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Aportes para la construcción del perfil epidemiológico sociocultural de una comunidad rural



     

    RESUMEN

    Este estudio combinó dos enfoques
    metodológicos para acceder a la morbilidad, tal como la
    concibe la población, provenientes uno de la antropología mediante el estudio de
    grupos focales
    y el otro de la sociología, partiendo de las propuestas de
    investigaciónacción.
    La investigación se adscribió a un programa de
    capacitación para la salud, gestionado por
    la
    organización regional campesina más importante
    de la zona, tomando como grupo focal a
    las mujeres campesinas miembros de esta organización, que participaron en
    cursos-talleres de capacitación para la salud y en un
    estudio etnobotánico de la región. La información proporcionada por ellas en
    estos espacios, permitió conformar de manera indirecta un
    perfil de morbilidad en el que un 30 por ciento de las enfermedades referidas
    resultaron ser básicamente de naturaleza
    sociocultural, algunas de éstas se ubican dentro de las
    diez más comunes en la región. Se destaca el
    paralelismo existente entre las enfermedades informadas como
    más frecuentes por el grupo focal y las atendidas por el
    Centro de Salud local, a excepción de las de naturaleza
    sociocultural. Dada su utilidad al
    expresar alteraciones cotidianas en la salud de la
    población que resultan onerosas en la economía familiar,
    incapacitantes en términos laborales y generadoras de
    sufrimiento evitable, se propone un registro
    patológico de naturaleza sociocultural mediante técnicas
    de investigación de disciplinas como la
    etnobotánica y la antropología social, en el
    contexto de la propuesta de los Sistemas Locales
    de Salud.

    Palabras clave: epidemiología, perfil
    epidemiológico sociocultural, medicina
    tradicional, antropología médica, mujer,
    etnobotánica, cultura,
    SILOS.

    González-Chévez L. Hersch-Martínez
    P. Aportes para la construcción del perfil
    epidemiológico sociocultural de una comunidad rural.
    Salud Publica
    Mex 1993; 35:393-402.

    ABSTRACT

    This study combines two methodological approaches in
    order to assess morbidity just as it is conceived by the
    population: the first approach -an anthropological perspective-
    is a qualitative study of focal groups; the second approach is a
    sociological study that draws upon participatory research
    proposals, and intends to related academic interest with the
    concerns that arise in the population. This research work was
    conducted with the Health Commission of the main peasant
    organization in the zone, as part of a health education program
    working with female peasants who also participated in an
    ethnobotanical participatory study and in health workshops. The
    information produced by these women in the two analytical space
    aforementioned, allowed the indirect conformation of a
    sociocultural morbidity profile for the zone. Participatory
    research, focal groups and ethnobotanical studies are useful in
    the characterization of an epidemiological profile of the
    sociocultural nature of diseases. In order to conform a synthetic
    epidemiology, it is necessary to take into account these diseases
    as health problems that generate poor performance at work,
    suffering and that deserve to be considered in local health
    systems (SILOS).

    Key words: epidemiology, sociocultural nature of
    diseases, traditional medicine, medical anthropology,
    ethnobotany, women, culture, SILOS.

    González-Chévez L. Hersch-Martínez
    P. Contributions to the construction of the sociocultural
    epidemiological profile in a rural community. Salud Publica Mex
    1993; 35:393-402.

    El perfil epidemiológico es un aspecto clave para
    el conocimiento
    de la situación de salud en una comunidad. Sin embargo, la
    construcción de éste a partir de un solo modelo
    interpretativo, el científico-explicativo, introduce un
    sesgo en el abordaje de la realidad social y de salud al
    considerar exclusivamente las entidades nosológicas
    reconocidas en el paradigma
    médico dominante. Este sesgo se incrementa en comunidades
    rurales e indígenas, en cuyo contexto cultural opera un
    conjunto de problemas de
    salud que, aun cuando son percibidos por la población,
    carecen de equivalente en la nosología médica
    oficial y, por tanto, no son detectados por las instituciones
    de salud (figura 1). De lo anterior resulta una serie de
    situaciones de susceptibilidad, riesgo y
    enfermedad no caracterizadas o definidas en términos
    epidemiológicos como necesidades de atención.(1) Sin embargo, estos
    "Síndromes de filiación cultural"* y otros
    numerosos y diversos padecimientos de índole
    sociocultural, no dejan de ser problemas reales en la
    cotidianidad de la población, onerosos para la unidad
    familiar y generadores de incapacidad laboral y
    sufrimiento.

    Desde esta perspectiva, la epidemiología, por su
    carácter de ciencia
    operativa y su enfoque colectivo,(5) requiere partir del
    reconocimiento de que existen en la comunidad problemas de salud
    con características particulares de tipo cultural que
    deben de tomarse en cuenta.

    La propuesta de un enfoque sociocultural para la
    epidemiología, -planteada en México por
    Menéndez a partir de los estudios realizados sobre
    epidemiología sociocultural en Canadá por el grupo
    girame (Groupe Interuniversitaire de Recherche en Anthropologie
    Médicale et en Ethnopsychiatrie)- subraya la necesidad de
    conformar una epidemiología sintética que nutra el
    perfil construido científica e intencionalmente por la
    investigación en salud
    pública actual, con otros perfiles
    epidemiológicos provenientes del saber y de la
    práctica de los médicos clínicos
    aplicativos, de los terapeutas no hegemónicos y de los
    conjuntos
    sociales mismos (6) (figura 2).

    Reconocer en el proceso
    salud-enfermedad-atención la dimensión cultural es
    el paso previo en que debe basarse una propuesta de este tipo. La
    cultura* permea lo sanitario de manera constante. Este
    reconocimiento adquiere particular relevancia en países
    pluriculturales como el nuestro,(8) aún en el marco de una
    afectación creciente y aparentemente irreversible de las
    culturas más tradicionales (como consecuencia de las
    políticas actuales y/o de las relaciones de
    dominación y explotación); es sólo a partir
    del conocimiento y valoración de los síndromes y
    padecimientos socioculturales que es posible abatir los
    daños inherentes a ellos.(9)

    La reformulación epidemiológica es una
    constante esencial, inherente a la historia misma de la salud
    pública y una necesidad en sí: con el paso del
    tiempo el
    análisis epidemiológico evoluciona
    al incorporar nuevos elementos, amplía y profundiza su
    campo como reflejo de otros procesos entre
    los que destaca la falta de una respuesta social organizada ante
    la enfermedad y la evolución misma del concepto de
    salud. En este proceso de reformulación continua -del que
    son expresión, por ejemplo, el enfoque de riesgo(10) y el
    paso de la medición del daño al
    reto de trabajar con indicadores de
    salud positiva-(11) cabe señalar el planteamiento de una
    epidemiología sintética,(6) término
    utilizado para subrayar la necesidad de expandir el enfoque
    operativo actual de la epidemiología. La discusión
    sobre la pertinencia o no de "calificar" a la
    epidemiología refleja la necesidad de un análisis
    más específico que escapa al cometido de este
    estudio (la reflexión, epistemológica incluso,
    podría iniciarse al postular la existencia de una
    epidemiología cartesiana y reconocer en ella los límites de
    "la" ciencia moderna;(12,13) en cuanto al paradigma mecanicista).
    El sentido en que se adjetiva aquí a la
    epidemiología, no implica exclusión o rechazo (que
    equivaldría a rechazar alcances irrefutables de que somos
    beneficiarios) sino complementariedad.

    La definición personal y
    cultural de salud, que no coincide necesariamente con la interpretación científica
    cartesiana, tiene implicaciones que se recogen incluso en la
    propuesta de los Sistemas Locales de Salud (SILOS):

    El concepto de salud tiene dos planos de
    interpretación fenomenológica: uno subjetivo,
    perceptivo del propio individuo, y
    otro objetivo,
    caracterizado por la conducta
    apreciable y más o menos medible en el área
    biológica, psicológica y social. Esta doble
    dimensión del estado de
    salud o enfermedad tiene implicaciones importantes en la
    atención de la salud, puesto que da lugar a dos
    definiciones posibles de necesidad de atención igualmente
    válidas, pero no siempre coincidentes: la personal,
    orientada por un modelo interpretativo básicamente
    cultural, y la profesional, basada en un modelo explicativo
    científico. Esta duplicidad en la definición
    constituye una de las dificultades y motivo de discusión
    para la búsqueda de parámetros de medición
    de la salud y la enfermedad…"(14)

    Un enfoque epidemiológico que abarque los
    aspectos socioculturales, es importante en el contexto de las
    políticas de salud actuales, ya que sería
    difícil sostener como metas de atención la equidad,
    calidad y
    eficiencia sin
    tener como referencia el punto de vista del "otro"; es decir,
    definir las necesidades y condiciones de salud-enfermedad de las
    comunidades desde un paradigma y una cultura ajenos a las mismas.
    Desde esta perspectiva, reconocer las limitaciones actuales de la
    epidemiología en el ámbito cultural y el desarrollo de
    una epidemiología sintética permite un acercamiento
    real y tangible a la población, y una plataforma
    más adecuada para el impulso de programas de
    salud con participación social.

    La investigación epidemiológica desde un
    enfoque sociocultural, plantea sin embargo limitaciones a las
    instituciones de salud por varias razones:

    1. Cuestiona el paradigma mecanicista dominante en la
    medicina occidental moderna, al incorporar concepciones
    diferentes del mundo y la realidad y, por lo tanto, de los
    motivos básicos de la reflexión
    epidemiológica (vida, muerte,
    salud, enfermedad, atención).

    2. Se remite estrictamente al ámbito local o
    regional, dada la diversidad geográfica y cultural del
    país, lo cual genera perfiles epidemiológicos
    diferentes.

    3. Los sistemas de
    información en salud no contemplan a la comunidad
    como fuente directa y/o activa, condición imprescindible
    para la construcción de un perfil epidemiológico
    sociocultural.

    MATERIAL Y
    METODOS

    Se planteó el diseño
    y aplicación de un modelo operativo que permitiese obtener
    una aproximación a la morbilidad sociocultural de una
    comunidad rural específica desde una perspectiva local,
    incorporando a nivel metodológico algunos procedimientos de
    la llamada investigación-acción, además de
    recursos y
    técnicas de antropología social, como es el estudio
    cualitativo de un grupo focal.* La selección
    de estos instrumentos metodológicos y su complementariedad
    responde a criterios de viabilidad, efectividad y reciprocidad.
    En este sentido, existen evidencias de
    que los resultados obtenidos a través de estudios
    cualitativos de corte antropológico (como es el estudio de
    grupos focales), coincide notoriamente con los datos registrados
    a través de técnicas epidemiológicas,
    alcanzando información estratégica respecto a
    problemas donde éstas fracasan y obtienen
    información limitada, además de ser más
    económica esta vía en términos de tiempo y
    recursos.(6)

    La investigación-acción pretende una mayor
    y más activa participación de la población
    en diversos momentos de la misma, vinculando las acciones
    grupales a problemas concretos susceptibles de reflexión
    conjunta en el contexto de un proceso organizativo y educativo
    local.(16)

    OPERACIONALIZACIÓN

    El estudio realizó en una zona rural, campesina e
    indígena al suroccidente de la Mixteca poblana. El bajo
    rendimiento agrícola en la región (considerando el
    alto porcentaje de cultivos de temporal, el elevado índice
    de terrenos pedregosos y en pendiente, y la baja
    precipitación pluvial anual)(17) ocasionó que la
    población buscara otras fuentes de
    ingresos como
    son la colecta y venta de flora
    medicinal silvestre, la maquila de bordado y la emigración
    a ciudades como México, Puebla, o a los Estados Unidos.
    La tasa de analfabetismo
    en mayores de 15 años es superior al 25 por ciento y el
    ausentismo escolar en los periodos de siembra y cosecha es del 45
    por ciento.(18) A pesar del incremento de vías de comunicación en la zona hacia el exterior
    en los últimos veinte años, la población
    conserva bastantes concepciones y prácticas tradicionales
    con respecto a la salud y la enfermedad, incluidas diversas
    entidades nosológicas y numerosas plantas
    medicinales cuya vegetación corresponde al llamado "bosque
    tropical caducifolio".(19)

    Problemas severos de salud en la zona son la desnutrición infantil (83 por ciento en la
    cabecera municipal), el alcoholismo y
    las enfermedades infecciosas digestivas y respiratorias,
    así como la falta de agua potable,
    de saneamiento básico y de asistencia médica
    suficiente tanto en la cabecera municipal como en otras
    localidades aledañas.(20)

    Esta región se seleccionó debido a la
    existencia local de un proceso de organización campesino que
    permitía coordinar el eje de interés
    académico con el eje de interés comunitario, al
    definir un plan de
    acción común: la investigación se
    adscribió como una actividad complementaria de un programa
    de educación
    para la salud, en apoyo a la organización campesina
    regional más importante de la zona (sur de la Mixteca
    Poblana, colindante con Morelos y Guerrero) mediante su
    Comisión de Salud. Esta adscripción permitió
    la participación de mujeres campesinas en el proceso de
    investigación, debido a que la comisión
    (considerado por nosotros el grupo focal) está constituida
    básicamente por mujeres de los diferentes poblados y
    rancherías de la región. Esta situación
    refleja la función de
    la mujer como
    encargada de la salud al interior del ámbito familiar,
    verdadero primer nivel de atención.

    El modelo interpretativo-aplicativo de salud-enfermedad
    y los padecimientos y enfermedades más representativos de
    la región según este grupo de mujeres (grupo
    focal), fueron investigados indirectamente a partir de la
    información proporcionada por ellas en los cursos-talleres
    de educación para la salud (llevado a cabo por el
    Colectivo de Educación e Información en Salud,
    A.C.) y en el estudio etnobotánico de la flora medicinal
    de la localidad.

    Los cursos-talleres de capacitación abarcaron los
    problemas de salud de la comunidad más comunes en el grupo
    y sus propias estrategias para
    solucionarlos, incorporando los siguientes temas:

    – El diagnóstico colectivo de los principales
    problemas en la comunidad y las enfermedades más
    frecuentes, tanto las reconocidas oficialmente por las
    instituciones de salud (clínica de campo de la
    localidad) como las que comúnmente tratan con medicina
    doméstica o con terapeutas tra- dicionales.

    – Los recursos
    humanos y materiales
    en salud disponibles en la comunidad.

    – Los hábitos alimentarios, niveles
    nutricionales y el aprovechamiento en ese sentido de los
    recursos de la región.

    – La situación sanitaria de la
    población.

    – La prevención, diagnóstico y
    tratamiento de las enfermedades más
    frecuentes.

     

    Debido a que en el marco de las comunidades
    indígenas y campesinas la flora medicinal constituye un
    recurso terapéutico fundamental, se realizó un
    estudio etnobotánico en la región. Se partió
    de la hipótesis de que los recursos
    terapéuticos utilizados en una localidad pueden
    constituirse en indicadores indirectos de morbilidad, mediante la
    caracterización diferencial de los padecimientos que
    motivan su uso. En este sentido, entre los antecedentes
    relacionados con el estudio de la flora medicinal como fuente de
    información sobre morbilidad, se encuentra la distribución porcentual del empleo de 140
    plantas
    medicinales registradas durante la aplicación del Programa
    de Interrelación de la Medicina Tradicional e
    Institucional por el Instituto Mexicano del Seguro Social
    (IMSS) en los
    años 1983 a 1985,(21) en donde los llamados
    "Síndromes de filiación cultural" ocuparon el
    quinto lugar entre los padecimientos más frecuentes,
    después de las enfermedades digestivas, respiratorias y de
    otras agrupadas aleatoriamente. Otro estudio relevante con el
    mismo propósito es el realizado por la Asociación
    Procomith(22) en cuatro comunidades de Chiapas, en el
    cual se registraron 250 nombres distintos de padecimientos,
    destacando en quinto lugar el "aire",
    después de las enfermedades respiratorias,
    gastrointestinales, calenturas y dolores de cabeza. La
    caracterización de un patrón de enfermedades o
    padecimientos a partir de la flora medicinal con base en su
    frecuencia de uso, puede encontrarse también en diversos
    trabajos de tesis en
    etnobotánica.(23)

    Sobre este principio se realizó el estudio
    etonobotánico de la flora medicinal de la localidad. Tres
    técnicas metodológicas etnobotánicas se
    propusieron como útiles en el contexto de la
    investigación-acción: la "caminata botánica", el "cuaderno miniherbario" y las
    "sesiones visuales conjuntas".

    La caminata botánica la realizan miembros de la
    comunidad (fundamentalmente campesinos, amas de casa y terapeutas
    tradicionales) en los alrededores de la localidad, a
    invitación abierta de la organización campesina (de
    cualquier institución o grupo con presencia en la
    comunidad) a fin de reconocer las plantas medicinales de la zona.
    Para el recorrido, se pide que quienes participen tengan el mismo
    conocimiento y experiencia; así, cuando alguien del grupo
    reconoce cierta planta como medicinal, los demás se
    detienen y escuchan el
    conocimiento del informante, de manera que el aprendizaje se
    genera en todos a partir de la realidad y experiencia de los
    participantes. Esta situación permite que todos se
    expresen y participen.

    El cuaderno Miniherbario, recomendado por la maestra
    Abigail Aguilar (herbario, IMSS), consiste en un simple cuaderno
    en el cual los participantes de la caminata botánica
    anotan la información recabada; al mismo tiempo, recogen
    una muestra
    pequeña o una parte de la planta y la pegan a su cuaderno
    junto con las anotaciones. De esta manera, el cuaderno
    miniherbario se convierte en un medio de registro,
    identificación, estudio y divulgación de la flora
    medicinal.

    Es fundamental el hecho de que este recurso pueda ser
    estudiado por un taxónomo botánico o por un
    médico, por ejemplo, pero quien lo posee es un miembro de
    la comunidad. Las sesiones visuales son reuniones conjuntas,
    abiertas a la comunidad, en las cuales a partir de
    fotografías o dibujos sobre
    plantas medicinales, se enriquece y complementa la
    información recabada en las caminatas
    botánicas.

     

    RESULTADOS

    Los procedimientos utilizados (cursos-taller y estudio
    etnobotánico) generaron un marco de reciprocidad en el que
    tanto los profesionales como un sector de la población se
    beneficiaron de los conocimientos y recursos compartidos. Para
    los fines de la investigación, al margen del proceso de
    educación para la salud en sí y de las
    implicaciones de autovaloración cultural, estos
    procedimientos permitieron obtener una apreciación general
    de las enfermedades y recursos terapéuticos más
    frecuentes de la comunidad (según el grupo focal de
    mujeres participantes). Asimismo, el estudio etnobotánico
    facilitó la identificación de las plantas
    medicinales locales y sus usos, constituyéndose
    éstas como indicadores indirectos de
    morbilidad.

    A partir de la información obtenida se
    registró información sobre la morbilidad en
    general, los padecimientos de naturaleza sociocultural y los
    recursos terapéuticos más frecuentemente empleados
    en la región. También se registró el uso
    local de 103 especies medicinales procedentes de la zona,
    incluida su identificación taxonómica.*

    Como una primera aproximación a la magnitud de
    los padecimientos de naturaleza sociocultural, se elaboró
    un perfil de las enfermedades más frecuentes en la
    región de acuerdo con dos fuentes: la distribución
    porcentual por uso de plantas medicinales locales (cuadro I), y
    por los datos recabados en los cursos-taller. Se confrontó
    esta información con las 10 principales causas de
    morbilidad en la región conforme al Centro de Salud local
    (cuadro II); por último, se seleccionaron las 10
    enfermedades socioculturales predominantes en el área
    (cuadro III).

    ————————————————————

    CUADRO I

    Principales padecimientos que son objeto de terapia
    con flora medicinal según cantidad de especies utilizadas,
    Jolalpan, Puebla, México, 1990

    ————————————————————

    Motivo de utilización Número de
    especies

    Diarreas y disentería +1 18

    Traumatismo + 2 13

    Empacho 12

    Tos 11

    Dolor de estómago + 3 11

    Daño, mal aire + 4 9

    Dermatosis + 5 8

    Mal de orín 6

    Chincual 6

    Piquete de alacrán 4

    Inflamación de riñones 4

    Tlazol 4

    Causihuistle 4

    Flujos vaginales 4

    Dolor de oído
    4

    Aflojadura de cintura 3

    Inflamación de hígado o
    vesícula 3

    Dolor de cabeza 3

    Aflojadura de dientes 3

    Hemorroides 3

    Hemorragias vaginales 3

    Dolor de muela 2

    Hervor de sangre
    2

    Caxan 2

    Fiebre 2

    Aborto, prevención 2

    Dolor de cintura 2

    Mal de ojo 2

    Tiricia 2

    mito
    2

    Otros 22

    Total 176

    ————————————————————

    Fuente: Estudio etnobotánico realizado con las
    mujeres campesinas integrantes de la Comisión de Salud de
    la Unión Regional de Ejidos y Comunidades del Sur del
    Estado de Puebla.

    +1 Incluye diarrea,
    diarreas "por
    dentición", disentería "meca", "relajamiento" y
    "resfrí" de estomago

    +2 Incluye flora referida para la lavar heridas, tratar
    "golpes internos", "inflamación: y fracturas

    +3 Incluye dolor de estómago, dolor de
    estómago por "frío", "calor", o "mal
    de aire"

    +4 Padecimientos agrupados por ser tratados ambos
    con "limpias"

    +5 Incluye sarna, hongos,
    "disipela", "granos","mezquinos", manchas, "espinilla"

     

    ————————————————————

    CUADRO II

    Diez principales motivos de consulta, Centro de
    Salud, SSA Jolalpan, Puebla, México, 1990

    ————————————————————

    Motivo de consulta Cantidad

    Infecciones

    de vías respiratorias altas 113

    Gastroenteritis 60

    Traumatismo 60

    Picadura de alacrán 52

    Infección de vías urinarias
    50

    Colecistopatías 25

    Intoxicación etílica 20

    Dermatitis 7

    Gastritis 7

    Hipertensión arterial esencial 3

    ————————————————————

    Fuente: Hoja Diaria Médica

    ————————————————————

    CUADRO III

    Entidades nosológicas tradicionales o
    populares que son objeto de terapia con flora
    medicinal

    según cantidad de especies utilizadas,
    Jolapan, Puebla, México, 1991

    ————————————————————

    Entidad nosológica Número de
    especies

    Empacho 12

    Daño y mal aire* 9

    Problemas digestivos varios** 6

    Mal de orín 6

    Chincual 6

    Tlazol 4

    Cuasihuistle 4

    Aflojadura de cintura 3

    Caxan 2

    Titicia 2

    Hervor de sangre 2

    Mal de ojo 2

    ————————————————————

    Fuente: Campesinas integrantes de la comisión de
    Salud de la unió Regional de Ejidos y Comunidades del Sur
    del Estado de Puebla

    * Agrupadas por ser tratadas ambas con
    "limpias

    ** Incluye "calor", relajamiento", "resfrío" y
    "nak aire" en el estómago

     

    DISCUSIÓN

    De las 103 especies con uso medicinal registradas en la
    región, un 30 por ciento se aplica a enfermedades y/o
    padecimientos no incluidos ni forzosamente equiparables en la
    taxonomía nosológica oficial (cuadro
    I). Esta proporción significativa constituye un reflejo
    indirecto de la prevalencia y magnitud de tales
    padecimientos.

    El perfil de las enfermedades más frecuentes de
    la región, inferido a través de la flora medicinal
    empleada, presenta un interesante paralelismo en su frecuencia
    con respecto a la distribución de causas de consulta
    registradas en el Centro de Salud local (comparar cuadros I y
    II); probablemente, el Centro de Salud no informa precisamente
    las entidades que le resultan inaccesibles cultural,
    ideológica y operativamente, correspondientes, entre
    otras, a los llamados síndromes de filiación
    cultural.

    Es importante señalar que no se notificaron
    especies medicinales para tratar algunas enfermedades como el
    alcoholismo y la hipertensión arterial, incluidas dentro de
    las 10 enfermedades más frecuentes según el Centro
    de Salud local (comparar cuadros I y II). Esta situación
    refleja que la comunidad reconoce la insuficiencia
    terapéutica de la flora medicinal en estos padecimientos,
    o que algunos padecimientos no son aceptados como tales. Es
    posible que ciertos males queden disimulados en alguno de los
    síndromes de filiación cultural, o que la
    región trate con plantas exclusivamente algunos de sus
    signos o
    síntomas. Con ello subrayamos el carácter
    aproximativo y complementario del trabajo
    etnobotánico como método
    indirecto que abarca lo epidemiológico, al presentar
    limitantes y posibles sesgos además de los ya
    señalados. En el mismo sentido se observa que la cantidad
    de especies utilizadas para un mismo padecimiento, puede
    considerarse como un parámetro indirecto de su magnitud y
    frecuencia, aunque también el hecho de que sólo se
    notifique una especie para determinado padecimiento, sería
    expresión de la alta selectividad o efectividad de la
    planta, encubriendo así una eventual alta frecuencia del
    mismo.

    Este estudio permitió sistematizar la
    información sobre 103 plantas medicinales de la zona,
    incluyendo sus usos, forma de preparación, parte de la
    planta utilizada, etcétera; se considera que esta
    información es de utilidad también porque ilustra
    las estrategias de sobrevivencia endógenas(24) y los
    recursos de una zona y una población, reveladores de su
    capacidad y potencial en relación con sus problemas de
    salud.

    Los datos sistematizados servirán para generar un
    material de difusión para la población,
    enriquecidos con la información científica
    disponible, procedente de otros medios para
    las mismas especies. Con ello no se trata de eludir los factores
    estructurales patógenos a nivel social o de buscar
    paliativos baratos que justifiquen la desigualdad, sino que, al
    partir de su trascendencia en el ámbito sanitario,
    reforzar el principio de autoconfianza y de autovaloración
    cultural de los conjuntos sociales más afectados en
    salud.

    Lo anterior permite plantear que a través del
    trabajo con grupos focales, de educación y
    organización para la salud, es factible tener una
    aproximación a la morbilidad sociocultural de una
    comunidad rural. En relación a los grupos focales, es
    particularmente relevante tomar en cuenta a las mujeres- madres
    para que proporcionen la información, ya que ellas son las
    responsables de la salud a nivel familiar. Si se añaden
    como integrantes del conjunto poblacional a los terapeutas
    populares y/o tradicionales, se pueden recabar datos provenientes
    del saber y la práctica de dos de los grupos ubicados por
    Menéndez (figura 2) que proporcionaron elementos para la
    conformación de un perfil epidemiológico
    sociocultural.

    El estudio y análisis de los recursos
    terapéuticos utilizados por las responsables de la salud
    doméstica constituyen una vía de acceso indirecto a
    la morbilidad tal como la concibe la población; tal
    estudio permite inferir las entidades nosológicas
    tradicionales o populares, y completa el análisis de la
    demanda de
    atención de la morbilidad local. Así, los recursos
    locales para la atención de la salud, como parte del
    capital social
    y cultural de una comunidad, pueden ser el principio para la
    percepción del perfil epidemiológico
    sociocultural a nivel local.

    Los estudios etnobotánicos se coadyuvan en la
    caracterización de la morbilidad de una región tal
    y como la percibe la población, especialmente en
    comunidades rurales e indígenas, al posibilitar así
    la vinculación operativa y disciplinaria de los estudios
    antropológicos, etnobotánicos y de salud
    pública.

    La morbilidad inferida a través de la flora
    medicinal en uso, presenta un paralelismo en su frecuencia con
    respecto a la distribución de causas de consulta como
    están registradas por la institución oficial
    sanitaria a nivel local, además de que constituye un
    método indirecto de carácter aproximativo y
    complementario, útil para la construcción del
    perfil epidemiológico sociocultural;así, el
    porcentaje significativo de plantas medicinales utilizadas para
    enfermedades y/o padecimientos no incluidos ni forzosamente
    equiparables en la taxonomía nosológica oficial,
    son un reflejo de su prevalencia y magnitud.

    En el marco de los estudios en etnomedicina, el
    análisis de las entidades nosológicas tradicionales
    o populares encuentra en la perspectiva epidemiológica
    sociocultural un sentido renovado que trasciende la
    catalogación de conceptos y recursos "folclóricos"
    de "los otros".(25) De esta manera se vinculan la
    caracterización de las entidades nosológicas
    populares o tradicionales con las tareas sanitarias. Las
    posibilidades abiertas con esta vinculación necesitan ser
    exploradas.

    Desde el punto de vista aplicativo, es posible impulsar
    acciones colectivas para la apropiación social de la salud
    por parte de los conjuntos sociales subalternos -que van desde la
    elaboración conjunta con la población de un
    diagnóstico de salud (el cual además de aportar
    elementos para un estudio más completo, constituye de
    hecho un ejercicio de motivación
    y educación sanitaria, y un elemento de
    participación social), hasta los procesos organizativos
    locales fundamentales para producir bienes
    materiales, culturales y de salud que apoyen su propio desarrollo
    autónomo, mediante elementos provenientes de las
    propuestas de investigación-acción como
    método, y de la vinculación con organizaciones
    locales como estrategia.

    Es necesario recordar el término de "medicina
    invisible"(26) y hacer una paráfrasis: nos referimos a la
    vigencia de un perfil epidemiológico "invisible";
    invisible, se entiende, para el salubrista y el planificador
    (figura 1). Se relegan los problemas que son difíciles de
    abarcar ideológica, operativa o culturalmente, como el
    alcoholismo y la desnutrición.(27) Tal inclinación
    expresa la necesidad de expander un modelo biomédico
    necesario pero limitado, reflejo de una visión mecánica de la vida y la naturaleza, pues
    no es suficiente con reducir la vida a ciertos fenómenos
    moleculares para comprender la condición humana en la
    salud y la enfermedad.(12,13,28)

    La caracterización del perfil
    epidemiológico sociocultural permite tomar en
    consideración un conjunto de situaciones antes no
    detectadas; no implica el planteamiento de una
    intervención mecánica: de este conjunto es posible
    deslindar espacios de intervención y de no
    intervención, los primeros relativos a la expresión
    de daño orgánico evitable o de coincidencia parcial
    con la nosología médica oficial, reconociendo en
    tales espacios su eficacia
    resolutiva mayor.

    En cualquier caso, la detección de tal conjunto
    permite, sobre una base más precisa, derivar problemas de
    manera más adecuada.

    A partir de lo anterior, es pertinente la
    aplicación integral de las técnicas presentadas,
    adecuadas a la diversidad cultural y florística aún
    existente en numerosas comunidades rurales y suburbanas de
    nuestro país. Al mismo tiempo que una necesaria
    reflexión compartida en torno a las
    posibilidades y limitaciones del paradigma racionalista en
    epidemiología, consideramos que a nivel operativo este
    estudio puede ser reproducido, modificado y mejorado. La
    participación activa y creativa de la población, la
    caracterización de la flora útil, y el estudio de
    las concepciones y prácticas populares en torno a la salud
    y la enfermedad constituyen elementos orgánicos viables en
    la propuesta de silos.

     

    AGRADECIMIENTOS

    A los campesinos integrantes de la Unión Regional
    de Ejidos y Comunidades del Sur del Estado de Puebla, por su
    participación en esta investigación;
    particularmente a las siguientes integrantes de su
    Comisión de Salud: Crisanta Ramírez,
    Isabel Castillo, Crisanta Alvillar, Juana Hernández,
    Inés Díaz, Belén Barbán, Inés
    Iriza, Josefa Vivar, Alicia Perea, Juliana Vega y Cirina
    Ramírez; al equipo CEIS, A.C., en particular a los
    doctores Luz Ma. Arenas,
    Alejandrina Cabrera y Jesús Reza; a la maestra . Abigail
    Aguilar y al señor Francisco Ramos por la
    identificación botánica de las plantas medicinales
    colectadas en la región; por último a los maestros
    Eduardo Menéndez, Carlos Zolla y Medardo Tapia por los
    aportes teórico-metodológicos relacionados con este
    trabajo

    * Ponencia presentada en el III Congreso Nacional de
    Investigación en Salud Pública, organizado por el
    Instituto Nacional de Salúd Pública. Cuernavaca,
    Morelos, 27 al 29 de enero de 1992. Estudio financiado por el
    Consejo Nacional de Ciencias y
    Tecnología, proyecto
    P218CCOO-892997.

    -1. Investigadora del Centro Regional de Investigaciones
    Multidisciplinarias, Universidad
    Nacional Autónoma de México.

    -2. Investigador titular del Centro Regional Morelos,
    Instituto Nacional de Antropología e Historia,
    México.

    Fecha de recibido: 4 de mayo de 1992

    Fecha de aprobado: 4 de enero de 1993.

    Solicitud de Sobretiros: Dra. Lilián
    González Chévez, Departamento de Sociología,
    Doctorado en Ciencias
    Sociales y Salud, Universidad de Barcelona, Apartado Postal
    5570, Barcelona 08080, España.

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    SALUD PÚBLICA DE MEXICO JULIO – AGOSTO DE 1993,
    VOL. 35, N° 4

     

     

    Autor:

    PAUL HERSCH-MARTINEZ, M.C. -2.

    LILIAN GONZALEZ-CHEVEZ, M.C., M.E.S.
    -1

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