En todo el mundo, cada día, aumenta el parque
automovilístico, los kilómetros de autopistas
construidas y los desplazamientos, tanto de usuarios particulares
como de transporte
público y de mercancías. El uso de autopistas y/o
autovías para los desplazamientos, cortos o largos, se ve
favorecido por la mayor seguridad en
cuanto a evitar accidentes, la
comodidad en la conducción, su menor congestión y
el ahorro de
tiempo que
supone al ser los trazados más idóneos y verse
aumentado los límites de
velocidad
respecto a las carreteras normales.
Pero no todo han de ser ventajas y, así, la
construcción de las autopistas hay que
pagarlas de una u otra manera: financiándolas a
través de los impuestos que
pagamos o realizando un pago por uso (peaje). Otra modalidad es
la denominada "peaje en la sombra", por la que una empresa
privada construye y mantiene la autopista a cambio de una
concesión de explotación por un largo periodo de
tiempo, corriendo la financiación a cargo de los presupuestos
del Estado, con un
canon anual en función
del tráfico. Dependiendo del país de que se trate,
primará una u otra modalidad, pudiendo coexistir ambas. El
peaje tiene la ventaja de que paga quién la usa y "la
deteriora", por lo que parece una modalidad de
financiación más justa que la otra, en la que
pagamos todos, pero tiene la desventaja de que en ese caso
solamente se construirán las autopistas que se consideren
rentables, por lo que la red de autopistas se puede
ver muy limitada, lo que redunda en un menor confort, más
número de accidentes, más contaminación y más horas perdidas
en desplazamientos.
El "Telepeaje", Peaje Dinámico o Peaje
Electrónico, como se le viene a llamar en distintos
países, es un sistema que
permite abonar el peaje sin detenerse en las autopistas ni tener
que recoger ticket alguno, evitando largas colas y la necesidad
de manejar tarjetas de
crédito
o dinero en
efectivo para ello, lo que resulta una comodidad para los
conductores y un ahorro de tiempo.
El Telepeaje consiste en la identificación del
usuario que pasa por una vía determinada de la
estación de peaje gracias a un pequeño transmisor
instalado en su vehículo, que es reconocido por una antena
colocada en las vías que aceptan este sistema de
pago.
Este pequeño transmisor recibe diferentes
denominaciones: TAG, OBE (On Board Equipment), Teletac,
OBU (On Board Unit), etc. Pero como el telepeaje no
está extendido plenamente y este sistema ha de coexistir
con los tradicionales métodos de
pago, el dinero en
efectivo o las tarjetas de crédito, es por eso que en las
estaciones de peaje se habilitan vías específicas
para cada uno de ellos y, así, en las vías de la
estación de peaje señaladas como vias manuales y,
por lo tanto, atendidas por un peajista, se puede abonar el
importe del peaje en metálico o con la mayoría de
las principales tarjetas magnéticas de pago.
El pago con tarjeta es más cómodo y
rápido que el pago con efectivo, ya que reduce el tiempo
de espera en la estación de peaje. Además, este
sistema permite recibir información detallada sobre los
tránsitos realizados por la autopista. Para pagar el
importe del peaje con una tarjeta, puede optar por las
vías exclusivas para tarjetas de crédito
denominadas vias automáticas y señalizadas
con el criptograma del encabezamiento, o por las vías
denominadas mixtas que incluyan este criptograma. Todas las
autopistas informan antes de llegar a la estación de
peaje, de las tarjetas que aceptan para el pago del peaje, para
que el conductor esté preparado y sepa por cual de las
vías acceder al peaje.
Distintas
iniciativas y funcionamiento
En España las
principales empresas
concesionarias de autopistas y las tres grandes redes de medios de pago
-Servired, Sistema 4B y Euro 6000- firmaron hace algún
tiempo un acuerdo para pactar un sistema único que hiciera
posible la extensión del peaje dinámico -el abono
del peaje sin tener que parar el vehículo- a todas las
autopistas españolas.
Los usuarios que utilicen el sistema de telepeaje, por
ejemplo Teletac, pueden, además, adherirse a un programa de
descuentos que pueden llegar hasta el 50%, según la
utilización del servicio, lo
que es una gran ventaja para los usuarios que viajan mucho por
estas autopistas.
El telepeaje, que se emplea en numerosos países
de todo el mundo, es un procedimiento de
pago automático que evita la formación de atascos y
retenciones en los accesos y salidas de las autopistas. El nuevo
procedimiento de pago se basa en un microchip instalado en el
automóvil particular que, al llegar al peaje, se comunica
electrónicamente con el sistema de control y le
facilita los datos sobre el
recorrido realizado por la autopista y sobre la cuenta bancaria
de la tarjeta de pago a la que hay que cargar la factura. El
conductor, a través de un contrato previo,
abona el peaje sin tener que detener el coche y con cargo a su
cuenta bancaria.
El transmisor (TAG o tarjeta de RFID), que proporcionan
algunas entidades bancarias, se coloca en el parabrisas del
vehículo, siguiendo las instrucciones que el emisor del
mismo facilita y, en algunos vehículos, se habilita de
serie un lugar específico para la colocación del
transmisor, para evitar así problemas de
recepción que se dan en los vehículos que disponen
de parabrisas atérmicos.
La colocación del TAG en el retrovisor no es
casual ya que el sistema está diseñado contando con
que éste se encuentre a 1,5 metros del suelo y con
visión directa hacia una antena que se sitúa encima
del carril de entrada en el peaje y con la que se comunica. El
TAG, aunque alimentado por pilas,
está siempre "dormido", realizando un consumo
mínimo que asegura que dure al menos 5 años, y
solamente se "despierta" al llegarle una transmisión de la
antena de peaje, de la que toma también energía
para enviar sus respuestas.
El TAG o transponder contiene un microchip (EEPROM) en
el que se almacenan los datos bancarios del usuario. Una vez que
el vehículo se aproxima a la barrera, el sistema
envía una serie de ondas con la
información necesaria para que el telepeaje anote los
datos y pueda cobrase de forma automática. Este mecanismo,
por tanto, funciona mediante ondas electromagnéticas, en
la banda de 5,8 GHz, que tienen entre otras, propiedades
relacionadas con la frecuencia; así, cuanto mayor es esta,
más información puede transportar, pero tienen
menor poder de
penetración a través de obstáculos, aunque
son más fáciles de dirigir en forma de
haz.
Esto va a permitir emitir un haz de microondas
desde la antena a una zona de la vía, con la
garantía de que sólo se leerán las ondas
procedentes de la propia vía y no la de vías
contiguas.
Esta iniciativa está enmarcada en otra más
ambiciosa, que persigue pactar un sistema único y
común de peaje dinámico para todas las autopistas
de la Unión
Europea (UE), como veremos. Por ejemplo, en España
"Vía T" es la denominación del nuevo sistema de
telepeaje interoperable que está siendo implantado por
ASETA (Asociación de Sociedades
Españolas Concesionarias de Autopistas) en todas las
autopistas de peaje, que suman cerca de 3.000 km. Esto supone que
con un único transmisor u OBE, el usuario podrá
circular por todas las autopistas de peaje de España, no
siendo necesario para los más de 7.000 km de
autovías y autopistas libres.
En diciembre de 2003 se aprobó la Directiva
Europea de Telepeaje, que puso las bases que regularán el
futuro próximo de las autopistas comunitarias de pago.
Para el conjunto de la Unión Europea se ha establecido el
horizonte 2008-12 como fecha para recomendar la
instalación de las nuevas
tecnologías de pago que surjan al amparo del
programa Galileo, sistema de comunicaciones
y posicionamiento
por satélite. Entre ellas se encuentras las de microondas
de corto alcance (TAG) y las basadas en la combinación de
sistemas de
satélite y redes celulares, que permiten el paso de
vehículos mediante unos dispositivos que se ubican en el
propio coche, de manera que las tarifas se cargan directamente
sin necesidad de detenerlo.
Como consecuencia de la aplicación de esta
Directiva, el reglamento general de la circulación
español, aprobado en el BOE el 23 de
diciembre de 2003, ya incluye dos señales
nuevas de tráfico que identifican las vías de
telepeaje y obligan a quien vaya a pagar el importe del peaje por
este método, a
estar equipado con un OBE válido.
Las señales oficiales representan una T blanca
en tres cuerpos sobre fondo azul. La señal redonda
identifica las vías de la estación de peaje donde
el Telepeaje es el único sistema de pago aceptado que se
denominan vías dedicadas. La señal rectangular
indica que la vía así señalada es una
vía mixta, en la que conviven el pago con el sistema de
telepeaje junto con otros métodos que se
especifican.
El uso del Telepeaje es sencillo y rápido, pero,
en general sólo es válido, hoy por hoy, para
vehículos ligeros, salvo en los casos en que se
especifique la posibilidad de uso para vehículos pesados.
Una vez que el vehículo dispone de un OBE válido,
sólo tendrá que fijarse, cuando se aproxime a la
estación de peaje, en qué vías se acepta el
pago con este sistema y pasar por una de ellas sin preocuparse de
nada más. Eso sí, el paso, en la estación de
peaje, por una vía de Telepeaje requiere, por motivos de
seguridad, no sobrepasar unos límites de velocidad
específicamente señalizados en la vía, que
suele ser de unos 40 a 60 km/h.
En caso de acceder a un tramo de autopista con peaje
cerrado, es decir un tramo de autopista en el que primero se
recoge un ticket y se abona a la salida según el recorrido
realizado, el usuario que quiera pagar por este método,
deberá entrar y salir por vías expresamente
señalizadas como de Telepeaje, sin necesidad de detenerse
para recoger ticket alguno. Al entrar y salir de la autopista por
una vía de Telepeaje, no es necesario realizar ninguna
parada.
En Francia el
telepeaje con TAG único, lanzado en el año 2000,
que ya supera el millón de unidades, es una realidad
exitosa y ello permite ahorrar tiempo sea cual sea la empresa
concesionaria de la autopista por la que se circula.
Entre las cifras clave del año 2005 cabe
destacar: 8.000 km de red equipada, un millón de
transacciones registradas cada día y unas 4.000 peticiones
de abono por semana, cifras que llegan a sorprender a los propios
expertos. Antes de ponerse de acuerdo sobre la idea de un TAG
único y de un servicio común -bautizado "Liber T"-,
cada empresa
concesionaria de autopistas tenía su propio servicio de
telepeaje y cada abono tenía validez únicamente en
la red de la empresa que lo expedía y a menudo la tecnología era
incompatible de una autopista a otra, una situación que
obligaba a los usuarios más asiduos a viajar con una
colección de tarjetas.
En Italia la empresa
Autostrade declara tener 3 millones de TAGs en circulación
y su servicio Telepass, que ya tiene 15 años de
existencia, parece igual de eficaz que el francés. Ahora,
la próxima etapa consistirá en garantizar la
compatibilidad entre los TAGs de un país a
otro.
En otros países en dónde las autopistas
han sido de uso libre, como es el caso de Alemania, a
partir de enero de 2005 y tras superar algunos problemas
iniciales se ha impuesto un
sistema de telepeaje, inicialmente en versión reducida,
llamado "Toll Collect", para camiones de más de 12
toneladas, mientras que el sistema con funcionalidad completa se
lanzará en 2006. Hay que tener en cuenta que Alemania, por
estar en el centro de Europa, es un
país de tránsito para muchos vehículos
pesados y este canon es una manera de recaudar fondos para
mantener las autopistas existentes y crear otras nuevas. Toll
Collect es un consorcio de empresas, formado en 2002, por las
alemanas Deutsche Telekom, DaimlerChrysler y la
francesa Cofiroute.
Sistema de
Telepeaje (Toll collect)
En el caso alemán, la tecnología empleada
es algo diferente a la española y la francesa, pues no
utiliza las microondas, sino que el sistema, más avanzado,
consta de un módulo (OBU) compuesto por un receptor
GPS que permite
marcar en todo momento la ruta seguida por el vehículo en
cuestión, un módulo DSRC (Dedicated Short Range
Communication) que ahora mediante infrarrojos y en un futuro
microondas, para poder interoperar con otros sistemas europeos,
transmite información de localización a puentes y
vehículos de control, y la ayuda de la telefonía móvil GSM/GPRS para
la transmisión de los datos al centro de control, que
realiza automáticamente los cálculos para el cobro
en toda la red de autopistas federales, que en Alemania superan
los 12.000 km, según los kilómetros recorridos, el
número de ejes y de la categoría según las
emisiones contaminantes. El pago también se puede realizar
manualmente en los terminales de peaje o, por adelantado,
vía Internet, pero esto,
evidentemente, resulta mucho menos cómodo y
práctico.
El problema para los usuarios, en sus desplazamientos,
puede venir por la falta de interoperabilidad de los distintos
sistemas existentes. La Directiva aprobada por el Consejo de la
UE permite la percepción
electrónica de todos los tipos de
cánones de carretera mediante: el sistema de satélites
complementado con el GSM móvil; las microondas a 5,8 GHz,
y el de "satélites con infrarrojos", pero se pretende que
todos los sistemas actuales abandonen la tecnología de
microondas (TAG) y pasen a una tecnología basada en la
localización por satélite y en las comunicaciones
móviles. La Directiva 2004/52/CE, de 29 de abril,
prevé que todos los sistemas de la UE sean interoperables
a partir del año 2012, cuando sólo esté en
funcionamiento el sistema de satélites europeo o "Servicio
Europeo de Telepeaje".
La Comisión presentará en 2009 un informe sobre
el estado de
los sistemas de telepeaje, y si el sistema de satélites
europeo Galileo funciona correctamente, se hará
obligatorio el cambio a partir de 2012. Además, como muy
tarde en el 2005 la mitad de los carriles de pago de cada
área de peaje deberán estar equipados con sistemas
de pago electrónico.
ASETA | http://www.aseta.es |
Liber-T _Francia | http://www.area-autoroutes.fr/htm/c10_liberte.htm |
Toll Collect_Alemania | http://www.toll-collect.de/ |
Telepass_Italia | http://www.telepass.it/ |
José Manuel Huidobro
Ing. de Telecomunicación