En el presente artículo se analizan los mitos y
realidades relacionados con la existencia de las serpientes
gigantes. Se investiga las fuentes
bibliográficas, se recopila testimonios orales y se
describe cual es la cosmovisión del poblador rural
amazónico, en relación a la existencia de las
serpientes gigantes y su importancia para el medio
ambiente. Luego se hace un análisis de los orígenes de tales
mitos y los posibles impactos al estado de
conservación de los grandes ofidios amazónicos. La
información fue recopilada en las Regiones
de Loreto y Madre de Dios en Perú.
PALABRAS CLAVES: Serpientes,
cryptozoología, mitos, cosmovisión,
amazonía, ufología, bosques,
herpetología.
I. INTRODUCCION Y
ANTECEDENTES
En el año de 1997, sucedió un
acontecimiento enigmático en la región de Loreto.
En el sector de Nuevo Tacna, a 100 kilómetros de Iquitos,
aguas abajo del río Amazonas, se produjo un fuerte
deslizamiento del suelo de un
bosque que produjo el arrasamiento de docenas de árboles
a lo largo de un tramo de casi 500 metros de largo y 50 de ancho,
que terminó a orillas del mismo río.
Tal acontecimiento fue atribuido por la gente local y
luego por las autoridades municipales de Iquitos, a una
descomunal serpiente (boa) que habría despertado luego de
un gran letargo y que habría sacudido el bosque a lo largo
de su desplazamiento hasta terminar hundiéndose en el
río Amazonas.
Lo curioso del caso es que nadie de los testigos del
suceso pudo observar al inmenso animal; solo aseguran que vieron
el desplazamiento de tierra, lodo y
árboles provenientes del interior del bosque y que luego
terminó sumergiéndose en el río. Estos
testigos aseguraban de que la boa venía por debajo del
suelo, razón por la cual no pudo ser observada.
Al respecto de esta Historia, Picasso
(1990-2004), hace referencia a un periódico
de Valencia (España):
"Las Provincias" emitió una noticia que
aparenta ser falsa pero que a las luces de este trabajo
merece analizarse:
"Una serpiente gigante interrumpe un partido"
Una terrorífica serpiente de unos 40 metros de
largo y 5 de ancho apareció en la norteña
comunidad de
Nuevo Tacna, destruyendo a su paso decenas de árboles
para desaparecer en las aguas del río Amazonas,
según relatos de pobladores del lugar. Luis Inuma Lavi,
trabajador de la Dirección de Desarrollo
Rural de la Municipalidad Provincial de Maynas, informó
que el animal fue visto el pasado jueves por unos 600 moradores
que se alistaban a presenciar un partido por la copa de la
Amazonía, principal campeonato de fútbol en Nuevo
Tacna.
"Cuando el partido estaba por comenzar, la tierra
empezó a temblar como si se tratará de un
terremoto, el cielo se oscureció y ante un viento
torrencial… apareció un monstruoso animal con las
características de una gigantesca serpiente"
narró Luis Inuma, quien en la víspera
denunció el hecho ante un diario y un canal de televisión local.
Tal noticia, atribuida a la existencia de una serpiente
gigante en la Amazonía, dio la vuelta al mundo debido a
que se difundió vía internet, como hábil
estrategia para
promover el turismo en dicho
departamento.
Nunca se supo exactamente que sucedió en tal
lugar. Algunos investigadores que se apersonaron al área,
plantearon la teoría
de que un "aguajal" (ambiente
acuático con palmeras de aguaje) del interior del bosque
se habría desbordado luego de que la noche anterior al
suceso se produjera una fuerte lluvia. Es decir que se
habría producido una especie de "huayco" amazónico,
producido por el desborde de agua que
ocasionó el deslizamiento de lodo y tierra que
arrasó árboles a su paso hasta terminar en el
río Amazonas. Un fenómeno muy poco usual en la
Región Amazónica.
Las historias sobre la existencia de serpientes gigantes
datan de hace muchos años. En las referencias
bibliográficas se encuentran informaciones de testigos que
dicen haber vistos a estos grandes ofidios en los primeros
años de la conquista amazónica.
Algunas de las características que expongo en
este trabajo provienen de los datos recogidos
en los departamentos de Loreto y Madre de Dios, especulando que
deben ser los mismos, al menos en términos generales a los
que podrían provenir de otras Regiones
Amazónicos.
Desde el año 1996 el autor ha recopilado
información de fuentes escritas y orales, sobre la
existencia de serpientes gigantes, tanto en la región de
Loreto como en la de Madre de Dios, siendo esta última
donde se han recopilado los mayores datos de testimonios
orales.
Los testimonios han sido grabados en cintas de audio y
están archivadas en como evidencias del
presente trabajo. Los datos fueron obtenidos sobre todo en la
provincia de Tambopata y Tahuamanu, pero también se tiene
datos obtenidos durante una visita a la provincia del Manu en el
año 2004.
A. LOS APORTES DE LAS FUENTES
BIBLIOGRAFICAS
Luego de investigar en fuentes bibliográficas
tanto de libros,
revistas, periódicos y en Internet, se logró
recopilar una variada literatura que da cuenta de
testimonios y experiencias de testigos que afirman haber tenidos
encuentros con estos seres. Algunas de las transcripciones de esa
literatura son las siguientes:
Avencio Hidalgo, en su libro
"Así es la selva" (1979), hace referencia a una
serie de personajes que como exploradores tuvieron avistamientos
con estos ofidios gigantes.
"Algunos exploradores como Up de Graff, nos han dejado
relatos de haberse encontrado con especimenes mayores de 20
metros; el P. Víctor Heinz, alemán , testifica
que vio ejemplares de mas de 20 metros que le estropearon su
bote y se lo redujeron a pedacitos (año 1922); Le Conte
señala uno de 22 metros en el Amazonas; la
comisión mixta peruano-brasileña cazo un de 25
metros en las cochas del Bajo Putumayo; en el Fuerte
Abuña del río Guaporé, afluente del
Madeira, fue muerta el año 1948 una boa que medía
35 metros de largo, 75cm. de diámetro y pesaba 400
kilos; D. Raymundo Lima en 1950, vio un faro del Río
Nahamunda otro monstruo que no pudo medir por lo avanzado de la
hora, pero que a juzgar por la carta que le
escribe el Dr. Lorenz Hagenbeck, director del Jardín
Zoológico de Hamburgo, el 6 de julio de 1950,
debía tener dimensiones superiores a la anterior;
finalmente, el año 1933, los guardias aduaneros de la
frontera
brasil–bolivia del
río Oyapok se vieron atacados furiosamente por un
monstruo al que redujeron a la impotencia y mataron
después de disparar 500 tiros de ametralladora: esta boa
medía 40 metros de largo, 80cm. De
diámetro y pesaba 5000 kilos".
En efecto, como lo citado por Avencio, Up de Graff,
narra el encuentro con una anaconda de 15 a 19 metros en su libro
"Cazadores de cabezas del Amazonas" publicado en 1923.
Parte del párrafo
dice lo siguiente:
"Lo que flotaba tendido en el agua y el
cieno, cubierto de moscas, de mariposas y de insectos de todas
clases, era la anaconda más enorme que jamás haya
podido imaginar ni en sueños. Los 10 o 12 pies de la
parte delantera de su cuerpo, ancho como el torso de un
hombre,
descansaban sobre el cieno de la orilla; el resto, en el agua y
un enorme bucle se enroscaba en S justo bajo nuestra canoa. Con
frecuencia he hablado de la longitud de este reptil y muy pocas
veces me han creído. Seguramente medía 50 a 60
pies (15,24 a 18,288). No la medí pero pude
calcularlo con bastante exactitud. En efecto, nuestra canoa
tenía 24 pies. La cabeza del animal estaba 10 a 12 pies
por delante de la proa, la cola a mas de 04 pies de la popa y
el centro formaba una S inmensa, tan larga como nuestra canoa y
con una anchura de mas de 05 pies.
Yo estaba a popa y las escopetas a proa. Le grite a
Jack que disparase, pero el ruido que
hizo al buscar el arma entre los bultos asustó al
animal, que despareció con un remolino tan tremendo que
casi nos hizo sobrar. La agilidad que demostró al
desaparecer era sorprendente para un cuerpo tan abultado y
contrastaba vivamente con la torpeza de la anaconda que
habíamos matado anteriormente. Cuando me acuerdo de
cómo el cuerpo decapitado de esta ultima se
enrolló alrededor de mis piernas y casi me la parte en
la ultima contracción de sus músculos me pregunto
lo que hubiera sido de nosotros si esta bestia enorme hubiese
atrapado nuestra canoa en uno de sus abrazos. El mas robusto de
los hombres es un comino indefenso cuando un monstruo semejante
lo atrapa entre sus anillos."
Otro autor que hace referencia de algunos encuentros con
anacondas de gran tamaño, es Vitold de Szyzslo (1955),
quien menciona lo siguiente:
"Eunectes murinus, mamayacu o sucuriyú, boa
acuática, que puede alcanzar hasta 12 y mas metros de
largo y 80 centímetros de circunferencia, con un peso de
150 kilos y más; ………………. varios autores
aseguran haber medido boas de 50 a 75 pies de largo (15 a
23m) ; así, Lange ha medido una de 56 pies
(17m); Gardner, de 37 pies (11,3m); la boa, vista
por Lange, tenía un diámetro de 25 pulgadas, lo
que confirma Up de Graaf; Roosevelt ha ofrecido 5 mil
dólares de premio por una piel de boa
de 30 pies y, con todo, nadie se ha presentado para obtenerlo;
en los museos no hay pellejos de boa de mas de 08 metros. Sin
embargo, cazadores de fieras aseveran haber medido boas
monstruosas hasta de 40 metros de largo y de 5 toneladas de
peso."
Otro documento muy antiguo, perteneciente a la
gobernación de Quijos (1559-1621), cita lo
siguiente:
"….. yo enbie a prender a un delincuente a este
río de Napo a seys españoles y un escribano que
fueron certificaron vieron yr por el río nadando una
culebra de mas de setenta pies (21 metros) de largo al parecer
y que tenya conchas y la cabeza como una lebrel (liebre) y con
orejas y de gordor de un cavallo y le tiraron muchas piedras y
no hizo dellas y se metió en un remanzo y se sumyo y
admyrados dello preguntaron a los yndios que con ellos yban que
hera aquello pues no lo avian visto otras bezes y ellos dixeron
ser culebra y aver otras muchas de mayor grandeza que aquella
era nyña y pequeña y aunque avian andando los
españoles muchas bezes por ay y nunca avina visto
tal….."
Otro artículo en Internet (Pastoloco.com 2002)
sobre el tema cita el siguiente encuentro:
En marzo de 1947, una expedición
brasileña del Servicio de
Protección de los Indios se encontraba en una zona
pantanosa entre los ríos Manso y Cristalino. De pronto,
vieron una enorme serpiente dormida sobre la hierba y le
dispararon varias veces hasta matarla. Según
contó luego uno de los expedicionarios, el pintor
francés Serge Bonacase, el reptil medía nada
menos que 70 pies (23 metros)".
Junto con el pintor francés,
habían cerca de 20 hombres y la historia fue contada a
Bernard Heuvelmans quien considera que el animal era de menor
tamaño, algo de 65 pies (20metros) de longitud (esto
ultimo Citado por The Crypto Web en:
http://www.fortunecity.com/roswell/siren/552/souam_anaconda.html).
El mismo artículo cita otros casos, que
textualmente dicen lo siguiente:
En 1953 en el Alto Amazonas, una
expedición localizo y abatió a dos monstruosos
ofidios, que causaban terror en la región. Las
fotografías, publicadas en el diario El Mundo Argentino,
mostraban a los cazadores detrás del cadáver de
una de las serpientes, cuyo grosor les llegaba a la cintura.
Eso suponía un tamaño tan enorme que la cabeza de
uno de estos monstruos alcanzaría unas proporciones
superiores al tamaño de un hombre.
El sacerdote Victor Heinz, tuvo dos encuentros
con estas boas en el río Amazonas. El primero fue el 22
de mayo de 1922, cerca del pueblo de Obidos, a casi treinta
metros de distancia vio una enorme serpiente llevada por la
corriente. La tripulación dejó de remar,
temblando de miedo ante las enormes dimensiones del animal:
unos 25 metros de longitud y un grosor similar al de un barril
de aceite.
"Cuando estuvimos suficientemente lejos, mis remeros
recuperaron el habla, me dijeron, asustados aún, que
aquella serpiente nos hubiera aplastado como a una vulgar caja
de cerillas a no ser por la feliz coincidencia de que en esos
momentos se encontraba haciendo plácidamente la pesada
digestión de algún buen banquete de peces".
Unos años después, el 29 de octubre de 1929, el
religioso se encontró de nuevo con otra serpiente
gigante en el mismo río, a la boca del
Río Piaba, cerca de Alemquer. Era cerca de
medianoche cuando vio que sus remeros, aterrorizados, bogaban
hacia la orilla gritando que había un enorme animal,
"En ese momento vi que se removían las aguas como si
estuviese pasando a nuestro lado un enorme barco de vapor y
observé, a unos metros por encima del agua, dos luces
verde azuladas parecidas a las luces de posición de un
barco fluvial". Cuando intentó tranquilizar a sus
hombres diciéndoles que se trataba de un buque y que
apartasen la canoa de su trayectoria, éstos le
respondieron que se trataba de una serpiente gigante. El padre
Heinz se quedó petrificado por el terror al darse cuenta
de que las luces eran dos ojos fosforescentes que se
dirigían hacia su embarcación a una velocidad
diez o quince veces mayor que la de una
canoa.
Cuando parecía que iba a embestirles,
el monstruo esquivó la barca y vieron cómo se
dirigía de nuevo al centro del río. En ese
momento pudieron comparar el brillo fosforescente de sus ojos
con el de una lámpara de petróleo que alguien agitaba al otro lado
de la orilla. Era evidente que la luz que
desprendían los ojos de ese ser era muy diferente a la
de una lámpara. Más tarde, los habitantes de la
zona le comentaron al religioso que en aquel río
habitaba una "sucuriju" gigante.
Interesado tanto por sus propias experiencias
como por las historias que le llegaban de otros testigos, el
padre Heinz, protagonista de los dos encuentros con estos
monstruos en el río Amazonas, le envió al
director del zoológico de Hamburgo el relato de sus
observaciones junto a dos fotografías. Una había
sido realizada en 1933, por funcionarios de la Comisión
de Fronteras de Brasil, que afirmaban haber matado al animal
con ráfagas de ametralladora. Según su
testimonio, la bestia era tan grande (muy por encima de los 09
metros de longitud) que cuatro hombres no hubiesen podido
cargar su cabeza, y destrozó arbustos y pequeños
árboles al caer abatida.
La otra fotografía fue realizada en 1948 y
mostraba los restos de una serpiente que se introdujo en las
instalaciones del Fuerte Abuna, en el territorio de
Guaporé, en Ecuador.
Para conseguir matarla los militares emplearon una
ametralladora que realizó al menos quinientos disparos,
un gasto justificado si se tiene en cuenta que al medirla
resultó alcanzar los 35 metros de longitud. Como en el
caso anterior,, no se conservaron los restos, porque el
calor
tropical provocó la rápida descomposición
del cuerpo.
Unos meses después, en julio de 1930,
el comerciante Reymondo Zima, que vivía en la
pequeña población de Faro, a orillas del
río Jamunda, se encontró con otro de estos
enormes reptiles, que debió encontrarse herido, ya que
sólo le brillaba un ojo en la oscuridad de la noche.
Durante unos minutos interminables, la bestia estuvo rodeando a
gran velocidad la embarcación del asustado comerciante,
levantando unas olas tan grandes que estuvieron a punto de
hacerla zozobrar pese a que medía 13 metros de
eslora.
Años después, en 1948, un hombre
llamado Pablo Tarvalho aseguró que una serpiente gigante
había seguido a su lancha durante un tiempo.
Según el testigo, la bestia, que había llegado a
estar a menos de 300 metros, tenía un tamaño
fabuloso: (150 pies ) ¡50 metros!.
Según otro articulo el hecho
habría sucedido cerca del mismo lugar donde R. Zima tuvo
su encuentro (Citado por The Crypto Web en:
http://www.fortunecity.com/roswell/siren/552/souam_anaconda.html)
El padre Protesius Frickel se encontraba
predicando en una misión
en las orillas del curso superior del río Trombetas y
pudo ver la cabeza de una serpiente gigante reposando sobre la
orilla. El sacerdote desembarcó y se acercó
cautelosamente hasta llegar a sólo «unos seis
pasos» del animal, que estaba sumergido en el río.
Sólo sobresalía del agua una pequeña parte
del cuerpo y su cabeza, en la que se podían ver unos
ojos «grandes como platos», según
declaró el religioso.
El mayor Percy Fawcett, cuenta en sus memorias,
"Exploration Fawcett", que en la primavera de 1907, mientras
navegaba por el Río Negro, apareció frente a
ellos la cabeza triangular y buena parte del cuerpo de una
enorme anaconda. El animal se dirigió rápidamente
hacia la orilla, pero el explorador, tuvo tiempo de realizar un
disparo con su fusil. La serpiente llegó agonizante a la
orilla del río, donde Fawcett la pudo examinar
detenidamente. "El animal se encontraba medio muerto pero su
cuerpo aún estaba sacudido por violentos
estertores", escribió el explorador, que
estimó en 14 metros la parte del animal que se
encontraba fuera del agua, mientras que dentro quedarían
otros 05, lo que supone 19 metros de largo. La bestia no era
muy gruesa, sólo 30 centímetros, tal vez porque
llevase mucho tiempo sin comer. Fawcett dijo también que
el animal desprendía un fuerte hedor y que al intentar
cortar un trozo de su piel, para llevársela como trofeo,
resultó que el animal no estaba muerto todavía y
comenzó a convulsionarse más, por lo que
desistió de su intento.
La primera mención de la serpiente en las
memorias de Fawcett dice lo siguiente: "El jefe de los Yorongas
me dijo que había matado un anaconda de 58 pies largo en
el bajo Amazonas". Aunque Fawcett confesó inicialmente
que había pensado que era una exageración, lo
confirmo luego de haber tenido su propio encuentro.
También Fawcett afirma que la Comisión
brasileña de Límites
le había contado que mataron en el Río Paraguay una
serpiente que excedía los ochenta pies (24m) de largo!
(Citado por The Crypto Web en:
http://www.fortunecity.com/roswell/siren/552/souam_anaconda.html).
Otro articulo de internet
(www.fortunecity.com/roswell/siren/552/souam_anaconda.html) cita
la siguiente información:
Bernard Heuvelmans, menciona la existencia de una piel
alojada en el Instituto Butantan en Brasil de aproximadamente
treinta pies (9m) de longitud. Por lo tanto, Heuvelmans cree
que la anaconda probablemente alcanza por lo menos veinticuatro
pies (7m) de longitud. Un tamaño similar es citado por
los herpetólogos americanos Charles H. Curran y Carl
Kauffeld.
En 1846, George Gardner menciona que vio un Sucuriju
muerto en las tierras de un Senhor Lagoeira, que medía
33 pies largo (10m).
El 27 de septiembre del año 1930, Joao Penha
había visto también una anaconda gigante, en el
Río Iguarape. Esta serpiente, tenía los ojos
luminosos, era inmensamente fuerte, pero Penha no proporciona
una estimación del tamaño.
En 1933, la Comisión de los límites
Brasil-Colombia
afirmó que una anaconda de casi 90 pies de largo (27 m)
fue cazada en las orillas del Río Negro. Una
fotografía también fue proporcionada.
Otra fotografía apareció en 1948. Una
anaconda de 100 pies de largo (30,5 m), fue cazada en el Fuerte
Tabatinga, en el Río Oiapoc. La fotografía, sin
embargo, no permite determinar si la serpiente realmente era de
la longitud citada.
Otra pagina de Internet (Forteam Time 1997), cita la
información recopilada por Jeremy Wade:
Jeremy Wade afirma que en 1995, grabó la
historia de Dorgival Sabino quien encontró una anaconda
gigante en el Río Negro cerca de la ciudad de Manaus,
quien supuso que su longitud era de 20 metros de largo y 1
metro de ancho. Este testigo afirma que la serpiente
tenía cuernos o los dientes sumamente largos. "era un
animal gigantesco, como un monstruo. Una serpiente, pero de un
tamaño mucho mayor a lo normal, con la diferencia de que
su cabeza era igual a algún dinosaurio, con– no
sé si eran dientes o cuernos, sólo que era
grotesco." Este mismo autor encontró a 300 millas
del lugar, en un afluente menor del Río Purus, a
Amarilho Vincente de Oliveira, quien le narró que una
tarde alrededor de 1977, él encontró un sucuriju
astado en el Río Purus, "Su cabeza tenía
cuernos igual a las raíces de un árbol, y
también pudimos ver sus ojos verdosos".
Algot Lange (1911) en su libro: "In the Amazon Jungle
Adventures in Remote Parts of the Upper Amazon River, Including a
Sojourn Among Cannibal Indians", afirma que casó una
boa de 56 pies de largo (17m), a la cual le extrajo la piel que
media 5 pies (1,5m) y 1 pulgada de ancho, la cual fue enviada a
Nueva Cork. En ese mismo libro, Lange afirma haber sido testigo
del testimonio de un shiringuero que habría experimentado
el fenómeno del hipnotismo que tiene la boa.
Henry Bates en su libro "The Naturalist on the River
Amazon" (1910), afirma:
Parece no haber ninguna duda de que esta serpiente
formidable crece a un volumen enorme,
y su vida llega a una gran edad, porque he oído
hablar de especímenes que se han matado de cuarenta y
dos pies de la longitud (15,8 metros), el doble del
tamaño de la más grande que yo he tenido la
oportunidad de examinar. Los nativos del Amazonas creen en la
existencia de un monstruosa serpiente de agua, que aparece
sucesivamente en diferentes partes del río. Ellos lo
llaman el Mai d'agoa –la madre, o espíritu, del agua.
Esta fábula que surgió indudablemente por la
ocasional aparición de Sucurujus de tamaño
inusualmente grande, toma una gran variedad de formas, y las
leyendas
salvajes forman el tema de conversación entre viejos y
jóvenes, alrededor de las fogatas solitarias.
Un artículo de Internet (Natural.org, 2001),
afirma que en 1947 una revista de la
época publicó la foto de los que seria la piel de
Anaconda, que habría tenido algo de 20 metros de longitud,
la cual fue muerta junto al río Oiapoque por soldados del
ejército. Esta foto llegó a ser confirmada por la
guarnición y otros testimonios, pero lamentablemente la
piel se perdió en el río.
Tim Dinsdale en su libro, "caza de monstruos",
(citado en www.cryptozoologicalrealms.com) discute las historias
contadas por un joven inglés
de nombre Craig que vivió en Paraguay, sobre una "bestia
misteriosa". Picasso (1990-2004), también hace referencia
a lo narrado por Tim Dinsdale en su libro, de la siguiente
manera:
Tim Dinsdale su libro, "Monster Hunt", hace referencia
a historias contadas por un joven inglés llamado Craig
quien residía en Paraguay después de la Primera Guerra
Mundial, acerca de una "Bestia Misteriosa", la cual sin
embargo, nunca vio personalmente. El joven afirma que el reptil
atrapó a un joven trabajador rural y a muchas cabezas de
ganado en varias oportunidades mientras nadaban a través
de El Paso Limpo, un cruce del Rio Jacare. El verdaderamente
presenció uno de esos incidentes cuando una vaca fue
literalmente arrastrada hacia el fondo del río.
Posteriormente Craig concluyó que el culpable
podría haber sido algún gigantesco Pez-Gato pero
Tim Dinsdale lo duda y afirma que debió tratarse de una
sucuriju gigante.
Dinsdale narra, particularmente un incidente que fue
divulgado en la publicación del 24 de enero de 1948 del
Diario de Pernambuco, de un sucuriju que fue capturado cuando
se injería un buey en la orilla del río. Se
divulgó que pesaba 5 toneladas y tenía 80
centímetros de diámetro y 40 metros de largo. El
informe
incluyó una foto de mala calidad que no
permitía calibrar el tamaño real de la criatura.
El animal, según se informa, fue cazado pero no hay
indicación de qué sucedió con el
cuerpo.
El periódico A Provincia do Para publicó
otro artículo con una fotografía diferente, la
cual Tim Dinsdale supone pertenece a la misma serpiente
mencionada en el diario de Pernambuco, simplemente que
había sido arrojada al río donde flotaba
corriente abajo. Muerta, manchada, vientre arriba, cabeza y
cola invisible, tal cual aparecería una serpiente
muerta.
En las paginas 40, 41 y 42 del libro "Folclor
Santandereano" de Juan de Dios Arias (1954), (Cit. por Vicente
Duque. 1997. Dragones de Santander. En:
http://www.hadita.com/hadacol.htm) se citan los siguientes
relatos:
Una Laguna con Horrible Monstruo.
"En la vereda del 'Pantano';, del municipio de
Girón, hay una laguna de la cual, según se dice,
nace la quebrada de 'La Angula'. Parece que antiguamente era
'brava', y en sus aguas moraba una serpiente enorme de cresta y
crin y con cabeza de ternero. Las reses que acudían a
beber a la laguna, eran víctimas, frecuentemente, de ese
monstruo. Algunos afirman que la laguna se secó, desde
que un sacerdote rompió el encanto, arrojando a las
aguas un cáliz y un cristo bendito."
Las Calabazas Mágicas.
"—Pues figúrese vusté que se ven sobre
el agua unas calabazas muy blancas y muy bonitas. ! Dios me
libre de cogerlas ! Aquí hubo hombre forastero, que no
conocía las cosas de la tierra, y caminando para 'La
Florida' columbró las calabazas, cogió dos de las
chiquitas, las echó en la ruana, y siguió su
viaje.
A poco empezaron a venir nubes y nubes sobre el monte,
y de ahí a llover, y después a tronar y ventear y
a caer rayos que daba miedo, era que la laguna se había
puesto braba. El forastero seguía pero no podía
regender por el barro, porque las calabazas le pesaban mucho en
demasiado.
Como ya se le oscurecía, y se cansaba con el
peso, soltó las puntas de la ruana para botar las
calabazas, y con permiso de sumercedes, cayeron al suelo, no
las calabazas, sinó dos sierpes amarillas
tamañotas que echaron a correr para la laguna que
entonces se aquietó."
Nota del Editor : Este relato parece haber sido
trascrito en época muy antigua, pues siendo este un
libro de 1954, comenta que esta narración es de una
fuente muy vieja y se refiere a una "Comisión
Corográfica", muy remota en el tiempo. El libro no da
fechas y se refiere a la región de "Los
Santos".
En otro libro publicado por Lilia Montaña de
Silva (1970) titulado: "Mitos, Leyendas, Tradiciones y Folclor
del Lago de Tota", se cita en las páginas 46 y 47 (Cit.
por Vicente Duque. 1997. Dragones de Santander. En:
http://www.hadita.com/hadacol.htm) el siguiente
relato:
Un monstruo visto en 1652
"Todavía en el año de 1880
subsistía entre los pobladores del vecindario del lago
de Tota en la población de Cuitiva, la tradición
de 'un monstruo negro que vivía en las encantadas aguas
de la laguna'…………….
Los cronistas de la Colonia nos traen datos referentes
al lago de Tota y al monstruo que allí
habitaba.
El insigne obispo Piedrahíta nos dice : 'Tan
deleitoso es el Nuevo Reino ( de Granada ) que apenas se
imaginará deleite a los sentidos
que falte en la vecindad de sus
países……………
Refiérese de ella ( la laguna de Tota ) que a
tiempos descubre un pez negro con la cabeza a manera de buey y
mayor que una ballena.
Quesada dice que en sus tiempos lo afirmaban personas
de gran crédito y los indios decían que
era el demonio, y por el año de seiscientos y cincuenta
y dos, estando yo en aquel sitio, que refirió haberlo
visto, Doña Andrea de Vargas, señora de aquel
país."
Nota : Queda la duda de si "Quesada" es Don
Gonzalo Jiménez de Quesada quien conquistó la
zona de Bogotá en el año 1537.
En la página web
publicada por Vicente Duque. 1997. Dragones de Santander. (En:
http://www.hadita.com/hadacol.htm), se publica al siguiente
articulo:
SERPIENTES COME-GENTE EN 1999
Serpientes comiendo hombres adultos en un
lago
La prensa
colombiana y la
televisión han informado profusamente con fotos y videos
de una o varias serpientes que están comiendo hombres en
un lago del departamento del Tolima.
Del periódico 'El tiempo' de Bogotá, del
23 de Julio 1999, página 8A resumo la siguiente
información:
Durante meses se ha desatado el terror en el lago de
'El Toro', cerca a Ibagué, pues 6 pescadores han
muerto.
Los zoólogos, luego de ver los videos y fotos,
dicen que no se trata de anacondas, sino de boas constrictor.
Al parecer hay dos en el lago.
Se les ha tratado de dar cacería nocturna
utilizando 3 chivos y 3 patos como señuelo, durante 67
días. Todo ha sido en vano y nadie se atreve a entrar al
lago. Todos los patos y los chivos están bien y a
salvo.
Según los especialistas que estudiaron los
videos y fotos, estos animales miden
9 metros de largo y 35 centímetros de diámetro y
no tienen problema en tragarse a un hombre entero.
Las autoridades han sido impotentes y los
ambientalistas presionan para que la zona se declare reserva
forestal o parque ecológico. Y para que no se dispare o
dañe a las grandes serpientes.
Seguiremos informando sobre grandes serpientes
antropófagas en lagos de Colombia, pues esto nos ayuda a
intuir la mitología prehispánica.
Nota: Algunas amistades nos han informado que
las Boas comiendo gente si resultaron Anacondas después
de todo.
En antiguas escrituras de la época de La Colonia,
se pueden leer referencias sobre la existencia de estas grandes
serpientes. Picasso (1993-2004) cita algunas de estas
escrituras:
Pedro Cieza de León en su Crónica del
Perú nos relata que Fray Pedro Simón, entre San
Sebastián y Antioquía mató de un
formidable lanzazo una culebra de más de 20 pies de
largo (5,60 metros) que tenía la cabeza rosella y los
ojos verdes sobresaltados. En el vientre le hallaron un venado
chico, entero como estaba cuando se lo comió y
"oí decir que ciertos españoles con el hambre que
llevaban comieron el venado y aún parte de la culebra."
(4)
El mismo Fray Simón cita en sus Noticias
Historiales el caso de una de estas largas serpientes:"En esta
tierra (Coro, Venezuela)
fue donde sucedió el caso con una de estas culebras que
se cuenta en todas estas Indias y España por cosa muy
común y sabida que fue de esta suerte: En aquellos
principios
que se iba descubriendo esta tierra de Coro yendo 18
castellanos uno de los cuales se llamaba Mateo Sánchez
Rey, que después fue conquistador de este Nuevo Reino y
vecino de esta ciudad de Santa Fe, en una entrada por las
montañas cansados se sentaron sobre un tronco que les
pareció viga rolliza, de disforme grandeza muy parda y
cubierta de hierbas y hojas secas de los árboles. Y
comenzado a sacar lo que llevaban para almorzar se
comenzó a bullir la viga y admirados del caso se
levantaron y vieron que era una de esas culebras "bobas" (Boas.
N.A.)."
Daniel Granada refiriéndose a estos legendarios
tiempos de conquistadores trae a colación algunos casos
extraordinarios de la temible Curiyú de la laguna del
Iberá, Corrientes, nombre que casi se confunde con el de
Sucuriju dado a la anaconda gigante del Amazonas. Por ejemplo,
Ulrico Schmidel soldado de la expedición de Pedro de
Mendoza cuenta que subiendo el Paraná cerca de la orilla
mataron una serpiente que tenía el grueso de un hombre y
45 pies (15 metros aproximadamente) de largo, negra con pintas
leonadas y rojas. Decían los indios del lugar que cuando
se bañaban, esta clase de
culebras los rodeaban con la cola y arrastrándolos al
agua los engullía. Los españoles la mataron de un
balazo y los indios partiéndola en pedazos la comieron
cocida y asada.".
Según el tantas veces citado Padre Pedro
Lozano, el Padre Pedro Romero halló una serpiente muerta
que tendría de 60 a 70 pies de largo (20 a 23
metros),"siendo su grosor a proporción cosa
estupenda".
Un reporte del diario la "Crónica" de Buenos
Aires (Argentina), con el sugestivo artículo: "Una Boa Se
Tragó a Dos Hombres", fue publicado el 13 de septiembre de
1969, el cual es citado por Picasso, (1990-2004), de la siguiente
manera:
Proviene de la densa región selvática
que constituye el límite de Bolivia, Brasil y
Perú, en la cuenca del río Madre de Dios,
afluente del Amazonas. Según un cable de ANSA publicado
por Crónica el 13 de septiembre de 1969: "Una gigantesca
boa se tragó a dos personas que estaban
bañándose en el río Alto Madre de Dios en
presencia de varios compañeros que nada pudieron hacer
para evitarlo, según lo consigna el corresponsal en el
Cuzco del diario "La Prensa (Lima, Perú). Las
víctimas han sido identificadas como Ricardo Flores, 38
años y Juvenal Quispe, 41 años, ambos naturales
de Lima. De acuerdo a la misma fuente de información los
testigos presenciales señalaron que mientras los
infortunados se bañaban apareció una gigantesca
boa entre las aguas del río en la selva peruana, cerca
de la frontera con Bolivia. El enorme reptil abrió sus
fauces y devoró a los bañistas en contados
segundos.
Asimismo se informó que se ha emprendido una
cacería para dar con el ofidio y que incluso se ha
pedido colaboración al Ejército. El corresponsal
del diario aclara finalmente que este tipo de reptil es
conocido en la selva tropical con el nombre de Yacumanaz, es
decir Madre de los Ríos y que debido a su gran peso y
tamaño tiene dificultad para desplazarse por lo que
utiliza un poder
hipnótico para atraer a sus víctimas."
También es importante anotar las referencias
alusivas a ciertos seres míticos que presentarían
características propias de las serpientes gigantes, que
habrían desencadenado mitos muy arraigados en la
cosmovisión de otros países como el Brasil. Al
respecto es común en ese país la leyenda del
"Boiuna":
Uno de los mitos del Amazonas, que aparece bajo
diferentes aspectos. Sea una cobra negra, sea una cobra grande,
con ojos luminosos como dos faroles. Los caboclos (mestizo de
indio con blanco) anuncian su presencia en los ríos,
lagos, igarapés (riachuelo para pequeñas canoas)
y igapós (parte de la floresta cubierta por las aguas
cuando el río está lleno) con la misma
insistencia que los marineros y pescadores de Europa
acreditan en el monstruo de Loch-Ness. La imaginación
amazónica, más floreada y portentosa ha criado
para nuestro mito
propiedades fantásticas: La boiúna puede
cambiarse en embarcación a vapor o de paño e ir
de la forma de ofidio (cobra) hasta buque, para más
trair y desorientar a sus victimas. Esta cobra posee diferente
formas de encanto de acuerdo con informaciones obtenidas entre
la población de la ribera de los ríos. Acreditase
que algunos igarapés fueran formados por el pasaje de
esta cobra que abre grandes surcos en las restingas,
igapós y tierra firme. En el Amazonas esta cobra tiene
varios nombres: Boiúna, Cobra Grande, Cobra Norato,
Mãe D'Água, entre otros, pero independientemente
de su nombre, ella es la reina de los ríos
amazónicos y sus leyendas pueden haber surgido en virtud
del miedo que provocaba esta serpiente de agua, que devora el
ganado que va a beber agua en los ríos.
La Cobra Grande o Boiúna, sube a los
ríos, entra en los igarapés, devasta (entrar de
manera violenta) a los lagos, onde (esto está en una
forma poética, creo yo) "asume de besos los
nenúfares (plantas
acuáticas de hojas grandes. Creo que son las
"Vitórias Régias" del Amazonas) opalizados (de
ópalo) por la luz del claro del luna", transformado,
majestuoso, todo iluminado y fascinante, que atrae el caboclo
extasiado por su irradiante aparición.
Nos habla la leyenda que, Waldemar Henrique, en verso
y música, ha traducido que una vez por
año la Boiúna salía de sus dominios para
escoger una novia entre las muchachas da Amazonia. Y, delante
de aquel rostro plateado de mar atravesaba con velocidad el
río grande, los brujos oraban, las redes (de pesca)
temblaban, los niños
se escondían llorando, mientras un gran delirio de
horror explotaba en la floresta iluminada.
En mitos y creencias antiguas, era muy común la
afirmación que las cobras buscaban las mujeres para
embarazarlas y acreditaban también que desde el momento
de la primera menstruación, las jóvenes indias
vírgenes estaban particularmente sujetas a atraer
"el amor de
una serpiente", por este motivo, ellas evitaban ir hasta la
floresta o cerca de un río, cuándo
menstruaban.
La Cobra Grande o Boiúna, es vista en la noche,
iluminando el remanso de los ríos con la fosforescencia
constante de sus ojos. Cambiase muchas veces en un velero que
presenta una luz roja a babor y otra verde a estribor, confunde
los incautos y desciende silenciosamente el torrente de los
igarapés. Ah de aquellos que llegan cerca de esta forma
engañosa, pues estará sujeto a ser llevado a las
profundidades y no regresar jamás.
Raúl Bopp, autor de Cobra Norato, para
quién la literatura de nuestro país no tiene
misterios, en su poema modernista, nos habla de la Cobra
Grande.
Segunde Leticia Falcão, "en los ríos
Solimões y Negro, la Cobra Grande nació del
cruzamiento de una mujer con un
fantasma, o de un huevo de mutum (tipo de ave gallinacea de
Brasil); en el Acre (territorio), la entidad mística se
transforma en un hermosa muchacha, que aparece en las fiestas
de San Juan para seducir los muchachos desprevenidos. Otra
leyenda nos habla una hermosa india
cunhãmporanga, princesa de la tribu, por quedarse
pasionada por el Rio Branco (estado de Roraima), fue
transformada en una grande cobra llamada Boiúna por el
celoso Muiraquitã". Pero, tambien de acuerdo con la
autora, hay una versión en la cual cambia la Cobra
Grande como una benefactora de la navegación, cuyos
iluminados ojos son como dos faros, ayudan a los navegadores
en las noches oscuras y durante las tempestades (Picasso,
1990-2004).
La siguiente referencia está perfectamente
documentada y puede considerarse un caso extraordinario ya que
fue publicado en un periódico de Martinica relatando un
suceso de la isla de Trinidad perteneciente antes de 1962 a
Brasil siendo actualmente un estado independiente llamado
Trinidad y Tobago. Según un artículo incluido en la
revista francesa La Nature estos fueron los hechos:
"La isla de Trinidad está siendo devastada por
un extraordinario monstruo, una serpiente de 45 pies (13,5
metros) de largo, último sobreviviente de la especie de
las "Iluillias", que abundaba hace tiempo en esta isla.
Según algunos detalles publicados por "Defense
Coloniale" de la Martinica, esta serpiente comenzó a
llevar a cabo sus depredaciones a partir de febrero de 1889 en
el cantón d'Arima, alrededor de las selvas
montañosas situadas al Norte. Se constató al
principio la desaparición de aves y
pequeños animales seguida prontamente por asnos y
más tarde por mulas y caballos. Poco después de
la desaparición de muchos niños los habitantes se
reunieron y dieron inicio a una verdadera cacería. Luego
de muchas jornadas de búsqueda llegaron a la
región de las cavernas de Guachard. Acercándose a
un estanque o pequeña laguna situada en el interior, los
perros
manifestaron un terror extraordinario y rehusaron seguir
avanzando. Tan pronto como el monstruo alzó su cabeza en
el medio del agua fue acribillado por una descarga general.
Luego de unos instantes de agonía se enrolló
fuera del estanque. Examinada con cuidado la serpiente
resultó tener 47 pies de largo (14 metros) y 75
centímetros de ancho o diámetro. Su cuerpo fue
abierto encontrándose un ciervo que acababa de devorar.
La serpiente fue embalsamada y enviada a Puerto España
(La capital de
la isla. N.A.) donde es expuesta en el Hotel de la Villa."
También en Chile, existe una creencia ligada a la
existencia de serpientes gigantes, como así se expresa en
el artículo de Fabio Picasso (1990-2004), con el aporte de
Liliana Núñez (2003-2004):
En 1910 se publicó "Mitos y Supersticiones de
la tradición oral chilena" de Julio Vicuña
Cifuentes, obra que ha llevado fuera de Chile el nombre de su
autor porque en ella hay un completo archivo de las
producciones directamente emanadas de la imaginación
popular exaltada ante los misterios de la vida. Fruto de
investigaciones
muy prolijas y seguramente prolongadas a lo largo de varios
años, en la cual se recogen todos aquellos temas en que
el pueblo anónimo ha buscado espontáneamente para
sus divagaciones hacia lo desconocido y hacia el más
allá poblado de sombras. De este trabajo recogemos lo
que el escritor señala acerca de "El Lampalagua" y "El
Viborón".
Alusivo al mito del "Lampalagua", el mismo autor hace
referencia a lo siguiente:
He aquí un animal que existe realmente, en la
República Argentina, con el nombre de Ampalagua, y al
que la tradición chilena, exagerando sus proporciones y
apetitos, ha prestado el carácter mítico con que
únicamente se le conoce en nuestro
país.
Con lo cual se conocería que el mito de las
serpientes gigantes también es común en
Argentina.
B. CARACTERISTICAS DE LAS SERPIENTES
GIGANTES
Las serpientes gigantes corresponderían
taxonómicamente a la clase de los reptiles, al suborden de
los ofidios y a la familia de
las boas (Boidae), las cuales carecen de veneno pero utilizan la
fuerza de su
cuerpo para matar a sus presas y así poder
devorarlas.
1. Los Tipos de Serpientes Gigantes
Al respecto existirían tres tipos de serpientes
gigantes. La "Sachamama" o boa de tierra, la "Yakumama" o boa del
agua y la "coto mashaco" o boa de dos cabezas.
La "Sachamama"
Esta boa sería la "madre del monte" o "sachamama"
en idioma quechua (sacha = monte; mama =
madre).
Estos grandes animales debido a su tamaño ya no
podrían moverse y solo se dedicarían a dormir o
hibernar durante largos años dentro del bosque, al extremo
que podrían crecer, sobre su cuerpo, musgos,
líquenes, hierbas y hasta pequeños
arbustos.
Debido a su tamaño, a la dureza de su cuerpo y a
la presencia de hierbas sobre su piel, el animal dormido y
estirado en medio del bosque, se asemeja a un gran tronco
caído, cuyos extremos no son visibles por la maleza del
bosque.
Su tamaño descomunal no le permite accionar
ágilmente para la captura de sus presas, razón por
la cual usan un mecanismo de "hipnosis" para atraer a la
víctima a sus grandes fauces y de esta forma alimentarse.
Pero también podrían estar largos años sin
comer.
Estos animales, arrojarían los huesos de sus
víctimas cerca de la boca, razón por la cual se
podría encontrar las osamentas en uno de los extremos del
animal. Una persona
podría darse cuenta de ellos si, al encontrar un tronco
caído, revisa sus extremos y en uno de ellos encuentra un
"montón de huesos".
Algunos testigos aseguran haber confundido a tal animal
con un largo tronco caído; sobre el cual se sentaron y por
casualidad machetearon su lomo, momentos en el cual pudieron
reconocerlo porque del corte del machetazo, brotó
profusamente sangre.
Posteriormente el dolor de la herida despierta al animal, que
retorciéndose se marcha a otro lugar.
La "Yacumama"
Este nombre correspondería a la segunda boa
gigante pero de características acuáticas. Debido a
su peso, el animal solo habitaría en el agua, siendo
reconocida como la "madre del agua" o "yacumama" en idioma
quechua (yaku = agua; mama = madre).
Una posible característica en común, entre
la "sachamama" y la "yacumama", es la presencia de "orejitas" en
la cabeza, la misma que se asemeja a la cabeza de un "caballo",
de una "vaca" o de una "liebre" (IIAP-CETA. 1989).
Esta boa seria la que le daría vida a las fuentes
de agua (lagos, quebradas y ríos) y a los recursos que hay
en ella. Su muerte o su
huida causarían impacto negativo en estos ecosistemas al
extremo que pueden secarlos, disminuir o extinguir los recursos
hidrobiológicos.
Se le atribuye a esto coloso algunas
características típicas, como su poder hipnotizador
y a la generación de estruendosos rugidos en forma de
explosiones, dentro del agua que ocasionan fuertes vibraciones en
el suelo.
Asimismo este animal estaría involucrado en la
formación de fuertes oleajes en los lagos y los
ríos; fenómenos que no pueden ser atribuidos a
ningún otro ser conocido oficialmente.
Muchas desapariciones de personas dentro del agua de
ríos y lagunas son atribuidas a esta bestia, razón
por la cual es respetada y sobretodo muy temida.
El "Cotomashaco"
Es una extraña boa gigante de dos cabezas, cada
una ubicada en un extremo del largo cuerpo. El animal vive
trepado en los grandes árboles, a la espera de presas que
se acerquen al árbol. Para cazar tiene una estrategia: se
enrosca en el árbol y ubica una las cabezas en la corona
del árbol y otra en el suelo, escondida detrás de
los troncos o entre las raíces.
El "cotomashaco", imita el grito del "mono coto" o
"cotomono" (Alouatta seniculus); esto hace confundir al
cazador ("mitayero"), quien al pensar que es un mono lo busca
para cazarlo; al llegar al lugar el "mitayero" se distrae mirando
la parte alta de los árboles en busca del mono, instantes
en los cuales es atrapado por la segunda cabeza de la bestia, que
ubicada en el suelo atrapa a la victima que no se dio cuenta de
su presencia.
Son pocos los casos de personas que habrían visto
a esta animal; pero los testigos afirman que tiene el cuerpo
color rojizo, que
es arborícola y de grueso volumen. Tal afirmación
también es común entre los poblados de la selva
norte de Loreto y Ucayali.
2. Características
físicas
Tamaño
Según la visión de los pobladores
amazónicos, la boa gigante es un animal que puede alcanzar
una longitud de 15 a 40 metros de largo, con un grosor similar al
diámetro de un "cilindro o bidón de combustible" a
más.
Cuernos y orejitas en la cabeza
Varios de los testigos entrevistados y otros de los
registrados en las fuentes bibliográficas
(……..) aseguran haber visto a algunas de estas
bestias con "orejitas", "cuernos" o "astas" en la cabeza.
Asimismo afirman que la cabeza tendría forma de caballo,
de toro o de liebre.
La boa y su poder hipnotizador
La bestia tendría un poder hipnótico
mediante la cual realiza la captura de sus victimas.
Su tremendo peso le impide moverse con agilidad y para
poder alimentarse, la boa ejerce una influencia de "imán"
sobre las víctimas que pueden ser animales y
personas.
Las víctimas no pueden huir de ese poder y el
secreto para neutralizarlo, es cortando tal influencia con el
filo de la hoja de un machete. Si una persona encuentra que la
boa esta atrayendo a su víctima, debe cortar con su
machete el "imán"; es decir propinar un fuerte machetazo
al espacio de aire que
está ubicado entre la boa y la víctima. Al realizar
este acto, se notará claramente como la víctima, es
lanzada con fuerza en sentido contrario a la influencia; como si
se hubiera cortado un elástico invisible que lo estaba
halando.
3. Desapariciones misteriosas atribuidas a la boa
como fiera devoradora de hombres y animales.
Algunos testigos afirman haber observado impotentes,
como algunas personas que se estaba bañando en los
ríos, fueron supuestamente atrapadas por el animal,
quienes entre gritos desgarradores fueron arrastradas hasta
desaparecer dentro del agua para siempre.
Aunque son pocos los registros
oficiales, existen muchas afirmaciones de personas que
habrían sido devoradas por estos animales en zonas
rurales, cuyos registros no existen en los partes
policiales.
Muchas personas han desaparecidos en los ríos,
sin que su cadáver fuera encontrado nunca. Estas
desapariciones son atribuidas a la existencia y voracidad de
estas boas gigantes.
Tales desapariciones han tejido un velo de misterio y
son justificadas por la existencia de grandes boas que habitan
bajo las aguas de los ríos, en el interior de cavernas
subterráneas.
Al respecto los pobladores de Puerto Maldonado, creen
firmemente, que debajo de esta ciudad, entre los ríos
Tambopata y Madre de Dios, vivirían descomunales boas en
profundas cuevas. Algunos buzos, afirman haber visto unas luces
en forma de faros luminosos al interior de estas cuevas, las
cuales consideran son los brillantes ojos de la bestia
ofídica. Estos buzos habrían ingresado al interior
del agua de estos ríos buscando los cadáveres de
algunos bañistas ahogados en años anteriores
(Historia 8)
5. Otros fenómenos relacionados con la
existencia de las boas gigantes
Fuertes Oleajes.- La existencia de fuertes
oleajes en los ríos que llegan con gran fuerza y que
origina la erosión
masiva de las orillas, es un fenómeno atribuido al
desplazamiento de las boas gigantes dentro del agua. Mucha gente
ha sido testigo de estos fuertes oleajes pero sin haber visto al
animal, porque según aseguran, el gigante estaría
nadando sumergido bajo el agua.
Fenómenos luminosos en el agua.
También existen testigos que habrían observado
grandes luces que aparecían en plena oscuridad de la
noche, como si fuesen enormes faros desplazándose por la
superficie de las aguas del río. Dichas luces son
atribuidas a los ojos de la boa gigante que estaría
nadando sobre el agua aprovechando la oscuridad de la noche
(Historia 9).
Islas flotantes. En lagunas de gran
tamaño, existen islas flotantes de materia
vegetal, que de vez en cuando se les observa desplazarse de un
lugar a otro. La gente considera que estas islas han crecido
sobre el cuerpo de un gran boa, la cual al desplazarse de un
lugar a otro en busca de alimento, mueve a la isla; movimiento que
puede ser observado por los testigos (Historia 10).
Objetos extraños. Algunas personas han
visto objetos extraños flotando en el agua de lagos y
ríos, que atribuyen al cuerpo de boas gigantes (Historia
11).
Sonidos y rugidos. Asimismo están los
fuertes sonidos o "rugidos" que se escuchan provenir de los lagos
"vírgenes" (lagos que nunca han tenido influencia humana)
y que son atribuidos a la presencia de estas bestias, quienes al
estar "bravas" o "rabiando" (molestas) dentro del agua, emiten
descomunales bramidos que inclusive hacen vibrar o "temblar" el
suelo.
Tempestades y mal tiempo. Se dice que cuando la
boa es perturbada dentro de sus dominios puede originar un "mal
tiempo", es decir fuertes tempestades con truenos y
relámpagos que hacen huir a los intrusos del
lago.
C. ALGUNAS HISTORIAS DE TESTIGOS CON EXPERIENCIAS
DIRECTAS EN MADRE DE DIOS
Historia 1.- Historia de Hermelinda Saavedra en
le Provincia de Tahuamanu:
En esos años en que los bosques eran
vírgenes, (aprox. 1932) Hermelinda Saavedra que
tenía 9 años, se fue con su padrastro y sus dos
hermanas a la carretera rumbo a Iñapari (Prov. del
Tahuamanu), con la finalidad de ingresar a una zona donde
habían podían cazar bastantes tortugas motelos
(Geochelone). Salieron a las 7 am y llegaron a las 10am,
hasta un lugar donde había un tronco tirado en la
carretera, el cual siempre estuvo ahí, desde mucho
tiempo atrás. La gente que limpiaba la carretera siempre
lo veía y no lo tocaban porque todos pensaban que era un
simple tronco, pero lo curioso era que cada cierto tiempo se le
notaba que se engrosaba cada vez más.
Cuando llegaron al lugar, decidieron descansar y se
sentaron en ese tronco caído, El padrastro se
recostó sobre un lado del palo y las hermanas en el
otro, Hermelinda estaba sentada en medio y con su machete
decidió raspar la hierbita que había crecido
sobre el tronco; luego le dio un machetazo mas fuerte y del
corte brotó sangre; al ver esto la niña le
gritó a su padrastro que salía sangre del tronco.
El hombre se
levantó de su reposo y corrió a ver lo sucedido,
para comprobarlo le propinó un machetazo mas fuerte al
tronco, de donde comenzó a salir gran cantidad de
sangre. Al ver esto todos se asustaron y huyeron
rápidamente del lugar, hasta volver al pueblo de Iberia,
donde dieron parte al patrón, quien envió diez
hombres armados para que fuesen al lugar donde estaba ese
animal.
Los hombres que fueron a la caza, llegaron al lugar
pero el tronco ya no estaba, se veía una tremenda huella
como de 70 a 80 cm de ancho que el animal había dejado
en el suelo. Siguiendo la huella, los hombres constataron que
el animal había bajado y luego subido dos pendientes,
hasta descender en una tremenda cocha (laguna), a cuyas aguas
se había introducido.
Cuando los hombres llegaron a la laguna, observaron
que había bastantes patos; uno de los cazadores le
disparó a uno, y en esos instantes comenzó a
llover torrencialmente, formándose en el lago un fuerte
oleaje que salio con fuerza a la orilla, obligando a que los
hombres huyan del lugar. Antes pudieron notar que habían
muchos troncos flotantes que consideraron eran boas en el
agua.
Cuando los hombres regresaron a Iberia eran las diez
de la noche contaron lo sucedido y todos se quedaron
consternados de la existencia de tales animales.
Historia 2.- Otra historia, que merece
mención fue narrada por el Sr: Juan Mayta, morador de la
Cachuela (Prov. de Tambopata).
Juan Mayta, narró que a la edad de 8 a 9
años, (por los años 1952), trabajaba por el
sector de Kosñipata (Manu), transportando aguardiente de
caña, en odres hechos de cuero de
vaca forrados con brea.
Un día él y su patrón, salieron
de la hacienda, con 14 mulas, mas un caballo, que era jalado
por Mayta, quien iba adelante de la caravana. Habrían
caminado unos 20 metros, cuando observó un grueso palo
caído, que impedía su paso; al ver esto,
él gritó: "papàaaa, palo,
palo…………", (le decía
papá al patrón); el patrón
contestó:
"……………………que
carajo; hala, hala, carajo……..";
"……No puedo; hay palo……..";
entonces como ellos siempre andaban con hacha y machete, usaron
tales herramientas
para golpear al tronco, pero el hacha rebotó; al ver
esto le arrojaron una piedra, pero también
rebotó; entonces el patrón asustado le dijo:
"………esto no es palo, regresemos a la
hacienda……",.
Al llegar a la hacienda convocaron al personal y
regresaron hasta donde estaba el tronco; cuando lo examinaron
bien, se dieron cuenta de que era una inmensa boa, tirada en el
suelo. Los asustados obreros inmediatamente le arrojaron
dinamita que mato al animal. Los hombres despellejaron a la
bestia y regresaron trayendo varios trozos de carne, su
tamaño fue estimado en alrededor de 20
metros.
Según manifestaron los pobladores del lugar, el
animal era buscado desde hace algún tiempo atrás,
porque devoraba vacas y caballos; asimismo dijeron que ese era
el macho y que la hembra faltaba ubicar.
Historia 3.- Una historia, que fue narrada por el
señor Santiago Durand, morador de la comunidad de
Infierno, asegura lo siguiente:
Por lo años 1973, el señor Santiago
Durand, mientras se encontraba al interior de una quebrada de
aguas negras, por el río de La Torre, junto con sus
hijos, observó una inmensa boa que medía
aproximadamente entre 70 a 80 metros, la cual luego de
observarlo y olfatearlo con su lengua,
regresó al interior del monte.
Posteriormente Durand le narró, lo observado a
un tal Vivanco, quien vivía en la boca de La Torre.
Luego Vivanco se lo narró a José Mariche, quien
no creyó lo acontecido y tildó de mentiroso a
Durand.
Pasado de 2 a 3 años, Mariche y su hijo
decidieron ingresar al mismo lugar donde estuvo Durand, en
busca de una colpa donde realizar cacería (Mitayo). Una
mañana Mariche ingresó solo al bosque para cazar
un paujil; mientras caminaba observo un conjunto de avispas o
ronsapas que revoloteaban alrededor de algo; esto le
llamó la atención y se acercó a observar;
al llegar se dio con la sorpresa de que era una inmensa boa,
que estaba durmiendo y enrollada, con la cabeza colgando hacia
el suelo. La bestia era muy igual a la que había
observado Santiago Durand anteriormente,
Según se calculó la boa enrollada
alcanzaba una altura de casi 10 metros. Asustado Mariche
regresó al campamento y le dijo a su hijo para retirarse
del lugar; pero éste último quiso ver al animal y
se fue al bosque. Al llegar al sitio señalado por su
padre, pudo observar a la boa igual como su padre le
mencionó. Al verlo se asustó y regresó
calladito a donde estaba su papá y juntos se retiraron
rápidamente del lugar, a donde nunca más
volvieron.
El animal tenía la cabeza semejante a la de un
caballo, con unas orejitas puntiagudas y con el cuerpo de color
opaco, como el color de la tierra.
Historia 4.- El mismo Santiago Durand narra lo
siguiente:
Por los años 1998 a 1999, un "mitayero"
(cazador) que ingresó a cazar al interior de un bosque
cerca de la quebrada Malecón que desemboca al lago
Báez, por el sector de Alegría, encontró
una gigantesca boa. Al ver esto, el hombre asustado
salió del boque y fue a dar parte a la
compañía del ejército acantonada en el
poblado de Alegría.
El Teniente de la compañía, no le
creyó y le increpó que no debía mentir,
pero el hombre insistió y el teniente ordenó a 12
soldados que lo acompañaran a buscar al
animal.
Ingresaron al bosque y encontraron a la bestia que
estaba durmiendo, enrollada sobre el suelo y con la cabeza
colgando. Los hombres le dispararon, pero no se le acercaron
por temor a su reacción mientras estaba moribunda. El
teniente ordenó retirarse y volver al otro día
muy temprano.
Al siguiente día regresaron y encontraron al
animal muerto. Los soldados se acercaron y lograron medir a la
bestia que alcanzaba los 84 metros de largo. Los soldados
extrajeron su cuero, pero no se sabe que pasó con el
mismo; aunque se piensa que lo enviaron a Lima. El animal
tenía la cabeza parecida a la del caballo y con orejitas
puntiagudas.
Historia 5.- Otra Historia del Tahuamanu,
corresponde a una señora de apellido Rengifo
Econema:
En el año de 1969, por el sector de Bellavista
por el Tahuamanu, la señora Rengifo Econema, fue testigo
de la aparición de un extraño animal en el rio
Tahuamanu. Ella se encontraba por la playa, acompañada
de un perro mitayero (cazador) quien siempre le
acompañaba en sus faenas de cacería.
Mientras ella caminaba por la orilla el perro se
introdujo al agua y comenzó a nadar, al cabo de unos
minutos la mujer
observo asombrada como del interior del agua emergió
tremendo animal que atrapo al perro por la cintura. Al
principio la señora pensó que el perro estaba
detrás de una presa, talvez una sachavaca que la
había asustado hasta llevarla al río;
técnica que siempre usaba el perro para cazar, al
perseguir a las presas desde el bosque y llevarlas hasta el
agua a donde era fácil atraparlas; inclusive la
señora se confundió viendo las orejitas de la
supuesta presa, pero que en realidad eran los cuernos del
extraño animal.
Al darse cuenta de lo que era, la señora
comenzó a gritar. El perro había sido cogido en
la cintura por el hocico de la bestia, la cual lo
levantó fuera del agua; en esos instantes el perro
reaccionó, volteó y atinó a morder al
monstruo que lo soltó inmediatamente.
El perro al caer al agua siguió nadando, pero
el animal otra vez trató de atraparlo; al ver esto la
señora grito y la bestia se distrajo
observándola, instantes en que llegó su esposo y
el extraño animal se hundió en el agua y no
volvió a aparecer.
El perro continuó nadando y llegó a la
orilla a donde se tendió herido por la mordedura. Los
señores cogieron al perro y lo llevaron a su casa donde
atendieron sus heridas sangrantes que habían sido
causadas por los colmillos de tal monstruo.
La señora Rengifo pudo ver claramente que la
cabeza del monstruo se asemejaba a la de esos toros
ñatos; tenía cuernos y su cuerpo presentaba
hileras de crestas como las de una lagartija.
La gente posteriormente le comentó a la
señora de que ese animal era la boa yakumama, y muchos
decían siempre verlo en ese lugar del río, donde
había un profundo pozo, pero que actualmente todos
piensan ya no existe, porque se ha traslado mas abajo hasta el
sector de San Juan.
Luego de mucho tiempo de lo ocurrido, la hija de la
señora Rengifo, de nombre Elizabeth Da Silva Rengifo,
pudo observar algo parecido en el año 2004. Ella y su
esposo se fueron de pesca, pero luego de unas horas aburrido de
no pescar nada, él hombre comenzó a sentir
sueño y se durmió. Mientras tanto la esposa
continúo pescando, al poco rato comenzó a
observar que algo salía del agua y al percatarse bien,
pudo identificar al animal, como una boa que tenía
cuernos en su cabeza; ella solo atinó a tirarle el
anzuelo y el animal se hundió. Asustada le grito a su
esposo pero cuando éste quiso observar, el animal ya
había desaparecido.
Este extraño animal habría sido visto en
dicho sector de Bellavista y San Juan, por otras personas que
también tuvieron sus propias experiencias.
Historia 6.- Existen algunas historias de algunas
personas que han visto parte o la totalidad del cuerpo de este
animal en los grandes ríos y lagos de la Región. Al
respecto la siguiente historia me fue narrada por un testigo
presencial de un extraño acontecimiento:
Hace algunos años atrás (aproximadamente
en 1983); el Sr. Exequias Pérez, quien actualmente tiene
69 años, junto con su esposa y sus dos hijos, estaban
trabajando minería,
en una playa del sector de Tres Islas (Tambopata).
Una mañana, su esposa se encontraba en la
orilla pescando, y los otros habían dejado de trabajar
para tomar el desayuno; antes de hacer lo mismo Don Ezequias,
decidió ir a la orilla del río a revisar la
"tolba" (parte de un vehículo flotante diseñado
para extracción de oro);
mientras lo hacía pudo observar con asombro que del
agua, emergió un tremendo y extraño objeto;
parecido al lomo de un enorme animal de color oscuro, que se
curvó en medio del río; y que al hundirse en el
agua originó un oleaje que se dirigió
rápidamente a la playa llegando a impactar contra la
"tolba", a una distancia de 100 metros. La esposa, que
corrió del lugar, junto con los hijos, también
fueron testigos de tal fenómeno. El objeto, que todos
los testigos consideran fue un animal, se sumergió en el
río y no volvió a salir.
Según narra nuestro testigo, el lomo de tal
animal tendría 10 metros de largo y 1,5metros de alto;
el cual pudo ser observado por algunos segundos. El oleaje que
se formó habría tenido una altura de 2
metros.
Posteriormente se enteró, de que unos buzos que
ingresaron al fondo del río de ese lugar, manifestaron
haber observado una bestia en unos de los muchos socavones que
hay en el fondo del río. Según comentaron, cuando
ingresaron las "dragas" (vehículo flotante
diseñado para extracción de oro) para trabajar
extrayendo el oro, generaron mucho ruido e impactos que los
remolinos, que siempre se formaban en el lugar, se trasladaron
más abajo del curso del río; como si el animal se
hubiera retirado del lugar.
Historia 7.- Al respecto del poder
hipnótico se tiene la historia de Hernán Aguirre un
morador de la Cachuela en las afueras de Puerto Maldonado (Prov.
de Tambopata) quien recibió información de un
testigo presencial de apellido Amasifuén:
Amasifuén, primo de Aguirre, le confió
que en el mes de Febrero del 2003, en el lugar de Rompeolas,
mientras estaba pescando en un pozo, escuchó el grito de
una señora y cuando él, junto con el marido de la
señora corrió al auxilio, vieron a un animal con
su tremenda boca abierta y a la señora que no
podía huir de ese tremendo animal, la cual tirada en el
gramalote trataba de huir, pero se dirigía hacia
atrás en dirección a la boa. Al ver esto, el
marido corto al aire con el machete y la mujer salió
disparada. El tremendo animal una boa que estaba
atrayéndola a su boca.
Historia 8.- Sobre desapariciones atribuidas a la
boa gigante se tiene la siguiente narración:
Hace aproximadamente 15 años atrás
(aprox. en 1990) en el sector de Rompeolas, se produjo un
accidente extraño que fue atribuido al posible accionar
de una boa. En ese año un grupo de
estudiantes de una escuela
publica de la ciudad de Puerto Maldonado, decidieron, junto con
sus profesores realizar un paseo a dicho sector para
bañarse en la playa, ya que era meses de sequía,
periodo donde se forman las playas en los ríos. Los
estudiantes estaban dispersos en la playa y un grupo de
niñas había decidido apartarse junto con otras
amigas del grupo central. Ana Beltrán fue una de las
testigos presénciales, quien formó parte de ese
grupo que se apartó. Una de las compañeras de
Ana, había ingresado sola al agua, mientras las otras
distraídas por el juego,
permanecieron en la orilla. Al rato Ana escucho que la chica,
gritaba desesperada del agua, pidiéndole auxilio:
"…Ana. Anita. Ayúdame, algo me esta
jalando…" y manoteaba en el agua desesperada como si
algo en realidad le jalaba dentro del agua. Ana corrió
para ayudar a su amiga, pero todo fue inútil, impotente
pudo observar como la niña desaparecía dentro del
agua. Pese a todos los esfuerzos por buscarla, la
víctima nunca fue encontrada.
Historia 9.- Sobre extraños objetos en la
noche atribuidos a la presencia de la boa gigante se tiene la
siguiente narración:
Una noche del año 1939, Antonio
Rodríguez, Elías Izquierdo y Eduardo
Góngora, se encontraban pescando en el río Madre
de Dios (Prov. Tambopata), cuando ya habían colocado su
lineada (nylon de pescar) y sus empates (carnada), y se
preparaban para amanecer pescando en el lugar, oyeron un fuerte
ruido en la misma corriente, de donde se elevó un
inmenso objeto parecido a un barco lleno de luces, emitiendo
sonidos como de una campanilla. Al ver esto cogieron sus
canoitas y dejando sus cosas, se retiraron remando
rápidamente y mientras huían vieron claramente al
bulto que salió del agua con luces, el cual se
quedó flotando sobre el agua.
Historia 10.- Sobre la presencia de
las "Islas flotantes" se tiene la siguiente historia que puede
dar una explicación al fenómeno:
Un lago cercano a Riberalta (Bolivia), que siempre fue
virgen porque ningún pescador se atrevía a
ingresar por temor a la existencia de una fiera,
contenía una de estas Islas flotantes. El temor a la
fiera permitió que por años la gente no ingresara
a dicho lago y éste se mantuviera virgen por mucho
tiempo.
En efecto, al ser observada desde una altura, se
veía en medio del lago, una extraña isla que se
movía, como si algo sumergido la desplazaba de un lugar
a otro.
Don Francisco Bascopé, decidió ingresar
al lago trasladando un bote con utensilios para pesca, porque
creía que en el lugar había bastantes peces.
Cuando pescaba, observó como la isla que se movía
sobre el agua, en realidad correspondía a un gran
conjunto de maleza flotante que durante años de
acumulación había formado un gran colchón
vegetal sobre el cual habían crecido plantas y arbustos
pequeños. Al ver la isla, quedo sorprendido de que en
realidad no tenia nada que se asemeje a una boa u otra fiera;
solo era un fenómeno natural muy poco observado y
estudiado. La isla se movía por el viento que lo llevaba
de un lugar a otro del lago.
Luego de eso, mucha gente perdió el temor e
ingresó al lago a pescar, convirtiéndolo en un
ambiente muy intervenido y dejando de lado toda la virginidad
del área.
Historia 11.- Otro fenómeno extraño
ocurrido en el Lago Valencia también es atribuido a la
existencia de una boa gigante:
El Sr: Alfredo Vera Burga, antiguo morador del Lago
Valencia (Prov. de Tambopata), quien afirma haber sido testigo
al igual de otros moradores en año anteriores de un
objeto largo y voluminoso que flotaba en un extremo opuesto del
lago. Tal objeto que reflejaba un color blanquecino
aparecía todas las tarde como a las 4pm y se
volvió algo común de observar que todos
atribuían que era una boa que salía a la
superficie. Consternados por tal suceso un grupo de moradores
decidió embarcarse en dos botes y a tratar de acercarse
al objeto para observarlo de cerca. Cuando ya estaban casi
cerca del objeto, vieron que éste era de gran
tamaño, a alguno de ellos, principalmente al motorista
les entró el pánico y decidieron
retroceder.
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