- Introducción al
trabajo - El adelantado:
introducción - Apartado primero: Rafael
Fdsotrr en la escuela - Apartado segundo: oficialidades
y no oficialidades - Apartado tercero: más
rarezas y anécdotas de Fdsotrr - Apartado cuarto: inagotables
influencias de Fdsotrr en
lingüística
El siguiente trabajo tiene
como objetivo
intentar reflejar a modo de integración los temas que más me
agradaron de la materia
Lingüística I. La arquitectura del
mismo es muy arriesgada y, en términos de Sklovski,
"desautomatizadora", pero tomo ese riesgo y me hago
cargo de los golpes. El hilo conductor del trabajo es una
historia
totalmente ficticia de una persona que
asegura que los principales "padres" de las investigaciones
lingüísticas son sólo estafadores y ladrones
de ideas, y que les han arrebatado todas las teorías
a un tal Rafael Fdsotrr. Con esta excusa ficcional, intento
aplicar de una manera poco convencional y lo más original
posible algunos de los puntos de mayor importancia sobre lo visto
en clase y lo
estudiado.
Jamás dejaba de cuestionarse, hasta la mayor
profundidad, el por qué de todas las cosas. Claro que eso
es una actitud normal
en un niño que ingresa en la preadolescencia. El problema
es que este niño tenía sólo siete
años cuando empezó a hacerlo, y su capacidad
reflexiva era un poco exagerada para su edad. Más
aún, su vocabulario general era elevadísimo,
producto de su
sin precedentes fanatismo por la
lectura.
Nunca dejó, desde los dos años, edad en
que aprendió a leer digamos "de corrido", de abrir textos
literarios como cuentos,
poesía
y hasta novelas. Para los
cuatro años creo que había leído ya las
obras completas de Julio Verne. En seis meses más leyó las
de Borges, incluida
la poética. Lo peor es que lograba llegarle todo a su
corazón, no leía nada por el
sólo hecho de leerlo. Leía y analizaba. Sin
embargo, jugaba fútbol y con los muñecos con sus
amigos, como cualquier chico. Sólo los padres
sabían lo mucho que leía, lo mucho que
reflexionaba. Por lo demás, era, cuando quería, un
niño normal, e incluso adaptaba su código
lingüístico con sus amigos.
La historia se sitúa en Zdrlkjuhbdvgkjb, en el
año 1860, cuando al parecer las escuelas
lingüísticas comenzaban a hacer sus aportes.
¿Por qué pongo a cuento el
comentario de las escuelas lingüísticas? No es que
quiera hablar de lingüística, pero sucede que cuando
comience a desarrollar unas breves reseñas de la conducta de este
muchachito, pondré en peligro la autoría de
teorías lingüísticas que se atribuyen con
tanta seguridad a
sujetos como Saussure, Peirce y otros.
Siempre tuve la seguridad de que la historia hace
trampa, constantemente; de que la historia es injusta, roba,
etiqueta a unos para desplazar a otros. Y, no nos
engañemos: el hombre
siempre está sediento de trascendencia. Pero el caso que
nos compete es mucho más que injusto, y tengo documentos para
demostrarlo. Para empezar diré, con la soberbia del que
tiene la verdad, que Ferdinand de Saussure es un mafioso,
quizá el primero de la historia, y debe figurar antes como
mafioso que como lingüista. ¿Con que no me creen?
¿Acaso se sabe realmente a quién le arrebató
de sus manos la primer teoría
relacionada a la lingüística, "Ensayo sobre las
lenguas", e incluso "Memoria sobre el sistema primitivo
de las vocales en las lenguas indoeuropeas"? ¿Se
conoce de dónde tomaron despóticamente Ch. Vally y
A. Sechehaye la primera edición
del "Curso de Lingüística general"? ¿No
les parece un poco extraño que este canalla ladrón
haya volcado sus estudios tan bruscamente desde el
sánscrito, la física y las ciencias
naturales hasta la lingüística y las
revolucionarias teorías que se le atribuyen?
Veamos sólo unos detalles de pasajes de la vida
de este niño, que no sólo resulta ser el verdadero
autor de todo origen de los estudios lingüísticos,
sino también de todo lo que derivó de ellos. Veamos
ahora a Rafael Fdsotrr. Y revolucionemos la historia.
LO REPITO: TENGO DOCUMENTOS.
APARTADO PRIMERO:
RAFAEL FDSOTRR EN LA ESCUELA
Es hasta desagradable ver que un niño se comporta
como un adulto. ¿Cuántas veces hemos visto en
programas de
televisión
a los niño-maduros que actúan en elencos de
programas infantiles y tienen una manera de hablar igual a la de
los contaminados adultos? Si hay algo rescatable en un
niño, es precisamente que no es un adulto. Por eso es que
quiero dejar bien en claro que Rafael Fdsotrr es sólo un
niño, y no habla, aunque pueda hacerlo tranquilamente,
como una persona mayor de lo que es. Y cuando lo hace,
sólo está jugando.
Pero (e insisto, tengo pruebas)
cuando un día la profesora preguntó con dulce
sonrisa a la clase de quinto año qué era para ellos
la palabra (con el único fin de comenzar a hablar de
poesía, ¡pobrecita!), nuestro amiguito salió
con la siguiente respuesta:
– Palabra es un término incluido en una disciplina a
la que yo llamaría tal vez "Lingüística"; no
sé, tengo que ver cómo voy a llamar a esta
disciplina. Pero lo cierto es que, ya que me hicieron "romper el
silencio", ahora opino un ratito: …
– ¿Lingüística? – preguntó la
profesora, entre desconcertada y curiosa.
– Sí, si, Lingüística, por ahora-
respondió el particular jovencito, y continuó. -El
problema es que no se bien, aún, cómo definir bien
este nuevo campo que estoy haciendo mientras no tengo nada
más divertido que hacer, jiji. Lingüística
puede definirse a la ciencia que
estudia el lenguaje.
Pero no me convence esta definición. Al menos, si los
términos "ciencia" y
"lenguaje"
fueran menos polisémicos, sería más
reconfortante. Pero tanto uno como otro término son en
esencia difíciles de definir. Cada uno define de un modo
distinto "ciencia". Lo mismo pasa con "lenguaje". Me temo que el
término "lenguaje" es tan abarcativo, que cada uno de los
que está aquí podría "recortar" una parte de
ese objeto con propiedades comunes que todos conocemos en general
como "lenguaje". Estaríamos trabajando con pedazos
distintos de esa definición y, sin embargo,
seguiríamos dentro del campo del estudio del
lenguaje.-
La profesora, un poco atónita ante semejante
discurso y
totalmente descarrilada su clase, no tuvo mejor ocurrencia que
atinar, defensivamente, a preguntarle: – ¿no te parece que
estás hablando de lo mismo que hablamos en gramática, pero con palabras
más… difíciles?
-No, – respondió. -La lingüística, a
comparación de la gramática que estamos viendo
siempre en la escuela, no
sería una ciencia normativa. Es decir que
lingüística no es gramática, para nada: la
gramática establece siempre qué está bien
expresado o dicho, y qué está mal. La
gramática es estrictamente normativa. La
lingüística es más descriptiva o explicativa;
no juzja: explica. –
Uno de los alumnos rió, y mirando a la profesora,
dijo: -Ja, la gramática no sirve para nada.-
El jovencito le respondió: -La gramática
sí sirve: es como parte de la lingüística. Lo
que pasa es que, para partir de cualquier cosa, necesitamos de
convenciones, de reglas. Y la gramática es el principio
ordenador de esas convenciones, y por eso tiene que ser normativa
y llena de reglas. Esto es un poco despótico, un poco
fascista, pero es así: somos hijos de las reglas, de la
arbitrariedad, de la convención. Sin la convención,
muere el hombre.-
-Eso es mentira, yo no pienso así- , le dijo una
compañera que no podía soportar esta
definición.
-¿Ah, sí? – respondió nuestro
adelantado niño: -¿cómo hiciste
recién para responderme lo que me respondiste? Tuviste que
hablarme, ¿no? ¿Y qué es hablar? Hablar es
usar el lenguaje. ¿Y qué es el lenguaje? Un
montón de signos que se
mezclan para la buena comunicación. ¿Y qué son
estos signos? Convenciones, símbolos que se materializaron "porque
sí", sin ningún principio racional, sino con un
principio de total arbitrariedad.- La señorita no
volvió a discutirle nada más a este personaje, que
continuó: – Si, la Lingüística podría
ser tranquilamente una ciencia, porque se puede estudiar
(según unas notitas que estoy haciendo sobre el tema
cuando estoy aburrido) de una manera sistemática.
También puede ser observacional y, fundamentalmente, tiene
un objeto de estudio que es el lenguaje. Pero como dijimos que
Lenguaje es difícil de definir, sospecho que los que me
den algo de bolilla sobre este estudio nuevo no van a poder hablar
sobre una sola LINGUISTICA,
sino sobre varias teorías lingüísticas en base
a qué punto se le de importancia y a cuál no sobre
este polosémico término.-
Era evidente que nuestro jovencito estaba jugando con
sus compañeros. Supongo que, si bien le agradaban mucho
sus improvisados monólogos, no sospechaba que el estudio
de la lingüística podría hacerse verdadero y
científico, como lo hiciera luego el ladrón de
Ferdinand de Saussure. Pero como dijo Einstein: "La
imaginación es más importante que el
conocimiento"; aquí, Rafael Fdsotrr estaba haciendo
peligroso uso de esa imaginación que menciona
Einstein.
APARTADO SEGUNDO:
OFICIALIDADES Y NO OFICIALIDADES
Cualquiera que haya revisado un poco la historia oficial
de la Lingüística debería decir que Saussure
es su Padre auténtico, que mediante la corriente
denominada "los jóvenes gramáticos", y
específicamente dentro de la corriente de los
neo-gramáticos, constituye las bases de su revolucionaria
ciencia. La historia oficial también dice que en la
escuela de los neogramáticos, se investigaba cómo
una lengua cambia
en distintos momentos y en distintas épocas, y que por
principio de analogía se trabajaba el estudio de esos
cambios. También empieza el cuento de que Saussure es el
que decide recortar la lengua del objeto de estudio enorme que es
el lenguaje (= lengua + habla), porque en la lengua se puede
sistematizar el estudio y explicarla de manera rigurosa, mientras
que en el caso del habla, las cosas son muy relativas a la
cultura, al
contexto, y esto a Saussure ya deja de interesarle un poco (Sapir
será, en alguna medida, el interesado en lo que deja
Saussure). También se le atribuye históricamente a
Saussure los términos "significado" y "significante", que
están estrechamente relacionados a la arbitrariedad de la
que hablaba (mucho tiempo antes!)
en el apartado anterior nuestro Rafael. Estos términos
fueron polémicos en los escritos de los alumnos de
Saussure, ya que esta imagen dual del
signo (SIGNO = significado + significante) tenía, en un
principio, una relación de arbitrariedad pura; es decir
que cuando se nombraba por ejemplo el elemento MESA, que es en
esencia el CONCEPTO, la
representación que el receptor se hace de ese concepto (la
imagen psíquica de la mesa; el mueble), o sea la IMAGEN
ACUSTICA, se crea por convención y por arbitrariedad, y no
por ningún principio lógico o racional: la palabra
MESA nada tiene que ver con una mesa, sino que sólo la
simboliza, la evoca. Por eso, "arbitraria" tal vez no sea la
palabra adecuada para mencionar esta relación, sino
quizás "inmotivada". En esto también se corrige el
propio Saussure.
Luego y oficialmente, Benveniste empieza de nuevo a
aclarar este problema entre significado y significante y su
relación, señalando que ésta es más
bien una relación de NECESIDAD. Esta explicación es
del todo válida, ya que cuando simbolizamos una mesa
mediante el conjunto de fonemas M-E-S-A, inmediatamente la masa
fónica es inseparable e imprescindible para la masa
conceptual. Es sólo una definición más
apropiada para aclarar las palabras inexactas de
Saussure.
Está bien, todo esto es correctísimo.
Ahora: ¿cómo se explica que, un poco antes de que
estas escuelas y obras salieran a la luz, nuestro
amigo Rafael ya estaba discurriendo acertadamente sobre
exactamente lo mismo? ¿Cómo explico los
cuadernos de quinto año de la secundaria que tengo
aquí, a mi lado, sin que se le atribuyan al estafador de
Saussure? ¿Cómo detallo que uno de sus
compañeros, en 1869, le prestaba una especial atención a sus monólogos juguetones?
¿Cómo explico la manera compulsiva de tomar apuntes
que tenía este joven llamado Ferdinand de Saussure,
compañero de Rafael Fdsotrr? Pero díganme, los que
vayan comenzando a hilvanar este diabólico enredo:
¿no es injusto…?
APARTADO TERCERO:
MÁS RAREZAS Y ANÉCDOTAS DE FDSOTRR
El joven Fdsotrr, en ese último año de la
escuela, escribió en sus momentos de ocio todo lo que se
le atribuye a Saussure. También, cuando se habla de Peirce
y su signo triádico, se lo compara de nuevo a Saussure y,
obviamente, no a nuestro Rafael, verdadero padre de la
lingüística. Peirce, de quien se dice que no
conoció a Saussure, sí conoció a Rafael.
Claro, es todo tan lógico… Saussure no decía
a nadie sobre los conocimientos que estaba robando a Fdsotrr, por
eso cuando una vez se encontraron él, Fsdotrr y Peirce en
un Congreso internacional en Ginebra, al que Peirce
asistió casi por casualidad (y Saussure y Rafael
asistieron por obligación de la escuela), Peirce y el
joven Rafael se unieron en seguida por una simple casualidad,
como siempre ocurre. También, como Saussure estaba
constantemente pegado a Fdsotrr robándole descaradamente
sus ideas y tomando apuntes casi en su presencia de las
genialidades que su creatividad
emanaba, también él estaba con Fdsotrr y Peirce,
sólo que Saussure ocultaba sus conocimientois
(extraídos de Rafael), mientras que Fdsotrr no mostraba
egoísmo alguno en repetir conceptos que le habían
gustado. Y, como no podía ser de otra manera, al joven
Peirce le alcanzó esa tarde que duró el Congreso
para tomar algunos apuntes sobre sus brillantes discursos
acerca del lenguaje. Pero claro, todo esto no figura en ninguna
cronología ni biografía. Lo
único diferente en el robo de Peirce es que éste,
al tener un poco más de escrúpulos éticos
que Saussure y también un poco más de creatividad y
genio propio, decidió introducir algunas modificaciones a
esa teoría que después le conocimos sobre el SIGNO
TRIÁDICO. Peirce también robó de Rafael el
SIGNIFICADO (al que rebautiza como FORMA) y el SIGNIFICANTE (al
que rebautiza PENSAMIENTO).
Pero además le robó el tercer elemento que denomina
REFERENTE, que es el objeto real al que evoca, mediante la forma,
al pensamiento de ese objeto. Por ejemplo: si se nombra SILLA
(forma), esa forma producirá un pensamiento determinado
que no será ni la imagen de una mesa ni la de un sombrero,
sino, justamente, la del mueble que tiene cuatro patas, una
superficie plana y un respaldo; es decir, la silla. Pero
también existe el elemento real, verdadero, tangible, que
sólo evocan estas palabras y que no pueden traer siempre a
los sentidos
del receptor. Ese elemento empírico, concreto, es
el referente. Estos datos
conceptuales que estoy dando son sólo algunos de los
inescrupulosos robos y plagios que, entre Saussure y Peirce, se
encargaron de confundir maquiavélicamente la
historia.
Poco después vendrán todas las discusiones
acerca de las diferencias entre Semiología y Semiótica, que se pueden reexplicar a
partir de este trágico error histórico de falsos
padres y verdaderos creadores tapados por la tiranía de la
vida. El problema a este respecto es que actualmente se explica
que las diferencias entre semiología y semiótica
tienen mucho que ver con las diferentes escuelas; el
término SEMIOLOGÍA es asociado inmediatamente con
la "escuela" de Saussure, ya que también se conoce a
través de Saussure el estudio de la lengua en
términos de sistema; esto implica ver al sistema de la
lengua como cualquier otro sistema, con sus propiedades
particulares, con un todo constituido por cada una de las partes,
por la interacción y armonía de cada una de
esas partes y por la alteración del todo si una de esas
partes se elimina. Ejemplos de otros sistemas son: el
sistema solar, el
cuerpo humano,
etc. Sin embargo, Saussure, aunque es considerado
estructuralista, nunca habla de estructura
sino de sistema, aunque lo plantea con la misma definición
con la que hacemos referencia a la estructura. En cambio, cuando
hablamos de SEMIÓTICA, el término nos lleva a
nuestro amigo Peirce. También se ha dicho que una
importante diferencia entre estos dos autores es que, mientras
Saussure piensa en términos de sistema, Peirce lo hace en
términos de signos, lo cual es mucho más
abarcativo. ¡Las autorías y las escuelas son una
mentira! Todo ha partido de Rafael Fsdotrr, la teoría de
Peirce y la de Saussure, no hay escuelas ni diferencia entre
semiótica y semiología porque todo fue creado por
una misma persona! ¡Y la
organización de la experiencia humana en primeridad,
segundidad y terceridad de Peirce fue también
extraída de las ideas de Rafael! Recuerdo el diálogo
perfectamente:
Fdsotrr: -…imagina que una rama se te cae encima
de tu cabeza (decía, ya entusiasmado por su propia idea en
esa tarde en la que se encontró por única vez con
Peirce): ¿qué te pasaría? Tres cosas:
primero, el propio hecho de que se te caiga esa rama;
después te dejaría inconsciente el golpe; y
después, en el hospital, te dirían que fue una rama
la que te golpeó en la cabeza. En unas notitas que hago
cuando no tengo nada que hacer, bauticé estas cosas que
pasan como Primeridad a la cualidad de la cosa, segundidad a lo
que te está pasando y terceridad a cómo decodificas
en tu cabeza lo que sucedió contigo.
¿Entiendes?-
Peirce: -…cla…claro, espera que lo anote,
¿puedo?-
Esa tarde, Rafael también le habló de la
composición triádica del signo, casi expresamente,
cuando le explicó la importancia de la
clasificación en tres, ya que un tercer elemento es algo
que pone en relación a un elemento con otro. Así,
discurrió nuestro amigo sobre la intervención del
signo entre el objeto y el interpretante (es decir, el concepto
que se atribuyó a Peirce sobre la idea triádica del
signo). El objeto, o aquello que el signo representa, es
representado por el representante o signo propiamente dicho. El
interpretante es un nuevo signo generado por el
intérprete, según los usos de su cultura. Todos
estos conceptos fueron recibidos por Peirce esa tarde, y todos
ellos fueron inescrupulosamente robados.
Está bien que luego Peirce evolucionó
teóricamente con sus clasificaciones: una sumamente
importante es aquella que clasifica los signos según la
relación que estos tienen con el objeto que representan.
Si, por ejemplo, se representa un dibujo de una
vaca, una cabeza de una vaca o la palabra vaca son tres signos
diferentes del objeto vaca. El dibujo de la vaca, por ejemplo, es
un Icono, y se asemeja por similaridad con el objeto vaca, ya que
este dibujo, que representa las cualidades del animal, guarda con
él una relación analógica. En cambio, con
respecto a la cabeza de la vaca, es un signo Indicial: no
representa a la vaca por similaridad, sino más bien por
proximidad, ya que damos por sentado que la cabeza de la vaca y
su cuerpo son partes indivisibles en el imaginario, y entonces se
vincula la cabeza a la vaca "entera". Por último, la
palabra VACA, en si misma, no se asemeja a una vaca ni por
proximidad, sino que su relación con el objeto está
dada por pura convención (Símbolos se llama a estos
casos). Estos niveles pueden darse mezclados según las
características determinadas de la
comunicación en un ámbito social
determinado.
Esta interesante clasificación fue realizada
íntegramente por Peirce, está bien; pero…
¿de dónde la sacó? ¿Quién fue
su directo inspirador? Peirce le ha robado menos cosas a Rafael;
pero no por ello deja de ser Peirce un ladrón.
Además, respecto a la parcela teórica de
Peirce en donde trata el tema de una nueva triple
clasificación en tres componentes, que son: el
intérprete – el signo – el designado, puedo señalar
sin titubeos que en el instante en que Rafael y Peirce se
hallaban juntos en una de las salas del establecimiento en donde
se llevaba a cabo el congreso esa tarde, mantuvieron el siguiente
diálogo:
Peirce: Lloverá pronto.
Rafael: Signo natural.
Peirce: ¿qué?
Rafael: Signo natural, claro. Tiene que ver con un
proceso
semiótico. Un proceso semiótico es cuando un
intérprete reconoce un signo y comprende lo que designa.
Es lo que yo, cuando estaba bastante aburrido, apunté como
tal. Hay en la comunicación signos naturales y signos
convencionales. Un signo natural es lo que tú
interpretaste recién en tu proceso semiótico: para
decir "Lloverá pronto" tuviste que darte cuenta antes de
que había una gran cantidad de nubes negras en el cielo.
En el caso de los signos naturales, hay una relación con
lo que designa que es el resultado de una relación
natural. Por ejemplo: si tú ves nubes (que es el signo),
sabes que probablemente lloverá (que es el designado).
¿Entiendes?
Peirce: Claro, …cla…
Rafael: El caso de los signos convencionales es lo
contrario: entre los signos convencionales y sus designados,
inventados por el hombre y no por la naturaleza,
hay una relación arbitraria, predeterminada por el hombre,
convencional. Por ejemplo, la campana que acaba de sonar
anunciando una nueva ponencia. Fue el hombre, y no la naturaleza,
quien decidió que la campana iba a significar el anuncio
de una nueva ponencia. Esta relación es convencional, no
natural. ¿Entiendes?-
Peirce: Yo…
Rafael: También están los signos
icónicos, que guardan una relación de similitud con
el objeto designado, pero que a la vez esa relación es
también arbitraria; por ejemplo, algunas señales
de tránsito, que por un lado están hechas con
dibujos
similares al designado, pero por otra, los colores, por
ejemplo, transmiten mensajes de modo arbitrario.
Este fue el último diálogo interesante
(mejor dicho, monólogo) que sostuvieron nuestros amigos.
Observen bien las partes en las que habla Peirce y díganme
si sus atisbos de palabra merecen llamarlo el padre de la
Pragmática. Saquen sus propias conclusiones de la
verdadera autoría y paternidad de las
teorías…
APARTADO CUARTO:
INAGOTABLES INFLUENCIAS DE FDSOTRR EN
LINGÜÍSTICA.
¿Quiénes siguen a Peirce, es decir a
Fdsotrr? Eco, por ejemplo, con su notable definición:
"signo es cualquier cosa que esté en lugar de otra", es
decir, representando otra. Esto es un gran aporte a la
semiótica, ya que no son signos únicamente los
fonemas que conforman morfemas, sino también muchos otros,
que señalara casualmente el mismo Rafael,
proféticamente, cuando le habla a Peirce de signos
naturales y signos convencionales. Eco seguramente ha tomado esto
de los miserables apuntes de Peirce, pero no tengo datos sobre
ello. Me llama, sí, poderosamente la atención la
similitud de los conceptos.
Se dice que la perspectiva de Peirce es más
amplia que la de Saussure, quien no se ocupa del referente por
recortar sólo la lengua en su estudio. Yo
reescribiría esta frase y diría que Rafael ha ido
evolucionando en su propia teoría, fragmentada y manoseada
por los lingüistas "conocidos".
En el campo de la pragmática, de donde se
desprenden también las influencias evidentes de nuestro
Rafael, aunque más indirectamente robadas a él, se
han desprendido muchísimas teorías sobre el estudio
del lenguaje "en acción", en uso. La pragmática
comienza más intensamente con el estudio del manejo y
decodificación de los mensajes lingüísticos a
partir de determinados contextos y no sólo del sistema de
la lengua. Algunos contextos importantes son el
lingüístico (cotexto), el situacional o
pragmático (las circunstancias en las que se produce el
intercambio comunicativo), el sociocultural (pautas
socioculturales que determinan el intercambio comunicativo),
etcétera. Pero algo sumamente importante es el aporte de
alguien que, por fin, no ha robado inescrupulosamente a Rafael
sus teorías. Sí es innegable que ha sido, sin
saberlo, fuertemente influenciado por él. Paul Grice,
entonces, propone el concepto de Significado intencional (no
natural); por ejemplo: he estado todo
este trabajo intentando convencerlos de que el verdadero padre de
la expansión lingüística es Fdsotrr y no
Saussure ni Peirce ni Sapir ni Benveniste ni Grice. He tenido la
intención de que lo que dije y escribí les causara
un efecto, el efecto, en este caso, de la justicia de
reconocer verdaderamente al genuino padre de esta ciencia. La
intención mía está estrechamente relacionada
con la forma en que emito cada palabra de este trabajo. Lo que
realmente importa en estas buenas proposiciones de Grice es que
no es la aceptación del receptor, sino el reconocimiento
de mi intención. La intención es un concepto poco
desarrollado, aunque sugerido, en nuestro Rafael. Lo interesante
de este concepto es que desenmascara la pura e ingenua linealidad
de la comunicación (emisor-receptor-mensaje) para empezar
a marcar que, mientras el emisor emite su discurso, tiene la
intencionalidad de producir algún efecto en el receptor
(véase todo este trabajo). También entra en
juego, como se
dijo, el rol esencial del contexto como el gran "desambiguador",
como el encargado de enhebrar los códigos entre el emisor
y el receptor. Sólo así puede producirse una
comunicación: si el contexto logra, para decirlo de
algún modo, compatibilizar la competencia
cultural del emisor y del receptor. Es por ello, también,
que en pragmática no sólo importa aquello que se
dice linealmente (lo explícito), sinjo también
aquello que se quiere decir (lo implícito). Grice, en su
Teoría de las implicaturas, analiza la manera en que la
gente utiliza el lenguaje. De algún modo, el emisor le da
a su interlocutor muchas pistas para que aquél vaya
decodificando, mediante su capacidad para inferir, el verdadero
peso del mensaje y no su linealidad. Por eso existe entre ambos
una intencionalidad compartida y, por lo tanto, un pacto
cooperativo. Las implicaturas son, entonces, "inferencias
centradas en el plano de la intencionalidad". Las implicaturas
conversacionales se obtienen cuando se violan ostensiblemente las
máximas. ¿Qué quiere decir esto? Grice da
cuatro máximas mediante las cuales está regulado el
pacto cooperativo. Estas son De Cantidad (de información en la situación
comunicativa), De Calidad (tiene
que ver con la comprobable que sea lo que se está diciendo
y, en consecuencia, con su condición de verdad o
falsedad), De Relevancia (está relacionada con aquello que
importa decir o con lo que no es relevante decir; o sea, con el
criterio de selección
de información que el emisor tenga al momento de la
situación comunicativa) y De Modo (claridad de
expresión, evitando la ambiguedad o, por el contrario, la
excesiva prolijidad). Estas cuatro normas, para que
se produzca una óptima situación comunicativa, no
deben respetarse "a rajatabla", sino muy por el contrario, deben
violarse, y en especial OSTENSIBLEMENTE, manifiestamente,
abiertamente. La violación de las máximas, cuando
es en complicidad con el interlocutor, llevan al mensaje a una
dimensión más profunda y más
implícita, pero que no excluye a ninguno de los
interlocutores del círculo comunicativo sino que, muy por
el contrario, lo transportan a la verdadera esencia de la
comunicación en pragmática: la comunicación
condicionada por el contexto, el lenguaje en uso.
Debo pedir disculpas al haberme inmiscuido en fragmentos
importantes de teorías que no fueron arrebatadas a Rafael,
pero me ha emocionado y me emociona, hasta el día de hoy,
el saber que pudo haber existido gente con genio propio, como
Grice, y que no todos fueron arrebatadores de teorías,
como los mencionados. Quiero hacerle saber a la comunidad
científica que la historia roba, ofende, es
despótica hasta la perversión. Y yo, Rafael Fdsotrr
hijo, en nombre del genio de mi padre, tengo el deber, la
obligación, de subvertir el orden de la injusticia y de la
tolerancia.
Mi padre, a los ochenta y nueve años,
murió después de sólo dos días de
agonía, con un cuaderno en su mano, lleno de notas, con
apuntes que contenían letras extrañas que no
formaban parte de ningún idioma, y con otras palabras que
nunca ohí en mi vida, como "oclusivas", "guturales",
"nasales", "africadas", y demás palabras extrañas.
Seguro que
para ese momento estaba ya un poco loco, o alterado. El
inteligente y joven (14 años) hijo de su último
médico, que creo que se llamaba Charles Hockett, me
pidió el cuadernito de papá con tanta ingenuidad,
que decidí regalárselo. No sé si lo
habrá cuidado. Pero está en buenas
manos.
Serafín Campaña
pikoro47[arroba]hotmail.com
fernantazo[arroba]yahoo.com