SIDA.

    La palabra SIDA significa Síndrome de Inmuno
    Deficiencia Adquirida. Es decir, que se ha desarrollado el SIDA
    sólo cuando se presenta un conjunto de signos y
    síntomas (Síndrome) que indican que las defensas
    están disminuídas (Inmuno Deficiencia) porque se
    contagió el virus (Adquirida). Es posible estar infectado
    con el VIH – o sea, ser "VIH positivo" o poirtador del virus – y,
    todavía, no haber desarrollado el SIDA. Desde que el virus
    entra en el cuerpo hasta que aparecen los síntomas puede
    pasar mucho tiempo, en
    promedio 10 a 12 años, período que puede extenderse
    si se comienza un tratamiento temprano. No obstante, esta
    información debe ser manejada con cautela
    ya que como se dijo se trata de plazos promedio globales que
    varían de país en país y se modifican
    sustancialmente con el propio desarrollo de
    la epidemia en cada lugar y con la evolución de los tratamientos.

    Vías de contagio

    Las tres vías de contagio son:

    • Vía sexual: a través del
      intercambio de fluidos genitales – semen y secreciones
      vaginales – con una persona infectada durante las relaciones
      sexuales sin preservativo.
    • Vía sanguínea: cuando la
      sangre se
      pone en contacto con la de una persona infectada.
    • Vía perinatal: las mujeres infectadas
      pueden transmitir el virus a su hijo mien tras están en
      el vientre, en el momento del parto, o
      durante la lactancia. Esta vía – de madre a hijo – suela
      llamarse transmisión vertical.

    DATOS CUANTITATIVOS

    Infectados de VIH/SIDA desde el
    comienzo de la epidemia

    (en millones)

    Personas que viven con VIH/SIDA en el
    mundo

    (en millones)

    Distribución según los
    continentes

    Cantidad de infectados en México,
    Brasil y
    Argentina

    EL SIDA EN LA ARGENTINA

    Distribución por regiones en
    nuestro país

    Nota: Estas seis jurisdicciones suman el 93% del
    total de casos con residencia conocida en el
    país.

     Vías de
    contagio

    Distribución por sexo y
    regiones geográficas

    Varones:

    Mujeres:

    Distribución según
    sexo y
    edad

    Varones:

    Mujeres:

    DESARROLLO DEL TEMA

    La tercera epidemia

    "Tras la detección de 43 casos de SIDA entre
    los jóvenes convocados para el servicio
    militar, el Ejército Argentino pretendía darles de
    baja mediante un sello rojo en el Documento Nacional de Identidad que
    dijera: SIDA.

    El problema del SIDA está sobre el tapete, pero
    ¿cuál problema? ¿el VIH/SIDA que infecta a
    43 jóvenes o el SIDA/estigma que los rotula?

    Impacta el dato epidemiológico, inquieta la
    respuesta institucional.

    Al darle nombre a este problema, bien hace la OMS
    (Organización Mundial de la Salud) en denominarla "las
    tres epidemias": 1) la infección por el VIH, 2) el SIDA, y
    3) la reacción económica, social, política y
    cultural.

    Aunque sólo está en sus comienzos, esta
    epidemia mundial forma ya parte del problema global que plantea
    la enfermedad. Como la inquietud del publico va en aumento, el
    virus sigue propagándose y los casos de SIDA tienden a
    aumentar sin tregua durante los próximos cinco
    años, es muy probable que esta tercera pandemia se
    intensifique.

    Esta tercera epidemia es la que amenaza tener los
    efectos más devastadores; para ello cuenta con un
    instrumento riesgoso y efectivo: la
    discriminación.

    Estas tres epidemias -la del virus del SIDA, la del
    propio SIDA y las de las reacciones y respuestas sociales-
    constituyen en conjunto lo que la Asamblea Mundial de la Salud ha
    calificado recientemente de "situación de urgencia
    mundial".

    Los estudios que analizan las condiciones sociales en
    que se desarrollaron otras epidemias registran algunas
    coincidencias en lo que a mecanismos sociales se refiere que se
    reiteran aún en formaciones socioeconómicas muy
    diferentes. Entre estos rasgos comunes, se pueden enumerar los
    siguientes comportamientos y actitudes, los
    cuales también se observan con la aparición del
    SIDA:

    Un primer aspecto lo constituye la dificultad para
    reconocer el avance de la enfermedad cuando ésta
    recién aparece. Esta actitud
    renuente provoca obstáculos a la definición de
    políticas públicas que incluyan
    difusión de información.

    Ésta se articula con un segundo aspecto: la
    necesidad de buscar culpables de su aparición y
    diseminación. En los primeros años se la
    asoció con las prácticas homosexuales.
    Empezó a ser masivamente conocida como la "peste rosa".
    Este nombre, aunque daba cuenta del carácter
    epidémico, lo circunscribía a ese núcleo de
    los homosexuales. En la Europa medieval
    judíos, musulmanes, leprosos y brujas cargaban con
    diferentes estigmas que los hacías sospechosos de
    diseminar la "peste negra", la terrible peste bubónica.
    Los modernos "herejes" señalados para portar la marca de la
    transgresión fueron los africanos, haitinos, drogradictos,
    homosexuales y prostitutas. La justificación de esta
    verdadera partida de caza de los culpables es el fundamento en el
    que aún hoy se esconden esas viejas normas de
    control
    social. Señalar la diferencia, castigar la
    transgresión, son fórmulas indispensables para dar
    lugar al acto de discriminar.

    Así como durante la epidemia de gripe de principios de
    siglo los franceses la llamaban la Peste de la Dama
    Española y los ingleses le pusieron el apodo de la
    Enfermedad Francesa, en nuestros tiempos se sigue discutiendo
    acerca del origen del SIDA pensando en rasgos étnicos,
    continentales o raciales. Los elegidos en esta oportunidad fueron
    los africanos y los haitinos.

    Una de las consignas que cundió en los primeros
    años y se popularizó rápidamente incluso
    plasmándose en la legislación de algunos
    países fue: "¡Cuidado con el extranjero!" A modo de
    ejemplo, en la década del ´80 en Corea del Sur se
    comenzó a exigir el examen de detección del VIH a
    los que provenían de otros países.

    Así como durante la epidemia bubónica en
    el siglo XIV se difundía la idea de que había
    enfermos que se esforzaban por contagiar su mal contaminando
    paredes y puertas, con el SIDA se rumorea el "peligro" del ataque
    de los enfermos munidos de jeringas con su sangre. Este
    temor fue expresado por la policía de San Francisco
    (Estados
    Unidos) en ocasión de la IV Conferencia
    Internacional sobre SIDA en la que se organizaron manifestaciones
    de protesta por la política inmigratoria de ese
    país que prohíbe ingresar a quienes están
    infectados con el VIH.

    Los grupos de riesgo

    La discriminación entonces no abreva en el
    prejuicio, sino también en el terror al contagio y en la
    construcción social de mitos y
    leyendas que
    logren afirmar la peligrosidad de quien padece el estigma, para
    justificar la segregación, el aislamiento. La sociedad, poco a
    poco, va formando y catalogando "grupos de riesgo", como lo son
    los homosexuales o los drogadictos. Los integrantes de estos
    grupos están condenados a ser prejuzgados por la sociedad, sin
    importar cuánto afán pongan en demostrar que toman
    las precauciones necesarias para no contraer ni transmitir la
    enfermedad (si es drogadicto, no compartir jeringas; si es
    homosexual, usar preservativo).

    El siguiente caso real ejemplifica perfectamente la
    terrible situación de las personas pertenecientes a los
    "grupos de riesgo".

    "El dia de Acción de Gracias del 1991, Victor
    Umpierre murió de SIDA. Pero su familia y
    compañero de largo tiempo lo
    sobrevivieron. De acuerdo a la ley
    puertorriqueña 50% de sus propiedades le pertenecian a su
    familia.
    Robert tenia derecho al uso de dichas propiedades por el resto de
    su vida. Dos meses despues de la muerte de
    Victor, su hermana y su padre (Vicky y Victor Sr.) obtuvieron una
    orden de la corte para tomar posesión de todas las
    propiedades de Robert y Victor. Reclamando que Robert era
    responsable por dinero que
    Victor le habia tomado prestado a su padre para iniciar una
    empresa y por
    esa razón el padre de Victor tenia derecho a 50% de todo.
    Robert fue expulsado de su propió hogar y oficina y tomaron
    todas sus pertenencias incluyendo articulos personales. Luego
    Vicky y Victor Sr. Se adueñaron de todas las cuentas de
    banco,
    acciones y
    bienes raices
    y confiscaron las obras de arte y
    antiguedades. Inclusive Vicky le arranco de las maños el
    album de retratos, que era el único recuerdo que le
    quedaba de su relación de 10 años con Victor. Lo
    único que le dejaron fue dos perros y un gato.
    Robert fue obligado a dejar la isla por el ostigamiento constante
    y la violencia
    fisica que los Umpierre impusieron sobre él.

    Así, se vio obligado a vivir a Canadá por
    cinco años, subsistiendo de la asistencia social del
    gobierno. En
    1995, un juez dictó que un administrador
    estatal tomaría posesión de todas las propiedades
    sin que la familia
    Umpierre tuviese acceso a nada hasta que todo fuese propiamente
    dividido y que si Robert regresaba a vivir a Puerto Rico su
    mitad le sería entregada.

    Los Umpierre decidieron ignorar estas deciciones
    y la corte parece permitírselo. Han pasado 5 años y
    todavía los Umpierre tienen todo y Robert
    nada."

    Como se puede apreciar, la discriminación furiosa
    y ciega de la familia del
    difunto Victor hacia Robert, su pareja homosexual, no da lugar al
    correcto procedimiento
    legal, y esto es por la presunción de los Umpierre de que
    Robert fue quien contagió a Víctor de SIDA. Pero,
    ¿estaban cien por ciento seguros de esto,
    mediante exámenes científicos? Y aún si lo
    estuvieran, eso no permite que la voluntad del difunto, expresada
    claramente en un testamento, pueda ser violada. Por otra parte,
    el accionar de la justicia fue
    deficiente y denigrante. ¿Hubiese actuado de la misma
    manera si hubiese sido una pareja heterosexual?
    ¿Habría dejado a la esposa y a los hijos en la
    calle?

    Este caso es una clara muestra de la
    ineficacia que tiene la sociedad para acual imparcialmente,
    incluso aquellas personas que estudiaron toda su vida para
    serlo.

    Neoliberalismo y SIDA

    Si bien el acto de discriminar se reitera a lo largo de
    los años, las formas concretas en que el mismo se expresa
    van variando. Hoy no se postula para los enfermos de SIDA el
    aislamiento externo que condenaba a los leprosos fuera de las
    ciudades medievales. La segregación opera con mecanismos
    más sutiles pero igualmente inhabilitantes.

    Bajo una supuesta intención humanitaria se
    postulan exámenes masivos de la polación con fines
    "preventivos". Exámenes pre-ocupacionales que cierran las
    puertas del exiguo mercado laboral a los
    infectados de VIH; obligatoriedad del estudio para los migrantes,
    que restringe el derecho a circular libremente por los
    territorios.

    Se calcula que aporximadamente el 90% de los 10 a 30
    millones de personas infectadas por el VIH en el mundo
    está en el grupo de edad
    económicamente productiva. Esta cifra demuestra claramente
    la incidencia que tiene el SIDA en el área del trabajo. Es
    necesaria, pues, la imposición inmediata de
    definición de políticas
    tanto en las empresas como en
    el plano de los gobiernos.

    La discusión gira en torno a la
    pertinencia de promover exámenes masivos a los
    trabajadores. Si bien empresas
    transnacionales como IBM o Ciba-Geigy se han pronunciado
    contrarias a su realización por el carácter
    discriminatorio y estigmatizante, no hay acuerdo general en este
    punto y se han verificado diversos casos de expulsión del
    trabajo o impedimentos para ngresar a una determindad empresa en
    quienes se prueba la condición de portador del
    VIH.

    En el plano de la definición de políticas
    públicas se pone en evidencia la discusión acerca
    de quién asumirá los costos de la
    atención de los afectados por el SIDA. En
    momentos en que el Estado se
    desentiende cada vez más de funciones que
    hasta no hace mucho se re reconocían como indelegables y
    privatiza amplios aspectos de la vida social, los gastos que
    demanda la
    atención del SIDA se inscriben en una suerte de "tierra de
    nadie". Cabal ejemplo lo constituyen los sitemas de medicina prepaga
    que no cubren tales servicios y el
    desborde de la cada vez más comprimida estructura
    sanitaria pública.

    La declaración de Luc Montaigner "Creo que
    tendremos una solución para el SIDA antes del año
    2000, pero sólo beneficiará a los países
    desarrollados" a su paso por la Argentina durante
    la presentación del "Programa Nacional
    de Lucha Contra los Retrovirus Humanos-SIDA" del Ministerio de
    Salud y Acción Social muestran las dispares condiciones
    que, también en el caso del SIDA, enfrentan los paises del
    capitalismo
    tardío frente a las posibilidades del capitalismo
    avanzado. Muy difícilmente se diseñan
    políticas públicas tendientes a morigear los
    efectos de la discriminación en países como el
    nuestro.

    Los casos de discriminación laboral por SIDA
    son incontables, y crecen cada día de manera exponencial.
    El siguiente, ocurrido en México,
    nos sirve de ejemplo.

    "Alfonso llevaba cinco años como trabajador
    eventual en una empresa
    paraestatal mexicana, cuando se presentó la oportunidad de
    que se le diera una plaza permanente.

    En un país donde la tasa de desempleo se
    calcula oficialmente en un 30 por ciento, Alfonso tenía
    buenas razones para estar emocionado. Uno de los requisitos para
    modificar su situación laboral consistía en una
    serie de exámenes médicos. Alfonso se
    sometió a ellos sin ningún problema. "Mi salud era
    inmejorable, por lo que no tuve ninguna preocupación",
    explica Alfonso.

    Sin embargo, cuál sería su sorpresa cuando
    sus compañeros de trabajo modificaron de repente su
    comportamiento hacia él. Algunos incluso le preguntaron
    sobre su orientación sexual y su estado de
    salud. La secretaria de la empresa le
    llamó y le dijo que habían surgido algunos problemas, que
    el médico le quería realizar otros estudios, pero
    nunca le dio detalles. Le repitieron algunas radiografías
    de tórax, "porque según ellos tenía alguna
    malformación de columna".

    "Me llevaron a la capital del
    país, allá directamente se me realizaron pruebas de
    sangre, se me interrogó sobre mi vida sexual, indagaron si
    había sufrido alguna transfusión, e incluso me
    dieron una incapacidad médica, pero nadie hablaba
    claramente", recuerda Alfonso. Finalmente, su hermana, quien
    también presta sus servicios en
    una de las sucursales de la empresa, le
    llamó y le pregunó abiertamente: "¿es verdad
    que tienes SIDA?".

    Las pruebas
    iniciales de Alfonso habían incluido, sin su conocimiento,
    la de detección del VIH/SIDA. Y antes de que él
    mismo se enterara, el resultado positivo de su examen se
    convirtió en un secreto a gritos entre sus colegas.
    Finalmente la empresa le informó que tenía el virus
    que genera el SIDA y que no podía seguir trabajando en esa
    empresa, ni menos aún recibir la plaza
    definitiva."

    La doctora Patricia Campos, secretaria técnica
    del Consejo Estatal para la Prevención y el Control del
    VIH/SIDA (COESIDA) de Jalisco, señala que existe una Norma
    Oficial Mexicana (NOM) a la cual deben adherirse todas las
    empresas, centros de salud y población en general en la que se
    señala de manera clara que el ser portador del VIH/SIDA no
    es razón para que a alguien se le niegue el acceso al
    trabajo, o se le despida. Sin embargo las violaciones en ese
    sentido se dan en el país y en el mundo de manera
    cotidiana.

    La posición de la Iglesia frente al SIDA y la
    discriminación

    A continuación, se encuentra la posición
    de la iglesia, resumida brevemente del Informe publicado
    por el Comité Ejecutivo de la Federación Luterana
    Mundial en junio de 1988.

    "La Iglesia debería abrir sus puertas a todos, en
    forma incondicional, tal como Cristo abrió la puerta a
    todos, sin tener en cuenta quienes eran o lo que habían
    hecho. La salvación es dada a todos por gracia, a
    través de la fe, y no por causa de hechos o
    comportamientos. Al aceptar a todos, Cristo dio acceso a su
    perdón y a la nueva vida. Hoy, en su Iglesia, recibimos
    est vida nueva por medio de la Palabra y los sacramentos. Al
    excluir a alguien de esta fuente de vida, la Iglesia se hace
    culpable de la más grave forma de discriminación
    que existe.

    La difusión del SIDA depende de realidades
    culturales, sociales y económicas. La Iglesia
    debería cuestionar seriamente su propio papel en el
    desarrollo que
    facilito la difusión de la enfermedad, y desafiar a sus
    propios miembros y a la sociedad para tomar medidas que eliminen
    actitudes de
    discriminación y acciones
    prevalentes en la sociedad.

    Discriminación.

    La discriminación tiene muchas
    facetas:

    • inadecuado cuidado profesional para las personas que
      son VIH positivos;
    • estigmatización y aislamiento de la familia,
      del contexto social, de la comunidad y de
      la Iglesia;
    • perdida del empleo;
    • violencia física y/o
      psicológica contra personas de orientación
      homosexual, prostituidos y drogadictos;
    • restricciones de viajes;
    • presiones familiares y sociales sobre lo que brindan
      ayuda para que no cuiden a las personas infectadas con el
      VIH;
    • negativa a brindar cuidados sanitarios básicos
      y seguros de vida o salud;
    • registros obligatorios;
    • rechazo a brindar alojamiento;
    • actitud negativa para brindar acceso a la educación, especialmente a los niños;
    • análisis obligatorios sin consentimiento;
      "chivos expiatorios";
    • exclusión de personas, tales como refugiados y
      estudiantes procedentes de áreas altamente
      endémicas.

    En algunos países, el SIDA afectó
    principalmente a grupos que ya estaban marginados, y como
    consecuencia aumentó la discriminación
    (homosexuales, drogadictos intravenosos y prostituidos). El
    turismo sexual,
    donde varones económicamente poderosos explotan a mujeres
    y varones jóvenes, pone en peligro e incrementa el riesgo
    de la transmisión del VIH. Esto alienta la
    discriminación, ya que ciertos grupos no son considerados
    dignos de ser protegidos contra el VIH, sino que son
    expuestos al virus por motivos de lucro
    económico.

    Las estructuras
    socioeconómicas en el mundo promueven la pobreza de
    ciertas comunidades y grupos, haciendo más vulnerables a
    la difusión del SIDA a aquellos que no tienen privilegios.
    La lucha contra el SIDA es por lo tanto una lucha contra la
    pobreza, el
    analfabetismo,
    la prostitución, la drogadicción y todas las formas de
    desigualdad social. La falta de información tendenciosa
    también contribuyen a la
    discriminación.

    Efectos de la discriminación.

    En el nivel individual:

    La discriminación afecta profundamente a las
    personas. Ella conduce a la perdida de autoestima, a
    sentimientos de culpa y vergüenza. A menudo las personas con
    SIDA se apartan por sí mismas de la asistencia que
    necesitan debido al temor a reacciones negativas de los otros. El
    aislamiento aumenta el sentimiento de "ser el único con
    SIDA". Ansiedad, depresión
    y suicidio pueden
    ser los resultados.

    Las personas afectadas por el SIDA necesitan ser
    aceptadas por la Iglesia y conducidas, junto con todas sus
    emociones, al
    descubrimiento de su dignidad como creadas a la imagen de
    Dios.

    La Iglesia debería sostener y cuidar a aquellas
    que se están ocupando de las personas con SIDA, para
    brindarles fuerzas y coraje para continuar su
    ministerio.

    En el nivel comunitario:

    La discriminación de ciertos grupos lo obliga a
    esconderse. La
    comunicación, el contacto y la existencia llegan a ser
    difíciles y la transmisión del VIH se facilita. La
    discriminación de las personas infectadas por el VIH es un
    obstáculo serio en la lucha para combatir la
    transmisión de la enfermedad. La Iglesia tiene la especial
    responsabilidad de reconocer estos grupos
    discriminados y sus necesidades.

    La Iglesia debe poner de manifiesto las acciones
    discriminatorias y desafiar a sus miembros, a la comunidad y al
    gobierno de
    información y que están altamente expuestos a la
    pandemia."

    En resumen, se ve claramente cómo la Iglesia
    reconoce el problema actual de la "tercera epidemia", lo analiza
    e inicia planes de acción para erradicar la
    discriminación, ayudando a quienes padecen la enfermedad,
    y condenando a aquellos que están involucrados en el acto
    discriminatorio.

    Aspectos legales

    "Declaración de los Derechos Fundamentales de la
    persona que vive con el virus del SIDA"

    Considerando:

    • Que el SIDA, desde el punto de vista de la medicina, es
      una enfermedad como las otras;
    • Que el SIDA es una epidemia mundial y que es preciso
      un esfuerzo colectivo mundial para detenerla;
    • Que no existe peligro de contagio del SIDA excepto a
      través de relaciones sexuales sin precauciones
      adecuadas, de la transfusión de sangre infectada y de la
      transmisión de la madre infectada al feto o al
      bebé;
    • Que desde el punto de vista planetario es la
      Humanidad la que se encuentra seropositiva, no existiendo una
      "minoría" de enfermos;
    • Que contra el pánico, los preconceptos y la
      discriminación, la práctica de la solidaridad es
      esencial;

    Por todo ello proclamamos:

    1. Todas las personas tienen derecho a la
      información clara, exacta y científicamente
      fundada acerca del SIDA, son ningún tipo de
      restricción. Las personas que viven con el virus del
      SIDA tienen derecho a informaciones específicas sobre su
      condición como tales.
    2. Toda persona que vive con el virus del SIDA tiene
      derecho a la asistencia y al tratamiento, suministrados ambos
      sin ninguna restricción y garantizando su mejor calidad de
      vida.
    3. Ninguna persona que viva con el virus VIH/SIDA
      será sometida a aislamiento, cuarentena o cualquier tipo
      de discriminación.
    4. Nadie tiene derecho a restringir la libertad o
      los derechos de
      las personas por el único motivo de que estas personas
      convivan con el virus VIH/SIDA, cualquiera sea su raza,
      nacionalidad, religión, ideología, sexo u orientación
      sexual.
    5. Toda persona que viva con el virus VIH/SIDA tiene
      derecho a la participación en todos los aspectos de la
      vida social. Toda acción que tienda a recusar a las
      personas que conviven con el VIH/SIDA para un empleo, un
      alojamiento, una asistencia o a privarlos de ello, o que tienda
      a restringirles la participación en las actividades
      colectivas, escolares y/o militares, debe ser considerada
      discriminatoria y punida por la ley.
    6. Todas las personas tienen derecho a recibir sangre y
      hemoderivados, órganos o tejidos que
      hayan sido rigurosamente analizados y comprobada en ellos la
      ausencia del virus del SIDA.
    7. Nadie podrá hacer referencia a la enfermedad
      de alguien, pasada o futura, o al resultado de sus análisis para el SIDA sin el
      consentimiento de la persona involucrada. La privacidad de la
      persona que vive con el virus VIH/SIDA deberá ser
      asegurada por todos los servicios médicos y
      asistenciales.
    8. Nadie será sometido compulsivamente, en
      ningún caso, alos análisis para el SIDA. Estos
      deberán ser usados exclusivamente para fines
      diagnósticos, para el control de personas o poblaciones.
      En todos los casos de análisis, los onvolucrados
      deberán ser informados previamente y los resultados
      deberán ser comunicados por un profesional
      competente.
    9. Toda persona que vive con el virus VIH/SIDA tiene
      derecho a comunicar sólo a las personas que él
      desee hacerlo su estado de
      salus o el resultado de sus análisis.
    10. Toda persona que viva con el virus tiene derecho a la
      continuación de su vida civil, profesional, sexual y
      afectiva. Ninguna acción podrá restringir sus
      plenos derechos a la ciudadanía.

    Conferencia de Montral, 1988. Adoptada por la
    FUNDACIÓN RED.

    Declaración consensual sobre el SIDA en las
    escuelas

    A. Personas que solicitan un empleo de maestros o
    algún otro puesto de la administración escolar, o alumnos que
    desean ingresar en la escuela.

    La detección del VIH-SIDA en el marco de las
    pruebas de evaluación
    previa de la aptitud para desempeñar un empleo o para
    asistir a la escuela es
    innecesaria y no debe exigirse. Este tipo de detección se
    basa en métodos
    directos (determinación de anticuerpos contra el VIH) o
    indirectos (evaluación
    de los comportamientos peligrosos) o en preguntas sobre pruebas
    precedentes de investigación del VIH. La detección
    del VIH-SIDA previo al empleo o a la admisión en un
    establecimiento escolar, así como con otros fines, plantea
    graves problemas de
    discriminación y debe ser objeto de un examen
    complementario detallado.

    B. Personas que trabajan en el medio escolar o
    asisten a la escuela.

    • Detección del VIH-SIDA: es innecesaria y no
      debe exigirse la detección del VIH-SIDA sea por métodos
      directos (investigación del VIH) o indirectos
      (evaluación de comportamientos peligrosos) o mediante
      preguntas sobre investigaciones
      precedentes.
    • Confidencialidad: debe preservarse la
      confidencialidad relativa a toda información de
      carácter médico, inclusive sobre el estado de
      salud con respecto al VIH-SIDA.
    • Información a la
      administración o al servicio
      médico escolar: ni el maestro ni ningún otro
      miembro del personal
      escolar ni el alumno tienen obligación alguna de
      informar a la administración o al servicio
      médico escolar acerca de su propia situación
      respecto al VIH-SIDA.
    • Protección del personal de la escuela y los
      alumnos: hay que proteger al personal y a los alumnos del
      establecimiento escolar que estén infectados o a los que
      se consideren infectados de VIH de toda estigmatización
      o discriminación por parte de sus colegas, asociaciones
      sindicales, empleadores, alumnos, padres y la comunidad en
      general. La información y la
      educación son condiciones esenciales para preservar
      el clima de mutua
      comprensión indispensable para dicha
      protección.
    • Acceso del personal de la escuela de los alumnos a
      los servicios: los maestros y demás personal, así
      como los alumnos y sus familiares deben tener acceso a los
      programas de
      información y educación sobre el VIH-SIDA, así
      como los servicios apropiados de consejo y envío de
      casos a instancias especializadas.
    • Prestaciones: los maestros y demás miembros
      del personal escolar infectados por el VIH no deben ser objeto
      de discriminación alguna, deben tener acceso a las
      prestaciones
      usuales de la seguridad
      social y a otros privilegios relacionados con su actividad
      profesional.
    • Modificaciones razonables en las condiciones de
      trabajo o escolaridad. La infección por VIH no
      entraña de por sí ninguna limitación de la
      aptitud para trabajar o para asistir a la escuela. Si esta
      aptitud está restringida por alguna enfermedad
      relacionada con el VIH, habrá que modificar
      razonablemente las condiciones de trabajo o de escolaridad en
      beneficio del interesado. Cualquier decisión al respecto
      deberá basarse en criterios médicos.
    • Mantenimiento del empleo o de la asistencia a la
      escuela: la infección por el VIH no es motivo de cese en
      el empleo o de suspensión de la asistencia en la
      escuela. Como ocurre con otras muchas enfermedades las personas
      con afecciones relacionadas con el VIH siguen siendo capaces de
      trabajar o de asistir a la escuela mientras se mantengan
      médicamente aptas para desempeñar actividades o
      trabajos apropiados.

    Formas de comportamiento ante personas con
    SIDA

    Es un tema sumamente delicado y complejo, el de
    cómo tratar a una persona con el virus del SIDA. La
    mayoría de las personas, frente a la situación de
    tener un amigo o familiar infectado, reaccionan de manera
    errónea; juzgándolos, hostigándolos con
    preguntas al principio, y abandonándolos en la soledad
    después. Esto ocurre por diferentes causas antes
    nombradas, como el prejuicio, el miedo y la falta de
    información. Por ende, es muy importante conocer bien la
    enfermedad, saber su forma de actuar, su modo de contagio,
    qué se puede hacer y qué no. También es muy
    importante referirse a las personas con el virus de manera
    adecuada, utilizando los términos correctos, que no
    contengan ninguna clase de tono despectivo.

    Es por eso que a continuación, exponemos tres
    textos que cubren la información básica y el
    comportamiento correcto y humano que debe tener una persona si
    tiene la indeseable oportunidad de poseer un conocido con
    SIDA.

    Los NO de la infección: comportamientos que no
    contagian el SIDA

    El virus NO se encuentra en los cabellos. Por ello no
    hay riesgo de infección:

    • al usar el mismo peine, el mismo
      shampú
    • al usar el mismo gorro de baño
    • al acariciar la cabeza de un infectado.

    El virus NO se encuentra exteriormente en la piel. Por lo
    tanto, no hay riesgo de infección:

    al dar la mano

    • al abrazar
    • al besar
    • por usar la misma ropa
    • por sentarse en el mismo inodoro, la misma
      silla
    • por usar la misma ducha, jabón,
      toalla
    • al palpar, percutir, auscultar, bañar o
      cambiar de ropa a un paciente.

    El virus NO se transmite por saliva, si lo hiciese, el
    estornudo contagiaría y ya estaríamos casi todos
    infectados. Entonces, no hay riesgo de
    infección:

    • al toser
    • al estornudar
    • al beber del mismo vaso
    • al tomar mate de la misma bombilla
    • al compartir un cáliz en una comunión
      de pan y vino
    • por el beso de boca a boca.

    El virus NO es transmitido por insectos. Por eso no hay
    infección:

    • por picadura de mosquitos, vinchucas,
      etc.

    El virus NO afecta animales. Por eso
    no hay riesgo de infección:

    • por jugar o poseer animales
      domésticos
    • por comer carne mal cocida.

    En resumen, la convivencia con una persona con SIDA es
    totalmente posible, por lo cual no existe razón
    alguna para el abandono o el aislamiento, o la apartación
    de la persona infectada.

    Terminología correcta para referirse a
    enfermos del SIDA.

    Sí, personas con SIDA

    No, sidásicos o sidosos

    Pues la enfermedad no destruye la condición de
    persona y el virus no destruye la identidad.

    Sí, sufrimiento humano

    No, castigo de Dios

    Pues se trata del padecimiento del ser humano y no de
    una pena que se impone por delitos o faltas
    a leyes divinas o
    humanas.

    Sí, enfermedad incurable

    No, enfermedad mortal

    En cuanto es una enfermedad que por hoy no se puede
    curar, pero en algunos no es necesariamente mortal.

    Sí, diagnostico medico

    No, diagnostico moral

    Pues el reconocimiento se realiza según indicadores
    objetivos y no
    según opiniones de conciencia.

    Sí, epidemia

    No, flagelo

    En cuanto esta enfermedad puede afectar a la población en general, y no es azote o
    instrumento de castigo a grupos particulares.

    Sí, enfermo

    No, víctima

    Las personas con SIDA son enfermos porque padecen
    perdida de la salud como una realidad de las consecuencias de su
    propia vida, y no por transgresiones que deben ser
    penalizadas.

    Cuando un amigo tiene SIDA

    El VIH, como se ha descrito anteriormente, no se
    transmite por contactos que normalmente ocurren en la convivencia
    cotidiana. Es un virus muy frágil. Si no se practican
    estos comportamientos, no hay por qué temer de contraer el
    VIH

    Cuando personas que uno conoce se enferman,
    especialmente con una enfermedad seria como el SIDA, uno puede
    llegar a sentirse impotente e inadecuado. Puede ocurrir que
    después de decirle a un amigo enfermo "llamá si
    necesitás algo", por miedo o por inseguridad
    luego se arrepienta de haberlo hecho. He aquí algunas
    sugerencias que podrían ayudarnos a asistir a amigos
    enfermos.

    • Aprenda tanto como pueda acerca del VIH y el
      SIDA.
    • No rehuya. Esté ahí para él o
      ella — eso le proveerá una esperanza.
    • Haga contacto físico. Un simple apretón
      de manos o un abrazo puede hacerle saber que usted
      todavía le quiere.
    • Llame y pregunte si le parece bien que le visite
      antes de hacerlo. Su amigo/a podría no tener deseos de
      recibir una visita ese día. No tenga miedo de volver a
      llamar y visitarle en otra ocasión. Sus amigo/a le
      necesita. Ahora es el momento en que su amistad puede
      ayudar al enfermo a mantenerse lejos de la soledad y el
      miedo.
    • Responda a las emociones de su
      amigos. Llore con ellos cuando lloren. Ría con ellos
      cuando rían. No tenga miedo de compartir estas
      experiencias — hacerlo es saludable.
    • Llame y ofrezca llevarle su comida favorita. Pregunte
      cuándo es el mejor momento para ir. Traiga la comida en
      envases desechables de manera que no haya que preocuparse de
      lavar platos sucios. Compartan una cena.
    • Vayan a dar un paseo o caminata, pero pregunte antes
      y tenga presente cuáles son sus
      limitaciones.
    • Ofrézcase ayudarle a contestar cualquier
      correspondencia con la que puedan tener
      dificultades.
    • Celebre los días de fiesta y la vida
      ofreciéndose a decorar su casa o su cuarto en el
      hospital. Incluya a sus amigos en las festividades especiales.
      Un día de fiesta no tiene que estar marcado en el
      calendario, cualquier día se puede hacer un día
      de fiesta.
    • Recuerde a los familiares y compañeros/as de
      su amigo/a. Aunque su amigo/a es el/la que está
      enfermo/a, ellos también pueden estar sufriendo. Las
      personas que cuidan a los enfermos también pueden
      necesitar un descanso de vez en cuando. Ofrézcales
      quedarse con la persona enferma para darles un descanso o
      invítelos a salir. Ofrézcase a
      acompañarlos. Estos también pueden necesitar a
      alguien con quien hablar.
    • Ayude a cuidar los hijos de su amigo/a.
    • Sea creativo: traiga libros,
      cintas de video,
      revistas, música,
      un afiche para la pared, o algún postre hecho en casa.
      Envíele tarjetas que
      digan que usted se interesa por el/ella. Todo esto puede ser
      muy importante y traer alegría.
    • Traiga a algún otro amigo/a que quizás
      todavía no haya venido a visitar.
    • No tenga miedo de preguntar sobre la enfermedad, pero
      sea sensitivo/a si su amigo/a desea hablar sobre esto o no.
      Alguna gente necesita hablar de su condición. Usted
      puede saber como se siente su amigo/a al respecto preguntando
      algo como: ¿te gustaría hablar de cómo te
      sientes? Asegúrese de no presionar a sus amigos a
      hablar.
    • Al igual que otras personas, las personas que tienen
      VIH o SIDA pueden tener días buenos o malos. En
      días buenos trátelos como haría cualquier
      otro día. En los días malos bríndeles
      atención especial, cariño y
      compasión.
    • No es necesario hablar todo el tiempo. Está
      muy bien sentarse juntos en silencio leyendo, oyendo música,
      viendo televisión o simplemente tomados de
      manos. Se puede expresar mucho sin palabras.
    • ¿Puede llevar a sus amigos a algún
      sitio? Estos pueden necesitar transportación para ir al
      doctor, ir de compras, ir
      al banco, ver una
      película o cualquier acontecimiento en la comunidad.
      ¿Qué tal dar una vuelta a la playa o al
      parque?
    • Anime a sus amigos a tomar decisiones. La enfermedad
      puede causar una pérdida de control sobre muchos
      aspectos de su vida. No les niegue la oportunidad de tomar
      decisiones, no importa cuan simple o tontas puedan parecerle
      éstas a usted.
    • Prepárese para aceptar que sus amigos se
      enfaden con usted sin razón aparente, aunque usted haya
      estado con ellos y haya hecho todo lo que pudiera. Recuerde que
      el enfado y la frustración muchas veces se dirigen a las
      personas que más queremos porque es más seguro y puede
      ser entendido por éstas.
    • Mantenga a sus amigos informados sobre organizaciones,
      clubes, actividades y amigos mutuos. Hábleles de lo que
      está ocurriendo. Sus amigos pueden estar cansados de
      hablar de síntomas, doctores y tratamientos. Sea
      perceptivo a las indicaciones que éstos puedan darle al
      respecto.
    • Los amigos y amantes también son familia.
      Demuestrelo comportándose como un miembro de la familia
      y/o reconociendo la importancia de estas relaciones si usted es
      un familiar o un profesional de la salud.
    • Si usted es religioso, pregunte si puede orar por sus
      amigos. No tenga miedo a compartir su fe. La fe religiosa y la
      espiritualidad pueden ser muy importantes en momentos como
      éste.
    • No le permita a sus amigos culparse a sí
      mismos por su enfermedad. Esto puede ser particularmente
      difícil.
    • Ofrézcase a ayudar con la limpieza de la casa,
      quizás sacar la basura,
      lavar la ropa, fregar los platos, regar las plantas, o
      dar comida y pasear a los animales domésticos. Esta
      ayuda puede ser apreciada más de lo que usted piensa. En
      todo caso no haga cosas que sus amigos todavía pueden
      hacer. Siempre pregunte ante de hacer algo.
    • No sermonee o se enfade con sus amigos si le parece
      que éstos manejan su enfermedad en una forma que usted
      no cree apropiada. Puede ser que usted no entienda como se
      sienten y porqué toman ciertas decisiones.
    • No confunda la aceptación de la enfermedad con
      la derrota. Esta aceptación puede ayudar a sus amigos a
      sentirse liberados y con un sentido de su propio poder.
    • No permita que sus amigos y las personas que los
      cuidan se aíslen. Déjeles saber acerca de grupos
      de apoyo y otros servicios prácticos ofrecidos sin cargo
      alguno por organizaciones
      locales.
    • Hable del futuro: mañana, la próxima
      semana, el año que viene. Es bueno mirar hacia el
      futuro, sin negar la realidad de hoy. Es importante mantener la
      esperanza en este momento.
    • Tenga una actitud
      positiva. Esto es contagioso.
    • Finalmente, cuídese usted mismo. Reconozca su
      propias emociones y hónrelas. Comparta su dolor, su
      rabia, sus sentimientos de impotencia y por los que esté
      pasando, con otros amigos o en un grupo de
      apoyo. Recibir el apoyo que usted necesita durante este tiempo
      le ayudará a ser un buen amigo para sus
      amigos.

    RECORTES
    PERIODÍSTICOS

    LA EPIDEMIA DEL SIGLO: ENTREVISTA A
    JULIO GONZALEZ MONTANER

    "Casi no hay mortalidad por sida en
    Canadá"

    El especialista asegura que en
    ese país, donde dirige la Red de Ensayos
    Clínicos, con 3.500 pacientes, la mortalidad ya
    bajó casi a cero gracias al uso de cócteles de tres
    drogas
    · Y a que el Estado cubre el ciento por ciento de los
    tratamientos

    Por PAULA ANDALO. De la Redacción de Clarín

    El científico argentino Julio
    González Montaner, director de la Red de Ensayos
    Clínicos en la Columbia Británica, Canadá,
    pasó por Buenos Aires con
    diapositivas, cd roms,
    nuevos estudios y buenas noticias. En el país donde vive
    desde hace diecisiete años, la mortalidad por sida ya
    casi no existe
    .

    Gracias a los tratamientos con combinaciones de tres drogas, que el
    Estado provee gratuitamente y sin interrupciones, las salas de
    internación de los hospitales están vacías,
    los pacientes mejoraron su calidad de vida y
    muchos volvieron a trabajar.

    -¿Cómo se logra que la mortalidad por sida baje
    casi al cero absoluto? -Creo que tiene que ver con la
    expansión de las alternativas de tratamiento. Cada vez hay
    drogas más potentes, que generan menos efectos
    secundarios. Además, comenzamos a usar un nuevo examen,
    que se llama "testeo de resistencia", que
    nos ayuda a delinear mejor las terapias y tener más
    éxito.

    -¿Qué es el "testeo de resistencia"? -Es
    una prueba de biología molecular
    que permite ver cuándo el virus logra resistir a alguna
    droga y anular
    su efecto terapéutico. Antes, cuando una terapia
    fracasaba, se cambiaban todos sus componentes. Ahora comprendimos
    que si la carga viral (la cantidad de virus que hay por mililitro
    de sangre) sube, no significa que todas las drogas
    estén funcionando mal.

    -¿Eso permite armar una nueva estrategia
    terapéutica? -Ahora podemos diseñar un nuevo
    tratamiento sin asumir que todo lo anterior falló. Una
    investigación estadounidense demostró que cuando
    uno realiza el testeo de resistencia se logra el doble de
    éxitos que cuando no lo realiza. Esperemos que este
    test se comience
    a utilizar pronto en la Argentina.

    -¿Todos los pacientes desarrollan resistencia a las drogas?
    -Sí. Es más: el virus es tan fuerte que se
    comprobó que del 5 al 10 por ciento de los infectados ya
    tiene resistencia antes de comenzar el tratamiento.

    -Además de las nuevas drogas, ¿por qué otros
    motivos se logra bajar el porcentaje de mortalidad? -Es
    fundamental que la distribución de drogas a nivel estatal sea
    eficiente. Tomar la medicación en forma errática es
    muy peligroso. Está comprobado que eso fortalece al VIH y
    atenta contra los tratamientos. Además, es peligroso desde
    el punto de vista de la salud
    pública porque la cadena de contagio se nutre de un
    virus mucho más potente.

    -¿Depende también de la droga? -No
    importa la droga; no hay que entrar en el marketing de
    las empresas. El espectro de drogas es amplio y día a
    día se mejora la calidad de los
    medicamentos.

    -¿Tratar bien a los pacientes termina siendo más
    económico? -En Canadá, la relación costo-beneficio
    está a la vista. Las salas de sida de los hospitales hoy
    están vacías. Las personas llegan ahora a la
    consulta para un seguimiento médico y no agobiadas por
    enfermedades oportunistas. Hay un porcentaje de pacientes que
    está trabajando y que mejoró notoriamente su
    calidad de
    vida. Se ve que la gente está mejor.

    González Montaner tiene 43 años recién
    cumplidos (festejó en la casa paterna de la calle Alberdi
    el 13 de abril, con toda la familia y dos de sus cuatro hijos) y
    maneja una red
    médica y de investigación que controla el curso del
    VIH/sida en 3.500 pacientes. En julio del año
    pasado tuvo a su cargo la conferencia
    principal de la XII Conferencia Internacional de Sida que se
    realizó en Ginebra.

    En aquella oportunidad, frente a 10.000 especialistas de todo el
    mundo reunidos en Suiza, dijo que "el desafío es
    reducir el número de comprimidos que un paciente
    debe tomar, para lograr la adherencia: no se puede iniciar un
    tratamiento con seguridad a menos
    que haya un alto nivel de compromiso del paciente a largo
    plazo".

    -¿Es posible que un paciente cumpla con tratamientos tan
    rigurosos? -La clave es simplificar el tratamiento y lograr el
    mismo efecto antiviral. Varias drogas disponibles parecen ser
    candidatas para terapias de una dosis diaria. Esto podría
    permitir el tratamiento directamente observado (DOT), un
    seguimiento más personalizado del paciente, estrategia que
    demostró ser de mucha ayuda en el manejo de otras
    condiciones crónicas como la tuberculosis.

    -¿Hasta ahora fracasaron los intentos de suspender
    terapias? ¿El virus siempre vuelve a reproducirse?
    -Nosotros hicimos un estudio con 20 pacientes tratados que
    habían permanecido con sus cargas virales indetectables
    durante un año y medio. A todos ellos se les
    suspendió la terapia y a los siete días ya se les
    podía detectar el VIH. Lo mismo pasó con otro
    paciente que tuvo su carga viral indetectable durante tres
    años.

    -Pero el científico estadounidense David Ho dijo hace dos
    años que la erradicación sería posible en
    pacientes tratados con
    cócteles a los que no se le detectara el virus por
    más de tres años…

    -Sí, como hipótesis sigue
    siendo interesante, pero todavía no se pudo comprobar en
    seres humanos. Es que pareciera ser que el virus siempre
    encuentra dónde esconderse en el organismo. Y allí,
    en su escondite, permanece latente, listo para reproducirse de
    nuevo en el momento en que se interrumpe el tratamiento. Por eso
    remarcamos tanto dos cosas: distribuir drogas gratis y no
    abandonar las terapias.

    -¿Significa que ese virus que reaparece es más
    virulento? -Se ha demostrado que la interrupción de
    terapias de tres drogas resulta en la aparición de cepas
    (tipos) de virus más salvajes.

    -Entonces la palabra cura sigue siendo una utopía.

    -Por ahora, hay que entender al sida como una enfermedad
    crónica que requiere un tratamiento de por vida. Pero la
    cura siempre seguirá siendo una meta de la investigación científica.

    © Copyright 1996-99 Clarín
    Digital. All rights reserved

    HOSPITAL PUBLICO DE MENDOZA

    Indemnizan a una mujer que se
    contagió el virus del sida

    La principal obra social de la
    provincia tendrá que pagarle 900.000 pesos ·
    También la contagiaron de hepatitis y
    Chagas · Fue en transfusiones de sangre

    Mendoza. Corresponsal

    Un juez civil condenó a la
    principal obra social de la provincia a pagarle más de 900
    mil dólares a una mujer que fue
    contagiada de sida, hepatitis C y
    chagas en un hospital público donde recibió varias
    transfusiones de sangre.

    La mujer se
    infectó hace 9 años en el Hospital del Carmen, uno
    de los más antiguos de Mendoza, cuando fue atendida de
    urgencia porque perdió un embarazo.

    El fallo, fue dictado por el juez Luis Angel Plana Alsinet, del
    Juzgado Civil N 9, y podría ser apelado por la Obra Social
    de Empleados Públicos (OSEP) que tiene a su cargo el
    hospital y atiende a más de 280 mil afiliados.

    En los fundamentos, el magistrado califica al estado en el que se
    encuentra el Hospital del Carmen como "calamitoso" e indica que
    recorrer sus instalaciones "es un viaje penoso a lo
    obsoleto".

    El juez Plana Alsinet también critica las
    políticas asistenciales y las falencias de caracter
    "científico, tecnológico y organizativo" de las
    áreas públicas de salud que "se traducen en
    innumerables errores atribuibles a la desidia y una conocida
    causa: la improvisación, sobre cuyo lomo jinetearon los
    técnicos argentinos, a quienes alguna vez se los
    calificó absurdamente de artistas".

    Todo comenzó a principios de
    1990 cuando la mujer -su
    nombre se mantiene en reserva- fue internada de urgencia en el
    Hospital del Carmen. Perdió un embarazo de 8
    meses y tuvo una severa hemorragia por lo que fue
    necesario practicarle una histerectomía
    (extirpación del útero).

    La mujer perdió mucha sangre durante la operación y
    mientras estuvo internada recibió 37 transfusiones, que se
    habrían realizado sin las prevenciones y controles
    necesarios.

    Pocos meses después, y cuando ya había iniciado
    trámites legales para adoptar un hijo porque ya no
    podía concebir uno, comenzó a padecer fuertes
    estados febriles e inflamación de ganglios.

    Tres años más tarde, y después de varios
    análisis y tratamientos, se enteró de que
    padecía sida, hepatitis C y mal de chagas; esta
    última enfermedad es endémica y la tiene el 10 por
    ciento de los donantes de sangre de la provincia.

    El juez Plana Alsinet condenó a la OSEP porque
    consideró probado que el contagio se produjo por
    transfusión sanguínea ya que la mujer es ama de
    casa, sin antecedentes de vida promiscua ni adicción a las
    drogas que hagan presumir otra vía de infección.
    Además, su marido no tiene el virus HIV.

    Su defensor, el abogado Eugenio Heras, comentó a
    Clarín que se trata de un caso de "mala praxis
    institucional, donde las fallas están relacionadas con el
    sistema de salud
    y la asistencia que brindan los hospitales públicos y
    obras sociales". Y adelantó que aceptarán un
    "acuerdo de pago, en cuotas" en caso de que la obra social decida
    no apelar la sentencia de primera instancia.

     

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    Digital. All rights reserved

    Adelantos en el tratamiento HIV/SIDA en
    el país
    La calidad de vida es clave para el éxito de la
    terapia

    GINEBRA, Suiza.- Como el compromiso de los pacientes
    demostró ser una de las claves para que el tratamiento sea
    exitoso, los especialistas en SIDA apuntan a facilitar la vida
    cotidiana de los enfermos con un objetivo: que
    no abandonen la terapia.

    Aunque hablaban en distintas lenguas, los médicos
    reunidos en esta ciudad para la presentación de una nueva
    droga contra el virus tenían un lenguaje
    común. Todos coincidían en la importancia de
    mejorar la calidad de vida de los pacientes para aumentar
    así la adherencia, es decir, el cumplimiento al
    tratamiento.

    Presentaron el Fortovase NF, y como esta nueva
    formulación se toma dos veces al día, en lugar de
    las tres ingestas que obligaba su antecesora, la diferencia
    redunda en la disminución del abandono del
    tratamiento.

    "En los últimos tiempos, los esquemas de
    tratamiento se adaptan al paciente y no al revés",
    señaló la infectóloga Isabel Casetti,
    coordinadora de la Fundación Centro de Estudios
    Infectológicos (Funcei). Según la especialista, la
    falta de adherencia, junto con la toxicidad y la resistencia a
    las drogas, es la principal causa por la que falla un
    tratamiento.

    Marcelo Losso, coordinador del Servicio de
    Inmunocomprometidos del hospital Ramos Mejía,
    explicó que "los enfermos sometidos a los cócteles
    de drogas tienen que ingerir entre 10 y 20 pastillas por
    día, además de beber una abundante cantidad de
    líquido para evitar los problemas renales. Otros deben
    eliminar la ingesta de comidas grasas o realizar ayunos de dos o
    tres horas antes y después de tomar ciertas
    píldoras. No es nada sencillo".

    A modo de ejemplo, el médico Daniel David, jefe
    de la Unidad de Cuidados Intermedios del hospital Rawson de la
    capital de
    Córdoba, reconoció que el 70% del mal cumplimiento
    en su provincia hizo que el virus se volviera resistente a las
    drogas.

    La nueva droga, que reduce la cantidad de virus en
    sangre, fue presentada ante un auditorio de más de 300
    especialistas de todo el mundo.

    El laboratorio
    Roche desarrolló este nuevo medicamento, que ya se vende
    en la Argentina, con el nombre comercial de Fortovase NF. Es una
    segunda formulación de la droga Saquinavir, una inhibidora
    de la proteasa, que bloquea la enzima necesaria para que el HIV
    crezca dentro de las células
    que infecta.

    El remedio se utiliza en cócteles, combinado con
    otras drogas, y según se dijo en su presentación la
    droga es entre ocho y 10 veces más efectiva en su
    actividad antiviral que la versión anterior.

    Después de dos años de estudios,
    aproximadamente el 80 por ciento de los participantes del estudio
    de Roche tuvo una sostenida supresión del
    virus.

    Durante la presentación, los médicos
    también hicieron experiencias interactivas para probar la
    eficacia de un
    test de
    resistencia. El método,
    descripto en esta misma página, les permite saber a
    qué droga se volvió resistente el
    enfermo.

    Una herramienta más

    Los cócteles de drogas combinadas comenzaron a
    utilizarse en la Argentina en 1996 y revolucionaron las terapias
    que existían hasta entonces para atacar al
    SIDA.

    "Tenemos sólo 12 o 13 drogas disponibles para
    armar los cócteles. Contar con una más de primera
    línea es muy importante", destacó a La
    Nación
    , en la presentación de esta droga, el
    médico Jorge Benetucci, del Servicio de
    Infectología del hospital Muñiz.

    "Sumar una nueva droga al armamento disponible es muy
    bueno", agregó Losso. "La aparición de una nueva
    alternativa en el tratamiento siempre es un progreso,
    particularmente en esta época en que la resistencia al
    virus es un verdadero problema -aseguró a La
    Nación
    la infectóloga Isabel Casetti-. Cuantas
    más opciones tengamos, el manejo de los pacientes va a ser
    más fácil."

    El remedio integra el vademécum del Programa Nacional
    de Lucha contra los Retrovirus, SIDA y Enfermedades de
    Transmisión Sexual, por lo que se entregará sin
    cargo a los pacientes recetados.

    La directora del Programa Nacional de Lucha contra el
    SIDA, Laura Astarloa, precisó que las proyecciones
    señalan que unas 120.000 personas padecen la enfermedad en
    nuestro país, aunque oficialmente sólo se habla del
    30% de esa cantidad. Sin embargo, hasta este año, se
    reportaron 14.289 casos, que corresponden a aquellos pacientes
    declarados y bajo tratamiento.

    Por Cynthia Palacios
    Copyright © 1999 La
    Nación
    | Todos los derechos reservados

    APRECIACIÓN
    PERSONAL

    (ACEPTACIÓN O REFUTACIÓN
    DE LA HIPÓTESIS)

    Tras haber investigado, recopilado información,
    reflexionado, redactado, y elaborado esta monografía,
    muchas dudas y muchos interrogantes sobre la
    discriminación que colleva el SIDA se disiparon. Tenemos
    ahora una visión más clara de la situación
    actual, de lo que pasa realmente en el mundo.

    Al redactar la hipótesis,
    teníamos una leve noción de que el SIDA, como toda
    pandemia, provoca cierta discriminación entre la sociedad.
    Lo que no nos imaginamos es que esta discriminación sea
    tan grave, que se esté en constante controversia si es
    peor la discriminación o la enfermedad misma. Tampoco nos
    imaginamos que esta discriminación pudiese llegar a
    considerarse por la
    Organización Mundial de la Salud, como una epidemia
    más de las que ya existen.

    Por suerte, también encontramos que hay grandes
    cantidades de técnicas,
    instrucciones a seguir, redactados y llamados para que esta
    "epidemia" se erradique. Éstos nos enseñaron el
    lado humano de la enfermedad, nos hicieron ver lo que las
    personas infectadas sienten, y las maneras correctas de
    referirnos a ellas y de tratarlas.

    Pero lamentablemente descubrimos que, si bien se
    está haciendo un esfuerzo sobrehumano por parte de las
    organizaciones internacionales en lucha contra el SIDA por
    erradicar tanto la enfermedad como la discriminación que
    ésta trae, en la actualidad la pandemia está en
    increíble ascenso, y el flagelo de la tercera epidemia
    está lejos de ser erradicada. Esto nos lleva a pensar
    seriamente en el tema, y a preguntarnos, ¿qué
    pasará si en un futuro la cantidad de infectados llega a
    igualar o incluso superar la cantidad de personas libres de
    SIDA?. Si los prejuicios sociales que hoy existen llegasen a
    mantenerse, ¿es asarozo pensar en que se llevarían
    a cabo medidas extremas, como el aislamiento de aquellos que se
    encuentran enfermos? Ante esta suposición, que por
    más loca e improbable que parezca ya se está dando
    en distintas partes del mundo, no está de más hacer
    mención al opúsculo o relato corto de el
    célebre escritor Edgar Allan Poe
    "La Máscara de la muerte Roja",
    en el cual una terrible enfermedad azota un pueblo medieval, y el
    rey del pueblo, desesperado por evadirla, construye un muro
    alrededor de los enfermos y los aisla brutal y completamente. El
    final es una moraleja y a la vez un terrible panorama de lo que
    en realidad podría llegar a pasar en el mundo si no se
    logra destruir la enfermedad: "Y la tiniebla, y la ruina, y la
    "Muerte Roja"
    tuvieron sobre todo aquello ilimitado dominio."

    Por todo lo mencionado anteriormente, decidimos cerrar
    esta monografía con una apelación y una nueva
    hipótesis.

    La apelación:

    Tengamos todos los humanos de esta tierra la
    inteligencia y
    la capacidad para tratar a cualquier otro ser humano como
    tal.

    La hipótesis:

    ¿Seremos capaces de hacerlo?

    Bibliografía

    • "Actualización informativa sobre VIH-SIDA"
      Elaborado y sintetizado por LUSIDA y el Componente de Comunicación Social
    • Infome Final. Estado y tendencias de la pandemia
      mundial del VIH-SIDA. Julio de 1996
    • ONUSIDA y OMS. VIH-SIDA: La epidemia mundial.
      Diciembre de 1997.
    • Revista "Margen" nº1. Octubre 1992. "Sida,
      discriminación y control", por Lic. Graciela
      Touzé y Lic. Diana Rossi.
    • "México, discriminación laboral por
      HIV" por Alicia Yolanda Reyes
    • Diario "El Popular"
    • Publicación semanal "Mailing"
    • Diario "Clarín" y "Clarín
      Digital"
    • Diario "Página 12"
    • Diario "La Nación Online"
    • "Declaración Consensual sobre el SIDA en las
      Escuelas"
    • "Cuando un amigo tiene SIDA", anónimo
      publicado en Internet.
    • "Declaración de los derechos fundamentales de
      la persona que vive con el virus del SIDA"
    • "Una persona con SIDA lucha por justicia"
    • "El SIDA: Responsabilidad educativa de todos", documento
      publicado por Internet en
      1992 por el Ministerio de Cultura y
      Educación de la Nación, programa
      "Educación y problemas
      sociales"

     

     

    Autor:

    Bruno Vecchi
    Estudiante secundario

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