"Las consecuencias son para todos? conoce, evita y
denuncia LA TRATA Y EL TRÁFICO ILEGAL DE
PERSONAS"
Este documento ha sido elaborado por y para lectores. En
si la "trata de blancas" es el tráfico de
personas y sobre todo de mujeres que se atraen en los centros
de prostitución con el animo de comerciar con
ellas en contra de su voluntad.
Las mujeres que terminan envueltas en estas redes han sido
atraídas con promesas de estudio o empleo, tras
su arribo a su sitio de destino en el exterior, a las mujeres se
les retienen los documentos de
identificación y se les obliga a prostituirse para pagar
todos los gastos que han
ocasionado y para las ganancias de los traficantes.
Este es un tipo de actividad ilegal que genera rentas e
ingresos que
no se pueden declarar ante las autoridades económicas
porque de hacerlo se declararían muchos problemas
legales.
La trata es un delito contra las
personas y es siempre para su explotación.
El propósito de la Trata de Personas es la
explotación: incluye la explotación sexual
(prostitución), el trabajo o
servicio
forzado, la esclavitud y la
extracción de órganos.
El Tráfico, es un delito en contra del Estado. Ocurre
cuando una persona no reside
en un país, ingresa irregularmente a otro. Es el caso de
los ecuatorianos que son llevados a los Estados Unidos,
España,
Colombia,
Perú (por lo general), o cualquier otro país, por
coyoteros.
Por otra parte a este problema social se le ha brindado
una fecha específica y especial por el día
Internacional del Recuerdo de la Trata de blancas y su
explotación, siendo este el 19 de agosto, fecha que se
conmemora desde el año 2004.
Edgar Montiel (experto de la UNESCO), se refirió
a las nuevas prácticas de explotación y esclavitud:
"Se contabilizan cerca de 70 millones de niños
que están obligados a trabajar, la trata de blancas, la
trata de los inmigrantes, las diferentes formas de
explotación de un trabajo no
remunerado, los hacinamientos en muchos países para un
trabajo de producción masivo donde la fuerza de
trabajo se remunera con muy poco, son las diferentes formas de
esclavitud latente contra las cuales Naciones Unidas
quiere luchar". El Día Internacional de la Trata de
blancas y su explotación fue proclamado por la UNESCO para
honrar la victoriosa revuelta de esclavos y personas explotadas
de Haití, en 1791, que concluyó con la independencia
de ese país en 1804.
El tráfico de mujeres y la prostitución en
América
Latina y el Caribe se remontan a la época de la
conquista, cuando los españoles, dando cumplimiento a la
"ley de
guerra",
tomaban o entregaban el "botín de mujeres" al vencedor,
ello originó el comercio
sexual en la región y en los establecimientos para su
ejercicio. Durante la colonia aparecieron las primeras normas para penar
dicha actividad, y también el proxenetismo, con sanciones
que podían llegar hasta la pena de muerte
(Molina, 1995).
Durante todo el Siglo XX, pero de forma más
acentuada después de cada guerra mundial,
este tráfico continuó, y también fueron
víctimas las mujeres europeas, que huyendo del hambre y el
horror de la guerra, eran presa fácil de los traficantes.
Este hecho llevó a que la actividad tomase el nombre de
trata de blancas, denominación que luego se
trasformó en trata o tráfico de personas y que
actualmente es penalizado en todas las naciones.
El tráfico de mujeres en América
Latina y el Caribe tiene dos características principales:
el tráfico interno, en el que mujeres, niños,
jóvenes y hombres son trasladados de una zona a otra
dentro de su propio país, y el tráfico externo, en
el que son trasladados a otro país. Este último
esta dirigido a cubrir una demanda
más amplia en el mercado
internacional y por ello esta relacionado directamente con redes
de Estados Unidos, de Europa y Asia, que tiene
sus puntos de operación y reclutamiento
en nuestra región. Los centros más activos
estarían localizados principalmente en Brasil, Surinam,
Colombia, Republica
Dominicana y las Antillas, donde se inicia el tráfico
hacia los centros de distribución ubicados en países
ricos del hemisferio norte, principalmente Europa (España,
Grecia,
Alemania,
Bélgica y Holanda), medio oriente (Israel) y Asia
(Japón).
Solo en España, los datos facilitados
por los centros de acogida y protección sostenidos por
instituciones
de la Iglesia
Católica muestran que la mayoría de las mujeres
traficadas provienen de América Latina (Colombia, Brasil,
Republica Dominicana, Ecuador), y el
resto tiene su origen en Europa del Este (Rusia,
Lituania, Croacia).
Esta información es coincidente con los datos
entregados por la Dirección General de la Guardia Civil
(año 2000), en los que se cita a América Latina
como lugar de procedencia del 70% de las víctimas de la
trata de blancas.
Aunque los países citados son los que tienen el
papel principal en la
organización del tráfico, actualmente las
conexiones y envíos se originan en casi todos los
países de la región.
Pero no sólo los centros de emisión se
diversificaron, pues las redes de traficantes han creado nueva
modalidades de trata que intentan burlar la tipificación
de tráfico como delito y evadir las responsabilidades
legales. Una de estas modalidades consiste en un contrato de
trabajo.
Generalmente las redes de traficantes publican avisos en
los diarios, en los que ofrecen empleo en el exterior, y en ellos
incluyen información parcial sobre el trabajo en los
países de destino, ocultando la realidad.
Si bien algunas de las personas que son atraídas
por los anuncios tienen una idea aproximada del trabajo que van a
realizar, las perspectivas son más glamorosas y atractivas
cuando aparecen en los anuncios y no se coinciden con la realidad
que encuentran las mujeres al llegar a destino. Cuando se
enfrentan a la situación y se resisten a aceptar su nuevo
trabajo, son presionadas y forzadas.
Otra modalidad es la adopción.
En 1991, cerca de mil peruanas fueron llevadas a Holanda mediante
un mecanismo de adopción simulada. La víctima entra
legalmente al país, pero su "padre" la somete a
condiciones de trabajo abusivas.
En otros casos, las personas llegan al país
receptor mediante su matrimonio con un
nacional o residente legal, o se casan por medio de agencia
matrimonial; después de unos meses, la mujer es
prostituida y sigue viviendo en su propia casa en
condición de prisionera.
Las formas actuales de tráfico muestran
más similitud con las antiguas que lo que pudiera parecer.
El avance tecnológico acelerado no ha servido para
eliminar esta plaga sino que sólo permite informar con
amplitud de su expansión y múltiples aspectos en
todo el planeta.
Tráfico de mujeres para el mercado matrimonial
(entre países asiáticos, o desde Latinoamérica, Asia y África hacia
Europa, Japón y los Estados Unidos).
Caravanas de mujeres traficadas e instaladas en las
cercanías de las bases militares para entretenimiento y
uso sexual de los oficiales y soldados.
Mujeres traficadas como mano de obra barata y que
trabajan sin ninguna protección laboral.
Mujeres ofrecidas como esclavas en sitios de Internet, donde se las
promociona explicando su capacidad de resistencia al
dolor, a la tortura y todo lo que puede hacerse con ellas. En
algunos de estos sitios se aceptan propuestas que promedian los
60.000 dólares.
Miles de mujeres traídas por un supuesto contrato de
trabajo rentable y que terminan destinadas a burdeles o clubes
nocturnos de diferentes lugares del mundo.
Mujeres y niñas provenientes de áreas
rurales que son vendidas y traficadas para llenar la demanda del
turismo
sexual.
Anuncios y promociones turísticos sobre mujeres y
niñas exóticas a las que se puede acceder
fácilmente en un vuelo charter con todo
incluido.
Como en la antigüedad, observamos mercado
matrimonial, utilización de la mujer como objeto
sexual y como mano de obra (ya no siempre gratuita, pero todo
caso barata).
En cuanto a la magnitud del fenómeno, cifras
parciales y aisladas dan cuenta de algunos datos que permiten
alguna aproximación. Millones de personas en el mundo
entero son traficadas con diversos propósitos y es visible
el alarmante crecimiento del problema. El negocio mayoritario lo
constituye el tráfico con fines de explotación
sexual, que, según estimaciones de las Naciones Unidas,
mueve anualmente entre cinco y siete billones de dólares,
y las cifras de desplazamientos se acercan a los cuatro millones
de personas (Raymond, 2001).
Son numerosos los casos de mujeres, niños,
hombres o jóvenes traficados para trabajos
domésticos que terminan siendo explotadas
sexualmente.
Según estudios, las mujeres ecuatorianas
constituyen el cuarto grupo en
número de mujeres emigrantes que trabajan como prostitutas
en Japón (después de las colombianas, filipinas y
tailandesas) y esa cifra parece seguir creciendo.
Se estima que casi cincuenta mil mujeres dominicanas
ejercen la prostitución en Holanda y Alemania y que
alrededor de tres mil mujeres mexicanas lo hacen en Japón,
luego de ser reclutadas por una red de traficantes de
ese país (Azize y Kempadou, 2002).
Denuncias realizadas en Ecuador muestran que los
mediadores exportan a las mujeres por valores que
oscilan entre quince y veinte mil dólares cada una; en
Japón las compran por aquel precio y las
venden a la industria
sexual local. Los dueños de bares pagan por las mujeres
entre 35 mil y 40 mil dólares y les dicen que estar
endeudadas por esa cantidad de dinero. Para
poder pagar
esa deuda, la mujer es obligada a prostituirse. Para impedir que
huya, se le mantiene bajo la estrecha vigilancia de mafias
organizadas. Es confinada en un departamento y obligada a recibir
"clientes" de
día y de noche. Si protesta o si trata de huir, se abusa
de ella como "castigo", y si se enferma o se hiere, no tiene
derecho a seguridad
social ni a ningún tipo de asistencia
estatal.
Se conoce de mujeres que han llegado al suicidio por
desesperación, de otras que son asesinadas. A menudo
la familia no
puede pedir siquiera la devolución del cadáver,
porque la mujer entró al país con pasaporte
falso.
La propuesta del Gobierno de
reformar los Códigos Penal, de la Niñez y Adolescencia,
de Salud y la Ley de
Turismo para evitar la pornografía infantil y la trata de blancas
en el país fue calificada positiva.
Alberto Cárdenas, ex ministro de Bienestar Social,
resaltó la importancia de tipificar la pornografía
infantil como un delito para sancionar estos actos que
actualmente no constan en las leyes del
país. "Más que reformas legales hacen falta
reformas morales en los jueces, para evitar este tipo de delitos en el
país", dijo.
En los últimos días, según Cárdenas,
lo que se ha hecho es acomodar una serie de leyes para buscar
sanciones a estos delitos, pero por presión de
la opinión
pública.
El presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, Roque
Sevilla, señaló que el sector está de
acuerdo en que se impongan sanciones drásticas a este tipo
de delitos a las operadoras de turismo y aerolíneas que se
involucren.
"Con esto se va a combatir el turismo que no queremos en
el país por los actos ilícitos que se cometen",
dijo. Según Sevilla, el país está a tiempo de
imponer sanciones, a fin de evitar problemas mayores como los
registrados en Tailandia, donde no existe una ley que condene
estos abusos. (AV)
Comisión busca las alternativas
Debido a la falta de aplicación de políticas
para evitar la trata de personas y la descoordinación de
las autoridades, se conformó una comisión nacional,
encabezada por el Ministerio de Gobierno e integrada por las
Secretarías de Bienestar Social, Educación, Relaciones
Exteriores, entre otras, para afrontar estos problemas.
El director de Derechos Humanos
de la Cancillería, Julio Prado, afirmó que la
comisión actualizará la legislación,
ejecutará programas y
políticas de control,
prevención y ayuda a las víctimas y buscará
apoyo extranjero. (ED)
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