La Edad Media,
fue llamada por algunos historiadores "período oscuro".
Este término se empleó por ser considerada la Edad
Media un período de estancamiento cultural, con una
parálisis en el progreso, ubicado entre la gloria de la
Antigüedad Clásica y el esplendor del Renacimiento.
Se inicia con las primeras invasiones germánicas
y la caída del Imperio Romano en
occidente en el siglo V. Finaliza en el siglo XV, coincidiendo
con la caída de Constantinopla, el descubrimiento de
América y el comienzo del movimiento de
la Reforma.
Suele hablarse de una alta Edad Media que se
caracterizó por el comienzo del Feudalismo, y una
baja Edad Media, que tendría sus inicios en el siglo
XI.
Religión
La única religión admitida
durante la Edad Media, era la Católica. Era una sociedad
teocéntrica, que tenía a Dios como centro, por
encima de todas las cosas.
La iglesia se
había infiltrado en la sociedad, y era el único
poder
consistente que aparecería a los ojos de los
bárbaros. El Imperio Romano comienza a desintegrarse hasta
que desaparece. Roma ya no
sería una ciudad de Emperadores, sino de Papas.
La iglesia se convirtió en la única
fuerza capaz
de salvar y perpetuar la civilización clásica,
dominando así la mentalidad del hombre
medieval.
Poseía grandes extensiones de tierra,
recibidas como legados.
El monacato constituyó una de las instituciones
más enriquecidas y perfeccionadas por la expansión
del cristianismo.
Nació en el oriente mediterráneo. El
obispo de Aspona, san Antonio,
inició la vida ermítica por su deseo de vivir una
existencia estrictamente cristiana, dedicada a la oración
y a las mortificaciones.
De oriente, el monacato pasó a occidente; en toda
Europa se
fundaron monasterios y surgieron nuevas reglas. El monacato
constituyó desde finales del siglo VI uno de los apoyos
más firmes del papado.
La Inquisición, a la caza del
hereje.
Atado al poste, solamente con la cabeza emergiendo de
las gavillas, al hereje se le daba aún una última
oportunidad de retractarse de sus errores. Si se negaba, el
verdugo prendía fuego a la hoguera. Esta macabra escena,
tantas veces repetida, así como su cortejo de acusaciones,
de torturas y de encierros en calabozos, simbolizan el terror que
inspiraba la Santa Inquisición.
La Inquisición fue el instrumento destinado a
perseguir y castigar la herejía, todo lo que significara
puesta en tela de juicio de la doctrina cristiana.
Al comienzo las autoridades eclesiales se habían
conformado con penas canónicas, la peor de las cuales era
la excomunión. Pero, de repente se vieron enfrentados a la
herejía cátara, que amenazaba los fundamentos
mismos del mundo cristiano, y se consideraron necesarias medidas
más radicales, como la muerte en
la hoguera.
Feudalismo
No fue solamente un sistema
económico, sino que se encargó de la
organización política y
económica de Europa. Sus orígenes se remontan a
instituciones propias del bajo imperio romano y de la
antigüedad germánica.
Se creaba una relación entre el señor
feudal y el vasallo. El señor entregaba tierras y el
vasallo se comprometía a guardar fidelidad y prestar
servicio
militar. El vasallo prestaba un juramento de fidelidad a su
señor. El señor feudal quedaba obligado a proteger
a su vasallo. Casi toda la tierra
pertenecía al príncipe soberano (el rey, el duque,
el marques o el conde), que la recibían de
Dios.
Los nobles podían ceder parte de sus feudos a
caballeros que le rindieran homenaje y fidelidad y les sirvieran
de acuerdo a la extensión de tierras
concedidas.
Los caballeros podían adquirir dos o más
feudos y tendían a su vez a ceder parte de esas posesiones
en la medida necesaria para obtener el servicio a que estaban
obligados con su superior.
La prestación militar era fundamental en el
feudalismo, pero estaba lejos de ser la única
obligación del vasallo para con su señor. Cuando el
señor era propietario de un castillo, podía exigir
a sus vasallos que lo guarnecieran, en una prestación
denominada ‘custodia del castillo’.
El señor también esperaba de sus vasallos
que le atendieran en su corte, con objeto de aconsejarle y de
participar en juicios que afectaban a otros vasallos. Si el
señor necesitaba dinero,
podía esperar que sus vasallos le ofrecieran ayuda
financiera.
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