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Fisiología renal y el óxido nítrico. Una revisión.



     

     

    Resumen

    Se hace una revisión de la fisiología del óxido nítrico
    y de su generación a partir de la L-Arginina por la
    acción
    de la sintasa del óxido nítrico y de su papel en la
    fisiología y fisiopatología renal. Se
    señalan aspectos relevantes de la participación del
    óxido nítrico en la hipertensión arterial, en las
    glomerulonefritis y en la progresión de la enfermedad
    renal

    Palabras claves: Óxido nítrico, sintasa
    del óxido nítrico, L-arginina, renina,
    hipertensión arterial, glomerulonefritis,
    progresión de la enfermedad renal.

     

    Abstract

    Kidney physiology and nitric oxide. A review

    The present paper reviews the physiology of nitric oxide
    and its generation from L-arginine through the action of nitric
    oxide synthase and its role in renal physiology and
    pathophysiology. Some relevant aspects of nitric oxide
    participation in renal hypertension, glomerulonephritis and renal
    disease progression are also reviewed

    Key words: Nitric oxide, nitric oxide synthases,
    L-arginine, renin, hypertension, glomerulonephritis, and
    progression of renal disease.

     

    El óxido nítrico (NO), es un radical libre
    diatómico, potencialmente tóxico, relativamente
    inestable, que puede ser sintetizado por animales tan
    variados como percebes, moscas, caracoles, cangrejos, pollos,
    truchas y en los seres humanos (Feldman et al.
    1993)

    Desempeña el papel de una nueva clase de
    mensajero en un importante número de procesos
    biológicos en seres humanos y en otros animales y
    así participa, por ejemplo, en la regulación del
    tono vascular, comunicación neuronal, en la actividad
    antimicrobiana, ventilación, secreción hormonal,
    inflamación y en la inmunidad (Feldman
    et al. 1993, Nitsch et al. 1997, Kone 1997). El
    propósito de este trabajo es el
    de revisar los efectos del NO, una de las entidades más
    estudiadas y fascinantes de la química
    biológica sobre la fisiología renal. Como se sabe
    el NO juega papel muy importante sobre la homeostasia del sodio y
    por tanto sobre la regulación de la presión
    arterial al controlar el tono de las arteriolas glomerulares y el
    mesangio, la circulación en la medula renal, la
    natriuresis, el "feedback" glomérulo-tubular, la
    secreción de renina y las funciones
    tubulares (Sadayoshi 1995). Se revisará además la
    participación del NO en las glomerulonefritis, en la
    ingesta proteica y en el riñón lesionado. El NO fue
    originalmente descrito como el factor relajante derivado del
    endotelio (EDRF) al observarse que el endotelio juega un papel
    clave en la vasodilatación (Furchgott et al. 1980).
    Posteriormente se descubrió que la vasodilatación
    producida por este factor relajante derivado del endotelio, que
    en la actualidad es el óxido nítrico (NO) se
    asociaba a un incremento de los niveles del guanosin monofosfato
    cíclico (cGMP) en las células
    del músculo liso por lo que tenia semejanzas con el
    mecanismo de acción de los nitrovasodilatadores, los
    cuales también son efectivos a través de la
    formación del cGMP pero no dependen de la presencia del
    endotelio intacto (Bachmann et al. 1994). De la misma
    manera actúa el nitroprusiato de sodio, un potente
    hipotensor que se utiliza en las crisis
    hipertensivas (Ganong 1994). El NO es sintetizado enzimaticamente
    a partir del aminoácido L-arginina, por acción de
    la enzima NO-sintasa (NOS), que depende de la calmodulina (Ganong
    1994) este proceso puede
    ser bloqueado por derivados de la L-arginina tales como la
    L-arginina metilester-nitro-NG (L-NAME) y la Larginina-
    monometil-NG (L-NNMA) y estas sustancias 27 inhiben la
    transformación de L-arginina en el NO (Furchgott et
    al.
    1989). Hasta ahora de la enzima NOsintasa (NOS) han sido
    identificadas en humanos cuatro isoformas que se localizan en las
    neuronas, células endoteliales, macrófagos y
    hepatocitos. Las NOS neuronales y de las células
    endoteliales son enzimas
    constitutivas (cNOS) y dependen de la calmodulina, mientras que
    las NOS de los macrófagos y de los hepatocitos son formas
    inducibles (iNOS) y pueden ser estimuladas por varias citoquinas
    (Lowenstein 1994, Sadayoshi 1995). La apoptosis de los miocitos
    cardiacos, esta estrechamente relacionada con la expresión
    de las iNOS en los macrófagos, miocitos y con la
    nitración de las proteínas
    de los miocitos por los peroxinitritos (Szabolcs et al.
    1998). Estas isoformas de las NOS han sido localizadas en genes
    diferentes de los cromosomas 7, 12
    y 17 (Bachmann et al. 1994, Wang et al. 1995,
    Dimitrov et al. 1997). En el riñón, la
    síntesis de L-arginina ocurre
    principalmente en el túbulo proximal, las cNOS han sido
    localizadas en los glomérulos, vasos y segmentos tubulares
    incluyendo la mácula densa y segmentos medulares profundos
    de los túbulos colectores y las iNOS se han encontrado
    principalmente en las células musculares lisas de los
    vasos, en la parte final de la arteriola eferente y en la
    porción medular de la rama ascendente del asa de Henle
    (Levillain et al. 1993, Mundel et al. 1992,
    Morrissey et al. 1994). Las citoquinas que estimulan las
    formas inducibles (iNOS) han sido localizadas en cultivos
    celulares procedentes del túbulo proximal, los segmentos
    medulares profundos de los túbulos colectores y en el
    mesangio (Raij et al. 1993). Existen agentes
    fisiológicos que estimulan o inhiben la síntesis
    del NO. Así por ejemplo la acetilcolina y la bradiquinina
    estimulan la síntesis del NO en segundos o minutos al
    actuar sobre una cNOS preexistente y ha sido demostrado que la
    acetilcolina y la bradiquinina inducen la acumulación del
    cGMP en la parte interna de la médula renal y se sugiere
    así que la actividad del NO es muy importante en este
    segmento del riñón (Biondi et al. 1992).
    Además los neutrófilos localizados en sangre
    periférica así como algunas neuronas pueden
    originar una rápida y transitoria liberación del
    NO, en respuesta a los agonistas como la acetilcolina,
    bradiquinina, leucotrienos (Marletta 1993). Sobre los agentes
    fisiológicos que inhiben la síntesis del NO se
    puede citar el factor alfa de necrosis tumoral (TNF-alfa) al
    disminuir la media vida del mRNA y el mismo NO puede inhibir la
    enzima NO-sintasa (NOS) del cerebelo (Nishida et al. 1992,
    Rengasamy et al. 1993). La supresión de las iNOS
    estimuladas por las citoquinas puede ser afectada por los
    glucocorticoides, y una serie de citoquinas como el
    factor-beta-transformador del crecimiento (TGF-beta), el factor
    derivado de los macrófagos, interleuquina-4 (IL-4),
    interleuquina-10 (IL-10) y el factor de crecimiento derivado de
    las plaquetas (Pfeilschifter et al. 1993). Los efectos de
    la enzima NO-sintasa pueden ser imitados por la nitroglicerina,
    nitroprusiato de sodio, que ejercen un efecto vasodilatador
    independiente del endotelio al activar localmente el NO en la
    pared vascular (Furchgott et al. 1989). En condiciones
    basales existen evidencias de
    que el NO juega un papel importante en la regulación de la
    hemodinamia renal y así se conoce que la arteriola
    aferente pero no la eferente sintetiza y libera NO y ambas
    arteriolas liberan NO en respuesta a un vasodilatador dependiente
    del endotelio(Edwards et al. 1993). La
    administración de dosis presoras de los inhibidores de
    la síntesis del óxido nítrico disminuye el
    flujo sanguíneo glomerular, acompañado de un
    incremento en la resistencia de
    las arteriolas aferente y eferente y de una disminución
    del coeficiente de ultrafiltración (Kf),
    esperándose así una disminución del flujo
    sanguíneo renal (FSR) y de la tasa de filtración
    glomerular (TFG) lo cual no sucede; motivo por el cual se postula
    que otros mecanismos compensatorios son capaces de mantener el
    FSR en animales y humanos normales y de esta manera el NO no
    participa en la mediación de las respuestas
    intrínsecas autoreguladoras del FSR (Zatt et al.
    1991, Bachmann et al. 1994, Sadayoshi et al. 1995).
    El flujo sanguíneo medular renal responde a la
    vasodilatación dependiente del endotelio y las
    células endoteliales de los vasos rectos son capaces de
    producir NO y por tanto el óxido nítrico puede
    influenciar el transporte en
    el túbulo colector (Mattson et al. 1992, Biondi
    et al. 1990, Stoos et al. 1992)

    Existen evidencias según las cuales el NO
    contribuye a la secreción de renina, hormona que participa
    en el control del
    balance del sodio y el agua en el
    organismo y la enzima responsable de la síntesis del NO se
    localiza en los vasos y los túbulos del
    riñón y particularmente en las células de la
    mácula densa, una estructura que
    juega un papel importante en el control de la secreción de
    renina (Reid 1994). La síntesis de renina es regulada por
    la concentración plasmática de la angiotensina II,
    las presiones intrarenales, la cantidad de sodio en el organismo
    y los mecanismos en el ámbito de la mácula densa.
    En el ámbito de las células yuxtaglomerulares la
    síntesis de renina es regulada por el AMP cíclico,
    el NO y la concentración de calcio citosolico, el AMP
    cíclico y el NO estimulan la síntesis mientras que
    el calcio es un inhibidor de la síntesis de renina (Della
    Bruna et al. 1996). La mácula densa produce grandes
    cantidades de NO y prostaglandinas, los cuales también son
    sintetizados en la parte gruesa de la rama ascendente del asa de
    Henle, esto sugiere que tanto el NO como las prostaglandinas no
    solamente llegan a las células yuxtaglomerulares desde el
    endotelio sino también de los segmentos tubulares del
    riñón para influenciar el sistema
    renina-angiotensina-aldosterona y la inhibición de la
    síntesis del NO y de las prostaglandinas atenúa la
    expresión del gen de la renina sobre todo en situaciones
    en las cuales esta aumentada la expresión del gen de la
    renina (Chatziantoniou et al. 1996, Ardaillou 1997). En
    consecuencia, el incremento de los niveles del mRNA de la renina
    durante la hipoperfusión, tratamiento con los antagonistas
    de la angiotensina II o durante el bloqueo de los mecanismos de
    la mácula densa, pueden ser disminuidos inhibiendo la
    formación del NO y en menor grado también por la
    inhibición de la síntesis de las prostaglandinas
    (Johnson et al. 1996, Della Bruna et al. 1996).
    Existen evidencias que muestran que el NO modula la
    autorregulación del flujo sanguíneo renal, la
    superficie glomerular apta para la filtración, el feddback
    glomerulotubular y la liberación de renina y la
    inhibición de la síntesis del NO puede alterar
    todos estos mecanismos homeostáticos y por tanto modificar
    la natriuresis secundaria al aumento de las resistencias
    vasculares intrarenales y la reabsorción tubular de sodio
    (Romero et al. 1993). La administración aguda de los inhibidores de
    la síntesis del NO disminuye la capacidad de excretar
    sodio en condiciones normales o de expansión de volumen sin
    aumentar la presión arterial, mientras que la administración crónica de los
    análogos de la L-arginina aumentan la presión
    arterial quizás debido a una mayor acción de los
    sistemas
    vasoconstrictores como consecuencia de la disminución de
    la síntesis del NO (Lahera et al. 1997). La
    prolongada inhibición de la síntesis del
    óxido nítrico no sólo eleva la
    presión arterial sino que también produce
    lesión vascular renal y parenquimatosa,
    observándose proteinuria y esclerosis glomerular (Ribeiro
    et al. 1992), todo lo cual es decir la hipertensión
    arterial y el deterioro renal puede ser corregido con la terapia
    antihipertensiva (Lahera et al. 1997). La bradiquinina y
    la acetilcolina, al incrementar la síntesis del NO inducen
    vasodilatación renal y así se produce un aumento de
    la diuresis y la natriuresis y el bloqueo de la síntesis
    del NO conduce a una disminución del flujo
    sanguíneo renal y de la excreción de sodio
    (Bachmann et al. 1994)

    Se ha observado por otra parte que el NO estimula el
    transporte de Na+ y HC03- en el túbulo proximal de la
    nefrona a través del cGMP (Wang 1997). Además se ha
    sugerido que la vasodilatación dependiente del NO impide
    el efecto vasoconstrictor de una carga de sodio (Gardes et
    al.
    1994). La hipertensión arterial producida por la
    inhibición de las enzimas que sintetizan el óxido
    nítrico se agrava en algunos casos luego de una carga
    sódica, mientras la restricción de sodio fue
    incapaz de prevenir la hipertensión arterial (Sadayoshi
    1995). La mácula densa es un segmento especializado de las
    células epiteliales tubulares, localizada en la
    porción terminal del asa de Henle, controla la
    concentración de ClNa en el fluido tubular y participa en
    el control de la hemodinamia glomerular, en este mecanismo
    denominado feedback glomerulotubular, un aumento del ClNa en la
    mácula densa constriñe la arteriola aferente y
    así disminuye la TFG por nefrona (Sadayoshi 1995). Se ha
    demostrado que la producción local del NO, puede dilatar la
    arteriola aferente y aumentar la presión capilar
    glomerular y así el NO es un componente vasodilatador del
    mecanismo de "feedback" glomerulotubular (Bachmann et al.
    1994) y por tanto el NO participa en el control de la resistencia
    de arteriola aferente por parte de la mácula densa (Ito
    et al. 1993). Si bien muchos de los aspectos
    señalados anteriormente sobre la fisiología del NO
    son de carácter experimental, hoy en día se
    conoce que el NO y su precursor la L-arginina pueden participar
    en la progresión de la enfermedad renal y que cuando se
    limita la ingesta de la L-arginina, aún con ingesta normal
    de proteínas, disminuye la proteinuria, así mismo
    disminuye la expresión de los factores de crecimiento como
    el TGF-beta y por tanto disminuye la producción y
    depósito de los componentes de la matrix
    extracelular, motivo por el cual la restricción
    dietética de la L-arginina puede ser un importante apoyo
    terapéutico en la prevención del daño
    renal agudo o crónico (King 1995, Narita et al.
    1995). Se ha constatado por otra parte que la L-arginina
    disminuye el número de glomérulos esclerosados y
    así protege contra el daño glomerular aún
    cuando se ha sugerido que este mecanismo protector puede ser
    independiente del NO (Reckelhoff et al. 1997). Se sugiere
    además la participación del NO en la
    hipotensión que se presenta en algunos pacientes durante
    la hemodiálisis y se ha logrado determinar la
    producción del NO durante ese procedimiento
    médico la cual es marcadamente elevada (Yokokawa et
    al.
    1995) sugiriéndose que la hipotensión
    asociada a la hemodiálisis es mediada por citoquinas
    inducidas por el NO en las células de la musculatura lisa
    vascular (Beasley et al. 1992, Yokokawa et al.
    1996)

    Evidencias clínicas han demostrado que existe una
    deficiencia en la secreción del NO por el endotelio
    durante la hipertensión arterial y se ha sugerido que una
    disminución en la síntesis del NO puede constituir
    un factor importante en el desarrollo de
    la hipertensión arterial sistémica ya que el NO
    interfiere en la habilidad del riñón para excretar
    sodio y agua
    (Dominiczak et al. 1996, Baylis et al. 1990). El
    papel fisiológico fundamental del óxido
    nítrico de mantener el tono vascular aparece exagerado en
    el embarazo, el
    cual se caracteriza por vasodilatación y respuesta lenta a
    los vasoconstrictores, por el contrario en la pre-eclampsia
    existe un aumento de las resistencias vasculares
    periféricas, el cual puede ser debido a una
    disminución en la producción del NO por el
    endotelio y ha sido constatado que la actividad de las NOS se
    encuentra aumentada durante el embarazo normal y baja en las
    mujeres embarazadas con preeclampsia (Dominiczak et al.
    1996, McCarthy et al. 1993, Delacrétaz et
    al.
    1995)

    En las glomerulonefritis la producción del NO por
    el glomérulo inflamado ha sido confirmado y su
    síntesis ocurre a través de una forma inducible de
    una sintasa del óxido nítrico la cual ha sido
    localizada en los macrófagos y en muchas otras
    células y tejidos
    incluyendo las células mesangiales y estas juegan un papel
    clave en la regulación de la filtración glomerular
    así como la fisiopatología de ciertas formas de
    glomerulonefritis en las cuales las células mesangiales y
    los macrófagos producen grandes cantidades de óxido
    nítrico (Cattell et al. 1995; Nitsch et al.
    1997) y ha sido puesto en evidencia que la apoptosis en las
    células mesangiales es mediada por el NO (Nitsch et
    al.
    1997) y que la regulación de la apoptosis tiene
    influencia sobre los componentes estructurales de la
    circulación y que la regulación de la matriz
    extracelular es determinante en el desarrollo de la lesión
    fibrótica y esclerótica glomerular (Vallance et
    al.
    1997). En las glomerulonefritis el NO y los radicales
    libres de oxigeno se
    producen en grandes cantidades debido a la acción de
    ciertas citoquinas como las interleuquinas-1 (IL-1) y el
    peróxido de hidrogeno
    (H2O2) actúa sobre la producción del NO y
    así ejercer cierta influencia sobre el daño
    glomerular durante la inflamación del glomérulo en
    las glomerulonefritis mediadas inmunológicamente y en el
    rechazo crónico del riñón injertado (Jaimes
    et al. 1997, Kone 1997) considerándose así
    al NO como un factor no hemodinámico en la
    patogénesis de la lesión glomerular progresiva
    (Zatz 1996). En la insuficiencia
    renal crónica se han mostrado evidencias de que se
    acumulan varios inhibidores endógenos de la
    síntesis del óxido nítrico
    sugiriéndose que la síntesis del NO esta suprimida
    en estos pacientes (Vallance et al. 1992). Sin embargo
    otros estudios han mostrado incremento en lugar de
    disminución de la síntesis de óxido
    nítrico en las plaquetas de los pacientes urémicos
    y se implica la producción aumentada del NO en la
    patogenia de la tendencia al sangramiento y en la
    hipotensión inducida por la diálisis (Noris et
    al.
    1993). La diabetes mellitus
    y la nefrectomía subtotal son caracterizadas por
    hiperfiltración con disminución de la resistencia
    de la arteriola aferente y aumento de la presión capilar
    glomerular y tales cambios provocan glomeruloesclerosis con
    progresión de la insuficiencia renal y se sugiere que la
    producción del NO esta aumentada contribuyendo a la
    hiperfiltración (Bank et al. 1993), aun cuando esta
    acción no está suficientemente aclarada y es
    controversial (Reyes et al. 1993). En la insuficiencia
    renal aguda (IRA) provocada por la gentamicina y en la
    glomerulonefritis por complejos inmunes se ha reportado un exceso
    en la producción del NO, siendo la fuente más
    importante de óxido nítrico los macrófagos
    que infiltran los glomérulos y el intersticio
    (Rivas-Cabanero et al. 1994, Jansen et al. 1994).
    Sin embargo esta acción del NO también aparece como
    controversial (Cattel et al. 1993) ya que por una parte el
    NO puede proteger al inhibir la vasoconstricción inducida
    por las endotelinas y los factores activados por las plaquetas,
    la trombosis, la adhesión e infiltración por
    leucocitos y macrófagos y la salida de
    macromoléculas a través del endotelio, la
    síntesis de proteínas en la matriz extracelular, la
    proliferación de células mesangiales y la
    expresión de varios factores de crecimiento
    vasoconstrictores (Raij et al. 1994, Lowenstein et
    al.
    1994, Kerwin et al. 1994, Ferrario et al.
    1994). Por otra parte, el NO puede ser citotóxico cuando
    se produce la generación del peróxido
    nítrico al relacionarse con los aniones superóxidos
    (Ketteler et al. 1993, Kerwin et al. 1994). De
    manera tal que los factores que influyen para determinar si el NO
    es beneficioso o citotóxico incluyen: (1) el sitio y la
    cantidad de óxido nítrico producido; (2) el
    estadío de la enfermedad y en consecuencia los niveles de
    las citoquinas que inhiben o estimulan la acción de las
    enzimas precursoras del NO (Ketteler et al. 1994); (3) la
    síntesis metabólica de la l-arginina (Jansen et
    al.
    1992) el cual puede afectar la cantidad de l-arginina
    disponible para las NOS; y (4) la generación de radicales
    libres de oxigeno. En conclusión, el NO es un nuevo e
    importante mensajero que participa en numerosos procesos
    biológicos en humanos y cuyo conocimiento
    es necesario en el momento actual en consideración a su
    interés
    patogénico y terapéutico.

     

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    Miguel Rondón Nucete

    En MedULA, Revista de
    Facultad de Medicina,
    Universidad de
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    Unidad de Nefrología, Diálisis y
    Transplante Renal. Departamento de Medicina. Facultad de
    Medicina. Universidad de Los Andes. Mérida.
    Venezuela.

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