- Astrología y
destino - El viaje del héroe a
través de la carta natal - El
monomito - …Y
comienza el viaje - La consulta
astrológica como rito de
iniciación - El
astrólogo como chaman
Comúnmente se ha hecho referencia con respecto a
que la conciencia es
destino. En lo que nos es personal,
nosotros proponemos que la in-conciencia es destino. Como
decía el gran maestro Rudhyar, no nos suceden las cosas
sino que nosotros le sucedemos a ellas. El destino se
habría de configurar, en este sentido, a través de
y mediante la pro-yección inconsciente de aspectos
personales no vividos y/o no aceptados en y por nosotros
mismos.
Como decía Antonio Machado: "… caminante no hay
camino, se hace camino al andar". En este sentido, una existencia
plenamente consciente implica como refería Don Juan,
seguir un camino con corazón y
en este transitar no vivimos nuestro des-tino, sino que
configuramos y co-construimos nuestra existencia.
No con esto estamos proponiendo un libre albedrío
de carácter nihilista, sino que hemos de
partir de y en base a la aceptación de una
determinación anátomo-fisio-genética
que es inmodificable, pero amén de ello existen una serie
de condicionantes ?que no determinaciones-, de carácter
tanto personal como colectivo, las que pueden en y con diversos
grados de tentativo éxito
inmediato, ser trans-figuradas y trans-formadas, es decir,
existen condicionantes cuya trascendencia es menos dificultosa
que otras, siendo las más caras de lograr aquellas que
mayores promesas de conciencia llevan
implícitas.
En una palabra, podemos dejar que la vida nos viva y
decir que ese es nuestro destino y la carta natal,
así como los futuros tránsitos y progresiones nos
permitirán dar clara cuenta de ello, o muy por el
contrario, podemos optar por erigirnos en arquitectos de nuestra
propia existencia, un propósito este en donde el
éxito no se encuentra asegurado…. pero es
posible.
De esta manera, una ampliación de nuestros
horizontes concienciales no sólo habrá de implicar
un mayor autoconocimiento personal, sino que por otra parte nos
permitirá ir convirtiéndonos en cierta medida en
co-creadores de las circunstancias por las cuales habremos de
transitar, lo que devendrá en la re-configuración
de las experiencias a ser vividas, en tanto que una
transformación de nuestra conciencia ha de implicar que
ciertos "aprendizajes" ya no tengan que ser incorporados y
vivenciados.
Como Don Juan refiere en el libro de C.
Castaneda, "La rueda del tiempo": "La
diferencia básica entre un hombre
corriente y un guerrero es que para un guerrero todo es como un
desafío, mientras que para un hombre corriente todo es
como una bendición o una maldición"(1).
Así, una experiencia vivida desde la
in-conciencia es destino, pero transitada desde la
conciencia y el discernimiento es
aceptación.
EL VIAJE DEL
HÉROE A TRAVÉS DE LA CARTA
NATAL.
En base a lo anteriormente explicitado, no podemos menos
que arribar a la conclusión de que la carta natal
simboliza el sentido y el significado de la vida, pero en un
sentido dinámico y no estático, pues se encuentra
en permanente transformación evolutiva, tal cual lo han de
reflejar los sucesivos tránsitos y
progresiones.
Joseph Campbell refiere en "El poder del
mito" que "…
la mitología es un mapa interior de la
experiencia, dibujado por gente que lo ha recorrido"(2). En este
sentido, la astrología tiene raíces comunes con
la mitología, constituyéndose la propia carta en un
mito vivo, a ser experienciado vivencialmente al tiempo que
co-construido y re-construido.
La carta refiere a un mito personal, pero a diferencia
de las principales historias mitológicas, la carta astral
tiene un "comienzo", pero carece de un final. Y ello configura
una gran paradoja enigmática, pues la carta es y no es a
un mismo tiempo, el ser de una persona. En
Astrología, como vemos, el principio lógico de
no-contradicción se encuentra carente de
efecto.
El mapa astral propio se convierte así en un mito
dinámicamente vivo y holónico, pues es en sí
mismo una totalidad, pero tránsitos y progresiones lo
re-actualizan y aún más, lo trans-mutan, y mediante
ellos somos consciente e inconscientemente
transformados.
Dice Bill Moyers en "El Poder del Mito": "Los mitos son
historias de nuestra búsqueda de la verdad a través
de los tiempos, del sentido. Todos necesitamos contar nuestra
historia y
comprenderla"(3). Y yo me pregunto si eso no es lo que refleja
nuestra carta personal y lo que buscamos al analizar la
misma.
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