De cómo se fundó Hermosillo
- Recorrido
de Juan Bautista de Escalante entre el 10 y el 28 de
Mayo - Juan
Bautista de Escalante - Adamo
Gilg - Bibliografía
Al finalizar el
siglo XVII era Alcalde Mayor de la Provincia de Sonora, el
Capitán Isidro Ruiz de Avechucho y el general Domingo
Jironza Petriz de Cruzant era el Gobernador de las Armas de Sonora y
por lo tanto quien ejercía el mando sobre la
Compañía Volante de Sonora.
La
Compañía Volante de Sonora se había formado
en 1692 como respuesta del Gobernador de la Nueva Vizcaya Juan
Isidro de Pardiñas y el Virrey Conde de Galve ante la
solicitud de las autoridades civiles, militares y
eclesiásticas de la necesidad de instalar en el
territorio, un Presidio que los protegiera de los continuos
ataques de los indios rebeldes y que ayudara a garantizar la
tranquilidad de la labor de los misioneros, la actividad en las
minas, lo que a su vez aumentaría los reales quintos y la
prosperidad de los colonizadores en los pueblos de misión.
La solicitud fue
respaldada por los informes
enviados a las autoridades virreinales por el capitán
Francisco Ramírez de Salazar, Alcalde Mayor de Casas
Grandes. En el sentido de que las tribus apaches que habitaban el
norte trataban de sublevarse en cuanto terminaran de levantarse
las cosechas.
Ante la falta de
un lugar donde levantar un presidio, el Rey ordenó que se
formara una Compañía Volante similar a la de
Parral, integrada por veinticinco soldados. La base de dicha
Compañía sería el pueblo de Santa Rosa de
Corodéhuachi( Fronteras) que después daría
origen al presidio del mismo nombre.
El primer
comandante de dicha Compañía fue el propio
Ramírez de Salazar que en 1693 fue substituido por Petriz
de Cruzant.
La diferencia de
las Compañías Volantes de los Presidios era que las
primeras no tenían un lugar fijo. Su misión
consistía en recorrer vigilando el territorio asignado
como su jurisdicción.
El fines de 1699
el Alférez Juan Baptista (Bautista) de Escalante, cabo y
caudillo de una escuadra de quince hombres, recibió la
orden del General y Gobernador delas Armas Domingo Jironza Petriz
de Cruzant, de que se trasladara a la frontera
poniente de la provincia y castigara a un grupo de seris
salineros que habían atacado a las pacíficas
comunidades indígenas del rumbo. Que obligara a los
indígenas desperdigados a vivir en pueblos, dieran
obediencia al estado
español, se hicieran cristianos,
obedecieran a los misioneros jesuitas y a
su vez refundara y fundara pueblos en la
región.
Para tal efecto el
Alférez inició su recorrido en Tuape (antiguo
pueblo al sur de Cucurpe) viajando hacia el sur por la
región visitando pueblos y misiones hasta llegar a las
inmediaciones de lo que hoy es Hermosillo, donde dio vuelta hacia
el poniente hasta llegar hasta la costa. De allí
viró hacia el este hasta llegar de nuevo a Cucurpe el
día 9 de mayo de 1700, donde recibió una nueva
orden de su superior de trasladarse con sus soldados a la
frontera de la Pimería Baja del Poniente, y agregar
algunos indios cristianos que andaban retirados y forajidos de
sus pueblos del Pescadero (un lugar hasta ahora indeterminado
situado al margen derecha del río de la Junta, entre
Hermosillo y Pueblo de Álamos), San José ( de
Pimas) y San Marcial.
Recorrido de Juan Bautista de Escalante
entre el 10 y el 28 de Mayo.
- 10 de
mayo
Salió en la
mañana de Cucurpe y llegó al pueblo de Santa
María Magdalena de los Tepocas donde fue recibido con
algarabía por los indígenas a quienes les
explicó el motivo de su viaje y les dejó dos de sus
compañeros para que los asistieran en sus siembras y para
que le informaran de lo que sucediera después. Pasó
la noche en dicho pueblo.
- 11 de
mayo
Salió de
Santa María Magdalena de los Tepocas y viajó todo
el día hasta llegar al pueblo de San José de
Opodepe donde pasó la noche.
- 12 de
mayo
Viajó todo
el día hasta llegar al pueblo de Nacameri ( Rayón )
donde se encontró con el padre Daniel Janusque, donde
pasó la noche.
- 13 de
mayo.
Viajó hasta
llegar al pueblo de Santa María del Pópulo( Antigua
Misión localizada al margen derecho del río San
Miguel, al norte de San Miguel de Horcacitas) donde fue recibido
por el gobernador indígena Francisco Santiago y su gente,
quienes le dieron la bienvenida y obediencia en nombre de su
majestad,. Ahí se encontró con dos gobernadores
salineros quienes fueron a darle obediencia y le manifestaron que
ya habían sacado a sus familias que habitaban en las
costas del mar del sur ( los españoles llamaban Mar del
Sur al océano Pacífico y consideraban que el Golfo
de California era parte de éste) y que querían
hacer pueblo e iglesia en un
paraje localizado a tres leguas de Santa María del
Pópulo, donde ya tenían sembradas sus tierras, con
treinta y seis familias asentadas que hacían una población de doscientas cuarenta personas.
Que esperaban que los visitara para que les señalara sus
tierras de siembras para que en un futuro otros indígenas
no los perjudicaran.
Les dio las
gracias y les prometió visitarlos, y se despidieron de el
muy agradecidos.
En Santa
María del Pópulo se encontró al padre Adamo
Gilg, ministro doctrinero de dicho pueblo, quien le dijo que le
tenía una caballada de repuesto y bastimentos y que
además lo acompañaría en su empresa por lo
que se quedó en ese pueblo hasta el día quince del
mes.
- 15 de
mayo
A las dos de la
tarde salió del pueblo y fue a parar al paraje al que los
salineros habían invitado. Fue recibido con arcos y cruces
y puestos en dos filas, los indígenas le dieron obediencia
y los justicias e indios principales le besaron los pies en
señal de humildad.
A través
del gobernador de Santa María del Pópulo Francisco
Santiago les preguntó que porqué motivos
habían decidido venirse a poblar ese pueblo y ser
cristianos a lo que le contestaron que lo hacían porque el
padre Adamo Gilg los había llamado y que además
supieron que les había mandado decir que andaba
persiguiendo a unos indios beligerantes y que no
descansaría hasta atraparlos y que podía
aprehenderlos a ellos también pensando que eran los indios
malhechores y que ahora veían que los soldados eran muy
hombres y de buen corazón y
que castigan solo a los que hacen mal.
También les
preguntó que si querían hacer pueblo y ser
cristianos por voluntad propia o por miedo a él y sus
soldados y le contestaron que lo hacían por voluntad
propia pues ya habían dado obediencia a su majestad y al
padre Gilg. Les ordenó que permanecieran en paz y que
hicieran las pases con los indios cocomacaques de San Francisco
Javier y que mandaran llamar a los demás que quedaban en
las costas, que construyeran sus casas y sembraran sus tierras y
que de vuelta llegaría de nuevo a visitarlos. Le
contestaron que así lo harían y se despidió
de ellos.
- 16 de
mayo
Salió del
paraje en compañía del padre Gilg rumbo al sur con
destino a la ranchería de El
Pitiquín, caminó tres leguas hasta que
se le hizo noche a la orilla del Río de Santa María
del Pópulo ( Río San Miguel), donde
pernoctó.
- 17 de mayo
Prosiguió
su camino hacia el sur, caminando diez leguas hasta llegar al
" río de que sale del Pueblo de San Francisco Javier de
los Cocomacaques" ( Río Sonora) donde pasó la
noche. San Javier de los Cocomacaques era un pueblo localizado a
orillas del Río Sonora, entre Hermosillo y
Ures.
- 18 de mayo, Día
de la Santísima Trinidad
Este día
prosiguió su marcha hasta llegar a la ranchería de
El Pitiquín, donde fue
recibido por el gobernador de dicha ranchería y sus
justicias con arcos y cruces, donde tenían hechas tres
casas de enramadas destinadas para él, el padre y sus
soldados. Lo recibieron de rodillas puestos en dos filas
dándole la obediencia a él y al padre
Gilg.
En esa
ranchería se encontró a dos justicias del pueblo de
San Francisco de Cocomacaques y a un capitán de guerra llamado
Pedro Baricua, quienes sabiendo que venía en camino a esa
ranchería, habían ido a esperarlo para ver que se
le ofrecía en nombre de su majestad. Utilizando a Baricua
como intérprete les dijo a los de la ranchería, la
razón de su visita y que le halagaba verlos juntos y le
preguntó al gobernador y a sus justicias que en el mes de
febrero había pasado por ahí rumbo al Mar del Sur
en busca de los salineros malhechores y que había visto la
ranchería despoblada y que le extrañaba haber visto
despoblada aquella tierra tan
buena y que quería saber porque la habían
despoblado.
Le respondieron
que habían despoblado esas tierras debido al temor de los
continuos ataques de los seris salineros y que se habían
ido pensando en regresar una vez que los seris se apaciguaran.
Que se habían ido con unos pimas parientes suyos cerca de
los Guaimas, en las cercanías del río Giaquis y que
habían regresado una vez que se enteraron que los seris
habían sido reducidos, a sembrar sus tierras y a
bautizarse como se los había prometido el padre Adamo Gilg
y " que ahora y siempre vivirían en dicha
ranchería y que harían pueblo en forma, agregando y
llamando a otros de su misma nación,
para que vivan juntos y hagan iglesia y esto dieron por
respuesta, a que por medio del dicho intérprete les dije
que en nombre de su majestad les mandaba y mandé que
asistieran en dicha ranchería, haciendo pueblo y iglesia,
pues ya habían dado la obediencia por dos veces al rey
ofreciendo lo mismo y así que no desamparasen sus tierras,
ni dejasen de hacer lo que prometían, pues era servicio de
Dios Nuestro Señor, que advirtiesen que de fallar a lo que
ofrecían, serían después severamente
castigados por rebeldes y pertinaces , a que respondieron, que no
faltarían a lo propuesto porque ya los más de ellos
eran cristianos, y pedían al Padre Rector Adamo Gilg que
bautizase los restantes, puesto que su Reverencia se
ofrecía a administrarlos"
También, De
Escalante les propuso que hicieran las paces con los salineros a
lo que respondieron de buena voluntad que así lo
harían. Se despidió de ellos esa noche,
advirtiéndoles que al siguiente día les
hablaría de nuevo y que dispusieran la construcción de una ermita para que el
padre Adamo Gilg les diera misa y los bautizara.
- 19 de
mayo
En la
mañana el padre Adamo Gilg les dio misa en la ermita,
rezando todas las oraciones y la doctrina cristiana y puestos en
dos filas, hombres y mujeres alabaron al Santísimo
Sacramento en Castilla y una ves terminada la ceremonia, Bautista
de Escalante les dio de nuevo un discurso e
hizo que los indígenas de El Pitiquín
, los seris de Santa María del Pópulo y los seris
salineros, hicieran las paces dándose un abrazo unos con
otros " mandándoles que en adelante no tuviesen
guerras, sino
que viviesen como cristianos y que tratasen unos con otros con
ferias de la ropa de su uso y semillas de sus siembras, a que
respondieron de una y otra parte, que así lo harían
dándome muchas gracias por el bien que les hacía de
asentar las paces. " y habiendo terminado con la ceremonia,
hizo un censo contando entre hombres, mujeres y niños a
cien personas, quedando empadronados setenta y siete como
cristianos, bautizando ese día el padre Gilg a doce
niños, quedando el resto que completaban los cien, en
quedar fijos y hacer pueblo.
Ese día se
despidió de ellos y se fue a pasar la noche en San
Francisco Javier de los Cocomacaques.
Entre el 20 y el
28 de mayo, Bautista de Escalante continuó su vieja
visitando las poblaciones de El Pescadero, Real de
Quisuaní, Nácori ( Grande) , San José (de
Pimas), San Marcial y Belén (Belem, a orillas del
Río Yaqui), donde encontró a un grupo de indios
pimas de El Pitiquín a quienes
conminó a regresarse a su pueblo donde sus parientes ya
estaban establecidos.
Flavio Molina dice
que el dato mas antiguo que se tiene de El
Pitiquín, es un mapa elaborado por el padre Adamo
Gilg donde aparece la Pimería Alta, la región de
los seris, las misiones de los ríos Sonora y Santa
María y una parte de la pimería baja.
En dicho mapa
aparece una aldea de pimas gentiles con
el nombre de " Pitiquín de Pimas Cocomacaques" situada al
margen izquierda del río Sonora, al este de los cerros de
la antigua cementera, a medio kilómetro al este del actual
vertedor de la presa Abelardo L. Rodríguez, que hasta 1944
el lugar fue conocido como "Iglesia Vieja"
El primero que
nombra a El Pitiquín como Santísima
Trinidad , es Eusebio Francisco Kino en el año de 1704
.
Eclesiásticamente, el pueblo de la Santísima
Trinidad del Pitiquín quedó fundado en 1700, ya que
el padre Adamo Gilg la siguió visitando desde Santa
María del Pópulo, hasta 1704 en que el padre Juan
de San Martín la empezó a visitar desde San
Francisco del Pitiquín, una antigua misión
localizada al margen izquierda del Río Sonora entre
Hermosillo y Ures en un lugar conocido actualmente como El
Tanque, que seguramente es el pueblo de San Francisco Javier de
los Cocomacaques que Bautista de Escalante menciona en su
informe y de
la que la Santísima Trinidad del
Pitiquín era Pueblo de Visita
En 1706, Antonio
Becerra Nieta General vitalicio de la Compañía
Presidial de Janos, en un recorrido que hizo por la provincia de
Sonora, visitó y repobló en pueblo del Pitic ya que
sus habitantes lo habían abandonado por los continuos
ataques de los seris. En 1718 el mismo Becerra Nieto
volvió a repoblar el Pitic en otra visita que le
realizó.
En 1722 el padre
Giusseppe María Genovese informa que el
Pitiquín no tenía misionero por no
tener limosnas para sostenerlo, pero que mientras tanto era
atendido por el misionero de Ures.
En 1730 el padre
Cristóbal de Cañas menciona en su relación
que el padre José Calderón visitaba desde Ures a
los indios de San Francisco del Pitiquín,
que era misión antigua y donde también había
numerosa vecindad de españoles.
Desde 1700 en que
fue fundada, hasta 1741 en que se fundó el Presidio de San
Pedro de la Conquista del Pitic, la Santísima Trinidad del
Pitiquín, no pasó de ser una
pequeña aldea de indios pimas cocomacaques, que
vivían de la agricultura y
la caza, y que servía de baluarte tanto a seris como a los
pimas por estar localizada al pié del Cerro Prieto ( los
cerros de la Cementera), por lo que a pesar de sus
fértiles tierras y abundante agua, nunca
llegó a desarrollarse, por lo que al fundarse el Presidio
de San Pedro de la Conquista del Pitic, el 22 de junio de 1741,
al pié de lo que hoy conocemos como cerito de la Cruz, en
Villa de Seris, sus habitantes optaron por trasladarse a este
presidio con el fin de vivir mas seguros al
amparo de esa
guarnición, pasando a la historia el antiguo
Pitiquín como " Pueblo Viejo" o " Iglesia
Vieja".
Ya han pasado 300
años de la fundación de Hermosillo y hasta ahora
ninguna autoridad
municipal ha decidido construir una plaza o monumento honrando
la memoria de
Escalante y Gilg fundadores de la ciudad. La mayoría de
las ciudades del mundo rinden honores a sus
fundadores.
Por qué
Hermosillo no lo hace? Tendremos que esperar a que cumpla 500
años de fundada? Es suficiente con ponerle el nombre de
uno de ellos a un boulevard del norte de la ciudad?
Militar y
colonizador. Estuvo radicado en el mineral de Motepori, en 1689
desempeñó las funciones de
teniente de alcalde mayor y un año después
causó alta como sargento de la Compañía
Volante de Sonora. Militó a las órdenes de los
generales Francisco Ramírez de Salazar y Domingo Jironza,
asistió a la acción
de guerra del Quíburi y ganó el ascenso a
alférez.
En 1700 se le dio
el mando de una escuadra de soldados para que recorriera las
zonas habitadas por los indios tepocas, seris y pimas
bajos ; fundó los pueblos de Magdalena, Los Angeles,
El Pópulo y El Pitic ; visitó la isla del
Tiburón, reconoció la bahía de Guaymas y
comprendió en su informe el estado de
las misiones de Tuape, Cucurpe y otras más.
El general Fuen
Saldaña lo dio de baja en 1703, sin consideración a
sus antecedentes y servicios,
porque habiéndose robado los apaches siete caballos
pertenecientes a la Compañía de Fronteras, le
ordenó que saliera a perseguirlos y no pudo recoger los
animales. Se
le dio mando en la región de Californias y poco
después obtuvo su reposición como alférez de
la Compañía Volante. Participó en numerosas
expediciones armadas en contra de las tribus rebeldes,
distinguiéndose como un militar cumplido y valiente y
concluyó por obtener su retiro en 1722. Se
estableció en Motepori, fue allí teniente de
alcalde mayor y año siguiente se le dio el mando de una
sección situada en Nacozari. Fue el fundador de la familia de
su apellido. ( Almada, 1990)
(1652-1710)
Originario del
reino de Moravia donde nació en 1652, Ingresó en la
Compañía de Jesús a los 18 años de
edad ; realizó los estudios en Europa y
pasó a la Nueva España en
1687. En la cédula de embarque se le describió como
sacerdote de 34 años de edad, estatura mediana, barba y
pelo negros, cara redonda y cuerpo abultado.
Fue designado como
misionero en el noroeste de la Nueva España y en 1688
sustituyó al padre Fernández Cebero como encargado
de la misión del Pópulo, puesto que
desempeñó hasta el año de 1704. Hacia 1700
también fue rector de San Francisco Javier.
Fue amigo del
padre Kino y lo acompañó en algunos viajes.
Escribió sobre las costumbres de los seris y un
vocabulario en la lengua eudebe.
En 1704 fue trasladado a Mátape donde
desempeñó los cargos de misionero de este partido y
de rector de San Francisco de Borja. Estuvo en esta misión
hasta 1709 y murió poco después, posiblemente en
1710.
El padre Gilg
escribió un informe sobre los seris y trazó un mapa
de la Pimería Alta. También escribió varios
vocabularios en lenguas indígenas.( Tomo II, Enciclopedia
General de Sonora Pág. 125 y Molina Molina Pág.
13)
Alférez:
(ár.
Alferiç: jinete)
1.- Oficial que llevaba la
bandera o estandarte.
2.- Oficial del
ejército en el grado y empleo
inferior de la carrera, ~ de navío o de fragata,
grados de la armada, equivalentes al de alférez y teniente
del ejército respectivamente.
3.- Amér.
Merid. Persona elegida
para pagar los gastos en un
baile o cualquiera otra fiesta.
4.- Bol.,
Perú. Cierto cargo municipal en los pueblos de
indios.
5.- Guat.,
Hond. Entre personas de confianza, palabra con que se
designa a una de ellas, sin nombrarla: oye lo que dice mi
~.
Almada R.
Francisco, 1990. Diccionario de Historia,
Geografía
y Biografía
de Sonora. Gobierno del
Estado de Sonora. Instituto Sonorense de Cultura.
Bautista
de Escalante Juan, 2000. Autos de
Guerra. Gobierno del Estado de Sonora. Instituto Sonorense de
Cultura.
Ortega
Soto Martha, 1985. La Colonización
Española en la Primera Mitad del Siglo XVIII, p. 164.
Tomo II, Enciclopedia de la Historia de Sonora. Gobierno del
estado de Sonora.
Molina
Molina Flavio, 1983. Historia de Hermosillo Antiguo.
Fuentes Impresores S.A. Centeno 109, México
DF.
Por:
Ignacio Lagarda
Lagarda