De la fluencia vital argentina y del profundo argentinismo cultural
Cuando como en nuestro caso, se adscribe a los abordajes
conceptuales tipo "holístico", donde lo caótico y
lo ordenado coexisten; donde la causa es efecto y el efecto es
causa, y donde la parte esta en el todo y el todo en la parte;
uno encuentra algo complicado abocarse a un aspecto de la
realidad indesglosable del contexto global y
cambiante.
Así donde "hasta el pelo más delgado/ hace
su sombra en el suelo", uno puede
imaginar un acontecer como una suerte de gema de enésimas
(que no es lo mismo que infinitas) facetas; y luego, escoger en
función
de los propios intereses y/o preferencias una faceta de ese
acontecer global, procurando no olvidar la pertenencia de esa
faceta a ese contexto. Y quien dice faceta, dice variable o
dimensión
El tema de la presente comunicación intentará ser el de la
fluencia o flujo vital argentinos y el del desarrollo del
"profundo "argentinismo" cultural".
Partiendo de supuestos como que "la realidad es producto de la
imaginación", o como que "tan sólo podemos ver
afuera lo que tenemos dentro", se diluyen los límites
que pudiera haber entre una visión desapasionada y
aséptica del acontecer argentino, y una imagen deseable
para una realidad futura para ese acontecer. Dicho de otra manera
la prognosis estará inmersa en el diagnóstico.
Si bien, asumimos deliberadamente el transito por lo
monográfico, nuestra comunicación (que es conducta), no nos
exime de formular impresiones sobre el acontecer en general, ya
que de otro modo se tornaría imposible la
comunicación.
Así las cosas, comienzo por afirmar que la masa
de interacciones que se vienen generando entre los que habitaron
y habitan, lo que los mapas identifican
como Republica Argentina, configura un acontecer del que solo
tenemos visiones parciales y distorsionadas. De allí
colegimos que seria un aporte interesante, contribuir a contar
con visiones más planares del acontecer argentino pasado y
presente, con miras de extraer conclusiones de provecho para el
futuro.
No es de ahora nuestra opinión acerca que no
contamos con diagnósticos exhaustivos de la
cuestión argentina. Pareciera que ello es atribuible a que
los ejercicios interpretativos quedaron sujetos a las disputas
políticas e ideológicas en medio del
cual eran formulados esos diagnósticos. La imparcialidad
es nada más que una loable expresión de
deseos.
Como que somos inescindibles del contexto en que nos
toca desplegar nuestra parábola existencial- un adulto del
año 2006 del calendario gregoriano- vivenciamos con
intensidad la traumática irrupción del
fenómeno conocido como TICs, emblematizado por la Internet. Estas herramientas,
han trastocado los modos de trabajo
intelectual a niveles quánticos. Ello es aplicable en
mayor medida a los espíritus inquietos. Resulta
conmocionante la catarata de nociones que uno puede absorber,
así como el flujo de informaciones a través del
empleo
creativo y entusiasta de estas tecnologías. Todo ello en
una actitud de
interconectividad. No solo podemos absorber más nociones,
sino que podemos comunicar mejor nuestras
elaboraciones.
Aun con innegables restricciones, las Tecnologías
de la Información y la Comunicación, abren
espacios de democratización de la información, e
inducen nuevas alternativas para el aprendizaje y
la investigación. Quien disfruta de esta
otrora inexistente posibilidad, no puede menos que propiciar que
sus ventajas se extiendan a la mayor cantidad de
personas.
En el reporte de la UNESCO, recientemente publicado
sobre "Las sociedades del
conocimiento",
hay un énfasis hacia la cuestión de la "brecha
cognitiva", que ultrapasa a la mas promocionada noción de
la "brecha digital".
Quienes como nuestro caso, veníamos en las
épocas "Pre-TICs" con una intensa actividad investigativa,
nos hemos subido a estos portentos tecnológicos y,
reiteramos, ello nos permite ampliar a niveles muy superiores
tanto la masa de informaciones como el bagaje conceptual, para
estudiar y/ o operar sobre las realidades con las que nos
sentimos comprometidos.
No sin antes reconocer, que las consideraciones previas
son aplicables a cualquier franja del acontecer humano,"nuestro
acaecer" es el argentino. Desde el mismo nos aventuramos a
la
globalización o mundialización, insita en las
TICs. Y hacemos una apropiación crítica
y, en la medida de nuestras capacidades, creativa de todo lo que
ello comporta.
Todo ello reafirma nuestras impresiones "pre -TICs" en
el sentido a que hay visiones alternativas de la Argentina, a las
que que han venido irradiando, ciertos sectores
académicos, culturales y empresarios insertos en
determinados cenáculos e instituciones
asentados en unos pocos barrios de la ciudad de Buenos Aires, y
en algunos distritos residenciales del llamado Gran Buenos Aires,
incluido el fenómeno de los countries y condominios
(fenómeno que se ha hecho visible en la ultima
década).
Mas allá de las concepciones de esos sectores
(muy vinculados ellos a los localizados en el llamado "Primer"
mundo), las que se irradian por los medios de
comunicación de mayor impacto; más allá
de ese plexo de afectos y intereses, coexisten
traumáticamente "otras Argentinas".
A hacer más visibles a esas "Argentinas" va
también la presente comunicación
Y en nuestra óptica
no podría ser de otra manera, porque para remontar un
cuadro de situación que catalogamos como indeseable en
función de las potencialidades del capital humano y
los recursos
naturales con que cuenta el país de los argentinos, es
ineludible hacer una suerte de "inventario" de
ese potencial humano y material, que nos permita formular
propuestas alternativas para hacer un aporte contribuyente al
sustantivo incremento de la calidad de
vida de los argentinos, así como para contribuir a
paliar la situaciones de inequidad que atraviesan el Planeta
Tierra.
Somos de lo que postulamos una suerte de
reivindicación de lo que se conoce como "perogrulladas".
Se nos hace que el hábito de dar por supuestos, a la hora
del análisis, algunos conocimientos, de traduce
a la larga en la poca sustentabilidad de los resultados
obtenidos.
En alguna medida el empleo de los algoritmos
para el desarrollo computacional, puede ser interpretado
también como una revalorización de las
perogrulladas. Así nos parece relevante consignar en un
abordaje de tipo holístico como el presente, realizado a
comienzos del año 2006, repito de calendario gregoriano,
que somos alrededor de 6.400 millones los habitantes de la nave
Tierra, 38 de los cuales, transcurren sus parábolas
existenciales en el sector identificado en los mapas como
Republica Argentina.
Ello genera una masa de interacciones de diferente
intensidad y calidad tanto
entre los aproximadamente 38 millones de argentinos, como entre
los 38 millones y el resto de los tripulantes de la nave Tierra.
Y al decir interacción, creemos que lo global afecta a
lo local y viceversa. Y esa masa casi inimaginable de
interacciones no se da sobre una suerte de "base cero" sino
insertas en las interacciones precedentes, es decir en las
respectivas culturas, de donde cada tripulante de la nave Tierra
ha nacido y se ha criado.
Por eso, si cultura como
sostuvo Romano Guardini "Es todo lo que el hombre hace
crea y conforma", ello también es aplicable en tempo
pasado y proyectable en tiempo futuro,
habida cuenta de las invariantes de la condición humana.
Cada uno de nosotros esta siendo, influido de lo que hicieron,
crearon y conformaron los que lo precedieron en sus respectivos
entornos próximos y aun lejanos; y es explicita o
implícitamente, influyente de lo que acontecerá a
los que lo precedan. Y ello es válido, sin desmedro de la
libertad
asumida como uno de los motores
básicos de la aventura humana.
Por lo inmediatamente precedente creemos que cada
argentino o argentina, cualquiera sea la franja etaria, capacidad
psicofísica, nivel socioeconómico, grado de
instrucción formal alcanzado, o sitio de residencia, esta
en capacidad y aptitud, si así lo quiere de hacer
algún aporte a la fluencia vital argentina. Va de suyo que
quienes no hagan aporte o participen, se considera que
tácitamente, permiten el desarrollo de las voluntades que
participan. Se participa en la saga humana en general y la
argentina en particular por el mero hecho de existir.
Nos parece adecuado, en orden a los propósitos
explícitos de la comunicación en curso, recordar
algo expresado por Hernán Benítez, en su
"Aristocracia frente a la Revolución", de 1953. Allí
decía que: "Tan cual sea la noción de persona que se
tenga, tal será la noción de sociedad o
estado que se
poseerá": A tal efecto adoptamos una noción de
persona, que es una conjunción de notas relevantes tomadas
de quienes nos precedieron en la elaboración de conceptos
sobre el hombre.
Así: Persona es el animal lógico, que se comunica
cooperativa
y/o conflictivamente, para satisfacer sus necesidades inserto en
su geocultura. Eso seriamos cada uno de nosotros; unidades
psicofísicas interrelacionándonos desde nuestros
respectivos hábitats y desde nuestras respectivas
trayectorias. La manera y el lugar donde cada existencia se
individua, invita a tomar con precaución, las
generalizaciones, como por ejemplo las formalizadas por las
estadísticas. La precaución no
implica el soslayo ni la descalificación de
estas.
Las distintas escuelas
psicológicas concuerdan lo definitorio que resultan
los primeros cinco o seis años de vida en cada
parábola personal. Aunque
la concordancia no es tanta, algunos arriesgan hasta
condicionamientos conductuales de tipo genético. Lo que
resulta ostensible es la influencia de la cultura portadora del
grupo primario
de cada párvulo en su formación. Esa impronta
cultural fundacional, resistirá la educación formal
posterior. Y a esa influencia definitoria del grupo primario
familiar, se sumará la del entorno geográfico
inmediato: el barrio, el pueblo, la comarca rural. En esos
ámbitos geográficos, el niño o la
niña se irán socializando en las entidades de bien
publico, en los establecimientos educacionales y por los medios de
comunicación.
Se nos dirá que este proceso es
universal y que las reacciones de los individuos son similares
atentos las invariantes de la condición humana. Así
es, pero lo que acentúa las diferencias propias de
cada personalidad
es la influencia del entorno, de aquello que Rodolfo Kusch
(1922-1979) denominó como "geocultura".
Esa geocultura comporta aspectos de lo que otrora se
denominaba "geografía física", paisaje
incluido y de la que también otrora se denominaba
"geografía humana". La literatura, con sus
códigos abiertos de creación sintetiza la
expresión: "Cada comarca en la tierra
tiene un rasgo prominente". Y así cada barrio,
pequeña población o comarca rural, imprimen unas
características comunes a sus habitantes.
Características que son de casi imposible
ponderación en términos de la"ciencia
experimental matemáticamente formalizada"( Juan Bernardo
Pichon Riviere dixit- 1971) y que no implican la anulación
de las irrepetibles individualidades, pero que resultan palpables
para el observador de la vida cotidiana de los
argentinos.
A esos perfiles que caracterizan barrios,
pequeñas y medianas poblaciones, y comarcas rurales, y mas
aun dentro de ellos a las instituciones educativas y a las
entidades de bien publico, se les suele denominar en idioma
ingles como "belonging", algo así como "sentimiento de
pertenencia" o de comunidad. Y
así partiendo del grupo primario familiar se engarzan en
el respectivo barrio, pueblo o comarca, a través de las
instituciones educativas y las entidades de bien publico, los
sentimientos de pertenencia de cada persona, que le dan una
suerte de matriz
cultural que lo acompaña a lo largo de su existencia
permanezca o no en el sitio inicial de residencia.
A esta postura básica, algunos le han denominado
"comunidad", otros "lo familístico", otros anticipadamente
lo folklórico (folk). De alguna manera se ha hecho patente
este tipo de fenómenos ante lo urbano y lo contractual: Y
en forma confrontativa: Lo familístico Versus lo
contractual, lo folklórico frente a lo urbano. No obstante
nos da la impresión( y aclaramos que empleamos en termino
"impresión", como el resultado de las conclusiones que
sobre la temática que venimos desenvolviendo en esta
comunicación hemos llegado a esta altura de nuestra
parábola vital), que tales confrontaciones, no son mas que
conclusiones académicas, ya que en el acontecer se percibe
mas bien una suerte de compenetración de esas polaridades,
y de otras tan relevantes como las expresadas, no exentas de las
cuotas de cooperación y/o de conflicto que
acompañan toda conducta
humana.
Circunscrito a la fluencia o flujo vital argentino
pasados y en curso- sin olvidar las interrelaciones con los
contextos continentales y planetarios, así como sus
influencias inerciales previas- vale comentar que el proceso de
formación del estado Nacional argentino a partir de
1810-1813 -1816, fue generando una actitud de pertenencia
nacional en la que están subsumidas con intensidad
creciente a medida que se acercan a los respetivos habitats, las
distintas pertenencias. Con ese plexo de pertenencias incluidas,
los argentinos contemporáneos afrontan el fenómeno
de globalización/mundialización en
curso.
En un trabajo reciente ("Por
una desconcentración demográfica
argentina"), algunos de cuyos contenidos se
repiten y/o se amplían en el presente, hemos aludido a la
noción de "visibilidad" y sus posibilidades, las que
estimamos muy sugerentes. En ese sentido, se pueden hacer
"visibles", estudios y registros hechos
en el pasado remoto y reciente (aunque Pre- TICs) por
observadores de la realidad argentina: Dicha visibilidad incluye
ya sea la resignificación a la luz de nuevas
herramientas de análisis otrora no disponibles, ya sea
el
conocimiento por nuevas camadas de estudiosos que no
habían tenido acceso a dichos documentos, por
una viscosa circulación de la información o por
conocimientos a destiempo.
En ese trabajo que mencionamos, nos referíamos a
una posibilidad que abren las TICs y en particular los motores de
búsqueda, tipo Google. En uno de
los sitios Web, donde se
ofrecen cuentas de
correo
electrónico gratuita, existe un vínculo (link)
que lleva a los periódicos argentinos que han habilitado
su propio sitio. Atento cada ciudad importante en términos
demográficos tiene su periódico,
normalmente de larga trayectoria, y dado que esos medios brindan
información de su región de influencia; en la
actualidad es posible a bajísimo costo, tener un
panorama actualizado del acontecer de gran parte de los
asentamientos humanos de la Argentina y sus respectivas comarcas.
Reiteramos que el procesamiento de esa información, da una
visión distinta del país, de la que se viene
abrevando en los grandes medios de comunicación de la
ciudad de Buenos Aires y aun de las grandes ciudades argentinas
que siguen sus pautas de difusión de
contenidos.
En lo que hace a los contenidos provenientes del pasado
argentino; se perciben también visiones distintas de la
Argentina. Lo curioso es que ello proviene de obras de
calificados observadores, quedando la impresión que se ha
realizado una difusión inadecuada de esa obra a
través del sistema
educativo formal.
Como en las perspectivas hologramáticas,
según las cuales el todo esta en la parte, los ejemplos
amplifican su potencial aclarativo, vamos a mencionar a obras y
autores que nos permiten tomar conciencia del
flujo vital argentino precedente a 1880, consignando más
adelante porque escogimos esa fecha. Así el "Facundo" de
Sarmiento(1845), "Una Excursión a los Indios Ranqueles",
de Mansilla (1871); "El Martín
Fierro( 1872 y 1879), la producción folletinesca de Eduardo
Gutiérrez("Juan Moreira"(1879); "La ciudad indiana" de
Juan Agustín García"(1900), "EL País de la
Selva",de Ricardo Rojas(1905) y "La guerra
gaucha",de Leopoldo Lugones(1906), todas estas obras nos traen
impresiones de un tiempo donde aun no se habían desplegado
en plenitud el paradigma
occidentalizador post – hasburgués preconizado por
epígonos como Manuel Belgrano, Bernardino Rivadavia,
Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi y sus
seguidores.
Del listado no exhaustivo de las obras mencionadas, nos
produce cierta perplejidad, cierto desconocimiento de la riqueza
de sus contenidos, algo así como solo se hubiera recogido
de ellos la belleza formal de sus expresiones.
Tal vez pueda suponerse que al haberse impartido en los
niveles primarios y secundarios del sistema educativo
formal, la edad de los educandos comportaba limitaciones en su
comprensión. Tal vez pueda hipotizarse que durante un
tiempo las ciencias de la
conducta o de la cultura, encandiladas por las posibilidades de
la "ciencia experimental matemáticamente formalizada", las
descalificaran considerándolos como meros "ensayos".Lo
concreto es
que ha habido excepciones a la corriente principal(mainstream),
como son los casos de las obras de Carlos Astrada, Bernardo de
Canal Feijoó, Saúl Taborda, José Imbelloni,
Ezequiel Martínez Estrada, Carlos Molina Massey, Rodolfo
Gunther Kusch, Fernando Pages Larraya, entre otros, que de
algún modo construyeron un enlace entre aquellos autores y
la Argentina que consolido su fisonomía formal a partir de
1880.
Estudios como los realizados por Ataulfo Pérez
Aznar y Juan Alvarez ("Las guerras
civiles argentinas"), confirman que a partir de 1880,
disminuyó la intensidad y la virulencia de las luchas
intestinas, casualmente con los cruentos combates librados en
distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, que según
Saldías, dejaron 4.000 muertos y 10.000 heridos. Sobre ese
luctuoso suceso, se basó la "federalización" de
Buenos Aires, y a partir de allí su puso en marcha sin
obstáculos mayores, la partitura que adelantara Belgrano
desde el Consulado en 1794 y predicaran los ingleses desde
Montevideo, mediante su boletín "La Cruz del Sur", es
decir el plexo de ideas de la Revolución
industrial inglesa, la emancipación norteamericana y
la Revolución
Francesa. Era el orden mundial monitoreado por Inglaterra,
abriendo una etapa argentina, que concluiría con el inicio
de la Primera Guerra
Mundial en 1914, a cuya finalización cuatro
años después seguiría el entonces no
percibido comienzo del depotenciamiento ingles.
Para el análisis del acontecer argentino, este
"momento (1880-1914), representa una suerte de punto de
inflexión, insoslayable a la hora de la interpretación. Es posible que las
realizaciones materiales del
periodo, induzcan a la sobrevaloración de la etapa. Por
ejemplo nos impresiona el salto que implica que la red ferroviaria trepara
desde los 2.500 kilómetros al comienzo del periodo
mencionado a los 33.500 kilómetros al final del mismo.
Algo similar impresiona en cuanto a los edificios públicos
construidos en ese periodo, que se conservan en las grandes
ciudades del país, o al inicio en esa época ya sea
de fundaciones de pueblos y ciudades, o de algunas entidades
señeras de bien público, como muchos clubes
deportivos.
A partir de 1980 con el centenario de la
fundación del Club Gimnasia y
Esgrima de Buenos Aires, y de 1982, con el centenario de la
fundación de la Plata, se vienen sucediendo a nuestros
días, las celebraciones de las trayectorias seculares de
poblaciones e instituciones. Esas creaciones coincidieron con la
llegada inducida de migraciones provenientes de Europa y Cercano
y Medio Oriente (cuya magnitud consta sintetizada en la obra de
Warren "Emancipación económica americana"), y la
implantación de industrias
ligadas a los "frutos del país", que esta cronicada
sucintamente en la obra de Antonio Vaquer "Historia de la Ingeniería Argentina", publicada en 1968.
Ese pasado, acaeció cuando nacían los bisabuelos o
tatarabuelos de la actual generación argentina adulta.
Dato no menor para ponderar como ese acaecer, se proyecta a
nuestro acontecer actual habida cuenta como las "memorias "
familiares, cuentan en la formación de nuestras
respectivas personalidades.
Mas no sólo las "memorias"familiares se proyectan
a nuestro presente, sino también la inercia de
realizaciones publicas y privadas, y los marcos legales
pertinentes. Muchos de los proyectos
esbozados en esa época, se implementaron luego. Y esa
implementación se realizó conflictivamente, sea por
las interrupciones al estado de derecho
acaecidas a partir de 1930, que se prolongarían hasta
1983; como la representada por la abrupta sustitución del
sistema ferroviario, implantado por los intereses ingleses por el
sistema automotor alentado por los intereses norteamericanos.
Sustitución que en nuestra opinión ha causado
graves perjuicios estructurales y profundas deseconomías
en el funcionamiento de la Argentina como sociedad diferenciada
en el marco de las naciones estados del planeta.
Es dable comprobar que la red de asentamientos urbanas
perfilada entre 1880 y 1914 a través de los enlaces
ferroviarios y telegráficos y en menor medida, de la
actualmente desaprovechada navegación de cabotaje
marítimo y fluvial, se proyectaría a nuestros
días, con las incorporaciones tecnológicas del
caso, inclusive las traumáticas como fuera, la ya
comentada del minimización ferrocarril y la
navegación de cabotaje por el complejo automotor- camino y
aeropuerto pavimentado. Así al telégrafo se
agregarían la telefonía, la radiodifusión,
la
televisión y sus respectivas actualizaciones, hasta
llegar a la Internet y la telefonía
celular.
El esquema se ha mantenido, solo que con ostensibles
desequilibrios demográficos, el más evidente el del
Área Metropolitana de Buenos Aires. Ese acontecer
irregular ha sido acompañado por las políticas
públicas implementadas aun en medio de las irregularidades
del estado de derecho experimentadas hasta 1983. Más estas
consideraciones hacen a la materialidad y a las instalaciones
fijas.
Sobre esas instalaciones o mediante algunas de ellas,
discurrían los aspectos espirituales o culturales de la
vida cotidiana de las personas. No obstante que cada existencia
humana concreta tiene una duración limitada, las mismas
son ultrapasadas por las influencias culturales recibidas y los
legados aportados
respectivamente. Así volviendo al emblemático 1880,
debemos perogrullescamente recordar que a esa fecha habían
transcurrido tres siglos desde la segunda fundación de
Buenos Aires. La primera fundación estable española
(Santiago del Estero) databa de 1553.El poco conocido Molina
Massey, citado mas arriba, apunta un hecho que en su momento
parecía casi anecdótico, pero que a la luz de
nuevos esquemas analíticos, resulta sugerente. Juan de
Garay era vasco y los que lo acompañaban eran mestizos
hijos de españolas e indias guaraníes. Reforzando esta líneas
interpretativas a la que adscribimos, en el libro
colectivo "Folklore",
publicado en 1959, que dirigía José Imbelloni,
estudioso italiano que hizo gran parte de su trayectoria
académica en Argentina, expresa (reproduciendo una
conferencia
suya de 1942), que el "flujo vital indio" era mayoritario y que
la presencia española estaba reducida
espacialmente.
Debemos recordar, tal cual menciona Pages Larraya en "La
ultima noche de la Araucania", que las luchas entre las etnias
aborígenes y los huincas, recién finalizaron hacia
1883. En medio de esas luchas se había producido entonces,
un mestizaje entre los españoles y las indias de las
distintas etnias precolombinas que estaban aquí desde el
origen y que habrían de aportar su impronta cultural a los
hijos que parían y criaban.
También Imbelloni, hace alusión a otro
componente de la argentinidad, cual es el aporte de la
africanidad negra, que en forma de esclavitud
comenzó a ingresar a tierras argentinas desde mediados del
siglo 17. Los africanos habrían de miscegenizarse con
blancos, y con indios. Sobre esa base de mestizos, mulatos y
zambos, dominados por una minoría española que
hacia gala de heterodoxia frente a lo imperante en la
metrópolis, habría de llegar con la influencia
borbónica, las ideas del iluminismo, reiteramos
institucionalizadas en la Creación del Consulado de Buenos
Aires en 1794, y encarnadas en el primer titular de esa
repartición Manuel Belgrano. Con ese cambio de
paradigma, cuyos acontecimientos referentes, reiteramos fueron la
Revolución Industrial inglesa, la emancipación
Norteamericana y la Revolución francesa, se
iniciaría con Belgrano y se intensificaría con
Rivadavia, Sarmiento y Alberdi como referentes, una corriente de
"occidentalización "de estas tierras, que habría de
generar un polo que evidenciaría una actitud de
confrontación, o rectificación aunque
tardaría mucho tiempo en formalizarse como actitud
explicita. Esa confrontación ya acompañaría
las primeras décadas de la emancipación argentina y
solo encontraría un sosiego- fruto de la contundente
victoria miliar de un bando sobre otro- en 1880, mas
encontraría un episodio previo, la batalla de Caseros en
1852, conducentes a la solución de 1880.
Ello se concretaba en la adopción
de una Constitución, tomando como referencia el
texto
norteamericano y el suizo, y plasmando en la misma un proyecto de
país: El que claramente habían señalado
Rivadavia, Sarmiento y Alberdi, estos dos últimos
protagonistas de los acontecimientos, e insinuado por Belgrano.
Este Proyecto, quería hacer de la Argentina una suerte de
Estados Unidos
y de ciertos países de Europa (Francia, Gran
bretaña y Alemania).
Para ello necesitaban población proveniente de esos
países y capitales también de allí
provenientes. No tenían empacho sobre todo Alberdi y
Sarmiento, de proponer hacer un cambio de población, para
terminar con el "coloniaje", como ellos estigmatizaban la
influencia española.
En su imaginario, la influencia aborigen no contaba y
menos la africana. Es muy sintomática la manera que
Sarmiento finaliza su libro "Conflicto y Armonía de Razas
en América".Termina diciendo en ese libro de
1883:"Seamos Estados Unidos" (De Norteamérica, se
entiende…). Pero el tipo de inmigración que propugnaron no vino a la
Argentina. Llegó otro tipo de inmigración, que hoy
con otras herramientas de análisis disponibles, podemos
encuadrar como la compuesta por los "perdidosos" de los procesos de
formación de los estados Nacionales y de las
conformaciones imperiales. Llegaron minorías desplazadas
portadoras de lo que hoy se conoce como culturas "arcaicas". Tan
arcaicas como las que ya venían conformando las
mayorías de mestizos, mulatos y zambos. Tan distantes como
ellos de los intentos de "occidentalización "que los
seguidores de los referentes intentaban y aun intentan imponer
desde el sistema educativo y los medios de comunicación.
Es ese fenómeno el que nos hace calificar a las
"Argentinas" como un "".
Así, hoy resulta claro que se crearía una
convivencia traumática entre los que mayoritariamente
integraban mayoritario polo arcaico "transoccidental" y el
minoritario, más poderoso polo "occidentalizador". Por
debajo de las luchas políticas no exentas de picos de
violencia ha
sido esta convivencia traumática, la que ha caracterizado
el devenir argentino y amenguado sus posibilidades en orden a la
calidad de vida.
Esto que a vuela pluma venimos desplegando, apunta a la
necesidad de hacer "visible" en toda su dimensión esa
fluencia o flujo vital real de la Argentina. Visión que
entendemos tarda en hacerse carne en quienes de buena voluntad
y/o por inercia se sitúan en el polo "intraoccidental",
aun en medio de fuertes y a veces insalvables diferencias
ideológicas, pero que aun en su condición de
minorías, dominan los aparatos públicos y privados
de la Argentina "formal", aparatos en transe acelerado de
burocratización y ensimismamiento o
encapsulamiento.
Por lo que venimos enunciando panorámicamente y
con todas las limitaciones inherentes a la comunicación
monográfica, hemos procurado esbozar a muy grandes trazos,
lo que nosotros consideramos la fluencia o el flujo vital
argentino. En el mismo que intenta ser abarcativo de la
diversidad y plural y étnica, así como de la
sinergia que
generan alrededor de 38 millones de personas interactuando, queda
implícita una suerte de postura político
ideológica, habida cuenta la reticencia de los
minoritarios sectores "occidentalizantes" de admitir que hay
otras cosmovisiones cuantitativamente superiores que procesan sus
problemáticas cotidianas desde otros valores.
Hacer "visibles" a las otras maneras de vivir que hay en
la Argentina, en una de las maneras de "desarrollar el profundo
argentinismo cultural", que es el juicio de valor que da
sustento a esta comunicación.
Demás esta decir que no somos originales en la
formulación. La propuesta de "desarrollar un profundo
nacionalismo
cultural", fue formulada por el presidente Juan Domingo Perón, en
su mensaje al Parlamento del 1ero. de Mayo de 1974, poco antes de
su fallecimiento. Nosotros casi irreverentemente, nos hemos
permitido sustituir el termino "nacionalismo" por el termino
"argentinismo", lo que no cambia el sentido asignado por
Perón al concepto. Sin
embargo en nuestra trayectoria hemos conocido a mas de una
persona que se autoproclama enfáticamente como
"nacionalista" y su innegable sentimiento nacional esta
acompañado por un sesgo totalitario que no compartimos en
modo alguno. Nuestra propuesta es que la libre fluencia de la
argentinidad debe operarse en la plena vigencia del sistema
republicano, representativo y federal que consagra la
Constitución argentina vigente. La fluencia vital,
irá siendo la que las personas, vayan elaborando a
través de sus grupos familiares
en intenso contacto con las entidades de bien publico, y ha de
ser la linfa nutricia argentinista, que aporte contenidos a las
distintas convenciones Constituyentes, al Parlamento Nacional, a
los las Legislaturas Provinciales, a los Concejos Deliberantes
Municipales y a las Asambleas de las universidades
estatales.
Por ello hacer "visible" a la fluencia vital argentina
es desarrollar un profundo argentinismo cultural. Una manera
participativa, creativa y descentralizada de procesar desde
nuestros barrios metropolitanos, desde nuestras pequeñas y
medianas poblaciones, desde las comarcas rurales, aquella triple
crisis
ecológica, alimentaria y energética planetaria que
denunciara la carta de Machu
Picchu de 1977, y que tomara jerarquía en las
preocupaciones de los organismos internacionales con la Agenda
XXI de la conferencia de Rió de Janeiro de
1992.
Ante una fluencia vital caracterizada por la diversidad,
la contradicción, la complejidad, la incertidumbre, la
imprecision y el descontrol, resulta hasta enfermiza toda
puntillosa planificación. Lo que sí resulta
racional es actuar informado responsablemente y solidariamente en
los respectivos hábitats y alentar creativamente las
medidas de coordinación y enlace que posibilitan una
optimización creativa de lo existente conducente a una
calidad de vida que sea compatible con el "lugar en el mundo" que
a cada uno le toque en suerte y que sea sostenible en el tiempo
no solo para la propia existencia, sino para las generaciones
venideras
Redactado entre el 24/01/2006 y el 02/02/2006
Alfredo Armando Aguirre