- Definición
- Manifestaciones
del prejuicio - Orígenes
del prejuicio - Consecuencias
del prejuicio - Eliminación de
prejuicios
El prejuicio
constituye una característica humana de larga data, al
igual que otros fenómenos como la violencia y la
exclusión. Las personas no escapamos a esta
característica; sin embargo, sí existen diferencias
individuales y grupales al respecto.
A lo largo de la historia han habido grandes
variaciones en la manera de expresar el prejuicio, a medida que
la sociedad se ha
vuelto más consciente de los derechos fundamentales de
las personas y de la forma de respetarlos. El silencio ya no es
una respuesta de la sociedad ante el prejuicio y la discriminación, lo cual tiene una
contraparte positiva y otra negativa, como el prejuicio
encubierto (prejuicio moderno).
Los múltiples estudios existentes en el mundo en
relación al prejuicio, expresan el creciente interés
por profundizar el tema, especialmente en países como
Estados
Unidos, donde las brechas sociales y culturales son evidentes
en relación a la raza. En el Perú, el prejuicio y
la discriminación también son
temáticas de gran importancia en la medida en que el
problema se expresa en distintos ámbitos, no sólo
vinculado con la raza y la etnia, sino
también la religión, la
orientación sexual y la estética. Recordando que nuestro
país es multicultural, la situación se
complejiza.
En nuestro país, los prejuicios y la
discriminación (esta última como expresión
conductual) han sido identificados tanto en relación a
grupos
extranjeros, como en relación a grupos nativos oriundos de
la sierra o selva peruana, sin existir un concepto claro de
nación,
sino apenas de grupo.
Pero, ¿por qué es importante conocer el
tema de los prejuicios, cómo surgen, si es posible que
dejen de existir? A lo largo del presente trabajo se
pretende profundizar este tema, analizando algunos aspectos
fundamentales.
Inicialmente se describirá un marco general que
permita comprender el concepto. Posteriormente, se
mencionarán algunas manifestaciones del prejuicio. En la
tercera parte se presentarán los complejos orígenes
del prejuicio, para luego describir algunas consecuencias de
dicha actitud.
Finalmente, se esbozarán unos lineamientos para eliminar
el prejuicio o, por lo menos, disminuirlo.
CAPITULO 1
LOS
PREJUICIOS. DEFINICIÓN CONCEPTUAL
Para Light, Keller y Calhoun "el prejuicio es una
predisposición categórica para aceptar o rechazar a
las personas por sus características sociales reales o
imaginarias" (1991. Pág. 356). Al igual que estos autores,
muchos otros sociólogos y psicólogos sociales han
trabajado el tema de los prejuicios en el marco de las relaciones
sociales. El prejuicio es una característica humana, que
si bien ha sido definida de manera diferenciada por distintos
autores, ofrece algunos componentes comunes, en los cuales nos
detendremos brevemente.
El prejuicio como actitud. El prejuicio
constituye una actitud, es decir, una predisposición
personal a
responder de cierta manera frente a un estímulo. Se
considera que el prejuicio es una actitud, en tanto condiciona la
respuesta personal hacia el medio, de acuerdo a un precepto
anterior. Una característica importante es que la persona tiene una
posición personal sobre una situación sin conocerla
en profundidad, de allí su significado etimológico
(PRE ? JUICIO: juzgar sin conocimiento
previo) (La Enciclopedia Salvat, 2004)
Es importante mencionar que las actitudes
constituyen patrones de conducta con respecto a
situaciones. De alguna manera, las actitudes tienen una base
adaptativa, favoreciendo la economía de tiempo para
planear respuestas y tomar decisiones sobre ciertas
circunstancias (Mann, 1973). El hecho de ya tener una
predisposición hacia un evento, persona o cosa, hace
más sencillo dar respuesta a ello, haciéndose
innecesaria una evaluación
personal profunda cada vez que hay un acercamiento.
Tiene una connotación negativa. Para
algunos autores (Light, Keller y Calhoun, 1991), el prejuicio
puede tener una connotación negativa (de rechazo) o
positiva (de aceptación). Sin embargo, para la mayor parte
de los autores revisados (Gerrig y Zimbardo, 2005, entre otros),
el prejuicio en sí mismo tiene una connotación
negativa.
Las actitudes negativas hacia un grupo implican
sentimientos o creencias de desvalorización hacia el
mismo, expresando un desacuerdo evidente, e incluso desprecio,
hacia condiciones o características del grupo.
Es una actitud aprendida. Existen teorías
antiguas (Whittaker, 1979), basadas en estudios con
Chimpancés, según las cuales el prejuicio es una
actitud controlada de manera biológica (condición
innata). Sin embargo, según las teorías modernas,
el prejuicio es una actitud aprendida, en base a las experiencias
que la persona ha tenido a lo largo de su vida, principalmente
durante la infancia.
Según Bacon en su libro "Novun
Organum" de finales del siglo XVI, los prejuicios se producen
porque los niños
pequeños (desde recién nacidos) aprenden primero lo
que la familia o
la sociedad piensa del mundo, antes de conocer dichos
fenómenos por sí mismos.
De esta manera, si bien una persona puede desarrollar la
capacidad para diferenciar personas y objetos desde muy
pequeña (en base a los procesos de
desarrollo
cognitivo), el tener una actitud negativa hacia dichas
diferencias proviene de una influencia del medio, probablemente
de conductas observadas o de expresiones
lingüísticas.
Tiene efectos o consecuencias dañinos. El
prejuicio es un juicio de valor negativo
ante un grupo y basado en información insuficiente o incompleta. Con
esta base, cualquier conducta
prejuiciosa que se lleve a cabo va a ser de tipo antisocial o,
por lo menos, inadecuada, teniendo escasa contribución
positiva al desarrollo de la sociedad. En muchos casos, el
prejuicio lleva a ofender a grupos y a generar ira y odio
(Whittaker, 1979)
Está basado en una visión distorsionada
de la realidad. Los prejuicios constituyen formas de
interpretar la realidad. Definitivamente, tienen una base real,
sin embargo contienen información errónea,
exagerada o generalizaciones accidentales (no comprobadas
científicamente). Por ejemplo, el prejuicio según
el cual los hombres son más violentos que las mujeres,
tiene una base en lo real; sin embargo, la diferencia entre
conductas violentas en hombres y mujeres no es tan grande como
parece (www.cepvi.com).
Si bien generalmente se señala que los prejuicios
surgen en base al conocimiento limitado de una situación
(como se señaló al inicio), para algunos autores,
el prejuicio puede existir (o persistir) incluso a pesar de un
conocimiento profundo de la misma.
Implica convicción y resistencia al
cambio. Una de las características más
interesantes de los prejuicios es su dificultad para ser
eliminados, en tanto la persona cree en su veracidad. Se
considera que una creencia errónea es un prejuicio cuando
existe resistencia al
cambio,
además del convencimiento de que todas las personas de un
grupo tienen las mismas características (Light, Keller y
Calhoun, 1991). Generalmente, los prejuicios se arraigan en el
pensamiento de
las personas, siendo confirmados permanentemente por nuevas
experiencias. La convicción impide aceptar
refutaciones.
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