- La literatura
alejandrina - La
literatura latina - La
literatura en el Cristianismo - La
literatura en el Medioevo - Nacimiento de
la literatura como profesión universitaria. Trabajo
histórico - Orígenes
científicos de la literatura. Trabajo
epistemológico - Orígenes
del quehacer literario en América y en Colombia. Trabajo
histórico - Modelo
universitario y práctica pedagógica aplicada a su
profesión. Trabajo analítico - Modelo
filosófico sobre la evolución del pensamiento
pedagógico en la literatura. Trabajo
epistemológico
La Historia de la Literatura comienza desde el
mismo momento en que la raza humana es capaz de procesar una
información y transmitirla a través
del lenguaje. Los
pueblos mal llamados primitivos comienzan a observar una serie de
fenómenos naturales, como puede ser una tormenta de nieve
o una sequía, el nacimiento de un nuevo integrante de la
comunidad o
la muerte de
alguno de ellos, una enfermedad, o un rayo que parte un
árbol consumiéndose rápidamente a causa del
fuego que se propaga… El hombre
comienza a establecer relaciones entre los fenómenos y a
buscar explicaciones sobre los mismos… es el inicio de lo
que hoy conocemos como mitos.
Estos primeros esbozos de comprensión y
aprehensión del mundo que lo circunda evolucionarán
hasta convertirse en mitos cosmogónicos. Paralelo a toda
esta construcción de un pensamiento
mítico surge otra forma de relato: el pictórico. El
artista del paleolítico utiliza la representación
plástica – pintura y
escultura – como un medio de dominar la realidad. Representando
un bisonte puede obtener su fuerza, pero
también puede lograr una buena cacería.
El pensamiento mítico y su representación
oral o plástica, coadyuva a la unión y permanencia
del grupo. El
artista y el contador de historias pronto adquieren
características cuasi sagradas, por lo que pronto son
equiparados a sacerdotes o chamanes. El artista jugó desde
la antigüedad un rol decisivo en su comunidad. Si la caza, y
posteriormente la agricultura,
habían sido malas, el chamán narraba los mitos
cosmogónicos relacionados con el problema a resolver. De
esta forma se estaba buscando una solución, a todas luces
mágica.
Los mitos cosmogónicos siempre relatan los
orígenes de la vida, de los elementos naturales, y su
recreación permanente asegura el tiempo
primordial necesario para la preservación de la vida, de
la especie, del mundo. Pero también regenera el tiempo, lo
purifica. Y por extraño que nos parezca a nosotros y
nosotras, hombres y mujeres de los siglos XX y XXI, cuando hemos
logrado llegar a la luna, cuando estamos conectados a los
más lejanos y disímiles lugares del planeta
vía satelital, cuando el computador e
Internet juegan
un papel decisivo en nuestras vidas, cuando diariamente nos
paramos frente a un público de estudiantes para
reflexionar con ellos o para contribuir en algo a su proceso de
formación, nosotros aún seguimos ligados a esa
regeneración del tiempo; y es más la conmemoramos
todos los años con la llegada del año nuevo. Y de
una u otra forma la recordamos a diario cuando utilizamos la
palabra cronología. Y es que no se debe olvidar que Cronos
es el dios del tiempo. El mito
cosmogónico está íntimamente ligado al
tiempo circular o tiempo sagrado o tiempo primigenio; es decir al
tiempo de los dioses. Los mitos son entonces las primeras
expresiones literarias producidas por la especie humana. Los
mitos pronto dan origen a las leyendas y
cuentos. Pero,
¿Cuál es la diferencia entre estos tres
géneros?
El mito siempre se refiere a un tiempo y a un personaje
sagrado, es atemporal y verdadero, es un modelo
ejemplar. Se refiere a la creación y sus personajes pueden
ser dioses con apariencia humana o animal, pero pueden
también representar elementos naturales como el rayo o el
viento. Al ser ejemplar es normativo, y sirve para mantener la
cohesión grupal, por lo tanto no puede transgredirse, ni
olvidarse, ni ignorarse. El mito está presente en todas
las actividades humanas.
Por su parte la leyenda puede también referirse a
un tiempo primigenio, pero también puede referirse a un
tiempo histórico, y sus personajes son héroes,
personajes que por alguna razón se han destacado dentro de
su pueblo: un buen cazador, o que ha salvado a su pueblo de morir
de hambre… que a su vez se convierten rápidamente
en semidioses o dioses, son lo seres tutelares de la comunidad.
No necesariamente los héroes tienen que haber sido seres
de carne y hueso, pueden ser también de origen
mítico; es por ello que las leyendas pueden ser sagradas o
profanas. Los cuentos, en cambio, son
los märchen, su función es
la de divertir y pueden ser contados sin seguir un rito especial.
En las comunidades amazónicas los mitos sólo se
transfieren de hombres a niños,
los cuentos se narran a toda la comunidad.
La característica de los mitos, leyendas y
cuentos está basada en la oralidad. Este aspecto solemos
olvidarlo muy a menudo cuando consideramos que la literatura
sólo existe a través de la palabra impresa. Por lo
tanto estamos borrando de un solo plumazo miles de años de
historia del ser humano. Semejante olvido nos llevaría a
borrar también La Ilíada y La Odisea,
pero antes de estos cantos, estaríamos ignorando el
período védico, cuyas producciones literarias se
remontan a 2500 a de C, y donde se encuentran las bases de la
cultura
occidental.
Tras el período védico surgen los cantos
épicos del Mahabharata y del Ramayana. El
Mahabharata, en su versión definitiva, es
considerado como la obra literaria más extensa
jamás producida por el hombre,
pues se compone de 20000 versos.
Pero no solamente tenemos como ejemplo los libros
sagrados de la cultura del Indostán. La tradición
hebrea nos legó La Biblia. Y según Georges
Frazer, en su magnifico libro El
Folklore en La
Biblia, nos relata como todos los acontecimientos que se
describen en el Antiguo Testamento corresponden a antiguos mitos
y leyendas de diversas culturas asiáticas.
Pero volvamos a La Ilíada y La
Odisea, son cantos épicos atribuidos a Homero. En sus
inicios estos cantos eran acompañados de música. Y el mismo
Homero fue un rapsoda que iba de pueblo en pueblo cantando sus
poemas en las
casas de los hombres adinerados de su época. Esta
costumbre ha pasado incluso a nuestros días; en pueblos
como el bosnio se han encontrado juglares que aún recitan
grandes poemas, estos sobrevivientes de los juglares del medioevo
poseen una memoria a toda
prueba. Pero ¿Cuál ha sido el papel del poeta a
través de los tiempos?:
"Por lo general el poeta en Occidente ha sido
considerado como un paria de la sociedad, como
un mendigo que vaga de pueblo en pueblo en busca de su
subsistencia, al menos esa era la visión que se
tenía en la antigua Grecia.
Según Hermann Fränkel:
"… el cantor iba de lugar en lugar. Acudía a
muchas puertas extrañas sin saber si se le
abrirían. Si era admitido, probablemente
permanecería en el umbral, en el lugar de los mendigos,
esperando la invitación para sentarse en el salón.
Así vemos largo tiempo la mesa de sesiones del palacio
real de Itaca por los ojos de Ulises y desde la perspectiva del
umbral. En gratitud por la hospitalidad, el cantor debía
plegarse a cualquier indicación del amo y sus
huéspedes para divertir a los comensales". (Poesía
y Filosofía de la Grecia Arcaica. Impreso en España–Gráficas Rógar. Fuenlabrada,
Madrid, 1993.
Pág 29).
Sin embargo el poeta o cantor, como es lógico
suponerlo, debía sentirse bastante vejado, puesto que
estaba consciente de su superioridad intelectual frente al rey
que lo acogía en su palacio. Al igual que Ulises, eran
viajeros que habían recorrido el mundo conocido hasta
entonces, habiendo aprendido otras formas de pensar y de ver la
realidad.
Para asegurar su sustento, al menos durante unos
días, era necesario que el interés de
la audiencia por el tema que estaba siendo cantado no decayera,
de lo contrario el poeta debía alejarse del lugar y buscar
otro sitio donde ser acogido. De ahí la enorme
extensión de los cantos épicos y la libertad que
se tenía para alterar el texto, sobre
todo en la épica no escrita: interpolaciones, olvidos
aparentes o recreaciones del texto anterior.
Hermann Fränkel hace alusión a un
investigador bosnio de nombre Murko, quien realizó un
trabajo de
campo con los cantores de su tierra,
habiendo descubierto que estos hombres dominaban en promedio 30 o
40 cantos, en algunos casos hasta 140. Y cada canto podía
tener una duración de tres horas, llegando incluso a las 7
y 8 horas, dependiendo hasta que punto el cantor hubiera logrado
captar la atención del público, podía
alargar o acortar una recitación. Por lo tanto el material
siempre era reinterpretado, nunca era narrado
mecánicamente. Según Fränkel los cantores
homéricos actuaban de la misma forma.
En la Europa Medieval
son los juglares que recorrían los feudos, cantando y
contando los últimos sucesos acaecidos en remotas tierras,
los que reemplazaron a los antiguos cantores griegos. Al igual
que los antiguos griegos, la sociedad medieval miraba con
menosprecio la actividad del juglar. Más recientemente, en
el siglo XIX, los poetas fueron considerados "malditos", como fue
el caso de los poetas simbolistas: Baudelaire, Rimbaud,
Mallarmé y Verlaine. O encarcelados como Mallarmé y
Oscar Wilde, quienes fueron condenados al ostracismo social y a
la vejación, por salirse de todos los convencionalismos de
la época victoriana.
Tanto los cantores griegos como los juglares siempre
acompañaban sus narraciones épicas con
música". (El presente parágrafo hace parte de una
investigación que estoy elaborando
actualmente sobre los mitos y leyendas en la literatura
infantil y juvenil).
Y si sobre la existencia real de Homero se presentan
diversas dudas e hipótesis, en la Hélade
existió otro poeta de quien no cabe la menor duda sobre su
existencia verdadera. Su nombre es Hesíodo, y su obra
Teogonía o Genealogía de los dioses, es un
poema de más de mil versos donde el poeta trata de
explicar de una forma racional los principales mitos
griegos.
Posteriormente surgiría el teatro griego,
otra forma más de cohesión del pueblo
helénico. El teatro griego tiene sus orígenes en
los ditirambos tradicionales; los ditirambos son himnos que
contaban las aventuras de Dionisos (el dios del vino y de la
fiesta), y que eran interpretados en las fiestas que cada
año se celebraban en su honor. Estos cantos, o ditirambos,
rápidamente evolucionaron a cantos de mayor complejidad,
por lo que se estableció un diálogo
con el corifeo.
Estos son los inicios del drama y de la tragedia. Surge
entonces Esquilo, y como habían hecho sus antecesores, sus
tragedias están inmersas en la fuente inagotable de la
mitología
griega. El mito es narrado al espectador a lo largo de tres
obras perfectamente encadenadas la una con la otra. El mito le
sirve a Esquilo para reflexionar sobre hondos problemas,
tanto religiosos como morales. En la tragedia griega el hombre es
una marioneta de los dioses, no tiene libre albedrío y el
destino juega con él.
El teatro griego tendría grandes
exponentes:
1.Sófocles: Su teatro es diferente al de
Esquilo. El destino es mirado desde el interior del hombre, no
obstante va unido a él, de una manera absoluta. Dentro de
sus obras podemos nombrar a Antígona y Edipo
Rey.
2. Eurípides: Sus personajes difieren de
los personajes de Esquilo y de Sófocles, en cuanto que son
más humanos; las pasiones, defectos o enfermedades son
representadas casi de forma caricaturesca.
3. Aristófanes: Contemporáneo de
Euripídes, Aristófanes se dedica a la comedia. Su
gran aporte a la literatura, y en especial al género
teatral, es haber situado al hombre en las mismas calles
atenienses, donde circulan día a día diversos
personajes, muchos de ellos bastante obscuros: Nos muestra la
ambición, la fatuidad, la ignorancia, la maldad o la falsa
murmuración. La vida cotidiana se convierte por primera
vez en objeto estético, y permite reír,
disfrutar… pero también reírse de si mismo,
puesto que la mayoría de su público eran los mismos
personajes sobre los que Aristófanes creaba sus comedias.
Se iba a pasar un rato agradable, pero era inevitable no tener la
sensación que se estaba frente a un espejo. Sus obras
reflejaban el sentir de un pueblo, sus debilidades, sus
costumbres, su conducta. Dice en
voz alta lo que ningún ateniense osaría decir
(aunque se viviese en una democracia).
Atacaba a Pericles, al Senado, a la Asamblea, a los Tribunales, a
los Magistrados… Nadie escapaba a su inteligencia
vivaz y aguda.
La tragedia griega pone en evidencia los grandes
conflictos
humanos, sus grandes pasiones, pero también sus inmensas
miserias.
4. Menandro: Con este comediante el género
gana en calidad estética, en mesura. La Comedia sufre una
transformación radical puesto que la obra de teatro es
más calculada, posee una mayor estructuración,
tiene más desarrollo.
Sus personajes son abstractos, más bien estereotipados,
más genéricos: el avaro, el fanfarrón, el
esclavo, el soldado, el joven en busca de fáciles amoríos… Su obra se conoce con el
nombre de Comedia Nueva, y sólo se conservan fragmentos.
En el año de 1958, gracias al descubrimiento de un antiguo
papiro egipcio, se pudo conocer en su totalidad su comedia El
Misántropo. La Comedia Nueva sería fundamental
para el desarrollo de la Comedia Latina.
Pero la literatura
griega también evolucionó a la prosa. Esopo es
su más ferviente seguidor. Aunque se le cultiva
tardíamente, la prosa responde a búsquedas
estéticas bien definidas. Su misión no
es sorprender o impresionar a la imaginación sino
responder a necesidades intelectuales.
Otro género literario cultivado en la
época clásica es la oratoria, y
Demóstenes sería su máximo exponente. Pero
también la investigación tendría una plaza
muy importante dentro de la Grecia Antigua, me refiero a la
historia, aunque hoy en día la literatura y la historia
son disciplinas claramente delimitadas, en su momento no lo eran
tanto. Heródoto, por ejemplo, narra las batallas famosas,
como la batalla de Termópilas, pero
también narra las costumbres de los pueblos que conoce en
sus viajes, narra
también fábulas y
leyendas. Otro gran historiador es Tucídides,
escribió la Historia de la Guerra del
Peloponeso. Guerra en la que él mismo
participó, es un documento de gran valor
histórico, máxime que es un relato tomado de su
participación in situ.
LA LITERATURA ALEJANDRINA:
Alejandría tuvo un papel destacado en todo lo
concerniente al cultivo de las artes y las letras y a su
difusión. Para ello contaba con el Museo y la Biblioteca,
ésta última tenía alrededor de un
millón de manuscritos que luego desaparecerían en
un cruento incendio. Pero no solo en la ciudad de
Alejandría se podía encontrar un centro del
conocimiento y
del saber como era la Biblioteca, también había una
en la hermosa ciudad de Efesos (situada en lo que hoy en
día conocemos como Turquía).
Apolonio de Rodas: Este gran erudito ha ido a las
fuentes de la
literatura para conocerlas y saborearlas. Homero era el portavoz
de la conciencia de su
pueblo, los mitos y leyendas los había escuchado desde
siempre y él los canta a su vez. Apolonio de Rodas, es un
lector consumado. Su sapiencia proviene de los libros, y en su
obra esta característica aparece frecuentemente por las
etimologías y descripciones librescas que utiliza
permanentemente. En su extenso poema Los Argonautas,
desarrolla su gran capacidad lírica e incluso su percepción
psicológica.
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