- ¿Quién es
Abogado? - La Fuerza
Interior - La sensación de
Justicia - La Moral del
Abogado - La
Hipérbole - El Secreto
Profesional - La Mujer en el
Bufete - La Chicana
- Conclusiones
- Bibliografía
En este trabajo
veremos las situaciones cruciales, buenas o malas, en que se
encontrará un abogado a lo largo de su trayectoria
profesional. El libro en
comento es una excelente oportunidad para poner a prueba nuestros
valores, hasta
que punto dejaremos de lado la percepción
de ingresos por
perseguir el ideal de justicia.
Definitivamente es más fácil decirlo que hacerlo y
para ello el autor menciona los casos problemáticos,
dándonos en algunos casos la solución y en otros,
nos deja a libre albedrío la respuesta.
Los valores
morales son inculcados en el individuo
desde pequeños, tanto en el hogar como en su familia, y no es
una carrera, sea derecho o ninguna otra, la que después de
formados, le indicará como conducirse en la vida. Es
verdad que son consejos prácticos, como una guía,
pero es el mismo individuo el que según sus valores, con
los que se ha conducido durante toda su vida, escogerá
entre lo que considera correcto o incorrecto.
Siento que este libro amplia mucho la mentalidad de los
estudiantes que como yo, nos estamos formando en esta carrera, y
nos brinda los parámetros de conducción que deben
ser tomados como correctos por los jóvenes, para que en un
futuro, y frente a una disyuntiva, sepan escoger el camino
correcto, el camino de la Justicia.
- ¿Quién es
Abogado? - Lo que dice el Autor al
respecto: - Nuestra Opinión al
respecto:
Según entendimos de la lectura de
este primer capítulo, el hecho de estudiar la
licenciatura de Derecho y Ciencias
Políticas, no le adjudica per se
la calidad de
abogado a una persona.Los abogados deben soportar los calificativos
peyorativos que sobre ellos recae gracias a la mala fama que
tiene su profesión, comentarios que van de lo
ridículo a lo ofensivo.Es una profesión que en vez de estar
consagrada académicamente, esta un poco mal vista por
la sociedad.
A mi juicio esto carece de justicia, porque tal vez haya
licenciados en derecho que tratan de ser "juega
vivos", pero son los más los que se apegan a la
ley y a la
justicia. Dentro de todo, la sociedad no puede catalogar una
profesión de buena o mala por la actuación de
sus protagonistas, ya que ella misma debe hacerse un mea
culpa de los
valores que enseña a sus conciudadanos.Esto lo ejemplarizamos cuando en las aulas de clases
no se enseña a discernir, a valorar a los
demás, a reflexionar ni a tener un punto de vista
crítico de las cosas. Tal vez en todos los casos no
sea así, porque a titulo personal me
ha tocado el privilegio de aprender con excelentes
catedráticos, verdaderos maestros del derecho, pero a
su vez ha habido profesores que intentan crear estudiantes
mecanizados, memorizadores de conceptos, como muy bien lo
señala Osorio: "el bagaje cultural del alumno
más aprovechado no pasa de saber decir de 25 maneras
– tantas como profesores – el concepto del
derecho…" Este comentario del autor me causo pavor al
observar que no esta lejos de la realidad, pero allí
interviene el mismo alumno al convertirse en agente
autodidacta, lo que no se le enseña, trata de
aprenderlo por otros medio, no se conforma.Algo que también llamó mi atención fue leer que solo en la ciudad
de Madrid
existen aproximadamente 12,000 licenciados en derecho pero no
son todos los que se dedican a la profesión
permanentemente. Con esto sé que el Licenciado que no
se dedica a la profesión en un 100%, podrá ser
muy Licenciado pero no un verdadero abogado.- Lo que dice el Autor al
respecto: - Nuestra Opinión al
respecto:
Un verdadero abogado debe creer en si mismo, en sus
ideas, en lo que dice su yo interior. No se deja llevar por
la crítica, el doctrinarismo o la
injusticia. Debe actuar siempre como lo dicta su moral, y
aunque puede consultar las opiniones de los autores y leer
jurisprudencia, debe hacer exactamente lo que
le indica su conciencia.No debe dejarse llevar por el resarcimiento
económico que puede obtener de tal o cual caso. En
Panamá
y en el resto de los países, esto es más
complicado de lo que aparenta. Un abogado es bien visto
cuando defiende criminales famosos, aun a sabiendas que son
culpables de los delitos de
los que se les acusa. En algunos casos son delitos
gravísimos, homicidio
de niños, abusos de mujeres y ancianos,
tráfico de drogas,
con las cuales cercenan la conciencia de nuestra juventud,
etc. Este abogado, conciente de la culpabilidad de su cliente,
aun así lo defiende porque la remuneración
económica es jugosa. Pero en este momento, me pregunto
yo: ¿y donde esta la conciencia de este abogado? y si
hubiera sido su familia la afectada, ¿también
lo hubiera defendido?, ¿no previene que si ayuda a
este criminal a obtener su libertad,
otros más pueden ser futuros afectados?A diario se encontrara el abogado con la injusticia.
En cada Tribunal, en cada fallo, en los clientes,
en lo que le rodea, pero no por eso el abogado se debe
convertir en u ser injusto, ya que son sus actuaciones los
que hablaran bien o mal de el. No existirán las
excusas, ya que solo él, será responsable de
sus fallas o aciertos.Otra cosa que aprendí es que un buen abogado
no debe ser vanidoso, aunque esto a mi juicio, no solo se
aplica a la carrera de derecho sino para la vida personal. Al
contrario de vanidoso, debe ser digno, orgulloso. No debe
titubear al momento de tomar una decisión y si vacila,
mejor es que renuncie para no parecer payaso. El mejor aliado
del buen abogado es su fuerza interior, su conciencia. Debe
elevarse al resto de la sociedad, y si en algún
momento duda sobre cometer una injusticia, debe cambiar de
oficio.- La Fuerza
Interior- Opinión del Autor al
Respecto: - Nuestra Opinión al
Respecto:
No es en el derecho
positivo donde el jurista encontrara el basamento de sus
actos y decisiones. El derecho es cambiante, dinámico
y lo que hoy era bueno, mañana no lo sea. Lo que era
un sistema
perfecto, tal vez sea modificado para mejorarlo. Aunque el
autor cita como ejemplo el caso del derecho
laboral, que con anterioridad solo era visto en un plano
de comisión u omisión, creando una nueva fuente
de responsabilidad como lo es el patrono; yo
prefiero citar otro ejemplo, aunque esta bastante
relacionado: la esclavitud.Anteriormente la esclavitud era bien vista, la alta
sociedad tenia sus esclavos, a los cuales podía
vender, permutar y hasta matar. Las mujeres esclavas eran
obligadas por sus dueños para que le tuvieran hijos,
en el caso que la dueña de la casa no pudiera hacerlo,
pero los nacidos no eran considerados hijos de ellas, sino de
sus "amos". La esclavitud era total, y en algunos casos,
dependiendo de la actitud de
los dueños, le permitían al esclavo comprar su
libertad.Esto cambió con el tiempo,
los esclavos fueron aumentando en cantidad, se fueron
organizando y fueron luchando por sus derechos,
hasta hubieron guerras
por ello. Con este ejemplarizamos que antes si era bien vista
la esclavitud, le daba status a los que la realizaban, ahora
es un barbarismo y es condenado por el resto de la
sociedad.Otro apartado que cautivo mi atención es que
el abogado no puede abocarse únicamente a los textos,
porque si es cierto estos son un guía, no es menos
cierto que se quedan atrasados, no van al mismo paso que los
cambios requieren. El buen abogado debe ser realista, debe
acostumbrarse a los cambios, a la modernización. Se
adapta. No ve sólo hasta donde llega su nariz, y es
empático, es decir, se pone en el lugar de los otros y
ve si sus actuaciones perjudican a los demás. El
abogado que se excusa en lo que dicen los códigos para
justificar sus actuaciones, aun a sabiendas que son
incorrectas, no merece el titulo de abogado.Lo que debe hacer un buen abogado es poner en la
balanza de sus valores, de su ética,
de su conciencia los pasos que va a dar y solo entonces,
dirimir entre lo correcto e incorrecto haciendo lo mejor para
si y para la sociedad.En la vida diaria el abogado se encontrará en
la diatriba de escoger entre lo correcto (según su
conciencia) y lo correcto (según la doctrina, libros o
jurisprudencia). Nada de esto alterara al buen abogado, que
seleccionara de acuerdo a lo que dictan sus pensamientos, su
conciencia, debe perseguir la justicia… - La
sensación de Justicia
- Opinión del Autor al
respecto: - Nuestra opinión al
respecto:
No todos los casos que asuma un abogado son buenos,
moralmente hablando. Siempre escuchamos términos como:
"el abogado del diablo", "los abogados venden hasta el alma
por un caso". Los mismos abogados en vez de ayudar a eliminar
esas malas concepciones y comentarios, lo empeoran. Ya lo
vemos en los cientos de casos denunciados en el Colegio de
Abogados por faltas a
la ética a la moral.
Cuantas denuncias no hay por abogados que cobran un caso y no
lo defienden y más recientemente, el caso de las
abogadas que se prostituían dentro de cárceles
panameñas, aprovechando sus privilegios de
juristas.Otra lamentable situación es como "grandes"
abogados saltaron al estrellato basados en casos infames de
criminales detestables o crímenes atroces. Todo esto
lo hacen para vanagloriarse de su fama y aumentar el caudal
de sus bolsillos.Pienso que estos letrados, tal vez sean acaudalados
en riquezas materiales
mas no en espíritu; ni creo q se sientan felices
consigo mismas. Tal vez ni sus propias familias o amigos los
quieran verdaderamente y si no tienes con quien compartir
¿de que te sirve tanta riqueza? Para despilfarrarla
con amigos oportunistas, si es que se les puede decir amigos,
que están solo en los momentos de gloria y ante el
fracaso y la pobreza
desaparecen.Hay muchos casos en donde el abogado se ha envuelto
en la duda de lo que es correcto moralmente o correcto
legalmente. Para ello el autor hace énfasis en estos
casos y la forma de resolverlos. Coincido con el autor en
todas sus apreciaciones referentes a las formas que el
abogado tiene para zafarse de problemas
en que constriñan su moral y el negocio
jurídico a defender. En todas ellas su conciencia y su
moral deben prevalecer sobre el conflicto
y perseguir siempre la justicia. - La Moral del
Abogado- Opinión del Autor al
respecto: - Nuestra Opinión al
respecto:
La hipérbole, según la Real Academia
de la Lengua
Española, no es más que una figura
retórica que consiste en exagerar la expresión
para producir una fuerte impresión. Proviene del
griego hyperballo: lanzar más
allá.Es muy común en nuestra sociedad la
percepción de que los abogados son unos leguleyos, que
todo lo exageran, y que hablan muy complicado, para confundir
a los demás. Aunque esta afirmación no es del
todo cierta, si debemos aceptar que tenemos, y me incluyo ya
que en un futuro próximo seré abogada, muchos
"habladores de más" o "hablantines" como se les conoce
comúnmente. Con este vocabulario y lenguaje
corporal, tratan de aparentar mucha seguridad
y conocimiento de diversos temas, y en realidad
lo que buscan es esconder sus sentimientos de inferioridad, y
logran, al final de todo, la mofa de la sociedad.A las personas les gusta que se les hable en un
lenguaje fácil de entender, no como lo hacen los
médicos, por ejemplo, que utilizan términos
técnicos, pero en su profesión es bastante
comprensible y hasta aceptable que los utilicen, por el tipo
de actividad que realizan. En la profesión de abogado,
no es necesario, en la mayoría de los casos, pero lo
hacen para confundir al cliente y tratar de demostrar suprema
capacidad intelectual.Aunque debo hacer énfasis que no solo en la
carrera de derecho se da este tipo de hipérbole, ya
que son muchos los que la utilizan de manera exagerada, pero
lastimosamente las personas siempre la asocian con nuestra
carrera. Debemos tratar de ser más ecuánime en
nuestras opiniones y desechar los pasionismos, para que la
misma sociedad olvide los calificativos despectivos y
empiecen a apreciar más una carrera tan bella como la
nuestra. - La
Hipérbole:El abogado guarda el se- El
Abogado debe reservarse Siempre el abogado,
encreto aun a costas de su para
sí una información, que casos graves debe
decirpropio mérito. le
fue dada, aunque afecte ala verdad a la
sociedad,alguien. para que se
enjuicieal culpable.
- Opinión del Autor al
respecto: - Nuestra opinión al
respecto:
Está claramente contemplado en el Código Penal panameño, Art. 170
que sanciona con prisión de 10 meses a 2 años
la revelación de un secreto, al que haya tenido
conocimiento una persona por razón de su oficio,
empleo,
profesión, u arte.
Además establece la pena accesoria de
inhabilitación de profesión hasta por dos
años. Con esta sanción vemos que la sociedad,
tanto panameña, como extranjera, no tolera la
indiscreción, a tal punto que lo tipifica como
delito,
imponiéndole una sanción al que lo
realice.En nuestra sociedad es muy frecuentemente ver que
las personas confían secretos muy íntimos a los
demás y al transcurrir del tiempo, nuestro secreto no
es tal porque toda la comunidad lo
conoce. Por ello, el buen jurista debe entender que su
relación abogado – cliente no es, ni un mandato,
ni un arrendamiento de servicios,
ni un servicio
público.Contiene aspectos que lo asocian a todas a la
vez, pero con características muy particulares que nos
llevan a pensar que no cabe con exactitud en
ninguno.A mi parecer, el secreto profesional es una
responsabilidad grandísima, a veces llega a ser una
carga insoportable, y es entonces que el abogado, demuestra
que en realidad es una persona con formación moral y
ética, al no revelar secretos, aun cuando la
revelación sea de su conveniencia.Pero me llamo mucho la atención el caso en
que el abogado se haga de conocimiento de una
información y la revele para evitar un daño mayor, como fue el caso del
homicidio, donde el homicida es cliente del abogado X, y le
confiesa ser el asesino de una persona, pero por este caso
están enjuiciando a otro. El abogado, que debe siempre
defender la justicia, impide la muerte
de un inocente, denunciando a su cliente. Aunque suena muy
difícil de realizar, el buen jurista deberá en
todo momento ser garante de la verdad y
defenderla. - El Secreto
Profesional:- Opinión del Autor al
respecto: - Nuestra Opinión al respeto:
Como mujer, me identifico plenamente con este
capitulo. Las mujeres, por nuestra calidad de seres humanos
excepcionales somos sumamente intuitivas y asertivas.
Coincido con el autor en que las mujeres tienen una
influencia saludable, tanto en las decisiones del hombre
abogado, como en sus propias decisiones como
profesionales.Este sitial alto en la sociedad, le ha costado
mucho esfuerzo a la mujer,
muchas batallas que ha sabido ganar con tenacidad y esmero.
Las cosas nunca han sido fáciles, pero jamás
desfallece en el intento. Siempre ha sabido
mantenerse.Por esta y muchas mas razones, ha sabido ganarse
el respeto de sus colegas, de sus esposos y de sus clientes.
Aunque no falta el imprudente que trate de disminuirla,
lanzándole reprimendas groseras, de que no es capaz de
meterse en X o Y asunto, que no sabe nada, etc; la mujer debe
ignorar y continuar con su lucha, con su peregrinación
de llegar algún día, como en efecto lo esta
logrando, a las mas altas magistraturas, a los mejores
puestos y a la igualdad
verdadera entre ella y el
hombre. - La Mujer en
el Bufete:- Opinión del Autor al
respecto: - Nuestra Opinión al
respecto:
- La
Chicana:
Entiendo que la chicana es una triquiñuela usada
por los abogados, para dilatar los procesos, para
obtener una ventaja cierta sobre alguna causa, demorar un pleito
lo más posible, ya sea para la obtención de alguna
prueba o la presentación de algún
cliente.
En la mayoría de los casos, la chicana no debe
ser utilizada por el abogado honesto. Esto deja mucho que decir
de su profesionalidad y honradez, pero el autor nos deja ciertos
casos en los cuales sí se puede usar. Paso a detallar cada
caso para una mayor comprensión, exponiendo nuestros
puntos de vista al respecto:
1. En el caso de una transacción que se esta
llevando a cabo en un pleito y se llega en el proceso al
término de alegatos, el abogado defensor deberá
utilizar una chicana para evitar que su cliente pierda el
litigio. En este caso, a mi juicio, sí es correcto usar la
chicana, no solo por no perder el proceso, sino porque se pelea
un juicio justo, porque consideramos que nuestro cliente tiene la
razón, y nosotros debemos defender la causa justa, y en
este caso en particular, si nos asiste la verdad, no importa
cometer un acto incorrecto, como lo es la chicana, para hacer
prevalecer la justicia.
2. Si necesitamos presentar en el juicio la
declaración de un testigo, pero este se encuentra en un
país lejano y las circunstancias le impiden llegar al
momento oportuno del juicio, el autor nos deja la libertad de
sopesar que es lo que debemos hacer, lo correcto o lo incorrecto.
Mi opinión, es que si la causa que defendamos es justa y
estamos totalmente convencidos de que para salvar el pleito, la
presentación del testigo es vital, entonces
podríamos usar algún recurso dilatorio, o sea una
chicana, para demorar el proceso y poder
presentar el testigo.
3. En el caso que un acreedor falso se ampare en un
pagare, que aunque sea legitimo, ya fue honrado por el deudor, y
aun a sabiendas de esto, el acreedor instala un proceso para
cobrar lo cobrado. En este caso podemos usar algún ardid
judicial para zafarnos de esto, hasta que nuestro defendido,
pueda presentar las pruebas
necesarias que le acreditan el pago realizado. Pienso que esto se
resuelve con una chicana, no solo porque nuestro defendido es
inocente, sino para darle un escarmiento al falso acreedor y
ganarle limpiamente en el proceso ordinario.
4. Este fue el caso que más llamó mi
atención, ya que se han dado casos en que los abogados
ayudan a sus clientes a fugarse. Si lo hacen a sabiendas que el
procesado es totalmente inocente, que lo que se le ha montado es
una artimaña política para
desacreditarlo, que los Tribunales de Justicia no
ampararán sus derechos, entonces y solo entones, debemos
proteger la justicia de nuestro defendido y permitirle la fuga.
Estaríamos en paz con nuestras conciencias y con nosotros
mismos sabiendo que hicimos lo correcto.
Para un buen abogado, los valores son fundamentales, son
los que indicarán su trayectoria profesional, como se
conducirá en su vida, tanto personal como social y
señalará el norte de sus actos.
La carrera de Derecho no es como otras profesiones,
requiere solvencia moral, ética, valores y sobre todo
sentimiento de perseguir justicia. Si alguien ingresa a esta
carrera solo por la remuneración económica,
entonces mejor que se cambie, porque un abogado ambicioso y
codicioso, recibirá buenas divisas,
más no tendrá paz con su conciencia ni imagen ante la
sociedad.
En su trayecto de Abogado, deberá resolver muchos
litigios, no sólo en las Cortes, ni en los Juzgados sino
de orden moral. Deberá decidir entre lo correcto
según los libros y lo correcto según su conciencia,
y es en base a esta última que deberá decidir. El
cliente, quien deposita su confianza en el abogado espera que
este lo defienda con todos los recursos que
tenga a su alcance, pero si en el transcurrir del proceso el
abogado intuye que su cliente le miente, o que no le
acompaña la razón ni la justicia, entonces
deberá desistir.
Para mí, este trabajo ha sido sumamente
instructivo y beneficioso, nos otorga herramientas
valiosas para defendernos en el ejercicio de la carrera, nos
introduce de una forma fácil, en casos reales y cuales son
las mejores formas de resolverlos. Son casos que nos
encontraremos a diario en nuestras actividades y ya tenemos un
basamento moral para decidir y tomar la decisión
correcta.
CODIGO PENAL. Editorial Mizrachi &
Pujol. Panamá, 2002.
EL ALMA DE LA TOGA. Ángel Osorio.
Valleta Ediciones. Argentina. 1997.
Presentado por la estudiante:
Nadia Yannick Del Río
Año 2006