Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Teología y filosofía




Enviado por Luis Eduardo Cantero



Partes: 1, 2

Monografía destacada

    1. Teología y
      Filosofía ¿son dos mundos
      distintos?
    2. Teología
      y Filosofía: ¿Son dos mundos
      inmersos?
    3. Teología
      y Filosofía ¿Por qué deben
      relacionarse?
    4. Conclusión

    Teología y filosofía
    ¿Son dos caminos paralelos para comprender la
    realidad?
    o ¿Son dos mundos distintos?

    Introducción

    En la disertación doctoral en filosofía de
    Luis Eduardo Cantero, comienza planteándose algunos puntos
    claves que generan conflictos,
    entre Teología y Filosofía, para El La
    filosofía comprende una investigación fundamental de la naturaleza de
    la realidad y del pensamiento
    humano relacionado con ella, y en vista de que la teología
    cristiana se ocupa de la naturaleza de Dios, la humanidad y la
    creación humana, puede parecer inevitable que la
    teología encontraría expresión en las
    categorías filosóficas del día.

    Parece que, en la historia de la
    teología cristiana, desde Tertuliano hasta Karl Barth,
    siempre ha existido una línea que ha desconfiado, o
    sospechado, de cualquier vínculo positivo entre la
    teología cristiana y los descubrimientos de la
    filosofía.

    No obstante, aunque los teólogos cristianos
    tienen razón de cuestionar cualquier cosa que pudiera
    dañar o comparar el carácter distintivo de la fe, y aun cuando
    a veces los esfuerzos de los filósofos se han inclinado hacia tales
    compromisos, no hay nada intrínseco en la filosofía
    que vaya en contra de la fe cristiana, y hay mucho que le pueda
    resultar de beneficio.

    Aun aquellos que vituperan la filosofía pueden
    hallarse haciendo uso de algunos de sus conceptos en su
    teología sistemática. Si el teólogo
    sistemático o pastoral no ha de limitarse en estas
    actividades a una repetición literal de un pasaje de la
    Biblia, invariablemente se verá obligado a adoptar, y
    adaptar formas de pensamientos filosóficos actuales con el
    fin de investigar más profundamente, o explicar
    algún aspecto de la fe. Este es el proceso de la
    fe que busca entendimiento, en la frase enfática de
    Anselmo. El objetivo de
    este artículo, es comprender que la filosofía y la
    teología son dos caminos paralelos que le sirve al ser
    humano que quiere comprender su realidad, que quiere hallar
    respuesta a preguntas difíciles como ¿Qué
    somos? ¿Existe Dios? ¿Si Dios existe por que
    sufrimos?…

    1. El teólogo evangélico se encuentra
      bajo dos concepciones que no se reconcilian
      fácilmente. La primera es la creencia de que las
      preguntas conceptuales básicas deben tener
      respuestas. Dios es, probablemente, o eterno o sujeto del
      tiempo.

      La otra concepción es que frecuentemente
      parece que la Sagrada Escritura es imprecisa respecto a esas
      cuestiones. De hecho, la situación es aun más
      compleja que esto, porque mucho del lenguaje
      de la Biblia es figurado y simbólico. Además,
      de semejante relación positiva y acomodada entre la
      filosofía y la teología es posible discernir
      otras dos relaciones de gran influencia en la historia, de
      una clase
      menos positiva.

      El argumento filosófico se basa solamente
      en la razón, apelando a las normas
      lógicas deductiva e inductiva. Pero, también
      razón ha llegado a tener un significado
      normativo: aquello que una persona
      le parece ser razonable en un momento particular. De esa
      manera, Descartes llegó a sostener que
      debía creer solamente lo que se percibe con
      claridad y exactitud
      , entendido por el discernimiento y
      la intuición racional.

      Tal racionalismo, como llegó a
      llamarse, llevó a Descartes a la conclusión
      de que podía dudar de todos los sistemas
      religiosos, pero no de la existencia de Dios. De manera
      paralela Locke sostenía que sólo es razonable
      creer aquello de lo que nos informa la experiencia del
      sentido, o lo que hace probable.

      Aunque tales apelaciones generales a la
      razón son atractivas, porque a ninguna persona le
      gusta parecer irrazonable. No obstante deben contemplarse
      con reservas. El peligro teológico que presenta el
      racionalismo es el de ser a priori
      respecto a la teología, en lugar de permitir que los
      datos de
      la revelación hablen de acuerdo con sus propias
      condiciones. Tal peligro se acentúa aun más
      en el caso de aquellos enfoques de la teología
      evangélica y el método teológico inspirados
      por la
      Ilustración.

      Aquí no se trata solamente de que la
      razón fije límites para la revelación,
      sino de dar nueva forma a toda la teología
      evangélica de una manera racional, y desechar
      activamente aquellos elementos que no se adapten al
      patrón.

      Un ejemplo notable es Kant,
      quien negó sobre las bases filosóficas la
      posibilidad de conocer a Dios por medio de la razón
      o la revelación, pero sostuvo que la existencia de
      Dios tiene que postularse sobre bases morales. Por lo
      anterior, afirmamos que la fe no exime a nadie del
      ejercicio de la razón, sino todo lo contrario, lo
      exige. Lo que el creyente reclama tocante a la
      filosofía es una razón más
      informada,
      que no excluya a priori los postulados de la
      fe, frente a una razón desinformada que
      rechaza por sistema
      los contenidos de la fe. En este caso el punto de
      discusión no sería entre fe y razón,
      sino entre fe y racionabilidad, que como la lógica, puede ser la mayor enemiga de
      la verdad.

      Entonces, la relación correcta entre fe y
      razón, entre revelación divina y ciencia
      humana, entre conocimiento
      científico, filosófico y conocimiento teológico o religioso es
      como la vieja guerra
      colombiana donde nunca termina de hacer las paces por el
      carácter temporal del descubrimiento de las partes.
      Recientemente Donald Bloesh "resucitó este debate
      con un resultado bastante pobre. No le ha ayudado para nada
      el estilo aforístico que usa en toda su obra" Al
      respecto nos dice:

      Mantengo que cada filosofía representa
      la racionalización de una falsa teología, y
      que la verdadera teología necesariamente excluye la
      filosofía. No sus problemas, ni tampoco su lenguaje, sino su
      concepción del cosmo, sus afirmaciones
      metafísicas. En contraposición a Tillich,
      creo que la teología y la filosofía no son
      simplemente dos caminos paralelos de entender la realidad,
      sino que cada una se refiere a dos realidades
      fundamentalmente distintas… la relación entre
      teología y filosofía no es de
      correlación, sino de conflicto y contradicción. Nada
      más lejos de la verdad.

    2. Teología y Filosofía
      ¿son dos mundos distintos?

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter