- Consideraciones
Preliminares - Marco Legal
- Introducción al Tema
Homeopático - Reseña
Histórica - Conceptos
Básicos - Enfermedad
Mental y Homeopatía - Utilidad
de la Homeopatía en el Campo de la Salud
Mental
Si abandonáramos la tormenta de
la controversia,
la homeopatía surgiría
victoriosa,
entonces ciertas leyes de la
ciencia
que nos resultan tan
queridas,
cambiarían por
siempre
y la medicina
entraría en una nueva fase
dentro de su larga
historia
Robert Tondo
Cuando el hecho observado
no corresponde a una famosa teoría,
el hecho debe ser aceptado y la teoría
rechazada.
Una teoría debe modificarse para ser adaptada
a la naturaleza
y no la naturaleza
para ser adaptada a la teoría.
Claude Bernard
Antes de emprender la lectura de
este documento deberán tenerse en cuenta algunas
consideraciones: en primer lugar, no está escrito con la
finalidad de convencer a ninguno de los potenciales
lectores formados dentro del campo de la medicina oficial,
acerca de la verdad de los conceptos aquí expuestos ni de
la utilidad de la
homeopatía como sistema
terapéutico; tan solo se trata de ofrecer una
visión, a vuelo de pájaro, de algunos conceptos
centrales para esta medicina bioenergética, ahora que el
Hospital Simón Bolívar se
ha abierto frente a la opción de diversificar su oferta de
servicios de
atención mediante el empleo de una
de las terapéuticas no convencionales; en segundo lugar,
por fuerza se
trata de un texto
incompleto ya que ninguna especialidad médica puede
ofrecer una visión íntegra del objeto y forma de
sus conceptos en unos cuantos párrafos, por más que
el autor de los mismos se lo proponga; en tercer lugar, intenta
dar respuesta a algunos interrogantes sobre los medicamentos que
se pueden emplear en el Hospital en el marco de la
atención de psiquiatría empleando medicamentos (o
remedios, como se les llama en homeopatía) de esta forma
terapéutica.
Deberá partirse también de otra base
conceptual: casi todos los profesionales médicos
convencionales escuchamos durante los primeros años de
nuestra formación académica que no existen
enfermedades sino
enfermos, pero a lo largo de nuestra práctica nos
hemos centrado en el paciente de la hipertensión, la señora de la
eclampsia, el niño de la bronquiolitis o el joven con
esquizofrenia
hebefrénica. La verdad, "Pedro Gutiérrez",
carpintero de 63 años, padre de 6 hijos, con un matrimonio
deshecho lo que le genera una gran nostalgia y frente a lo cual
llora en soledad todas las noches, con una personalidad
dependiente, muy caluroso tanto que se le siente desde lejos,
rubicundo, que tiene dolor en su rodilla derecha al subir
escaleras y quien no tolera las grasas, que
además presenta una cifra tensional de 160/120, desaparece
del panorama, quedando únicamente la patología
hipertensiva en el centro del foco, es decir, que en la
práctica mantenemos que si existen enfermedades y
no enfermos pues ¿qué importancia puede
tener para el tratamiento de su hipertensión arterial, el
calor radiante
o dolor de rodilla derecha al subir escaleras, y no al
bajarlas?.
La homeopatía, al contrario, mantiene en toda su
extensión y asumiendo todas las consecuencias la primera
aseveración.
Permítaseme un ejemplo. Tenemos dos pacientes que
presentan una idéntica lesión
anatomopatológica: una caries de 2 mm de ancho por 4 mm de
profundidad, oclusal, en la cúspide visto-palatina del 27
(segundo molar superior izq.). Ambos pacientes consultan al
odontólogo homeópata quien además de
realizar los tratamientos instrumentales propios de su
profesión, va a formular a los pacientes para lograr el
control doloroso;
él investigará, pongamos por caso, lo
siguiente:
Paciente 1 | Paciente 2 | |
¿Cuándo le duele a Usted? | Cuando tomo líquidos | No, a mi al contrario, los líquidos |
¿Cómo es su dolor? | Es un dolor que me palpita, se me extiende a la | Mi dolor es como si me enterraran un clavo al rojo |
¿Qué lo calma? | Cuando me aprieto. Por eso me amarro un trapito | A mi, la presión me lo agrava. Al contrario, |
¿Cómo se pone Usted cuando le | Me pongo callado, no quiero estar con | Me pongo muy irritable. De hecho hoy, cuando |
El odontólogo homeópata se
preguntará entonces ¿De qué misma
enfermedad me están hablando?. Si bien es cierto que la
lesión es idéntica, la enfermedad es netamente
diferente. Por supuesto, cada uno de los pacientes
recibiría una formulación distinta para su proceso
doloroso, a pesar de la lesión anatómica
similar.
Tomemos ahora un ejemplo menos especulativo: supongamos
que tenemos un par de pacientes que presentan una
infección respiratoria alta; el paciente 1 se queja de
fiebre, lagrimeo,
picazón e irritación ocular y secreción
nasal acuosa, mientras que el paciente 2 tiene fiebre,
escalofrío, secreción nasal amarillenta fluida, no
tiene sed y se mejora al aire libre. A
pesar del idéntico diagnóstico clínico ya mencionado,
el paciente 1 sería medicado con Allium cepa
mientras que el paciente 2 lo sería con Pulsatilla
nigricans .
Esta es una de las situaciones que complican enormemente
la investigación clínica en
homeopatía ya que los pacientes para estudios
clínicos son seleccionados de acuerdo con criterios de la
medicina oficial mientras que la terapéutica se realiza
con criterios homeopáticos .
En la visión homeopática, no es el
órgano el que enferma, no es el sistema el que se afecta.
Es el hombre, en
su inextricable unidad de cuerpo-mente-espíritu el que se
ve tomado por la enfermedad, dando una respuesta vital,
según sus características personales y su
particular tendencia enfermante la que se manifiesta a
través de los síntomas y esto es lo que permite la
individualización del caso .
Así es la homeopatía ortodoxa: una forma
de terapéutica totalmente individualizada en la
que, definitivamente, no existen enfermedades sino
enfermos.
En Colombia es
posible aplicar terapéuticas no convencionales en el
ámbito de los hospitales del estado. Ello
se encuentra respaldado por la Constitución Política de la
República y la Resolución 5078 del Ministerio de
Salud "Por la
cual se adoptan normas
técnico-administrativas en materia de
Medicinas Tradicionales y Terapéuticas alternativas y se
crea el Consejo Asesor para la conservación y el desarrollo de
las mismas".
Transcribo los elementos pertinentes; los considerandos
establecen:
"Que la Constitución Política en sus
artículos 7, 8 y 70 reconoce y protege la diversidad
étnica y cultural de la Nación Colombiana, dispone que es
obligación del Estado y de las personas la
protección de las riquezas culturales y naturales de la
Nación, y establece que la cultura es
el fundamento de la nacionalidad, reconociendo la igualdad y
dignidad de
todas las que conviven en el país.
[…] Que es necesario establecer normas
técnico-administrativas que se adecuen al carácter multiétnico y
pluricultural en nuestro país y fomentar la
interculturalidad, la participación social, la
investigación y la interdisciplinariedad en todos los campos que
tienen relación directa o indirecta con las Medicinas
Tradicionales y con las Terapéuticas
alternativas."
Establece que las Terapéuticas Alternativas
son:
"El conjunto de procedimientos
terapéuticos derivados de las diversas culturas
médicas existentes en el mundo, empleadas para la
prevención, tratamiento, rehabilitación y
explicación de las enfermedades".
El Artículo Segundo plantea:
"Corresponde a las Instituciones del Sistema de
Salud:
- Incentivar la investigación, la
recuperación, el respeto y
la revalorización de las Culturas Médicas
Tradicionales y de las Terapéuticas
alternativas - Brindar información adecuada sobre las diversas
concepciones y métodos terapéuticos de las
diversas culturas médicas, a las personas que lo
requieran y a las instituciones educativas en el área
de la salud. - Propiciar diálogos entre los servicios de
salud y la comunidad,
para adecuar los servicios asistenciales y las
particularidades culturales y sociales de cada
región - Diseñar e implementar mecanismos de
interacción entre los servicios
institucionales de salud, las Culturas Médicas
Tradicionales y las Terapéuticas Alternativas, sin
menoscabo de ninguno de ellos, para la prestación de
los servicios especialmente en el Primer Nivel de
Atención."
En el Parágrafo del Artículo Quinto se
dice:
"[…] Las instituciones prestatarias de servicios
de salud, podrán vincular a profesionales con
formación en las Culturas Médicas Tradicionales y
Terapéuticas Alternativas, buscando la
complementación de los distintos saberes"
También en el ámbito internacional,
la
Organización Mundial de la Salud, en la
56ª Asamblea Mundial de la Salud , ratificando
ocho resoluciones previas y
"[…] Consciente de que la medicina tradicional,
complementaria o alternativa presenta muchos aspectos
positivos, y de que la medicina tradicional y quienes la
practican desempeñan una función
importante en el tratamiento de enfermedades crónicas y
en la mejora de la calidad de
vida de quienes sufren enfermedades leves o determinadas
enfermedades incurables"
"[…] 2 INSTA a los Estados Miembros a que, de
conformidad con la legislación y los mecanismos
nacionales establecidos:
1) adapten, adopten y apliquen, cuando proceda, la
estrategia de
la OMS sobre medicina tradicional como fundamento de los
programas
nacionales o programas de trabajo
sobre medicina tradicional;
2) cuando proceda, formulen y apliquen políticas y reglamentaciones nacionales
sobre medicina tradicional, complementaria o alternativa para
respaldar el buen uso de la medicina tradicional y su integración en los sistemas
nacionales de atención de salud, en función de
las circunstancias de sus países;
3) reconozcan la función de determinadas
prácticas tradicionales como uno de los recursos
importantes de los servicios de atención primaria de
salud, particularmente en los países de bajos ingresos y de
conformidad con las circunstancias nacionales;
[…] 5) presten apoyo suficiente a la
investigación sobre los remedios
tradicionales;
6) tomen medidas para proteger, conservar y
mejorar, si fuera necesario, los conocimientos de la medicina
tradicional y las reservas de plantas
medicinales con el fin de promover el desarrollo
sostenible de la medicina tradicional, en función de
las circunstancias de cada país
[…] 8) proporcionen información fiable
sobre la medicina tradicional, complementaria y alternativa a
los consumidores y dispensadores con el fin de promover su uso
idóneo;
[…] 10) alienten, cuando proceda, la
inclusión de los medicamentos herbarios en la lista
nacional de medicamentos esenciales, centrándose en las
necesidades demostradas de la salud
pública del país y en la seguridad,
calidad y
eficacia
verificadas de esos medicamentos"
Así pues, la práctica de medicinas
complementarias y alternativas debería ser una posibilidad
real en los hospitales de Colombia ya que se puede ofrecer a los
usuarios de los servicios de los hopitales, una mayor gama de
servicios, acercarse a las preferencias de muchas personas del
área de influencia en cuanto a las formas de tratamiento
disponibles en los diferentes centros asistenciales y
además se estaría dando cumplimiento a lo
establecido en la Ley y la
Constitución y se observarían las sugerencias de
organismos internacionales.
3. INTRODUCCION AL TEMA
HOMEOPÁTICO
Hamlet: ¿No veis nada
allí?
Reina: Nada absolutamente, y sin
embargo,
veo todo lo que es.
William Shakespeare.
Cuando se habla de "medicinas alternativas" o de
"medicinas complementarias", se está haciendo
referencia a cualquier cuerpo de conocimiento
médico aplicado al diagnóstico y/o a los diferentes
tipos de tratamiento que se escapan de la medicina regular
, que se salen de lo convencional, de forma que
también se les ha llamado terapias no
convencionales .
Estos términos pueden entenderse de manera
diferente, dependiendo del punto de vista que asumamos. En la
visión técnica se establece que la medicina
tradicional
"Es a suma total del conocimiento, habilidades y
prácticas basadas en teorías, creencias y experiencias
indígenas de las diferentes culturas, bien sean
explicables o no, empleadas en el mantenimiento de la salud, tanto como en la
prevención, diagnóstico, mejoría o
tratamiento de la enfermedad física y
mental"
No deja de ser llamativo que la definición
técnica de la Organización Mundial de la Salud tenga
puntos de contacto con propuestas antropológicas,
filosóficas y esotéricas de lo que se considera en
estas ciencias,
la tradición:
"Ser conforme a la tradición es permanecer
fiel al Origen y por ese mismo motivo situarse en el Centro;
mantenerse en la Pureza primera y en la Norma
universal"
Por otra parte, para la OMS se comprende que la
medicina complementaria o medicina
alternativa
"Son términos […] que se utilizan de
manera intercambiable con los de medicina tradicional en
algunos países. Hacen referencia a un campo amplio de
prácticas de cuidado de la salud que no hacen parte de
la propia tradición de los países y que no se
encuentran integrados al sistema de cuidado sanitario
dominante"
Para dificultar el cuadro la misma OMS se encarga de
confundir más los términos planteando una mayor
generalización. De esa manera propone en un documento que
se use la denominación "medicina tradicional" cuando se
hace referencia a formas de medicina no oficial de África,
Latinoamérica, Sudeste asiático y/o
el Pacífico occidental, y "medicina complementaria y
alternativa" cuando se hace referencia a Europa y/o
Norteamérica y Australia.
Pero si no se posee el marco de referencia que he venido
mencionando (como usualmente ocurre), en el empleo de la
terminología tradicional-alternativa-complementaria,
subyace un concepto: se
trataría de procedimientos diagnósticos y
terapéuticos que simplemente complementan el
sistema de terapéutica de la llamada medicina
ortodoxa u oficial, o que representan un camino
alterno cuando ésta no se encuentra en condiciones de
ofrecer un tratamiento orientado hacia la mejoría de la
calidad de vida del consultante o a la disminución de sus
síntomas disrruptivos. Por eso la utilización de
los términos alternativo o complementario se
presta a equívocos. En mi práctica privada, por
ejemplo, la medicina oficial se me convierte en una verdadera
medicina alternativa, cuando considero que en el cambio hacia
la salud de un paciente debo complementar el sistema
homeopático con alguna medicina química.
En cierta medida, la medicina oficial puede ser
comprendida como medicina bioquímica, mientras que
muchas formas no convencionales de práctica médica
pueden ser vistas como medicina bioenergética;
dentro de estas pueden contemplarse: acupuntura, digitopuntura,
shiatsu, homeopatía, terapia neural, flores de Bach,
reiki, osteopatía, etc.
Por otra parte y como ya fue mencionado, muchas formas
de práctica médica son irreconciliables entre
sí debido al simple hecho que parten de paradigmas
distintos. Se podría lograr una integración de la
medicina convencional con las formas complementarias y
alternativas si se vislumbrara un cambio en el paradigma
biomédico desde lo meramente mecanisista y lo
biológico, hacia una visión más
holística de la fisiopatología y de la
terapéutica; si se logra lo anterior y se le suma una
postura de mentalidad abierta, obviamente sobre la base de un
debate
científico, procurando evitar que cada una de las diversas
visiones médicas del hombre se
considere a sí misma como la auténtica poseedora de
la Verdad, negando la realidad de las otras, y permitiendo la
integración de los diversos saberes médicos en la
cotidianidad de la atención al ser que sufre , con la
finalidad de disminuir su dolor y sufrimiento y de postergar
la muerte,
objetos últimos de la Medicina, globalmente considerada.
Recuerdo aquí a un colega que decía que el silencio
más elocuente del mundo fue el del nazareno que,
preguntado por Pilato: ¿Qué es la verdad?, se
quedó callado.
Pero en la práctica, al margen de consideraciones
filosóficas y epistemológicas ¿es posible
integrar la homeopatía en el día a día de un
hospital universitario?. Aunque las dificultades son muchas
Así parece mostrar un estudio realizado durante 4
años en el Hospital Infantil de Munich. Luego de la
convivencia y trabajo mancomunado de las dos formas de medicina,
el 69% de los médicos de esa institución apreciaban
los tratamientos homeopáticos concomitantes .
Ahora bien, comprendemos un paradigma como un
límite conceptual, como la forma de establecer el
conocimiento, de responder ante determinados
estímulos, de comprender el Mundo y el entorno,
además de la manera aceptada por la cultura dominante para
efectuar una determinada acción.
Cuando nos movemos en un paradigma específico,
nos resulta inaceptable cualquier forma de aprehender la realidad
que se salga del que nos sirve de marco de referencia. Así
entonces, si partimos del paradigma de que "en la oscuridad
absoluta no se puede ver", no le creeríamos a un
sujeto que nos diga que por ejemplo, él si puede ver
objetos en ausencia total de luz. Al cambiar
de paradigma podríamos comprender que si se
está en condiciones de ver en oscuridad absoluta,
por ejemplo a través del empleo de sistemas de radar o de
radiación
infrarroja. Lo que con un cierto paradigma resulta imposible de
lograr, se puede conseguir a través de otro.
Schwartzenegger descubre esto de manera accidental en su
película Depredador, cuando logra hacerse invisible
ante el horroroso extraterrestre mata-hombres simplemente
cambiando el paradigma visual del "tipo".
El epígrafe de este aparte es un típico
ejemplo de paradigma. Mientras el
príncipe de Dinamarca contempla efectivamente el
espectro de su padre, la reina, su madre, no ve nada y ratifica
con una afirmación que no deja lugar a discusión
que, desde su punto de vista, ella es capaz de apreciar todo
lo que es y que allí no hay nada más que lo que
ella observa. El fantasma de su esposo cae por fuera del campo de
la percepción paradigmática de la
reina, y por eso no le es perceptible. Esta amaurosis para
hechos, pensamientos o circunstancias que caen por fuera del
propio paradigma se denomina efecto paradigma, cosa que en
el campo científico resulta absolutamente nefasta ya que
genera la conocida ceguera paradigmática,
situación que impide el progreso de la ciencia y por
ende, de la humanidad.
La cultura dominante que maneja cierto tipo de
paradigmas no acepta de modo alguno la existencia de
conceptos que puedan apartarse del suyo: somos peores que los
tigres, dice Voltaire,
"ellos matan para comer, nosotros nos exterminamos por
párrafos" . Cuando se presenta un concepto que se
aparta de las opiniones que poseen los que detentan el poder
cultural, los sujetos que los enuncian inmediatamente caen en la
marginalidad y
reciben la carga de agresividad defensiva de quienes desean
mantener el satus quo; así ha sido desde siempre y
posiblemente continuará ocurriendo durante muchos siglos
más. Por ejemplo, la American Medical Association (AMA) se
creó tres años después de que fuera fundado
el American Institute of Homeopathy en 1.844 ,
siendo uno de sus objetivos el
de combatir las "formas irregulares de la Medicina", pues el auge
que la homeopatía tuvo durante el siglo XIX en EUA fue
enorme, llegando a ser vista por la AMA, como un "culto" . El
objetivo
buscado por la AMA puede resultar loable en primera instancia,
pero creo que no hay que olvidar la aseveración de George
Bernard Shaw, que por humorística no deja de ser menos
verdadera: No hagas a los demás lo que quieres que te
hagan a ti, ellos pueden tener gustos diferentes .
Por otra parte, como casi siempre ocurre, bajo el deseo
de la AMA de aplastar a la homeopatía se movían
otros intereses no tan altruistas; durante el congreso de la AMA
en 1.903, un médico de esa Asociación
declaró: "Debemos admitir que no hemos luchado en
contra de la homeopatía por cuestión de principios;
luchamos con ella porque ingresó en la comunidad y se
quedó con el dinero"
. Y alguna razón le cabría al colega, pues el
gasto en tratamientos complementarios y alternativos se ha
disparado por parte de los usuarios de esos servicios; durante
1.997 en EUA los pacientes invirtieron en estos tratamientos
2.700 millones de dólares, en Australia, 80 millones,
2.300 en el Reino Unido y 2.400 millones en Canadá
.
En defensa del conocimiento, el poder y el dinero, en
1.852 la publicación predecesora del New England Journal
of Medicine proclamaba ya que la homeopatía era un fiasco
y que sus remedios en modo alguno eran superiores a la sal de
cocina .
Las actitudes
negativas hacia la medicina
alternativa se siguen presentando; así lo
señala un estudio noruego realizado en oncólogos.
En él se muestra que tan
solo el 4% de tales especialistas investigados, tenían una
actitud
positiva hacia las medicinas complementarias y alternativas . Sin
embargo lo anterior contrasta con lo que se ve en otras partes;
por ejemplo en Escocia, el 20% de los médicos generales
han recibido un entrenamiento
básico en homeopatía, lo que les permite integrar
las dos formas de medicina , mientras que un estudio del Journal
of the American Board of Family Practice señalaba que el
69% de los médicos de familia en EUA.,
expresaban abiertamente su interés
por conocer más sobre esta forma de tratamiento
.
Con una visión tan cerrada como la que mencionaba
más arriba, que impide el pensamiento
diferente, Galileo pudo haber sido quemado al promulgar su
teoría heliocéntrica y orbital, mientras que
William Harvey si fue llevado a la hoguera por propalar ideas
médicas dichas antes por Miguel Servet; Darwin es
ridiculizado al plantear la teoría de la evolución, Carl Jung es poco tenido en
cuenta a pesar de ser uno de los psiquiatras y humanistas
más grandes de la historia, mientras que
Hahnemann y sus seguidores somos tratados como
charlatanes ya que nos movemos dentro de un viejo paradigma
hipocrático que la medicina oficial considera superado:
"lo similar es curado con lo similar" , que se suele enunciar
como similia similibus curantur. Por su parte la
terapéutica en la medicina alopática se establece
sobre la base del principio esbozado por Asclepio (hacia 90 a.C.)
y establecido por Galeno (130-201 d.C.) de contraria
contrariis curantur (y formulamos antihipertensivos,
antipsicóticos, antianginosos,
antiácidos, antidiarréicos,
antidepresivos, etc.)
Sin un cambio de paradigma por parte de algunos
pensadores y científicos no se habría podido ir mas
allá de la física newtoniana y plantear la
física cuántica cuyo estudio nos muestra un
Universo que
se rige por leyes totalmente diferentes a las que
llevamos aceptando, desde la mirada de la ciencia oficial,
durante centurias.
Pero una modificación paradigmática nos
resulta muy amenazante ya que nos enfrenta inmediatamente con lo
desconocido, con lo que no manejamos y no podemos
instrumentalizar ni comprender en primera instancia.
"[…] en el caso de las ciencias modernas, el
alcance de la razón está limitado por su propio
método
empírico. En el plano en que se sitúa, la
razón (ratio) no es tanto fuente de verdad como
garantía de coherencia: actúa solamente como ley
ordenadora"
En medicina, las formas no convencionales de pensamiento
y de tratamiento representan un serio desafío para los
paradigmas del razonamiento dominante; sin embargo en
países desarrollados ya se está dando el paso a
aceptar modificaciones paradigmáticas en este campo. De
esa manera asistimos en el momento presente a las discusiones que
se plantean dentro del marco del Tratado de Libre
Comercio con EUA en lo referente a las biotecnologías
ancestrales, ya que las grandes multinacionales
farmacéuticas han entrevisto el potencial que tienen las
terapéuticas farmacológicas no convencionales que
actualmente están en uso por fuera del campo de lo
aceptado en occidente, pongamos por caso, el uso de la panela
raspada que empleamos en Colombia con cierto éxito
en el tratamiento de heridas abiertas.
A este respecto cabe destacar que en nuestro
país, el encuentro de saberes médicos en nuestro
país, que se inició en la colonia en la forma de un
pluralismo debido a la confluencia de la medicina ancestral y de
la española, en un principio generó todo una gama
de conocimientos médico-coloniales; sin embargo, con el
paso del tiempo este
encuentro de saberes comenzó a decrecer paulatinamente
desde comienzos del siglo XIX, dificultando una efectiva
yuxtaposición de la medicina verdaderamente tradicional
con la académica, lograda en el momento de la confluencia
de los dos mundos. Sin embargo, a pesar de encontrarse en
decadencia el entendimiento de los diferentes tipos de medicina
que se practican en Colombia, están dadas las
posibilidades para que este entendimiento y aprovechamiento mutuo
de saberes, exista, sobre la base de una política estatal
abierta a formas de conocimientos médicos "populares"
.
¿Cómo ve la OMS la situación de las
medicinas alternativas y complementarias en Colombia? . Informa
que el 40% de la población ha usado alguna forma de
estas medicinas. Que desde 1.905 el Congreso de la
República ha reconocido a la homeopatía como un
sistema de medicina. En 1.914 por directiva gubernamental se
estandarizaron los requerimientos académicos necesarios
para la formación de los médicos en esta
área, y sólamente a las personas graduadas en
facultades o escuelas de medicina oficial occidental se les
concede el permiso para ejercer esta especialidad; establece que
se ha planeado una integración de la homeopatía al
Sistema de Salud del estado. Por último reseña que
sólamente existen tres escuelas de educación en
homeopatía autorizadas por el Ministerio de Salud y que en
ellas se ejecutan programas académicos de postgrado en
esta rama de la medicina, con una duración de tres
años.
Por otra parte, enfrento en este texto dificultades con
los potenciales lectores, ya que por su educación y marco
cultural de referencia, se mueven dentro de los paradigmas de la
medicina oficial, cuyos conceptos no son aplicables en otros
contextos diferentes, ni tampoco son muy útiles para
demostrar o negar la existencia de formas de
conceptualización distintas del Mundo.
Sin embargo, la respuesta positiva que se ha generado en
algunos estamentos y personas con formación
científica tradicional en el Hospital Simón
Bolívar ante mi propuesta de efectuar una consulta
psiquiátrica empleando terapéuticas
homeopáticas cuando hubiere lugar y el cliente (en el
sentido rogeriano del término ) lo acepte, permite
entender que si existe un deseo por parte de algunos
médicos convencionales por conocer formas de pensar
diferentes y de permitir, dentro de un esquema de libertad de
pensamiento y de acción, que no violente el principio
hipocrático y bioético de primum, non nocere
(primero, no hacer daño) ,
y su aplicación al interior del Hospital.
Desde este punto de vista nos topamos con el hecho de
que cada vez es mayor el interés que las medicinas no
convencionales despiertan dentro del sistema de formación
del médico; un estudio realizado hace ya unos años
por la Oficina de
Desarrollo Educativo de la Escuela de
Medicina de la Universidad de
Harvard , señaló que de 125 escuelas de medicina en
EUA, el 64% ofrecía estudios curriculares en medicinas no
convencionales de manera electiva, mientras el 31% de las
escuelas impartían esta formación dentro de su
curriculum
ordinario, principalmente al interior de los programas de
medicina familiar o medicina interna. En el mencionado trabajo
las principales áreas de estudio se relacionaban con
acupuntura, homeopatía, terapias naturistas, y técnicas
de cuerpo-mente, entre otras.
No sólamente se ve el interés dentro de
las Facultades de Medicina sino que los médicos,
individualmente considerados, aunque no practiquen tipo alguno de
medicina no convencional, se dan cuenta que estas ofrecen
beneficios para sus consultantes, de modo que están
dispuestos a hacer remisiones a médicos de otras
orientaciones. Un estudio realizado en el Reino Unido
señaló que el 70% de los médicos
hospitalarios y el 93% de los médicos generales
habían efectuado remisiones de sus pacientes a medicinas
no convencionales, al menos en alguna oportunidad, y que estas
remisiones iban en incremento. Por otro lado, el 12% de los
médicos hospitalarios y el 20% de los médicos
generales en el estudio, practicaban alguna forma de medicina no
convencional.
Como si fuera poco, se ha visto que en EUA el uso de al
menos una de 16 formas de medicinas no convencionales, se
incrementó del 38% en 1.990, al 42% en 1.997. La probabilidad de
que una persona acuda
donde un médico que practica formas no oficiales de
medicina está en el 46.3%, a pesar de que cerca del 45% de
los costos
terapéuticos deben ser sufragados por el propio
consultante. El estudio, extrapolado a la población total, muestra que se esperaba
para el año de 1.997 un incremento del 47.3% en las
visitas a médicos no convencionales, para un total de 629
millones de consultas, a un costo de US$
21.200 millones.
A escala mundial se
ha visto un incremento progresivo en la cantidad de consultas que
se generan en relación con los tratamientos
complementarios y alternativos fundamentalmente buscados por
personas que padecen de enfermedades crónicas ; La OMS
plantea que tanto la medicina tradicional como la alternativa
contribuyen a generar la mayor parte de los tratamientos
sanitarios que se proveen en el planeta. En los países de
bajos y medianos ingresos, hasta el 80% de la población
puede buscar la salud y confiar en las prácticas de
medicina tradicional mientras que en muchos países de
altos ingresos económicos, la búsqueda de
atención con diversas formas de las terapias alternativas
y complementarias se ha incrementado de manera paulatina llegando
a establecerse que hasta el 65% de las personas reportan haber
usado este tipo de tratamientos médicos.
La OMS estima que el porcentaje de la población
que ha usado o emplea tratamientos alternativos y complementarios
es de 48% en Australia, 70% en Canadá, 42% en EUA, 38% en
Bélgica y 70% en Francia .
Propone además que los tratamientos deben pasar por cuatro
consideraciones:
- Política; integración de las medicinas
complementarias y alternativas al sistema de salud
nacional - Seguridad, eficacia y calidad
- Uso racional sobre la base de
costo/beneficio - Accesibilidad
Entonces, si se implementara una consulta basada en el
empleo de terapéuticas no convencionales, sin lugar a
dudas el Hospital Simón Bolívar
incrementaría sus ingresos y además
ofrecería una ayuda terapéutica útil para
los usuarios de nuestros servicios, convirtiéndose en
pionero dentro del Sistema de Salud de Colombia en campos
terapéuticos no explorados ni explotados dentro del
Sistema estatal, pero que la mayoría de las EPS
colombianas han implementado ya. Unicamente pues, sobre la base
de venta de
servicios tenemos entre manos una gran posibilidad.
Además, en el Hospital Simón
Bolívar trabajamos un número importante de
médicos especialistas y generales con conocimientos,
formación académica y experiencia en sistemas no
oficiales de terapéutica que, bajo cierta óptica
y en el momento actual, nos encontramos "desperdiciados" desde
los puntos de vista terapéutico y económico, en
parte por el relativo desprecio que el médico con
educación ortodoxa mantiene sobre formas de tratamiento
que no conoce y que se escaparon a su formación,
experiencia o conocimientos.
Sin extenderme en la disminución de los costos de
la atención al enfermo que las diferentes formas de
medicinas no oficiales estarían en capacidad de ofrecer
para el Hospital, deseo mencionar de paso que en un estudio
retrospectivo en Israel, realizado
en pacientes con trastornos alérgicos, se vio una
reducción en el empleo de medicación química
hasta en un 60% con lo que se obtuvo un ahorro de
US$24 por paciente durante un período de 3 meses luego de
la intervención homeopática ; otros autores han
señalado disminución de costos de tratamiento hasta
en un 14% .
Para terminar, con frecuencia oigo decir a los colegas,
como justificación ante su negativa frente al empleo de
formas de tratamiento no convencionales: "es que yo no creo en
esas medicinas". ¡Qué equivocados se encuentran!
No se trata aquí de creer o no creer; de igual manera no
importa, por decir cualquier cosa, que una persona no crea
que el ácido acetil salicílico le controlará
un estado febril o disminuirá su agregación
plaquetaria. Si el ASA está indicado para ese determinado
estado febril o se busca un efecto anticoagulante leve,
independientemente de que se tenga fe o no en la asipirinita,
esta actuará sobre esas condiciones. De igual forma, si el
Aurum metalicum está indicado para controlar y
hacer desaparecer una idea suicida asociada con mutismo y
autrorreproches, este actuará, así la persona no
crea en el oro trabajado
homeopáticamente.
La investigación es el esfuerzo
persistente
y disciplinado que tiende a
descubrir
el sentido y el orden
existente
en los fenómenos de la
experiencia subjetiva
Carl Rogers
En un solo párrafo
puede resumirse esta forma de medicina: Homeopatía
término acuñado por Hahnemman , viene del griego;
significa: homoios, igual, similar, y pathos,
padecimiento, enfermedad, sufrimiento ; designa a la rama de la
medicina que se relaciona con una cierta manera de llegar al
diagnóstico y establecer un tratamiento individualizado de
las enfermedades, mediante la
administración de dosis diminutas, infinitesimales o
ultramoleculares de una sustancia farmacológica (remedio)
elaborada de una manera especial, y la que si es administrada a
personas sanas en determinadas dosis, produciría
síntomas transitorios similares a aquellos que se desean
curar en las personas enfermas.
Destaco algunos elementos: individualización del
cuadro clínico, tratamiento con dosis pequeñas,
elaboración especial del producto
farmacológico y experimentación humana, no sobre
animales.
La homeopatía fue descubierta y sus conceptos
fundamentales desarrollada en sus primeros pasos entre 1.790 y
1.843 por el médico, químico, botánico,
toxicólogo, lingüista, filósofo, historiador
de la medicina e investigador, Christian Friederich Samuel
Hahnemann (1.755-1.843), aunque algunos de los conceptos sobre
los que se basa habían sido enunciados por
Hipócrates, Paracelso y por Sthal, su
contemporáneo, entre otros .
Para la medicina contemporánea, ya acostumbrada a
la inmediatez y al cambio permanente, en la que un
artículo con 5 años de haber sido publicado resulta
casi un anacronismo, es todo un despropósito tomar en
cuenta autores tan viejos y seguir estableciendo, en los albores
del siglo XXI, formas de terapéutica basadas en conceptos
planteados en el XIX o antes. Esto constituye uno de los
paradigmas de cualquier alopáta que haya sido formado en
nuestras Facultades de Medicina, con muy pocas excepciones; a mi
también, como médico ortodoxo, me repugnaban los
conceptos que desarrollaré más adelante y
veía en los homeópatas a unos simples yerbateros
cuyo objetivo en la vida era el de lucrarse aprovechando la
ignorancia de la gente y por supuesto, generándole
más daño que bien, a los ilusos pacientes que
buscaban sus servicios.
Hahnemann, dio comienzos a su carrera médica en
la Universidad de Leipzig obteniendo su grado a los 24
años en la Universidad de Erlangen; 12 años
más tarde enfrenta lo que pudiera llamarse una crisis
existencial; se decepcionó de la práctica
médica de su época, caracterizada por el empleo de
lavativas, sangrías, flebotomías, purgas,
vejigatorios, eméticos, sudoríficos, sanguijuelas,
trepanaciones, y afligido por la imposibilidad de lograr
curaciones o al menos, alivio en las molestias de sus pacientes,
abandonó la práctica directa; algún
día al llegar a su consultorio y a pesar de verlo
extrañamente lleno de pacientes, concreta una
decisión que estaba tomando cuerpo en su vida y les
informa en la sala de espera: "Queridos amigos, pueden irse de
aquí. Yo soy incapaz de aliviar sus males y de curarlos y
no quiero robarles su dinero". Enriqueta, su primera esposa,
estaba horrorizada ¿de qué iban a vivir y
cómo sacarían la familia
adelante?; obviamente pensó que el hombre se había
vuelto loco.
Como las necesidades de la familia debían
suplirse, Hahnemann se dedicó en parte a la química
y a realizar traducciones de textos médicos, gracias al
conocimiento que tenía de siete idiomas; en 1.790
trabajó sobre la Materia Medica (Tratado de
Terapéutica, le llamaríamos hoy en día) de
una de las autoridades médicas de su época, el
inglés
William Cullen, en la cual se comentaba el buen resultado del
tratamiento del paludismo con la
corteza de la quina (Cinchona officinalis); Cullen le
atribuía la eficacia del remedio a su sabor amargo y a la
acción tónica y astringente que ella tenía
sobre el estómago; explicaciones similares traería
un año más tarde la Materia Médica de Monro.
Hahnemann rechazó esta idea; con sus conocimientos de
toxicología y química creyó
que esa explicación era inadecuada puesto que
existían sustancias más amargas o astringentes que
no tenían efectos sobre el paludismo, de modo que
comenzó a investigar y halló una descripción sobre las propiedades curativas
de la quina, según el uso que de ella hacían los
indígenas del Ecuador
(¡Ah, las biotecnologías ancestrales!).
Como científico recurrió entonces al
método experimental y luego de plantearse la hipótesis de trabajo, decidió
probar, primero en sí mismo y luego en otras personas,
dosis repetidas de quina. Tomó entonces cuatro dracmas de
quina dos veces al día durante algún tiempo, y se
hicieron patentes los síntomas asociados con la
clínica de la fiebre intermitente. "Este paroxismo
-anota Hahnemann– duraba entre dos a tres horas cada vez y
recurría cuando yo repetía la dosis, no en otro
momento. Al descontinuar la medicina, me encontraba nuevamente en
buen estado de salud" .
La experimentación y la observación le llevaron a formular el
principio general de la homeopatía antes mencionado:
similia similibus curantur es decir, lo similar se cura
por lo similar. Sus hallazgos y su pensamiento se concretan en
sus dos obras cumbres: El Organon de la Medicina,
publicado en 1810 y el Tratado de las Enfermedades
Crónicas, de 1.828, libros que
contienen las bases terapéuticas y filosóficas de
esta rama de la medicina. Hahnemann probó en sí
mismo y en voluntarios durante los 60 años de su carrera,
100 remedios, haciendo cuidadosas observaciones sobre
ellos.
No deja de resultar curioso que pocos años
después de la reaparición del principio de
semejanza, Edward Jenner descubriera el valor
homeopático de administrar pequeñas dosis de
viruela (dosis "homeopáticas") con el propósito de
inmunizar a las personas contra esta enfermedad , desaparecida
hoy gracias a su descubrimiento
Nada es tan
práctico
como una buena
teoría.
Kurt Lewin
Se han establecido algunos principios básicos en
la homeopatía, como son:
- Ley de la semejanza
- Ley de remedio único
- Ley de dosis mínima
- Doctrina de la fuerza vital
- Doctrina de la experimentación
pura - Doctrina de la potenciación y
dinamización - Doctrina de las enfermedades crónicas o
miasmas - Doctrina de la totalidad
sintomática - Ley de la individualización
- Ley de la Curación
Si bien todo esto es verdad, los cinco pilares
fundamentales de la homeopatía y a lo cual puede ser
reducida en última instancia, son:
- Ley de la individualización
- Ley de la semejanza
- Ley de la dosis mínima
- Ley del remedio único
- Doctrina de la experimentación
pura.
De todos estos temas se tratará someramente,
algunos de forma explícita, otros entre el
texto.
5.1. CONSTITUCION DEL SER
HUMANO.
La homeopatía moderna parte del concepto de que
el ser humano, en su constitución, posee tres niveles
jerárquicamente determinados . Son estos:
- Mental /espiritual
- Emocional /psíquico
- Físico
El grado de salud o enfermedad de cada individuo
puede ser evaluado investigando lo que ocurre en cada uno de
ellos. El plano mental se considera como el más central,
el de mayor jerarquía debido a que en este nivel es donde
se producen las manifestaciones fundamentales de la persona
humana, a mi manera de ver, el que nos confiere las
características propias de la especie, el que nos da
nuestra esencia como personas, mientras que el plano
físico, aunque sumamente importante, es considerado el de
menor jerarquía.
En la visión científica oficial, la mente
es el resultado de procesos
bioquímicos; pero dentro de otras concepciones
"La mente es la totalidad de nuestro conocimiento,
de nuestra consciencia actual; es todo el proceso de pensar, la
medida total de nuestra existencia humana. La mente es el
resultado del cerebro. El
cerebro origina la mente. Sin cerebro no hay mente, pero la
mente está separada del cerebro, es hija del
cerebro"
Siguiendo a Vithoulkas , que dicho sea de paso,
aún dentro de la homeopatía resulta controversial,
se puede decir que en presencia de una alteración del
plano mental/espiritual la existencia de la persona se ve
amenazada como un todo, tal como puede ocurrir en la
esquizofrenia, en la demencia o en la idiocia.
Dentro del plano mental existen funciones que
también estarían jerarquizadas. Asumiendo con
juicio de inventario, que
se presentan condiciones de similar intensidad, una
alteración de la memoria no
resulta tan sería como una incapacidad de
concentración y esta a su vez no son tan importante como
una inhabilidad para concentrarse, que a su vez es menos seria
que una incapacidad para la discriminación, la que a su turno no es tan
primordial como una incapacidad para pensar y razonar. Las tres
cualidades indispensables que acompañan las diferentes
funciones mentales son: a) claridad, b) racionalidad, coherencia,
razonamiento lógico y c) creatividad al
servicio del
bien común y del bien individual.
El plano emocional representa el nivel de la existencia
humana que registra el cambio en los sentimientos. Por lo tanto
es este nivel el que se encuentra más cerca del
núcleo del diario vivir.
Unas palabras desde la psiquiatría: entendemos la
afectividad o el afecto, como el conjunto de reacciones
psíquicas de un individuo ante situaciones vitales
provocadas por el contacto con el mundo exterior, el interior o
por modificaciones internas del organismo . Se ha dicho
también que es el tono emocional que acompaña toda
idea , vivencia o representación.
Los afectos son estados psíquicos inmediatos que
condicionan el sentido de una reacción mientras que las
emociones son
el conjunto de fenómenos psíquicos y
fisiológicos que caracterizan la reacción que se
produce ante una situación determinada. La emoción
engloba el afecto y toda la serie de manifestaciones
neurovegetativas que le acompañan. Para que quede
más claro: al afecto interés, corresponde la
emoción choque; al afecto placer, la
emoción gozo; al afecto de dolor, la
emoción pena; al afecto de retraimiento y
huída, la emoción miedo; al afecto
expansivo entre la defensa y la agresión, la
emoción cólera.
Los sentimientos por otra parte, se distinguen
difícilmente de las emociones y son complicados de
introducir dentro de esta clasificación, revistiendo
diferentes formas y matices. Unos pueden estar centrados en el
propio Yo: orgullo, vanidad, triunfo, celos, pudor, timidez,
etc.; otros relacionados con el Otro-significativo:
simpatía, benevolencia, compasión, piedad, envidia,
odio, admiración; mientras que los de más
allá resultan de apreciaciones superiores o trascendentes:
la Verdad, el Bien, la Justicia, lo
Bello, etc..
Por último, nos queda la pasión,
que podemos entender como la polarización de la
afectividad sobre un sentimiento determinado que invade toda la
vida tendiendo a volverse permanente, frente a lo que se ve
subordinada toda la actividad de la persona, condicionando la
existencia y moldeando su conducta
, .
Ante lo dicho, quizás sería más
apropiado llamar al segundo plano, afectivo, en lugar de
emocional.
Sea como fuere, desde la visión
homeopática, las emociones de acuerdo con su calidad
pueden ser vistas como positivas o negativas. Aquellas se
orientan hacia la felicidad en tanto estas lo hacen hacia la
infelicidad. Entre más emociones negativas se experimenten
(ansiedad, angustia, irritabilidad, cólera,
violencia,
temores, fobias, tristeza, depresión,
envidia, celos, fanatismo, etc.) se piensa que un individuo
está más enfermo, al menos en este nivel, mientras
que a mayor estado emocional de salud, el sujeto tenderá
hacia la experiencia de paz y calma dinámica que en última instancia se
expresará como amor a
sí mismo, a los otros y al entorno.
El plano físico se constituye en el foco
primordial de la atención de la medicina oficial. No es
necesario establecer aclaraciones sobre lo que es, pero si en
cuanto a que la alopatía desconoce el concepto de
jerarquización y que realmente no se hace necesario para
su propuesta de tratamiento de las enfermedades. Sin embargo, es
un sistema que también exhibe una jerarquía
intrínseca; dependiendo de la importancia que determinado
órgano o sistema tenga se establece la severidad de las
manifestaciones de una enfermedad. Por ejemplo, una lesión
cerebral puede ser más comprometedora para el bienestar
que una lesión similar en el corazón o
en la piel.
Obviamente la individualidad de cada persona puede modificar esta
aseveración.
¿Cómo se atreve un homeópata a
decir esto?. Sobre la base de lo que pensaba Hahnemann en el
sentido de que la enfermedad "le impide al hombre alcanzar los
más altos fines de su existencia" . Creo que
sería admisible para el lector, empíricamente al
menos, considerar que el pensador, catedrático,
científico y divulgador de la ciencia Stephen W. Hawking,
autor de textos de aporte al conocimiento científico
popular tan importantes en el pasado próximo como
Historia del Tiempo o El Universo como una
Cáscara de Nuez a pesar de su devastadora enfermedad
degenerativa, ha alcanzado los más altos fines de su
existencia, al menos cuando se le considera desde fuera. Eso
específicamente es la jerarquización
sintomática.
Desde la homeopatía pues, la salud se comprende
de diversas formas: "Un estado de armonía entre las
partes del cuerpo y la persona como un todo con el cosmos"
definición que recuerda aquel concepto del Yin y el Yang y
que finalmente expresa que la salud es un estado de
armonía y de equilibrio
entre las diversas energías y la enfermedad, una
inarmonía .
La enfermedad se ve como un estado de desarmonía
que implica tres factores diferentes :
- Una influencia morbífica (patológica)
generadora de enfermedad - Una especial susceptibilidad de la persona
afectada - La individualidad del paciente que le confiere a la
enfermedad que padece un modo y una manera
peculiar.
En otra visión homeopática tenemos que la
salud es:
"[…] la liberación del dolor, en el cuerpo
físico, habiendo conseguido un estado de bienestar; la
liberación de las pasiones en el plano emocional, dando
como resultado un estado dinámico de serenidad y de
calma; y una liberación del egoísmo en la esfera
mental, teniendo como consecuencia la total unificación
con la Verdad"
¿Cómo se establece entonces el grado de
salud de una persona en un momento determinado? Posiblemente a
través de la creatividad, comprendida esta como
aquellos actos y funciones que promueven, tanto para el individuo
en sí mismo como para los otros el principal fin de la
vida: la felicidad continua e incondicional .
Desde el punto de vista de la medicina oficial, se ha
trascendido el concepto predominante en el siglo XIX planteado
por Bichat y que se mantuvo hasta bien entrado el XX, que
establecía que salud era "el silencio de los
órganos" y la enfermedad, "su rebelión"
. Se ha llegado a postular con una visión muchísimo
más completa que la salud se apoya en 4
características fundamentales :
- Percepción de bienestar psicosomático y
social: impresión de equilibrio entre todos los
componentes del ser y entre el Yo y el entorno - Percepción de integridad de su totalidad y por
lo tanto, permanencia en el ser. - Libertad de acción: se percibe la libertad de
determinación y de acción. - Capacidad de comunicación.
En la práctica, a pesar de lenguajes diferentes,
las dos definiciones tienen puntos de encuentro.
Pero para una mentalidad del siglo XXI:
"[…] los viejos y muy conocidos resultados de la
física son en la mayoría de los casos,
suficientes para entender los hallazgos homeopáticos que
usualmente se describen y se explican en una
terminología esotérica
innecesaria"
Entonces, podríamos pasar del esoterismo
filosófico al esoterismo matemático y recurrir a
otra terminología para entender el concepto de salud /
enfermedad desde el campo homeopático en términos
más actuales que soslayen aquello de la
armonía con el Todo y de la unificación
con la Verdad.
Se ha planteado un modelo
matemático que permitiría entender lo que tratamos.
Torres partiendo del análisis de la Internet, recalca la idea
que el efecto homeopático de los medicamentos implica dos
elementos diferentes: el agente terapéutico y el sitio de
acción en un biosistema específico. Parte del
concepto de red (network), definiéndolo como un
sistema que posee elementos discretos e interactuantes; si se
toma en consideración el factor tiempo, lo llama
red dinámica. Establece que:
"La acción homeopática implica al
menos el sistema inmunológico y el sistema nervioso
central, y se supone que ambos poseen las
características genéricas de un sistema complejo,
incluyendo una incremento de la susceptibilidad (enhanced
susceptibility) ante estímulos apropiados en la
proximidad de los estados diferenciados (estados
críticos). Sugerimos una caracterización de la
salud y de la enfermedad en términos de la
'distancia' del apropiado estado crítico de una red que comprende los
sistemas inmune y nervioso. El agente homeopático por lo
tanto restaura la red hacia su apropiada
posición relativa frente al estado crítico
por medio de una acción sobre los atributos que
afectan el incremento de la susceptibilidad"
Tratemos de comprender esto siguiendo al mismo autor y
asimilando su modelo a las concepciones de salud y enfermedad,
para lo cual deberemos partir de lo que es un fenómeno
crítico: todo sistema posee determinadas
características (temperatura,
presión, magnetización, etc.). Los cambios que se
presentan en sus atributos, implican modificaciones en el resto
de sus propiedades (energía, metabolismo,
etc.). Bajo determinadas circunstancias tales cambios llevan al
sistema implicado hacia una fase de transición.
Algunos eventos
críticos conducen al sistema en cuestión hasta el
final de una fase de transición lo que genera
inestabilidad en el sistema; llama esto: estado
crítico, o punto crítico, límite
en el que las propiedades del sistema se modifican
sustancialmente; lo anterior se puede dar siempre en
relación con la susceptibilidad del sistema ante diversos
estímulos procedentes del medio interno o del externo, lo
que altera del todo el funcionamiento del sistema. Si este se
encuentra lejos de los puntos críticos, se mantiene en
equilibrio consigo mismo, mientras que si se acerca a los puntos
críticos que le modifican sus condiciones de
funcionamiento, se altera del todo su funcionamiento previo
entrando en disfunción.
Un ejemplo tomado de la termodinámica puede ilustrar la
aseveración: pongamos por caso que tenemos una olla de
agua,
ahí, sin más, en equilibrio. La sometemos a
algún fenómeno crítico, calor en este caso.
Poco a poco la energía va conduciendo al agua hasta su
punto de ebullición, es decir, la acerca al punto
crítico. Una vez sobrepasado este, las propiedades
anteriores de ese sistema en equilibrio, se modifican
sustancialmente en volumen,
temperatura y estado, modificando en mayor o menor medida tanto
el contenido como el continente. La susceptibilidad del sistema
participa en esta modificación de la siguiente manera: si
la hervimos al nivel del mar, lo hace a 100 °C, pero si
hacemos lo mismo en el Everest, la susceptibilidad incrementada
del contenido es mucho más alta, de manera que hierve a
menor temperatura, es decir, el punto crítico está
"más cerca" y se necesita menos para lograrlo.
Saliendo del ejemplo, leamos el concepto de Torres
respecto a esto. Dice:
"Una red funciona cuando comunica (o es capaz de
hacerlo) todos los nodos que une geométricamente; deja
de funcionar cuando se desintegra en un conjunto de redes disconexas entre
sí. Algunas redes las que tienen una distribución de conexiones tipo 'power
low') son muy resistentes a colapsar ante la pérdida
azarosa de sus componentes (nodos); otras redes (las
exponenciales, por ejemplo), colapsan pronto ante la misma
perturbación. Al aplicar esto con buena
aproximación a los sistemas y redes del cuerpo
humano, el colapso de las redes formaría parte de la
enfermedad y desencadenaría más
alteración"
Razón tenía pues el Dr. Horacio Taborda,
antiguo Jefe del Departamento de Psiquiatría de la
Facultad dónde hice el postgrado, cuando decía,
aludiendo a la enfermedad mental:
"Nadie enferma de lo que quiere, sino
de lo que puede".
¿Es aplicable esta afirmación en cualquier
otro campo de la Medicina? A mi manera de ver, si lo es.
Metiéndome en un área sobre la que se ha escrito
mucho, veamos por ejemplo el asunto de la úlcera
gástrica. En todo ulceroso ("no existen enfermedades sino
enfermos"…) es posible encontrar Helicobacter Pylorii, pero no
toda persona que tiene H. pylorii desarrolla una
úlcera.
Entonces, todos los conceptos enunciados anteriormente
hace que nos mantengamos en el campo de las nociones de
equilibrio/desequilibrio, armonía/disarmonía,
función/disfunción,
unidad-con-el-todo/distanciamiento-frente-al-todo.
Diferente significante, igual significado.
Considero que las conclusiones filosóficas del
modelo matemático enunciado, son grandes, ya que entonces
para apreciar, valora o juzgar el funcionamiento de un
determinado sistema, siempre debería tenerse como
referente el sí-mismo previo del equilibrio del sistema en
cuestión y no la comparación con la totalidad de
otros sistemas similares. Como quien dice que la 'salud' de un
cierto sistema es 'personal' a
él, individual, propia y no necesariamente colectiva,
referido a sí mismo y sólo tangencialmente,
referido a otros. Implica pues la individualidad del
sistema en observación. Las consecuencias de lo que digo
le pertenecen a usted, querido lector. "El que tenga ojos para
ver, que vea"
5.2. LA ENERGIA VITAL Y
EL CONCEPTO DE ENFERMEDAD
El hombre no está enfermo porque
tiene una enfermedad
sino que tiene una enfermedad porque
está enfermo
Pablo Tomás
Paschero
El concepto de energía vital si que despierta las
oposiciones mas enconadas desde el interior de la ciencia
oficial, pero que resulta de fundamental importancia dentro del
cuerpo de conocimiento y práctica
homeopáticas.
El vitalismo, como se le llama a la forma de
pensar que establece la presencia de una energía de
naturaleza inmaterial que le permite al ser vivo, estar vivo, (es
decir, en última instancia, La Vida), es un concepto
prehahnemaniano. En China se le
llama o Chi, en Japón,
Ki. en India,
Prana, era la Mumia para Paracelso, Fluido
vital en Alquimia, Odyle en el pensamiento de Von
Reichenbach, Orgone para Wilhem Reich ; Bordeau le llama
natura, en la visión de Ernest Georg Stahl, quien
influyó en Hahnemann, se trataba del ánima
.
Para Hahnemann, la vida es esa energía, fuerza o
actividad interna mediante la cual puede existir, actuar y obrar
el ser que la posee . A lo largo de su obra se le llama
dynamis, fuerza vital, energía vital, principio
vital o dinamismo vital. Un ejemplo que permita acercarse a
la comprensión de tal concepto, sin que lo represente
literalmente: cuando yo muera, se acaba algún tipo de
energía que hacía que mi organismo funcionara de la
manera más armónica posible. Yo estoy muerto (sin
la energía vital), pero mis órganos,
individualmente considerados, pueden ser usados en otra persona:
mi córnea sigue viva, pero yo no; mi riñón,
mi corazón, mi hígado, permanecen vitales cuando
son trasplantados a otra persona, pero yo, como un todo, no estoy
vivo. Mi energía vital ha dejado de actuar en mi y por lo
tanto, ya no soy más. El chiste para el final del
párrafo: el doctor Frankenstein trata de insuflar a su
monstruo esa energía vital a través de los rayos y
los médicos del siglo XX, siguiendo los pasos del
científico, lo hacíamos con el desfibrilador, la
adrenalina y el bicarbonato. En el XXI, la tecnología puede
haberse complicado, pero básicamente el concepto que
subyace en el inconsciente colectivo sigue siendo el mismo:
re-animar al paciente que se murió.
Esta energía vital no sólo anima al
ser orgánico, permitiéndole sentir, funcionar y
atender a su propia conservación, sino que
"[…] reina de un modo absoluto, y mantiene todas
las partes del organismo en una admirable y armoniosa actividad
vital, tanto en sus sensaciones como en sus funciones, de tal
manera que el espíritu dotado de razón que habita
en ese organismo, pueda disponer libremente de ese instrumento
vivo y sano, para alcanzar los más altos fines de su
existencia"
Así pues, para la homeopatía la
energía vital tiene las siguientes
características:
- Es soberana: rige la materia.
- Autocrática: a través de leyes y
principios biológicos, se constituye en el principio
rector de manera absoluta. - Es armonizadora: en estado de salud mantiene el
equilibrio vital (la homeostasis,
diríamos actualmente), manteniendo la existencia con
finalidad evolutiva para el ser. - Automática: en estado de enfermedad trata de
restablecer de manera automática y ciega el equilibrio.
Algunas veces lo logra, pero en la mayoría no debido a
que se le considera "ciega". - Es inmaterial: es decir, de naturaleza
dinámica. - Innata e irrecreable.
- Se deja impresionar (modificar) a través de
agentes dinámicos semejantes (los remedios).
La enfermedad es simplemente un desequilibrio de esta
energía vital que se manifiesta en el ser vivo a
través de diversos signos y
síntomas. La enfermedad en homeopatía no es otra
cosa pues que el grupo
total de síntomas que el paciente despliega durante
su proceso . De esta manera, son los signos y los síntomas
la verdadera cara de la enfermedad. Si recuerda el ejemplo de
"Pedro Gutiérrez" el carpintero, presentado más
atrás, comprenderá entonces que la totalidad
sintomática, sin importar en qué sistemas se
presente, representa la enfermedad de este hombre, y
entenderá que para la homeopatía en ese ejemplo, el
control de la crisis
hipertensiva, posible motivo de consulta de "Pedro", pasa por el
dolor de rodilla subiendo escaleras, no bajándolas y por
la nostalgia que siente el hipotético paciente por su
esposa fallecida.
En homeopatía se entiende que el
síntoma: es todo cambio físico o mental que
se presenta respecto al precedente estado de salud de una
persona, percibido por sí mismo o por quienes rodean a la
persona .
Entonces, en el estudio de un paciente, el
homeópata recopila los datos de los
síntomas que el enfermo presenta pero además
necesita conocer la constitución del paciente, sus
peculiaridades individuales, la forma de reaccionar ante
estímulos externos como el clima, la
alimentación, sus formas actuales de
respuesta ante situaciones laborales, familiares o de medio
ambiente, etc.; en pocas palabras, obtiene información
de otras cosas además de los trastornos en sí: de
toda la persona del enfermo.
El concepto dista mucho de ser reciente; ya en los
antiguos tratados de medicina hindú se establecía
que para lograr una curación, se debería atender a
cuatro pilares fundamentales: el médico, el paciente, el
remedio y el enfermo. La peculiar división entre el
enfermo y el paciente se relaciona con la
afección particular que se presenta (enfermo) pero sin
perder de vista al paciente, su personalidad, sus hábitos,
sus costumbres, su peculiar manera de estar-en-el-mundo . Algunos
siglos después, la ciencia post-moderna llega a similares
conclusiones: Milgrom , por más veras investigador
perteneciente al departamento de química del Imperial
College of Science, Technology and Medicine de Londres, plantea
una teoría para explicar la utilidad de los remedios
homeopáticos, desde la física cuántica, que
parte de la intrincada red de interacciones existentes entre el
paciente, el remedio y el médico, sobre la base de
elementos que verdaderamente se escapan a mi comprensión,
y que incluyen "[…] En particular los estados
energéticos electrónicos de las moléculas
triangulares tri-atómicas".
Regresemos, luego de esta especie de paréntesis,
al tema de los síntomas. Por supuesto al estar hablando de
signos y de síntomas estamos
refiriéndonos inmediatamente a que la homeopatía
establece una semiología sumamente especializada,
propia y exclusiva de esta rama del saber. De esa manera, resulta
muy complicado, al menos desde la ortodoxia homeopática,
establecer protocolos de atención
homeopáticos, mientras que desde la alopatía, este
trabajo sí se puede hacer.
La totalidad sintomática de una persona
enferma es característica, identificadora e
individual. Vijnovsky comprende la totalidad
sintomática como la menor cantidad necesaria de
síntomas y signos que mejor y más
característicamente representan o expresan el estado
enfermante de ese individuo en particular.
Y es la totalidad sintomática junto con
las circunstancias individuales de la enfermedad tal como se
expresan en una persona, la vía regia y la
guía para la elección del remedio; ilustro el hecho
con dos ejemplos tomados de mi práctica médica. En
el primero se trataba de un pequeño paciente de 4
años de edad que consultó por una alteración
severa del comportamiento
caracterizada por irritabilidad, oposicionismo, heteroagresividad
verbal y de hecho hacia padres, maestros y pares,
acompañada de gritos, impulsividad; destructor con los
objetos y los juguetes,
insomnio, inquietud motora constante, amenazante con las personas
de su entorno, dificultad para atender y concentrarse,
marcadamente desafiante ante las normas, desobediente e
indiferente al castigo.
Este comportamiento había hecho que fuera
retirado de tres jardines infantiles debido a la violencia del
comportamiento, a la imposibilidad de control de impulsos y de
adaptación al grupo y a las quejas permanentes de los
padres de sus compañeritos, El padre del paciente,
pediatra de escuela y homeópata de mi misma facultad, no
deseaba para su hijo medicamentos químicos.
Elegí el remedio homeopático mejor
indicado pero no se presentó ningún cambio en el
paciente. Pasé a otro remedio y luego a otro y
después a otro más sin lograr ninguna
mejoría. Algo en la totalidad sintomática
caía en un punto ciego para mi. Utilicé fuentes de
información diferentes a la de los padres como fueron
la niñera y las maestras, pero mi agudeza
homeopática seguía siendo nula.
Por último entrevisté a la abuela del
pequeño quien me informó algo que había sido
pasado por alto en la información antes recolectada: el
cuadro clínico había comenzado hacia los 14 meses
de edad, luego de que la niñera del paciente, con quien
él estaba muy unido desde el nacimiento, debió
abandonar su trabajo por motivos personales; a los ocho
días de este evento, el paciente presentó un cuadro
regresivo: dejó de caminar, no volvió a emitir
palabras articuladas y paulatinamente desarrolló el
comportamiento violento, al punto que cuando era sacado de la
cuna por sus padres, debían tomarlo con precaución,
ya que les daba cabezazos con el aparente deseo de reventarles
boca y nariz. Allí estaba la clave: el paciente
había sufrido lo que se llama en semiología
homeopática, un trastorno por pena, y había
desarrollado los síntomas mencionados a consecuencia de
él. Esto cambió definitivamente la selección
del remedio y se formuló uno nuevo. El resultado fue una
mejoría.
Debo anotar que algunos homeópatas no
estarán de acuerdo con el tratamiento conjunto con
psicofármacos debido al concepto de
supresión que no desarrollaré en este
documento, pero estoy de acuerdo con Ancarola en que en algunos
casos se hace necesario el tratamiento conjunto, y si se puede,
con disminución gradual de
psicofármacos.
Regresando a los síntomas; en esta ciencia son:
subjetivos (autoobservados), objetivos (los que
aprecian el médico y las personas que rodean al paciente),
accidentales o casuales (imprevistos, súbitos y
cuya causa es evidente como traumatismos, intoxicaciones, quemaduras, picaduras,
etc.).
Pero además también se encuentran: los
síntomas característicos, es decir, aquellos
que individualizan a la persona, que le son propios de ese
momento de su enfermedad, los notables, predominantes o
llamativos que en un momento dado, resaltan en el cuadro
clínico; los raros o extraordinarios, es
decir, nunca antes sentidos; los singulares, propios de
cada persona y los peculiares o particulares es decir, los
que individualizan del todo al sujeto y que eventualmente son
absurdos, inesperados, contradictorios, sin explicación
lógica
o fisiopatológica, y son ellos los que suelen resultar
más importantes para la selección de la
terapéutica. Como ejemplo tomado de la clínica de
personas que actualmente están bajo tratamiento:
transpiración fría en una sola palma, la
derecha, asociada a estados de ansiedad; deposiciones blandas,
después de almuerzo, no se presentan en ningún otro
momento a pesar de ingestión de alimentos;
ronquera al atardecer; tos a las 6 p.m.
Además de lo mencionado en relación con
los síntomas, en semiología homeopática
están también los síntomas clave o
keynotes, es decir, síntomas que identifican
inmediatamente al remedio que debe emplearse en determinado
paciente en un momento dado, ya que le son exclusivos; a guisa de
ejemplo, alegría luego de coito, sentimiento de
desvalimiento cuando se mira al espejo, soñar que se le
están cayendo los dientes, o imposibilidad absoluta de
orinar aunque sea cerca de otra persona, por la ansiedad que le
produce ser escuchado, identifican inmediatamente a Natrum
muriaticum como el remedio adecuado .
Como se da cuenta el lector, mientras que en
alopatía el médico tiene que descubrir qué
es lo que hace que el paciente sea idéntico a miles de
personas, qué tiene en común con ellas, en
homeopatía el médico tiene que descubrir
exactamente lo contrario: qué es lo que hace que el
trastorno de una persona sea netamente diferente al de varios
cientos de miles de personas más, que pueden tener una
similar o aún idéntica enfermedad
nosológica, perfectamente establecida por el
diagnóstico.
No deseo terminar este aparte sin plantear otro elemento
de conocimiento. Existe un cierto orden para enfermar. Las
enfermedades no le caen a uno del cielo. El desequilibrio de la
energía vital comienza a manifestarse en el ser humano de
acuerdo a un orden establecido. Y cuando se investiga el hecho
con los consultantes, con un poco de agudeza cualquiera puede
comprobarlo en su práctica médica
diaria.
Las manifestaciones del desequilibrio energético
en un ser, evolucionan de la siguiente manera: mente –
función – arquitectura.
Bajo esta noción evolutiva del proceso de
enfermedad se mueve la medicina psicosomática y
psicofisiológica, aunque en este campo la noción
norteamericana es más restringida que en homeopatía
ya que ellos han venido entendiendo el trastorno
psicofisiológico como :
"Trastorno mental caracterizado por la presencia de
síntomas físicos de origen psíquico.
Usualmente compromete un sistema orgánico aislado
inervado por el sistema
nervioso autónomo. El origen psicológico y
los cambios orgánicos surgen a partir de disturbios
emocionales sostenidos"
Por el contrario, desde la medicina francesa la
comprende como :
"[…] La palabra psicosomática se aplica
también a todo síntoma o síndrome
funcional en el cual el médico encuentra como unidad
patológica a la vez una expresión
fisiológica y una expresión psicológica
manifiestamente coordinadas. Se trata de síntomas o
trastornos 'físicos' directamente expresivos de
emociones. […] Pero existe una categoría de hechos que
expresan de una manera particular y prevalente las reacciones
del sujeto a sus condiciones de vida: se trata de
verdaderos hábitos patológicos de larga
duración o cíclicos, verdaderas enfermedades
(tuberculosis,
asma,
hipertensión, etc.) que expresan un estilo particular de
personalidad"
Como percibe el lector, dentro de la medicina oficial la
tríada mencionada más arriba, es simplemente una
díada: Mente – función. Y ello es comprobado desde
el campo de la psiconeuroinmunología; en ella se encuentra
que estímulos de naturaleza externa (estresores, se
les llama) producen respuestas diversas en el sistema endocrino e
inmunológico que parecerían tener un patrón
definido de acuerdo con el tipo de estresor (muerte de
cónyuge, divorcio,
muerte de familiar cercano, separación de la pareja,
despido del trabajo, encarcelamiento, muerte de amigo cercano,
embarazo,
desempleo,
pensión, etc.) . Sin embargo se ha mostrado que la
tríada de la progresión de la enfermedad: mente –
función – arquitectura si se presenta
Por ejemplo en los trabajos prospectivos de Simón
Brainsky y colaboradores , , ,
, sobre la enfermedad fibroquística de mama,
vs. cáncer de seno, quedó claro para éste
investigador que las personas afectadas desarrollaban una u otra
patología en relación con la manera como manejaban
los duelos previos. La lesión arquitectónica severa
de la glándula tenía una relación directa
con ciertas maneras patológicas y no solucionadas de
duelos por parte de los sujetos afectados, es decir, que pudieran
haber iniciado como un proceso mental/emocional.
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