La geopolítica y los delirios imperiales. De la expansión territorial a la conquista de mercados
- Resumen
- Las teorías
geopolíticas y la extensión
territorial - Clasificación de la
Geopolítica - Racionalismo, determinismo y
organicismo como fundamento filosófico de la
Geopolítica - Conclusiones
- Referencias
bibliográficas
Este artículo está orientado a la
explicación de manera breve del concepto
Geopolítica, su origen, su desarrollo,
sus escuelas y su impacto a principios del
siglo XX. Se pretende que cualquier lector desprevenido, sin
mayores conocimientos geográficos, encuentre la
importancia de esta nueva ciencia en la
vida de las naciones.
El proceso de
globalización está permitiendo que
la teoría
sobre la supervivencia de los estados, altere de manera
importante las relaciones económicas,
anteponiéndolas a los intereses políticos. Pero
también la acumulación de grandes capitales por
compañías transnacionales, hoy parece una nueva
forma de hacer Geopolítica. El artículo forma parte
de una investigación de alcance mayor sobre las
nuevas prácticas de esta ciencia que se encuentran en
pleno desarrollo al iniciar el siglo XXI.
PALABRAS CLAVE: geopolítica, territorio,
espacio, estrategia,
imperio, ideología.
ABSTRACT: This article introduces the concept of
Geopolitics through a brief discussion on the orígen,
schools of thought, development, and impact of this new science
in the beginning of the 20th Century. The author strives to
create an awareness for the importance of Geopolitics in the
livelihood of nation-states using concise language for readers
without prior geographical knowledge. The process of
globalization combined with the accumulation of large sums of
capital by
transnational enterprises has allowed for the theory of the
survival of states to be altered, placing economic relationships
before political interests. This could present a new form of
Geopolitics. This document forms part of an ongoing research
effort that aims to identify and understand new applications of
Geopolitics.
Key Words: geopolitics, territory, space, strategy,
empire, ideology.
El las páginas siguientes se exponen los
principales elementos teóricos de la geopolítica,
como contribución al renacimiento de
esta ciencia que retoma su dinámica con la
globalización. La importancia del tema radica en que
su práctica al inicio del siglo XX favoreció la
extensión territorial de algunos estados y hoy se presenta
como forjadora de verdaderos imperios
económicos
"Geopolítica es el estudio de la
influencia del espacio geográfico sobre los estados y su
política".
Con frecuencia se identifica con la geografía
política, de más amplio contenido
La Geopolítica nace de las ciencias
políticas y de la geografía
política y por lo tanto hace parte de las primeras,
constituyéndose en una ciencia dinámica que estudia
la influencia de los factores históricos,
políticos, sociales y económicos en la vida y
proyección del estado y por
lo tanto, sus conclusiones son de tipo político; es
útil para deducir necesidades y determinar los objetivos del
estado con miras a mantenerlo o como forma de alcanzarlos y para
esto se basa en la geografía política. Inversamente
establece las consecuencias geográficas de una
política y guía al estadista y al conductor
político.
Otra definición difundida por el Instituto de
Geopolítica de Alemania,
argumenta que "Geopolítica es la doctrina de las
relaciones terrestres, de los desarrollos políticos" y se
basa en los amplios fundamentos de la geografía,
especialmente de la geografía política y es la
doctrina de los organismos espaciales políticos y de su
estructura.
Esta definición, sin embargo, no coincide con la
que propuso Rudolf Kjellén, para quien la
geopolítica es "la doctrina del Estado considerado como un
organismo geográfico o fenómeno del
espacio."
La geografía política es ciencia
madre de la geopolítica y hace parte de la ciencia
geográfica; es una ciencia estática
que estudia la tierra como
hábitat
del hombre en un
momento dado y sus conclusiones son eminentemente
geográficas.
Es útil para conocer condiciones
específicas de un problema y se basa en la
geografía humana; considera al mundo dividido en estados
para estudiar la
organización político-administrativa de cada
uno de ellos. La geopolítica sirve de fundamento y propone
directrices de acción
a la política, subordinándose a ella y poniendo a
su servicio
acontecimientos de la ciencia geográfica Tres formas
distintas dieron origen al renacimiento de la
Geopolítica:
- El término geopolítica se
empezó a utilizar para referirse a la rivalidad global
en la política mundial y su etimología ha sido
aprovechada para referirse a un proceso general de organización para lograr que exista un
equilibrio
de poder. - La preocupación de la academia ha propendido
por la aparición de una geopolítica moderna y es
así como los historiadores críticos han pasado a
formar parte de esta geopolítica de los
geógrafos, investigando entre otros temas la
geografía de la guerra y de
la paz. Sin embargo, y pese a muchos esfuerzos, la
geopolítica todavía se presenta como rival de la
geografía política. - La guerra
fría involucró grupos de
presión pro-militares y neoconservadores que
utilizando argumentos de la geopolítica, la aprovecharon
en favor suyo para tratar de balancear los espacios de poder,
pretextando imperativos geopolíticos al
considerar que la geografía ha sido el factor permanente
en torno al cual,
debe girar todo el pensamiento
estratégico.
Existen dos tradiciones intelectuales
en el estudio de las relaciones
internacionales, estrechamente ligadas a la
geopolítica y constituyen lo que se ha denominado el
realismo y el idealismo, habiendo predominado la primera,
la cual fue conformándose a partir de una serie de obras
clásicas sobre el arte de gobernar
y la rivalidad interestatal, entre las que vale la pena destacar
la de Maquiavelo y
la de Clausewitz. Estas teorías
enfatizan que el Estado
permanentemente se encuentra en situación de inseguridad y
por consiguiente, recomiendan la adopción
de diversas medidas que se inscriben en una política de
poder, que en el fondo significa que los estados más
fuertes impongan su voluntad a los más
débiles.
Es por esto, que la guerra o la amenaza de
invasión tiene un papel trascendental en esas
recomendaciones realistas de las relaciones
internacionales. Los idealistas por su parte rechazaron
esas recomendaciones y tildaron a los realistas de amorales, pues
ellos practicaban una doctrina liberal que intentaba asegurar las
relaciones internacionales sobre bases constitucionales firmes y
no sobre el realismo
conservador que ha favorecido y favorece a los más
fuertes.
Tradicionalmente la geopolítica estuvo
inmersa en el determinismo de los realistas y esa fue una de las
causas para no desarrollarse y para ser excluida del mundo
académico. Las teorías del poder relacionaron los
espacios físicos con la dominación del mundo y
aunque en la actualidad algunos países desarrollados las
aplican con éxito,
la teoría liberal de los idealistas intenta la
aparición de un nuevo mundo donde los estados conserven su
autonomía lejos del colonialismo y la
dependencia.
Cuando se habla de geopolítica necesariamente hay
que referirse a la teoría del corazón
continental (Heartland) de Sir Halford Mackinder, pues a
través de todos los tiempos se ha considerado el modelo
geográfico más conocido en el mundo y en la
actualidad las discusiones sobre política exterior se
inspiran en ella, en especial en lo relativo a la doctrina
militar occidental. Por primera vez en 1.904 esta teoría
se presentó en una conferencia con
el nombre de El Pivote Geográfico de la Historia y
posteriormente en una segunda presentación después
de la Primera Guerra
Mundial se retocó con el nombre de Ideales
Democráticos y Realidad.
Muchos estrategas se inspiraron en Mackinder pero en la
actualidad, hay quienes lo consideran más un economista
político que un geoestratega del que siempre se
habló en geografía política Es posible
entonces, que Mackinder hiciera aplicación práctica
de la geografía refiriéndose a las
enseñanzas del Maestro Sun Tzu, quien desde el año
475 A.C. plasmó en su libro
clásico El Arte de la Guerra lo siguiente sobre la
importancia del terreno, el territorio, el espacio, el estado y
el poder:
Según las reglas de las operaciones
militares hay nueve clases de terrenos. Donde los intereses
locales pelean unos contra otros, es lo que se llama terreno de
disolución. Cuando penetras en territorio ajeno sin
profundidad, se llama terreno liviano. El espacio que puede ser
ventajoso para cualquiera de los contrincantes se llama terreno
de contención. La tierra en la
cual ambos bandos pueden ir y venir, se llama terreno
transitado. La tierra que tiene tres lados rodeados por el
enemigo y uno de unión con el terreno propio, se llama
terreno de intersección. Cuando se penetra profundamente
en el territorio enemigo, cruzando muchas ciudades y pueblos se
llama terreno pesado. Cuando se cruzan montañas
selváticas, desfiladeros empinados, ciénagas, o
cualquier campo difícil de transitar, se llama terreno
malo. Cuando el camino es estrecho y la salida tortuosa, de
manera que una pequeña fuerza
enemiga pueda atacar, aún cuando se tenga un
número mayor, se llama terreno rodeado. Cuando se puede
sobrevivir si se batalla con rapidez o al contrario, perecer,
se llama terreno de muerte.
Así, pues, no debes batallar en un terreno de
disolución, no debes detenerte en un terreno liviano, ni
atacar en terreno de contención, ni dejarte aislar en un
terreno transitado. En terreno de intersección debes
crear comunicaciones; en terreno pesado saquea, en
terreno malo sigue; en terreno rodeado haz planes, y en terreno
de muerte, pelea!
Esta cita permite entender cómo la
geografía fue factor importante en la guerra desde que
el hombre
existe; de igual manera, explica el interés
especial de los militares del mundo por incluir en sus programas
académicos, nociones y especialidades en
geografía.
A escala mayor,
también explica la práctica de la
geopolítica como medida eficaz para mantener el orden
mundial, orden que en un principio se constituyó en
bandera de realistas y conservadores y que en la época
moderna ha sido combatido por los idealistas liberales; orden
respetado por unos y despreciados por otros, pero al fin y al
cabo, orden.
Pese a que en la mayoría de estudios sobre las
relaciones internacionales del período de entre guerras
predominaba el pensamiento de los idealistas, en un rincón
de Europa, en la
derrotada Alemania triunfaron la tesis
realistas acerca de la situación mundial y es que en ese
país el idealismo
estaba desacreditado porque se lo relacionaba con el Tratado de
Versalles y Postdam (1.919-1.945) mediante el cual cayó el
Hito de la Guerra del Vietnam
El auge de la geopolítica alemana tuvo entonces
como objetivo la
revisión del Tratado de Versalles justificando esta
actitud
mediante el uso del término espacio vital, original
de Friedrich Ratzel, con el cual argumentaba que los problemas de
Alemania se debían a que tenía unas fronteras
injustas que la aprisionaban y por lo tanto era conveniente su
expansión.
La geopolítica alemana de la década del 40
en el siglo XX ha sido comparada con la doctrina
nacional-socialista, poniendo de manifiesto las diferencias
fundamentales entre las dos teorías porque esa
geopolítica estaba inspirada en el materialismo
científico de Ratzel, en tanto que el nacional-socialismo se
apuntalaba en la idea de la existencia de cualidades humanas de
tipo genético, con lo que se exaltaban las teorías
de superioridad racial.
Haushofer intentó anular las diferencias entre
esas dos teorías facilitando las relaciones entre el
Tercer Reich y el mundo académico y fue por esta
razón que la geografía se convirtió en la
disciplina
científica a la que se culpó con mayor fuerza de la
legitimación del régimen nazi. Hoy
se la culpa de otros problemas conforme a la siguiente
cita:
La geopolítica contemporánea se
caracteriza por una compleja coexistencia de espacios
absolutamente controlados y de territorios planificados, al
lado de nuevas tierras incógnitas que funcionan con una
lógica interna propia, al margen del
sistema que los
ha engendrado. La guerrilla zapatista, los narcotraficantes
colombianos, los señores de la guerra somalíes,
las tribus urbanas o las mafias rusas se nos aparecen como
nuevos agentes sociales creadores de nuevas regiones, con unos
límites imprecisos y cambiantes,
difíciles de percibir y aún más de
cartografiar, pero enormemente atractivas desde un punto de
vista intelectual
LAS
TEORÍAS GEOPOLÍTICAS Y LA EXTENSIÓN
TERRITORIAL
Las teorías del dominio del
corazón de la tierra, del dominio del mar y del dominio
del espacio aéreo, hicieron que la
geopolítica mostrara en toda su plenitud una
importancia vital por cuanto a través de ellas, eran los
diferentes espacios los factores preponderantes en las
relaciones de poder.
Hoy se afirma con razón o sin ella que la
globalización a través de los negocios que
realizan las empresas
transnacionales, permite traspasar fronteras sin que se presenten
los delicados problemas de las relaciones internacionales entre
los supuestos agredidos y agresores.
Sin embargo, "la frontera
política, considerada bajo el ángulo de un
límite de soberanía, sigue siendo por esencia, el
perímetro espacial y legal del sistema
político" Mencionaré de manera breve esas
teorías geopolíticas:
a. El mar y la teoría de Mahan: El
Almirante americano Alfred Thayer Mahan realizó un primer
trabajo
estructurado al respecto denominado The Influence of Sea Power
Upon History escrito en 1.890 el cual lo hizo surgir de
repente en los cinco continentes como el primer
geopolítico. Abarcando la estructura del mundo, extrajo de
la acción naval de la Gran Bretaña los principios
que debían servir de guía para un posible dominio
del globo.
Esta teoría consistía en que la nación
que quisiera conquistar el mundo debería ser rica y esa
riqueza la lograría por medio de una gran industria, la
cual tendría que abastecerse de materias primas
traídas por una marina eficiente que a su vez
llevaría los productos
manufacturados a los principales centros del comercio,
trazando así una especie de figura cerrada en movimiento
constante. "Dominio Terrestre es el control
político y militar sobre el heartland; pero si se posee
también el control de los mares, su dominio puede ser
universal"
Sin embargo, era lógico que aquellas
líneas de navegación pasarían muy cerca de
lugares donde estarían en peligro de ser interceptadas
cuando llegasen a abastecerse de agua, alimentos,
combustibles o productos naturales y para evitar ese contratiempo
no era factible otro sistema de defensa que adueñarse de
esas bases por medio de tratados o por la
fuerza. Inglaterra
estableció para ello varios ejes de navegación que
se fueron apoderando de determinados puertos, islas o estrechos y
fue así como 16 sitios cayeron bajo ese dominio:
Gibraltar, Malta y Suez sobre el Mediterráneo; Terranova,
Jamaica y las islas Flakland o Malvinas en
América, Suráfrica y Diego
Suárez en África; Yemen, India,
Singapore, Darwin, Tasmania,
Srawak y Nueva Zelandia en Asia: Siglos
después, aún se reúnen periódicamente
algunos países con la Gran Bretaña para lograr que
les sean devueltos los territorios que les arrebataron desde los
tiempos de su predominio y una cruenta guerra libró
Argentina en 1.982 por recuperar las Malvinas, con
resultados negativos.
b. La tierra y la teoría de
Mackinder: El 25 de febrero de 1.904 el profesor
inglés
Sir Harlford Mackinder, director del Observatorio
Astronómico de Greenwich y profesor de geografía de
la Universidad de
Londres, pronunció una conferencia denominada El Pivote
Geográfico de la Historia, la cual causó
profunda impresión en todo el mundo al haber sido
diseñada como uno de los fundamentos de la
Geopolítica; en ella sostenía Mackinder que
Mahan estaba equivocado.
Las líneas férreas habían avanzado
técnicamente y se adivinaba la tendencia a formar
continentes compactos. Según el profesor, la parte enjuta
del globo era el medio único para lograr la conquista
mundial; era esa mitad seca donde se encontraba lo grande que
había hecho el hombre, la cultura, la
riqueza, la ciencia y donde se hallaban también los
elementos dominantes de la humanidad; sostenía de igual
forma que los medios o
elementos que en esa época existían en cuanto a
comunicaciones, permitían llegar a los puertos
oportunamente fuerzas suficientes para alejar a los barcos que a
ellos arribaran
Basado en mapas
cuidadosamente preparados demostró que existía una
extensa área situada en la parte occidental y continental
de Rusia que
estaba al norte ceñida por el Ártico, al sur y al
sureste por grandes cadenas montañosas de Europa y Asia; y
al oeste por la fosa del Volga que se alargaba hasta la profunda
entrada del Mar Báltico.
Fue precisamente a esa zona a la que llamó
Pivote Geográfico de la Historia, nombre que sus
comentadores cambiaron por el de Europa Central. Sostenía
que esa región no podía ser atacada por mar como
imaginaba Mahan y para su defensa por tierra contaba con
poderosos ejércitos de infantería. Ese pivote se
encontraba rodeado de una serie de penínsulas formando una
especie de reborde protector al que Mackinder llamó La
Región Marginal Creciente, la cual a su vez estaba
protegida por una serie de islas continentales algunas y lejanas
otras, y a esa faja casi circular que envolvía desde lejos
el pivote la denominó La Tierra de la Región
Insular Creciente.
En sus mapas, Mackinder hizo notar el error común
de hablar de tres continentes al mencionar a Europa, Asia y
África ya que los tres están física y
estrechamente unidos por la extensa región del Medio
Oriente. Ese espacio formaba en vez de tres continentes una
gigantesca isla a la que denominó La Isla Mundial.
En ella cualquier potencia
podría encontrar todos los medios necesarios para la
conquista del mundo: hombres, materias primas, la más apta
y numerosa juventud,
así como la industria y el dinero que
pudiera necesitar.
Una vez estudiadas y evaluadas estas tres áreas,
Mackinder formuló la ley que lleva su
nombre y que los críticos elogian o combaten de continuo:
1. "El que domine la Europa Central, controlará el
corazón mundial. 2. El que controle el corazón
mundial, dominará la isla mundial. 3. El que domine la
isla mundial, dominará el mundo" Destacados analistas
revisaron la teoría de Mackinder, entre ellos
Nicolás Spykman, profesor emérito de la Universidad
de Yale, quien sostuvo sus puntos de vista en un libro titulado
Geografía de la Paz, que aunque escrito en 1.944
sigue siendo base de consulta para los principales aficionados a
la geopolítica mundial.
Spykman sostenía que esta política mundial
por firme que parezca cambia con suma facilidad y que Mackinder
había dado a su ley un carácter permanente lo cual era inadecuado
para los tiempos modernos y además, concebía la
geopolítica en una forma diferente.
La geopolítica – decía – "es el planeamiento de
la seguridad
política de un país en términos
geográficos". Los dos términos fundamentales, para
él son espacio y tiempo. Por espacio
entendía la localización del Estado que variaba con
el crecimiento o decrecimiento de los centros mundiales de poder
o con el crecimiento o decrecimiento de las grandes potencias que
tenían relación con el Estado. Por el tiempo
geopolítico entendía el poder del estado en
comparación con los demás.
El rimland (borde-cerco-orilla) como Spykman
llamaba al exterior creciente era una zona de inmenso valor por ser
invulnerable a la marina, pese a la teoría de Mahan.
Así Spykman estableció su nueva ley: "Quien domine
el rimland, dominará a Eurasia. Quien domine a Eurasia,
dominará el mundo". Complementaba su principio con la idea
de que la cooperación de marina y aviación eran
indispensables para obtener el éxito. Se empezó
entonces a hablar de las operaciones conjuntas en el campo
militar permitiendo el desarrollo de estas dos especialidades en
forma acelerada.
c. El aire y la
teoría de Reigner: El gran investigador Robert
Hutchings Goddar advirtió que las especulaciones
relacionadas con el dominio del globo por medio del aire juegan
un papel de importancia suma, especialmente en estos momentos en
que el hombre empezó a dar sus primeros pasos en el
dominio del espacio (atmosférico), campo en el cual se
alcanzó en diez años un adelanto no soñado
en diez siglos y se avanzó con una rapidez espectacular
que dejó atrás todos los progresos logrados a
partir de las ideas de Mahan y de Mackinder.
Hasta tal punto llegó esta diferencia que a nadie
se le hace extraño que Hutchings afirmara que "la
física y la química han llegado a
producir medios de destrucción ante los cuales las
bombas
atómicas lanzadas sobre las ciudades japonesas de Iroshima
y Nagasaki, son juguetes
comparados con las actuales dada su inmensa capacidad
destructiva, sin tomar en cuenta los medios secretos que ocultan
celosamente los adversarios para un caso decisivo" sin olvidar un
hecho que empeora tremendamente la situación y es la
explosión demográfica que aumenta las posibilidades
de muerte en forma incalculable. Hutchings no se equivocó
porque hoy, el fenómeno de la guerra no se desarrolla a
campo abierto sino que tiene a la ciudad como su gran
objetivo.
La tendencia irrefrenable de la gente a agruparse en las
grandes ciudades permite a los medios actuales destruir una urbe
millonaria en pocos segundos. Además el acelerado
crecimiento de las ciudades, llegará a convertir a Europa
en una sola urbe, transformando a estas metrópolis a las
que se ha dado en llamar, el protofenómeno de la
Sociología, porque pasada la Segunda Guerra
Mundial hicieron que los medios defensivos empleados en ellas
ya no tengan vigencia. En la gran ciudad actual todos los medios
y servicios son
interdependientes; la falla de uno de ellos acarrea la
paralización de casi todos los demás: electricidad,
gas, agua,
transporte,
salud,
comunicaciones y muchos más.
Estas consideraciones, más los progresivos
adelantos de la técnica destructora, han llevado a la
clara concepción política de que una verdadera
conquista mundial debe dejar la tierra y el agua y
basarse en los postulados reales del momento.
El profesor francés De Reigner acompañado
por un amplio grupo de
técnicos, planteó la situación de la
siguiente forma: el gran blanco estratégico actual es la
gran ciudad y de su destrucción depende la victoria El
mundo – dijo – con la desordenada distribución humana en la corteza
terrestre, ha hecho que los tres continentes, Europa, Asia y
América, reúnan sus grandes masas terrestres en el
polo norte. De
140 ciudades de más de un millón de habitantes,
más o menos 120 están al norte del trópico
de cáncer. El resto se dispersa en fajas verticales
separadas hacia el sur sin mayor comunicación entre ellas. Por eso el
casquete norte mundial es la base de la actual
civilización y la región que va adelante y dirige
la historia del mundo.
Por otra parte, hacia allá las vías
aéreas son más cortas y aptas para la sorpresa y
las que ofrecen mayores dificultades a la defensa. En un universo
polarizado como el de hoy, la destrucción de las ciudades
principales llevaría, si es posible la respuesta del
contrario, a la total destrucción de la
civilización y siguiendo la tentación de las
naciones a destruirse se llegaría de acuerdo a lo indicado
por Ratzel a que en la tierra solo hay lugar para una gran
potencia.
El ataque del 11 de septiembre de 2.001 a las torres
gemelas en New York dio la razón a Reigner y a Ratzel,
pues una operación corta, sencilla y de bajo costo en
términos económicos, comparada con los medios
convencionales, causó miles de muertos y despertó
la furia del gobierno de los
Estados
Unidos, iniciándose una campaña militar de gran
escala fundamentada en la guerra preventiva contra el terrorismo
Así entonces, las tres teorías esbozadas
someramente implican el apoderamiento de un espacio ya sea sobre
la superficie terrestre, el mar o el espacio aéreo con el
objetivo específico de dominio total porque el poder
siempre se ha fundamentado en el espacio.
Clasificación de la
Geopolítica
El objeto de estudio de la geopolítica
está constituido por las relaciones entre los factores
geográficos, sociológicos, económicos,
políticos, con las instituciones
políticas y la vida del estado. De la forma general o
particular como se realice este estudio dependerá la
clasificación de la geopolítica. Si dichas
relaciones se realizan con criterio amplio e indeterminado, sus
conclusiones serán de aplicación universal, sin que
signifique que tenga carácter absoluto sino
general.
En este caso estamos frente a la geopolítica
general. "La geopolítica se origina en el concepto de
que la naturaleza en
tanto tal, con sus efectos sobre el hombre, regula la conducta humana y
así, define sus intereses, tal como aseveran los diversos
geopolíticos" Pero si se estudia la geopolítica de
un estado o la influencia de un determinado factor
geográfico, sociológico, económico,
político, u otro, en la vida de uno o varios estados, nos
encontramos con la geopolítica particular. Por eso
existen obras de geopolítica nacional que obviamente se
refieren a un país específico, o de
geopolítica del hambre, de la pobreza, de
las enfermedades para
señalar la influencia de estos flagelos en ciertos estados
o regiones que lo padecen.
Como resultado de las diversas corrientes de la
geopolítica, es frecuente encontrarla inapropiadamente
clasificada o calificada. Por ejemplo, cuando se dice de un
estado expansionista que tiene conciencia
geopolítica, se está interpretando la
geopolítica con criterio determinístico como si el
factor espacial fuera el todo de su contenido. Otras
clasificaciones de la geopolítica están dadas por
su interpretación conforme a la escuela que se
trate:
Entre las más sobresalientes encontramos la
escuela alemana, orientada por Friedrich Ratzel, Karl
Haushofer y Rudolf Kjellen se considera organicista y
determinística por el espacio y la particular
situación de las ambiciones de la nación
alemana en el pasado.
A partir de 1.945, hablar de geopolítica era
inscribirse en el nacional-socialismo de la Alemania del Fuhrer;
sin embargo las grandes potencias realizaban seguimientos a las
investigaciones de los institutos de
Geopolítica de Munich y Heidelberg. Eso confirma la
importancia del tema y el temor que despertaba la
geopolítica como elemento clave para mantener el poder
relativo de combate de los estados interesados, es decir, la
geografía no dejó de ser un terrible instrumento de
poder. Alemania ha sido la cuna de todas las disciplinas
geográficas y sus primeros sistematizadores fueron
Alexander Von
Humboldt y Karl Ritter
La escuela inglesa de Mackinder, fundamentada en
el dominio del mundo a través de la repartición del
mar y de la tierra, con el presupuesto de
que la nación que tenga este doble poder y se sustente en
una masa terrestre considerable orientada por el Heartland,
será la dueña del universo. Fue Mackinder quien
hizo los esquemas geopolíticos trascendentales y audaces
que inspiraron a toda la escuela alemana (
La escuela norteamericana representada
principalmente por el Almirante Mahan, Dorpalan, Weiger y Spikman
principalmente, enfocada a desvirtuar la geopolítica
alemana y a mantener la vigencia de la geografía
política, confundiéndola con la geopolítica,
pero de todas formas, creadora de métodos
didácticos y analíticos.
Al principio de la década de 1.940 Strausz
predijo que el papel predominante que asumirían los
Estados Unidos en la economía
mundial, sería de tal fuerza que no requeriría
de expansión territorial alguna. Fue Strausz quien expuso
las proyecciones de la geopolítica de su país en el
sentido de que, "aunque los Estados Unidos no tienen
interés en obtener porciones de los espacios que logren
como resultado de su esfuerzo militar, si tiene el interés
inmediato de implantar y mantener un orden universal que
será la compensación de sus sacrificios"
La seguridad de este orden universal dependería
en última instancia, de la fuerza armada, al igual que la
seguridad de cualquier sistema político, aunque sea muy
pequeña la fuerza armada necesaria.
La escuela francesa de Vidal de la Blache,
investiga no solo la influencia de los fenómenos
geográficos en la vida del estado sino otros,
especialmente basados en la actividad humana, en la capacidad del
hombre para modificar la geografía y aún, el
ambiente. En
general expresa la importancia de las relaciones, de los
intercambios, de las comunicaciones en la vida nacional,
importancia que va creciendo en la medida de las conquistas
técnico-científicas
La escuela soviética, un tanto desconocida
en lo teórico pero que realmente, en la práctica
guarda la heredad expansionista de los zares y retoma la escuela
alemana implementándola a la ideología y praxis
socialista, moldeada por la dialéctica y enriquecida por
las conquistas logradas a partir de la Segunda Guerra
Mundial. El autor ruso M. Illán presentó con
mano maestra un cuadro de las aplicaciones que de las ciencias
geográficas se ha hecho para conquistar y adaptar el medio
de extensas regiones de la Unión
Soviética.
La escuela italiana, con su reivindicación
colonial, imperial, centrada en un espacio vital
mediterráneo que permitiría la soñada
autarquía, con las clásicas reclamaciones sobre
Istria y la costa dálmata, además de Albania,
Grecia e
importantes áreas del norte de África. Exaltaba el
imperio romano y
el nacionalismo,
contraponiéndose a los avances en Italia de las
tesis internacionalistas, socialistas y comunistas. Su discurso
geopolítico facilitó la llegada del fascismo al poder
y adoptó características similares a las de la
Geopolitik alemana
Aunque no propiamente como escuela, la
geopolítica española ha tenido altibajos;
primero por su cercanía con la escuela alemana, en
especial con el significado del lebensraum, que
permitía en consonancia con la tradición
española, justificar la necesidad de consolidar las
colonias norteafricanas. Como en la mayoría de los
países, la geopolítica española
languideció manteniéndose tan sólo en
círculos militares. En la época actual es desde
los medios de
comunicación y el periodismo que
la geopolítica reaparece en forma de opinión o como
mera información; también desde las
relaciones internacionales o desde la misma estructura
administrativa del estado español,
la geopolítica reaparece con dinámica
propia
Finalmente, la escuela brasilera nacida a partir
de la creación de la Facultad de Filosofía,
Ciencias y Letras de la Universidad de Sao Paulo y de la
fundación de Geógrafos
Brasileños en 1.934. Inspirada en la
orientación metodológica francesa, se dedica al
estudio e investigación de temas ligados directamente a la
geografía brasilera, con preferencia a la geografía
humana.
Su preocupación actual es la formación de
geógrafos tropicalistas en razón a que las dos
terceras partes del mundo ocupan zonas tropicales. Su más
importante exponente fue Milton Santos quien planteó la
renovación de la geografía. De todas maneras la
importancia que logró la geopolítica a comienzos
del siglo XX, produjo expresiones como la siguiente, con las que
se demuestra la aversión que llegó a generar en
algunos círculos:
La geopolítica, claro, es de particular
importancia, ya que es el dogma reinante, más o menos
desde la década de 1.880 en esa forma, de la fuerza
oligárquica culpable de las dos guerras mundiales que ha
habido en el siglo XX, y de las diversas formas colonialistas y
neocolonialistas de fines del siglo XIX, y del siglo XX,
incluida la forma neocolonialista que los británicos y
otros paganos del mismo parecer (como Felipe o Carlos, de
la familia
real británica, quienes han promovido el culto a Gaia)
pretenden imponerle al mundo
La cita anterior es fiel reflejo de aquella culpa que en
la actualidad todavía se asigna a la geopolítica al
asociarla como herramienta de poder que despertó intereses
expansionistas y lanzó a la guerra a diferentes estados
que luego tardaron varias décadas en
recuperarse.
Relaciones de la Geopolítica con otras
ciencias
En la actualidad la geopolítica recobra especial
importancia teniendo en cuenta que la globalización económica trasciende
las fronteras nacionales e internacionales a través de los
intercambios comerciales; esto no obsta para que a pesar de la
globalización, se revisen los procesos
geopolíticos.
En tal virtud, es conveniente mostrar como la
geopolítica se relaciona con otras ciencias para cumplir
con su objetivo:
Con la Geografía: Ya se anotó
cómo la Geopolítica tuvo como ciencias madres a la
Ciencia Política y a la Geografía y es por esto que
quien pretende estudiar geopolítica tendrá que
poseer conocimientos geográficos, especialmente en la rama
de la geografía política. De lo contrario
sería como pretender multiplicar sin saber sumar, pero
esto no significa que sean exclusivamente la política y la
geografía los fundamentos de la geopolítica, por
cuanto a estas concurren toda una diversidad de
ciencias.
Con la Sociología: Si la
Geopolítica estudia las relaciones hombre-suelo, o mejor,
humanidad-territorio, automáticamente queda de manifiesto
la comprensión del medio social que habita y explota ese
territorio. De esta forma la Geopolítica se interrelaciona
con la sociología para analizar las
características de la sociedad que
conforma el Estado. No hay que olvidar que lo que conocemos como
identidad
proyecto
en realidad se materializa cuando los actores sociales construyen
una nueva identidad sobre bases culturales que redefinen su
posición en la sociedad y buscan la transformación
de toda la estructura
social.
Con las Ciencias Económicas: Siendo la
economía
el fundamento del desarrollo de los estados, se relaciona
profundamente con la geopolítica. Los recursos
naturales del territorio en especial los que más
influyen en los factores del poder, son de particular
interés y análisis por cuanto permiten proyectar la
vida del estado. "El crecimiento de la Unión
Europea y la configuración de una Zona Norteamericana
de Libre Comercio,
por ejemplo son en parte, intenciones de ejercer influencia
política sobre los asuntos económicos a una escala
mayor que la del Estado nacional"
Con la Historia: La Historia es el puntal de
muchas ciencias, entre ellas, de la Geopolítica, la cual
fundamenta buena parte de sus estudios en experiencias del
pasado; la filosofía de la historia nos lleva a comprender
cómo hay una serie de sucesos humanos que se repiten
uniformemente en ciclos de tiempo, sin
que sean fruto del azar sino de principios sociales y naturales,
a los que se dedica con profundidad de análisis la
geopolítica. Las relaciones de la Geopolítica con
la historia son de tal magnitud que algunos pretendieron cambiar
su nombre por el de geohistoria
Con la Filosofía: El discurso
humanístico de la filosofía en búsqueda de
la verdad, implica el mejoramiento de las condiciones de vida del
ser objeto de su interés (el hombre) y por lo tanto, el
determinismo ha sido suavizado por la teoría social que
trata de explicar el comportamiento
humano desde ángulos diferentes al entorno
físico
Con las Ciencias Militares: Las conclusiones de
la Geopolítica buscan encausar la conducción del
estado al mantenimiento
y/o logro de sus objetivos políticos. Estos objetivos
tienen por tanto la particularidad de ser alcanzados por la
vía pacífica o por la fuerza, aisladamente o en
alianza con otros estados; es entonces cuando entra en juego la
estrategia militar para analizar su viabilidad de alcanzarlos a
la luz de los medios
humanos y materiales de
que dispone el estado o el bloque de estados y de las
consideraciones geográficas imperantes; así aparece
como ciencia hermana o paralela de la geopolítica, la
geoestrategia o estrategia tridimensional de grandes espacios,
que estudia los factores físicos que influyen en la
estrategia, considerada ésta en su más alto
nivel
Es la estrategia la rama de las ciencias
militares que tiene como fin la conducción general de la
guerra y la organización defensiva de una nación.
La geoestrategia, entonces, es la parte de la geografía
política que analiza la organización en el espacio
de las fuerzas militares, políticas y económicas
implicadas en una guerra o en las operaciones de defensa de un
territorio .
Racionalismo, determinismo y organicismo como
fundamento filosófico de la
Geopolítica
En la medida en que el hombre llevó al campo de
la utilidad y de la
práctica los conocimientos adquiridos, se desarrollaron
paralelamente las ciencias y las artes; esto ocurrió con
mayor énfasis en Alemania y tal vez por ello
correspondió a Inmanuel Kant intuir la
geopolítica, cuando en su obra Sentencias
habló por primera vez de la política
geográfica.
Lástima que este acopio de conocimientos hubiera
servido al imperialismo
del Kaiser y al nazismo de
Hitler para
lanzarse a la conquista de Europa mitificando su contenido
científico con irrealidades tales como la superioridad
aria .
Pero esto no significa que la geopolítica sea
exclusivamente alemana, por cuanto es una ciencia y como tal es
universal, tendiente no sólo a proyectar estados como
grandes potencias, sino también a ayudar a otros a
mantener lo que tienen, e inclusive a enseñar a los
estados pequeños fórmulas que eviten su
desintegración. Así el filósofo
alemán Juan Herder en su célebre obra Ideas
Sobre la Filosofía de la Historia de la Humanidad,
afirmó que la nación es un ser orgánico, una
planta de la naturaleza. Sus conceptos estuvieron marcados por un
determinismo histórico que lo llevaron a hablar del
animal nacional y de la fisiología de la
nación
Por esa misma época, un militar alemán,
Dietrich Heinrich Von Bulow, fundamentó la política
exterior sobre condiciones geográficas y separó la
estrategia política de la estrategia militar, con un
criterio revolucionario e irrespetuoso de los valores de
la época que le costaron no pocas persecuciones y una
desgraciada muerte. Sería injusto continuar
cronológicamente con los antecedentes de la
geopolítica sin remitirnos a Napoleón
Bonaparte, quien resumió su sabiduría
político-militar en la famosa frase "la política
de los estados reside en su geografía". De Europa
pasamos a América, por cuanto su revolución
de independencia,
tanto de las colonias inglesas del norte como de las
españolas del centro y del sur, produjo grandes
políticos y militares, uno de quienes en la fecundidad de
su pensamiento y dinámica de acción intuyó
la geopolítica o al menos manejó los asuntos
político-militares con criterio
geopolítico.
En Latinoamérica, fue el Libertador
Simón Bolívar,
quien en La Carta de
Jamaica, escrita a un caballero inglés plasmó la
más clara expresión de su sentido
político-geográfico, de su profundo conocimiento
del medio físico, económico y social americano y de
su genial intuición sobre el destino de cada uno de los
estados que nacerían de su espada libertadora.
En el vasto campo de sus ideas políticas
encontramos destacados visos geopolíticos en la mente de
Bolívar. Para defender a Hispanoamérica de las
pretensiones de la Santa Alianza Europea que pretendía
recuperar las colonias para España y
con el fin de proyectar mediante una confederación de
naciones, la grandeza ibero-americana, promovió en 1.826
el Congreso Anfictiónico de Panamá.
Pero como este proyecto fracasó por el
egoísmo de algunos estados, insistió en las
Confederaciones de los Andes y del Caribe y hasta su
último aliento propugnó por mantener la unidad de
la Gran Colombia.
Bolívar luchó hasta su muerte por demostrar que
"toda civilización es en esencia y literalmente,
civilización espacial. De esta forma, Bolívar
intuyó cómo los grandes espacios son factores
generadores de poder nacional; lamentablemente sus generales no
comprendieron el fenómeno y por el contrario, creyendo que
sus servicios a la libertad les
daba derechos
feudatorios, cada uno intentó formar en su región
una república de su propiedad.
El Presidente norteamericano Jacobo Monroe,
coetáneo al pensamiento bolivariano, forjó la
doctrina que lleva su nombre, mediante su famoso slogan
América para los americanos, pero quizás sus
propósitos llevaban veladamente buena dosis de
imperialismo a largo plazo. Así lo intuyó
Bolívar en la carta a su amigo
inglés: "si nosotros los hispanoamericanos no nos unimos,
seremos devorados por el espíritu mercantilista de los
ingleses del norte".
Para encontrar el camino que nos lleve a comprender
mejor la geopolítica, conviene una referencia al
filósofo Juan Fitché, discípulo de Kant y
gestor del nacionalismo romántico alemán. En su
orden Guillermo Federico Hegel gestor del
idealismo y la dialéctica, afirmó cómo el
sujeto de la historia es el pueblo organizado en un estado y
cómo el nivel humano sólo puede lograrse dentro del
sistema estatal; afirmó además, con claro acento
determinístico, que la historia tiene base
geográfica por cuanto el suelo determina el
carácter del pueblo que habita en él. Seguidor en
lo moral de
Maquiavelo, sostuvo que los principios éticos deben
sacrificarse en beneficio del Estado .
Alejandro de Humboldt ocupa también lugar
preeminente como precursor de la geopolítica y es
así como en su obra Ensayo político sobre el
reino de nueva España, analizó los hechos
geográficos y su relación con la vida humana y la
política en los estados. Fue el Barón de Humboldt
el gestor de la geografía política y el fundador de
la geografía moderna por los trabajos que realizó
en sus diferentes viajes.
Carl Ritter sistematizó el pensamiento de
Humboldt, extendiendo la influencia de los factores
geográficos, no sólo sobre las plantas, los
animales y el
hombre, sino sobre las condiciones históricas. En su
Geografía Comparada estableció un nuevo
método
para investigar las causas geográficas de la actividad
humana. En contacto con las ciencias
naturales, fue el primero que descubrió la tierra como
una fuerza viva y dinámica: la Geografía es la
ciencia del globo viviente. Sus alumnos exageraron sus
acciones hasta
pretender sacar a la geografía de la ciencia natural para
situarla como ciencia histórica.
El famoso economista y profesor de ciencia
política Federico List fue el primero que lanzó la
idea de los grandes espacios y la importancia del control
de las comunicaciones de un estado. También son muy
importantes los estudios del famoso naturalista inglés
Robert Charles Darwin por cuanto en su libro El origen de las
especies, señaló que el espacio es importante
para la reproducción y esparcimiento de
determinadas especies.
El francés Augusto Comte,
creador de la filosofía positivista y de la
sociología, con su método experimental abrió
el camino a los estudios geopolíticos, al señalar
como fuentes de las
variaciones sociales, la raza, el clima y la
acción política. Es posible que tales afirmaciones
fueran el origen del determinismo geográfico, tan
discutido desde su aparición
En nuestro recorrido histórico aparece la
Geopolítica de la Modernidad. El actual proceso
global de reestructuración del sistema económico
internacional tiene dos proyecciones íntimamente
relacionadas: la económica o tecnológica y la
estratégica. Con ello se quiere decir que un conjunto de
innovaciones que se originan en la evolución de una determinada lógica
científico-comercial, son asumidas por una política
global de confrontación pretendidamente final con el mundo
excluido. "Esto provoca la existencia de una estructura
científica y tecnológica que evoluciona y se
desarrolla por medio de impulsos militares y
económicos"
Las discusiones realistas e idealistas sobre la
geografía fueron causa del desengaño de los
académicos hasta el punto de congelarla,
convirtiéndola en una asignatura más de los
programas escolares. Afortunadamente en nuestros tiempos, esta
ciencia cobra gran importancia por su estrecha relación no
sólo, en las relaciones de poder sino por su singular
significado en la creación del espacio hasta el
punto de reconocerse por parte de la sociología que no es
posible generar un nuevo espacio sin crear una nueva sociedad.
"Una sociedad solo se crea a partir de actividades que exigen la
puesta en valor de un espacio natural preexistente".
La conceptualización de la geografía como
ciencia espacial se basó anteriormente en una
visión absoluta del siglo XX ha hecho hincapié en
que el espacio sólo puede comprenderse en términos
de los objetos y los procesos que lo forman, implicando que el
estudio del mismo debe estar del espacio, pero la crítica
humanística que se desarrolló en la segunda mitad
ligado a la teoría social.
La preocupación del existencialismo por los seres humanos en
situaciones particulares y por la individualidad ofrece un foco
potencial para nuevas investigaciones geográficas. Sin
embargo, poca atención se ha prestado a esta posibilidad
por el énfasis del existencialismo en el individuo y en
la libertad y por ende, al rechazo de una ciencia social que se
ocupe del establecimiento de las regularidades que rigen el
comportamiento
humano.
Si en la antigüedad la Geografía se
constituyó en teoría y práctica de la
guerra, es justo que en el futuro se ocupe de la
protección del medio
ambiente, del ordenamiento territorial y del mejoramiento de
la calidad de
vida del hombre. El nuevo orden mundial presupone que la
geopolítica actúe como herramienta eficaz en el
manejo de las relaciones internas de cada estado, como
expresión democrática de la acción
política del ciudadano y en las relaciones internacionales
con absoluta independencia sin temor a nuevas formas de
colonialismo.
"Cuatro son los condicionantes básicos que hacen
a la definición de una doctrina de defensa: la
geografía, la política, la demografía y la tecnología. Como
ninguna nación es igual a otra, en teoría
deberían existir tantas doctrinas de defensa como
naciones". El libro de Yves Lacoste, La Geografía: un
arma para la guerra, publicado en Francia en
1.976 es todo un tratado de conocimientos científicos que
van desde la antropología hasta la ecología, pasando por
supuesto, por la historia, la geografía física, la
geografía humana, la geografía
económica, la ciencia política, la estadística, la filosofía, y
el arte de la
guerra.
Los estados mayores fueron y siguen siendo los cuerpos
asesores de los comandantes militares, especialistas por
áreas definidas encargados de manejar los asuntos
estratégicos para el planeamiento de la guerra.
Posteriormente los aparatos estatales y las multinacionales,
reforzaron sus actividades mediante el empleo de
estados mayores; es a ellos a quienes más les ha
interesado la geografía como fundamento ideológico
para definir exitosamente los conflictos
militares o para ejercer el más común y eterno tipo
de guerra: la guerra económica.
La experiencia muestra que los
estados que siempre se interesaron por la geografía, o son
potencias hoy, o han impedido que sobre su propio territorio se
aniden ideologías y sistemas
políticos con intereses expansionistas. Es esta
precisamente la razón por la cual hoy es posible hablar,
por lo menos de ocho importantes escuelas geográficas: la
alemana, la inglesa, la francesa, la norteamericana, la
soviética, la italiana, la española y la brasilera
.
La excesiva práctica de la geografía en el
campo ideológico, dio origen a finales del siglo XIX a la
aparición de otra geografía: la de los profesores.
Inconscientemente, el discurso ideológico de la
Geografía de los profesores "oculta la importancia
estratégica de los razonamientos que afectan el espacio".
Se aleja totalmente de las prácticas políticas y
militares y de las decisiones económicas, disimulando la
eficacia del
instrumento de poder que se constituye mediante los
análisis espaciales.
Los estados mayores de los aparatos militares y
estatales de las grandes potencias así como de sus
multinacionales, por el contrario aprovecharon la decadencia
académica y continuaron produciendo cartografía especializada para fines
estratégicos militares y comerciales. No es gratuita la
presencia de grupos
financieros y económicos en los países del tercer
mundo con el fin de aprovechar los inmensos mercados que
ofrece el sector terciario de la economía.
La estrategia y la táctica de los
ejércitos requieren obligatoriamente de cartografía
actualizada que facilite la utilización de los armamentos
enmarcados en lo que se denomina tecnología de punta.
Nunca los mapas podrán ser reemplazados y ese es uno de
los elementos del poder que aporta la
geografía.
El espacio es el factor que mayor influencia
tiene en la vida de los estados. Su interpretación ha sido
fruto de la evolución misma de las ciencias
geográficas y de las ciencias políticas, desde el
concepto puramente descriptivo de los griegos, hasta las
concepciones de Ratzel, Kjellen y Haushofer, quienes creyendo
encontrar en este factor el eje de la geopolítica,
se determinaron por él, guiados por el culto exagerado a
su significación y empujando a Alemania hacia el
expansionismo. Por ello, conviene ante todo precisar el concepto
para después explicar su dimensión y alcance
geopolítico
El espacio como simple extensión, como
área superficial mensurable que ocupa cada objeto,
según la teoría euclidiana no tiene sentido en
geopolítica; porque esta ciencia se ocupa
profundamente del significado en cuanto comprende una comunidad
políticamente organizada, con necesidades, problemas y
aspiraciones comunes; es decir, al mundo circundante donde
discurre históricamente la vida del estado y se proyecta
hasta cobrar alcances inconmensurables en lo político,
económico y social y varias dimensiones según se
trate de territorio, mar, espacio aéreo, plataforma
continental o subsuelo. Así el espacio, es a su vez
resultante de tantos factores interactuantes, que es bien
difícil construir sobre él una rígida
teoría. Quizás la extensión territorial como
tal conserve aún su valor estratégico en el
ámbito potencial, aún cuando las nuevas formas de
energía y la cobertura de las comunicaciones tiendan a
dejarla fuera de lugar.
La diferencia entre territorio y espacio consiste en que
el primero, es una forma de espacialidad delimitada en
términos políticos y el segundo, está
acompañado de la construcción social y de las relaciones
entre el hombre y su entorno.. "El espacio geográfico es
el producto de
una historia social y como tal, el resultado de una determinada
estructura de poder y de un sistema de relaciones productivas".
Hanz Weigert afirma que "el hombre moderno debe comprender que el
espacio es destino"; por tanto, resulta útil clasificar a
los Estados por su extensión en gigantes, grandes,
medianos, pequeños y miniestados. Esta
clasificación se convierte en problemática cuando
de administrar los territorios estatales se trata y se recurre al
tema de la soberanía.
"Soberanía y territorio continúan siendo
piezas clave del sistema internacional. Pero se han reconstituido
y parcialmente desplazado hacia otras arenas institucionales
fuera del estado y fuera de los territorios nacionalizados En los
tiempos actuales la soberanía se ha descentralizado y el
territorio parcialmente se ha desinstitucionalizado. La
soberanía se mantiene como una estructura del sistema,
pero ahora está localizada en múltiples arenas
institucionales: los nuevos regímenes legales privados
transnacionales, nuevas organizaciones
supranacionales y varios códigos internacionales de
derechos
humanos"
Al final de este corto análisis que cubre
más de un siglo de discusiones, es oportuno dejar en firme
algunos conceptos porque el principal inconveniente que ha tenido
que sortear la geopolítica ha sido su
interpretación. Puede decirse que existieron o existen
diferentes corrientes sobre lo que es la ciencia denominada por
algunos como "maldita" y sus relaciones con la geografía
política, pero por fortuna hoy el panorama es claro y
posibilita resumir esas ideas en cuatro visiones
principales:
1- La geopolítica es
dinámica, como un atleta en competencia,
mientras la geografía política es estática,
como la pista atlética sobre la cual se realiza la
competencia. Esta fue una de las primeras interpretaciones de los
geopolíticos anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Según ellos, la geopolítica era una nueva ciencia,
o técnica o arte que se ocuparía de la
política a nivel geográfico, pero con un abordaje
diferente de la geografía y dedicada principalmente a la
acción y al poder.
Los geopolíticos de principios del siglo pasado
aseguraban que ellos estaban construyendo otro saber, que en la
realidad sería más que una ciencia, un instrumento
imprescindible para la estrategia, es decir, para la
actuación político-espacial del Estado.
Como se puede observar, fue una visión adecuada
en su momento histórico y no podemos olvidar que el mundo
en la primera mitad del siglo XX, antes de la Gran Guerra,
vivía un orden multipolar conflictivo, con una
situación de guerra latente entre las grandes potencias
mundiales, lo cual legitimaba las acciones de quienes
hacían geopolítica en aquél
momento.
2- La geopolítica es
ideológica y por eso llegó a ser considerada
un instrumento del nazi-fascismo o de los estados totalitarios,
mientras la geografía política es una ciencia. Esta
fue la interpretación de algunos geógrafos en los
años 1.930 y 1.940, por ejemplo: A Tener y Leo Waibel y
también de un buen número de científicos
sociales en la pos-guerra Un nombre bastante representativo de
esta visión fue Pierre George, talvez el geógrafo
frances más conocido de los años 50 a los 70 del
siglo XX que afirmaba que la geopolítica era una
pseudo-ciencia, una caricatura de la geografía
política.
3- La geopolítica sería la
verdadera o fundamental geografía. Esta fue la
interpretación que el frances Yves Lacoste inauguró
con su famoso libro La Geografía: un arma para la
guerra, en 1.976 y que sirvió como ideario para la
Revista
Heródote, suplemento de geografía y de
geopolítica muy destacado en la época. En esa
visión, la geografía de verdad, la esencial o
fundamental, no habría surgido en el siglo XIX con
Humboldt y Ritter, pero si en la antigüedad, durante la
aparición de los primeros mapas. De esa manera, lo que
habría surgido en el siglo XIX habría sido apenas
la geografía de los profesores, la geografía
académica, la que básicamente estaría
preocupada en esconder o encubrir, como una cortina de humo la
importancia estratégica de la verdadera geografía,
de la geopolítica en concreto.
La geopolítica o geografía de los estados
mayores, o geografía fundamental, existió desde la
antigüedad en la estrategia espacial de las ciudades-estado,
de Alejandro el Grande, por ejemplo, o a partir de los escritos
de Heródoto como el de la Geografía
Fundamental, autor y obra que, en una lectura
sesgada, habrían representado al imperialismo
ateniense
4- La geopolítica hoy se presenta como un
área o campo de estudios interdisciplinar.
Esta interpretación empezó a predominar a partir
del final de los años 1.980, siendo casi un consenso en
los días actuales. No se trata tanto de lo que fue la
geopolítica y sí de lo que ella representa
actualmente.
En consecuencia, si analizáramos quien dio inicio
a la geopolítica, entre los grandes hombres que
contribuyeron a desarrollar ese saber, seguramente
concluiríamos que ellos nunca provinieron de un
área única del conocimiento: hubo juristas, por
ejemplo Kjellén, geógrafos como Mackinder,
militares como Mahan y Haushofer y varios otros especialistas.
Hoy es un hecho que la geopolítica está en manos de
los economistas y hombres de negocios. Pero lo que más
importa es que la Geopolítica se encuentra más viva
que nunca y camina de la mano de quienes en el siglo XXI, siguen
con la intención de refundar imperios.
Especial agradecimiento debo manifestar a la Dirección General de Estudios de Posgrado y
al Instituto de Geografía de la Universidad Nacional
Autónoma de México,
entidades que han hecho posible la publicación de este
artículo y que patrocinan mi formación doctoral
como becario permanente.
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José Luis Cadena Montenegro
Marzo de 2006
Geógrafo y Politólogo, Profesional en
Ciencias Militares. Magíster en Ciencia Política,
Universidad de los Andes; Magíster en Planeación
Socioeconómica, Universidad Santo Tomás;
Magíster en Geografía y Ordenamiento Territorial,
convenio UPTC-IGAC. Doctor en Geografía, especialidad en
geopolítica, Universidad Nacional Autónoma de
México. Catedrático universitario, Consultor
internacional en Defensa y Seguridad.