Si de algo adolecen las pedagogía hegemónicas de los
últimos 30 años, es de una oxidada racionalidad que
excluye todo tipo de sentimiento utópico. Es precisamente
Peter McLaren quién escribe con mucha pasión la
pedagogía, sobre la manera cómo esa misma
pasión abre nuevos caminos, habilita otras lecturas,
materializa cambios. Es uno de los pocos que se anima a pensar en
una pedagogía para la revolución, en tiempos donde es
difícil vislumbrar horizontes y sueños nuevos, en
una época donde las propuestas pedagógicas cuentan
con pesados aparatajes técnoeconómicos
instrumentales que prometen cierto aséptico paraíso
plagado de competencias; y
en momentos difíciles para recuperar el manto mancillado
de Marx desde la
tumba en la que ha sido irónica y caprichosamente arrojado
en momentos de éxtasis posmoderna. Peter insiste en la
importancia del compromiso político y teórico que
toda pedagogía debe portar, y en este aspecto su
último trabajo ofrece no solo marcos para pensar la
transformación de sociedades
injustas, sino también, cursos
pedagógicos de acción planteando un desafió
para los proyectos de
izquierda en educación. Es muy
difícil ser pedagogo crítico en nuestro medio,
donde los discursos
eficientistas, de excelencia y acreditación han seducido
la subjetividad de los estudiantes desde el núcleo mismo
del currículo; lo es también, para
Peter, serlo –como Martí— desde las "entrañas de
la bestia", pensar en una pedagogía que habrá
horizontes que incomoden, cuestionen, denuncien, desafíen
las prácticas pedagógicas de los educadores de una
nación
ubicada en el centro mismo de las políticas
culturales imperialistas.
Peter McLaren es professor en la Graduate of Education and
Information Studies of California, Los Angeles. Es autor y editor
de más de 35 libros sobre
tópicos relacionados desde la etnografía
crítica y la sociología de la educación hasta la
pedagogía crítica, teoría
social crítica. Sus más recientes libros
incluyen "Che Guevara,
Paulo Freire y la pedagogía de la Revolución"; "la vida en las escuelas"; y
"el marxismo
contra el posmodernismo en la teoría
educativa". El profesor McLaren da conferencias alrededor del
mundo sobre la política de
liberación. Sus trabajos han sido traducidos a 17 idiomas.
Muchos de sus libros han sido galardonados por la
Asociación de Estudios de la Educación
Americana. Recientemente ha recibido el Paulo Freire Social
Justicia
Award, otorgado por la Chapman University, California.
Peter, quiero agradecerte por haber accedido gentilmente a esta
entrevista, es
para mi una gran alegría realizarla ya que es la primera
vez que te diriges a profesores y estudiantes en Bolivia, donde
no es muy conocida la pedagogía crítica
¿Qué es la pedagogía crítica en
cuestión?
Déjame, responder a tu pregunta. Espero que las respuestas
tengan sentido en el contexto boliviano. Pues la tradición
de la pedagogía crítica en América
del Norte no es una historia fácil de
seguir. Pero, si, comienza con el trabajo de
Freire a principios de los
años ’80 y se extiende a un renovado interés de
John Dewey y el movimiento
social reconstruccionista en los Estados Unidos
desarrollado después de la gran depresión
en los años ’30, también está
influenciado por la sociología del conocimiento
inglesa de los años ’80, también por un
interés
en la Escuela de
Frankfurt y posteriormente por el trabajo de
Foucault y
Bourdieu. Además de otros pensadores que han sido
etiquetados bajo el rótulo de "posmodernista y/o
post-marxistas" los principales exponentes de la pedagogía
crítica la han inter-fertilizado con casi cada
tradición transdiciplinaria imaginable, incluyendo
incursiones teóricas en el trabajo de Richard Rorty,
Jacques Lacan y Jacques Derrida. El alcance de la
pedagogía crítica ahora se extiende a la educación
multicultural, educación bilingüe, teorías
feministas y los campos asociados con el aprendizaje de
lenguas y alfabetización (incluyendo medios para la
alfabetización). A pesar de haber sido yo señalado
como gran exponente de la pedagogía crítica, mi
trabajo reciente ha sido muy crítico con la
orientación que ella está tomando. Es incoherente
conceptualizar la pedagogía crítica, como muchos de
sus exponentes comúnmente lo hacen, sin una referencia con
la lucha política y
anticapitalista.
El concepto
pedagogía crítica ha sido difundida con tanta
amplitud, y en algunas ocasiones de manera tan despectiva, que ha
llegado a verse asociada a cualquier cosa extraída de las
turbulentas e infestadas aguas de la práctica educacional:
desde la disposición en circulo de los pupitres del aula
con miras a "dialogar amigablemente" hasta los currícula
"siéntase a gusto" diseñados para magnificar la
autoimagen de los estudiantes. Su equivalencia a la
educación multicultural puede ser ligada a un
apolítica de diversidad que incluye "el respeto a la
diferencia" a través de la celebración de los
feriados "étnicos". El término "pedagogía
crítica" usado en el escenario de los debates educativos
actuales, debe ser juzgada como un concepto
ampliamente domesticado a tal manera que muchos de sus primeros
exponentes, como Paulo Freire, son fuertemente temidos.
Actualmente las ideas marxista están rondando el discurso
educativo, Marx esta
volviendo con una venganza a las ciencias
sociales dicen varios especialistas, qué relación
ha tenido la pedagogía crítica con la teoría
de la reproducción en boga entre los educadores
progresistas de los años '70, ahí estaban los
escritos de Althusser por ejemplo, y más tarde
Bourdieu.
Me gusta el trabajo de Bourdieu, precisamente estoy terminando de
leer su corto trabajo, Acts of Resistance: Against the Tyranny of
the Market. Trabajé desde una posición izquierdista
del posmodernismo por muchos años, especialmente cuando
trabajé con Giroux por ocho años; eran buenos
años y muy productivos. Pero en los últimos 7
años he estado
escribiendo como un Marxista-humanista. Por supuesto, actualmente
está muy lejos de ponerse de moda ser
educador marxista, en los Estados Unidos
eso te marca como un
traidor. Las acusaciones se extienden de ser un izquierdista
ingenuo, a ser catalogado como una deformación del
tiempo, a ser
enganchado en un patriarca antidiluviano, para dar dentro del
sentimentalismo barato o al romántico utópico. Los
marxistas son acusados con asumir una posición
política indefendible que les permita llevar la desgastada
capa de revolucionario sin tener que ensuciar sus manos en las
luchas cotidianas de los profesores.
Peter, en Bolivia
últimamente a ocurrido movilizaciones combativas contra el
modelo y las
transnacionales imperiales. Qué conoces de mi país,
aparte de ser el lugar donde asesinaron al Che, un personaje que
admiras (admiramos) mucho?
Tenía un estudiante cuyo cuñado ayudó al Che
en La Paz. Pero no he tenido mucho contacto con los educadores
bolivianos y aprecio la oportunidad de compartir algunas de mis
ideas con vos. La mayoría de mis viajes en
América
Latina lo he realizado a México, en
donde he estado
hablando varias veces desde al año 1987. Debo admitir que
sé muy poco de primera mano sobre el contexto boliviano y
espero aprender más. Esta entrevista
marca, espero,
el principio de un diálogo
que continúe. La mayoría de mi conocimiento
de Bolivia ha sido por lectura de
otros trabajos.
Sí, el Che es una figura importante en mi trabajo. Y lo es
en este momento tan desconcertante al ser testigo de las
comparaciones hechas por los medios de
comunicación norteamericanos entre Osama Been Laden y
el Che Guevara.
Me ha encolerizado y provocado a responder en la prensa sobre
algunos comentarios muy indignantes sobre Che. Por supuesto los
medios
imperialistas de los Estados Unidos no pararán en nada
para desacreditar a un gran héroe Latino Americano.
Cualquier comparación de Bin Laden con el Che Guevara es
groseramente mentirosa, una comparación peligrosa. Un
hombre, cuyas
prácticas terrorista la mayoría de los musulmanes
por todo el mundo encuentran repugnantes, que emprende una
guerra
religiosa, el otro, un ateo, que luchó contra las brutales
dictaduras, el imperialismo
económico y militar y la opresión de los pobres en
América
latina, el Caribe, y África. Uno lucha para la
instalación de una teocracia autoritaria y represiva en
donde subyugan a las mujeres, prohibiéndolas de trabajar y
de recibir una educación, donde las minorías
están siendo extirpadas por " infieles". El otro
luchó por una sociedad
socialista y democrática donde las mujeres trabajen junto
a los hombres en una relación de igualdad,
donde el racismo de todas
las clases se condena y se suprime, donde está desconocido
el analfabetismo
y donde cada persona tiene
acceso a una educación y a una asistencia médica
adecuada. El Che nunca habría atacado adrede a civiles
inocentes. Comparar al Che y su foco en Bolivia o en la Sierra
Maestra con Osama Bin Laden y al
Qa'eda es una actitud
ruin.
Los atentados en Washington y New York fueron actos reaccionarios
de un terrorismo
ciego, sin agenda explícita contracapitalista o
contraimperialista. No tenían nada que ver con la "lucha
de clases" o la lucha para la emancipación humana y todo
con la crueldad humana. El Che no era un hombre
perfecto, pero sus pensamientos y acciones han
inspirado a sacerdotes católicos, a campesinos sin
tierras, a médicos, a escritores, a poetas, a obreros,
indígenas. Lo otro que tu sabes, los noticieros
también comparan a Bin Laden con el Subcomandante Marcos,
quién ha utilizado tácticas guerrilleras y es
también un icono internacional. Todo ello es un insulto a
la lucha en curso de las comunidades indígenas a
través de las Américas.
La visión del Che de la democracia se
puede poner en contraste con el de los Estado Unidos. Mientras
ellos comparan la democracia
sobre todo con las derechas civiles y las elecciones libres
(incluso en ambos casos se han ensuciado seriamente con el robo
de la elección presidencial pasadas), el Che
definió democracia más en términos de
derechos y
dignidad humana,
en el sentido de proveer para cada uno, entre otras cosas,
trabajo, educación y asistencia médica.
Uno de tus últimos trabajos titula precisamente El
che Guevara, Paulo Freire y la pedagogía de la
revolución, cuál es la lectura
que haces del trabajo del Che y de Freire y que te motivo
escribirlo?
No puedo recordar si le mencioné a Paulo que iba a hacer
este libro acerca
de él y del Che. Pero lo discutí brevemente con
Nita, la viuda de Paulo, y ella reafirmó la
admiración de Freire para con el Che, aunque nunca se
vieron en persona. Quise
lograr dos cosas cuando escribí el libro.
Primero, quise introducir a los estudiantes de los Estados Unidos
la figura de Che Guevara. Porque la mayoría de los
estudiantes no tienen ninguna idea de lo que él sea,
aunque han visto su retrato en las portadas de revistas o en
camisetas. Mi segunda meta era evitar que el trabajo de Freire
sea vulgarizado y domesticado. Intenté presentar a un
Freire revolucionario, no como Papá Noel.
Desafortunadamente, Freire ha devenido en un tipo de hombre viejo
bueno, que habló de la importancia del diálogo
con los estudiantes. Freire era más que esto. Éste
no es el Freire que conocí, y al que respeto, y
amó. Freire fue trasformado en la figura de un Papá
Noel por los educadores norteamericanos que intentaron
reinventarlo de las maneras que convengan a sus agendas
liberales. El sentir compartido por Paulo y el Che es la
capacidad de amar, un sentimiento que cuando es profundo y
verdadero en los seres humanos no se agota en si mismo, sino que
ofrece nuevas posibilidades a quién las experimenta
radicalmente.
La pedagogía crítica es también
pedagogía revolucionaria?
Como te mencioné anteriormente, la pedagogía
crítica se ha domesticado en los Estados Unidos. Lo que
llamo "pedagogía revolucionaria" es mi tentativa de
acercar a la pedagogía crítica a una
conversación Marxista-Leninista, Gramsciana, y a las
tradiciones revolucionarias del Marxismo-humanista. No hay discusión alguna
sobre estas tradiciones entre los educadores de las universidades
en los Estados Unidos. Parte de la razón es que Freire y
Gramsci están leídos desde una perspectiva
"culturalista", lo que significa divorciar sus trabajos de
cuestiones de la lucha de clase. La tradición educativa
norteamericana ha relegado en gran medida a Gramsci, por ejemplo,
a los teóricos culturales, domesticando su trabajo sobre
la sociedad civil y
el Estado.
Qué sentido tiene ésta pedagogía en esta
dura realidad de globalización económica, donde las
multinacionales están carcomiendo los países
más pobres, y la educación está regida por
la libre competencia, la
calidad, la
excelencia neoliberal.
Las entrañas, destripadas, de los pobres ahora sirven como
místicos mecanismos para los adivinadores de las
corporaciones de inversión. Se enseña que el socialismo y el
comunismo son un
mal congénito y que pueden conducir solamente a una
dictadura
totalitaria. En contraste, el capitalismo y
la legitimidad de la propiedad
privada del monopolio se
ha naturalizado como sentido común. La lógica
de la privatización y del libre mercado ahora
modelan arquetipos de ciudadanía, maneja sentidos de
"buena sociedad" y crea
formaciones ideológicas que producen las funciones
necesarias para el capital en lo
referente a trabajo. La educación se ha reducido a un
subsector de la economía,
diseñado para crear cybercitizens dentro de una
teledemocracia de imágenes
rápidas, representaciones, y las opciones de formas de
vida accionadas por las finanzas del
capital.
La insinuación de la coherencia y de la lógica
del capital en la vida diaria – y la elevación del
mercado al
status sacerdotal,
como modelo de
todos los lazos sociales – es algo que ha ocurrido con éxito y
la reestructuración económica que estamos
atestiguando hoy ofrece nuevos miedos referentes a la
inevitabilidad, sin embargo también nuevas posibilidades
de encontrar resistencias e
instrumentos para luchar en contra del capital. La
pedagogía crítica es, lo mantengo, una posibilidad
necesaria (pero no suficiente).
Por algunos de tus trabajos, veo que has recibido cierta
influencia de la teoría posmoderna -aunque no capturado
por ella.
Cuáles son las posibilidades de lucha desde la
educación posmoderna y cuáles sus limitaciones?
Sí, eso es verdad. Yo no deje totalmente el posmodernismo
en mi trabajo, pero yo lo encuentro altamente
problemático. Mi
trabajo fue viniendo mucho más marxista en su
orientación; como ya he mencionado. Muchos posmodernistas
en los Estados Unidos están ocupados en "políticas
de identidad"
privilegiando lo racial, el género o
las identidades sexuales. El problema es que un énfasis en
la política de identidad
puede sabotear la lucha de clases, especialmente cuando se
aislada de la vasta totalidad social del capitalismo
avanzado. La explotación de clases no ha de ser
privilegiada sobre el racismo o el
sexismo o la homofobia –por favor déjame subrayar
esto—pero creo que las formaciones capitalistas a menudo
coordinan y organizan y reifican otras formas de opresión
igualmente importantes. Es una forma de opresión
más central, pero eso no significa que sea más
importante. Espero estar siendo claro.
Actualmente existe una explosión, un
énfasis marcado por las políticas de identidad, una
proliferación de temas como el multiculturalismo, la
deconstrucción, etc, por teóricos como Laclau,
Mouffe, y otros.
La pedagogía crítica ha tenido una tumultuosa
relación con la comunidad de
educación dominante durante los últimos 25
años. Claramente, la comunidad
educativa ha sido escrupulosamente antagonista a la
crítica marxista, socavando eficazmente el desarrollo de
la crítica marxista en educación. Muchas de las
actuales corrientes intentan reunir una agenda educativa
progresista pero invadidos por un prejuicio anticomunista.
Personalmente escucho una resonancia atronadora de la nueva
derecha en la obra de los posmodernos. Los pensadores que
mencionas son ejemplos de ello. Déjame decirte Raúl
que tengo un gran respeto por la erudición de Laclau y
Mouffe, pero ellos tienden a ver a las contradicciones sociales
como problemas
semánticos mientras que yo veo a las contradicciones
sociales como ancladas en la naturaleza
objetiva de las cosas, la explotación no es un problema
lingüístico solamente –tiene lugar
objetivamente. A diferencia de ellos no creo que la
hegemonía es puramente un dispositivo de
articulación, sino un proceso
político-ideológico que esta fundado en relaciones
de clase. La educación multicultural continúa
docilizando sus mayores posibilidades emancipatorias al iniciar
lo que yo creo son, en su mayoría, llamados
políticamente vacíos por la diversidad, sin
ningún cuestionamiento al centro capitalista. Este centro
es lo que da firmeza a la producción de la eterna rrecurrencia de lo
"blanco". A la diversidad y la diferencia les es permitido
proliferar y florecer, con tal de que permanezcan dentro de las
formas prevalecientes del orden social capitalista, incluyendo la
disposición jerárquica de la propiedad.
Peter, en un momento de éxtasis de la
mundialización del capitalismo se habla curiosamente de la
desproletarización abandonando en el sótano la
dimensión clasista del análisis de nuestras sociedades,
quedando obsoleta esa nomenclatura
marxista de la lucha de clases. Es factible la lucha de clases
hoy?
Depende de lo que entiendes por lucha de
clases. Los revolucionarios marxistas creen que el mejor camino
para trascender al brutal y bárbaro limite impuesto por el
capital para la liberación humana es a través de
prácticas centradas alrededor de la lucha de clases. Pero
hoy el grito del clarín de la lucha de clases es
despreciado por la izquierda burguesa como
políticamente
descabellada y leída como anuncio de una película
clase "B". La izquierda liberal esta menos interesada por la
lucha de clases que en tratar de hacer un capitalismo más
"compasivo" a las necesidades de los pobres. Creen firmemente que
el capitalismo es preferiblemente al socialismo o
–Dios prohibe- el comunismo,
reaccionan al discurso
marxista como si un mal olor entrara justo en la
habitación.
Déjame, Raúl, hacer esta salvedad antes de
proseguir. Yo no soy uno de esos izquierdistas conservadores que
observan el marxismo como una religión que explica
todo lo que se necesite saber sobre la vida. El marxismo no es
una fe; no es un discurso sibilino, yo no tengo nada que ver con
ese marxismo eclesiástico. De hecho el marxismo
sitúa su origen en buenas obras más que en la fe.
Pone el énfasis en denunciar y transformar el mundo y no
extrangularlo con tentáculos doctrinales, el materialismo
histórico no es una confesión de una pureza
prístina o una verdad sacerdotal. ¡Creo en el
poder de la
salvación, pero esto, me temo, es pedir demasiado a Dios,
y a Marx!. Yo no estoy condenando a esta gente por no interesarse
por socialismo o comunismo, después de todo, mucho horror
ha ocurrido bajo regímenes políticos que se han
llamado comunistas, estamos discutiendo que el capitalismo no es
inevitable y que la lucha por el socialismo no esta acabada.
Quizá hoy esta lucha es más urgente que en
algún otro momento de la historia humana. Hoy existe
necesidad de la lucha de clases, es una necesidad concreta. Mira
lo que sucedió en Seattle, Porto Alegre, Génova,
miles de jóvenes protestando contra el Banco Mundial
y los interesas económicos globales. Pienso que una nueva
generación de jóvenes está despertando a las
injurias de las relaciones capitalistas globalizadas. Estoy
interesado en el rol que la educación puede jugar en la
sociedad extensa para el desmantelamiento de la ley de valor del
capital como forma central de mediación entre los seres
humanos. Finalmente la pregunta que nosotros debemos hacernos
Raúl es: nosotros como educadores radicales, ayudamos al
capital a encontrar la salida a su crisis o
nosotros ayudamos a los estudiantes a encontrar la salida del
capital?
Es evidente que vivimos una época conservadora, dentro los
marcos impuestos por el
pensamiento
único y la nueva derecha educativa, en este contexto,
cuál es el desafió más importante en el
terreno de la investigación educativa?
Yo veo el rol de los profesores como luchadores por un mundo
mejor, y eso significa entender la dimensión
ideológica del trabajo docente y la naturaleza de la
clase basada en la explotación dentro de la economía capitalista
y sus aparatos legales y educativos. Me gustó mucho el rol
público de Bourdieu –llevando su política a
las calles y fabricas de Francia,
luchando contra las injusticias estructurales y las
inestabilidades económicas producidas por el neoliberalismo—peleando contra las
prácticas totalitarias que están facilitando la
explotación de los trabajadores del mundo. Ese es el
camino, el desafío más inmediato es descubrir los
caminos para alimentar a los hambrientos y proporcionar abrigo a
los sin techo, traer alfabetización a aquellos que no
pueden leer ni escribir.
El camino por la pedagogía revolucionaria pasa por una
pedagogía desmitificadora, donde los sistemas de
signos dominantes son reconocidos y desnaturalizados, donde el
sentido común es historizado, y donde la
significación es entendida como una práctica
política.
Tome conocimiento de tu obra con "la vida en las escuelas",
"pedagogía crítica y cultura
depredadora" después no pare de devorar más libros
tuyos, en casi toda tu obra se aborda el problema educativo como
una cuestión "escolar", qué hay de la educación
superior?
El problema es que mientras las universidades sirvan como simples
testigos morales del contexto social en el que ellos están
alojados, serán solo un pequeño sitio funcional
más para asociaciones comerciales en educación
superior. El mundo corporativo básicamente controla el
ámbito y alcance de los programas
académicos y por supuesto en los Estados Unidos la
investigación militar es conducida dentro
los campus. La universidad ahora
es el sitio de razón instrumental donde se hace eco a los
conocimientos que pueden ser conectados con la acumulación
del capital. Los intelectuales que aún quedan han sido
advertidos por Lynne Chaney, la esposa del vicepresidente, que si
seguimos hablando contra la Casa Blanca, estamos hablando, contra
la civilización.
No olvides que los Rectores de las universidades son nombrados
por el gobernador, son en realidad, designaciones
políticas, quienes vivirán defendiendo en la
academia los valores
corporativos. Mientras hablamos en nuestras clases de dignidad
humana, de justicia,
justicia social, solidaridad,
razonamiento/conciencia
crítica, activismo político, etc., la universidad trata
a sus profesores, los trabajadores de servicio y a
los estudiantes sin ninguna consideración. Muchos de los
trabajadores universitarios son pagados con salarios
miserables que apenas pueden subsistir, sin ningún,
beneficio de salud, social o un
pequeño seguro de
trabajo. Nosotros necesitamos hacer de la universidad el espejo
de la justicia social de la cual muchos profesores hablamos en
nuestras clases.
Peter, en nuestros países la universidad pública
resulta fundamental para la sociedad y la cultura
democrática, particularmente
la universidad boliviana esta inseparablemente unida a las luchas
por la democracia y la justicia social. Durante los
últimos años el proyecto
neoliberal ha corroído todos los ámbitos de nuestra
vida social, los sistemas e
instituciones
educativas han sufrido su propio "ajuste": las nuevas reformas de
la educación superior son llevadas adelante más por
los organismos internacionales como el Banco Mundial,
modificando el sentido público de las universidades en
razón del los intereses del capital trasnacional.
El Banco Mundial
sirve a los intereses de un selecto grupo de
Estados naciones dominantes, particularmente a los Estado Unidos.
Yo no creo que el fracaso de los países de Africa y América
Latina, por ejemplo, por lograr la prometida prosperidad halla
sido un resultado de un efecto a corto plazo del proceso de
mercado dirigido al crecimiento. Como Petras y Veltmeyer, yo creo que el
hueco entre el Sur y el Norte esta en creciente desarrollo.
Ahí se esta agravando las más grandes disparidades
entre los segmentos más ricos y la población más pobre del mundo. Las
reformas educativas enlazadas a las medidas de ajuste estructural
están relacionados funcionalmente a los fines lucrativos
de la gran banca mundial. El
ajuste estructural fue y es solo, claramente, beneficioso para
los inversores transnacionales.
A partir del 11 de septiembre, asistimos a una especie de
"criminalización" de los sectores progresistas, de los
intelectuales de izquierda, izquierdistas, movimientos populares
o activistas sociales por todo el mundo, es de suponer que esto
ha complicado el trabajo de los educadores críticos en los
Estado Unidos.
Por supuesto, en esta particular coyuntura histórica
corres el riesgo de sufrir
cargos de anti-patriotismo. Los educadores
críticos a través de los Estados Unidos estamos
atestiguando una inconsciente xenofobia Estatal, militarista,
erosión
de las libertades civiles, y en el extranjero una búsqueda
permanente de intervenciones militares que han seguido a la
estela de ataques que solo pueden tener consecuencias para la paz
mundial.
El ataque terrorista del 11 de septiembre – que cruzo cual
infame cuchillada las mejillas de la historia mundial— es
aprovechado por Bush y su administración para derrotar a la
democracia en su vanaglorioso intento de defenderse del terror.
Eso crea un clima que hace
difícil a la pedagogía crítica, sino
imposible. Como un sacerdote de las artes negras, Bush ha
desenterrado los putrefactos restos de las retóricas de
Ronald Reagan del panteón fascista, acompañado con
las groseras nociones de "América la Buena", barnizada por
la totalitaria jerga entre "nosotros y ellos"; y las democracias
occidentales contra las hordas bárbaras del tercer
mundo.
Evocando el rol del divino profeta quién se identifica con
el brazo de la recompensa divina, la espada de Bush revela la
escatológica resaca de la guerra contra
el terrorismo,
quizás más evidente en su totalizantes y maniqueas
declaraciones al comparar a Bin Laden y sus guerreros el mal
absoluto, y a los Estado Unidos el apogeo de la libertad y la
bondad.
Colocando un velo de justificaciones sobre el ejercicio de
destrucción masiva y la búsqueda por el dominio
geopolítico, Bush ha adquirido un status casi sacerdotal
por la vasta mayoría de las personas americanas (que es,
si nosotros creemos en las encuestas de
opinión), yo creo que Bush es visto como alguna especie de
esperanza metafísica
para el renacimiento
del Espíritu Americano que fue perdido dentro un inmoral
Estado que es señalado por muchos conservadores como el
libertino interregno de los años de Clinton.
El consejo americano de Fideicomiso
(fundado por Lynne V. Chaney, la esposa del vicepresidente Dick
Chaney) ha publicado un documento, condenando la opinión
de muchos profesores universitarios por los ataques del 11 de
septiembre, titulado "defendiendo la Civilización:
cómo nuestras universidades están fallando a
América, y qué se puede hacer sobre el". El reporte
detalla 117 incidentes que supuestamente revelan una
traición del profesorado a la defensa de la
civilización, una terca buena voluntad para dar comodidad
a sus adversarios a través de relativismo moral y
oposición a las fuerzas de guerra de los Estado Unidos. En
otras palabras, algunos profesores universitarios tienen la
desfachatez de criticar la guerra de Bush contra el
terrorismo.
Habria que preguntarle a Mrs. Chaney, propósito del
terrorismo, si dijo algo cuando en 1990, Orlando Bosch acusado
por
miembros del gobierno de
Estados Unidos de dirigir el atentado terrorista con bomba en un
avión de la compañía Cubana matando a 73
personas y otros actos de sabotaje, era puesto en libertad por
orden del presidente Bush, a la petición de su hijo Jeb,
quién estaba intentando ganar la aprobación de los
cubanos de Miami? Señaló esa atrocidad entonces?
Protestaba cuando la CIA daba al gobierno de
Khomeni una lista de miembros del Partido Comunista TUDEH,
conduciendo a la tortura y asesinato de miles de personas?
Dónde estaba cuando nuestros militares ayudaron con
entrenamiento
y armas a los
dictadores del Salvador y Guatemala?
Cuando 200.000 indígenas eran asesinados por escuadrones
de la muerte
cuyos jefes fueron entrenados en la Escuela de las
América, en Georgia, protestaba? Protestaba cuando Henry
Kissinger ayudaba al reinado del terror de Pinoched
después de haberlo ayudado a derrocar a Salvador Allende?
Esta triste por los inocentes que murieron? Quizá piense
que ello son rumores no fundamentados, o distorsiones y
deformaciones de la historia por expertos izquierdistas.
Preguntar ello basta para delatarnos como portadores del "odio
americano", odio el terrorismo cuando es realizado por monstruos
como Bin Laden, como también cuando se lo realiza como
parte de la política extranjera de Estados Unidos.
Yo creo, Raúl, que como educadores críticos debemos
hacer frente con un nuevo sentido de urgencia en nuestra lucha de
crear la justicia social en una escala global
estableciendo lo que Karl Marx llamo
un "Humanismo
Positivo" para sustituir lo que Hannah Arendt llamo la "solidaridad
negativa" de atomizar y desplazar individuos.
En un tiempo que la
teoría social marxista parece destinada al basurero
político, es más necesario que nunca para ayudarnos
a entender las fuerzas y las relaciones que ahora forman nuestros
destinos nacionales e internacionales.
"Resistencia" este
es uno de los conceptos más usados por los movimientos
antiglobalización, y como bandera de lucha de barios
movimientos progresistas actuales, cómo entiende el
significado de "resistencia"
Peter MacLaren?
Como un intento de hacer el trabajo que Marx llamo en sus
Manuscritos Filosóficos, "la libre expresión y por
lo tanto el placer de vivir la vida," la resistencia es
necesaria, disentir es necesario. La resistencia lleva dentro
suyo las semillas de la esperanza. El desafío es crear un
autentico movimiento
social que sea igualitario y participativo –no una
diferente forma de control de clase.
Esto significa luchar contra las fuerzas de la privatización imperial, inducida no solo en
la educación, sino en toda la vida social. Siguiendo a
Marx, Eagleton afirma que somos libres cuando, como los artistas,
producimos sin el aguijón de la necesidad física, y es esta
naturaleza para Marx la esencia de todos los individuos, por eso
te decía que vivo en las
"entrañas de la bestia".
Esta es la barriga de la bestia, una bestia que en el proceso de
acumular gran riqueza para unos pocos y el sufrimiento para la
vasta mayoría, esta destruyendo al mundo. Como yo
discutía con Noah de Lissovoy y Ramin Farahmandpur, la
lucha contra la explotación imperial significa desmontar
un sistema
Eurocentrico de valores
culturales que racionalizan la
globalización como "desarrollo" y "progreso" y
describen a esos que sufren su violencia
–especialmente los pueblo del Sur—como los
beneficiarios de los favores de los "magnánimos" y
civilizados. Nosotros sabemos que eso es una mentira.
Desmontando los símbolos del imperialismo
destruimos este impuro y nefasto matrimonio de la
acumulación capitalista y la violencia
neocolonial, y creando la posibilidad de reconfiguraciones
anticolonialistas del espacio político-cultural en el
mismo tiempo en que es iniciada como sistema de
producción socialista. Esto es solo una
visión en este momento histórico particular, pero
es lo único que nosotros debemos continuar
defendiéndolo.
Peter, quiero agradecerte nuevamente por esta entrevista, tus
palabras son importantes para aquellos educadores que no
renuncian a perder sus utopías de un mundo mejor,
solidario, justo y democrático. Hace casi 15 años
atrás, en 1987 Paulo Freire visito Bolivia por segunda
ocasión, y en la Universidad de San Simón de
Cochabamba propuso una "comprensión crítica de la
pedagogía, hablo de cambio social,
de una "concepción subversiva del cambio que
busca reinventar la sociedad, reinventar el poder".
Mensaje que nos lo recuerdas hoy con tu obra. Muchas gracias.
Ha sido maravilloso tener este dialogo contigo,
Raúl, y ser capaz de hablar por medio de él a los
educadores de Bolivia, y alcanzarlos a la distancia con un abrazo
solidario. Agradecerte por esta oportunidad de compartir algunas
ideas, y para compartir una esperanza común por la paz y
la justicia. Hasta la victoria siempre
compañero.
Autor:
Raúl Alberto Álvarez
Investigador del Departamento de Formación Docente de la
UMSS.
Datos del
Autor: Investigador universitario, 23 años
realiza su tesis de
licenciatura en ciencias de la
educación en el campo de políticas educativas,
poder y saber.