Puesto que vivimos rodeados de posibilidad, somos
seres-en esperanza con la suerte aún no echada, frente a
las infinitas fronteras de lo posible, oyendo, esperanzados, la
melodía del futuro. Pablo Mora.
La prospectiva es una disciplina que
concita el interés de
muchos intelectuales,
científicos, y adeptos de diferentes corrientes del saber,
pues ven en ella, la reformulación de sus profesiones y el
relanzamiento de los conceptos fundamentales de su
formación, a través de este elemento renovador del
pensamiento.
Sin embargo, son muchos los que se acercan a la
prospectiva con una idea vaga pretendiendo que esta se preste a
cualquier abordaje del futuro o a cualquier consideración
que lleve la palabra futuro.
Otros sin embargo, llenan la disciplina de tantos
técnicas, rimbombancias y parafernalias que
hace tan difícil pensar en que esos abordajes de futuro,
sean una iluminación del presente con la acción
futura (Godet), o que en el ejercicio se haya elaborado un
constructo-indicando un camino que permita hacer el futuro
deseado mas probable que las demás alternativas de
futuro.
Muchos son los que confunden prospectiva con cualquier
pensamiento banal sobre el futuro, es entonces cuando escuchamos:
"usted debe pensar prospectivamente", indicado con ello
que debe pensar en o para el futuro, como si el ejercicio de
hilvanar pensamientos sobre el futuro se tornara de por si en
prospectiva. Gaston Berger, nos comenta que no todo pensamiento
futuro es prospectivo: se puede soñar en el año
2025 de la misma manera que en el Egipto de
Ramsés II.
Es mi interés poner relieve en un
camino ya trazado por los estudiosos de la prospectiva, pero que
sin embargo, se desvanece en las construcciones de la
rimbombancia, la parafernalia con intentos de hacer de la
prospectiva una moda y colgarle
cuanta consideración rara y novedosa parece interesarle a
los practicantes de la nueva disciplina, que a decir verdad, no
es moda y perdurará por muchos años, digo mejor,
llegó para quedarse.
Quiero entonces comentar en principio que es urgente,
llamar en nuestro auxilio a Pierre Massé, Gaston Berger,
Beltrand Jouvenel y Maurice Blondel, pero se que ellos alzaran el
grito y sorprendido dirán ¡oh cuanto se ha perdido
la esencia, por favor hagan prospectiva de rigor, pero liberen la
disciplina de tanto tecnicismo.
Es necesario regresar a la esencia, al espíritu
de la prospectiva, de eso quiero ocupar el resto de estas
líneas. Pero antes debo indicar que soy un profundo
admirador de la escuela francesa,
y son necesarias las técnicas por ellos empleadas, solo
que me preocupa el uso que tienen estas en muchas consideraciones
de futuro, parece ser que la prospectiva se contrae al uso de
técnicas y dependiera exclusivamente de los procedimientos,
técnicas y métodos,
cuando en verdad la prospectiva es una construcción humana, que no aparece por
arte de estos
aspectos referidos anteriormente, sino por la voluntad que tienen
los actores de construir un futuro diferente de la
fatalidad(Godet).
Desde luego que esto hay que darle un rigor conceptual y
metodológico y una sistematización que resulte
comprensible para hacer la lectura
correcta, sin embargo, prospectiva, no es la técnica,
prospectiva no es el procedimiento,
prospectiva es la actitud, el
espíritu, la voluntad y el quehacer rebelde del
pensamiento, que busca ante todo construir el futuro que el ha
imaginado, de ese modo la prospectiva llega a ser, "El
aprendizaje de
la distancia; la negativa a mantener el molde y en tal sentido
romperlo, para buscar las coordenadas del futuro, teniendo como
plataforma y motor de
recorrido la voluntad que tienen los actores de construir a
partir de la estrategia
creativa e innovadora, un futuro deseado, que intentan con todos
y por todos los medios hacer
mas probable que los demás opciones de
futuro".
EL ESPIRITU DE LA PROSPECTIVA
Cuando todo parecía que nuestra condición
pasada, presente y futura era y sería como nos
habían dicho, es decir aceptar la realidad única, y
que además, la línea de sucesos sería como
siempre una proyección del pasado, entonces
apareció la prospectiva para bociferar un rotundo NO., en
una sociedad que
se acostumbró a rendir culto a la costumbre de ver las
cosas como nos la habían teorizado, verbalizado y hasta
cantado, aparece una disciplina – o mejor dicho en palabras de
Godet, una indisciplina – que no acepta los condicionamientos
sociales, su principal móvil es la rebeldía contra
la tiranía del determinismo social, económico,
ambiental, cultural, etc.
La prospectiva muestra una
aversión por estereotipos, no cree en imaginarios, no
acepta palabras como: "nosotros somos así", manifiesta una
irreverencia contra todo sistema de
domesticación social para mantener la inercia de
condicionamientos que vulneren la dignidad y
voluntad del individuo, las
empresas y los
grupos
humanos. Emprende una rabiosa y radical persecución contra
todo discurso de
avasallamiento, domesticación y rutina que mantengan el
estatus quo.
Un libre discurso, un libre sueño, una libre
proclama, un libre movimiento por
conquistar para los individuos, los grupos humanos el futuro que
anhelan, y en el propósito de alcanzar esta conquista se
emplean los medios que sean necesarios, Godet, por ejemplo, habla
de la Anticipación para cambiar el rumbo de la
acción, otros hablan de la construcción desde el
presente para labrarse el futuro que uno quiere, otros como Tomas
Miklos nos hablan de la estrategia para hacer que el futuro
deseado sea mas probable que las demás alternativas de
futuro, sin embargo, todos estos intentos la prospectiva debe
acompañarlo de su espíritu; a saber la
rebeldía que busca por todos y con todos los medios si es
preciso LA CONSPIRACION para que el futuro sea diferente, por
ello la prospectiva no es solamente un asunto de
visualización de futuro e iluminación de la
acción presente, es un asunto de rebeldía para que
el futuro no solamente sea como hemos soñado, y en efecto
vamos a construir, sino que es un asunto de conspiración
para que todo eso pueda ser posible, probable y realizable; sin
conspiradores no hay garantía real de lograr nuestros mas
grandes anhelos.
Según informes de
inteligencia,
detrás de los grandes cambios mundiales han estado
movimientos de conspiración, no me refiero a la
conspiración perversa, sino aquella que puede levantarse
contra sistemas
asimétricos y construir un derrotero estratégico
que busca hacer ruptura y minar poco a poco o con gran intensidad
la dinámica imperante.
El término usado por Godet para prospectiva, a
saber: INDISCIPLINA INTELECTUAL, es pertinente, oportuno, y
necesario. Nada más irreverente que la prospectiva. Ella
es quien le susurra a Nelson Mándela que contra todos los
pronósticos el Apartheid en
Sudáfrica puede acabarse.
Es la prospectiva que le sugiere a un Ingeniero de SHELL
– contra toda lógica–
que el futuro de los combustibles fósiles, no es negocio
sostenible para la compañía. La prospectiva
envía susurros a los chinos indicándole abordar el
largo plazo para empoderarse de la formación
científica y tecnológica de occidente y en ese
orden de ideas ponerse a la vanguardia
(casi a la par) de las potencias mundiales en el siglo XXI., fue
la prospectiva quien proveyó a Japón
de herramientas
para convertirse en líder
de la industria
manufacturera, una vez terminó la segunda guerra
mundial.
Hacer prospectiva no consiste – solamente – en
poner en acuerdo de voluntades a un grupo de
actores para formular un documento llamado estudio prospectivo,
se puede hacer prospectiva, sin documentar el plan de
irreverencia, rebeldía y conspiración.
Sin embargo, la prospectiva debe asumirse en
términos de rigor(conceptual y metodológico) por
ello, es necesario la formulación , pero la prospectiva no
se agota en la formulación del estudio, porque cuando se
ha hecho esto, apenas se ha enunciado el derrotero, la verdadera
conspiración está en poner en marcha el quehacer
rebelde, la acción constructora e imponer la irreverencia;
desde luego que la puesta a punto y consolidación de estos
elementos – como dijera Wiston Churchil en la segunda guerra
mundial – cuestan sangre, sudor y
lágrimas.
Los términos, rebeldía, irreverencia y
conspiración en cierta medida aluden a un término
que comúnmente se ha llamado proactividad, sin embargo, yo
prefiero usar los anteriores.
Por no interiorizar el espíritu de la
prospectiva, muchos estudios carecen de esencia, y aluden sobre
lo que puede pasar y tiene mayor probabilidad de
ocurrir, como si solamente debiéramos prepararnos para
eso. Sin embargo, el espíritu de la prospectiva, nos
introyecta una esencia que nos dice que aquello que puede pasar
lo podemos definir nosotros, o en su defecto hacer que aquello
que pueda pasar, tenga para nosotros un impacto diferente al ser
utilizado para lograr nuestro anhelos.
Gaston Berger nos comenta: El futuro no es sólo
lo que puede "llegar a pasar " o aquello que tiene mayor
probabilidad de ocurrir, también es, en una
proporción que no deja de crecer, lo que nosotros
hubiéramos querido que fuera.
La prospectiva rechaza toda complicidad con el azar,
argumentando que este es pernicioso para el cambio
deseado, dado que nos monta en el tren del determinismo que tiene
(casi siempre) como único destino la fatalidad. El fin de
la prospectiva, no es decirnos como va a ser el futuro, sino de
poner en circulación explosivos mentales destinados a
minar las murallas de la costumbre y de la inercia, para tener la
voluntad no solamente de conspirar contra el presente formulando
el texto de
rebeldía, sino conspirar contra el presente – en pro
del futuro – construyendo, paso a paso, y ejecutando sin tregua
el plan concebido.
Es un asunto de acción, de movilizar el quehacer
presente para cambiar la realidad lejana; es el futuro
(objetivado) quien (entendido como sujeto activo) – nos
envía mensajes de conspiración- introduce el
desorden, la irreverencia y desde lo lejano nos dice qué
acciones
comportar para llegar hasta el.
En este camino, hay que romper con los moldes, y
requiere desprenderse, hacer ruptura con lo tradicional, tiene
que haber quien renuncie de antemano al coro de aplausos que
premian la sumisión a un sistema de valores
destinados a defender los intereses del más bajo
conservadurismo .
Los prospectivistas no andamos preocupados por lo que es
mas probable que suceda (hasta desesperarnos o viceversa) , pues
nuestra tarea es levantarnos por encima de los acontecimientos
emergentes, los hechos del presente y ponernos tan alto en el
análisis, de modo que podamos ver a lo
lejos (Gaston Berger) y en tal sentido, señalar nuestro
destino y lo mas importantes construir senderos al futuro y
empeñar toda nuestra voluntad y la de otros por vía
de construcción, conspiración o estrategia para
hacer el recorrido al futuro.
El espíritu prospectivo, alude al sentimiento, a
la esencia, a las potencias del alma
impregnadas del concepto
según el cual el futuro depende única y
exclusivamente de lo que hagamos o dejemos de hacer en el
presente.
Para ello, debemos ser indisciplinados, perversos y
conspiradores. Indisciplinado para ver que hay más de un
camino para resolver un mismo problema, encontrando que la
forma más fácil de resolverle, no es siempre lo
más difícil. Para ello, necesitamos integrar los
distintos conocimientos, avances y visiones, esto es: el uso de
más de una disciplina, siempre resuelve mejor un
problema. Y si esto no puede ser considerado por la ciencia
convencional como "disciplina", pues entonces somos unos
indisciplinados, porque hacemos uso de varias de ellas para
nuestros análisis, investigaciones
y asesorías, siendo a la vez multi e
interdisciplinarios, lo cual no se logra de otra forma que con
una gran disciplina, científica y humana.
Perversos y conspiradores para descolonizar el
futuro y cambiar el status quo, las tendencias y la
concepción lineal de las cosas. Ello nos
permitirá romper los esquemas establecidos y dar
respuesta a preguntas como ¿qué pasaría
si…? Y ¿por qué no?
A fin de cuentas
estos planteamientos a lo más que nos llevarían
es a ser considerados como "conspiradores del futuro",
"perversos seres que atentan contra el status quo" e
"indisciplinados sin un objeto de estudio, sin leyes y
teorías que a través de experimentos
puedan repetirse cuantas veces sea necesario, aún cuando
queda la posibilidad de que en alguno de los casos estas no se
cumplan". Finalmente cabría el aliciente de que la
sociedad es tan compleja que no puede ser interpretada por
simples formulas matemáticas, leyes, teorías o
experimentos, por más complejos que sean, pues la
realidad social, cultural y política es
más que eso y no menos importante que la reproducción, vida o desarrollo
del resto de los seres vivos que habitan el planeta y su
entorno, que del suyo también es complejo de entender e
interpretar con exactitud. A fin de cuentas, ¿no bien
vale la pena luchar, vivir, trabajar por la construcción
de un mundo mejor? Aquí es donde la utilidad de la
prospectiva hace que su cientificidad o no, pase a un segundo
término.
En tal sentido, podemos construir nuestros
escenario más deseados, sin dejar de lado su factibilidad y
con la única condicionante de que: "si lo podemos
soñar, lo podemos crear", base de la cual ha partido la
consecución de todos y cada uno de los avances que ha
logrado el hombre
para facilitarse su existencia, sólo por nombrar
algunos: el avión, el automóvil, la
computadora, el viaje a la luna y, en general, la conquista
del espacio.
El Filosofo griego, Protágoras algunas vez
sentenció: "El hombre es la
medida de todas las cosas, de las que son, por que son, y de las
que no son por cuanto no son". Es el hombre quien determina
el limite o lo extiende, su voluntad puede adquirir una
condición elástica, a la cual se le puede exigir
hasta el máximo (sin que se sepa cual es el
máximo), es un concepto traído del
voluntarismo.
La literatura cristiana parece
corroborar esto en el Génesis cuando Yaveh crea al hombre,
le plantea el señorío sobre el cosmo, estaba
destinado a dominarlo, y en tal sentido el hombre denomina,
configura y establece nombres de géneros animales, (amen
de que el señorío era completo en toda la natura) y
los nombres que el estableció quedaron como tal, en ese
sentido desde los comienzos el hombre nos ha sido presentado como
la medida de todas las cosas.
El hombre se concibe entonces como un ser de
acción que, establece la medida, en cuanto él como
autogestionario debe conservar el señorío, la
administración del cosmo. Esto nos plantea, que al
hombre, no le es natural, por origen y por misión
existencial sufrir los condicionamientos externos del
avasallamiento y la fatalidad sin que esto no desate una
rebeldía del espíritu.
La prospectiva subyace en el mismo espíritu
natural de la humanidad, siendo por ello necesario adoptar la
indisciplina cuando las dinámicas no son propicias, es por
ello que la prospectiva no se casa con paradigmas,
con modelos, con
esquemas, solo los adopta en tanto que estos coayuvan a lograr
sus fines. Es importante anotar que la indisciplina, la
irreverencia y la rebeldía no siempre son connaturales a
la prospectiva, sin embargo, constituyen el espíritu
más común en una época donde los
espíritus naturales que buscan su libertad para
elevarse sufren el flagelo de la domesticación.
De ese modo las sociedades,
las empresas y los grupos humanos que no asumen el
espíritu de la prospectiva, les toca optar por la
resignación ante la "condena" de ser "tomadores" de
situaciones estratégicas ajenas y la imposibilidad de
controlar las grandes pautas de la situación
estratégica actual o "a futuro" .
Siendo el hombre la medida de todas las cosas, esa
condición pone limites a la acción, pues no todo,
puede controlarlo, y en ese caso, es la medida, pues no existe
otro sujeto que entre en operación, es solo él;
esto presupone una debilidad que reclama ser compensada, el gran
clamor de la prospectiva es que por favor la estrategia se
encargue de esto, ¿lo logrará la
estrategia?, el gran drama de la prospectiva, es que aunque su
rebeldía y su irreverencia no tienen limites, si lo tienen
la acción del hombre – se comprende entonces que el
hombre es la medida de las cosas y aquellas melodías del
futuro que escucha, a veces están puesta en unas notas muy
altas para su interpretación(accionar).
Los actores que deben abordar un problema, o el actor en
abstracto, halla que su decidida acción crea una
reacción en otros actores, y que lo que piensa construir
depende de la visión de otros actores que han establecido
su planteamiento estratégico reforzando la dinámica
contra la cual él se ha rebelado.
Sabe la prospectiva que no debe cohonestar con el
paradigma
imperante, por ello adopta la no resignación; la
rebeldía ante el determinismo estratégico
planteado, mediante el voluntarismo de duplicar esfuerzos para
compensar la debilidad de sufrir pautas de comportamiento
estratégico ajeno, casi en exclusividad.
Ante la amenaza del condicionamiento estratégico
planteado por otros actores, y en suma la debilidad que emerge,
la prospectiva se acerca al voluntarismo, como recurso
racional de los actores para compensar la dinámica de los
hechos, la estatura estratégica reducida, la
interdependencia global. Se afilia pues al posibilismo y a la
concepción del hombre como protagonista de su destino,
individual o colectivo.
En su libro de la
anticipación a la acción Godet nos comenta sobre la
actitud prospectiva, sin lugar a dudas el léxico que
utiliza en su expresión refleja en mucho, lo que queremos
significar con el espíritu de la prospectiva, el anota:
"La actitud prospectiva nació de una rebelión
del espíritu (esencia humana-móvil-voluntad) contra
el yugo del determinismo y el juego del
azar. Se trata pues, de un combate para la antifatalidad (Hugues
de Jouvenel) y el antiazar(Pierre Massé). Este combate lo
lleva a cabo la fuerza de
voluntad. Ahora bien no hay voluntad sin objeto, y el objeto de
la voluntad es, precisamente, que el deseo se realice. El
proyecto
arrastrado por el deseo es el motor de la acción"
.
Es precisamente esto lo que sugiere este
artículo, a efectos de conseguir que en los ejercicios de
prospectiva se privilegie el espíritu prospectivo antes
que otras consideraciones, elaboraciones y tecnicismos, claro sin
excluir el rigor conceptual y metodológico que debe
caracterizar a la disciplina.
Me aventuro, a enunciar que si eventualmente- que no
creo llegue a presentarse – surge un conflicto de
aplicación entre las metodologías, las
técnicas vs El espíritu de la prospectiva, debe
privilegiarse este en lugar de aquellas.
Si los prospectivista llevamos en nuestro interior un
germen de rebeldía que busca si es necesario romper las
reglas y crear nuevas que coayuven a logro del futuro objetivado,
entonces somos unos "transgresores de las reglas".
(Según la ley de la
aerodinámica los escarabajos no deberían volar,
pero como ellos no conocen la ley, entonces vuelan), vamos
por el mundo buscando que romper, deconstruyendo para construir,
caotizando para ordenar, deshilando para tejer.
En tal sentido, Godet sugiere que existen "factores
quebrantadores de costumbre", pues bien, si existen estos
factores deben estar siendo direccionados por individuos que se
convierten en transgresores del orden, de la regla, que
quebrantan el statu quo; de verdad, creo que hay una fuerza
motivadora detrás de eso que no es otra cosa que el
espíritu de la prospectiva que busca por y con todos los
medios salir a flote para labrarse su propio futuro.
Después que se ha esbozado la rebeldía,
entonces, comienza la difícil tarea de colonizar el
futuro. Sin proponérselo, David Prado, alude al
espíritu de la prospectiva, cuando plantea, la necesidad
de "airear el futuro para que sea respirable y oxigenado para
todos"
El espíritu de la prospectiva es entonces un
ascesis libre e incesante hacia un futuro que se ha objetivado
como deseado, buscando por los medios que sean necesarios (en
muchos casos la rebeldía) sobreponerse al espíritu
rastrero del pasado y el presente y levantar el vuelo hacia el
futuro.
BIBLIOGRAFÍA
Libros, revistas y artículos.
PRADO, David en: Técnicas creativas de
prospectiva estratégico-participativa: mega tendencias de
futuro, articulo escrito en1999.
MOLINA, Enrique. Un dedo sobre el tambor. Publicado en
A partir de Cero # 2 (Buenos Aires,
diciembre de 1952)
GASTON Berger, la actitud prospectiva. En: Revue
prospective, num 1, 1958.
GODET, Michel, de la Anticipación a la
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prospectiva y estrategia. Editorial Marcombo, Barcelona,
1993.
PÉREZ, Wong Miguel Angel, en:
Construyendo futuros. Revista
electrónica. RIVAS, Quinto José Fredys en:
Borradores de prospectiva, curso de prospectiva- Universidad
Tecnológica del Chocó, Semilleros de investigación, Quibdó,
2005.
MACHADO, E. Tranquilino, 5ª Conferencia Anual
del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, Educación e
Investigación en Defensa y Seguridad
(REDES
2002)
INTERNET
mperezwong[arroba]yahoo.com.mx
JOSE FREDYS RIVAS QUINTO
Profesional en Administración de Empresas
Especialista en Estrategia Gerencial y Prospectiva
– UPB
Este artículo terminó de escribir en
Septiembre, 13 de septiembre de 2005.