"He sido capaz de escribir porque Mercedes
llevó el mundo sobre sus espaladas"
"El secreto de la felicidad es hacer sólo
aquello con lo que uno disfruta".
GABRIEL GARCÍA
MÁRQUEZ
Gabriel García
Márquez nace el 6 de marzo de 1928, en Aracataca, un
pueblo de la costa atlántica colombiana.
"Gabo", como se le conoce cariñosamente, fue el
mayor de una familia numerosa,
que podríamos considerar de clase media:
Gabriel Eligio García, su padre, fue uno de los numerosos
inmigrantes que con la fiebre del
banano,llegaron a Aracataca,su madre, Luisa Santiaga
Márquez, pertenecía, en cambio a una
de las familias eminentes del lugar: era hija del coronel
Nicolás Márquez y de Tranquilina
Iguarán.
Cuando tenía ocho años, murió el
abuelo, al que Gabriel García Márquez
consideró siempre "la figura más importante de
su vida". De esos primeros ocho años de "infancia
prodigiosa" surge lo esencial del universo
narrativo y mítico de García Márquez hasta
el punto de que, con alguna exageración, ha llegado a
decir: "Después todo me resultó bastante plano:
crecer, estudiar, viajar…
Como el propio novelista explica: "Quise dejar
constancia poética del mundo de mi infancia, que
transcurrió en un casa grande, muy triste, con una hermana
que comía tierra y una
abuela que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de
nombres iguales que nunca hicieron mucha distinción entre
la felicidad y la demencia.
Lo que sí es cierto es que los recuerdos de su
familia y de su infancia, el abuelo como prototipo del patriarca
familiar, la abuela como modelo de las
"mamas grandes" civilizadoras, la vivacidad del lenguaje
campesino, la
natural convivencia con lo mágico… aparecerán,
transfigurados por la ficción, en muchas de sus obras (
La hojarasca, Cien años
de soledad, El amor en los
tiempos del cólera
…)
El paralelismo entre algunas circunstancias
biográficas de Gabriel García Márquez con
algunos elementos de Cien años de soledad
resulta evidente. Veamos algunos:
Su abuelo,
como José Arcadio Buendía, fue uno de los
fundadores de Aracataca.
En la novela se
nos cuenta que José Arcadio, abandona su pueblo al verse
continuamente hostigado por el fantasma de Prudencio Aguilar,
al que se vio obligado a matar por un problema de honor. Con
veintún compañeros, José Arcadio
Buendía cruza la cordillera y funda Macondo. La
fundación de Aracata, tal como Nicolás Marquez se
la contaba a su nieto es muy parecida. También su abuelo
había matado de muy joven a un hombre y
"cuando no podía soportar la amenaza que existía
contra él en ese pueblo, se fue lejos con su familia y
fundó un pueblo". A Gabo le solía decir siempre:
"Tú no sabes como pesa un muerto".
Úrsula Iguarán se inspira en la abuela
Tranquilina ? que no sólo presta su apellido a
Úrsula, si no que, al igual que el personaje,
murió ciega y loca. Tranquilina Iguarán es,
efectivamente, el modelo de muchos de los personajes femeninos
de García Márquez, que define así: "un
caso ejemplar de la mater familias, matriarca medieval,
emperadora del hogar, hacendosa y enérgica,
prolífica, de temible sentido común, insobornable
ante la adversidad, que organiza férreamente la vida
familiar a la que sirve de aglutinante y
vértice".
En 1936 tras vivir un breve tiempo con sus
padres en Sucre ?donde Gabriel Eligio regentaba una farmacia- lo
envían a estudiar bachillerato a diferentes internados:
primero en Barranquilla y, durante más tiempo, en
Zipaquirá, lugar del que guarda recuerdos sombríos
y dolorosos y donde, paralizado por la nostalgia de Aracataca,
nunca llegó a integrarse.
De ese periodo y de ese lugar cuenta García
Márquez: "Zipaquirá era una ciudad fría,
con techos de teja desagastada, y el colegio, un gran internado
donde vivíamos doscientos trescientos niños… Los sábados y los domingos
había salida, pero yo no me movía del edificio
porque no quería enfrentarme con la tristeza y el
frío del pueblo. Durante esos años pasé
encerrado la totalidad de las horas libres despachando libros de
Julio Verne y Emilio Salgari". Seguramente, esos años
de soledad, reclusión y lectura fueron
decisivos para su futura vocación de escritor que,
según Mario Vargas
Llosa, es como una "solitaria" que atenaza el
espíritu.
En 1947,Gabriel García Márquez se instala
en Bogotá y empieza a estudiar derecho. Sus impresiones de
Bogotá no son mejores que las de Zipaquirá: con sus
"cachacos" que siempre "andaban de negro, parados
ahí con paraguas y sombreros de coco, y bigotes", la
capital le
parece "gris y yerta", "asfixiante", sinónimo de
"aprehensión y tristeza". Con estros rasgos
describirá a Bogotá cuando raramente aparezca en su
mundo ficción.
Aunque estudia los cinco cursos de Derecho ?algunos en
Bogotá y otros en Cartagena, donde se había
trasladado su familia y donde se hace amigo del poeta
Álvaro Mutis- no llega a graduarse, porque, según
confiesa, "me aburría a morir esa carrera". Lo
más importante de ese periodo es el encuentro con alguna
de las personas más decisivas de sus vida ?especialmente,
Camilo Torres, el que luego será cura guerrillero
cruelmente asesinado y Plinio Apuleyo Mendoza, desde entonces uno
de sus amigos más íntimos.
Otra circunstancia importante es que, en Bogotá,
empieza a escribir, para el
periódico El Espectador, sus primeras obras:
diez cuentos, de
los que abjurará después, que constituyen su
"prehistoria"
como escritor. También es remarcable que García
Márquez participase, como otros muchos estudiantes, en las
manifestaciones surgidas a raíz del "bogotazo": el
asesinato en 1948 de Jorge Eliecer Gaitán, político
progresista aspirante a la presidencia de la
república.
El asesinato de Gaitán desencadena una
escalofriante y larga oleada de violencia
(casi trescientos mil muertos entre 1948 y 1962) que
tendrá su reflejo en la literatura de García
Márquez y de otros escritores, como Fernando Garrido y
Álvaro Mutis, hasta el punto de que la narativa colombiana
de estas décadas ha sido designada como "literatura de la
violencia".
Pronto, García Márquez abandona los
estudios de Derecho: en un viaje a Barranquilla conoce a un
grupo de
periodistas que le fascinan y decide instalarse allí y
orientar totalmente su vida al periodismo,
por lo que empieza a trabajar de columnista en "El Heraldo", y a
la literatura: se instala en un cuartucho ínfimo de un
bloque de cuatro pisos llamado "el Rascacielos" y allí
empieza a escribir su primera novela, La
hojarasca.
Gabo se integra en el llamado "Grupo de Barranquilla",
que se reúne en el "Café
Happy" y el "Café Colombia".
Miembros del "Grupo de Barranquilla" son: Germán Vargas,
Álvaro Cepeda y Alfonso Fuenmayor, periodista de "El
Heraldo" de gran formación intelectual, al que
García Márquez le debe el descubrimiento de los
autores que más tarde se convertirán en sus
modelos
literarios: Kafka, Joyce y, muy especialmente, Faulkner, Virginia
Woolf, y Hemingway.
A las tertulias del "Café Colombia" acude
también Ramón
Vinyes, un viejo catalán republicano, escritor, ex-librero
y profesor de un
colegio de señoritas, al que García Márquez
homenajeará en "el sabio catalán", junto a
sus tres amigos, en las últimas páginas de Cien
años de soledad.
En Barranquilla, García Márquez
conocerá a Mercedes Barcha, quien más tarde se
convertirá en su compañera de toda la
vida.
En 1954, convencido por Álvaro Mutis,
García Márquez regresa a Bogotá.
Allí, de nuevo para El Espectador, trabaja
como reportero y crítico de cine. Ese
periodo de apasionada dedicación al periodismo,
dejará posteriormente huella en su literatura. De
allí proviene en buena medida su fascinación
"por los hechos y personajes inusitados, la visión de
la realidad como una suma de anécdotas" y "las
virtudes de concisión y transparencia de estilo" de
sus mejores libros.
Esta simbiosis de literatura y periodismo es clara en
algunas sus obras narrativas publicadas, Relato de un
náufrago (1955), Crónica de una muerte
anunciada (1981), Noticia de un secuestro
(1997).
Desde ese momento, García Márquez no
abandonará nunca su actividad periodística y
posteriormente será colaborador habitual en
periódicos de Colombia, Venezuela,
México,
España
y Estados
Unidos.
En 1955, García Márquez va por primera vez
a Europa como
corresponsal de El Espectador. El que tenía que ser
un breve viaje para alejarlo de las iras gubernamentales
desencadenadas por la publicación de El relato de un
náufrago, se convierte en una estancia de más
de cuatro años.
Al poco de llegar a Francia,
recibe la noticia de que El Espectador había sido
clausurado y un cheque para el
pasaje de regreso. Pero García Márquez, que
había decidido seriamente ser escritor, decide quedarse en
París. Afrontando grandes penalidades económicas
("Estuve viviendo durante cuatro años de milagros
cotidianos") y trabajando "a diario, con verdadera furia,
desde que oscurecía hasta el amanecer", escribe La
mala hora (1961) y paralelamente, a partir de un episodio que
se le desprendió de esa obra, una de sus mejores novelas: El
coronel no tiene quien le escriba (1958).
Con su amigo Plinio Apuleyo Mendoza hace un viaje a los
países del Este (Alemania
Oriental, Checoslovaquia, Polonia, Rusia…) y
luego escribe diez reportajes (al más célebre lo
tituló "90 días en la Cortina de Hierro") que
quieren ser fundamentalmente objetivos,
pero que contienen una serie de valoraciones contradictorias de
adhesión y crítica, lo que demuestra la sinceridad e
independencia
de su opinión.
En 1958, tras una estancia de dos meses en Londres,
decide regresar a América, entre otras cosas porque
sentía que se le "enfriaban los mitos".
Primero se instala en Venezuela, donde su amigo Plinio Apuleyo
Mendoza le había conseguido trabajo de
redactor en la revista
Momentos.
Al poco de llegar a Caracas, es testigo del bormbardeo
aéreo y del asalto al Palacio presidencial, hechos que
concluirán días después con el derrocamiento
del dictador Pérez Jiménez.
Estos hechos, especialmente la imagen, de la
huida de "un oficial con una ametralladora bajo el brazo y con
las botas embarradas" y la entrevista
que le hizo al que, durante 50 años, había sido
mayodormo de Palacio, sirviendo a varios presidentes y
dictadores, serán decisivos en la gestación de un
proyecto
literario que empieza a obsesionarle: escribir una novela de
tiranos, que reflexione sobre "el misterio del poder" y
la capacidad de fascinación hipnótica de los
tiranos.
Otras experiencias recientes se imbrican con las que
está viviendo en Venezuela y le ayudan a entender los
mecanismos de la dictadura: el
poder supremo del sumo pontífice en Roma, la
fanática pervivencia del culto a Stalin que, cuatro
años después de la muerte del
dictador, había palpado en Moscú… Tardará
17 años en hacer realidad ese proyecto en la quinta de sus
novelas: El otoño del patriarca (1975).
En un viaje relámpago a Barranquilla, se casa con
su novia Mercedes Barcha, con la que pronto tiene dos hijos,
Rodrigo (que nació en Bogotá en 1959) y Gonzalo
(que nacería en México tres años más
tarde).
Aunque su actividad periodística en Venezuela es
muy intensa, García Márquez no abandona el quehacer
literario: escribiendo sólo los domingos, redacta casi
todos los cuentos de Los funerales de la Mama Grande
(1961).
En 1960, tras el triunfo de la Revolución
Cubana, vive seis meses en la Habana, trabajando para
Prensa Latina, agencia de noticias que
dirige el periodista argentino, amigo del Ché Guevara,
Jorge Ricardo Massetti. Prensa Latina fue creada por el
gobierno cubano
para contrarrestar la propaganda
contra Cuba. Meses
antes, García Marquez había creado la sede de
Prensa Latina en Bogotá. En Prensa Latina
participan, además de su inseparable amigo Plinio Apuleyo
Mendoza, otros destacados intelectuales
como el argentino Roberto Walsh y el novelista uruguayo Juan
Carlos Onetti. Uno de los grandes éxitos de Prensa
Latina es interceptar y descifrar un informe donde se
daban detalles del desembarco armado americano en Playa
Girón. Llegaron a averiguar el lugar exacto donde la CIA
preparaba la operación: una hacienda de Retahulheu
(Guatemala).
En 1961 se instala en Nueva York como corresponsal de
Prensa Latina. Se trata de un trabajo apasionante ?por fin
García Márquez dispone de un sueldo fijo y puede
ejercer el periodismo con plena independencia, lejos de los
monopolios capitalistas de opinión.
García Márquez decide establecerse en
México, y probar suerte con la tercera de sus aficiones:
el cine. Pero antes de abandonar Estados Unidos, recorre el sur
de su admirado Faulkner.
De ese viaje, que emprende sin apenas dinero,
escribirá: "Son veinte días de ruta infernal por
carreteras marginales, ardientes y tristes…Son veinte
días de carretera, alimentándonos con leche
malteada, con hamburguesas, conociendo en Atlanta un
áspero rostro de los Estados Unidos (no querían
recibirnos en los hoteles porque
creían que éramos mexicanos) y leyendo, en otro
pueblo del Sur, un letrero que decía: <Prohibida la
entrada de perros
mexicanos>".
Cuando descubre que es muy difícil abrirse camino
en el mundo del cine, se encarga, aunque sin escribir una sola
línea, de la
organización de dos revistas de gran tiraje: una
revista de señoras, La Familia y otra de
crímenes sensacionalistas, Sucesos. Más
tarde, trabaja en el mundo de la Publicidad.
A partir de 1963, García Márquez consigue
por fin trabajar como guionista. Su primer guión, El
gallo de oro, lo
escribe en colaboración con Carlos Fuentes a
partir de un cuento de
Juan Rulfo.
(Dos años después, García Márquez y
Fuentes volverán a trabajar juntos en la adaptación
cinematográfica de Pedro Páramo, lo que
demuestra la admiración que ambos sienten por la escueta e
intensísima obra del silencioso escritor
mexicano).
Otros trabajos de guionista de García
Márquez son: Tiempo de morir de Arturo Ripstein
(aparentemente una esquemática película de
"charros", pero que contiene ya algunas de las obsesiones de
García Márquez: la venganza, la muerte, el destino
trágico, la soledad…), H.O. también con
Ripstein; Patsy, mi amor y una adaptación de su
cuento "En este pueblo no hay ladrones".
Aunque García Márquez dice no estar
satisfecho de ninguno de sus trabajos cinematográficos,
considera que su decepcionante experiencia en el mundo del
celuloide le fue de gran utilidad, pues
paradójicamente le ayudó a tomar conciencia de las
limitaciones del cine (que hasta este momento consideraba "el
medio de expresión perfecto") y a entender por fin
"que las posibilidades de la novela son
ilimitadas".
Sin esa convicción, tal vez García
Márquez no hubiera superado nunca ese periodo de
sequía literaria (de 1961 a 1965 no escribió ni una
sola línea de creación), consecuencia de un
íntimo "sentimiento de fracaso" respecto a la obra que
había escrito hasta ese momento.
Gabo escapa de ese "infierno" con la escritura de
la que, seguramente, es la más importante de sus obras:
Cien años de soledad (1967), lo cual sólo
fue posible cuando, casi como en un "milagro", sabe de
repente con qué técnica y con qué procedimientos ha
de escribir la historia de ese Macondo y de
ese universo mítico de su infancia que le obsesionan desde
sus inicios como escritor.
La "revelación" tuvo lugar un día de enero
de 1965
mientras conducía su Opel por la carretera de
México a Acapulco. Inesperadamente para el coche y le dice
a Mercedes: "¡Encontré el tono! ¡Voy a
narrar la historia con la misma cara de palo con que mi
abuela me contaba sus historias fantásticas, partiendo de
aquella tarde en que el niño es llevado por su padre a
conocer el hielo!.
García Márquez decide encerrarse a
escribir su novela de Macondo y los Buendía. Logra reunir
cinco mil dolares (los ahorros de la familia,
las ayudas de sus amigos, especialmente de Álvaro Mutis) y
le dice a Mercedes que mientras tarde en escribir su novela se
ocupe de todo y no lo moleste bajo ningún concepto. Cuando
después de 18 meses de duro trabajo concluye Cien
años de soledad, Mercedes le espera con una deuda
doméstica que sobrepasa los 10.000 dolares. Para enviar el
manuscrito de Cien años de soledad a Buenos Aires,
concretamente a la Editorial Sudamericana de Francisco
Porrua, deben empeñar los tres últimos objetos de
un cierto valor que les
quedan: una batidora, un secador de pelo y la estufa.
Cien años de soledad aparece en junio de
1967. El éxito
es fulminante: en pocos días se agota la primera edición
y en tres años se venden más de medio millón
de ejemplares. Según Vargas Llosa, "el éxito
resonante deja a García Márquez mareado y algo
incrédulo", aunque feliz porque por fin puede
dedicarse exclusivamente a escribir.
De 1968 a 1974 vive en Barcelona: quiere alejarse
?aunque inútilmente- de la persecución cada vez
más agobiante de la fama y palpar el ritmo de la vida
cotidiana en una dictadura (aquí se viven los
últimos años del franquismo), pues se ha decidido
por fin a convertir en novela esa imagen que le persigue desde
hace diecisiete años: un déspota viejísimo
se queda sólo en un palacio lleno de vacas.
En 1975 aparece por fin El otoño del
patriarca, que, escrita según la técnica del
monólogo múltiple (voces diferentes que cuentan,
desde perspectivas diferentes, la misma historia) es para
García Márquez "mi libro
más experimental y el que más me interesa como
aventura poética. También el que me ha hecho
más feliz" .
Entre Cien años de soledad (1967) y El
otoño del patriarca (1975) escribe algunos cuentos y
un guión de cine, a partir de un episodio desgajado de
Cien años de soledad, que finalmente se convierte
en una novela breve: La increíble y triste historia de
la cándida Eréndida y de su abuela desalmada
(1972).
Desde 1974, García Márquez alterna su
residencia entre México, Cartagena de Indias, La Habana y
París. Desde esos años, tan difíciles para
América
Latina, García Márquez es consciente de su
resposabilidad como intelectual de prestigio: estrecha lazos de
amistad con
mandatarios de tendencia progresista (Fidel Castro,
Torrijos, Carlos Andrés Pérez , los sandinistas,
últimamente, Hugo
Chávez…), se convierte en embajador extraoficial del
continente, lucha activamente en defensa de los derechos
humanos…
En 1981 escribe Crónica de una muerte
anunciada, novelando unos hechos reales acaecidos en Sucre
durante su juventud y
asumiendo por primera vez el papel de narrador. Al escribir
Crónica de una muerte anunciada, García
Márquez contraria a su madre que le había pedido
que no escribiera una historia en la que intervenían
tantos parientes, al menos mientras la madre del hombre que
inspiró a Santiago Nasar siguiera viva.
Ese mismo año, en pleno lanzamiento de
Crónica de una muerte anunciada, el gobierno
conservador lo acusa de financiar al grupo guerrillero M-19.
García Márquez se ve obligado a pedir asilo
político en la embajada mexicana y abandona Bogotá
en medio de un gran escándalo. Meses después, ya en
1982, le conceden el Premio Nobel de literatura.
En la ceremonia del Nobel, viste con una guayabera
caribeña blanca y lleva en la mano un rosa amarilla,
símbolo de Colombia y su amuleto personal
(Mercedes coloca cada día una en su mesa de
trabajo).
Elige como tema musical el Intermezzo interrotto
de Bela Bartok. Su discurso de
agradecimiento es un canto de amor a
América Latina.
Entre otras cosas dijo:
"Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal,
y no sólo su expresión literaria, la que este
año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras.
Todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido
que pedirle muy poco a la imaginación porque el
desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de
los recursos
convencionales para hacer creíbles nuestra vida.
Éste es el nudo de nuestra soledad".
Concluyó formulando un deseo: el de "una nueva
y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir
por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el
amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas
a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una
segunda oportunidad sobre la
tierra".
Con parte de los 157 mil dolares que gana con el Nobel,
decide "fundar un diario en Colombia con periodistas menores
de treinta años, para que adquieran el oficio como se
debe. Un diario destinado a exaltar los valores
fundamentales del hombre, sin banderías". En homenaje
a un cuento de Borges decide
llamar al periódico
El otro, aludiendo con ello a su "otra" vocación y
personalidad.
Involucra en el proyecto a dos de sus grandes amigos: a
Rodolfo Terragno, fundador de El diario de Caracas y el
novelista argentino Tomás Eloy Martínez. El
proyecto, sin embargo, morirá antes de nacer, sueña
con "una novela en la que un viejo de 80 vive una historia de
frenesí sexual con una vieja de 70". El demonio de la
literatura le ha entrado otra vez en el cuerpo y sabe que ya no
puede escapar de él.
Cuando todo está preparado para la
aparición de El otro, les dice a sus amigos:
"Instálense en Bogotá y empiecen a trabajar. Yo
tengo que encerrarme a escribir la novela sobre los viejos".
Sus amigos, obviamente, se niegan (¿cómo El
otro de García Márquez se va a escribir sin
García Márquez?) y el García Márquez
novelista se instala en la mágica Cartagena de Indias,
donde, en "un periodo de felicidad casi completa" escribe
la historia de Florentino Ariza y Fermina Daza, en la que recrea
el difícil noviazgo de sus padres: El amor en los
tiempos de cólera (1985).
En 1986 cumple una vieja deuda con la tercera de sus
pasiones: promueve la Fundación del Nuevo Cine
Latinoamericano y funda -con la ayuda del director argentino
Fernando Birri, al que conocía desde sus años en
Italia– la
Escuela de cine de San Antonio de
los Baños, en Cuba. Allí cada año,
García Márquez dirige un taller de guión,
donde diez jóvenes inventan conjuntamente una historia. A
los mejores alumnos se los lleva a México para trabajar en
otro taller de guiones, éste profesional: realizan guiones
para la
televisión y, con parte de los beneficios, consiguen
fondos para financiar la Fundación y la Escuela.
En Cómo se cuenta un cuento (1995) relata
una de las experiencias del taller de guión: inventar una
historia que pueda ser contada en formato de media hora. El
guión "Me alquilo para soñar" -que primero fue uno
de los doce Cuentos peregrinos (1992)- es uno de los
frutos de ese taller de guión, que fruto del trabajo
conjunto de García Máqrquez, el cineasta
brasileño Doc Comparato y diez jóvenes enamorados
del cine y de la literatura.
En 1989 escribe El general en su laberinto, una
nueva novela histórica donde cuenta el camino hacia la
muerte de Simón Bolívar a
los 47 años, por el río Magdalena de su infancia.
El origen de esta novela es una frase de su manual escolar de
historia, que guardaba en su memoria: "Al
cabo de un largo y penoso viaje por el río Magdalena,
murió en Santa Marta abandonado por sus
amigos".
Aunque ya no lo necesita económicamente,
García Márquez se ha impuesto la
disciplina,
"para mantener el brazo caliente", de escribir, entre
novela y novela, un artículo semanal que publica en
diferentes periódicos.
Una selección
de estos artículos que, hablan de sus impresiones y
recuerdos de las diferentes ciudades europeas en las que
vivió, las recoge en Notas de prensa (1991), obra
que se convierte así en una especie de memorias
noveladas de sus años en Europa. Antes de editarlo en
forma de libro vuelve a las ciudades emblemáticas de su
juventud (Ginebra, Roma, París, Barcelona…) y escribe:
"Ninguna tenía ya nada que ver con mis recuerdos. Todas
estaban enrarecidas por una inversión asombrosa: los recuerdos reales
parecían fantasmas de
la memoria,
mientras que los recuerdos falsos eran tan convincentes que
habían suplantado a la realidad (…) En esos ocho meses
febriles no necesité preguntarme dónde terminaba la
vida y dónde empezaba la imaginación, porque me
ayudaba la sospecha de que quizás no fuera cierto nada de
lo vivido veinte años antes en Europa".
Tras ese viaje hacia su propia memoria, vuelve a
reescribir todos los artículos.
En 1992 escribe Doce cuentos peregrinos.
Según el propio autor se trata de : "una
colección de cuentos cortos, basados en hechos
periodísticos, pero redimidos de su condición
mortal por las astucias de la poesía". Muchos de ellos, antes de ser
finalmente cuentos, fueron historias escritas con otros fines:
cinco fueron notas periodísticas; otros cinco, guiones de
cine y uno, un serial de televisión.
En 1994 publica su última novela, Del amor y
otros demonios , una novela ambientada en la Cartagena de
Indias del siglo XVIII, que cuenta los amores imposibles entre un
cura de treinta años y una marquesita criolla de doce, a
la que debía exorcizar.
Aunque desde hace años lucha incansablemente
contra un cáncer, García Márquez
continúa lleno de proyectos y sigue
demostrando una admirable energía. Consciente de que
"nunca ni un solo minuto he dejado de ser periodista",
convence a su amigoel novelista argentino Tomás Eloy
Martínez para que funden juntos un taller de periodismo,
la Fundación para el Nuevo Periodismo
Iberoamericano. Se trata de una escuela sin muros, donde ?a
través de seminarios, conferencias y cursos-se convoca a
estudiantes de periodismo de todo el mundo para profundizar sobre
temas que las escuelas de periodismo y las redacciones de
periódicos suelen omitir. La Fundación es su
personal homenaje al que sigue considerando "el mejor oficio
del mundo".
En 1996 publica Noticia de un secuestro, un
reportaje novelado de un secuestro colectivo, de diez personas
(ocho de ellas periodistas), a manos de la banda de
narcotraficantes de Pablo Escobar. García Márquez,
que trabajó duramente en este libro tres años,
definió "esta tarea otoñal como la más
difícil y triste de mi vida" y como "una
experiencia humana desgarradora e inolvidable".
A finales de 1995, cuando acaba de concluir Noticia
de un secuestro y el país vive pendiente de otro
secuestro ?el de Juan Carlos Gaviria, hermano del ex presidente-
lee un insólito comunicado en la prensa: los
secuestradores ofrecen la liberación de Juan Carlos
Gaviria si García Márquez asume la presidencia del
gobierno en lugar del actual mandatario, Ernesto Samper. La
respuesta de García Márquez es contundente:
"Nadie puede esperar que asuma la irresponsabilidad de ser el
peor presidente de la República (…) Liberen a Gaviria,
quiténse las máscaras y salgan a promover sus ideas
de renovación al amparo del orden
constitucional."
Actualmente se dice que trabaja en sus memorias (que
posiblemente se llamarán Vivir para contarlo) y en
tres novelas. Una de ellas cuenta la historia de un hombre que
morirá al escribir la última frase. García
Márquez tiene la extraña sensación de que
puede ocurrirle lo mismo que a su personaje. Tal vez por ello, la
novela avanza lentamente…
GABRIEL GARCIA MARQUEZ
La hojarasca. 1955.
En La hojarasca nació Macondo, ese
poblachón cercano a la costa atlántica colombiana
que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la
literatura universal. En él transcurre la historia de un
entierro imposible. Ha muerto un personaje extraño, un
antiguo médico odiado por el pueblo, y un viejo coronel
retirado, para cumplir una promesa, se ha empeñado en
enterrarle frente a la oposición de todo el poblado y sus
autoridades. Como en una tragedia griega ?el libro lleva como
lema una cita de Antígona, que recuerda la
prohibición de enterrar el cuerpo de Polinice? el viejo
coronel, su hija y su nieto van a cumplir la ominosa tarea. La
acción,
compuesta por la descripción de los preparativos para el
entierro ?una media hora? y los recuerdos de un cuarto de siglo
de la historia de Macondo, de 1905 a 1928, se narra a
través de los pensamientos de estos tres
personajes.
El coronel no tiene quien le escriba.
1961.
El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por
Gabriel García Márquez durante su estancia en
París, adonde había llegado como corresponsal de
prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a
mediados de los años cincuenta. El cierre del
periódico para el que trabajaba le sumió en
la pobreza,
mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional
novela, que luego fue rechazada por varios editores antes de su
publicación. Tras el barroquismo faulkneriano de La
hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis,
hacia la economía expresiva, y
el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se
trata también de una historia de injusticia y violencia:
un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a
esperar la llegada de la carta oficial
que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios
prestados a la patria. Pero la patria permanece
muda…
La mala hora. 1962 (ed. desautorizada por el
autor)
Los funerales de la Mamá Grande.
1962.
Bajo el lema de estos funerales mitológicos,
Gabriel García Márquez reunió en 1962 siete
relatos y la novela corta que da título al presente
volumen, en el
que aparece ya en todo su esplendor el elemento mágico y
telúrico que a partir de entonces definiría su
obra, sin apartarla, por ello, de la realidad. Estamos en Macondo
y su región una vez más, entre personajes y
episodios reconocibles, pero ahora caen pájaros muertos
sobre el poblado, rompiendo mosquiteros y alambradas, un cura ve
al diablo o afirma haber encontrado al judío errante, y
visitar la tumba de un ser querido supone un riesgo
impredecible. Y hay que enterrar a la Mamá Grande,
soberana absoluta de este mundo, que falleció en olor de
santidad a los noventa y dos años, tras haber conservado
la virginidad durante toda su vida, y a cuyos funerales acude el
presidente de la República y hasta el Sumo
Pontífice en su góndola papal, pero también
guajiros, contrabandistas, arroceros, prostitutas, hechiceros y
bananeros llegados para la ocasión?
Cien años de soledad. 1967
«Muchos años después, frente al
pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía había de recordar aquella tarde remota en
que su padre lo llevó a conocer el hielo.» Con estas
palabras empieza una novela ya legendaria en los anales de la
literatura universal, una de las aventuras literarias más
fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien
años de soledad leídos en todas las lenguas y el
premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había
abierto paso «boca a boca» ?como gusta decir el
escritor? son la más palpable demostración de que
la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán,
con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias,
incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y
condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la
historia, la tragedia y el amor del mundo entero.
Monólogo de Isabel viendo llover en
Macondo. 1969.
- .
Relato de un náufrago.
1970.
Con este libro, Gabriel García Márquez se
descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo,
la intención primera era la de escribir un reportaje sobre
un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a
la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Premio
Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era
García Márquez escuchó el relato de los
hechos de boca de su protagonista, y lo transformó, tal
vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una
narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un
gran escritor. La publicación por entregas del reportaje
en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto
político considerable ?se revelaba la existencia de
contrabando
ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó
la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado,
de Velasco? y el exilio para su autor, que se vio abocado a una
nueva vida.
La increíble y triste historia de la
cándida Eréndira y de su abuela desalmada.
1972.
Chile, el golpe y los gringos. 1974
Ojos de perro azul. 1974.
Estos relatos tempranos de quien posteriormente
sería premio Nobel fueron escritos y publicados entre 1947
y 1955, aunque, como libro, Ojos de perro azul no
aparecería hasta 1974, cuando ya el escritor había
publicado otros dos libros de relatos y cuatro novelas, de las
que la última, Cien años de soledad, le
proporcionaría su primer gran éxito internacional.
En este libro se incluye su primer cuento célebre, el
Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo, escenario de
sus obras posteriores. El personaje de Isabel reaparecerá
en su primera novela, y el tema de la lluvia cayendo
interminablemente, en su personal versión del diluvio
universal, acabaría integrándose suave y
flexiblemente en Cien años de soledad. Este relato,
incluido en todas las antologías del cuento
latinoamericano de nuestros días, fue la primera piedra de
este gigantesco edificio, tan imaginario como real, que
terminaría fundando el espacio literario más
poderoso de las letras universales de nuestro tiempo: Macondo. La
edición que tiene el lector entre sus manos incluye,
además, tres nuevos cuentos: «Tubal-Caín
forja una estrella», «De cómo Natanael hace
una visita» y «Un hombre viene bajo la
lluvia».
Cuando era feliz e indocumentado. 1975
El otoño del patriarca. 1975.
Gabriel García Márquez ha declarado una y
otra vez que El otoño del patriarca es la novela en la que
más trabajo y esfuerzo invirtió. En efecto,
García Márquez ha construido una maquinaria
narrativa perfecta que desgrana una historia
universal ?la agonía y muerte de un dictador? en forma
cíclica, experimental y real al mismo tiempo, en seis
bloques narrativos sin diálogos, sin puntos y aparte,
repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta,
acumulando hechos y descripciones deslumbrantes. Novela escrita
en Barcelona, entre 1968 y 1975, El otoño del patriarca
deja asomar en su trasfondo el acontecimiento más
importante de la historia española de aquellos años
?la muerte del general Franco?, aunque su contexto y estilo sean,
como siempre en este escritor, el de la asombrosa realidad
latinoamericana que García Márquez ha elevado una
vez más a la dignidad del
mito.
Todos los cuentos. 1975.
Obra periodística. Vol. 1: Textos
costeños. 1981.
Los artículos que componen Textos
costeños, primer volumen de la obra periodística de
Gabriel García Márquez, abarcan el período
que va de mayo de 1948 ?año en que comenzó a
escribir en El Universal de Cartagena? a diciembre de 1952: por
un lado, constituyen los primeros escritos de un joven de veinte
años que llegaría a ser el novelista
hispánico más importante de la actualidad y, por
otro, son el testimonio del convulsionado mundo colombiano tras
la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948.
Los comienzos de Gabriel García Márquez como
redactor de El Universal supondrían el punto de partida de
una conmoción literaria que ha influido profundamente en
la literatura contemporánea. El hecho más puntual,
la noticia más cotidiana, se inscriben en el universo de
magia literaria del gran creador de Cien años de soledad,
El otoño del patriarca y Crónica de una
muerte anunciada. En muchos casos, en estos impecables textos
?recopilados y prologados por Jacques Gilard? se hallan ya ecos
de la temática de su obra literaria.
Cronológicamente contemporáneos de sus novelas y
cuentos, traslucen que el pensamiento y
la pasión son los mismos, y que el tema en literatura es
tan único, y tan diverso, como la vida.
Obra periodística. Vol. 2: Entre
cachacos.
El segundo volumen de la obra periodística de
Gabriel García Márquez, Entre cachacos,
reúne ?recopilados y prologados por Jacques Gilard? los
artículos aparecidos en El Espectador de Bogotá
durante los años 1954 y 1955, textos que
desentrañan los signos que
configuran los temas predilectos del gran novelista colombiano.
Aparecen ya las consecuencias de ciertas lecturas,
particularmente las de Camus y Hemingway, con reflexiones y
análisis de hechos investigados en
caliente, donde la forma delata preocupaciones literarias
fundamentales y preexistentes y donde el rigor narrativo ?la
ambición por contar bien? supera al mero afán
inicial de información para alcanzar un alto valor
literario.
Por la libre. Obra periodística 4
(1974-1995), Gabriel García Márquez ,
Sudamericana,Buenos Aires, 2000, 336 páginas.
- Reseña,
por Carlos Alberto Morán. La Capital, Suplemento
cultural. 06.02.2000
- Comentarios
al libro. Por Carmen Mieres. La Tercera.
16.01.2000
Crónica de una muerte anunciada.
1981.
Acaso sea Crónica de una muerte anunciada la obra
más «realista» de Gabriel García
Márquez, pues se basa en un hecho histórico
acontecido en la tierra natal del escritor. Cuando empieza la
novela, ya se sabe que los hermanos Vicario van a matar a
Santiago Nasar ?de hecho ya le han matado? para vengar el honor
ultrajado de su hermana Ángela, pero el relato termina
precisamente en el momento en el que Santiago Nasar muere. El
tiempo cíclico, tan utilizado por García
Márquez en sus obras, reaparece aquí minuciosamente
descompuesto en cada uno de sus momentos, reconstruido prolija y
exactamente por el narrador, que va dando cuenta de lo que
sucedió mucho tiempo atrás, que avanza y retrocede
en su relato y hasta llega mucho tiempo después para
contar el destino de los supervivientes. La acción es, a
un tiempo, colectiva y personal, clara y ambigua, y atrapa al
lector desde un principio, a pesar de que conoce el desenlace de
la trama. La dialéctica entre mito y realidad se ve
potenciada aquí, una vez más, por una prosa tan
cargada de fascinación que la eleva hasta las fronteras de
la leyenda.
- Crónica
de una muerte anunciada. Marisela Barrios
de Murguía, en la página de Mil libros
en internet.
El rastro de tu sangre en la
nieve: el verano feliz de la senora Forbes. Bogotá: W.
Dampier Editores, 1982.
- El
rastro de tu sangre en la nieve.
encontrado en
Wolfshade.
Viva Sandino. Managua: Nueva Nicaragua,
1982
El secuestro (guión). Salamanca:
Lóquez, 1982.
El asalto: el operativo con el que el FSLN se
lanzó al mundo, Nueva Nicaragua, 1983.
Erendira (guión de su propia novela),
N.P., Les Films du Triangle, 1983.
El general en su laberinto. 1989.
El diez de diciembre de 1830, siete días antes de
su muerte, tras dictar sus últimas voluntades y rechazar
las indicaciones de su médico personal para recibir de
buen grado los sacramentos, Bolívar
exclama:"¿Qué es esto?… ¿Estaré tan
malo para que se me hable de testamento y de confesarme?…
!Cómo saldré yo de este laberinto!. El episodio
define el alcance del acercamiento mítico,
histórico y humano de Gabriel García Márquez
a la figura de Simón Bolívar a través del
lenguaje de la ficción.
Aclamado por el pueblo como Libertador, blanco de
numerosas conjuras políticas
y militares, héroe romántico y hasta libertino para
sus detractores y sus partidarios, idealista íntegro y
abandonado que contempla las ruinas de su sueño de unidad
de los pueblos americanos, tras la independencia del dominio español,
Bolívar emprende — enfermo, con un menguado
séquito — el
que será su viaje final. Parte desde Bogotá para
seguir el curso del río Magdalena. Su viaje será el
último en un doble sentido: la marcha le proporciona
oportunidades para considerar los pasos que ha dado su agitada
vida y al tiempo, la gravedad de sus dolencias apresura en pocos
meses su encuentro con la muerte.
El Libertador desvela su drama sin eludir el asedio de
los espectros, la presencia de quienes cruzaron los territorios
de su utopía, ni las ofensivas amorosas que forjaron su
sensibilidad y se desarrollaban en paralelo con las
campañas militares y las empresas
independentistas que hubo de afrontar a lo largo de su vida.
Acosado por sus recuerdos y fantasmas, es un hombre solo el que
se enfrenta a su mayor empeño: vencer al personaje que, en
sus propias palabras, ha dejado de existir.
- El
bolerazo del general Reseña
de Edgar O´Hara sobre el libro de Gabriel García
Márquez, titulado: El general en su
laberinto.
- García
Marquez y los últimos Bolívares de la Gran
Colombia Reseña de Michael
Palencia-Rot sobre el libro de Gabriel García
Márquez, titulado: El general en su
laberinto.
El
Bolivar que GGM pintó. Bárbara
Jardine, en Aldea Educativa.
Doce cuentos peregrinos. 1992.
«El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan
intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo
de una novela hay que definir todo: estructura,
tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo
demás es el placer de escribir, el más
íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se
queda corrigiendo el libro por el resto de la vida es porque el
mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone
para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin:
fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la
ajena enseñan que en la mayoría de las veces es
más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o
tirarlo a la basura.»
Este volumen recoge los cuentos que, afortunadamente para los
lectores de García Márquez, no terminaron en la
papelera, precedidos por un prólogo en el que se da
razón de por qué son doce, por qué son
cuentos y por qué son peregrinos.
Cuentos:
1. Buen viaje señor presidente.
2. La
santa.
3. El avión de la bella durmiente.
4. Me alquilo para soñar.
5. "Solo
vine a hablar por
teléfono"
Sólo
un Teléfono, Clave posible de lectura de un relato de
García Márquez. (Goffman y el
juego del
intertexto: entrecruzaimiento y ficcionalización). Por
Eduardo Balestena.
6. Espantos
de agosto.
7. María dos Prazeres.
8. Diecisiete ingleses envenenados.
9. Tramontana.
10. El verano feliz de la señora Forbes.
11. La luz es
como el agua.
12. El
rastro de tu sangre en la
nieve.
Del amor y otros demonios.1994
El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel
García Márquez fue enviado al antiguo convento de
Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él
un hotel de cinco estrellas, a
presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la
noticia. Se exhumaron los restos de un virrey del Perú y
su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de
artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar
la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una
cabellera de color cobre, de
veintidós metros y once centímetros de largo,
perteneciente a una niña. En la lápida apenas se
leía el nombre: Sierva María de Todos los Ángeles.
«Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una
marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como
una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por
el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe
por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la
suya fue mi noticia de aquel día, y el origen de este
libro.»
Un lector de Lima envía su opinión sobre
el libro Del amor
y otros demonios a
Amazon.
Noticia de un secuestro. 1997
"Maruja Pachón y su esposo, Alberto Villamizar,
me propusieron en octubre de 1993 que escribiera un libro con las
experiencias de ella durante su secuestro de seis meses, y las
arduas diligencias en que él se empeñó hasta
que logró liberarla. Tenía el primer borrador ya
avanzado cuando caímos en la cuenta de que era imposible
desvincular aquel secuestro de los otros nueve que ocurrieron al
mismo tiempo en el país. En realidad, no eran diez
secuestros distintos -como nos pareció a primera vista-
sino un sólo secuestro colectivo de diez personas muy bien
escogidas, y ejecutado por una misma empresa con una
misma y única finalidad."
- Noticia
de un secuestro. Marisela Barrios de
Murguía, en la página de Mil libros
en internet.
- Noticia
de un secuestro, por Marta Rivera de la
Cruz.
- García
Márquez regresa al periodismo
Esta es una reseña de Carmenza Kline sobre
el libro Noticia de un Secuestro, escrito por Gabriel
García Marquez.
- Surrealismo
documentado. Por Gerardo
Reyes.
- Noticia
de un secuestro. Comentario al libro, por
Carlos Monsivais.
Vivir para contarla. 2002
Este primer tomo, con más de 800 páginas,
cuenta la historia de sus abuelos maternos, los amores de sus
padres, un ámbito de su vida familiar especialmente
querida por García Márquez y, por fin, su propia
vida hasta 1955, fecha de su definitiva dedicación a la
literatura con la aparición de su primera novela, La
Hojarasca. El nacimiento de su vocación por el periodismo
y su viaje a Europa como corresponsal de El Espectador
también ocupan una parte muy importante del
volumen.
Fragmento
del capítulo 1 (hasta la
página 34)
Fragmento
del capítulo 2 (86-97)
Fragmento
del capítulo 2 (111-120)
Fragmento
del capítulo 3 (187-201)
Fragmento
del capítulo 4 (258-265)
Fragmento
del capítulo 7 (487-501)
Fragmento
del capítulo 8 (561-570)
La
novela de sus recuerdos. Por Fidel
Castro.
Memoria de mis putas tristes. 2004
El año de mis noventa años quise regalarme
una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me
acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa
clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando
tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a
ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero
ella no creía en la pureza de mis principios.
También la moral es un
asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo
verás.
Fragmento
Reseña.
Joaquín Marco. El Cultural. 21-27 de octubre de
2004.
Cuentos:
- La tercera resignación (1947).
2. La otra costilla de la muerte (1948).
3. Eva está dentro de su gato (1948).
4. Amargura para tres sonánbulos (1949).
5. Diálogo del espejo (1949).
6. Ojos
de perro azul (1950).
7. La mujer
que llegaba a las seis (1950).
8. Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles
(1951).
9. Alguien desordena estas rosas
(1952).
10. La noche de los alcaravanes (1953).
11. Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo
(1955).
12. La
siesta del martes (1962).
13. Un
día de éstos (1962).
Encontrado en la página de Eduardo
Gargurevich.
14. En este pueblo no hay ladrones (1962).
15. La prodigiosa tarde de Baltazar (1962).
16. La
viuda de Montiel (1962).
17. Un día despues del sábado (1962).
18. Rosas artificiales (1962).
19. Los funerales de la Mamá Grande (1962).
20. Un
señor muy viejo con unas alas enormes
(1968).
21. El mar del tiempo perdido (1961).
22.
El ahogado más hermoso del mundo
(1968).
23. El último viaje del buque fantasma (1968).
24. Blacamán el bueno vendedor de milagros (1968).
25. Muerte
constante más allá del amor
(1970).
26. La increíble y triste historia de la
cándida Eréndira y de su abuela desalmada
(1972).
El amor en los tiempos de cólera.
1985.
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino
Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a
lo largo de más de sesenta años, podría
parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen
por la gracia del tiempo y la fuerza de sus
propios sentimientos, ya que García Márquez se
complace en utilizar los más clásicos recursos de
los folletines tradicionales. Pero este tiempo ?por una vez
sucesivo, y no circular?, este escenario y estos personajes son
como una mezcla tropical de plantas y
arcillas que la mano del maestro modela y fantasea a su placer,
para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la
leyenda. Los zumos, olores y sabores del trópico alimentan
una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto
oscilante del final feliz.
El
amor en los tiempos del cólera.
De A.
Frazier
El general en su laberinto. 1989.
El diez de diciembre de 1830, siete días antes de
su muerte, tras dictar sus últimas voluntades y rechazar
las indicaciones de su médico personal para recibir de
buen grado los sacramentos, Bolívar
exclama:"¿Qué es esto?… ¿Estaré tan
malo para que se me hable de testamento y de confesarme?…
!Cómo saldré yo de este laberinto!. El episodio
define el alcance del acercamiento mítico,
histórico y humano de Gabriel García Márquez
a la figura de Simón Bolívar a través del
lenguaje de la ficción.
Aclamado por el pueblo como Libertador, blanco de
numerosas conjuras políticas y militares, héroe
romántico y hasta libertino para sus detractores y sus
partidarios, idealista íntegro y abandonado que contempla
las ruinas de su sueño de unidad de los pueblos
americanos, tras la independencia del dominio español,
Bolívar emprende — enfermo, con un menguado
séquito — el que será su viaje final. Parte desde
Bogotá para seguir el curso del río Magdalena. Su
viaje será el último en un doble sentido: la marcha
le proporciona oportunidades para considerar los pasos que ha
dado su agitada vida y al tiempo, la gravedad de sus dolencias
apresura en pocos meses su encuentro con la muerte.
El Libertador desvela su drama sin eludir el asedio de
los espectros, la presencia de quienes cruzaron los territorios
de su utopía, ni las ofensivas amorosas que forjaron su
sensibilidad y se desarrollaban en paralelo con las
campañas militares y las empresas independentistas que
hubo de afrontar a lo largo de su vida. Acosado por sus recuerdos
y fantasmas, es un hombre solo el que se enfrenta a su mayor
empeño: vencer al personaje que, en sus propias palabras,
ha dejado de existir.
- El
bolerazo del general Reseña
de Edgar O´Hara sobre el libro de Gabriel García
Márquez, titulado: El general en su
laberinto.
- García
Marquez y los últimos Bolívares de la Gran
Colombia Reseña de Michael
Palencia-Rot sobre el libro de Gabriel García
Márquez, titulado: El general en su
laberinto.
El
Bolivar que GGM pintó. Bárbara
Jardine, en Aldea Educativa.
ANALISIS. (
PRESENTACION DE UN LIBRO ) :
Titulo: CIEN AÑOS DE SOLEDAD.
Autor:
Novelista de origen colombiano, sus obras mas
importantes son: La Hojarasca, Cien años de soledad, El
amor en los tiempos del colera, entre otras.
Genero: NARRATIVO.
Tipo de expresión : EN PROSA.
Trama: Muchos años después, frente
alñ pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía, habia recordado aquella tarde remota en que su
padre lo llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea
de veinte casas de barro y cañabrava, construida ala
orilla de un río de aguas diáfanas que se
precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes
como huevos prehispanicos. Con estas palabras empieza una novela
ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de
las aventuras mas fascinantes de nuestro siglo. Muestra la
fabulosa y palpable demostración de la familia
Buendía Iguaran con sus milagros, fantasías,
obseciones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldiaas,
descubrimientos, y condenas que representaban al mismo tiempo el
mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo
entero.
Betzaida Guadalupe Reyes Santiago
Materia: Literatura.
Tema: Textos Narrativos.
Subtema: La novela.
Fecha: 05 De Enero Del 2005.