- Presentación de la hipótesis
- Información básica acerca del SIDA
- Datos cuantitativos
- El SIDA en la
Argentina - Desarrollo del tema
- La tercera epidemia
- Los grupos de
riesgo - Neoliberalismo y SIDA
- La posición de la Iglesia
frente al SIDA y la discriminación - Aspectos legales
- Formas de comportamiento ante personas con
SIDA - Recortes periodísticos
- Apreciación personal
- Bibliografía
PRESENTACIÓN DE LA
HIPÓTESIS
SIDA: ¿Sinónimo de discriminación?
Bien sabemos sobre las características generales de la enfermedad
del SIDA: qué es, formas generales de prevención,
su letalidad, etc. Pero, ¿Sabemos lo suficiente acerca de
las consecuencias sociales que esta enfermedad acarrea?
¿Somos concientes de lo que viven los enfermos,
cómo se sienten frente a un mundo lleno de prejuicios y
discriminación? ¿Estamos seguros de
cómo tratar a alguien que posee esta enfermedad?
¿Sabemos cómo enfrentar la situación?
¿Qué dicen los especialistas? ¿Qué
dice la Iglesia?
El objetivo de
esta monografía
es esclarecer todas las dudas acerca de la discriminación
que conlleva el SIDA.
Informarnos, hacernos saber de lo que ocurre en el mundo
más allá de las cifras y los números,
tratando de comprender los sentimientos de los que padecen esta
enfermedad.
INFORMACIÓN BÁSICA
ACERCA DEL SIDA
Esta monografía
trata sobre el aspecto social del SIDA, la discriminación
que produce entre los afectados. Los grupos de
riesgo. SIDA y
política.
La posición de la Iglesia frente al SIDA. Aspectos
legales. Formas de comportamiento
debidas frente a personas con SIDA. Recortes
periodísticos.
¿Qué es el SIDA?
El SIDA es una etapa avanzada de la infección por
el virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) -en inglés
la sigla es HIV-. Lo correcto entonces es hablar de la
infección VIH/SIDA sabiendo que es un proceso. Este
virus deja sin
defensas al organismo. Concretamente mata a un tipo de células
-los linfocitos CD4- que integran el sistema
inmunológico, encargado de defender de los agentes que
producen las enfermedades. También
se aloja en órganos y glándulas. Puede afectar a
cualquier persona que no
adopte medidas preventivas y, por el momentol, es
incurable.
Se ha demostrado científicamente que los
contactos de la vida cotidiana no transmiten el VIH: no se
transmite por abrazar, besar, compartir vasos y tampoco por
compartir el lugar de trabajo o salón de clase, utilizar
el mismo baño o pileta que ella, lavarla o dormir en su
misma cama. Los insectos no lo transmiten; el sudor, o las
lágrimas de quienes padecen esta infección tampoco.
En una palabra, querer y apoyar a una persona infectada
no trae riesgos; al
contrario; tiene efectos positivos en su salud y en quienes lo
rodean.
Diferencias entre VIH y SIDA.
La palabra SIDA significa Síndrome de Inmuno
Deficiencia Adquirida. Es decir, que se ha desarrollado el SIDA
sólo cuando se presenta un conjunto de signos y
síntomas (Síndrome) que indican que las defensas
están disminuídas (Inmuno Deficiencia) porque se
contagió el virus (Adquirida). Es posible estar infectado
con el VIH – o sea, ser "VIH positivo" o poirtador del virus – y,
todavía, no haber desarrollado el SIDA. Desde que el virus
entra en el cuerpo hasta que aparecen los síntomas puede
pasar mucho tiempo, en
promedio 10 a 12 años, período que puede extenderse
si se comienza un tratamiento temprano. No obstante, esta
información debe ser manejada con cautela
ya que como se dijo se trata de plazos promedio globales que
varían de país en país y se modifican
sustancialmente con el propio desarrollo de
la epidemia en cada lugar y con la evolución de los tratamientos.
Vías de contagio
Las tres vías de contagio son:
- Vía sexual: a través del
intercambio de fluidos genitales – semen y secreciones
vaginales – con una persona infectada durante las relaciones
sexuales sin preservativo. - Vía sanguínea: cuando la
sangre se
pone en contacto con la de una persona infectada. - Vía perinatal: las mujeres infectadas
pueden transmitir el virus a su hijo mien tras están en
el vientre, en el momento del parto, o
durante la lactancia. Esta vía – de madre a hijo – suela
llamarse transmisión vertical.
DATOS CUANTITATIVOS
Infectados de VIH/SIDA desde el
comienzo de la epidemia
(en millones)
Personas que viven con VIH/SIDA en el
mundo
(en millones)
Distribución según los
continentes
Cantidad de infectados en México,
Brasil y
Argentina
EL SIDA EN LA ARGENTINA
Distribución por regiones en
nuestro país
Nota: Estas seis jurisdicciones suman el 93% del
total de casos con residencia conocida en el
país.
Vías de
contagio
Distribución por sexo y
regiones geográficas
Varones:
Mujeres:
Distribución según
sexo y
edad
Varones:
Mujeres:
DESARROLLO DEL TEMA
La tercera epidemia
"Tras la detección de 43 casos de SIDA entre
los jóvenes convocados para el servicio
militar, el Ejército Argentino pretendía darles de
baja mediante un sello rojo en el Documento Nacional de Identidad que
dijera: SIDA.
El problema del SIDA está sobre el tapete, pero
¿cuál problema? ¿el VIH/SIDA que infecta a
43 jóvenes o el SIDA/estigma que los rotula?
Impacta el dato epidemiológico, inquieta la
respuesta institucional.
Al darle nombre a este problema, bien hace la OMS
(Organización Mundial de la Salud) en denominarla "las
tres epidemias": 1) la infección por el VIH, 2) el SIDA, y
3) la reacción económica, social, política y
cultural.
Aunque sólo está en sus comienzos, esta
epidemia mundial forma ya parte del problema global que plantea
la enfermedad. Como la inquietud del publico va en aumento, el
virus sigue propagándose y los casos de SIDA tienden a
aumentar sin tregua durante los próximos cinco
años, es muy probable que esta tercera pandemia se
intensifique.
Esta tercera epidemia es la que amenaza tener los
efectos más devastadores; para ello cuenta con un
instrumento riesgoso y efectivo: la
discriminación.
Estas tres epidemias -la del virus del SIDA, la del
propio SIDA y las de las reacciones y respuestas sociales-
constituyen en conjunto lo que la Asamblea Mundial de la Salud ha
calificado recientemente de "situación de urgencia
mundial".
Los estudios que analizan las condiciones sociales en
que se desarrollaron otras epidemias registran algunas
coincidencias en lo que a mecanismos sociales se refiere que se
reiteran aún en formaciones socioeconómicas muy
diferentes. Entre estos rasgos comunes, se pueden enumerar los
siguientes comportamientos y actitudes, los
cuales también se observan con la aparición del
SIDA:
Un primer aspecto lo constituye la dificultad para
reconocer el avance de la enfermedad cuando ésta
recién aparece. Esta actitud
renuente provoca obstáculos a la definición de
políticas públicas que incluyan
difusión de información.
Ésta se articula con un segundo aspecto: la
necesidad de buscar culpables de su aparición y
diseminación. En los primeros años se la
asoció con las prácticas homosexuales.
Empezó a ser masivamente conocida como la "peste rosa".
Este nombre, aunque daba cuenta del carácter
epidémico, lo circunscribía a ese núcleo de
los homosexuales. En la Europa medieval
judíos, musulmanes, leprosos y brujas cargaban con
diferentes estigmas que los hacías sospechosos de
diseminar la "peste negra", la terrible peste bubónica.
Los modernos "herejes" señalados para portar la marca de la
transgresión fueron los africanos, haitinos, drogradictos,
homosexuales y prostitutas. La justificación de esta
verdadera partida de caza de los culpables es el fundamento en el
que aún hoy se esconden esas viejas normas de
control
social. Señalar la diferencia, castigar la
transgresión, son fórmulas indispensables para dar
lugar al acto de discriminar.
Así como durante la epidemia de gripe de principios de
siglo los franceses la llamaban la Peste de la Dama
Española y los ingleses le pusieron el apodo de la
Enfermedad Francesa, en nuestros tiempos se sigue discutiendo
acerca del origen del SIDA pensando en rasgos étnicos,
continentales o raciales. Los elegidos en esta oportunidad fueron
los africanos y los haitinos.
Una de las consignas que cundió en los primeros
años y se popularizó rápidamente incluso
plasmándose en la legislación de algunos
países fue: "¡Cuidado con el extranjero!" A modo de
ejemplo, en la década del ´80 en Corea del Sur se
comenzó a exigir el examen de detección del VIH a
los que provenían de otros países.
Así como durante la epidemia bubónica en
el siglo XIV se difundía la idea de que había
enfermos que se esforzaban por contagiar su mal contaminando
paredes y puertas, con el SIDA se rumorea el "peligro" del ataque
de los enfermos munidos de jeringas con su sangre. Este
temor fue expresado por la policía de San Francisco
(Estados
Unidos) en ocasión de la IV Conferencia
Internacional sobre SIDA en la que se organizaron manifestaciones
de protesta por la política inmigratoria de ese
país que prohíbe ingresar a quienes están
infectados con el VIH.
Los grupos de riesgo
La discriminación entonces no abreva en el
prejuicio, sino también en el terror al contagio y en la
construcción social de mitos y
leyendas que
logren afirmar la peligrosidad de quien padece el estigma, para
justificar la segregación, el aislamiento. La sociedad, poco a
poco, va formando y catalogando "grupos de riesgo", como lo son
los homosexuales o los drogadictos. Los integrantes de estos
grupos están condenados a ser prejuzgados por la sociedad, sin
importar cuánto afán pongan en demostrar que toman
las precauciones necesarias para no contraer ni transmitir la
enfermedad (si es drogadicto, no compartir jeringas; si es
homosexual, usar preservativo).
El siguiente caso real ejemplifica perfectamente la
terrible situación de las personas pertenecientes a los
"grupos de riesgo".
"El dia de Acción de Gracias del 1991, Victor
Umpierre murió de SIDA. Pero su familia y
compañero de largo tiempo lo
sobrevivieron. De acuerdo a la ley
puertorriqueña 50% de sus propiedades le pertenecian a su
familia.
Robert tenia derecho al uso de dichas propiedades por el resto de
su vida. Dos meses despues de la muerte de
Victor, su hermana y su padre (Vicky y Victor Sr.) obtuvieron una
orden de la corte para tomar posesión de todas las
propiedades de Robert y Victor. Reclamando que Robert era
responsable por dinero que
Victor le habia tomado prestado a su padre para iniciar una
empresa y por
esa razón el padre de Victor tenia derecho a 50% de todo.
Robert fue expulsado de su propió hogar y oficina y tomaron
todas sus pertenencias incluyendo articulos personales. Luego
Vicky y Victor Sr. Se adueñaron de todas las cuentas de
banco,
acciones y
bienes raices
y confiscaron las obras de arte y
antiguedades. Inclusive Vicky le arranco de las maños el
album de retratos, que era el único recuerdo que le
quedaba de su relación de 10 años con Victor. Lo
único que le dejaron fue dos perros y un gato.
Robert fue obligado a dejar la isla por el ostigamiento constante
y la violencia
fisica que los Umpierre impusieron sobre él.
Así, se vio obligado a vivir a Canadá por
cinco años, subsistiendo de la asistencia social del
gobierno. En
1995, un juez dictó que un administrador
estatal tomaría posesión de todas las propiedades
sin que la familia
Umpierre tuviese acceso a nada hasta que todo fuese propiamente
dividido y que si Robert regresaba a vivir a Puerto Rico su
mitad le sería entregada.
Los Umpierre decidieron ignorar estas deciciones
y la corte parece permitírselo. Han pasado 5 años y
todavía los Umpierre tienen todo y Robert
nada."
Como se puede apreciar, la discriminación furiosa
y ciega de la familia del
difunto Victor hacia Robert, su pareja homosexual, no da lugar al
correcto procedimiento
legal, y esto es por la presunción de los Umpierre de que
Robert fue quien contagió a Víctor de SIDA. Pero,
¿estaban cien por ciento seguros de esto,
mediante exámenes científicos? Y aún si lo
estuvieran, eso no permite que la voluntad del difunto, expresada
claramente en un testamento, pueda ser violada. Por otra parte,
el accionar de la justicia fue
deficiente y denigrante. ¿Hubiese actuado de la misma
manera si hubiese sido una pareja heterosexual?
¿Habría dejado a la esposa y a los hijos en la
calle?
Este caso es una clara muestra de la
ineficacia que tiene la sociedad para acual imparcialmente,
incluso aquellas personas que estudiaron toda su vida para
serlo.
Neoliberalismo y SIDA
Si bien el acto de discriminar se reitera a lo largo de
los años, las formas concretas en que el mismo se expresa
van variando. Hoy no se postula para los enfermos de SIDA el
aislamiento externo que condenaba a los leprosos fuera de las
ciudades medievales. La segregación opera con mecanismos
más sutiles pero igualmente inhabilitantes.
Bajo una supuesta intención humanitaria se
postulan exámenes masivos de la polación con fines
"preventivos". Exámenes pre-ocupacionales que cierran las
puertas del exiguo mercado laboral a los
infectados de VIH; obligatoriedad del estudio para los migrantes,
que restringe el derecho a circular libremente por los
territorios.
Se calcula que aporximadamente el 90% de los 10 a 30
millones de personas infectadas por el VIH en el mundo
está en el grupo de edad
económicamente productiva. Esta cifra demuestra claramente
la incidencia que tiene el SIDA en el área del trabajo. Es
necesaria, pues, la imposición inmediata de
definición de políticas
tanto en las empresas como en
el plano de los gobiernos.
La discusión gira en torno a la
pertinencia de promover exámenes masivos a los
trabajadores. Si bien empresas
transnacionales como IBM o Ciba-Geigy se han pronunciado
contrarias a su realización por el carácter
discriminatorio y estigmatizante, no hay acuerdo general en este
punto y se han verificado diversos casos de expulsión del
trabajo o impedimentos para ngresar a una determindad empresa en
quienes se prueba la condición de portador del
VIH.
En el plano de la definición de políticas
públicas se pone en evidencia la discusión acerca
de quién asumirá los costos de la
atención de los afectados por el SIDA. En
momentos en que el Estado se
desentiende cada vez más de funciones que
hasta no hace mucho se re reconocían como indelegables y
privatiza amplios aspectos de la vida social, los gastos que
demanda la
atención del SIDA se inscriben en una suerte de "tierra de
nadie". Cabal ejemplo lo constituyen los sitemas de medicina prepaga
que no cubren tales servicios y el
desborde de la cada vez más comprimida estructura
sanitaria pública.
La declaración de Luc Montaigner "Creo que
tendremos una solución para el SIDA antes del año
2000, pero sólo beneficiará a los países
desarrollados" a su paso por la Argentina durante
la presentación del "Programa Nacional
de Lucha Contra los Retrovirus Humanos-SIDA" del Ministerio de
Salud y Acción Social muestran las dispares condiciones
que, también en el caso del SIDA, enfrentan los paises del
capitalismo
tardío frente a las posibilidades del capitalismo
avanzado. Muy difícilmente se diseñan
políticas públicas tendientes a morigear los
efectos de la discriminación en países como el
nuestro.
Los casos de discriminación laboral por SIDA
son incontables, y crecen cada día de manera exponencial.
El siguiente, ocurrido en México,
nos sirve de ejemplo.
"Alfonso llevaba cinco años como trabajador
eventual en una empresa
paraestatal mexicana, cuando se presentó la oportunidad de
que se le diera una plaza permanente.
En un país donde la tasa de desempleo se
calcula oficialmente en un 30 por ciento, Alfonso tenía
buenas razones para estar emocionado. Uno de los requisitos para
modificar su situación laboral consistía en una
serie de exámenes médicos. Alfonso se
sometió a ellos sin ningún problema. "Mi salud era
inmejorable, por lo que no tuve ninguna preocupación",
explica Alfonso.
Sin embargo, cuál sería su sorpresa cuando
sus compañeros de trabajo modificaron de repente su
comportamiento hacia él. Algunos incluso le preguntaron
sobre su orientación sexual y su estado de
salud. La secretaria de la empresa le
llamó y le dijo que habían surgido algunos problemas, que
el médico le quería realizar otros estudios, pero
nunca le dio detalles. Le repitieron algunas radiografías
de tórax, "porque según ellos tenía alguna
malformación de columna".
"Me llevaron a la capital del
país, allá directamente se me realizaron pruebas de
sangre, se me interrogó sobre mi vida sexual, indagaron si
había sufrido alguna transfusión, e incluso me
dieron una incapacidad médica, pero nadie hablaba
claramente", recuerda Alfonso. Finalmente, su hermana, quien
también presta sus servicios en
una de las sucursales de la empresa, le
llamó y le pregunó abiertamente: "¿es verdad
que tienes SIDA?".
Las pruebas
iniciales de Alfonso habían incluido, sin su conocimiento,
la de detección del VIH/SIDA. Y antes de que él
mismo se enterara, el resultado positivo de su examen se
convirtió en un secreto a gritos entre sus colegas.
Finalmente la empresa le informó que tenía el virus
que genera el SIDA y que no podía seguir trabajando en esa
empresa, ni menos aún recibir la plaza
definitiva."
La doctora Patricia Campos, secretaria técnica
del Consejo Estatal para la Prevención y el Control del
VIH/SIDA (COESIDA) de Jalisco, señala que existe una Norma
Oficial Mexicana (NOM) a la cual deben adherirse todas las
empresas, centros de salud y población en general en la que se
señala de manera clara que el ser portador del VIH/SIDA no
es razón para que a alguien se le niegue el acceso al
trabajo, o se le despida. Sin embargo las violaciones en ese
sentido se dan en el país y en el mundo de manera
cotidiana.
La posición de la Iglesia frente al SIDA y la
discriminación
A continuación, se encuentra la posición
de la iglesia, resumida brevemente del Informe publicado
por el Comité Ejecutivo de la Federación Luterana
Mundial en junio de 1988.
"La Iglesia debería abrir sus puertas a todos, en
forma incondicional, tal como Cristo abrió la puerta a
todos, sin tener en cuenta quienes eran o lo que habían
hecho. La salvación es dada a todos por gracia, a
través de la fe, y no por causa de hechos o
comportamientos. Al aceptar a todos, Cristo dio acceso a su
perdón y a la nueva vida. Hoy, en su Iglesia, recibimos
est vida nueva por medio de la Palabra y los sacramentos. Al
excluir a alguien de esta fuente de vida, la Iglesia se hace
culpable de la más grave forma de discriminación
que existe.
La difusión del SIDA depende de realidades
culturales, sociales y económicas. La Iglesia
debería cuestionar seriamente su propio papel en el
desarrollo que
facilito la difusión de la enfermedad, y desafiar a sus
propios miembros y a la sociedad para tomar medidas que eliminen
actitudes de
discriminación y acciones
prevalentes en la sociedad.
Discriminación.
La discriminación tiene muchas
facetas:
- inadecuado cuidado profesional para las personas que
son VIH positivos; - estigmatización y aislamiento de la familia,
del contexto social, de la comunidad y de
la Iglesia; - perdida del empleo;
- violencia física y/o
psicológica contra personas de orientación
homosexual, prostituidos y drogadictos; - restricciones de viajes;
- presiones familiares y sociales sobre lo que brindan
ayuda para que no cuiden a las personas infectadas con el
VIH; - negativa a brindar cuidados sanitarios básicos
y seguros de vida o salud; - registros obligatorios;
- rechazo a brindar alojamiento;
- actitud negativa para brindar acceso a la educación, especialmente a los niños;
- análisis obligatorios sin consentimiento;
"chivos expiatorios"; - exclusión de personas, tales como refugiados y
estudiantes procedentes de áreas altamente
endémicas.
En algunos países, el SIDA afectó
principalmente a grupos que ya estaban marginados, y como
consecuencia aumentó la discriminación
(homosexuales, drogadictos intravenosos y prostituidos). El
turismo sexual,
donde varones económicamente poderosos explotan a mujeres
y varones jóvenes, pone en peligro e incrementa el riesgo
de la transmisión del VIH. Esto alienta la
discriminación, ya que ciertos grupos no son considerados
dignos de ser protegidos contra el VIH, sino que son
expuestos al virus por motivos de lucro
económico.
Las estructuras
socioeconómicas en el mundo promueven la pobreza de
ciertas comunidades y grupos, haciendo más vulnerables a
la difusión del SIDA a aquellos que no tienen privilegios.
La lucha contra el SIDA es por lo tanto una lucha contra la
pobreza, el
analfabetismo,
la prostitución, la drogadicción y todas las formas de
desigualdad social. La falta de información tendenciosa
también contribuyen a la
discriminación.
Efectos de la discriminación.
En el nivel individual:
La discriminación afecta profundamente a las
personas. Ella conduce a la perdida de autoestima, a
sentimientos de culpa y vergüenza. A menudo las personas con
SIDA se apartan por sí mismas de la asistencia que
necesitan debido al temor a reacciones negativas de los otros. El
aislamiento aumenta el sentimiento de "ser el único con
SIDA". Ansiedad, depresión
y suicidio pueden
ser los resultados.
Las personas afectadas por el SIDA necesitan ser
aceptadas por la Iglesia y conducidas, junto con todas sus
emociones, al
descubrimiento de su dignidad como creadas a la imagen de
Dios.
La Iglesia debería sostener y cuidar a aquellas
que se están ocupando de las personas con SIDA, para
brindarles fuerzas y coraje para continuar su
ministerio.
En el nivel comunitario:
La discriminación de ciertos grupos lo obliga a
esconderse. La
comunicación, el contacto y la existencia llegan a ser
difíciles y la transmisión del VIH se facilita. La
discriminación de las personas infectadas por el VIH es un
obstáculo serio en la lucha para combatir la
transmisión de la enfermedad. La Iglesia tiene la especial
responsabilidad de reconocer estos grupos
discriminados y sus necesidades.
La Iglesia debe poner de manifiesto las acciones
discriminatorias y desafiar a sus miembros, a la comunidad y al
gobierno de
información y que están altamente expuestos a la
pandemia."
En resumen, se ve claramente cómo la Iglesia
reconoce el problema actual de la "tercera epidemia", lo analiza
e inicia planes de acción para erradicar la
discriminación, ayudando a quienes padecen la enfermedad,
y condenando a aquellos que están involucrados en el acto
discriminatorio.
Aspectos legales
"Declaración de los Derechos Fundamentales de la
persona que vive con el virus del SIDA"
Considerando:
- Que el SIDA, desde el punto de vista de la medicina, es
una enfermedad como las otras; - Que el SIDA es una epidemia mundial y que es preciso
un esfuerzo colectivo mundial para detenerla; - Que no existe peligro de contagio del SIDA excepto a
través de relaciones sexuales sin precauciones
adecuadas, de la transfusión de sangre infectada y de la
transmisión de la madre infectada al feto o al
bebé; - Que desde el punto de vista planetario es la
Humanidad la que se encuentra seropositiva, no existiendo una
"minoría" de enfermos; - Que contra el pánico, los preconceptos y la
discriminación, la práctica de la solidaridad es
esencial;
Por todo ello proclamamos:
- Todas las personas tienen derecho a la
información clara, exacta y científicamente
fundada acerca del SIDA, son ningún tipo de
restricción. Las personas que viven con el virus del
SIDA tienen derecho a informaciones específicas sobre su
condición como tales. - Toda persona que vive con el virus del SIDA tiene
derecho a la asistencia y al tratamiento, suministrados ambos
sin ninguna restricción y garantizando su mejor calidad de
vida. - Ninguna persona que viva con el virus VIH/SIDA
será sometida a aislamiento, cuarentena o cualquier tipo
de discriminación. - Nadie tiene derecho a restringir la libertad o
los derechos de
las personas por el único motivo de que estas personas
convivan con el virus VIH/SIDA, cualquiera sea su raza,
nacionalidad, religión, ideología, sexo u orientación
sexual. - Toda persona que viva con el virus VIH/SIDA tiene
derecho a la participación en todos los aspectos de la
vida social. Toda acción que tienda a recusar a las
personas que conviven con el VIH/SIDA para un empleo, un
alojamiento, una asistencia o a privarlos de ello, o que tienda
a restringirles la participación en las actividades
colectivas, escolares y/o militares, debe ser considerada
discriminatoria y punida por la ley. - Todas las personas tienen derecho a recibir sangre y
hemoderivados, órganos o tejidos que
hayan sido rigurosamente analizados y comprobada en ellos la
ausencia del virus del SIDA. - Nadie podrá hacer referencia a la enfermedad
de alguien, pasada o futura, o al resultado de sus análisis para el SIDA sin el
consentimiento de la persona involucrada. La privacidad de la
persona que vive con el virus VIH/SIDA deberá ser
asegurada por todos los servicios médicos y
asistenciales. - Nadie será sometido compulsivamente, en
ningún caso, alos análisis para el SIDA. Estos
deberán ser usados exclusivamente para fines
diagnósticos, para el control de personas o poblaciones.
En todos los casos de análisis, los onvolucrados
deberán ser informados previamente y los resultados
deberán ser comunicados por un profesional
competente. - Toda persona que vive con el virus VIH/SIDA tiene
derecho a comunicar sólo a las personas que él
desee hacerlo su estado de
salus o el resultado de sus análisis. - Toda persona que viva con el virus tiene derecho a la
continuación de su vida civil, profesional, sexual y
afectiva. Ninguna acción podrá restringir sus
plenos derechos a la ciudadanía.
Conferencia de Montral, 1988. Adoptada por la
FUNDACIÓN RED.
Declaración consensual sobre el SIDA en las
escuelas
A. Personas que solicitan un empleo de maestros o
algún otro puesto de la administración escolar, o alumnos que
desean ingresar en la escuela.
La detección del VIH-SIDA en el marco de las
pruebas de evaluación
previa de la aptitud para desempeñar un empleo o para
asistir a la escuela es
innecesaria y no debe exigirse. Este tipo de detección se
basa en métodos
directos (determinación de anticuerpos contra el VIH) o
indirectos (evaluación
de los comportamientos peligrosos) o en preguntas sobre pruebas
precedentes de investigación del VIH. La detección
del VIH-SIDA previo al empleo o a la admisión en un
establecimiento escolar, así como con otros fines, plantea
graves problemas de
discriminación y debe ser objeto de un examen
complementario detallado.
B. Personas que trabajan en el medio escolar o
asisten a la escuela.
- Detección del VIH-SIDA: es innecesaria y no
debe exigirse la detección del VIH-SIDA sea por métodos
directos (investigación del VIH) o indirectos
(evaluación de comportamientos peligrosos) o mediante
preguntas sobre investigaciones
precedentes. - Confidencialidad: debe preservarse la
confidencialidad relativa a toda información de
carácter médico, inclusive sobre el estado de
salud con respecto al VIH-SIDA. - Información a la
administración o al servicio
médico escolar: ni el maestro ni ningún otro
miembro del personal
escolar ni el alumno tienen obligación alguna de
informar a la administración o al servicio
médico escolar acerca de su propia situación
respecto al VIH-SIDA. - Protección del personal de la escuela y los
alumnos: hay que proteger al personal y a los alumnos del
establecimiento escolar que estén infectados o a los que
se consideren infectados de VIH de toda estigmatización
o discriminación por parte de sus colegas, asociaciones
sindicales, empleadores, alumnos, padres y la comunidad en
general. La información y la
educación son condiciones esenciales para preservar
el clima de mutua
comprensión indispensable para dicha
protección. - Acceso del personal de la escuela de los alumnos a
los servicios: los maestros y demás personal, así
como los alumnos y sus familiares deben tener acceso a los
programas de
información y educación sobre el VIH-SIDA, así
como los servicios apropiados de consejo y envío de
casos a instancias especializadas. - Prestaciones: los maestros y demás miembros
del personal escolar infectados por el VIH no deben ser objeto
de discriminación alguna, deben tener acceso a las
prestaciones
usuales de la seguridad
social y a otros privilegios relacionados con su actividad
profesional. - Modificaciones razonables en las condiciones de
trabajo o escolaridad. La infección por VIH no
entraña de por sí ninguna limitación de la
aptitud para trabajar o para asistir a la escuela. Si esta
aptitud está restringida por alguna enfermedad
relacionada con el VIH, habrá que modificar
razonablemente las condiciones de trabajo o de escolaridad en
beneficio del interesado. Cualquier decisión al respecto
deberá basarse en criterios médicos. - Mantenimiento del empleo o de la asistencia a la
escuela: la infección por el VIH no es motivo de cese en
el empleo o de suspensión de la asistencia en la
escuela. Como ocurre con otras muchas enfermedades las personas
con afecciones relacionadas con el VIH siguen siendo capaces de
trabajar o de asistir a la escuela mientras se mantengan
médicamente aptas para desempeñar actividades o
trabajos apropiados.
Formas de comportamiento ante personas con
SIDA
Es un tema sumamente delicado y complejo, el de
cómo tratar a una persona con el virus del SIDA. La
mayoría de las personas, frente a la situación de
tener un amigo o familiar infectado, reaccionan de manera
errónea; juzgándolos, hostigándolos con
preguntas al principio, y abandonándolos en la soledad
después. Esto ocurre por diferentes causas antes
nombradas, como el prejuicio, el miedo y la falta de
información. Por ende, es muy importante conocer bien la
enfermedad, saber su forma de actuar, su modo de contagio,
qué se puede hacer y qué no. También es muy
importante referirse a las personas con el virus de manera
adecuada, utilizando los términos correctos, que no
contengan ninguna clase de tono despectivo.
Es por eso que a continuación, exponemos tres
textos que cubren la información básica y el
comportamiento correcto y humano que debe tener una persona si
tiene la indeseable oportunidad de poseer un conocido con
SIDA.
Los NO de la infección: comportamientos que no
contagian el SIDA
El virus NO se encuentra en los cabellos. Por ello no
hay riesgo de infección:
- al usar el mismo peine, el mismo
shampú - al usar el mismo gorro de baño
- al acariciar la cabeza de un infectado.
El virus NO se encuentra exteriormente en la piel. Por lo
tanto, no hay riesgo de infección:
al dar la mano
- al abrazar
- al besar
- por usar la misma ropa
- por sentarse en el mismo inodoro, la misma
silla - por usar la misma ducha, jabón,
toalla - al palpar, percutir, auscultar, bañar o
cambiar de ropa a un paciente.
El virus NO se transmite por saliva, si lo hiciese, el
estornudo contagiaría y ya estaríamos casi todos
infectados. Entonces, no hay riesgo de
infección:
- al toser
- al estornudar
- al beber del mismo vaso
- al tomar mate de la misma bombilla
- al compartir un cáliz en una comunión
de pan y vino - por el beso de boca a boca.
El virus NO es transmitido por insectos. Por eso no hay
infección:
- por picadura de mosquitos, vinchucas,
etc.
El virus NO afecta animales. Por eso
no hay riesgo de infección:
- por jugar o poseer animales
domésticos - por comer carne mal cocida.
En resumen, la convivencia con una persona con SIDA es
totalmente posible, por lo cual no existe razón
alguna para el abandono o el aislamiento, o la apartación
de la persona infectada.
Terminología correcta para referirse a
enfermos del SIDA.
Sí, personas con SIDA
No, sidásicos o sidosos
Pues la enfermedad no destruye la condición de
persona y el virus no destruye la identidad.
Sí, sufrimiento humano
No, castigo de Dios
Pues se trata del padecimiento del ser humano y no de
una pena que se impone por delitos o faltas
a leyes divinas o
humanas.
Sí, enfermedad incurable
No, enfermedad mortal
En cuanto es una enfermedad que por hoy no se puede
curar, pero en algunos no es necesariamente mortal.
Sí, diagnostico medico
No, diagnostico moral
Pues el reconocimiento se realiza según indicadores
objetivos y no
según opiniones de conciencia.
Sí, epidemia
No, flagelo
En cuanto esta enfermedad puede afectar a la población en general, y no es azote o
instrumento de castigo a grupos particulares.
Sí, enfermo
No, víctima
Las personas con SIDA son enfermos porque padecen
perdida de la salud como una realidad de las consecuencias de su
propia vida, y no por transgresiones que deben ser
penalizadas.
Cuando un amigo tiene SIDA
El VIH, como se ha descrito anteriormente, no se
transmite por contactos que normalmente ocurren en la convivencia
cotidiana. Es un virus muy frágil. Si no se practican
estos comportamientos, no hay por qué temer de contraer el
VIH
Cuando personas que uno conoce se enferman,
especialmente con una enfermedad seria como el SIDA, uno puede
llegar a sentirse impotente e inadecuado. Puede ocurrir que
después de decirle a un amigo enfermo "llamá si
necesitás algo", por miedo o por inseguridad
luego se arrepienta de haberlo hecho. He aquí algunas
sugerencias que podrían ayudarnos a asistir a amigos
enfermos.
- Aprenda tanto como pueda acerca del VIH y el
SIDA. - No rehuya. Esté ahí para él o
ella — eso le proveerá una esperanza. - Haga contacto físico. Un simple apretón
de manos o un abrazo puede hacerle saber que usted
todavía le quiere. - Llame y pregunte si le parece bien que le visite
antes de hacerlo. Su amigo/a podría no tener deseos de
recibir una visita ese día. No tenga miedo de volver a
llamar y visitarle en otra ocasión. Sus amigo/a le
necesita. Ahora es el momento en que su amistad puede
ayudar al enfermo a mantenerse lejos de la soledad y el
miedo. - Responda a las emociones de su
amigos. Llore con ellos cuando lloren. Ría con ellos
cuando rían. No tenga miedo de compartir estas
experiencias — hacerlo es saludable. - Llame y ofrezca llevarle su comida favorita. Pregunte
cuándo es el mejor momento para ir. Traiga la comida en
envases desechables de manera que no haya que preocuparse de
lavar platos sucios. Compartan una cena. - Vayan a dar un paseo o caminata, pero pregunte antes
y tenga presente cuáles son sus
limitaciones. - Ofrézcase ayudarle a contestar cualquier
correspondencia con la que puedan tener
dificultades. - Celebre los días de fiesta y la vida
ofreciéndose a decorar su casa o su cuarto en el
hospital. Incluya a sus amigos en las festividades especiales.
Un día de fiesta no tiene que estar marcado en el
calendario, cualquier día se puede hacer un día
de fiesta. - Recuerde a los familiares y compañeros/as de
su amigo/a. Aunque su amigo/a es el/la que está
enfermo/a, ellos también pueden estar sufriendo. Las
personas que cuidan a los enfermos también pueden
necesitar un descanso de vez en cuando. Ofrézcales
quedarse con la persona enferma para darles un descanso o
invítelos a salir. Ofrézcase a
acompañarlos. Estos también pueden necesitar a
alguien con quien hablar. - Ayude a cuidar los hijos de su amigo/a.
- Sea creativo: traiga libros,
cintas de video,
revistas, música,
un afiche para la pared, o algún postre hecho en casa.
Envíele tarjetas que
digan que usted se interesa por el/ella. Todo esto puede ser
muy importante y traer alegría. - Traiga a algún otro amigo/a que quizás
todavía no haya venido a visitar. - No tenga miedo de preguntar sobre la enfermedad, pero
sea sensitivo/a si su amigo/a desea hablar sobre esto o no.
Alguna gente necesita hablar de su condición. Usted
puede saber como se siente su amigo/a al respecto preguntando
algo como: ¿te gustaría hablar de cómo te
sientes? Asegúrese de no presionar a sus amigos a
hablar. - Al igual que otras personas, las personas que tienen
VIH o SIDA pueden tener días buenos o malos. En
días buenos trátelos como haría cualquier
otro día. En los días malos bríndeles
atención especial, cariño y
compasión. - No es necesario hablar todo el tiempo. Está
muy bien sentarse juntos en silencio leyendo, oyendo música,
viendo televisión o simplemente tomados de
manos. Se puede expresar mucho sin palabras. - ¿Puede llevar a sus amigos a algún
sitio? Estos pueden necesitar transportación para ir al
doctor, ir de compras, ir
al banco, ver una
película o cualquier acontecimiento en la comunidad.
¿Qué tal dar una vuelta a la playa o al
parque? - Anime a sus amigos a tomar decisiones. La enfermedad
puede causar una pérdida de control sobre muchos
aspectos de su vida. No les niegue la oportunidad de tomar
decisiones, no importa cuan simple o tontas puedan parecerle
éstas a usted. - Prepárese para aceptar que sus amigos se
enfaden con usted sin razón aparente, aunque usted haya
estado con ellos y haya hecho todo lo que pudiera. Recuerde que
el enfado y la frustración muchas veces se dirigen a las
personas que más queremos porque es más seguro y puede
ser entendido por éstas. - Mantenga a sus amigos informados sobre organizaciones,
clubes, actividades y amigos mutuos. Hábleles de lo que
está ocurriendo. Sus amigos pueden estar cansados de
hablar de síntomas, doctores y tratamientos. Sea
perceptivo a las indicaciones que éstos puedan darle al
respecto. - Los amigos y amantes también son familia.
Demuestrelo comportándose como un miembro de la familia
y/o reconociendo la importancia de estas relaciones si usted es
un familiar o un profesional de la salud. - Si usted es religioso, pregunte si puede orar por sus
amigos. No tenga miedo a compartir su fe. La fe religiosa y la
espiritualidad pueden ser muy importantes en momentos como
éste. - No le permita a sus amigos culparse a sí
mismos por su enfermedad. Esto puede ser particularmente
difícil. - Ofrézcase a ayudar con la limpieza de la casa,
quizás sacar la basura,
lavar la ropa, fregar los platos, regar las plantas, o
dar comida y pasear a los animales domésticos. Esta
ayuda puede ser apreciada más de lo que usted piensa. En
todo caso no haga cosas que sus amigos todavía pueden
hacer. Siempre pregunte ante de hacer algo. - No sermonee o se enfade con sus amigos si le parece
que éstos manejan su enfermedad en una forma que usted
no cree apropiada. Puede ser que usted no entienda como se
sienten y porqué toman ciertas decisiones. - No confunda la aceptación de la enfermedad con
la derrota. Esta aceptación puede ayudar a sus amigos a
sentirse liberados y con un sentido de su propio poder. - No permita que sus amigos y las personas que los
cuidan se aíslen. Déjeles saber acerca de grupos
de apoyo y otros servicios prácticos ofrecidos sin cargo
alguno por organizaciones
locales. - Hable del futuro: mañana, la próxima
semana, el año que viene. Es bueno mirar hacia el
futuro, sin negar la realidad de hoy. Es importante mantener la
esperanza en este momento. - Tenga una actitud
positiva. Esto es contagioso. - Finalmente, cuídese usted mismo. Reconozca su
propias emociones y hónrelas. Comparta su dolor, su
rabia, sus sentimientos de impotencia y por los que esté
pasando, con otros amigos o en un grupo de
apoyo. Recibir el apoyo que usted necesita durante este tiempo
le ayudará a ser un buen amigo para sus
amigos.
RECORTES
PERIODÍSTICOS
LA EPIDEMIA DEL SIGLO: ENTREVISTA A
JULIO GONZALEZ MONTANER
"Casi no hay mortalidad por sida en
Canadá"
El especialista asegura que en
ese país, donde dirige la Red de Ensayos
Clínicos, con 3.500 pacientes, la mortalidad ya
bajó casi a cero gracias al uso de cócteles de tres
drogas
· Y a que el Estado cubre el ciento por ciento de los
tratamientos
Por PAULA ANDALO. De la Redacción de Clarín
El científico argentino Julio
González Montaner, director de la Red de Ensayos
Clínicos en la Columbia Británica, Canadá,
pasó por Buenos Aires con
diapositivas, cd roms,
nuevos estudios y buenas noticias. En el país donde vive
desde hace diecisiete años, la mortalidad por sida ya
casi no existe.
Gracias a los tratamientos con combinaciones de tres drogas, que el
Estado provee gratuitamente y sin interrupciones, las salas de
internación de los hospitales están vacías,
los pacientes mejoraron su calidad de vida y
muchos volvieron a trabajar.
-¿Cómo se logra que la mortalidad por sida baje
casi al cero absoluto? -Creo que tiene que ver con la
expansión de las alternativas de tratamiento. Cada vez hay
drogas más potentes, que generan menos efectos
secundarios. Además, comenzamos a usar un nuevo examen,
que se llama "testeo de resistencia", que
nos ayuda a delinear mejor las terapias y tener más
éxito.
-¿Qué es el "testeo de resistencia"? -Es
una prueba de biología molecular
que permite ver cuándo el virus logra resistir a alguna
droga y anular
su efecto terapéutico. Antes, cuando una terapia
fracasaba, se cambiaban todos sus componentes. Ahora comprendimos
que si la carga viral (la cantidad de virus que hay por mililitro
de sangre) sube, no significa que todas las drogas
estén funcionando mal.
-¿Eso permite armar una nueva estrategia
terapéutica? -Ahora podemos diseñar un nuevo
tratamiento sin asumir que todo lo anterior falló. Una
investigación estadounidense demostró que cuando
uno realiza el testeo de resistencia se logra el doble de
éxitos que cuando no lo realiza. Esperemos que este
test se comience
a utilizar pronto en la Argentina.
-¿Todos los pacientes desarrollan resistencia a las drogas?
-Sí. Es más: el virus es tan fuerte que se
comprobó que del 5 al 10 por ciento de los infectados ya
tiene resistencia antes de comenzar el tratamiento.
-Además de las nuevas drogas, ¿por qué otros
motivos se logra bajar el porcentaje de mortalidad? -Es
fundamental que la distribución de drogas a nivel estatal sea
eficiente. Tomar la medicación en forma errática es
muy peligroso. Está comprobado que eso fortalece al VIH y
atenta contra los tratamientos. Además, es peligroso desde
el punto de vista de la salud
pública porque la cadena de contagio se nutre de un
virus mucho más potente.
-¿Depende también de la droga? -No
importa la droga; no hay que entrar en el marketing de
las empresas. El espectro de drogas es amplio y día a
día se mejora la calidad de los
medicamentos.
-¿Tratar bien a los pacientes termina siendo más
económico? -En Canadá, la relación costo-beneficio
está a la vista. Las salas de sida de los hospitales hoy
están vacías. Las personas llegan ahora a la
consulta para un seguimiento médico y no agobiadas por
enfermedades oportunistas. Hay un porcentaje de pacientes que
está trabajando y que mejoró notoriamente su
calidad de
vida. Se ve que la gente está mejor.
González Montaner tiene 43 años recién
cumplidos (festejó en la casa paterna de la calle Alberdi
el 13 de abril, con toda la familia y dos de sus cuatro hijos) y
maneja una red
médica y de investigación que controla el curso del
VIH/sida en 3.500 pacientes. En julio del año
pasado tuvo a su cargo la conferencia
principal de la XII Conferencia Internacional de Sida que se
realizó en Ginebra.
En aquella oportunidad, frente a 10.000 especialistas de todo el
mundo reunidos en Suiza, dijo que "el desafío es
reducir el número de comprimidos que un paciente
debe tomar, para lograr la adherencia: no se puede iniciar un
tratamiento con seguridad a menos
que haya un alto nivel de compromiso del paciente a largo
plazo".
-¿Es posible que un paciente cumpla con tratamientos tan
rigurosos? -La clave es simplificar el tratamiento y lograr el
mismo efecto antiviral. Varias drogas disponibles parecen ser
candidatas para terapias de una dosis diaria. Esto podría
permitir el tratamiento directamente observado (DOT), un
seguimiento más personalizado del paciente, estrategia que
demostró ser de mucha ayuda en el manejo de otras
condiciones crónicas como la tuberculosis.
-¿Hasta ahora fracasaron los intentos de suspender
terapias? ¿El virus siempre vuelve a reproducirse?
-Nosotros hicimos un estudio con 20 pacientes tratados que
habían permanecido con sus cargas virales indetectables
durante un año y medio. A todos ellos se les
suspendió la terapia y a los siete días ya se les
podía detectar el VIH. Lo mismo pasó con otro
paciente que tuvo su carga viral indetectable durante tres
años.
-Pero el científico estadounidense David Ho dijo hace dos
años que la erradicación sería posible en
pacientes tratados con
cócteles a los que no se le detectara el virus por
más de tres años…
-Sí, como hipótesis sigue
siendo interesante, pero todavía no se pudo comprobar en
seres humanos. Es que pareciera ser que el virus siempre
encuentra dónde esconderse en el organismo. Y allí,
en su escondite, permanece latente, listo para reproducirse de
nuevo en el momento en que se interrumpe el tratamiento. Por eso
remarcamos tanto dos cosas: distribuir drogas gratis y no
abandonar las terapias.
-¿Significa que ese virus que reaparece es más
virulento? -Se ha demostrado que la interrupción de
terapias de tres drogas resulta en la aparición de cepas
(tipos) de virus más salvajes.
-Entonces la palabra cura sigue siendo una utopía.
-Por ahora, hay que entender al sida como una enfermedad
crónica que requiere un tratamiento de por vida. Pero la
cura siempre seguirá siendo una meta de la investigación científica.
© Copyright 1996-99 Clarín
Digital. All rights reserved
HOSPITAL PUBLICO DE MENDOZA
Indemnizan a una mujer que se
contagió el virus del sida
La principal obra social de la
provincia tendrá que pagarle 900.000 pesos ·
También la contagiaron de hepatitis y
Chagas · Fue en transfusiones de sangre
Mendoza. Corresponsal
Un juez civil condenó a la
principal obra social de la provincia a pagarle más de 900
mil dólares a una mujer que fue
contagiada de sida, hepatitis C y
chagas en un hospital público donde recibió varias
transfusiones de sangre.
La mujer se
infectó hace 9 años en el Hospital del Carmen, uno
de los más antiguos de Mendoza, cuando fue atendida de
urgencia porque perdió un embarazo.
El fallo, fue dictado por el juez Luis Angel Plana Alsinet, del
Juzgado Civil N 9, y podría ser apelado por la Obra Social
de Empleados Públicos (OSEP) que tiene a su cargo el
hospital y atiende a más de 280 mil afiliados.
En los fundamentos, el magistrado califica al estado en el que se
encuentra el Hospital del Carmen como "calamitoso" e indica que
recorrer sus instalaciones "es un viaje penoso a lo
obsoleto".
El juez Plana Alsinet también critica las
políticas asistenciales y las falencias de caracter
"científico, tecnológico y organizativo" de las
áreas públicas de salud que "se traducen en
innumerables errores atribuibles a la desidia y una conocida
causa: la improvisación, sobre cuyo lomo jinetearon los
técnicos argentinos, a quienes alguna vez se los
calificó absurdamente de artistas".
Todo comenzó a principios de
1990 cuando la mujer -su
nombre se mantiene en reserva- fue internada de urgencia en el
Hospital del Carmen. Perdió un embarazo de 8
meses y tuvo una severa hemorragia por lo que fue
necesario practicarle una histerectomía
(extirpación del útero).
La mujer perdió mucha sangre durante la operación y
mientras estuvo internada recibió 37 transfusiones, que se
habrían realizado sin las prevenciones y controles
necesarios.
Pocos meses después, y cuando ya había iniciado
trámites legales para adoptar un hijo porque ya no
podía concebir uno, comenzó a padecer fuertes
estados febriles e inflamación de ganglios.
Tres años más tarde, y después de varios
análisis y tratamientos, se enteró de que
padecía sida, hepatitis C y mal de chagas; esta
última enfermedad es endémica y la tiene el 10 por
ciento de los donantes de sangre de la provincia.
El juez Plana Alsinet condenó a la OSEP porque
consideró probado que el contagio se produjo por
transfusión sanguínea ya que la mujer es ama de
casa, sin antecedentes de vida promiscua ni adicción a las
drogas que hagan presumir otra vía de infección.
Además, su marido no tiene el virus HIV.
Su defensor, el abogado Eugenio Heras, comentó a
Clarín que se trata de un caso de "mala praxis
institucional, donde las fallas están relacionadas con el
sistema de salud
y la asistencia que brindan los hospitales públicos y
obras sociales". Y adelantó que aceptarán un
"acuerdo de pago, en cuotas" en caso de que la obra social decida
no apelar la sentencia de primera instancia.
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Adelantos en el tratamiento HIV/SIDA en
el país
La calidad de vida es clave para el éxito de la
terapia
GINEBRA, Suiza.- Como el compromiso de los pacientes
demostró ser una de las claves para que el tratamiento sea
exitoso, los especialistas en SIDA apuntan a facilitar la vida
cotidiana de los enfermos con un objetivo: que
no abandonen la terapia.
Aunque hablaban en distintas lenguas, los médicos
reunidos en esta ciudad para la presentación de una nueva
droga contra el virus tenían un lenguaje
común. Todos coincidían en la importancia de
mejorar la calidad de vida de los pacientes para aumentar
así la adherencia, es decir, el cumplimiento al
tratamiento.
Presentaron el Fortovase NF, y como esta nueva
formulación se toma dos veces al día, en lugar de
las tres ingestas que obligaba su antecesora, la diferencia
redunda en la disminución del abandono del
tratamiento.
"En los últimos tiempos, los esquemas de
tratamiento se adaptan al paciente y no al revés",
señaló la infectóloga Isabel Casetti,
coordinadora de la Fundación Centro de Estudios
Infectológicos (Funcei). Según la especialista, la
falta de adherencia, junto con la toxicidad y la resistencia a
las drogas, es la principal causa por la que falla un
tratamiento.
Marcelo Losso, coordinador del Servicio de
Inmunocomprometidos del hospital Ramos Mejía,
explicó que "los enfermos sometidos a los cócteles
de drogas tienen que ingerir entre 10 y 20 pastillas por
día, además de beber una abundante cantidad de
líquido para evitar los problemas renales. Otros deben
eliminar la ingesta de comidas grasas o realizar ayunos de dos o
tres horas antes y después de tomar ciertas
píldoras. No es nada sencillo".
A modo de ejemplo, el médico Daniel David, jefe
de la Unidad de Cuidados Intermedios del hospital Rawson de la
capital de
Córdoba, reconoció que el 70% del mal cumplimiento
en su provincia hizo que el virus se volviera resistente a las
drogas.
La nueva droga, que reduce la cantidad de virus en
sangre, fue presentada ante un auditorio de más de 300
especialistas de todo el mundo.
El laboratorio
Roche desarrolló este nuevo medicamento, que ya se vende
en la Argentina, con el nombre comercial de Fortovase NF. Es una
segunda formulación de la droga Saquinavir, una inhibidora
de la proteasa, que bloquea la enzima necesaria para que el HIV
crezca dentro de las células
que infecta.
El remedio se utiliza en cócteles, combinado con
otras drogas, y según se dijo en su presentación la
droga es entre ocho y 10 veces más efectiva en su
actividad antiviral que la versión anterior.
Después de dos años de estudios,
aproximadamente el 80 por ciento de los participantes del estudio
de Roche tuvo una sostenida supresión del
virus.
Durante la presentación, los médicos
también hicieron experiencias interactivas para probar la
eficacia de un
test de
resistencia. El método,
descripto en esta misma página, les permite saber a
qué droga se volvió resistente el
enfermo.
Una herramienta más
Los cócteles de drogas combinadas comenzaron a
utilizarse en la Argentina en 1996 y revolucionaron las terapias
que existían hasta entonces para atacar al
SIDA.
"Tenemos sólo 12 o 13 drogas disponibles para
armar los cócteles. Contar con una más de primera
línea es muy importante", destacó a La
Nación, en la presentación de esta droga, el
médico Jorge Benetucci, del Servicio de
Infectología del hospital Muñiz.
"Sumar una nueva droga al armamento disponible es muy
bueno", agregó Losso. "La aparición de una nueva
alternativa en el tratamiento siempre es un progreso,
particularmente en esta época en que la resistencia al
virus es un verdadero problema -aseguró a La
Nación la infectóloga Isabel Casetti-. Cuantas
más opciones tengamos, el manejo de los pacientes va a ser
más fácil."
El remedio integra el vademécum del Programa Nacional
de Lucha contra los Retrovirus, SIDA y Enfermedades de
Transmisión Sexual, por lo que se entregará sin
cargo a los pacientes recetados.
La directora del Programa Nacional de Lucha contra el
SIDA, Laura Astarloa, precisó que las proyecciones
señalan que unas 120.000 personas padecen la enfermedad en
nuestro país, aunque oficialmente sólo se habla del
30% de esa cantidad. Sin embargo, hasta este año, se
reportaron 14.289 casos, que corresponden a aquellos pacientes
declarados y bajo tratamiento.
Por Cynthia Palacios
Copyright © 1999 La
Nación | Todos los derechos reservados
APRECIACIÓN
PERSONAL
(ACEPTACIÓN O REFUTACIÓN
DE LA HIPÓTESIS)
Tras haber investigado, recopilado información,
reflexionado, redactado, y elaborado esta monografía,
muchas dudas y muchos interrogantes sobre la
discriminación que colleva el SIDA se disiparon. Tenemos
ahora una visión más clara de la situación
actual, de lo que pasa realmente en el mundo.
Al redactar la hipótesis,
teníamos una leve noción de que el SIDA, como toda
pandemia, provoca cierta discriminación entre la sociedad.
Lo que no nos imaginamos es que esta discriminación sea
tan grave, que se esté en constante controversia si es
peor la discriminación o la enfermedad misma. Tampoco nos
imaginamos que esta discriminación pudiese llegar a
considerarse por la
Organización Mundial de la Salud, como una epidemia
más de las que ya existen.
Por suerte, también encontramos que hay grandes
cantidades de técnicas,
instrucciones a seguir, redactados y llamados para que esta
"epidemia" se erradique. Éstos nos enseñaron el
lado humano de la enfermedad, nos hicieron ver lo que las
personas infectadas sienten, y las maneras correctas de
referirnos a ellas y de tratarlas.
Pero lamentablemente descubrimos que, si bien se
está haciendo un esfuerzo sobrehumano por parte de las
organizaciones internacionales en lucha contra el SIDA por
erradicar tanto la enfermedad como la discriminación que
ésta trae, en la actualidad la pandemia está en
increíble ascenso, y el flagelo de la tercera epidemia
está lejos de ser erradicada. Esto nos lleva a pensar
seriamente en el tema, y a preguntarnos, ¿qué
pasará si en un futuro la cantidad de infectados llega a
igualar o incluso superar la cantidad de personas libres de
SIDA?. Si los prejuicios sociales que hoy existen llegasen a
mantenerse, ¿es asarozo pensar en que se llevarían
a cabo medidas extremas, como el aislamiento de aquellos que se
encuentran enfermos? Ante esta suposición, que por
más loca e improbable que parezca ya se está dando
en distintas partes del mundo, no está de más hacer
mención al opúsculo o relato corto de el
célebre escritor Edgar Allan Poe
"La Máscara de la muerte Roja",
en el cual una terrible enfermedad azota un pueblo medieval, y el
rey del pueblo, desesperado por evadirla, construye un muro
alrededor de los enfermos y los aisla brutal y completamente. El
final es una moraleja y a la vez un terrible panorama de lo que
en realidad podría llegar a pasar en el mundo si no se
logra destruir la enfermedad: "Y la tiniebla, y la ruina, y la
"Muerte Roja"
tuvieron sobre todo aquello ilimitado dominio."
Por todo lo mencionado anteriormente, decidimos cerrar
esta monografía con una apelación y una nueva
hipótesis.
La apelación:
Tengamos todos los humanos de esta tierra la
inteligencia y
la capacidad para tratar a cualquier otro ser humano como
tal.
La hipótesis:
¿Seremos capaces de hacerlo?
Bibliografía
- "Actualización informativa sobre VIH-SIDA"
Elaborado y sintetizado por LUSIDA y el Componente de Comunicación Social - Infome Final. Estado y tendencias de la pandemia
mundial del VIH-SIDA. Julio de 1996 - ONUSIDA y OMS. VIH-SIDA: La epidemia mundial.
Diciembre de 1997. - Revista "Margen" nº1. Octubre 1992. "Sida,
discriminación y control", por Lic. Graciela
Touzé y Lic. Diana Rossi. - "México, discriminación laboral por
HIV" por Alicia Yolanda Reyes - Diario "El Popular"
- Publicación semanal "Mailing"
- Diario "Clarín" y "Clarín
Digital" - Diario "Página 12"
- Diario "La Nación Online"
- "Declaración Consensual sobre el SIDA en las
Escuelas" - "Cuando un amigo tiene SIDA", anónimo
publicado en Internet. - "Declaración de los derechos fundamentales de
la persona que vive con el virus del SIDA" - "Una persona con SIDA lucha por justicia"
- "El SIDA: Responsabilidad educativa de todos", documento
publicado por Internet en
1992 por el Ministerio de Cultura y
Educación de la Nación, programa
"Educación y problemas
sociales"
Autor:
Bruno Vecchi
Estudiante secundario