Prevención de la Mastitis Bovina: La desinfección de los pezones post-ordeño
La mastitis
bovina es el principal problema de la ganadería
lechera y se considera el mayor problema del sector lácteo
incluyendo la industria. La
desinfección de los pezones con un producto
efectivo después de cada ordeño es una de las
prácticas reconocidas para reducir el nivel de nuevas
infecciones intramamarias en más de un 50% y es referido
como el método
más simple y económico para disminuir la población bacteriana en la piel del
pezón. Se abordan aspectos generales de esta
práctica, su importancia y evaluación. Se refieren elementos sobre la
seguridad y
limitaciones del uso de estos productos.
La mastitis bovina es el principal problema de la
ganadería lechera a nivel mundial y se considera el mayor
problema del sector lácteo incluyendo la industria. En
todos estos años y a pesar del avance científico
alcanzado en este campo, permanece en la totalidad de los hatos
lecheros (Bray y Broaddus, 2006).
La mastitis ha sido reconocida desde que el hombre
domesticó la vaca (Philpot y Nickerson, 1993). Se estima
que un tercio de todas las vacas lecheras están afectadas
por cualquier forma de mastitis en uno o más cuartos.
Comúnmente es una enfermedad infecciosa causada por
más de 137 especies bacterianas siendo Staphylococcus
aureus y Streptococcus agalactiae los principales
microorganismos responsables de la misma. Se considera como una
enfermedad compleja y es producto de la interacción de varios factores, resumidos
en el animal, el medio ambiente
y los microorganismos, jugando el hombre un
papel decisivo.
Esta enfermedad constituye un importante problema tanto
para la salud
pública como para la economía del sector
lechero en general. Los cálculos mundiales recientes han
revelado que la mastitis representa el 30 % del costo total de
todas las enfermedades en el ganado
lechero.
Es particularmente significativo el hecho de que estas
pérdidas sean el doble de altas que las pérdidas
por infertilidad y problemas
reproductivos (Philpot, 1996). Aunque estas pérdidas
están bien documentadas por múltiples investigaciones,
el problema no es aún comprendido en toda su magnitud por
muchos ganaderos, algunos de los cuales sólo consideran
los gastos de
atención veterinaria,
drogas para el
tratamiento a los casos clínicos y leche
descartada como gastos normales del manejo del
rebañ o, sin tener en cuenta las
pérdidas más significativas causadas por la
presencia de la forma subclínica de la
enfermedad.
El Consejo Nacional de Mastitis de Estados Unidos
(National Mastitis Council, 1996) estimó que las
pérdidas en este país y Canadá suman dos mil
y mil millones de dólares al añ o,
respectivamente y un promedio de 200
dólares/vaca/año. Estos valores
confirman que del 70-80% de todas las pérdidas son
asociadas con la mastitis subclínica y sólo del
20-30% se deben a mastitis clínica. En Cuba, estudios
llevados a cabo en la década del 80 indican
pérdidas del 12% de la producción total y de $
129.04/vaca/año (Fustes et al., 1983).
Los programas
integrales de
manejo de la salud de la ubre
recomendados internacionalmente permiten disminuir la frecuencia
y duración de las infecciones intramamarias demostrando de
manera general su eficacia. La
desinfección de los pezones con un producto efectivo
después de cada ordeño es una de las
prácticas fundamentales reconocidas para reducir el nivel
de nuevas infecciones intramamarias en más de un 50%,
además de ser referido como el método más
simple y económico para disminuir la población
bacteriana en la piel del pezón (Harmon, 1996; Cris, et
al., 1997; Oliver, 1998).
En el mundo se utilizan diversos tipos de desinfectantes
mamarios constituidos por: formulaciones de iodóforos,
clorhexidina, productos LDBSA (ácido sulfónico
bencénico lineal), compuestos amonios cuaternarios,
barreras físicas, hipoclorito de sodio y basados en
peróxido de hidrógeno, entre otros. Actualmente existen
en el mercado un
número importante de estos productos químicos,
potentes en su efectividad, pero algunos productos producen
cierto nivel de irritación en la piel de los pezones y en
las manos de los ordeñadores.
Es por ello que resulta conveniente implementar nuevos
enfoques para obtener desinfectantes mamarios efectivos a partir
de fuentes
naturales que sean seguros tanto
para los animales como al
hombre, entre ellos podemos citar al UDERTAN (desinfectante
mamario post-ordeño obtenido a partir de la planta
Rhizophora mangle L.) y la nisina.
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