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Mitos y arquetipos en Tristán e Isolda




Enviado por Linda Lehman



     

     

    I.
    INTRODUCCIÓN

    Creo sinceramente que la mejor respuesta

    a este crítico problema deberá
    llegar

    desde los hallazgos de la psicología,

    y específicamente de aquéllos
    descubrimientos

    que tengan que ver con la fuente de la naturaleza y el mito.

    Joseph Campbell. Los mitos.

     

    L a leyenda de Tristán e Isolda es de origen celta,
    una cultura —que procedente
    del suroeste de Alemania, donde
    permaneció arraigada hasta el segundo milenio a.C.—,
    se extendió, primero en pequeñas avanzadas, hacia las
    Islas Británicas (1800-1600 a.C) y posteriormente en forma
    franca hasta la Galia e Iberia (1200-800 a.C.). Esta
    civilización tuvo su momento de apogeo durante los siglos
    vi-i a.C. y fue en este período en que se lanzó a Gran
    Bretaña. Su dispersión y métodos de conquista no
    planificados llevó a los celtas una pronta decadencia en el
    siglo ii, aunque su cultura permaneció sin diluirse hasta la
    Edad Media en Irlanda y norte
    de Escocia, lugares a los que el Imperio Romano no había
    propagado su poder.

    Una de las fuentes indica como probable
    el que en las zonas celtas de las Islas Británicas se
    habría originado una leyenda en torno al rey de Irlanda Drystan,
    que reinó entre 780-785 d.C, adaptada y divulgada por
    cuentistas bretones y enriquecida con las aventuras juveniles del
    héroe. Posteriormente se unificaron con elementos
    provenientes de la tradición musulmana y los relatos
    orientales, transformando la primitiva leyenda celta.

    Otra de las fuentes atribuye el origen de algunos
    episodios a una leyenda, la de los Fianna, que poseía un
    grandioso cuento sobre un triángulo
    amoroso entre Finn, Griani su desposada y Diarmaid, su
    sobrino.

    La historia, en primer lugar, fue transmitida
    oralmente por la trovadoresca, una lírica amorosa con su
    teoría del amor cortés, que
    asimiló influencias orientales y árabes. Los trovadores
    eran clérigos dedicados al menester literario, poseedores de
    una lengua latina docta y
    desligados de su oficio eclesiástico, difundían el
    patrimonio cultural entre la
    clase noble.

    Respecto a la tradición escrita, los textos
    anglo-normandos más antiguos datan del siglo xii:
    Tristrem de Thomas, al que le sigue el Tristán
    del normando Béroul, y en el siglo xiii Sir Tristrem,
    novela en verso que Walter
    Scott atribuye a Thomas of Ercildoune, llamado The Rhymer.
    Las versiones alemanas son las de Eilhart von Oberg, proveniente
    de una traducción escrita hacia
    1170 de un original perdido, y la de Gottfried de Estrasburgo
    compuesta a principio del siglo xii sobre la versión de
    Thomas.

    "Según el historiador Geroges Duby en El amor en
    la Edad Media y otros ensayos
    , existe un modelo esquemático que
    corresponde al amor cortés o fine amour. En este
    esquema un hombre "joven" —sin
    esposa y cuya formación no ha concluido— asedia a una
    mujer casada y, en consecuencia,
    inaccesible, protegida por un tipo de sociedad, que consideraba el
    adulterio de la esposa como la
    peor de las subversiones, amenazado con terribles
    castigos.

    El amor fino, practicado en diferentes espacios de la
    corte, era considerado como algo exclusivo de los
    cortesanos." 1

    La leyenda de Tristán e Isolda es una de las
    más importantes creaciones poéticas y espirituales. No
    es sólo el testimonio de una época, ni el de un romance
    del amor cortés, es el testimonio de un amor-pasión mas
    fuerte que las leyes, que la moral, y que la vida misma
    y sus personajes representan un interrogante en cuanto a su
    naturaleza mítica y arquetípica. Pero, ¿qué
    son realmente los mitos y los arquetipos?.

    Dice Manuel Angel Vázquez Medel en su artículo
    "El mito de Prometeo: Fundación y quiebra de lo humano" publicado
    en la Universidad de Sevilla: "El mito,
    semióticamente, constituye un tipo de discurso fundamentador (a
    veces etiológico) que se caracteriza no sólo por sus
    dimensiones sintáctica y semántica sino, sobre
    todo, por su dimensión pragmática. Para que funcione
    con eficacia requiere un pacto
    fiduciario entre narrador y receptor. El pensamiento mítico es un
    espacio privilegiado de reflexión. Un depósito de
    experiencias humanas, de pasiones y conflictos no sólo en
    clave racional (aunque no están del todo desprovistos de una
    ratio interna) sino, sobre todo, en clave emocional, vivencial
    (…)Volver la mirada al espacio mítico y preguntarnos
    cómo se registra en él la experiencia de la humanidad,
    cómo se funda y cómo se ve amenazado lo humano, es
    también volver no a un momento precario e infantil de la
    experiencia del hombre (in genere), sino, muy al contrario, a una
    experiencia más inmediata (en el sentido de menos mediada),
    más pura, más viva (…)Tal vez las grandes
    verdades del pensamiento griego hayan tenido a la postre mejor
    fortuna en el marco de la civilización occidental.
    Desintegrado el espacio vital que regía su vivencia y sus
    interpretaciones, el espacio mítico ha podido ser fuente
    constante de reflexión abierta y de reinterpretaciones.
    Liberados de su doxa (que también existió en su
    momento) y de instituciones preservadoras y
    transmisoras de un significado y un sentido únicos, los
    grandes mitos grecolatinos recorren toda la espina dorsal de la
    experiencia de la cultura occidental."

    Para Carl Gustav Jung los arquetipos son formas o
    imágenes que integran el
    inconsciente colectivo, patrimonio de toda la humanidad,
    constitutivos del mito y que al mismo tiempo son productos autóctonos e
    individuales de origen inconsciente. Para Nietzsche, en nuestros
    años atravesamos el pensamiento de toda la humanidad
    primaria. De la misma manera en que el hombre razona en sus
    sueños razonaba en su etapa primera hace miles de
    años… El sueño nos retrotrae a las etapas
    primitivas de la cultura humana y nos da un medio para
    entenderlas mejor. Si bien los arquetipos son "seres eternos del
    sueño", no pertenecen exclusivamente al campo onírico,
    sino también al inconsciente colectivo, y particularmente al
    de los pueblos, y se encuentran en condiciones más
    desarrolladas en cuentos populares, mitos y
    leyendas.

    Así pues, estos dos conceptos profundamente
    entrelazados, arraigados y perfectamente esquematizados son el
    eje central de este proyecto, que pretende dar
    respuesta a un interrogante surgido de la lectura de la leyenda,
    esencial para la labor creativa de un escritor – guionista:
    ¿Hay mitos y arquetipos en Tristan e Isolda?

    Para responder la pregunta formulada se utilizarán
    las versiones de la leyenda de Tristán e Isolda de Joseph
    Bédier 2, Alicia
    Yllera3 y la traducción
    de Ernesto de la Guardia 4
    de la obra de Richar Wagner..

    Como material bibliográfico además de las
    fuentes mencionadas, se apelará a los siguientes
    títulos: Los mitos 5, Psicología y
    alquimia 6,
    Opera Omnia 7, Los
    Extraños
     8,
    La rama dorada 9,
    Diccionario de psicoanálisis 10, Diccionario ideológico de la
    lengua
    española 11, Pequeño Larousse
    ilustrado 12,
    Sociología de la
    religión 13.

     

    II.
    DESARROLLO

    Los mitos.

    1. El
    héroe

    Características: Según la acepción
    griega, el héroe era un hombre divinizado que llega para
    restaurar el orden quebrantado por la fuerzas del mal. Su nombre,
    para algunos escritores antiguos, se relaciona con la diosa Hera
    esposa de Zeus con quien tuvo un hijo; diosa suprema del cielo
    deseosa que su hijo tuviera la misma fama que ella en la tierra, lo bautiza con el
    nombre de Héroe. En adelante, en todas partes todos los
    hombres ilustres por sus acciones reciben el nombre de
    "héroes": Gilgamesh, Aquiles, Hércules, Perseo, Teseo,
    Odiseo y Belerofonte, entre otros. Está definido
    también como el que se distingue por sus actividades
    extraordinarias o su grandeza de ánimo y, en sentido
    figurativo, es el personaje principal de una obra literaria y de
    una aventura.

    Los héroes tienen, por lo general, padres ilustres
    o adinerados y una profecía que los condena. En algún
    punto del mito encontramos siempre los primitivos deseos de
    rebelión contra el padre que, mediante un mecanismo de
    proyección que se invierte —según explica la
    psicología— pretenden que fue el padre el que en
    algún momento quiso desprenderse del hijo.

    La idea tradicional de la iniciación se combina con
    una introducción del
    candidato a las técnicas, deberes y
    prerrogativas de su vocación, es por eso que Tristán,
    según una versión, domina el arte de "Manejar la lanza, la
    espada, el escudo y el arco, (…) lanzar tejos de piedra y (…)
    saltar las zanjas más anchas (…) aborrecer la mentira y la
    felonía (…) socorrer a los débiles (…) mantener la
    palabra empeñada" (Joseph Bédier).

    Asimismo, para la otra de las fuentes, Tristán es
    capaz de: "…franquear de un salto los más anchos
    fosos, a manejar la lanza, la espada, el escudo y el arco y a
    lanzar discos de piedra. También se acostumbró a
    detestar toda felonía, a socorrer a los débiles y a
    guardar la palabra dada" (Alicia Yllera).

    "… El joven que quiere ingresar en la comunidad de guerreros en
    calidad de héroe o
    intervenir en sus danzas mágicas u orgías o que aspira
    a comunicarse con las divinidades en festines de culto,
    debía poseer un alma nueva. Son pues, bastante
    antiguos, el ascetismo mágico y heroico, los ritos de
    iniciación de los jóvenes." 14

    Del proceso de formación
    heroico el único elemento que no se cumple en la educación de Tristán es el
    reajuste radical de sus relaciones emocionales con las
    imágenes paternas, ya que éste es huérfano siendo
    Governal, el mistagogo o sustituto del padre, el que lleva a cabo
    su instrucción como ser justo e impersonal y para quien el
    ejercicio de sus poderes no habrá de ser interrumpido por
    motivos inconscientes (o tal vez concientes y racionalizados) de
    engrandecimiento del yo, de preferencia personal o de
    resentimiento.

    Los héroes también tienen marcas —las marcas del
    héroe—, que los ayudan a superar los obstáculos
    sin hacerlos totalmente invulnerables. Pueden ser físicas,
    como en el caso de Aquiles o psicológicas: la fértil
    imaginación de Ulises y la piedad religiosa en Eneas.
    Además, cuentan con la ayuda sobrenatural representada a
    veces por un poder protector que suele contribuir con amuletos y
    poderes contra las fuerzas nefastas: El hilo de Ariadna para
    ayudar a Teseo, la intervención de la maga Medea para
    favorecer a Jasón y la de Circe a Ulises o, más
    próxima a nuestros protagonistas, la de Merlín y la
    espada Excalibur para el rey Arturo y la de la propia Isolda para
    salvar la vida de Tristán.

    Los elementos mágicos atraviesan todo el relato.
    Sea que se trate —según la definición de
    Frazier— de magia homeopática (ley de semejanza) como las
    imágenes de cera en la cueva de Moldagog (versión de
    Yllera), o de magia contaminante (ley de contacto) como la
    poción fatal que beben y que los convertirá sin retorno
    en amantes.

     

    El llamado a la aventura: Desencadenante del viaje en el
    caso de Tristán es el consejo de Governal: "Tristán, ya
    eres un perfecto doncel; sólo una cosa te falta: buscar
    tierras lejanas y mostrar tu habilidad en cortes extranjeras.
    Mucho puedes aprender viajando y así conseguir precio y renombre."

    El viaje del héroe: El héroe emprende una
    aventura magnificada en la fórmula ritual de la
    separación, la iniciación y el retorno. El inicio de
    dicha travesía —viaje del héroe—, es la
    plataforma mitológica que lo transporta hacia una
    región de prodigios sobrenaturales y no es sólo una
    hazaña física la que emprende, sino que sufre
    una transformación psicológica venciendo sus propios
    monstruos interiores. Todas las pruebas están destinadas
    a comprobar si tiene el valor, el conocimiento y la capacidad
    que le permita servir a los demás.

    Tristán emprende su iniciación, cuando herido
    mortalmente por Morhol, pide ser librado a su suerte en una barca
    sin vela ni remos, acompañado por su arpa 15. Como ejemplifica
    Jung 16: "En el mito del
    héroe, el objeto del descenso está caracterizado en
    general por el hecho de la preciosidad difícilmente
    alcanzable
    (tesoro, virgen, bebida de la vida, vencimiento de
    la muerte, etc.). Se haya en
    esa región de peligro (aguas profundas, caverna, bosque,
    isla castillo, etc.). El miedo y la resistencia que todo ser humano
    natural siente frente a un adentrarse demasiado profundamente en
    sí mismo son considerados en el fondo, el miedo frente al
    viaje al Hades. (…) El mito del héroe conoce este
    estado de estar dentro del
    vientre de la ballena (dragón)…".

    El vientre de la ballena alude a una etapa en que el
    héroe es devorado por lo desconocido y puede no tratarse
    literalmente de un ballena (Jonás o Heracles) sino, como ya
    se mencionó precedentemente en la cita de Jung, de lugares
    como laberintos, grutas, descensos al mundo subterráneo o el
    destierro como en el caso de Cid. Se debe destacar que el viaje
    en la barca tiene un precedente en la Eneida de Virgilio. La
    aventura, ya sea presentada con las vastas, casi oceánicas
    imágenes del Oriente, o en las vigorosas narraciones de los
    griegos o en las majestuosas leyendas de la Biblia, normalmente
    sigue el modelo de la unidad nuclear, arriba
    descripta.

     

    La recompensa: Ninguna: Trisitán e isolda no
    obtienen recompensa puesto que después de beber la
    poción han dejado de ser héroes para convertirse en
    humanos porque, en última instancia, lo heroico radica en el
    sacrificio de sí mismo para entregarse a un fin superior. Es
    la transformación que sufre la conciencia cuando deja de pensar
    en sí mismo, transformación que ellos no
    sufrieron.

     

    2. El mito del amor
    pasión en su metáfora del filtro

    De acuerdo con la teoría de las pulsiones del
    psicoanálisis freudiano,
    la vida del sujeto está condicionada por la presión de dos energías
    intra psíquicas representadas por las figuras
    mitológicas de Eros y Thánatos mas conocidas como
    pulsión de vida y pulsión de muerte.

    Nuestra vida psíquica esta organizada alrededor de
    estos dos principios. La pulsión de
    vida tiende indefectiblemente a la resolución de la
    trascendencia del "yo", a la autosuperación, a la
    descendencia, al área de los sentimientos y a ese nexo
    misterioso que une a los seres humanos con la sexualidad: la libido. Su
    contrapartida es la pulsión de muerte; el deseo de regresar
    al origen, de pertenecer a la unidad. Existe un fuerte deseo de
    escapar de lo biológico, de deshacer las construcciones de
    la conciencia y del ego.

    Isolda encarna a Eros y a la pulsión de vida con
    sus deseos constantes de satisfacer su amor producto del embrujo de una
    poción que simboliza la pasión que siente por
    Tristán, figura que representa la pulsión de
    muerte.

    El ansia es la pasión y la pasión es el
    filtro: "Los que juntos lo beban se amarán para siempre con
    todos sus sentidos y todos sus pensamientos, en la vida y en la
    muerte" y mientras tanto le adjudica el nombre de "la copa
    maldita del amor y la muerte" (Joseph Bedier). Tristán
    "Inútilmente se atormentaba. Quería ocultar su amor sin
    poder apagar el fuego que el filtro había encendido en su
    corazón." (Alicia
    Yllera).

    Tristán simboliza al Thánatos, el liberador, y
    advertido por Brangien de los efectos del filtro luego de beberlo
    dice: "¡Venga Muerte!". Luego, cuando fuera de sí a
    causa de la separación de su amada, al intentar
    reconquistarla disfrazado de loco indigente para cambiársela
    al rey por una hermana ficticia, y poder conducirla a un lugar
    imaginario dijo con el anhelo de llevar su amor hacia la unidad
    final: "Allá arriba, sobre los aires, tengo un palacio de
    cristal grande y bello, que el sol ilumina con sus rayos.
    Flota en el cielo, colgado de las nubes, sin que una brizna de
    aire lo mueva. En una
    habitación de mármol y cristal que ilumina las primeras
    luces del alba, nos
    solazaremos".

    Gottfried von Strassburg aseguró en su versión
    de la leyenda: "He llevado a cabo una tarea de amor, una tarea
    por el mundo… No me refiero a este mundo… Es otro
    mundo el que tengo en mente; el que siente en un solo
    corazón la amarga dulzura y la pena querida, la delicia de
    su corazón y su dolor anhelante, la querida vida y la
    sufrida muerte, la querida muerte y la sufrida vida".

     

    3. Isolda, princesa y
    reina

    Ni mítica ni arquetípica: paradójicamente
    aunque Isolda es mostrada como princesa-doncella, que aun cuando
    dispuesta a encarnar con una belleza singular el mayor de los
    arquetipos en su género, sucumbe ante las
    pasiones humanas y su muerte, como la de Tristán, no tiene
    atributos heroicos ni recompensa final: "Se volvió hacia
    oriente y rezó a Dios. Luego descubrió un poco el
    cuerpo, se acostó junto a él, le besó la boca y el
    rostro y lo abrazó estrechamente; así, su cuerpo junto
    al de él, sus labios unidos a los de él, entregó
    su alma; murió junto a él, por el dolor que le dio su
    muerte" 17.

     

    4. Los Gigantes
    míticos

    En el texto de Bédier se
    encuentran dos leyendas en las que se hace mención a
    gigantes; de ellas, la de desarrollo más extenso es
    la de el Morholt y la otra, la de Urgano el Velludo.

    La primera está referida a "un caballero gigante",
    cuñado del rey de Irlanda, y que era el "invencible
    Morholt"; se lo caracteriza como "más fuerte que cuatro
    hombres robustos", con una espada que parece estar embrujada y
    con la que hace volar "la cabeza de los más osados
    campeones". También se indica que al caballero que se trabe
    en combate con él, "la gloria de vencer recaerá sobre
    toda su estirpe".

    La segunda, aparece indicada como la existencia del
    "gigante Urgano el Velludo", que cobra pesados tributos, vive en una guarida,
    posee gran fuerza y maneja en combate una
    "pesante clava".

    Paralelamente, en la versión de Alicia Yllera
    "Cuentan que en otro tiempo lo levantaron gigantes para su
    defensa" (…) "como el gigante Hurgan el Velloso al que
    abatiste o como aquél al que mataste en España". Conjuntamente se
    menciona la leyenda del gigante el Morholt, caracterizado como:
    "… El más fiero y temido varón que nunca
    existió" (…) Por su tamaño descomunal, su altura
    que alcanzaba la de cuatro hombres, la fuerza de sus
    músculos, la anchura de sus hombros, más parecía
    gigante que hombre (…) era fuerte y robusto como nunca se
    vio hombre igual". Por último, aparece la leyenda del
    gigante Moldagog, en la que se relata cómo guarda su
    región con temible temple, acudiendo ante el peligro
    prontamente pertrechado con dura y enorme una gran maza de
    madera. De descomunal
    envergadura, corpulento y zanquilargo, "con una cabeza grande y
    cuadrada y unos ojos hundidos que brillaban como brasas",
    perdió sin embargo a manos de Tristán una pierna, que
    éste le seccionó de cuajo.

    Como antecedente mítico, se pueden mencionar los
    hombres de Finn MacCool en la mitología irlandesa
    —los fenianos—, todos gigantes de una época
    pretérita. Para el período en que transcurre
    Tristán e Isolda, los habitantes del país habían
    perdido las dimensiones colosales y sólo algunos las
    conservaban

    Esta especie de homínidos de quienes se hace
    referencia en multitud de crónicas y leyendas
    —griegas, nórdicas, germánicas, hindúes,
    indoeuropeas, mayas, aztecas, toltecas e incas—, se les menciona
    por igual en textos sagrados como en la Biblia. En ella se hace
    referencia a un sinnúmero de eventos, sumamente interesantes,
    en los que se involucra la presencia de los gigantes. En el
    Libro de Números, los
    exploradores enviados por Moisés para hacer un
    reconocimiento de la tierra de Canaán llegan a
    Hebrón y descubren que "los descendientes de Anak" viven en
    la región, informando a su líder, que la zona
    explorada que les fue asignada estaba ocupada por
    gigantes.

    En el Deuteronomio abundan crónicas referentes a
    esto, haciéndose mención a grandes ciudades con enormes
    terraplenes y bastiones construidos por los Anakim. Las
    escrituras sagradas también mencionan otros personajes de
    gran estatura (superior a los 2 ó 3 metros), así como
    Goliat, y Og, el rey de Bashan.

    Sintetizando, las legendarias figuras de gigantes
    arcaicos son comunes a las tradiciones populares de casi todas
    las culturas en de todas partes del mundo.

     

    4. El Dragón,
    guardián mítico por excelencia

    En el Occidente el dragón siempre fue concebido
    como malvado y una de las hazañas clásicas de los
    héroes (Jasón, Hércules, Sigfrido, San Miguel, San
    Jorge) era vencerlo y matarlo. En las leyendas germánicas,
    el dragón custodia objetos preciosos.

    Es acaso el más conocido, pero también el
    menos afortunado, de los animales fantásticos. Suele
    contaminar a veces de puerilidad las historias en que figura.
    Conviene no olvidar, sin embargo, que se trata de un prejuicio moderno, quizá
    provocado por el exceso de dragones que hay en los cuentos de
    hadas. Empero en la Revelación de San Juan se habla
    dos veces del dragón: "la vieja serpiente que es el Diablo y
    es Satanás". Análogamente, San Agustín escribe que el
    diablo "es león y dragón; león por el ímpetu,
    dragón por la insidia". Jung observa que en el dragón
    están la serpiente y el pájaro, los elementos de la
    tierra y el aire.

    Los cuernos del dragón son también el emblema
    de la virilidad y por eso el ciervo que es visto en los cuernos
    del dragón, puede ser sustituido por una cabra, un carnero,
    un antílope (de la India o Sudáfrica) o un
    toro. De la misma forma, el rabo del dragón puede ser muy
    bien el de un lagarto, un cocodrilo, un pez, una anguila, un
    delfín o una culebra. Esta combinación de animales de
    sangre caliente y de sangre
    fría resume muy bien la naturaleza compuesta del
    dragón, formada de fuego y agua. También puede
    interpretarse como una secuencia de dos estaciones, una seca y
    otra húmeda. Sin embargo, el rasgo más
    característico de los dragones consiste en que las
    diferentes formas de las estaciones se combinan y se convierten
    en una sola criatura, en una sola divinidad.

    El héroe mitológico es el campeón no de
    las cosas hechas sino de las cosas por hacer: el dragón que
    debe ser muerto por él, es precisamente el monstruo del
    status quo: Soporte, el guardián del pasado. Desde la
    oscuridad el héroe emerge, pero el enemigo es grande y
    destaca en el trono del poder; es el enemigo, el dragón, el
    tirano, el que convierte en ventaja propia la autoridad de su posición.
    Es soporte, o garra no porque guarda el pasado, sino porque
    guarda. Los hechos elementales del héroe consisten en
    limpiar el campo. La gran figura del dragón existe sólo
    para ser destrozada, para ser cortada en pedazos y para ser
    dispersada.

    En la versión de Bédier, el dragón
    está descripto de la siguiente manera "… tenía
    cabeza de bicha, los ojos rojos y como brasas, dos cuernos en la
    frente, largas y peludas orejas, garras de león, cola de
    serpiente y cuerpo de grifo cubierto de escamas". También se
    indica que "el dragón arrojó por las narices dos
    chorros de llamas ponzoñosas."

    En la de Yllera se menciona al dragón como: "…la
    bestia del Valle del Infierno" (…) "más parecía
    rugido de demonio que grañido de animal" (…) "es el
    más temible animal, que nunca existió. Mide más de
    diez anas de largo, tiene los ojos rojos y llameantes como
    carbones encendidos, dos cuernos en la frente. Tiene cabeza de
    bicha con cresta como un basilisco, patas como lagarto, la cola
    enroscada, el cuerpo escamoso de un grifo y garras más
    fuertes que las de una quimera. Dicen algunos que de día
    repliega las alas y de noche vuela dejando una gran cola de
    fuego. De su boca salen llamas y un humo que envenena y quema
    cuanto halla a su paso". Se debe destacar que también el
    basilisco, el grifo y la quimera son animales
    mitológicos.

     

    5. Mito de la
    predestinación

    "Hijo, ¡cuánto he deseado verte! ¡Eres la
    más hermosa criatura que nunca mujer llevó en su seno!
    Triste te he traído al mundo, triste es la primera fiesta
    que puedo hacerte, por tí siento tristeza de morir. Y como
    has llegado al mundo en medio de la tristeza, tu nombre será
    Tristán" 18

    "Cuando nace un niño, nace al mismo tiempo con
    él su firmamento y sus siete miembros, que al igual que los
    planetas según os hemos
    dicho antes se bastan a sí propios. (…) El firmamento
    de cada niño ya al nacer tiene marcada su
    predestinación, que es el tiempo que la Entidad Natural debe
    seguir la ordenación de los planetas durante ese lapso de
    tiempo seguramente se cumple una creación cuyo fin ocurre al
    mismo tiempo que la predestinación, pongamos por caso a los
    treinta años. La característica de esa creación es
    justamente presentir hasta qué punto y durante cuantos
    años debe la Entidad Natural ordenar el curso de la
    vida." 19

    En este punto, el psicoanálisis disiente con el
    concepto de
    predestinación, dándole el nombre de neurosis del destino, designando
    con él una forma de existencia caracterizada por el retorno
    periódico de las mismas
    concatenaciones de acontecimientos, generalmente desgraciados,
    concatenaciones a las cuales parece hallarse sometido el sujeto
    como a una fatalidad exterior, mientras que para la teoría
    psicoanalítica se deben buscar los factores de este
    fenómeno en el inconsciente, especialmente en la
    compulsión a la repetición.

    Otro de los orígenes de la predestinación se
    halla en la cultura árabe, más precisamente en su
    religión: "La Fe es creer en
    Al-lah, Sus Ángeles, Sus Escrituras, Sus
    Profetas, en la Resurrección, en el Día del Juicio
    Final. en la Predestinación Divina de lo bueno y lo malo y
    tener la absoluta firmeza en estas cosas". En el Conjuro XVII
    Libro de los Muertos 20
    dice:

    "Los poderes misteriosos de mis Nombres

    Crean las jerarquías celestes.

    Los dioses no se oponen a mi progresión;

    Pues yo soy el Ayer

    Y conozco el Mañana.

    El cruel combate que libran los dioses,

    Unos contra otros,

    Es de acuerdo a mis voluntades,

    Sé el Nombre misterioso

    De la gran Divinidad que está en el
    Cielo."

     

    6. La leyenda del rey Arturo
    y los caballeros de la Tabla Redonda

    El ciclo del rey Arturo reformuló mitos paganos con
    elementos de la cultura cristiana, es rico en imágenes y
    personajes arquetípicos aptos para reflejar tanto las
    tribulaciones del siglo xv como las del siglo xx. Partiendo de
    esa idea, en la obra Los hechos del Rey Arturo y sus nobles
    caballeros
    se recrean sus aventuras en un mundo poblado de
    criaturas maravillosas y descomunales 21. No obstante en Tristán e Isolda,
    estos míticos caballeros aparecen solamente como fiadores
    del juramento de fidelidad de la reina Isolda, solicitados por
    ella al rey Marcos: "el rey Arturo y sus caballeros, ellos
    serán mis fiadores y se batirán con quien ose levantar
    una nueva calumnia".

    De esta forma se entrelazan dos gestas épicas y
    simultáneamente, en las aventuras de Arturo, Tristán
    habrá de participar en la búsqueda del Santo Grial,
    transcurriendo este episodio sólo en algunas de las
    versiones de la leyenda artúrica.

     

    ARQUETIPOS

    1. El rey
    Marcos

    Es la construcción exacta de un
    rey arquetípico en cuya figura noble y casi paternalista, se
    fusionan las costumbres morales y sociales de una época.
    "… es gentil y cortés (…) era alto fornido,
    fuerte y bien plantado, de mirada fiera y altiva, de porte
    majestuoso (…) todos lo respetan y lo temen (…)
    hospitalario y limosnero" 22.

    "Pensaba envejecer sin descendencia para dejar sus
    tierras a Tristán (…) la noble ternura de su
    corazón lo llevó a amar (a Tristán e Isolda)
    (…) rehuyó arrogancia y desmesura (…) la nobleza
    de su corazón le llevó a comprender lo que los hombres
    a su alrededor no comprendían (…) Más el rey,
    movido de compasión, habló por primera vez a su
    sobrino." 23

    Finalmente, el rey viudo acepta la tragedia, la
    traición y perdona a los amantes haciéndolos enterrar
    lado a lado, comprendiendo que estos, a pesar de su voluntad,
    actuaron indómitos bajo los efectos del filtro
    mágico.

     

    2. Los servidores fieles

    En la mayoría de las leyendas referidas a aventuras
    y desventuras en mundos reales o imaginarios es imprescindible la
    figura del aliado, que acompaña los pasos del héroe,
    comparte sus aspiraciones y metas, consagrando su existencia a la
    del amo.

    Para Isolda es Brangien, que en castigo por su falta al
    dejar que los amantes bebiesen el filtro "sacrificó la
    pureza de su cuerpo". Era vigilante y celosa, guardiana del los
    encuentros de los amantes. "doncella, más blanca que nieve
    de febrero, más roja que una rosa; titilan sus ojos como
    estrellas en la fuente… es Brangien la fiel" 24. A quien incluso la reina, presa de la
    desconfianza, intentó hacer matar, pero aun en esas
    circunstancias la doncella calló el secreto de la reina y
    respetó su decisión, de la que finalmente la soberana
    desistiría.

    Governal, es el servidor para Tristán "Este
    le enseñó a manejar la lanza … Enseñóle a
    aborrecer la mentira … a socorrer a los débiles y a
    mantener la palabra empeñada (…) Lo instruyó en
    el arte de cantar y tocar el arpa, y en el arte de la
    montería" 25.
    Llegó incluso a matar por él cuando aniquiló
    Yvain, el leproso que se llevaba a Isolda como castigo impuesto por el rey. Según
    se mencionó con anterioridad, Governal, es la imagen sustituta del padre
    muerto.

     

    3. Los caballeros y los
    felones

    Se dice que el caballero va al combate para defender el
    orden de la Corte, en consecuencia, sus actos tienen un sentido
    de liberación política y social, también con un
    significado de purificación. La caballería pasa de ser
    un orden cerrado a convertirse en una institución basada en
    la nobleza de sangre y consagrada a través del rito
    religioso de la investidura caballeresca. Tristán cumple con
    estos requisitos: "Llegó el tiempo en que Tristán
    debía ser armado caballero. Recibió las armas de mano de su tío y
    regresó a su país dispuesto a vengar la muerte de su
    padre", llevando a cabo su meta iniciática.

    Los caballeros de la Edad Media, profesionales de las
    armas, protagonistas principales en un mundo de nuevas pautas de
    civilización que incluían la cortesía, los tipos
    ideales de la dama y el caballero, el amor fino y el concepto de
    amor-pasión, convirtieron el hacer la guerra en la razón de su
    existencia. Al sobrevenir la paz en el feudo al que
    pertenecían se enrolaban como mercenario para otros
    señores feudales, no perdiendo así la virtud que
    legitimaba su función social: la
    profesión guerrera.

    Podrían citarse entonces como arquetipos de
    caballeros tanto a Tristán como a Kaherdín: "Era
    valiente, osado y cortés" (…) "Es noble, duque
    poderoso, guerrero probado" 26

    Según el Orden de la Caballería, los varones
    devenían felones al traicionar los más preciados
    secretos del amor cortés: "No queremos ser cómplices de
    la deshonra de nuestro rey" (Yllera). Por este motivo queda claro
    que los cuatro, Andret, Guenelon, Gondoine y Denoalen
    (Bédier), [Andret, Ganelón, Godoine y Denoalen
    (Yllera)] perdieron su condición de caballeros al denunciar
    los amores de Tristán e Iseo, transformándose en los
    arquetipos del villano, dispuestos a lograr su objetivo a cualquier
    precio.

     

    III.
    Conclusión

    "En el santuario de Nemi crecía un árbol cuyas
    ramas no podían romperse.

    (…) Según la opinión generalizada de los
    antiguos,

    la rama fatal era la Rama Dorada que Eneas, aconsejado
    por la Sibilia,

    arrancó antes de intentar la peligrosa jornada
    hacia el Mundo de los Muertos."

    Sir James George Frazier, La Rama
    Dorada

     

    Hay mitos y arquetipos en tristán e
    isolda

    "Por la noche, de la tumba de Tristán surgió
    una viña que se cubrió de hojas y ramas verdes. Sobre
    la tumba de Iseo creció un hermoso rosal (…) las ramas
    de la viña pasaban por encima del monumento y abrazaban el
    rosal mezclando sus flores, hojas y racimos con los botones y las
    rosas. Y los antiguos decían
    que estos árboles habían
    nacido de la virtud del filtro y eran símbolos de los amores de
    Tristán e Iseo, a quienes la muerte no había podido
    separar. 27

    El paso del tiempo renovó la leyenda en versiones,
    interpretaciones y porqué no, también hubo de servir de
    inspiración para la creación de otros amores
    trágicos como los de Romeo y Julieta o Brunilda y
    Sigfrido.

    Su estructura compleja provoca
    asombro al tratar de imaginar cómo los itinerantes
    trovadores eran capaces de llevar en su memoria tanta cantidad de
    episodios, personajes y sentimientos.

    Pero no es simplemente una historia bien contada, es la
    epopeya de un amor pasional, que crea sus propias reglas, que
    quebranta la moral y las convenciones de
    una época, es la reformulación de algunos mitos y la
    comprobación de otros; es al mismo tiempo la
    destrucción de arquetipos tradicionales y la
    elaboración de nuevos.

    Podría decirse que la historia se divide en dos
    universos opuestos; el primero narra el viaje de un héroe
    predestinado a la tragedia, que no duda jamás en ponerse al
    servicio del honor y la
    defensa de los débiles y posteriormente, la crónica se
    vuelve una sucesión de trampas que ha de tenderle al
    héroe el amor que le profesa a una mujer que le está
    prohibida. Una princesa y más tarde reina, quien además
    será la esposa de su tío.

    Es el amor, la pasión oculta dentro de la
    metáfora de una poción, el que rompe los esquemas de un
    relato convencional de heroicos y honorables protagonistas, y la
    naturaleza mágica de esa filtro los transporta a través
    de la historia, los vuelve carne y sangre, para reflejar en su
    amor imperfecto, en sus peores defectos y en sus mas admirables
    virtudes, el alma del lector que por primera vez conoce la
    leyenda.

    "Sea que escuchemos con divertida indiferencia el
    sortilegio fantástico de un médico brujo de ojos
    enrojecidos del Congo o que leamos con refinado embeleso las
    pálidas traducciones de las estrofas del místico
    Lao-Tse, o que tratemos de romper, una y otra vez, la dura
    cáscara de un argumento de Santo Tomás o que captemos
    repentinamente el brillante significado de un extraño cuento
    de hadas esquimal, encontraremos siempre la misma historia de
    forma variable y sin embargo maravillosamente constante, junto
    con una incitante y persistente sugestión de que nos queda
    por experimentar algo mas que lo que podrá ser nunca sabido
    o contado", y continua diciendo: "…el mito es la entrada
    secreta por la cual las inagotables energías del cosmos se
    vierten en las manifestaciones culturales
    humanas" 28.

    Es la esencia de esos mitos y de los que vendrán,
    una serie diversa de arquetipos por definir, que formarán
    una nueva mitología que, como ejemplifica Joseph Cambell,
    estará destinada a : …"despertar a los individuos en el
    conocimiento de sí
    mismos" 29.

     

    V.
    BIBLIOGRAFÍA

    Acevedo, Juan, Berlanda, N., Los extraños,
    Buenos Aires, Emece Editores
    S.A., 2000.

    Bédier, Joseph, Tristán e Isolda,
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    Obras Completas, Buenos Aires, Editorial Schapire,
    1945.

    Campbell, Joseph, Los mitos. Su impacto en el mundo
    actual
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    Casares, Julio, Diccionario Ideológico de la
    lengua española
    , Barcelona, 1985.

    Frazer, James G., La rama dorada, Buenos Aires,
    Ediciones El Aleph.com, 1999.

    García, Pelayo y Gross, Ramos, Diccionario
    pequeño Larousse ilustrado,
    Buenos Aires, Ed. Larousse,
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    Jung, Carl G., Psicología y alquimia,
    Barcelona, Plaza & Janes S.A., 1977.

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    Prezioso, Felipe, El destino esta en tu nombre,
    http://www.libroelectronic.com/libro05_intro.html

    Steinbeck, John, Los hechos del rey Arturo y sus
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    , Barcelona, Editorial Sudamericana,
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    Wagner, Richard, Tristán e Isolda,
    Traducción de Ernesto De la Guardia, Buenos Aires, Ricardo
    Americano S.A, 1948.

    Weber, Max, Sociología de la religión,
    Buenos Aires, Ediciones El Aleph.com, 1999

    Yllera, Alicia, Tristán e Iseo, Buenos
    Aires, Editorial Cántaro, 1999.

     

    Notas

     1 Yllera, Alicia,
    Tristán e Iseo, Buenos Aires, Editorial Cántaro,
    1999.

    2 Bédier, Joseph,
    Tristán e Isolda, Barcelona, Editorial Pomaire,
    1981.

    3 Yllera, Alicia,
    op.cit.

    4Wagner, Richard. Tristán
    e Isolda
    , Traducción de Ernesto De la Guardia, Buenos
    Aires, Ricardo Americano S.A, 1948. 

    5 Campbell, Joseph, Los mitos.
    Su impacto en el mundo actual
    , Barcelona, Editorial
    Kairós, 1999.

    6 Jung, Carl G.,
    Psicología y alquimia, Barcelona, Plaza & Janes
    S.A., 1977.

    7 Bombasto de Hohenheim, Auriolus,
    F. T. (Paracelso), Obras Completas, Buenos Aires, Ed.
    Schapire, 1945.

    8 Acevedo, Juan, Berlanda,
    Néstor, Los extraños, Buenos Aires, Emece
    Editores S.A., 2000.

    9 Frazer, James G., La rama
    dorada, Buenos Aires
    , Ediciones El Aleph.com,
    1999,

    10 Laplanche, J., Pontalis, J.,
    B., Diccionario de psicoanálisis, Barcelona,
    Editorial Labor S.A., 1981.

    11 Casares, Julio, Diccionario
    Ideológico de la lengua española
    , Barcelona,
    1985.

    12 García, Pelayo y Gross,
    Ramos, Diccionario pequeño Larousse ilustrado, Buenos
    Aires, Ed. Larousse, 1985.

    13 Weber, Max, Sociología
    de la religión
    , Buenos Aires, Ediciones El Aleph.com,
    1999.

     14 Weber, Max, op. cit.
    págs. 30-31.

     15 Este episodio no tiene
    lugar en la versión de Richard Wagner.

     16 Jung, C. G., op. cit.
    pág. 238. 

    17 Bédier, Joseph, op. cit.,
    pág. 179.

     18 Bedier, Joseph, op. cit.,
    pág. 26.

     19 Paracelso, op. cit.,
    pág. 93, 94.

     20 Prezioso, Felipe, El
    destino esta en tu nombre
    ,
    http://www.libroelectronic.com/libro05_intro.html

     21 Steinbeck, John, Los
    hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros
    , Barcelona,
    Editorial

    Sudamericana, 1994.

     22 Yllera, Alicia, op.
    cit.

     23 Ibídem.

     24 Bédier, Joseph, op.
    cit.

     25 Ibídem.

     26 Yllera, Alicia, op.
    cit.

     28 Campbell, Joseph, El
    héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito
    ,
    México, Fondo de Cultura
    Económica, 1999, pág. 11.

     29 Cambell, Joseph, Los
    mitos. Su impacto en el mundo actual
    , Barcelona, Editorial
    Kairós, 1999, pág. 307.

     

    Linda Lehman (y otros)

    lindalehman[arroba]clarinmail.com.ar

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